¡Hola de nuevo! Siento haber tardado tanto en escribir algo, y desgraciadamente, lo que aquí viene es bastante corto

¡Espero que os guste el drabble! No es mucha cosa ...

¡Cualquier comentario, consejo o crítica es bienvenido!

La serie Naruto y sus respectivos personajes son del Sr. Masashi Kishimoto. Eso no a cambiado...snif...

Tú también lo hubieras echo

Si hubieras sido Hana hubieras echo lo mismo. ¿Y quién no?

Si, por una bella mañana, tu senpai hubiera entrado a tu clínica veterinaria con su perro en brazos, también le hubieras sonreído de oreja a oreja.

Si te hubiera respondido con un "Yo" feliz y un ojo sonriente, tú también te hubieras sentido como si hubieras fumado maría y bebido alcohol a la vez.

Si Kakashi-senpai te hubiera dicho "Siento molestarte, pero Pakkun tiene una herida que no consigo curarle" de esa forma, y hubiera añadido que te estaría muy agradecido si tuvieras la amabilidad de curarle, también tú hubieras ignorado al otro cliente que llevaba esperando más de media hora.

Si te hubieras encontrado a solas con aquel halucinante shinobi en la sala trasera, también te maldecirías a tí misma por no ser tan femenina como esas chicas de los anuncios de ropa interior.

Si hubiera pasado toda la consulta rozándote "por casualidad", y si hasta se hubiera atrevido a aprisionarte por detrás "porque no es así como hay que sujetar a mi perro", también tú te sentirías tonta por no poder evitar el sonrojo de tu cara.

Y si, al final de la consulta, tu senpai se hubiera quitado la máscara y hubiera puesto esa irresistible cara de gatito abandonado diciéndote que, desgraciadamente, no llevaba dinero encima, también tú le hubieras dejado ir con un "Tranquilo Kakashi-senpai, no pasa nada, ya me pagarás otro día". Tú también hubieras sido incapaz de despegar tus ojos del trasero del ninja que, cosa curiosa, no había desaparecido dejando nubes como era su costumbre.

Tú también hubieras echo lo mismo ¿verdad?

Tú también hubieras sentido curiosidad por saber a dónde iba¿me equivoco? Tú también le hubieras seguido con tu olfato, y disfrutado de la enloquecedora fragancia masculina a madera cortada.

Y, por supuesto, si después de tres horas, te hubieras dado cuenta de que el muy capullo utilizaba la misma táctica de "seduce y luego lárgate sin pagar" con todo ser humano detrás de un mostrador, también tú hubieras echo lo mismo que hizo Hana.

Soltarle al muy cabrón una coz padre en la entrepierna y dejarlo ahí tirado.

Evidentemente.