Sora Tsumetai

ZoeUchiha

Capitulo 16. Eternidad

Abri los ojos pesadamente. No estaba seguro de donde estaba. Recordaba haber sufrido un profundo pero rapido momento de dolor. Y ahora no podia sentirme ni las puntas de los pies. A lo mejor no tenia pies. Intente mirar mis pies, pero mis ojos se movian muy lentamente. Vamos, vamos, más rapido! Necesitaba saber si tenia pies o no. En realidad tampoco sentia los ojos... Pero podia ver, asi que ojos tenia. Me aburri de intentar moverlos e intente identificar lo que ya captaban sin moverse.

Todo era demasiado blanco. ¿Estaria en un hospital? A lo mejor estaba muerto.

¡Hey! ¡A lo mejor estaba muerto!

Eso hizo saltar de felicidad a mi corazoncito e intente mover con insistencia los ojos. La cabeza de un niño calvo se interpuso en mi campo de vision.

-Bienvenido – susurro.

¡Si! ¡Un ductor!

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¡¡¡Estoy muerto!!! ¡¡¡POR FIN!!!

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-Es usted el alma numero 24542857 que llega hoy, felicidades! – dijo sin ningun tipo de felicidad en su rostro que congeniase con sus palabras. Yo si que estaba feliz, tan feliz que me creia capaz de crearme yo mismo un cuerpo si hacia falta – Uzumaki Naruto, fallecido el 4 de mayo de 1994 a las 12:57 de la mañana. La causa de la muerte fue ataque no autorizado de un individuo demoniaco. Sera usted indemnizado por tales daños - ¡¡¡yuju!!! ¡Incluso me llevaba indemnización!!! – La Muerte la define como un alma buena y sera usted conducida al Cielo en breves momentos. Un angel superior a sido autorizado a recogerle, le llevare a la sala de espera.

El ductor me agarro del brazo y me arrastro cual hoja de arbol arrastrada por el viento. Me llevo hasta lo que parecia la sala de espera de un hospital y me indico que me sentase. Probablemente los peces gordos mandarian a Hinata a por mi para aligerar la cosa. No por nada estabamos en guerra por mi culpa…

¿Quién me abria matado? Solo recordaba haber estado llorando junto a Hinata, que llevaba más de un dia inconsciente desde que el bastardo del hermano de Dalkiel nos dejase en la tierra de nuevo.

-¡Naruto saaaaan!

Me gire lentamente hacia la derecha al escuchar aquella voz. No queria verlo. ¡No queria verlo!

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¡¡¡¡GUAAAAAAAAAAAAAAAAAAG!!!

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Kakashi se acercaba alegremente, saludandome con la mano en alto enfundado en mi cuerpo de Muerte!!!!

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¡¡¡SFGSDFHNJKSNFKSNEOTNDKFNDFGODJGOSAJFDAAAAAAAAAAAGGGG!!!

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Cuando estubo lo suficientemente cerca me hizo un formal saludo inclinandose ante mi.

-Es una alegria volver a tenerte entre nosotros, ¡aunque no llegas en un buen momento! -Le fulmine con la mirada sin articular palabra – Bueno, bueno, tenemos algo de prisa. ¡Vamos!

Me paso el brazo por los hombros y nos aparecimos ante la escalinata que subia al edificio principal de la administración celestial (el PAC).

-Quiero…mi…cuerpo – logre articular.

-¡Oh! – dijo Kakashi mirandose a si mismo - ¡Si, si! No te preocupes, supongo que te lo devolveran, ¡yo no soy nada bueno como Muerte! Creo que ya pensaban en despedirme…

Subimos las enormes escaleras blancas por donde cientos de angeles correteaban de un lado a otro. En el interior del edificio la situación era muy parecida. Caos, caos y caos. Si ya teniamos problemas de organización ahora todo parecia ir aun peor. Y con un perfecto y organizado ejercito de demonios a nuestras puertas.

Kakashi me condujo hasta los pisos más altos, directamente al despacho de Tsunade. Esta daba voces de forma poco angelical a sus subordinados que se mantenian rectos y con cara de espanto ante ella.

-Tsunade sama, ¡traje a Ksiel kun! – dijo animadamente Kakashi.

-¡Maldita la hora en que acepte pactos con ese maldito demonio! – rugio sacando del despacho a los subordinados y volviendose hacia mi – Vamos ahora mismo a quitarte ese cuerpo – dijo señalando amenazadora a Kakashi – necesito a Ksiel en la puerta en seguida.

-¿Cómo esta la situación, Tsunade sama? – pregunto Kakashi, obviamente para darme información a mi, a sabiendas de que yo en ese momento no podia pedirla.

-Los demonios estan ya prácticamente saliendo y si Pain vuelve a usar el acelerador los tendremos en unas cuantas horas ante nosotros.

-No podran abrir nuestras puertas, creo que deberiamos quedarnos dentro – comenzo a decir Kakashi pero yo mismo le interrumpi sacando fuerzas de donde no las habia.

-K-kusanagi – susurre. Ambos me miraron con ojos como platos.

-Como sospechabamos…- dijo Tsunade señalando el portapapeles que llevaba – Me acaban de informar que la portadora de la Kusanagi a muerto, teniamos la esperanza de que como demonio no pudiese usarla.

-D-dal..kiel – volvi a decir. Esta vez ninguno de los dos pudo ocultar su perplejidad – Heredero – dije ya sin fuerzas para decir nada más.

-¡Por todos los diablos! Vamos a darte un maldito cuerpo de una vez para que puedas contarnos todo lo que sabes! – bramo Tsunade empujandonos a ambos – Y que alguien valla a por Uriel!! – grito a los angeles que habia por el pasillo.

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Acababa de matar a Naruto…

¡Bueno! Lo hecho, hecho esta, se carcajeo una voz en mi cabeza. Volvi a aparecerme en la biblioteca de los adelantados. O eso esperaba que ocurriera. En alguna parte del trayecto de aparicion entre el piso de Naruto y la base del ACHA senti un fuerte tiron hacia arriba y como algo se rompia.

Cuando vi que estaba en el infierno, supuse que la pulsera de Kiba ya no podria volver a ser utilizada. Delante mia tenia a un furioso Pain junto a un Sasuke igualmente enfadado.

Senti el puño de Pain golpear mi rostro con toda su fuerza.

-¡¡¡ Maldita zorra, has mandado al cielo a Ksiel!!! – dijo volviendo a lanzar su puño contra mi rostro - ¿¡¡¡ Te has vuelto loca ¡!!? - ¿tanto miedo le tenian a Naruto? El dolor del rostro era insoportable, pero en aquel momento no me apetecia preocuparme de ello. Sasuke habia agarrado por el antebrazo a Pain y detenia un nuevo golpe.

-No nos sirve si sigues golpeandola. Ella me ayudara a matarle, no te preocupes – aseguro mirandome desafiante. Yo le sonrei, sintiendo un punzante dolor en el labio partido y sangrante.

-Cuando esto acabe asegurate de darle un castigo ejemplar o tendre que castigarte a ti por dejarla escapar – amenazó Pain quitandose la mano de Sasuke del brazo con un brusco gesto y desapareciendo de alli. La Muerte me miro y alzo las cejas.

-Supongo que estaras contenta – dijo tendiendome una mano que tome sin dudar – Prometeme que no volveras a hacer una tonteria como esta.

-Si, señor – dije imitando burlonamente el saludo militar.

-Te deje ir para que sacaras a tus amigas de aquí, no para que matases a Naruto.

-Tal vez deberias haberlo mencionado – a si que me habia dejado…debi suponerlo.

Su rostro plagado de cosas negras se endurecio y sujetandome con rudeza nos llevo a ambos hasta su hogar. Entramos en su dormitorio y tomo un asa que colgaba de la pared a no demasiada altura del suelo, extrayendo un sarcófago como en el que me habian metido la primera vez que me converti.

-Metete dentro, es la forma mas rapida de sanar las heridas – le obedeci sin rechistar. Al menos con mi comportamiento habia logrado borrarle aquella estupida sonrisa de la cara y acallado sus molestas y continuas risas.

No se exactamente cuanto tiempo pase alli metida, pero no debio de ser mucho. Fue el momento de menos dolor que pase durante toda mi estancia demoniaca. Sentia como mi cuerpo iba regenerandose a gran velocidad, como mis tejidos se reponian. Y aunque dolia, la sensación de saciedad y tranquilidad lo hacian perfectamente soportable.

Senti como Sasuke tiraba del sarcófago como quien saca algo del horno para comprobar que este caliente. Puse cara de niña buena y le tendi los brazos para que me cogiese. Y hay volvio su estipida risa maquiavelica. Agggg. Me cogio entre sus fuertes brazos y me mecio como a un bebe.

-Ahora, pequeña Lilith, tenemos que ir a una importante reunion – dijo volviendo a mostrar aquella sonrisa despreciable – Tienes que portarte bien, ¿de acuerdo?

Asenti con la cabeza y me puse en pie, molesta por su actitud. Le segui a velocidad demoniaca fuera del edificio y me guio hasta una torre no demasiado alta que se alzaba en la zona amurallada que rodeaba los edificios principales de la ciudad. Subimos hasta la cumbre de la torre, una zona totalmente plana, cuadrada y sin ningun tipo de almena, barandilla o quitamiedos en los bordes. Todos los pandemoniums estaban alli, sonriendo estupidamente. La mayoria de ellos llevaban aquellas cosas negras, compartiendo estilo con el Señor del Infierno. ¿Para que demonios serian esas cosas? Casi todos estaban de un fuerte color rojo, probablemente ocasionado por la falta de alimento al mandar a los demonios de menor nivel a la vanguardia de la columna de ataque.

-Escuchad – exigio Pain. Parecia que todos estaban esperandonos. Me avergoncé un poco. Con un rojo dedo, el Demonio señalo la columna – Ahora, cuando pasen la puerta, se dividira en tres columnas distintas que atacaran de forma paralela. Los demonios que mandamos a la Tierra entraran por el Salon de Almas – señalo a Kisame, Itachi y Sasori – Vosotros tres cubrireis su entrada, aunque los ductores no pueden dar problemas. Los demás os dividireis entre las columnas y esperareis a que Dalkiel abra las puertas del Cielo – todos asintieron y Sasuke les mostro una feliz sonrisa – Probablemente a estas horas Ksiel vuelva a ser la Muerte.

Todas las cabezas se volvieron al unisono hacia mi. Eleve los hombros con resignación y los pandemoniums volvieron a observar a su lider.

-¿Quién se encargara de el?

-Dalkiel y Lilith, por supuesto. Vosotros teneis que encargaros de que los nuestros entren a toda costa. Sacrificad a todos cuantos querais para que las filas de nivel siete hacia arriba puedan entrar y destruir a esos malditos angeles.

Con un ultimo asentimiento de cabeza, los pandemoniums desaparecieron dirigiendose a sus distintos puestos. Sasuke tomo mi mano y nos hizo aparecer varios metros por encima de las primeras tropas que ya recorrian la distancia que separaba la puerta del infierno de la del cielo.

-Ahora Pain activara el acelerador, eso nos pondra en un par de horas frente a las puertas del cielo. No quiero tonterias, Sakura – me recordo.

-Claro, ¿Qué podria hacer yo?

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-Dama Uriel? -Aquella voz familiar hizo que me despertase. Ante mi estaban las tres cabezas de Kakashi, Temari y Shikamaru – Te encuentras mejor? – pregunto el angel.

-Si – dije mientras intentaba incorporarme – Gracias, Kakashi, me has curado tu?

-En realidad a sido el señor Nara – dijo señalando al moreno – Yo solo venia a buscarte, Tsunade quiere que subas. La cosa se esta poniendo verdaderamente fea.

Le mire de arriba a bajo.

-Kakashi…ya no eres la muerte?

-¡No! – dijo alegremente – Naruto kun a recuperado su puesto.

-…Naruto…esta… - dije acongojada sin poder terminar la frase.

-Si, esta muerto, Sakura lo mato – dijo Shikamaru sin ningun timpo de miramiento.

-Lo necesitamos para vencer a Sasuke – admitio Kakashi.

-Dama Uriel – dijo Nara, mirando a Temari de reojo – queriamos pediros un favor antes de que os marchaseis.

-Si esta en mi mano ayudaros, lo hare – conteste inmediatamente.

-Vera…usted…es una Dominacion – dijo como si fuese obvio. Asenti con la cabeza – Asi que, probablemente, tenga acceso a información privilegiada.

-¿A dónde quieres ir a parar, muchacho? Tenemos algo de prisa – le recordo Kakashi.

-Necesitamos una lista con los nombres de todos los Pandemoniums – concluyo Temari. Kakashi comenzo a reirse.

-Vamonos querida, los señores adelantados se creen que podemos darles ese tipo de información.

-Puedo imaginarme para que quereis eso – dije -, pero es uno de los acuerdos básicos entre el cielo y el infierno el no proporcional a humanos nuestros nombres. Pero te dire que en el 123 a.C el angel caido Semyazza le entrego a los romanos una lista de todos los Pandemoniums existentes. Pero eso no quiere decir que todos esten activos – aclare.

-Comprendo – dijo la rubia – Muchas gracias. Que tengais suerte – dijo tirando de Shikamaru para sacarlo del apartamento de Naruto. Yo mire a Kakashi y le sonrei.

-Subamos.

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Estabamos ante las puertas del Cielo, por fin. Sakura estaba a mi lado, algo tensa. Tenia un atractivo color rojizo provocado por el hambre y de vez en cuando miraba a nuestros pies donde millones de demonios de niveles bajos se desplazaban. Escuchaba las ordenes de Pain en mi cabeza gracias a los artefactos de control que habia insertado en mi cuerpo. Con ellos podia mandarme más poder, podia obligarme a hacer algo o comunicarse conmigo. Podia controlarme. Ahora mismo, el señor del Infierno intentaba repartir su euforia entre todos los que llevabamos aquellas cosas puestas para asi no exaltarse tanto el mismo. Yo no podia dejar de sonreir con satisfacción.

De vez en cuando acariciaba la empuñadura de la Kusanagi, bien sujeta con mi mano derecha, lista para ser desenvainada y utilizar su poder para destruir las cerraduras de aquellas dos enormes puertas doradas que se levantaban ante nosotros.

-Sasuke – dijo Sakura señalando a dos de los pandemoniums que nos hacian señas – Parece que los de la Tierra ya estan entrando.

-Hm – musite. Se acercaba la hora.

Desenvaine la Kusanagi y le transmiti a Pain toda la información que mis ojos y el resto de mis sentidos podian captar. El Señor del Infierno asintio mentalmente y me ordeno destrozar las puertas de los angeles.

Desde el mismo lugar donde me encontraba, a algo menos de un kilometro de distancia, sostube la Kusanagi en alto, alineando la punta hacia la enorme cerradura dorada que sostenia el mecanismo de proteccion del Cielo. El filo negro onice de el arma mata demonio fue engullido por un alo azul electrico que comenzo a chisporrotear. Concentre toda aquella energia que fluia por el arma hacia la cerradura y un rayo azul recorrio el Cielo con un enorme chillido que partio el silencio que inundaba el Mundo de los Muertos. El impacto con la puerta fue bestial y ensordecedor. Sakura se tapo los oidos a mi lado, pero yo no podia dejar de apuntar mientras el poder de la Kusanagi seguia destruyendo el mecanismo que caia pesadamente al suelo. Escuche en mi mente como Pain ordenaba a los demonios que habia bajo nosotros que activasen las armas que abririan las puertas totalmente. Aun con la Kusanagi en alto, que finalizaba ya su trabajo, mire a Sakura y ambos bajamos la vista hacia las enormes maquinas dirigidas por demonios de bajo nivel. Las enormes balistas cargaban pesados arpones sujetos a cadenas negras que recorrian las filas de demonios hasta el mismisimo infierno donde se perdian tras sus puertas.

Las armas fueron disparadas, clavando su descomunal municion en las puertas. Escuche al Señor del Infierno gritar a sus huestes la palabra que separaba a los angeles de los demonios.

-¡¡¡Tirad!!!

Como autómatas, todos los demonios se agarraron a las cadenas que se sujetaban a los proyectiles clavados en las puertas y comenzaron a tirar de ellas. Millones y millones de demonios tiraban de los enormes eslabones, haciendo crujir las puertas blancas mientras cedian ante la presion.

Y poco a poco pudimos ver los ejercitos celestiales colocados tras su ultima defensa.

En primera fila unos cuantos millones de angeles comunes, dispuestos a ser sacrificados por el "bien". Sobre ellos volaban los Poderes, las angeles encargadas de los poderes de la naturaleza. Con ellas tendrian que vatirse lo antes posible nuestros 8.5 si no queriamos que enterrasen rapidamente a nuestros niveles bajos entre lava, tornados y terremotos. Para mi sorpresa, por encima de los Poderes habia un grupo concentrado de Principados, Tronos, Serafines y Dominaciones. Y la cabeza de ellos estaba Ksiel.

Sonreia patéticamente, con gesto seguro y amenazador. Desde alli podia ver sus ojos azules brillando de humana exaltacion.

Mande aquella nueva información a Pain, que ordeno a los Pandemoniums que se encontraban en la retaguardia que se unieran a mi y a Lilith y nos cubriesen mientras nos encargabamos del rubio.

Con un ultimo golpe, las puertas quedaron de par en par, mostrando el blanco ejercito de angeles que nos miraba con semblante serio y frio. Eran menos que nosotros en numero, pero sus altos cargos eran más numerosos.

Confundiendome nuevamente, los angeles no esperaron a que atacasemos. Los Poderes todos a una lanzaron oleadas de lava hacia nuestras filas delanteras. Por suerte, los 8.5 parecian estar más que preparados e interponiendo sus enormes cuerpos ante el ataque lograron contenerlo.

-¡¡¡Atacad de una maldita vez!!! – rugi. Sakura salio disparada hacia delante y yo la segui a la vez que los Pandemoniums hacian lo mismo. Mi espectacular y joven demonio atraveso con su poderoso brazo a un Poder que se atrevio a ponerse en su camino, lanzandola luego hacia abajo como carroña para los millones de demonios que rugian bajo nuestros pies y corrian hacia la puerta. Intente no despistarme, pues por mucho poder que tubiese ahora mi Sakura no dejaba de ser una novata en esto de los combates. La adelante, buscando a Ksiel que ya se lanzaba hacia mi a toda velocidad. Cuando ya casi podia ver su puño estrellado en mi rostro, hice un amago y lanzandole una patada al costado logre desviarle hacia la derecha, aunque el pudo poner el brazo, reduciendo el daño del impacto de mi pierna contra el.

Lilith le esperaba para recibirle en su caida. Pude ver como cruzaban algunas palabras antes de que mi demoniaca novia comenzase a lanzar golpes con sus afiladas garras hacia el. Conociendo a Ksiel, le estaria reclamando explicaciones por su muerte. O agradeciendoselo.

Kusanagi en mano me lance hacia ellos, esperando que Lilith me hubiese visto y le sujetase para que yo pudiese atravesarlo, pero Ksiel logro detener uno de los golpes destinados a rebanarle el cuello y se alejo de ella y de mi destino justo a tiempo. Bloquee con mi poder un ataque de una Dominacion que iba en busca de la espalda de Sakura. Ella me miro agradecida y se dispuso a ir a destripar a aquella tipa. Me quedaba solo contra Ksiel. O más bien, con el, sus Principados y sus Tronos, que superaban en numero a mis Pandemoniums que se veian desbordados por tantos frentes abiertos. No me lo pense mucho y comence a dar descargas de Kusanagi a diestra y siniestra, haciendo caer abatidos a varios de ellos. Solte una carcajada y busque con la mirada a Lilith que terminaba de desacerse de la Dominacion unos cuantos metros por debajo de mi. Me miro y me señalo hacia mi derecha, por donde Ksiel volvia a atacar. Sentia la presencia de Pain acercarse al lugar.

-Acorraladlo, yo me encargare personalmente de ese angelito – me ordeno mentalmente. Pase rapidamente junto a Sakura, transmitiendole las ordenes y luego fui a embestir a Ksiel. Nuestro choque fue como el de dos moles de roca. Logre alejarlo de la pelea principal y ordene a los Pandemoniums que mantubiesen a los demas alli. Sakura se lanzo contra Naruto, desequilibrandolo, haciendole caer al suelo ruidosamente. Preocupado me lance en su persecución, apartandola con cuidado del angel que se disponia a fulminarla con uno de sus ataques caracteristicos como Muerte que era. Lance la Kusanagi hacia su mano con intencion de revanarsela pero me esquivo en el ultimo momento. Pain aparecio a nuestra izquierda, completando un semicírculo creado por Sakura, el y yo. Naruto miro hacia los lados, buscando refuerzos en los que apoyarse.

-Tu siempre complicando las cosas, Ksiel – se carcajeo Pain en su propia cara – Pero mira – dijo señalando las puertas del cielo, totalmente teñidas de rojo sangre y por las que no paraban de entrar demonios – Todo esto no sirve absolutamente de nada, ¡NADA! El poder es nuestro – dijo mientras volvia a reir – Y ahora, muere – dijo señalandole con un unico dedo.

Entonces todo ocurrio muy rapido.

Naruto saco de entre sus ropas el Magatama y lo apunto hacia mi. La Kusanagi salio disparada de mis manos fue recogida por Sakura que estaba a mi izquierda y ella, dando un hermoso giro, decapito elegantemente a Pain.

La cabeza del Señor del Infierno callo al suelo pesadamente, aun con una carcajada en el rostro. Su cuerpo se desizo en mil pedazos que calleron al suelo formando una montañita de polvo.

Los controladores de mi rostro comenzaron a caer al suelo mientras yo observaba perplejo a Sakura que gritaba con los brazos en alto blandiendo el arma mata demonios. Ksiel se elevo en el aire gritando.

-¡¡¡PAIN A MUERTO!!! – comenzo a corear. Mire al resto de Pandemoniums que se tocaban el rostro de donde caian, al igual que del mio, los controladores negros. Todos nos miramos con espanto. Todos menos Sakura, que bailaba alegremente alrededor del monton de polvo. La mire totalmente estupefacto y sus ojos se encontraron con los mios.

De repente algo aun más alarmante ocurrio. Los pandemoniums comenzaron a desaparecer entre los tipicos tirones de invocación. Malditos adelantados…

¿Cómo era posible? ¿Cómo habian averiguado tantos nombres?

Los pandemoniums desaparecian aquí y alla, dejando peleas a medias. Mire furioso a los angeles. ¿Se abrian atrevido a traicionar los más basicos pactos entre nosotros?

Sin los pandemoniums cubriendoles de los ataques de los Poderes y Principados, los demonios de nivel bajo comenzaron a retroceder aterrados.

-¡Ya esta! – dijo Sakura saltando hacia mi - ¡Lo hice, todo acabo!

Me fallaron las piernas y cai de rodillas al suelo. Ella, visiblemente preocupada, se dejo caer junto a mi y me abrazo. Después me miro a los ojos con ternura y me beso con suavidad, colocando luego la Kusanagi en mi mano.

-Ya sabes que debes hacer – me dijo sonriendo con tristeza.

-¿Estaremos juntos? – le pregunte, verdaderamente asustado.

-Siempre.

Pase mi mano alrededor de su cintura, presionandola contra mi cuerpo y estire el brazo que portaba la Kusanagi. Conteniendo el aliento atravese con el frio filo de la espada nuestros cuerpos, desde la espalda de ella hasta la mia.

No queria verla desaparecer, y ella tampoco parecia querer hacerlo, asi que ambos cerramos los ojos y nos abrazamos esperando el final.

-Juntos por el resto de la eternidad - susurre besandola.

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La radio del despertador inundo con la molesta voz del comentarista toda mi habitación. Me precipite desde la cama hasta la mesita de noche, aun con los ojos pegados por el sueño, buscando a ciegas el boton para parar aquel infernal sonido. Suspire aliviada cuando logre silenciarlo.

Después de restregarme los ojos contemple los numeros verdes del despertador que me indicaban que ya eran las 7:04 a.m. Con un nuevo suspiro, esta vez de resignación, me acerque hasta la silla que habia a los pies de mi cama donde descansaba mi uniforme del colegio. Después de colocarme la falda de pliegues, la blusa y el jersey sobre esta, me mire al espejo. ¡Menudas ojeras! Pero eso no era culpa mia, sino del maldito trabajo de historia interminable que me habian mandado. Intente peinar mis cabellos rosas que se resistieron a colocarse según mis deseos y, enfurruñada, termine por ponerme una felpa a juego con el uniforme.

Tomando mi mochila baje al piso de abajo. Mi madre me habia dejado una nota junto a un vaso de leche frio.

-"Amor me han llamado del hospital"…blablabla – mire con poco entusiasmo el vaso de leche donde flotaba desagradablemente un trozo de nata cuarteada. Hice un gesto de asco y tomando una magdalena me dirigi a la puerta de salida. El dia estaba precioso: con un enorme sol que invitaba a pasear. Y como tenia tiempo, decidi darme un paseo hasta el instituto en vez de tomar el autobús como acostumbraba.

La calle estaba ya repleta de gente a esa hora. Grupitos de jovencitas uniformadas juntaban las cabezas frente a moviles mirando mensajes y soltando leves risitas, chicos solitarios caminaban absortos en sus reproductores de musica.

Volvi a suspirar. El dia era bonito pero caminar era aburrido.

El ruido de un animal me llamo la atención en un pequeño callejón. Me adentre, curiosa. El estrecho callejón giraba al final hacia la derecha desembocando en una calle trasera pequeña y limitada por la alambrada que separaban la acera de las vias del tren y por los edificios al otro lado.

Un chico alto, de cabello oscuro con el uniforme de un instituto de la zona, intentaba atraer a un gato que maullaba bajo un cubo de basura.

-¿No estaras intentando hacerle nada malo a ese gato, verdad? – pregunte muy seria y entrecerrando los ojos. El chico levanto la vista para mirarme. Sus profundos ojos negros se encontraron con los mios y un escalofrio me recorrio la espalda.

-Aunque no es de tu incumbencia, no, no intento hacerle nada malo – dijo el con una voz profunda y sensual. Me acerque timidamente mientras el retomaba sus intentos por llamar la atención del gato.

-Me llamo Sakura – le dije – ¿Y tu?

-Sasuke – susurro. Volvio a prestarme atención, olvidando momentáneamente el gato. Nos quedamos mirando el uno al otro, de una forma un poco estupida, por cierto.

-Tengo…tengo la sensación de conocerte – susurro el finalmente.

-Yo tambien – conteste dejando escapar una timida sonrisa.

-¡Valla! – tres tipos, obviamente borrachos, aparecieron a nuestra espalda. Era lunes, por lo que no era poco frecuente encontrarse con gente bajo los efectos de la fiesta de la noche anterior - ¡Oh! Tios, hemos interrumpido a esta pobre parejita – dijo mientras los otros dos reian – Hey, tio – dijo refiriendose a Sasuke esta vez - ¿Nos dejas a tu novia? Solo un ratito – pidio mientras los tres se acercaban. Uno de ellos me agarro con fuerza de la muñeca e intento tirar de mi.

-Dejala en paz – amenazo Sasuke llendo hacia mi agresor. Otro de los chicos saco una navaja pero Sasuke le hizo una sorprendente llave en el brazo obligando a soltar el arma e inmovilizandoselo en la espalda. Sin soltar al tipo se acerco al que me sujetaba y le arreó un puñetazo en el estomago seguido de una rapida patada en la espinilla que le hizo trastabillar – Largo – dijo lenta y amenazadoramente.

Yo me heche hacia atrás, apoyándome en la verja, respirando agitadamente. El se acerco con prudencia a mi y me tomo la mano, examinandola.

-¿Te ha hecho daño? – pregunto.

-No, tranquilo. Solo estoy asustada – dije intentando sonreir, pero no pude reprimir que algunas lagrimas se escapasen de mis ojos por el susto.

-Tranquila – dijo acariciandome la mano – No voy a dejar que te hagan nada.

Volvi a mirarle fijamente, mientras mi corazon se aceleraba y mis ojos se perdian en la profundidad de los suyos.

-No me dejes sola, ¿vale?

-No lo hare.

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TOT que pena da acabar una historia. Bueno, llevo medio dia llorando por una cosa y otra, entre ellas ese review nostalgico de Javiitha'S, no me digas esas cosas tan buenas que al final voy a acabar creyendomelas TWT. Tsubaki Uzumaki, ya me imagino que hay examenes para entrar en la universidad en todas partes xDDDD, lo que no sabia era si se llamaban selectividad oxoU. Y ahora mi objetivo para este ultimo capitulo: que Karina Natsumi diga aunque sea una palabra más que lindo xDDDD. No pensaba subirlo hoy, pero como habeis llegado a diez reviews y lo prometido es deuda….

Como interpreteis el final, eso es cosa vuestra, aunque creo que esta bien claro. Espero que os haya gustado y a los que no, espero mejorar en mi proximo fic (no, no voy a corregir las faltas de ortografia, nuncaaaaa xD). Tal vez pronto me volvais a ver por aquí, pero la idea que tenia para mi proximo fic me puse a ver si alguien la habia utilizado ya y encontre que si ._. , y como a mi lo que me gusta es intentar innovar, pues tendre que seguir estrujandome el cerebro xD.

Hasta la proxima y sed buenos!