Antes de leer: Este es el tan bullado fic de Naruto que dije que escribiría, es sobre Sasuke y Sakura, y bueno, también sobre la mitad de Konoha XDXD...ya verán por qué. Contiene alto contenido de Lemmons, hentai y promiscuidad.
¿Haz probado a Sakura Haruno?
Capítulo 1: Itachi
-Y qué? Sí, lo hice con Itachi, tanto le molesta a la gente? Por más perverso y psicópata que parezca sigue siendo de carne y hueso, tanto como yo...además, no lo hice por despecho ni nada parecido, sólo...se dieron las circunstancias, ¡yo no lo busqué!. De todas formas, no me arrepiento en lo absoluto, y pueden llamarme como quieran, pueden decirme que soy una mala persona, vil y cruel, y qué me importa? ¿Por qué habría de preocuparme yo de herir sus sentimientos si él nunca demostró ningún tipo de interés por los míos? Al diablo que lo haya hecho con su odiado hermano asesino, já! Resultó ser que él tiene el corazón tibio no como un jodido iceberg, además conmigo fue...amable? no lo sé exactamente, de lo que sí tengo certeza es de que con él, por primera vez, me sentí apreciada, protegida, incluso bella, sí bella, gracias a él me di cuenta de que no soy el monstruo que pensé, que me había sentido minusvalorada, apocada, cegada a mis propios atributos sólo por su indiferencia. Con él llegué a sentirme amada, al menos el tiempo que duró, que correspondieron a unas cuantas horas, jajjajajjajja!! Ahora lo recuerdo y me sonrojo. Sólo unas horas me bastaron para sentirme querida, ¡qué fácil soy! No? Bueno, dame un poco de crédito, no me culpes tanto, estamos hablando de Itachi Uchiha, es decir, si por el hermanito pequeño todas babeaban, imagínate cómo estarían por el mayor, que malo y todo, está como quiere y lo peor es que lo sabe, sino cómo crees que caí? Ah? Cualquier mujer habría aprovechado y la que dice que no, miente. En fin, le di mi virginidad al peor enemigo del hombre que amaba y no me arrepiento, me demostró que la estupidez no es una característica de toda su familia, que yo no tengo ningún problema sino él: "mi hermano siempre ha sido lento, es más, creo que es un imbécil por haberte ignorado, y por esa razón no te merece, ya verás que cuando se dé cuenta será muy tarde..." me dijo, y tiene razón. Si algo aprendí de él además de lo evidente, fue que nunca se deben reprimir las emociones ni los deseos, que más fuerte es el que los reconoce, enfrenta y satisface, que el que los ignora para aparentar fortaleza. Esa es su ideología de vida, por ella se guía y le resulta muy efectiva, siempre obtiene lo que quiere. Nunca se lamenta por no haber hecho algo, simplemente porque hace lo que se le antoja, él jamás queda con la duda... "si te limitas, vivirás con la constante pregunta '¿y qué hubiera pasado si...?' cuando seas vieja querrás hacer cosas que pudiste hacer cuando joven y será tarde..." fue un acertado consejo que decidí seguir, no quiero ser una vieja amargada en el futuro, tengo muchas cualidades, ahora lo sé, y si las tengo las usaré, por algo están aquí no? Y lo que digan los demás me importa tanto como Sasuke Uchiha, nada.
-muy lindo tu discurso, pero eso de que no te importa Sasuke, no te lo crees ni tú...-acotó muy convencido el pelinegro.
-¡es cierto! ¿qué mas pruebas quieres? Me acosté con su hermano, eso ya indica que no sigo enamorada de él...-se defendió un tanto ofendida al tiempo que se alejaba de los brazos del chico.
-o tal vez...-se levantó y quedó a escasos centímetros del rostro femenino-...indique todo lo contrario...
-¡ai Sai!- suspiró cansada volviéndose a recostar en el lecho.- Sasuke ya no me importa, de hecho creo que nunca lo amé de verdad, era una...obsesión, ¡y tenía once años!
-ya, está bien, te creo...-se recostó a su lado serenamente.- ¿qué harás ahora?
-¿a qué te refieres?- frunció el seño confundida.
-dijiste que de ahora en adelante 'aprovecharías' tus cualidades...
-ah, eso. Aún no lo decido...
-mmm...¡oye!- exclamó recordando algo repentinamente. Ella lo miró expectante.-eres muy rara fea, toda la vida la gente que te rodea te ha dicho y recordado tus atributos y nunca escuchaste...
-que me digas fea no lo demuestra...-dijo ella sentida.
-sabes a qué voy, lo de fea es de cariño. Pero aparece el gran Itachi Uchiha, te lo dice una vez para poder cog-
-¡¡Sai!!- lo interrumpió enfadada.
-bueno, para 'eso', y te sube el ego de inmediato, ¿quién te entiende?
-tú, tú deberías entenderme, por algo te lo estoy contando a ti...-dijo avergonzada.
-ya, feita. Lo acepto pero no lo comprendo.-la abrazó y comenzó a acariciarle el cabello.-para mí tendrían más sentido las palabras dichas por las personas que quiero y me quieren que las de un Uchiha asesino en serie...
-tienes razón, soy extraña...-exhaló aire resignada y se acomodó en el fuerte pecho de su amigo.
-pero la más linda...-agregó para subirle el ánimo. Ella rió.- ahora que estás de buenas, tienes que contarme como fue todo, con lujo de detalles...-sentenció pícaramente. Ella se sonrojó como tomate al recordar todo y una gran sonrisa apareció en su semblante.-al parecer fue bueno, tu cara lo dice todo...-dijo divertido.
-pues...sí.-respondió ruborizada.
-¡cuéntame!- exigió impaciente.
-me da pena Sai...
-no me importa que te de pena, tuve que escuchar tus conflictos internos durante dos horas para que por fin llegaras a esta parte -confesó.
-pero mira que buen amigo eres, yo pensé que te importaba lo que sentía...-dijo ofendida.
-me importa fea, pero lo normal habría sido que hablaras en orden, porque primero te cogieron y luego te pusiste a pensar...
-¡¡aaarrgg Sai!!- bufó indignada. –¡yo no debería estar contándote todo esto a ti! ¡eres hombre!
-¿y a quien más podrías contárselo, a Ino? Se pondría celosa. ¿Naruto? No entendería nada. ¿Hinata? Caería desmayada al saber. No hay nadie mas así que empieza...-reclamó. Ella le dirigió una mirada fulminante llena de rencor porque en el fondo sabía que tenía razón.
-me da vergüenza...-argumentó iracunda. Él suspiró cansado.
-haremos esto: yo te preguntaré y tú me responderás, está bien?- no esperó que dijera si estaba de acuerdo o no y comenzó. –donde fue...?
-en el bosque.-respondió desanimada.
-en una cabaña o algo así?- parecía muy interesado.
-no
-sobre el pasto?- abrió los ojos como platos.
-¡sí Sai, sobre el pasto!
-¿quieres decir que llegó y no le importó el lugar ni nada?, ¿que te tomó ahí mismo donde estabas parada?- ella escuchaba sus preguntas con una gran vena en la frente.
-no fue tan repentino como imaginas –al fin se decidió a cooperar optando por contarle todo tal y como había ocurrido. -yo estaba en el bosque porque Tsunade me había ordenado llevar unos medicamentos al País de las Olas, por lo tanto iba saltando de árbol en árbol hasta que algo me derribo, golpeándome en la cabeza.
-y tú no sentiste la presencia de alguien como para poder esquivarlo? –preguntó extrañado.
-no, no sentí a nadie, hasta yo misma me sorprendí de desplomarme tan fácil. Sin embargo, no caí al suelo, no sé, creo que el golpe me dejó un tanto inconsciente. Me desperté recostada sobre el pasto y sentí miedo.
Racconto
La chica abrió los ojos pausadamente, llena de confusión. Cuando los tuvo abiertos completamente miró a su alrededor con algo de temor, poniéndose a la defensiva.
-no temas...-escuchó una voz grave y profunda que le hizo erizar la piel.
-n-no tengo miedo. Sal de donde te escondes cobarde. -titubeó al principio y sacó un kunai.
-¿cobarde? Eres muy valiente, o muy tonta al llamarme así...-apareció el dueño de la voz frente a sus ojos, éste vestía una capa negra adornada con nubes rojas y en la cabeza llevaba un sombrero que impedía la vista hacia su rostro. –tú eres la única que no tiene porqué temerme...por ahora.
-qué quieres- interrogó un poco más decidida. –Akatsuki...
-el que hace las preguntas soy yo, tú eres mi prisionera...-se fue acercando y ella retrocedió hasta que un árbol le chocó la espalda, viéndose acorralada. Levantó el kunai a su dirección y se puso de pie. Él estaba como a un metro de ella.
-qué quieres- volvió a interrogar osadamente.
-lo que quiero, es a ti...-trató de acercarse pero ella se lo impidió al intentar atacarlo, fallando. La agarró fuertemente de las muñecas, haciendo inútiles sus esfuerzos de soltarse. El kunai cayó en algún lugar del suelo.
-quien eres- inquirió con voz segura. Él sonrió con una autosuficiencia bastante familiar y se quitó el sombrero, dejando ver su rostro totalmente. Ella al darse cuenta de quien era quedó petrificada por unos momentos, inmóvil.
-Itachi...-susurró.
-que bueno que sepas mi nombre...-se inclinó sobre ella mirándola con sus profundos ojos negros, provocando que ella se perdiera en la confusión que significaba asimilar todo lo que estaba ocurriendo, y eso que ni siquiera él estaba utilizando su Sharingan.
Muchos, y ningún pensamiento fluían en la mente de Sakura, parecía estar en blanco correspondiendo al embriagante beso que el asesino de su propio clan le estaba dando. Estaba consiente de como sus piernas flaqueaban, de que ya no luchaba por liberarse, de que sus manos ya no estaban presas por otras, sino que sus dedos se encontraban explorando una extraña textura suave y negra como la noche.
-espera...-balbuceó aturdida. -esto está mal...- pareció caer en cuenta de quien se trataba su captor.
-pero te gusta...-la volvió a besar más profundamente.
-pero Sasuke...-musitó. –yo...tú...
-¿lo amas?- interrogó con tono burlesco mirándola incrédulo. Ella solo desvió la vista hacia un costado sin responder. –lo amas...-afirmó ruborizándola. –si es así, ¿por qué no estás con él?
-tal vez porque se fue a buscarte para matarte- dijo altivamente, sorprendiendo al moreno. Él rió volviéndose a acercar a ella.
-mi hermano, siempre tan infantil...aún cree que podrá vencerme...debería haberse rendido hace mucho tiempo y disfrutado de quienes lo rodeaban, de ti principalmente...-acercó su boca a su oído –Sa-ku-ra...-pronunció lentamente, torturándola con cada sílaba de su nombre al tiempo que su piel se erizaba con cada provocador sonido.
-¿cómo sabes mi nombre? –inquirió alarmada de pronto.
-yo lo sé todo de ti...por algo te elegí...-su rostro se perdió en su cuello para saborearlo y ella soltó un gemido de sorpresa.
-¿elegiste? Para qué? -preguntó con la esperanza de recibir una respuesta diferente a la evidente.
-para tenerte...-soltó como lo más natural del mundo.
-pero tú eres...
-malo?-rió sarcástico. –¿y quién determinó qué es bueno y qué es malo en la vida? Si yo fuera malo como piensas, ya estarías muerta o te estaría torturando...
-pero mataste a todo tu clan, eran tu familia...
-estaba harto de ellos
-¡eso no justifica que los hayas asesinado!
-tú no sabes nada...-bufó un tanto exasperado.
-lo único que sé es que eso ya te hace malo, nadie tiene el derecho de decidir cuando se acaba la vida de otra persona –sentenció muy convencida de su argumento.
-eres hipócrita Sakura, tú también has matado, a Sasori y lo más probable es que tengas que hacerlo nuevamente para defender tu propia vida...
-es distinto... yo no lo maté...-susurró insegura.
-porque no pudiste, acaso se justifica matar siempre que la víctima seas una mala persona? Sasori y los demás Akatsuki muertos estuvieron tan vivos como mis padres, como tú y yo...
-basta...-la estaba haciendo dudar más de lo conveniente para su moral.
-yo maté a mi clan con el fin de probar mi propio poder, para demostrarme a mí mismo de lo que soy capaz...-explicó con el mismo tono desenfadado y relajado que había estado utilizando.
-pero ellos te amaban, eran tus padres. No pensaste en algún minuto en Sasuke? En que se quedaría solo por tu culpa, en que lo dejarías huérfano? –preguntó sin comprender sus objetivos egoístas.
-no. La verdad es que me causó curiosidad el hecho de no saber si mi hermano sería capaz de vivir solo, por eso lo dejé con vida, para probar hasta donde podría llegar...
-me repugnas, quiero que me dejes ir. Por tu culpa Sasuke es como es...-sintió unas fuertes puntadas en el corazón y en la cabeza simultáneamente.
-¿me odias por lo que le hice? Por qué te importa tanto si él nunca te quiso? Mi hermano siempre ha sido lento, es más, creo que es un imbécil por haberte ignorado, y por esa razón no te merece, ya verás que cuando se dé cuenta será muy tarde.
-¿por qué yo? ¿qué me ves que te fijaste en mí? Hay un sinnúmero de mujeres hermosas sólo en mi aldea, además estoy en una misión.
-pero tú eres bella e inteligente...-la agarró de la cintura. –y si llegas tarde a tu misión no será nada...déjame...-el pelinegro no tuvo mas opción que hacer uso de su Sharingan para hacerla cumplir sus deseos, de otro modo, habrían seguido hablando y eso no era precisamente lo que quería.
Sakura cayó en una ilusión donde todo estaba oscuro, lo que le imposibilitaba discernir donde se encontraba. Sentía frío, parecía como si la soledad fuera a tragársela. De pronto, escuchó unos pasos lentos que se dirigían a ella y sintió temor por no saber de quien o qué provenían. Miró a su alrededor inútilmente, la completa oscuridad del lugar la encerraba. Se crispó cuando sintió unas manos en su cintura que la sujetaron atrayéndola hacia un cuerpo, ella lo empujó para apartarlo.
-¿ahora me rechazas...Sa-ku-ra? –esa voz, no podía ser él. Un joven salió de la penumbra y se puso a la luz de la luna que se filtraba por la ventana, el entorno se había transformado en una habitación.
-no puede ser, es una ilusión, una ilusión...-trató de convencerse.
-lo es, pero si te quedas podría ser una ilusión que siempre quisiste vivir...-se acercó nuevamente a ella y la besó suavemente los labios.
-tú no eres Sasuke –sentenció con seguridad, alejándose.
-no, sin embargo, aquí puedo serlo ¿no te gustaría?
-si vas a hacer algo, mejor que sea con tu propia imagen, sino creeré que no te valoras lo suficiente como para...-fue interrumpida por un ferviente beso por parte de Itachi.
-¿así?- ella asintió. –bien, entonces cállate...-unió su boca a la de ella en un apasionado beso, no dándole tiempo ni de respirar. Sakura estaba confundida correspondiendo tan vehemente como él siendo arrastrada hacia lo que parecía una cama. Sabía que estaba mal, que era incorrecto, que esto podría traerle consecuencias, si alguien se enteraba la acusarían de traición a Konoha. No. Ella no estaba dispuesta a convertirse en una traidora sólo por una 'calentura', eso debía parar. Sin embargo era tan...placentero.
-no...-musitó apesadumbrada.
-sabes que quieres, si te limitas vivirás con la constante pregunta '¿y qué hubiera pasado si...?' cuando seas vieja querrás hacer cosas que pudiste hacer cuando joven y será tarde...y ahora puedes estar conmigo, vive el momento, no pienses nada. –aquellas palabras la convencieron alentándola a dejarse llevar por los besos y caricias del tan repudiado asesino en serie. La boca de Itachi rodó por su cuello hacia abajo, una de sus manos bajó el cierre de la chaqueta hasta quitársela, la otra acarició desde su muslo hasta su cadera. Podía sentir el exquisito peso de su captor contra su cuerpo, así como un bulto sobre su sexo que le causaba espasmos.
Los dedos de ella no paraban de entrelazarse con los largos cabellos negros del Uchiha, para ella eran tan fascinantes que desató el nudo que los apresaba sólo para disfrutar de su olor al caer sobre su rostro.
Se quitaron la molesta ropa el uno al otro por una incandescente inercia que los movía, por un deseo abrumador que les exigía la unión de sus cuerpos, por lujuria.
El Akatsuki fue alentado por los atormentados gemidos que escaparon de la ahogada garganta de la kunoichi cuando comenzó a saborear sus perfectos pechos. Volvió a su boca y sonrió al ver la expresión de profunda desorientación que ocupaba su lindo rostro. Entrelazaron sus lenguas mezclando sus salivas. Sakura enlazó sus piernas alrededor de la cadera del moreno como por instinto, y él comprendió que era tiempo. La primera fue dolorosa, la segunda menos, y de la tercera en adelante fue puro placer. La kunoichi permaneció con los ojos cerrados y el ceño fruncido, totalmente entregada al mar de suculentas sensaciones que estaba experimentando. Una especie de electricidad la cruzó desde la cabeza hasta los pies, se tensó un momento que sintió que moría y luego volvió a vivir, Itachi la llenó sin clemencia, ahora él moría en un gemido ronco y gutural contra su oído.
El pasto. Cuando recuperó la conciencia saliendo de la oscura ilusión, reparó en el pasto aplastado en su espalda y en el hermoso cielo celeste detrás de la cabeza de su amante, el cual yacía aún sobre ella tratando de recuperar el aliento.
-Itachi...-musitó a su oído. Él la observó con sus profundos ojos negros.
-espero que con esto nunca te olvides de mi nombre...-le dio un corto beso y se dejó caer a su lado, cubriendo a ambos con la capa característica de los Akatsuki.
Fin Racconto.
-y eso sucedió. –dijo dando por terminado el relato.
-es todo?
-qué más quieres, como si no fuera lo suficientemente vergonzoso todo lo que te he dicho...-se quejó ruborizada.
-¿y te fuiste y punto, así como así?
-bueno, luego de quedarnos unos momentos ahí me pidió que no comentara con nadie lo sucedido. –Sai la miró alarmado. –pero tú eres mi amigo, no te preocupes. –suspiró aliviado.
-ya temía por mi vida. En fin, y luego se vistieron y siguieron con sus vidas...-especuló. Sakura lo pensó un momento.
-sí, él se vistió, se despidió con un rápido beso y antes de esfumarse me dijo "fue un placer conocerte Sakura, te reitero que eres la única que no debe temerme y que mi hermano ya te perdió, adiós..."
-¿qué pasó con la misión?
-hice mi trabajo como si nada hubiese ocurrido, nadie se dio cuenta, ni siquiera llegué atrasada, lo cual es bastante curioso...
-ese Itachi es un digno Uchiha, y tú guardándote para el idiota ese, ¿quién se iba a imaginar que el hermano Akatsuki se la iba a ganar? –dijo con ironía.
-¿crees que estuvo mal? –quiso saber apenada.
-¿por qué? No tiene nada de malo feita, sucedería tarde o temprano, incluso reconoce que fuiste bastante afortunada, todas las mujeres adoran a los chicos malos, y el tipo fue amable. No te sientas culpable.
-gracias Sai, de verdad necesitaba hablar de esto con alguien...-lo abrazó.
-de nada mi fea, ¿cuándo será mi turno?
-¿turno de qué? –preguntó sin comprender.
-no te hagas...-sonrió pícaramente.
-¡Sai! –exclamó enfadada, arrojándole un cojín en la cara. –es hora de que te vayas.
-¡era una broma, relájate!
-claro...ganas no te faltan...
-¿quieres saber la verdad?
-no, prefiero que me prometas que no se lo dirás a nadie.
-está bien, pero deberás darme algo por mi silencio...-la chantajeó maliciosamente.
-¡Sai!
Hola! Espero que este primer capítulo no les haya aburrido tanto, me esforzaré por hacer la historia interesante. Ojala me dejen unos cuantos reviews, me haría muy feliz.
En este fic, el tema principal es Sakura y cómo se va volviendo promiscua XDXDXD, ocurrencias mías, es que me cansé de la Sakura tan inocente y virginal que todos creen que es, bueno, en el fondo lo es, pero ahora está explorando su faceta más desvergonzada y osada.
Adiós.
Saludos a mis amigas Marta, Nora y Momo que me dieron fantásticas ideas.