Disclaimer: Desde la casa de los astutos hemos osado elegir al moreno de fuego, para darle un protagónico y porque pertenecemos a la Orden Zabinniana, nuestra devoción a él nos hace rendirle tributo en una historia. Claro que los personajes le pertenecen a J.K. Rowling.
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FUEGO EN LA OSCURIDAD
By
The Darkness Princess & Lady Muerte
Para ustedes que nos miran desde el cielo.
Siempre estarán en nuestros corazones.
D.B.M.F.
*º*º*º
Amor y desamor.
Ginny estaba asombrada de que Blaise la hubiese llevado al mundo muggle. Ninguno de sus novios la había llevado ahí y que justamente fuera él, un ex Slytherin, lo hacia más simbólico.
Ahora se encontraban en un barco que navegaba por el Támesis y ella no podía estar más contenta. Observando todo, guardándolo en su memoria.
—Pareces una niña pequeña. —Se burló, aunque le tranquilizaba ver que ya había dejado atrás el desagradable episodio que habían pasado en Hogsmeade.
Ginevra lo miró sacándole la lengua. Regresó su atención al recorrido y suspiró largamente. Su cabellera roja se mecía suavemente con la brisa, ella trató de mantenerlo quieto pero le fue imposible, así que sólo lo dejó así.
Blaise la observó atentamente, estaba verdaderamente loco por ella. Sí tan sólo sus amigos pudieran comprender eso, todo sería más sencillo, pero la vida no era así. Le esperaba una lucha ardua, pero estaba dispuesto a enfrentarse a todos.
—Estás preocupado. —Acunó su mejilla.
—No es nada —respondió tomando su mano para besar sus nudillos.
Ginny sonrió de forma tibia. —¿Es por lo que pasó en Hogsmeade? Tendrás problemas, ¿no es así?
—Olvida lo que pasó —respondió, besándola, sintiendo como ella dudaba en responderle antes de ceder finalmente abriendo su dulce boca para él.
Por Slytherin, podría pasar el resto del día besándola sin cansarse, era increíble como con sólo sentirla así, todo a su alrededor dejaba de existir. Ginevra enredó sus manos detrás de su nuca, atrayéndolo más hacia ella, parecía no que no lograba tener suficiente de él. Blaise sonrió complacido, alejándose apenas unos milímetros.
—Sé que me quieres sobre ti, pero no en público, pequeña —susurró sobre sus labios con el aliento entrecortado.
Ginevra se sonrojó hasta las raíces de su cabello, lo soltó apresurada, girando el rostro.
Él soltó una risa ronca, sus dedos tomaron el suave mentón logrando que ella volviera a mirarlo. Depositó un suave roce en sus labios, divertido con sus reacciones.
—Seré el primero, ¿no?
Ella se sintió aún más abochornada que antes, por un momento en verdad deseó hundirse en lo profundo del Támesis, pero luego encontró el valor para contestar.
—¿Qué si no fuera así? ¿Importaría?
Todo gesto de coquetería y diversión, abandonó el rostro de Blaise. No, él no podía haberse equivocado con ella en sus deducciones, la miró largamente a través de sus ojos entrecerrados.
—¿Potter? —Su tono no ocultaba su recelo, no le importaba si lo era o no, pero no le gustaba pensar que así había sido, porque no quería la sombra de otro tipo en medio de ellos y menos de uno que ella había amado.
—¿Por qué a los hombres les importa tanto eso?
—No me importa, sólo no soporto pensar que otro te haya tocado como yo deseo hacerlo.
El calor subió por su cuello, cubriendo su rostro por completo. Él parecía sincero, rezumbaba de furia y ella lo encontró adorable.
—Eres un celoso —murmuró con una sonrisa, apretando su nariz.
Zabinni resopló molesto, no le encontraba la gracia a lo que estaban hablando.
Ginny disfrutó torturándolo por unos minutos antes de acercarse a él y susurrarle traviesa: —¿En verdad crees que tuve tiempo de tener sexo en medio de la guerra? La respuesta es muy obvia…
Blaise frunció y desfrunció su ceño. —¿Estás practicando juegos mentales conmigo?
—No, sólo quería saber lo que pensabas.
—Pudiste habérmelo preguntado directamente, no dejar que creyera eso. Sin duda una actitud muy Gryffindor —añadió con marcado sarcasmo.
—Eres un gruñón. —Se rio divertida. Lo abrazó con cariño, recargando su cabeza en el hombro de él.
—No lo soy —espetó enfurruñado.
No tardaron mucho en descender del barco, caminaron un poco hasta un restaurante al que él ya había ido, ya que no quería que comieran en cualquier lugar, pues no quería coger alguna enfermedad.
—Podríamos estar en un local más pequeño y barato.
Él soltó una risa divertida. —¿Barato? ¿Qué es eso? —bromeó, pero al ver que a ella no le hacia gracia, buscó corregirse—. Tal vez otro día, vayamos a un lugar que tu quieras, pero ahora no te preocupes por si es barato o no.
Ella sintió el rubor subir a sus mejillas, en ocasiones como esa, reafirmaba lo distintos que eran y eso la entristecía.
—¿Pasa algo?
—No.
—Es por lo que dije —Asumió, bajó el menú y alcanzó sus manos—. No quise hacerte sentir mal, se que estamos acostumbrados a distintas formas de vida.
—Sí, lo estamos, yo no necesito que me lleves a los mejores lugares, ni que derroches dinero para impresionarme, no fue por eso que quise salir contigo. Escucha sólo quiero pasar un buen raro.
—Buscaremos un punto medio, porque yo aún quiero llevarte a los mejores lugares y darte lo mejor.
—¿Sabes que esto será un problema entre nosotros? —señaló arqueando su ceja. Quería decir que no le preocupaba en absoluto, pero no era así. Sabía que no iba a ser fácil y no era que se quejara ahora, era simplemente que no quería que sus diferencias arruinaran lo que apenas había comenzado.
—Pero no hoy.
—No.
Él tomo su mano y beso sus nudillos. —¿Pedimos?
—Sí.
*º*º*º
La comida fue bastante agradable, tal vez porque la platica estuvo alejada de todo tema escabroso y llena de cosas triviales y bromas. Nunca pensó que él tendría sentido del humor, pero lo tenía… y verlo reír por sus chistes, era algo que recordaría por mucho tiempo.
Ginny observó curiosa varios grupos y parejas sentados bajo la sombra frondosa de árboles tomando un picnic, ellos ya había comido, pero tal vez…
—Vamos a quedarnos un rato aquí, podemos sentarnos en un buen lugar con sombra.
Blaise hizo una mueca, pero al ver la expresión esperanzada de su novia, no encontró forma de negarse. Cuando estuvieron acomodados, Ginny recargó su cabeza en el hombro de él, lo que logró hacerlo sentir menos estúpido e incomodo.
—Esto es agradable —suspiró sonriendo. Esto era lo que ella quería, no momentos perfectos, pero si en lo que pudiera sentirte cómoda, cálida y querida.
—Sí —reconoció.
—Me sorprendes.
—¿Por qué? —inquirió al momento, intrigado por su observación.
—Hay muchas cosas que no esperaba de ti.
—Como esto —dijo al entender.
—Sí.
Zabinni soltó una risa afable. —En serio creías que era un monstruo agrio, incapaz de tener gestos agradables con las chicas —afirmó burlón, dándole un pequeño empujón con su hombro.
—No me culpes, mi experiencia con los Slytherins es muy limitada y tú…
—Deberíamos recostarnos. —Intervino antes de que ella comenzara a sacar lo que ambos sabían y que sólo arruinaría la atmósfera, la jaló del brazo obligándola a echarse a su lado.
Ginny soltó un ruidito de queja, pero entendió bien lo que él había deseado hacer.
—¿Qué harás cuando salgas de Hogwarts? —inquirió curioso.
Ella miró las ramas moverse y las hojas agitarse con la brisa, la luz apenas se colaba entre ella. Por su mente pasaban las posibilidades que había estado repasando durante los últimos tiempos.
—Me gustaría ser sanadora, pero… no sé, quizás quiera probar suerte con el Quidditch.
Su respuesta lo sorprendió. —Eres buena jugando.
—Lo sé —repuso con orgullo u una sonrisa pícara—, además me gusta mucho.
—¿Y lo de ser sanadora?
—También me gusta, con todo lo que vi en la guerra, las heridas que pueda causar la magia, me gustaría tener más conocimientos sobre curación que los básicos para poder ayudar a las personas.
Él sintió sus tripas retorcerse al recordar esa época oscura, la vergüenza lo recorrió y se mantuvo en su rostro. Había apoyado a Voldemort y sus ideales, lo cual había sido la más grande estupidez, lo había entendido muy tarde… e incluso aún no podía arrancarse del todo la educación clasicista que había recibido a lo largo de su vida. Si a él le costaba aceptar su error y asumir que debía haber cambios cuán más le costaba a las personas adultas y mayores.
El silencio que siguió intrigo a Ginny, quién frunció su ceño y se giró para poder verlo, quedando recostada bocabajo con el rostro sostenido por sus manos y sus codos que yacían sobre el pasto.
—¿Qué ocurre? —preguntó, pero a pesar de que él trató de recomponer su expresión pudo leer algo de su emoción pasada en su rostro—. Supongo que para todos es difícil.
—Sí, es difícil y más para los que apoyamos aquello —Reconoció.
Ella lo entendía, aunque al principio no lo había hecho, con todo tan resiente había sido injusta con otras personas que se había topado. Se impulsó un poco y besó sus labios tensos. —Si me decido por el Quidditch, ¿me seguirás a dónde vaya?
—Seguirte, suena como si fuese tu mascota, no soy tan pasivo.
Hizo un mohín de inconformidad y volvió echarse pero esta vez lejos de él. —Lo sé, pero al menos deberías decir que irás a mis partidos. Porque cuando quieras ir… los palcos estarán llenos de mis admiradores.
Él la miró divertido. —Cuando debutes estaré ahí, como en cada partido que tengas —contestó buscando su mano.
—Me volveré sanadora y apenas me verás.
— Entonces tendré que ir muy a menudo a St. Mungo, sufro de alergias… y soy propenso a enfermarme.
Ella negó con su cabeza aunque su boca traicionera ya formaba una sonrisa por el tono sugerente que él le había dado.
Zabinni se apoyó en su codo para alzarse. —Cuando tomes una decisión definitiva, ten por seguro que aún querré seguir contigo.
—¿No importa lo que elija? —inquirió enarcando su ceja.
—No importa, ya me he hecho a la idea de que tendré que mantenerte —murmuró arrogante.
Ginny podría haberse ofendido con aquello, pero eligió ver la broma implícita en la frase. —Espero que lo que tengas sea suficiente para cubrir mis caprichos.
—Lo que quieras —añadió con una sonrisa. Pasó las puntas de los dedos por la línea de su cara, recreándose con su hermosura.
—Es ir muy lejos demasiado pronto, primero tenemos que sobrevivir a salir al mundo y revelar el sucio secreto de nuestra relación —comentó divertida.
—¿Qué tan sucio?
—No tanto como quisieras —respondió pícara.
Blaise se inclinó buscando su boca y ella se dejó llevar por el beso marcando por un ritmo lento, que lo mismo que daba, obtenía. Sus lenguas se enredaron mientras el mundo desaparecía y sólo quedaban las deliciosas sensaciones que los invitaban a seguir.
Apenas se besaron unos minutos más antes que tuvieran que frenar las cosas, después de todo era un lugar publico.
—Pronto tengo que volver, se esta haciendo tarde —dijo mientras caminaban por el parque.
Él tomó su mano y la detuvo, inclinándose hacia ella para poder susurrarle. —¿No quieres quedarte a dormir conmigo?
Ella hizo el amago de ocultar la sonrisa que deseaba formarse en sus labios. Las memorias de la noche que habían pasado volvieron como una oleada de lava, haciéndola sentir un calor muy agradable.
—¿Y serías un buen anfitrión? —Se atrevió a preguntarle, mirándolo con picardía— ¿O seremos nuevamente interrumpidos por tus amigotes intentando llevarte a ese lugar?
—El mejor, nada de eso ocurrirá —respondió tomando sus labios en un beso simple.
Sonrió contra su boca. —Sabes que no puedo.
—Puedes, escápate… olvida las reglas —añadió rodeando su cintura, rozando sus narices.
—¿Sabías qué eres una mala influencia?
Él soltó una risa aterciopelada. —Lo sé, ¿acaso esperabas que fuera el chico bueno de al lado?
Ahora fue el turno de Ginny para reír. —Eso jamás.
—Ven conmigo entonces.
Ginevra hizo una respiración profunda, mientras pasaba sus ojos brillantes por el rostro de él, estaba aprendiendo a leerlo. —No hablas en serio.
—No, pero ahora sí… en vacaciones de verano, viaja conmigo —propuso completamente serio.
Eso si que no lo había esperado, el corazón le dio un vuelco antes de comenzar a latir como loco.
—¿Qué pasa? ¿Tienes un mejor plan? ¿O te comió la lengua un kneazle? —preguntó tratando de sonar despreocupado, pero comenzaba a ponerse realmente nervioso. No había pensado en hacerle esa propuesta realmente hasta ese momento y no se arrepentía de haberla hecho, deseaba pasar tiempo con ella, compensar el que pasaban separados. Alejarse de todo y de todos, estar juntos y vivir aventuras… no preocuparse por los problemas.
Ginny siguió sin pronunciar palabra, parecía llena de dudas y eso comenzaba a mermar en su seguridad y su ánimo. Tal vez había sido demasiado pronto…
—Sólo si escojo uno de los destinos —respondió aún sin poder creer que estaba aceptando irse con él o tal vez mejor dicho escaparse, porque dudaba que sus padres fueran aprobar ese viaje cuando aún ni siquiera terminarían de digerir que salía con él.
De repente se sintió llena de una dicha inexplicable, lo que había comenzado con una propuesta que le había causado temor, había sacado su lado que deseaba atreverse a vivir. No sabía cómo resultaría, pero quería experimentarlo… no quería quedarse más atrás y ser la chica que espera, mientras otros se aventuran.
—Hecho —contestó con una sonrisa luminosa que lo hizo ver aún más irresistible—. Confía en mi… no te vas a arrepentir —añadió jubiloso. La cargó dándole una vuelta antes de ir por su boca rosada, besándola con premura, logrando que ella se derritiera entre sus brazos.
º*º*º*
Daphne escuchaba a sus amigas sentada en la sala, era un alboroto total. Blaise aún así había ido con Weasley, clavándole por completo un cuchillo en su corazón.
—¿Lo sabías? —inquirió Pansy, enarcando su ceja. Su amiga había estado extrañamente silenciosa. Ni siquiera parecía sorprendida por lo que acababan de contarle.
—¿Qué piensas hacer?
—No se preocupen, aún no estoy fuera de esto —contestó serena, pero de sus ojos cayeron un par de lágrimas—. Es mejor que me arregle, Blaise no tardara en venir.
—¿Lo piensas recibir?
—Sí.
—¿Tienes un plan, no? —comentó Tracey.
—No se preocupen chicas —respondió con una sonrisa enigmática, desapareciendo tras la puerta de su cuarto.
—¿Qué creen que este planeando? —preguntó Milli.
—No lo sé, pero Blaise no va a caer tan fácil, espero que ella sepa eso —apuntó Pansy aún molesta por cómo él había actuado.
—Debería dejarlo.
—Pero, ¿dejárselo a esa?
—¡Agggh esto es un asco!
—¿No deberíamos también hacer algo? ¿Crees qué si le dices a Draco haga algo?
Pansy apretó sus labios. —Tampoco le gustara esto.
*º*º*º
Blaise escaneó el lugar, no quería tener otro desagradable momento, pero aparte de los curiosos no veía ninguna amenaza.
—Mi hermano debe andar por aquí, tal vez es mejor que nos despidamos ya.
—¿Temes qué nos vea? —inquirió burlón, alzando sus cejas.
—No quiero terminar el día con otra pelea, ¿es mucho pedir?
—No —dijo rozando su mentón con los dedos.
—No puedo creer que tendré que esperar tanto para verte —masculló con una mueca.
—Pero después pasaremos juntos el verano.
—Sí —exhaló pensando en eso, dándose cuenta de un pequeño detalle, lo miró a través de sus ojos en forma de rendija—. A ti te cae como anillo al dedo estos meses, ¿no?
—No sé de que me hablas.
—Si te comportas mal, lo sabré —dijo clavando su dedo índice en su torso.
Él sonrió divertido. —Con la única que quiero portarme mal es contigo, ¿crees qué puedas escaparte del Colegio antes de tu graduación?
—Tonto…
—Piénsalo.
—¿En serio no puedes hacer nada respecto a la clase de Estudios Muggles?
—No, no le hizo gracia a la profesora Flower cuando volví a tocar el tema, creyó que estaba jugando… —comentó pasando la mano por su cabello.
—Oh vaya, eso es porque seguro eres el peor estudiante —suspiró decepcionada—. ¿Alguna otra idea?
—Claro que no, sólo esa mujer no me favorece —respondió desviando su vista—. Tengo algo para ti. —Recordó buscando en su bolsillo. No tardó mucho en encontrarlo, extendió su mano, mostrándole un espejo.
Ginny lo tomó con entusiasmo. —Los conseguiste.
—Así al menos podremos hablar cuando queramos.
—Gracias —musitó alegre, guardándolo.
Blaise hizo memoria sobre todo lo que había estado pensando que sería útil hablar con ella y claro no podía faltar su tema menos favorito. —¿Whataby te sigue molestando?
—¿Quién?
—Whitby.
—Ah… no te preocupes por él, puedo manejarlo.
—No es que quiera contradecirte, pero…
—Sé que no lo viste en sus mejores momentos.
Él puso mala cara, dando ha entender que no creía que tuviera buenos momentos. —Si te molesta, sólo dímelo…
—Estaremos dentro del Colegio, no podrás hacer mucho.
—No me subestimes.
Ginny entornó sus ojos. —Bien, macho alfa todo poderoso —comentó con burla—. Zabinni, aún no nos conocemos del todo, pero estoy segura que sabes que me se defender.
—Lo sé, pero ahora quiero encargarme de eso.
—Y yo que pensé que los Slytherin eran cobardes.
—¿Qué? —soltó con indignación—. No somos cobardes.
Ella dejó escapar una risita. —No te preocupes, yo tengo el valor suficiente para protegernos a los dos.
Blaise rechinó sus dientes, aunque logró mantener una curva en sus labios. —Lo tendré en cuenta.
—Gruñón —mencionó, pellizcando su mejilla.
Él tomó su mano alejándola de su cara. —No lo soy.
—Sólo malhumorado —replicó sacándole la lengua.
—Es mejor que te vayas ya, a menos que hayas cambiado de opinión y quieras irte conmigo.
—Chistoso.
Zabinni le colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. —Piensa en mí.
En la cara de Ginny floreció una sonrisa. —No se si podré, ya sabes tengo que estudiar mucho para los EXTASIS, además del Quidditch y aprovechar las últimas semanas con mis amigas y amigos…
—Bien, has eso —contestó como si nada.
—Eres un tontito —Le echó las manos al cuello—, claro que voy a pensar en ti.
—Te voy a estar esperado.
—Lo sé.
Blaise la estrechó, disfrutando de sentirla contra él. No le gustaba separarse de ella, pero era necesario. Además él aún tenía que atender varios asuntos antes de seguir adelante con su relación.
Ginny se separó para poder besarlo, quería un buen beso de despedida. Él no tardó nada en responder, dejando que sus labios se acariciaran con lentitud, disfrutando del instante, subiendo gradualmente de ritmo hasta sus mentes quedaron en blanco y sus corazones se agitaban con la misma emoción.
—Es mejor que vayas ya —le dijo al separarse con la voz ronca.
—Lo sé —murmuró recargando su frente en el hombro de él, mientras recuperaba el aliento y volvía a sentirse sólida, capaz de caminar.
Zabinni acarició su cabello, se sentía tan suave a su tacto y el aroma que despedía era justo como el de la primavera, una estación que sin duda la describía con perfección. Ginevra se fue alejando hasta que hubo una buena distancia entre ellos, la justa para recobrar sus sentidos y ver a su alrededor, notando a sus amigas de Gryffindor.
—Ven, quiero presentar a mi novio.
—¿Qué?
—Es hora de que sepan oficialmente que eres quién me manda flores —explicó, jalándolo de la mano— y que en verdad existes.
Blaise quiso resistirse, pero finalmente cedió. De cualquier forma ya la mayoría los habían visto caminando por Hogsmeade o besándose.
Vicky y Naty la miraron acercarse con los ojos desorbitados.
—Chicas…
—Ginny, ¿qué es esto? —preguntó Vicky, saliendo del estupor de la sorpresa.
—Seguro saben bien quién es, pero lo que no saben es que él es mi admirador secreto y mi novio —comunicó llenándose la boca con orgullo, mirándolo con un brillo satisfecho en sus ojos.
—Señoritas, es un gusto.
—No tienes que ser tan formal, si no has olvidado las clases, sabes que ella es Natalie y ella Victoria.
—Que es lo mismo que señorita MacDonald y Frobisher —comentó con una sonrisa taimada; tenía buena memoria y vaya que lo agradecía—. Así que son ustedes a las que les pediré que tengan un ojo en mi novia para que no se meta en problemas y sobre todo para que la alejen de los chicos...
—¡Oye! ¡¿De qué se trata eso?! —exclamó ceñuda, con las manos en forma de jarra sobre su cintura.
—Estoy procurando por ti…
Vicky y Natalie soltaron un par de risitas. Jamás se imaginaron que así cerrarían su visita a Hogsmeade y si que había sido toda una sorpresa. ¿Quién podía predecir que el bombón de Blaise Zabinni podría ser así de agradable?
—Es mejor que te vayas antes que desee lanzarte un mocomurciélago —advirtió fingiendo molestia.
Blaise la giró hacia él y besó con entusiasmo sus labios fruncidos hasta que ella le correspondió como se debía. —Hablamos después —susurró para que sólo ella escuchara.
Ginny asintió dándole un abrazó fuerte antes de dejarlo partir. Blaise se despidió de las chicas sin muchos adornos, sencillo, dejándolas encantadas.
—¡Tienes que contarnos todo! —dijo de inmediato Vicky.
—Incluidos los detalles —apuntó la otra.
Ginevra se mordió los labios aún tenía los ojos puestos en la figura gallarda de su novio que iba alejándose entre la multitud. Un adorable sonrojo cubrió sus mejillas al pensar en todo lo que tenía que contar y mucho que no diría, y que sólo quedaría plasmado en su diario o quizás no.
*º*º*º
Blaise sabía que para ese momento Draco y Theodore debían estar al tanto de lo que había hecho, pero no eran ellos los que le preocupaban, ni a los que deseaba ver. Ahora le importaba más ver a Daphne y terminar de una buena vez, antes de que esto se enredara aún más.
Llegar a la residencia de las chicas le llevó un poco de tiempo, tocó sin mucha delicadeza. La puerta se abrió dejando ver a Millicent, no esperó a que lo invitara a pasar.
—¡No puedes entrar así!
—Ya lo hice, vengo a ver a Daphne… —avisó yendo directamente al cuarto de ella, entró sin mostrar modales, cerrando la puerta de golpe— sabes bien porque estoy aquí.
Daphne se sobresaltó por la forma tan abrupta en que él apareció, pero rápidamente se controló. Dejó de lado el libro que había estado aparentando leer y se levantó de la cama.
—¿Para terminar lo de esta mañana? —inquirió con un tono bajo.
Él soltó una exclamación mitad maldición y mitad incredulidad. —Estoy seguro que ya sabes que me vieron con Weasley.
—¿Tenemos qué hablar de esa?
—No me gusta ser parte del juego del títere y el titiritero. Sé muy bien que sabes que lo que teníamos llegó a su fin.
—¿Lo hizo? ¿Y qué fue lo de esta mañana? ¿La despedida? —cuestionó con sarcasmo, avanzando hacia él con una expresión dolida—. Me engañaste, pero, ¿sabes qué es lo mejor? —soltó una risa agria—, que también la has engañado a ella.
—Daphne…
—¿Qué? ¡Yo no tengo la culpa de haberme enamorado de ti!
Zabinni apartó la mirada de ella, sintiéndose no más que un gusarajo. —Y yo no tengo la culpa de no amarte.
—¿No la tienes? —preguntó sin poder creerlo—. ¿Y qué es lo que esperas?
—Acepta que terminamos.
—Esta bien, puedo hacerlo, pero ni por un segundo pienses que eso significa que acepto lo que tienes con esa… podría haberlo hecho si no se tratara de Weasley.
—¿A dónde pretendes llegar? ¿Vas a amenazarme? —preguntó filoso, sus ojos brillaban como el infierno. No le gustaba nada la forma en que ella estaba actuando, era como el preludio que anunciaba una gran pelea.
—Vete.
—Jamás quise que esto terminara así.
—Y yo jamás quise que terminara —murmuró herida con el rostro desencajado.
—Lo lamento —expresó con sinceridad, era todo lo que podía decirle, porque la realidad era que no podía arrepentirse de cómo se habían dado las cosas..
—No quiero tus disculpas y es mejor que sepas que no voy a dejar esto así. Podrás divertirte con otras, pero no voy a dejar que seas feliz con esa, no con esa.
—Daphne piensa lo que dices, ¿acaso te has vuelto loca?
—No, sé muy bien de lo que hablo.
—Hazlo entonces —concluyó sin mostrar miedo, yendo hacia la puerta.
Daph se quedó a mitad de la habitación temblando de rabia. —¿Es todo lo que dirás? ¿No intentaras detenerme?
—No soy yo, quién terminará más herido por tus acciones —profirió sin girarse—. Vales mucho Daphne y lamento no ser yo, quién te lo haga ver. No hagas nada que haga que te pierda ese respeto.
Ella se rió de forma amarga. —¿Respeto? ¿Alguna vez me quisiste? ¿Jugaste solo conmigo?
—Te quiero, pero jamás te podría haber amado, aunque en verdad lo desee.
No dijo más, no tenía caso hacerlo. Salió de la habitación con el estómago revuelto, odiaba ser el villano para ella, hubiese preferido terminar de forma pacifica, pero los dos habían tenido la culpa de llegar hasta ese punto.
*º*º*º
No fue a su departamento, sino directo a su casa. Era lo mejor por el momento, al entrar descubrió que su madre no se encontraba, algo muy normal y le iba bien que fuese así.
Estaba demasiado despierto como para irse a la cama, además de que aún era temprano y con toda la energía que tenía corriendo por su cuerpo, ni siquiera podría hacerlo. Se cambió por ropa más cómoda y salió a dar un par de vueltas por los jardines.
Al terminar se encontraba mucha más relajado, se duchó y buscó terminar los deberes atrasados que tenÍa, no había estado muy concentrado en esto y no podía darse el lujo de seguir así si quería tener Aceptable, por lo menos al finalizar el ciclo.
Avanzó un poco, pero la verdad es que no podía separar su mente de los recuerdos de su novia y ahora estaba sonriendo como un reverendo estúpido.
Esa noche no significó un problema para él, pudo dormir en paz, sabiendo que la vida le estaba sonriendo. Estaba seguro que Daphne recapacitaría y no haría nada tonto, terminaría comprendiendo que romper había sido lo mejor.
—Blaise Zabinni.
La voz de su madre lo hizo removerse en su cama con pocas ganas de abrir lo ojos. —¿Qué pasa? —preguntó irritado con la voz ronca por el sueño.
—¿Es cierto?
—¿Qué? —preguntó aún sin querer mirarla, escondiendo su cabeza bajo las almohadas.
—¿Sales con la hija de los Weasley?
Ahora si que despertó, aquella pregunta no daba a lugar a pensar que su madre se encontraba hablándole al tanteo, ya sabía los hechos y claramente le estaba reclamando su elección.
—Sí —dijo sentándose, clavando sus ojos en ella parecía tranquila, pero él sabía que sólo era mera fachada, estaba hirbiendo de enojo.
—¿Qué tan serio es?
—¿Por qué te preocupa eso? —preguntó con una mueca, abandonando la cama. Al ver que su madre se cruzaba de brazos esperando su respuesta, gruñó— Tan serio como para no estar dispuesto a dejarla.
— ¡¿Qué?! No es digna de ti… hay estatus, situaciones… —La ira abrumadora iba creciendo hasta que ya no pudo mantenerla a raya.
—Y ninguna de mi interés —añadió interrumpiéndola.
—¿Qué sucedió con Daphne?
—Termine con ella —dijo sin más.
—¿Cómo? —inquirió perpleja.
—Madre, no soy un niño que tenga que explicarte con punto y coma con quién se relaciona… y encuentro esta platica tediosa, fuera de lugar e innecesaria.
—No puedo creer esta actitud, ¿fue ella la que vino a la casa semanas atrás?
—¿Qué? ¿Cómo…? —Calló tensó, debería haber silenciado a ese tonto elfo. Sin duda había actuado sin demasiado cuidado, pero en verdad había creído que su madre no se había enterado.
—¡La metiste a nuestra casa!, ¿creías que no averiguaría quién era?
—No era ella —mintió, no quería que además se hiciera ideas que no eran ciertas.
—No esperes que acepte esto, hasta que recapacites te retiraré todo mi apoyo… —dijo con una mirada velada de advertencia.
—Madre, ¿tan grave es que este con una chica de distinta clase?
—No es sólo la clase, es la educación, no es adecuada, pertenece a esa familia y… —Se giró incapaz de seguir con esa absurda conversación— tendrás que recapacitar, ni un galeón obtendrás de mi.
Salió de la habitación con tal enojo que incluso azotó su puerta. Blaise maldijo entredientes, no era algo que no hubiese previsto, pero eso no quería decir que no le causara una herida la falta de apoyo de su madre, cuando él no había hecho más que estar a su lado y defenderla a pesar de todo lo que decían sobre ella.
*º*º*º
Continuará...
¿Reviews? ¿Avadas? ¿Señales de vida? ¿Algo?
Hemos vuelto después de mucho tiempo, vamos a darle un final a esta historia. Estamos editando y quitando cosas y agregando otras más, un poco de paciencia y estarán todos los capítulos corregidos. Perdón por la ausencia, muchas cosas pasaron, pero no dejamos de escribir, esperamos poder contar con su apoyo hasta el punto final.
Ahora el momento de los agradecimientos:
Yeglith: Hola, muchas gracias por leer la historia y comentar. Lamentamos la ausencia, dejamos de lado el fic por distintas causas, pero ahora lo hemos retomado para darle un final. Además que estamos editando para darle otros toques, quitar errores y demás. Esperamos que puedas leer la actualización. Saludos.
Lily: Hola, mil gracias por leery dejar un comentario. Lamentamos la espera, la respuesta es sí vamos a seguirla hasta el final. Esperamos que puedas leer el capítulo nuevo. Saludos.
Guest1: Hola, miles de gracias por leer y comentar. Sentimos no haber continuado pronto, pero ya estamos aquí, ojala puedas leer la actualización. Saludos.
Guest2: Hola, millones de gracias por leer, sentimos tardar. Ya estan juntos y esperamos puedas leerlo. Saludos.
Guest3: Hola, muchas, muchas gracias por leer y escribir. En verdad apreciamos tus palabras y no dejamos la historia sin final, sólo tardamos en seguirla y lo lamentamos. Ojala puedas leer la actualización y te guste. Saludos.
Guest4: Hola, muchísimas gracias por leer y comentar. Lamentamos tardar, pero esperamos que puedas llegar a leer la actualización. Saludos.
Tatuski: Hola, mil gracias por tus palabras, que bueno que te gusto la pareja. Sentimos la demora, pero aquí ya esta un nuevo capítulo. Saludos.
Kristy Malfoy: Hola, miles de gracias por leer y dejar un review, si es cierto que las cosas se pusieron feas pero todo tiene salida, si Daph esta molesta y dolida, ya veremos lo que pasa con ella, pero de que esos dos tendrán final feliz, lo tendrán. Sentimos la tardanza, ojala te guste el capítulo nuevo. Saludos.
Bell Cullen: Hola, muchas, muchas gracias por leer y escribir. Lamentamos la espera, pero ya hemos vuelto con otro capítulo. Si todas queremos un Blaise, pero la suertuda es Ginny, al menos aquí xD. Esperamos que te guste la actualización. Saludos.
Muchas gracias a todos los que se dan el tiempo de leer la historia y nos tienen en favoritos y alertas esperamos que se animen a comentar y hacer felices a estas dos locas autoras.
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