Hola a todos, aquí presento mi segundo fic. He tenido unos cuantos problemas con el ordenador y me tarde mas de la cuenta en editar el capitulo, pero aquí esta. Espero que les guste y que disfruten con el. Se que tengo otro fic empezado y pienso terminarlo, pero la inspiración no viene y en cambio para este nuevo fic tenia muchas ideas. Solo me queda decir que los personajes no me pertenecen y que me mandéis reviews porfa!! PODER

La Coronación

El universo estaba dividido en tres imperios, el imperio saiyajin con el rey Vegeta, el imperio terrícola con el rey Brief y el imperio change con el rey Cold.

Los tres imperios se caracterizaban por su fuerza, tecnología y poder, en un principio hubo una guerra para ver quien se quedaba con el poder del universo, pero como ninguno de ellos conseguía derrotar a los otros se creo una alianza, esta conllevaba que cada imperio tendría su zona y que los otros no se adentrarían en ella.

Los saiyajins, tenían un aspecto parecido al humano, excepto con una cola como la de los monos, eran extremadamente fuertes y sus cuerpos estaban llenos de músculos, una de las grandes características de esta raza era que todos tenían el pelo oscuro y abundaban mas los hombres que las mujeres, por eso muchos de ellos se emparejaban con hembras de otras razas, claro que no cualquier raza era digna de ser emparejada con un saiyajin. Poseían una gran fuerza física y esta aumentaba en las noches de luna llena cuando los saiyajins se transformaban en unos gorilas enormes llamados Ozaru, tambien existía una leyenda, la del legendario supersaiyajin, que no tendría rival alguno.

Los terrícolas, se parecían mucho a los saiyajins físicamente, excepto por que no tenían unos cuerpos tan musculosos, había tantos hombres como mujeres, poseían una tecnología muy avanzada, gracias a ello, podía defenderse de los ataques exteriores, puesto que estos no poseían fuerza física.

Los change, eran como una especie de lagartos, todos muy distintos entre ellos debido a la mezcla de razas, era conocido por su gran fuerza, ya que sus habitantes tenían el poder de cambiar de aspecto y así aumentar su fuerza, hasta casi igualar la fuerza de un Ozaru.

Asi permanecieron viviendo, los saiyajins y los change se dedicaban a la conquista de otros planetas inferiores y así acrecentaban su imperio, en canvio los terrícolas vivian en un solo planeta, no necesitaban mas, puesto que no deseaban el poder que los otros imperios anhelaban, simplemente se dedicaban a protegerse de posibles invasiones.

Los tres imperios apenas se relacionaban entre ellos, excepto cuando algun evento importante se llevaba a cabo, en estos se invitaba a las familias reales de los otros imperios para así hacer constancia de la alianza que tenían.

La historia empieza el día en que el rey Cold cedía su trono a su hijo menor Freezer, este se había ganado la confianza de su padre mediante actos sucios hacia su hermano Cooler.

En el evento estaban invitados, a parte de los otros dos imperios que formaban la alianza, muchas otras razas importantes dentro del imperio change, seria una fiesta a lo grande y para ello se había traído muchos esclavos de distintas razas, muchas hembras se habían visto obligadas a convertirse en concubinas para contentar a los invitados a la coronación, etc...

La sala del trono estaba llena de gente, el rey Cold estaba en la puerta principal recibiendo a los rangos mas altos, y las personas con rango más bajo entraban por unas puertas laterales a la sala custodiadas por grandes soldados.

Cold estaba saludando a unos científicos que trabajaban exclusivamente para él y su hijo Frezzer, cuando vio llegar a unos hombres, vestidos con armaduras de combate, una cola enrollada en la cintura, se deshizo de los científicos y se acerco a saludar a los nuevos invitados.

El hombre que estaba en frente de todos, se veía imponente, con un semblante serio y orgulloso de sus poderosos músculos, tras suyo estaba su escuadrón personal, los hombres más fuertes del planeta vegeta. Y junto al hombre, un niño, de unos seis años, pero aun así tenia el mismo semblante serio que su padre, el mismo pelo en forma de llama y la misma manera de andar.

- Bienvenido sea, rey Vegeta, me complace mucho tenerle hoy aquí, para mí y mi hijo es todo un placer que nos honre con su presencia. – le alardeaba el rey de los change. – Y dime quien este pequeño? – ahora refiriéndose a una copia del rey de los saiyas pero en pequeño.

El niño ni siquiera se digno a mirar al ser que le estaba preguntado, pero fue la mirada de enojo que le dirigió su padre, la que le hizo contestar lo mas amablemente posible, auque se le notaba muy forzado.

- Mi nombre es Vegeta.

- Vaya - continuo el rey change sin tener en cuenta el desprecio del niño - parece que vuestra familia no es muy original en cuanto a los nombres. Jajajajajaja - se reía a todo pulmón.

El rey y príncipe saiyajin apretaron los puños en señal de rabia, que sentían hacia ese ser y toda su raza entera. Y avanzaron hacia dentro de la sala ignorando las risotadas del lagarto.

Continuaba entrando gente y la sala ya estava tan llena que parecía que no iba a caber nadie mas, para entonces aparecieron los terrícolas, el rey Brief y esposa, este se veía un hombre bajito, de pelo blanco y de edad avanzada, su mujer era una rubia imponente, muy extravagante y con una figura digna de admirar.

A su lado estava la pequeña princesa, de tan solo 5 años de edad ya era envidiada por su extraordinaria belleza e inteligencia, que sin duda había heredado de sus padres.

Se saludaron muy amablemente, a la pequeña princesa se le notaba la emoción de conocer otras razas distintas a la suya y de que este era su primer viaje fuera del planeta.

Se auto presentó como la gran Bulma Brief y el rey Cold le hizo una burlona reverencia.

Acabaron del llegar todos los invitados y las puertas de la sala se cerraron, quedando la sala llena de gente y en silenció.

Unas trompetas empezaron a sonar y todos se pusieron en pie, el rey Cold, que ahora se había puesto una capa de color negro, avanzaba con pasos lentos hacia el trono, esos pasos lentos que se le hacian una eternidad al pequeño príncipe de los saiyajins, que ya estava mas que fastidiado por haber tenido que interrumpir unos días su amado entrenamiento por un estúpido evento que organizaban esos lagartos que tanto odiaba y que sin duda alguna, un dia pensaba destruir.

El rey Cold ya había llegado en frente del trono y se encaro a todos los presentes, empezó a pronunciar un discurso, que a la princesa de los terrícolas se le estava haciendo tan pesado que incluso se le caía la cabeza del sueño que le estava entrando.

Pasaron unos minutos y el rey Cold terminó su discurso, todo el mundo aplaudió, hasta que por la puerta principal apareció el protagonista de la fiesta, Frezzer entraba custodiado por sus dos hombres de mas confianza, a su derecha se encontraba un ser gordo y rosa llamado Dodoria y a la izquierda, un tipo el cual no se sabia si era un hombre o una mujer, llamado Zarbon.

Ambos iban siempre al lado de Frezzer, eran los encargados de hacerle los trabajos mas delicados y de mas importancia, tambien los mas sucios.

Frezzer llego en frente de su padre y se inclino apoyando una rodilla al suelo, dispuesto a recibir la corona de su imperio, había trabajado mucho para recibirla y por fin había llegado el esperado día, en que el poder del imperio change estaba en sus manos, ahora empezaría su plan de conquistar todo el universo, pero ahora no era momento para pensar en ello, ahora tenia que disfrutar de su ascenso a emperador y tener una fiesta a lo grande.

Su padre le puso la corona en la cabeza y pronunció unas palabras en un idioma, que poca gente entendió. Acto seguido Frezzer se levantó y se dispuso a pronunciar unas palabras. Después de él hablaron varios representantes del imperio.

Fuera del salón, se encontraba una pequeña niña, la cual ya estaba cansada de los sermones que daban los hombres raros y decidió salir a explorar el lugar, paseaba por los pasillos, observaba por las ventanas el paisaje de afuera, como se aburría mucho se puso a cantar una canción, hasta que una voz la hizo callar de golpe.

- Quieres callarte maldita mocosa?? - pronunció un niño que estaba en una esquina apoyado en la pared y con los brazos cruzados en el pecho.

La niña se lo quedo mirando, por nada del mundo dejaría que un niño la hiciera callar, a ella, la gran Bulma Brief, solo se callaba cuando ella lo deseaba, así que le contestó:

- Me callare cuando me a-pe-tez-ca!! - y empezó a cantar otra vez.

- Si no te callas ahora mismo... - le amenazó el pequeño príncipe - te haré callar yo, y te aseguro, niña, que no te va a gustar mi método.

- Oh en serió - se burló Bulma un poco temerosa, puesto que ella no tenia fuerza física para defenderse, así que decidió actuar como ella sabia, puesto que a pesar de su corta edad ya tenia problemas para sacarse a los niños mayores de encima, empezó a coquetear con el niño, esto siempre funcionaba, los ponía nerviosos y acababan largándose y dejando la en paz - Pues existe otra forma de callarme - le dijo muy coqueta y acercándose a él.

El príncipe empezó a ponerse nervioso, tal y como Bulma había planeado.

- Por cierto - preguntó Bulma - quien eres tu para hablarle a la gran Bulma Brief de este modo?

- Pues veras niña - le dijo el niño con una media sonrisa en la boca - yo soy el poderoso PRÍNCIPE de los saiyajins y mi nombre es Vegeta!!

- Príncipe... - dijo Bulma.

- Asi es y ya me cansaste niña, ahora vas a saber ... - pero no pudo acabar la frase, puesto que la pequeña princesa le dio un beso que duró varios segundos.

Cuando se separaron, los dos se quedaron sin palabras, era el primer beso que daban en su vida y no les resultó nada desagradable.

Fue el príncipe quien reaccionó primero y aunque se le notaba la confusión, intentó hablar lo mas tranquilo que pudo.

- Porqué hiciste esto niña? - pregunto haciéndose el ofendido.

- Pues porqué dijiste que eras un príncipe no es así?

- Asi es, el príncipe de los saiyajins!!

- Pues veras, siempre quise que mi primer beso fuera con un príncipe, y pues como en mi planeta no hay ninguno, aproveche el momento, quien sabe cuando volveré a encontrarme con otro príncipe. - le contaba la niña, como si su razonamiento fuera lo mas normal del mundo.

"esta loca" pensó el príncipe.

Justo en ese momento los padres de Bulma aparecieron y tras suyo empezaba a salir la gente de la sala del trono, el acto de coronación había concluido, ahora empezaba la fiesta, pero el rey Brief y su esposa no eran partidarios de ese tipo de fiestas, así que fueron a darle la enhorabuena a el emperador Frezzer y se despidieron.

Encontraron a Bulma a fuera de la sala hablando con el pequeño príncipe de los saiyajins.

- Querida, - le dijo la madre - ya nos vamos para casa, cariño.

- Queee? - se sorprendió la niña - tan pronto? pero si nada mas hoy llegamos y ya tenemos que irnos?

- Bulma - le dijo el rey en un tono mas serio, pues sabia que si la trataban como una adulta o al menos lo hacían ver, ella nunca se negaba. - tenemos un largo viaje hacia nuestro planeta, tu madre y yo ya no tenemos edad para estos viajes, debes comprenderlo.

La pequeña asintió sin ningún reproche y se dispuso a seguir a sus padre, pero antes se acercó al niño que estaba apoyado en una pared con la misma pose que hace un rato, escuchando toda la conversación que habían tenido los terrícolas; le daba pena que esa niña tan loca se fuera, pues era muy entretenida y encima era atrevida, como se atrevió a darle un beso sin su permiso, a él, el príncipe de los sayajins.

La niña se acercó al príncipe - Bueno poderoso príncipe Vegeta, yo ya me voy para mi planeta, espero que algún día volvamos a vernos - y dio media vuelta y se fue tras sus padres.

El príncipe se quedo con las ganas de saber mas sobre esa niña, que era tan hermosa y con aquel carácter, que a pesar de la poca edad que tenía ya era toda una mujer.

La fiesta duró toda la noche hasta la madrugada, muchos de los saiyajins se revolcaron con las concubinas que había traído Frezzer de otros planetas, el rey y el príncipe Vegeta se retiraron a sus respectivas habitaciones y no salieron de allí hasta el día siguiente en que volverían a su planeta.

Continuará...