¡Holas!

Oh, ya está aquí el último capítulo TT. Espero que os guste, aunque admito que es un poco surrealista todo y acaba de forma extraña XDDDD. Pero bueno, esa era la idea de la que me surgió el fic.

Por fin veremos el tan esperado encuentro entre Near y Mello y Matt XDDD, muajajaja, ¡todos al refugio antiaéreo! XD.

Este capítulo no tiene advertencias especiales, vocabulario vulgar como siempre y poco más.

Creo que más o menos ya todo el mundo sabe qué es el Dance Dance Revolution, quién no lo sepa, que me lo diga y se lo explico, de todas formas sólo hace falta poner DDR en el youtube y se ve claramente de qué va el juego .

Por cierto, odio que ffnet me borre los signos de exclamación y de interrogación TT, si no aparecen como es debido, es q la página los borra, yo los escribo bien, lo juro por el fingerpuppet de Mello.

Y nada más, que muchas gracias a todos por vuestros reviews, que me alegro mucho de que os haya gustado y que me hayáis hecho tan feliz con vuestros comentarios, y sobre todo, me alegro mucho de haberos hecho reír o.

Más comentarios al final del capítulo ;-D

Capítulo 7: Baila, baila, baila, pequeña langosta.

Después de todo, tenía que admitir que no había sido una mala idea. Aunque él hubiera preferido el anillo de compromiso, incluso aceptado el hula-hop de compromiso. Aquel maldito juego era muy adictivo y lo mejor de todo era que Mello había acertado de pleno al conocer bien sus debilidades. Matt era de los que era capaz de dejar cualquier cosa por pasarse un nivel de un videojuego y el Dance Dance Revolution podía ser también incluido en la lista. Era, sin duda, una forma divertida de hacer ejercicio.

Mello le observaba desde el sofá. A él nunca le habían interesado especialmente los videojuegos. Cuando vivían en Wammy's House compartía alguna que otra partida con Matt, pero más que nada por matar el aburrimiento. No le gustaba nada perder y tal vez aquella era la única faceta en la que Matt lo superaba, así que evitaba en todo lo posible enfrentarse a él.

Y ahora que lo veía, ya de adulto, saltando sobre aquella alfombrilla al ritmo de la música, le hacía gracia. Matt había demostrado no ser amante del esfuerzo físico, incluso en su niñez, las clases de gimnasia le parecían un tormento, y ahora, de repente, sacaba a la luz aquella faceta desconocida. Era un don innato. A unos se les daba bien pintar, a otros las matemáticas y a Matt, jugar a los videojuegos, podría haber sacado una habilidad más útil, pero esas cosas no se pueden elegir.

Recordaba la imagen de Matt agarrándose a la pared sin poder correr más, mintiendo al hacer flexiones, haciendo una patética abdominal en el sofá y, sin embargo, ahora respondía a aquel juego con total facilidad. En la pantalla se sucedía la palabra "PERFECT" una tras otra, ya que Matt pisaba la flecha adecuada siempre en el momento oportuno, no importaba el ritmo acelerado de aquella música estridente, Matt incluso se permitía florituras como mover las caderas y el trasero, saltar dándose la vuelta y cruzar las piernas. Rara vez fallaba.

- ¡MIERDA ME HE EQUIVOCADO!- exclamó Matt, pausa que aprovechó para secarse el sudor de la frente y quitarse la camiseta.

Era incapaz de decir cuántas horas llevaba jugando a aquello, pero lo cierto era que tenía mucho calor. En seguida se dio cuenta de que estaba siendo observado. Giró la vista hacia Mello, que se apresuró a morder el chocolate.

- No disimules. ¿De qué te estás riendo?- inquirió Matt.

- No me estaba riendo, es sólo que me hace gracia verte. No puedo creer que se te dé tan bien.

- Eh, ¿cómo osas dudar de un maestro como yo?- rió Matt.- Habría que verte a ti.

- Oh, no, yo no. Paso.

- Venga, Mello. Te juro que no me reiré si te equivocas, por supuesto te pondré la canción más fácil.

Mello lo miró con los ojos entornados.

- ¿Cómo que la canción más fácil?, ¿pero tú qué te crees?- exclamó Mello, ofendido.- No soy tan torpe como para que me tengas que poner la canción más fácil.

- Bueno, como tú quieras, pero te advierto que la canción más fácil no es tan fácil para alguien como tú que no está acostumbrado…- opinó Matt.

- ¿A qué no estoy acostumbrado? Siempre he sido mucho más ágil que tú, y si tú puedes hacerlo, que toda la vida has estado con el culo sentado…

- Bien, como quieras, yo te pongo el nivel que digas, luego no te quejes si no eres capaz de seguir el ritmo.- dijo Matt dejando libre el camino de Mello hacia la alfombrilla.

Al final acabó poniéndole una canción intermedia, ni de las más difíciles ni de las más fáciles. Y Mello se equivocó. Y, por supuesto, Matt se rió.

- Eso te pasa por engreído.

- No vale, era de prueba, estaba tomando contacto con el asunto.- se excusó Mello. Estaba claro que debía concentrarse más.

Increíblemente, y contra todo pronóstico, Mello lo hizo bien, aunque no consiguió superar la puntuación obtenida por Matt en esa misma prueba. Ahora entendía a Matt, aquello era muy adictivo. ¿O, tal vez, lo adictivo era querer sacar más puntuación que Matt?

- ¡Bien!- aplaudió Matt.- Pero ponle más gracia, tío. Mueve ese culito.

Mello volvió a intentarlo, esta vez, con la siguiente canción más difícil.

Al cabo de un par de días, no sólo habían llegado al último nivel, sino que además, habían comprado otra alfombrilla para poder jugar los dos por parejas. El último nivel todavía se les resistía un poco, no conseguían hacerlo perfecto, aunque Matt era el que llevaba mejor puntuación, cosa que picaba enormemente a Mello. En cambio, en las coreografías menos difíciles se habían coordinado de forma que incluso se cruzaban de alfombrillas en medio de la canción. Estaban hechos unos ases del baile.

- ¡JODER!, ¡CÓMO ODIO ESTA PUTA CANCIÓN!- protestó Matt, viendo que no conseguía hacerlo perfecto.

Hacía rato que se habían tenido que quitar la camiseta debido al calor y al sudor. Mello esperaba su turno cuando observó a Matt.

- Oye, Matt… ¿te has mirado últimamente al espejo?

- No.

Mello se acercó a él y pasó la mano por su cintura, sonriéndole y besándolo en el cuello.

- Has vuelto a estar como antes.

- ¡No me digas!- Matt bajó la vista hacia su barriga, que ya estaba lisa y perfecta de nuevo.- ¡Es cierto! Lo que pasa es que ahora tú…- el dedo de Matt recorrió el pecho de Mello.- Con tanto ejercicio últimamente estás volviendo a perder peso.

- Ya.- confirmó, encogiéndose de hombros, aunque añadió con mirada pícara.- Siempre me queda el aporte extra de calorías del sirope de chocolate.

- Cierto…- murmuró Matt, cogiendo la botella del suelo, siempre a mano, y que ya estaba a punto de gastarse.

En ese momento tan inoportuno, sonó el timbre de la puerta.

- ¿Quién coño será ahora?- preguntó Mello, molesto por la interrupción.- ¿Has pedido pizza?

- No.- respondió Matt, con gesto de no tener ni idea de quién podía ser.- Bah, no abras, será alguien repartiendo propaganda o alguien que se habrá equivocado.

- ¿Propaganda a estas horas?- dudó Mello. El timbre volvió a sonar.- Será mejor que abra.

Near detestaba salir a la calle, pero no tenía otra opción. Después de todo no iba a hacer nada peligroso y nadie apenas tendría tiempo de verle. Sólo tenía que bajar al sótano del edificio y subirse en el coche y luego bajarse en la puerta de donde vivía Mello. Después de que Lidner estuviera varios días investigando, al fin había descubierto donde encontrarlo.

Fue bajarse del coche y pensar que jamás se le habría ocurrido que Mello pudiera vivir en un sitio tan ruinoso como aquel. Lo confirmó nada más entrar. Un edificio de aquella altura que no tenía ascensor era algo impensable, pero claro, el edificio tenía pinta de haber sido construido cuando todavía no se había descubierto el uso de la electricidad.

Subió el primer piso y al instante se sintió cansado. Miró sus calcetines blancos manchados por la suciedad del suelo.

- ¿Estás bien?- preguntó Lidner al ver a Near jadear.

- Creo que será mejor que me lleves. Estoy cansado y me estoy ensuciando los calcetines.

La mujer estuvo a punto de dimitir. Antes de entrar en la SPK había sido una prestigiosa agente del CIA, ¡no tenía por qué aguantar los caprichos de aquel niñato consentido! Aunque finalmente accedió a regañadientes. Subió, con zapatos de tacón, los seis pisos restantes cargando a Near a caballito, pensando que pediría un aumento de sueldo después de eso. Todo fuera porque cuando atraparan a Kira su nombre se viera relacionado con el caso y compensado adecuadamente.

Una vez llegaron, dejó a Near en el suelo frente a la puerta donde se suponía que vivía Mello.

- Puedes esperarme abajo.- dijo Near, que no tocó al timbre hasta ver que Halle bajaba todas las escaleras.

Tras unos segundos esperando, por fin se abrió la puerta y apareció Mello. La cara del chico mostró una clara sorpresa por la inesperada visita. Algo en su reacción le hizo a Near pensar que, o bien no era un momento oportuno o Mello no se alegraba demasiado de verle allí.

Como siempre, las suposiciones de Near eran acertadas.

"¡¿NEAR?! Mierda…¿Qué coño hace aquí?, ¿por qué ha salido?, ¿acaso ha ocurrido una catástrofe nuclear y no me he enterado? No sé qué querrá pero debo evitar que entre. Tengo que despacharlo cuanto antes. Fingiré que es alguien haciendo una encuesta o algo, como Matt se de cuenta de que es Near, para qué quiero más…"- todo esto pensó Mello antes de hablar, intentando disimular su reacción con una sonrisa falsa.- Ah, Near, ¿qué te trae por aquí?

Near miró a su alrededor con los ojos entornados y gesto de reprobación.

- ¿No había un sitio más cutre en toda la ciudad?

- ¿Y a ti qué más te da?- se defendió Mello.- ¿Qué quieres? Dudo mucho que hayas venido hasta aquí para criticar donde vivo.

- La verdad es que he venido por otra cosa.- dijo Near, que sin ser invitado, hizo el ademán de entrar.

Mello le obstaculizó el paso, cosa que llamó la atención de Near. El chico se movió a los lados tratando de mirar qué ocurría dentro del apartamento.

- ¿Estás intentando ocultarme algo?

- No, qué va.- dijo Mello sin sonar demasiado convincente.

Era evidente que la situación no se sostendría más por sí sola. Justo en ese momento, Matt habló.

- ¿Quién es?- preguntó el castaño.

- No es nadie.- dijo Mello, tragando saliva sonoramente. Near normalmente no era una persona que diera miedo, pero la forma en que lo estaba mirando en ese momento…

- ¿Cómo que no es nadie?, ¿desde cuando hablas solo?- preguntó Matt, asomando la cabeza con curiosidad al final del pasillo. Sus ojos se abrieron como platos.- ¡¡NEAR??

Los de Near respondieron de la misma forma. Al principio no había asociado la voz, pero ahora que lo veía, estaba claro, era Matt. No habría tenido ningún problema con verle allí si no hubiera sido porque, primero, Mello no le había contado absolutamente nada de que estuviera siendo ayudado por Matt, y segundo, porque Mello había respondido que no era nadie. ¿Cómo que no era nadie? Matt le conocía perfectamente, ¿a qué venía todo aquel enredo?

- ¿¿MATT!!- exclamó Near igualmente. Luego se volvió hacia Mello exigiendo una explicación.- ¿Qué hace Matt aquí?

- ¡Eso mismo digo yo!- gritó Matt desde el interior del piso. Había agudizado el oído y había captado la pregunta de Near.- ¿Qué hace Near aquí?

Mello se estaba sintiendo acosado y no sabía qué hacer para dejar contentas a las dos partes.

En seguida Near captó la mirada de Matt sobre él. Aquella mirada le estaba traspasando, y él, sintiéndose atacado, se la devolvió sin saber muy bien a qué venía aquella reacción. La tensión se podía cortar con un cuchillo, el pasillo parecía surcado por rayos láser que iban desde los ojos de Matt hasta los oscuros ojos negros de Near.

- ¡YA BASTA!- gritó Mello, cogiendo a Near del hombro y haciendo que entrara en el piso, cerrando la puerta tras él.- ¡DEJÁOS DE NIÑERÍAS! A ver…Near, explícame para qué has venido.

Matt vio con horror cómo Near le entregaba una caja a Mello. Se apresuró a saltar sobre ellos para evitar el intercambio.

- ¡NOOOOOOOOO!- gritó Matt aterrizando en el suelo con la caja en las manos.

Estaba claro que tanto Mello como Near le estaban observando con la cara a cuadros. Por el tamaño de la caja no tenía pinta de ser un anillo de compromiso, ni un hula-hop de compromiso pero sí, tal vez… Mello le quitó la caja de las manos.

- ¡No lo abras!- exclamó Matt, pero Mello no le hizo caso y abrió la caja. Dentro había un móvil.- ¡Mierda! Un móvil de compromiso, ¡no lo aceptes!

Near le miró con cara de lástima y luego volvió la vista hacia Mello.

- ¿Qué le pasa?

- Nada, no le hagas caso.

- No sé qué has hecho con el otro móvil pero es imposible localizarte.- se explicó Near.

- Que tu vida sex…digo, social, sea inexistente no quiere decir que la mía también lo sea.- se explicó Mello.

- Vaya, sí que has estado ocupado entonces.- dijo Near entornando los ojos. Se fijó en que tanto Mello y Matt no llevaban camiseta y parecían sudorosos. Aquello le parecía sospechoso.- ¿Es que he llegado en un mal momento?

- ¡Pues claro!- exclamó Matt, siendo ignorado.

Mello tenía asumido que tenía que mediar allí o aquello acabaría siendo un derramamiento de sangre. Así que se dispuso a quitar hierro al asunto.

- Sólo estábamos jugando. No pasa nada.- dijo Mello.

Otra vez, la mirada de Near se posó en sendos torsos desnudos cubiertos de sudor. También tuvo tiempo de ver una botella de sirope de chocolate en el suelo. Sus ojos se entornaron aún más.

- ¿Jugando?- preguntó de nuevo.

- Sí, jugando. ¿Quieres jugar con nosotros? Es muy divertido.- dijo Mello.

- ¡Eso! ¡Tú encima méteme a mí también en el lote! Yo no quiero jugar con Near.- protestó Matt.

En el momento en que vio la cara de Near, supo que no había sido una buena intervención. Tenía los ojos enormemente abiertos y una sonrisa que daba miedo. Nunca le había visto a Near aquella cara de maníaco. Al final Matt iba a tener razón y todo al decir aquellas cosas extrañas sobre Near.

- ¿Es necesario que me vaya quitando la camisa?

- Ah, no, no. Aunque si luego tienes calor a lo mejor…- dijo Mello, empezando a disfrutar de la situación.- ¿Cuál le ponemos, Matt?, en versión Hard, supongo, ¿no?

Matt lo miró de reojo. Sin duda elegiría la más difícil y podría reírse de Near todo lo que quisiera y así desquitarse.

- Uy, Mello, versión Hard, no sé si será demasiado para mí.- dijo Near, que todavía no parecía haber entendido que Mello y Matt se referían a algo muy diferente a lo que estaba pensando.

- Está claro. Por supuesto, versión Hard.- guiñó Matt levantándose del suelo para presenciar la debacle en primera fila.

Confuso, Near miró cómo Mello se acercaba al juego. ¿Realmente estaban hablando de un juego normal y corriente? Near se resignó a aceptar el reto. No estaba dispuesto a quedar como un psicópata si admitía lo que realmente había estado pensando. Vio cómo Mello elegía una canción y la ponía en modo Hard.

- Ahí lo tienes, todo tuyo.- dijo Mello, sentándose al lado de Matt.

Él también estaba impaciente. Estaba incluso por decirle a Near que esperara un momento e ir a hacerse unas palomitas en el microondas.

- Ah, ¿pero esto se juega de pie?- dijo Near, pensando que aquella alfombrilla con flechas en el suelo era para sentarse sobre ella.

- Vaya, no sabes ni de qué va.- dijo Matt, riéndose para sus adentros.

- Lo único que tienes que hacer es seguir en la alfombrilla con los pies las flechas que aparecen en la pantalla.- explicó Mello.

Near trató de procesar la información en los escasos segundos que tuvo antes de que comenzara a sonar la canción. En el sofá, a Mello y Matt sólo les faltaba frotarse las manos.

Sin embargo…

"Tengo que seguir las flechas con los pies. Bien. Es sólo coordinación y rapidez mental. Vaya, si incluso puedo ver cuáles van a ir saliendo, sólo tengo que esperar el momento adecuado. Aunque esto vaya rápido es sólo cuestión de ritmo. Bah, pero si te dicen cuáles van a ser los siguientes movimientos es muy fácil…" pensaba Near.

Mello y Matt se quedaron con la boca abierta. PERFECT; PERFECT; ¡¡PERFECT!! Un Perfect tras otro. Si no hubieran estado tan consternados, incluso habrían encontrado gracioso el cuerpecillo de Near saltando sobre las flechas con sus calcetines blancos y su pijama. No eran capaces de creer que fuera capaz de hacerlo tan rápido sin fallar ni un solo movimiento, era como si se supiera la coreografía de memoria, ni siquiera parecía necesitar pensar en lo que hacía, y para colmo a aquella velocidad vertiginosa que suponía el modo Hard.

La canción terminó y Near jadeó, cansado, secándose el sudor de la frente al que se habían pegado sus cabellos. El juego daba la opción de poner un nombre y puso el suyo. Al instante apareció en el ranking. En la primera posición, por supuesto. Después se sentó en el suelo y comenzó a enrollar un pequeño mechón en sus dedos.

Matt y Mello se miraron, mudos, sintiéndose totalmente ridículos y derrotados. Fue Matt quién reaccionó primero.

- ¡PERO SERÁS CABRÓN, NEAR!, ¿CÓMO COÑO LO HAS HECHO?- gritó, enervado.

Near estaba a punto de decir que no lo sabía cuando, de repente…

- ¡Atchís!, ¡¡AAAAATCHÍS!!

La respuesta, en su lugar, fue una mirada inquisidora sobre Matt.

- ¡¡CONQUE HAS SIDO TÚ QUIÉN ME HA ESTADO HACIENDO LA VIDA IMPOSIBLE TODO ESTE TIEMPO!!- exclamó Near.- ¡¡TIENES ALGÚN PROBLEMA CONMIGO, MATT?!

Mello no entendía a qué se refería Near. Simplemente miraba la pantalla con aire abatido. Aquel era el peor resultado de su vida, tercero por detrás de Matt y de Near. Estaba de acuerdo con Matt. ¿Por qué coño Near era tan perfecto y tenía que ser bueno en todo? Mordió su tableta de chocolate, pensando que tendría que hacer algo para arreglar aquel desastre.

FIN

OooOooOooOooOooOooOooOooOooOooOooO

¿Qué tal? Totalmente absurdo, lo sé, XDDDDD. La idea primera fue que Mello le regala el DDR a Matt para que haga ejercicio, luego me imaginaba a Matt bailando y es que me partía de risa, luego me imaginaba que Mello se picaba y que los dos bailaban y me seguía partiendo de risa, y luego me imaginaba a Near ganando increíblemente en el DDR y es que me terminé de morir de la risa. Esa fue la idea del fic. Al final tenía que conseguir una forma de que Near jugara y ganara XDDDD, claro que Mello y Matt no se lo esperaban XDD.

Lo de Baila baila pequeña langosta… pues está claramente referido a Near, es una canción infantil que nadie conocerá pero que me hace gracia lo de la pequeña langosta XD.

Y bueno, si alguien duda de que Near no sería capaz de ganar al DDR sin haber jugado en su vida… pues tengo motivos para pensar que sí (aparte de que amo a Near y creo que ha quedado patente con el final del fic XDDDD). Porque si es capaz de ver mil millones de televisores a la vez… ¿Cómo no va a ser capaz de seguir las flechas de la pantalla? ¡Eso es pan comido para él! XDD.

Pobre Mello… XDDD, se ha quedado taaan frustrado XDD. Ah, lo de la cara psicópata de Near… seguro que todo el mundo sabe a qué cara me refiero, la cara de psicópata que ponía Near cuando hablaba por teléfono con Light, ¡¡si hasta a mí me daba miedo!!

Jejejeje, lo de Halle, pobre mujer… pero es que me lo imaginaba así, ¿qué diría Near si tuviera que subir 7 pisos a pie? Con lo mandón que és… además no podía dejar caer en saco roto el comentario de Matt, cuando le dijo a Mello que seguro que él llevaría a Near a caballito si se lo pidiera… XD.

Pos nada, a ver si se me ocurre otro fic de estos cómicos que veo que os ha gustado mucho jejejeje.

Ah, ahora mismo no me da tiempo a responder los reviews, dentro de un rato, después de comer, respondo los reviews del cap anterior, ok??

Besitos y ¡muchas gracias por todo!

Ak