Un corazón para dar

Aclaración: Sakura Card Captor y sus personajes no me pertenecen.

Capitulo I

"Encuentro: Ambarino y Esmeralda; Zafiro y Amatista"

SS

La atmósfera se encontraba llena de las melodías del dulce vals que tocaban, y también se podía sentir la alegría que parecía regir en ese ambiente de fiesta, suspiro, la verdad aquel ambiente contrastaba grandemente con la realidad, al menos con la suya, se movía con la naturalidad que la costumbre le brindo con el tiempo, habían parejas bailando en el centro del salón, mujeres vestidas con los mas magníficos vestidos, y los hombres no se quedaban atrás con sus distinguidos y elegantes trajes, todos se movían con la gracia que aprendían desde muy pequeños, pues dudaba que alguien que no fuera un noble estuviera presente.

Se despidió del grupo de mujeres con las que había intercambiado unas cuantas palabras, y recorrió el resto del salón con sus ojos, habían grupos aquí y allá, de algunos invitados que disfrutaban de una copa de champagne y quizás si tenían suerte de una buena conversación con su interlocutor.

Suspiro al darse cuenta de que ni aun ese ambiente cargado de aparente felicidad pudiera hacer mas ligera su carga, o al menos, ser capaz de olvidar sus problemas, sabia que esa había sido las intenciones de sus consejeras y amigas al convencerla que asistiera a la fiesta.

-Es nuestro deseo princesa que usted se divierta esta noche-fueron las palabras de Naoko

-Lo se-las miro con cariño-pero la condición de mi reino es muy delicada como para descuidar mis labores-.

-Y no lo hace princesa-esta vez fue Rika la que hablo-Ha estado sometida bajo tanta presión estos últimos días, que creo que la fiesta la ayudara a sonreír nuevamente.-

Quiso encontrar un argumento que la respaldara, pero al ver el rostro preocupada de ellas, supo que tenia que hacer esto, no quería ser otra preocupación adicional para nadie, así que decidió asistir.

Miro una puerta que daba a alguno de los balcones, y se encamino hacia ella, con la esperanza de encontrar allí, únicamente la compañía de las estrellas y la luna, el respiro que necesitaba.

Sus cabellos castaños se movieron con el viento, afortunadamente su vestido le proporcionaba abrigo para la fría noche, había dado unos cuantos pasos cuando se dio cuenta de que había alguien mas, se dispuso a regresar, para no interrumpir al extraño, pero antes de que llevara a cabo acción, este se dio la vuelta.

Esmeraldas y ambarinos se encontraron, y ocurrió magia, una del tipo mas especial….

La oscuridad de la noche le impedía ver mas del dueño de aquella mirada ambarina, pero sabia que aunque no estuviera oscuro no podría saber mucho del extraño, cuya primera mirada había sido capaz de adentrarse en su alma, el antifaz que todos en la fiesta usaban se lo impediría, vio que caminaba hacia ella, y sintió su corazón latir a un ritmo frenético, y había algo mas, un sentimiento, uno que nunca había sentido, pero intenso, uno que no era capaz de describir…

Trataba de que su mente no se viera asaltada por los recuerdos, que mas que eso, eran pesadillas, quería olvidar, que los problemas que amenazaban su paz no existieran, pero debía ser realista, ya no era un niño que se ocultaba tras los sueños, tenia 20 años, ahora era un hombre, y uno que llevaba un gran peso sobre los hombros, escucho unos pasos a su espalda, se dio la vuelta, pero no se encontró preparado ante la visión ante sus ojos, un ángel, una diosa, quizás mas, esa era la mujer frente a el, sintió como si su propia alma y corazón se movieran inquietos, impacientes ante la presencia de ella, el antifaz tapaba parte de su rostro, pero aun así, podía ver sus ojos, sus cabellos castaños, que la luz de su espalda hacían brillar, pareciendo que se tratara de los mas delicados hilos de oro, y un sentimiento, uno que no era capaz de describir, hizo que caminara hacia ella.

El tiempo paso y la distancia que los separaba se convirtió en casi nada, ninguno había dejado de mirar al otro, sabían que había sido imposible, el sonrió y le ofreció la mano con la acostumbrada petición de baile y acompaño sus gesto con las palabras que confirmaban su acción, dulce y fuerte, así era su voz, perfecta, y su sonrisa, era la mas hermosa que ella jamás haya contemplado, una que fue capaz de que su respiración la abandonara unos instantes.

Ella le sonrió, y el supo que la mujer frente así, era como su sonrisa dulce, calidad, hermosa…

Sus manos se tocaron, y una palabra fue susurrada en el viento, una que nadie escucho, pero fue dicha como un secreto, o mas bien un augurio, una que significaba tanto, destino…

-No soy muy buena bailando-un ligero sonrojo tiño sus mejillas, ante la confesión, tenia 18 años y no sabia bailar muy bien, era algo que siempre la avergonzaba un poco-Creo que podría pisarlo.-

El le sonrió-Entonces creo que tendré que ser mas cuidadoso-se acerco mas a ella, hasta que se encontró muy cerca de su rostro-Pero no me niegue el placer de su compañía.-

Ella sonrió-Entonces creo que aceptare su invitación.-

El no necesito mas palabras y ambos se dirigieron, hacia donde otras parejas ya bailaban, pero en cuanto el puso su mano en la cintura de ella, y ella puso su mano sobre el hombro de el, y sus cuerpos empezaron a moverse al ritmo que el vals dictaba, todo desapareció, las otras personas, los problemas, las pesadilla, y solo estuvieron de nuevo sus almas y sus corazones…

-¿Quién eres?-las palabras fueron susurradas, salieron de sus labios, aun antes de que se diera cuenta o que las pudiera detener, pues sabia que si el contestaba y le pedía su identidad ella no podría contestar, no al menos con la verdad, y sabia que no quería mentirle, no a el.

El suspiro-Esta noche no importa quien soy-quiso decirle su nombre, no el nombre falso con el que se había presentado ante todos, pero sabia que no debía, era demasiado peligroso, nadie debía saber que el estaba allí, y no quería mentirle, algo le decía que para ella todo debía ser sinceridad, espero que no insistiera-esta noche es especial, soy solo un caballero, uno que ha quedado deslumbrado con su belleza.-

La pieza de vals término cuanto esta última palabra fue dicha, ella quiso decirle que también ella había sido hechizada con su mirada, y su sonrisa la había conquistado.-Yo…

Una explosión, una ensordecedora interrumpió sus palabras, los gritos no tardaron en hacerse escuchar.

Trato de que sus brazos envolvieran el cuerpo de la mujer, tenia que protegerla lo sabia, era un deseo que salía de lo mas profundo de su corazón, pero incluso la mano con que la sujetaba se soltó de la de ella, los invitados salían rápidamente y al parecer sin control, y perdió sus ojos esmeraldas entre la multitud, miro por ultima vez hacia la salida pero no la encontró, deseo que pudiera salir bien y se encontrara a salvo, se giro y miro en la dirección que había sido la explosión, y empezó a caminar hacia allí, tenia un deber que hacer, se aseguro el antifaz mas aun, en este instante mas que nunca no debía ser reconocido por nadie…

Sintió como la mano con la sujetaba se soltó de la de el, no lo pudo evitar, y se sintió asombrada ante la necesidad de estar a su lado, curioso se dijo, necesitaba saber que el estaría bien, era algo que le dictaba su corazón, pero ir en la dirección contraría en la que salían todos le fue imposible, y en contra de sus deseos se vio apartada de la mirada ambarina…

La brisa de la noche golpeo su rostro, pero no por eso dejo de caminar firmemente hacia el lugar en donde podía sentir una presencia mágica, dejo atrás la idea de ocultar su poder dejando que solo una parte se exteriorizara, después de todo no quería revelar su verdadera fuerza, sus labios se movieron imperceptiblemente murmurando unas palabras, y una espada apareció en sus manos, sabia que sus enemigos, quien sea que esta vez fuera, no tardarían en aparecer frente a el, la oportunidad de vencer a un guerrero mágico, seguramente llamaría su atención.

La mayoría de las personas ya habían salido de la fiesta, sus ojos esmeraldas recorrieron la multitud, tratando de encontrar al hombre de cabellos café, pero no tuvo suerte, a pesar de que deseaba dedicar mas tiempo a esta labor, supo que no le seria posible, tenia un deber que cumplir, y siguiendo el rastro de magia que sentía camino en esta dirección, no revelando nada de su poder…

Sus cabellos castaños se movían con mayor intensidad con su carrera, ya que había quedado ya lo suficientemente aislada del resto de la multitud y sabia que no tenia peligro de ser descubierta, ya que muy pocas personas contaban con magia y sabia que nadie de la fiesta poseía magia alguna, y tratándose de la realeza y nobles, estaba segura que esperarían alejados, esperando que la guardia se encargara del problema, pero ella no podía hacer esto, ella era diferente así que se apresuro a detener a quien fuera que amenazaba la paz, ella no había conocido nada mas que la paz al vivir en reino muy lejano junto con su tía, esto por deseo de su padre, había vivido lejos de el, pero también de la guerra que se desarrollaba entre todos los reinos vecinos al reino Cristal, que ahora con la reciente muerte de su padre, y que su madre había muerto cuando aun era una niña, ella decidió regresar y asumir el puesto que le correspondía, y tratar de conceder a estos tres reinos la paz, tenia la fuerza y el deseo de realizar esto, y no se detendría ante nada, deseaba la paz como nunca había deseado nada.

Sonrió al ver que su presunción como siempre había sido correcta, la sombra primero como una niebla comenzó a materializarse frente a el, lo segundos pasaron y ahora levanto sus espada dispuesto a enfrente a la figura de armadura negra, esquivo un ataque con la maestría que los continuos combates le permitieron, sabia como siempre que la magia que utilizara debía ser mínima, no quería que nadie mas que el enemigo frente a el se diera cuenta de sus poderes, después de todo no importaba, porque el guerrero oscuro no sobreviviría, la leyenda del guardián del reino Yanus, contaba que se trataba de un poderoso mago, esquivo el golpe de la espada de su enemigo y con un maestro movimiento desarmo a su enemigo, sonrió, si era un gran mago, pero también era un excelente guerrero, y con esta idea sintió como su espada se hundía en el cuerpo de su enemigo.

Sabia que estaba cerca pudo sentir como la magia oscura desaparecía y entonces pudo sentir esa otra magia, la más pura y calidad que jamás hubiera sentido, camino más rápidamente dispuesta a saber a quien pertenecía esa energía tan especial.

Estaba por guardar su espada, cuando sintió como el filo de un metal, rozaba su brazo, el dolor fue punzante, pero no dejo que este nublara su mente, se alejo antes de que su enemigo tuviera la oportunidad de atacarlo nuevamente y provocarle algo mas que un corte.

Miro al guerrero frente a el, no lo entendía, también era un guerrero oscuro, no eran hombres, no tenia alma, su única labor era pelear, eran fuertes si, pero no tenían control como para ocultar su magia, pero entonces como era posible que estuviera frente a uno, y no pudiera sentir ni la mas mínima cantidad de magia, no lo entendía, siempre habían tenido la ventaja ante el enemigo pues este no podía ocultar su presencia, pero ahora se daba cuenta de que la guerra había sufrido un cambio, y el estaba en desventaja…

Detesto usar ese vestido tan largo que dificultaba un avance mas rápido, pero suspiro al darse cuenta de que en unos cuantos pasos llegaría a su destino, había bajado la guardia después de todo no había peligro ya, no podía sentir nada de magia oscura, levanto la vista y vio a dos figuras, una muy separada de la otra, su asombro fue bastante al reparar en la primera y darse cuenta de que era un guerrero oscuro, no entendía porque no podía sentir su magia, pero todos sus pensamientos se interrumpieron al ver a la otra, era el, lo sabia y se preocupo al darse cuenta de que estaba herido, pero antes de que pudiera dar siquiera un paso, el se movió con una velocidad increíble, y acabó con su enemigo, y entonces el giro, y la vio.

Encontró la mirada esmeralda, que lo miraba sorprendida¿Qué hacia ella allí?, no tuvo tiempo de pensar en ninguna respuesta, su corazón se paralizo al ver un guerrero oscuro levantar su espada hacia ella, no hubo pensamiento, solo un impulso, uno que sabia era intenso, incontrolable, no permitiría que nada le ocurriera, y olvidando sus restricciones libero una gran cantidad de su poder, y realizo el hechizo, que hizo desaparecer inmediatamente al que amenazaba lo que sabia el debía proteger, a ella, la que en sus sueños seria su ángel…

Se dio cuenta muy tarde de la presencia a su lado, no tenia escapatoria lo sabia, cerro los ojos esperando la inevitable muerte, pero nada ocurrió, sintió una gran cantidad de poder liberarse y supo que estaría a salvo, esa energía parecía adentrarse en su alma y prometerle que ya no había que temer, que el estaba allí para protegerla, la amenaza fue eliminada, y su mirada esmeralda se concentró en la ambarina, que prometía lo mismo seguridad.

-Gracias-murmuro ella.

El sonrió-Debo irme.-

-¿Volveré a verte?-sentía su corazón latir rápidamente, sus palabras mostraron el anhelo de una respuesta afirmativa, y sus ojos brillaron con la ilusión de volver a estar a su lado.

La miro unos instantes, como quería decir que si, pero lo sabia el no podría, el tenia una labor, un deber que debía cumplir, quería creer que tendría la oportunidad de tenerla a su lado al menos una vez mas, pero ya no creía en dulce ilusiones, le dedico una sonrisa, mientras en su interior quedaba tan solo la felicidad de saber que la había conocido, y al menos en sus sueños si estaría al lado de su ángel, su ángel si, desde el momento en que sus miradas se encontraron sabia que ella se había convertido en su ángel, su ángel para siempre, cerro sus ojos y desapareció.

-Espera-su voz sonó, pero sabia que no tendría respuesta, ya no sentía esa calidad presencia que la reconfortaba, y no pudo evitar sentir, aunque no fuera racional o sonara imposible, cuando el se fue de su lado sintió como su corazón se divida nuevamente, nunca había sentido que estaba incompleta, pero cuando encontró su mirada ambarina, supo que a su lado si estaba completa.

Cerró sus ojos, y aspiro, tendría que regresar a su castillo, una fuerte brisa soplo moviendo sus cabellos, y las hojas de los árboles, pero también susurro palabras, palabras que explicaban todo….

Dos mitades de un todo, nunca completas hasta encontrarse, esmeralda y ambarino…


TE

El carruaje avanzaba lentamente por el camino. Había cierto nerviosismo en su persona, pero como siempre lo mantenía bien controlado. Era una persona pasiva, Sakura siempre le decía que querría estar presente, el día en que su genio estallaba, "tienes mucho mas temperamento que yo", le decía normalmente con una sonrisa, "pero tienes mayor control sobre tus emociones, de lo que yo jamás tendré". Había hecho algunas paradas a lo largo de todo el recorrido, después de todo, su reino y el de su prima quedaban algo lejanos, hubiera sido mas fácil si su prima hubiera usado su magia para llevarla consigo, pero dos dificultades se le planteaban: nadie debía saber que su prima, la princesa del reino Cristal, tenia poderes y segundo su prima no sabia que iría.

No quiero que estés en peligro, fue lo que le dijo cuando le pidió que fuera con ella. Ella no acepto esa respuesta¿acaso era egoísta por su parte no seguir los deseos de Sakura?, no lo creía así, seria egoísta si no iba con ella, estaría sola, con la obligación de gobernar un reino. Tenía su misma edad y aunque siempre había sido responsable, sabia que la magnitud de tales cargas, le cobrarían un alto valor emocional a Sakura y ella quería estar allí, cerca, para cuando ella necesitara su apoyo, pudiera brindárselo.

Había una guerra en la tierra de Avalon, pero ¿Cuándo tardaría en llegar hasta su propio reino?, no muy lejos estaba ese día. Ella tan solo iba hacia el conflicto antes de que este llegara hacia ella. Miro sus manos, con algo de pesar, no tenia grandes poderes como Sakura, tan solo tenia el don de la curación, nadie mas sabia de esta habilidad tan solo Sakura.

Eran las guardianas de sus secretos, nunca lo revelaron a nadie, ni siquiera a su familia. La nobleza no tenia poderes, eran demasiado raros lo magos aun en este mundo de magia, generalmente era algo que se transmitía de generación en generación. Entonces ¿Cómo era posible que dos princesas tuvieran tales poderes, cuando nadie se los heredo?, creo que es el destino le había dicho una vez Sakura, y ella…ella también lo creía

El aire se hizo más espeso de pronto y su cuerpo se volvió más frio, las fuerzas parecían abandonar su cuerpo. Odio. Había odio por todas partes, lo sentía en su piel, en el aroma del aire y en lo frio que se había vuelto todo. El carruaje se paro y lo supo, corría un grave peligro.

Su nuevo poder era una maldición y una bendición. Era empática, única en su clase, la confirmación de que la leyenda de tal poder era cierta, pero aun no podía controlarlo y cuando era odio lo que lo que la rodea sentía, se debilitaba. No quería estar débil, no cuando necesitaría de todas su fuerzas para huir.

Abrió la puerta del carruaje.

-no salga princesa-le dijo James, era indudable el temor que se filtraba en el guardia que le hacia compañía.

No hizo caso de sus palabras¿de que serviría quedarse dentro del carruaje? Miro al cochero, este parecía aterrorizado.

Se apoyo en la puerta, la vista se le empezaba a nublar. No quería desmayarse cuando estaba rodeada de esas horribles criaturas.

Eran más rápidas de lo que creyó. No supo cuando una de esas criaturas se movió e hirió al cochero, este lanzo un grito, y la sangre comenzó a salir de su herida; no fue una herida mortal, pero seguro se desangraría a morir.

Trato de esquivar uno que arremetió contra ella, pero tan solo consiguió caerse, estaba tan débil. La espada se levanto contra ella y si la espada de James no se hubiera metido entre ella y esa otra espada, habría muerto. James cayó herido, era un excelente caballero, pero cuatro contra uno, era algo imposible, más aun con enemigos, como los guerreros oscuros.

Sintió entonces otra magia, no podía precisar los sentimientos de esa otra persona, había tanto odio alrededor que apagaba cualquier otro sentimiento y además estaba muy débil.

Aballasadora era su presencia, se traslucía tanto poder de su persona y su expresión era sin duda la de alguien que se supiera superior y algo le decía que no era arrogancia falsa. El era superior.

Sus ojos eran fríos, dos zafiros que podían estremecer a cualquiera y hacerlo temer. Su boca era firme y algo dentro de si le decía que no había sonreído en mucho tiempo, quizás jamás.

Sus movimientos fueron agiles y la magia que utilizo muy poderosa, ni siquiera tuvo que sacar su espada. Sus vestuario era una rara combinación, no era un mago, no un caballero, pero tampoco un noble y menos un ciudadano común. El esta mucho más arriba que cualquier división, le dijo una parte de su mente.

Se acerco a ella-¿Se encuentra bien?-su voz era suave, quizás para no asustarla mas de lo que ya estaba, pero la amabilidad no se reflejo ni en su rostro, ni en sus ojos, seguían siendo fríos, desprovisto de cualquier emoción.

Tomo aire, antes de responder-Estoy bien-su voz tembló un poco-Gracias.-

Entonces cuando el odio, había desaparecido pudo sentir el dolor de James y el cochero, trato de caminar hacia ellos, pero trastabillo un poco, si el no la hubiera detenido agarrándola por el brazo, habría caído.

Los zafiros encontraron la vista de los dos hombres, tirados en el suelo.-Es demasiado tarde para ellos, están gravemente heridos-

-No, aun hay tiempo-trato de zafarse de su agarre, pero no pudo-Por favor suélteme.-

La sentía débil bajo sus manos, la sentía estremecerse. Era fuerte, la determinación que había en sus ojos le decía que luchaba todo lo que podía. Miro a los dos hombres, pero para ellos, no habría lucha que valiera la pena, estaban demasiado heridos, aun si pudieran encontrar un mago con poderes curativo a tiempo, la magnitud de tales heridas seria difícil de sanar. La soltó.

La vio dirigirse hasta uno de los dos hombres el más grave, el cochero y se arrodillo a su lado. Resultaba muy hermosa, sus ojos amatista revelaban misterios y una bondad y ternura fuera de cualquier lógica, sus cabellos largos caían cuan magnífica cascada azabache sobre su espalda y su piel, parecía de seda. Hermosa, mas aun cuando había tanta guerra y tanta sangre a su alrededor. Se alegro de haber llegado tiempo y haber sido capaz de salvar su vida, a pesar de que no había sido capaz de salvar la vida de esos dos hombres que morirían desangrados. La dejaría estar, hasta que lograra convencerse que no había nada que pudiera hacer y luego la ayudaría llegar a su destino. Sus ropas le indicaban que se trataba de la nobleza.

Estaba pensando de a cual reino se dirigía, cuando sintió la magia y su asombro fue grande cuando vio que provenía de ella. Algunos segundos pasaron antes de que se levantara de nuevo y se dirigía hacia el otro hombre. Se acerco, antes el cochero se desangraba hasta morir y ahora un suave semblante se miraba en su rostro, dormía tranquilamente.

-Te pondrás bien James-la escucho murmurar al otro hombre y de nuevo sintió la magia. Es muy poderosa se dijo, fue capaz de curar las heridas graves del cochero y ahora curaba las del caballero, las cuales no eran menos graves.

Se acerco a ella, mientras lo curaba. Vio como el gesto de dolor del otro hombre desaparecía y adquiría uno de total tranquilidad, hasta que dormía profundamente.

Ella lo miro con una sonrisa-Estarán bien, dormirán por muchas horas, pero estarán bien-y todo gracias a el, se dijo, si el no hubiera llegado ella habría muerto y no habría podido salvar a nadie-Gracias de nuevo, nos ha salvado-

La presencia de los guerreros oscuros la había dejado débil y el usar su magia para curar a dos personas con graves heridas, pareció cobrar lo último de sus fuerzas.

Sus ojos se cerraban a pesar de sus intentos y su cuerpo se hizo pesado, lo ultimo que vislumbro fueron los ojos zafiros, ya no estaban frio, estaban llenos de preocupación y se rindió al cansancio sabiendo que estaría bien, el no permitiría que nada le ocurriese lo sabia desde el fondo de su corazón.

La agarro en sus brazos, mientras caía sin fuerza entre ellos. Su preocupación se borro un poco al ver que respiraba con normalidad, al parecer solo estaba agotada. Había curado a dos personas, cuando una solo, con esa gravedad de heridas podría haber sido difícil, sino imposible para un mago de curación. Era muy poderosa. Sus cabellos cubrieron sus mejillas y sin poder evitarlo, el aparto los cabellos de su rostro, rozando con este gesto su rostro, era hermosa, la mujer mas hermosa que había visto y de algo estaba seguro se dijo, mientras tomándola entre los brazos se puso de pie, el no permitiría que nada le ocurriese.

Y el destino se selló en este instante, solo la calidez puede derretir el hielo…


SS

El palacio era enorme y la grandiosidad se traslucía en cada instancia de el. Las caras alfombras, el elegante mobiliario, todo indicaba la riqueza de la que potentaba el reino Yanus.

Aunque su exterior aparentaba serenidad y tranquilidad en su interior estaba lejos de sentirlo. Estaba nerviosa, terriblemente nerviosa. Sus consejeros le habían advertido el peligro que entrañaba su deseo de venir hasta este reino de Yanus, claro ellos no sabían que si se presentaba la ocasión ella era mas que capaz de defenderse y si la situación escapaba de su control, podría transportarse a un lugar mas seguro con tan solo desearlo, su magia se había vuelto muy poderosa últimamente.

Por supuesto que el peligro la ponía nerviosa, pero no eran la principal causa, tenia miedo de fallar. Esta era su primera misión oficial como princesa del reino Cristal, y en esta delicada labor no había tiempo para dudas o temores. No sabia que esperar del Rey Li, lo único que podía pedir es que el también buscara lo mismo que ella, Paz, en toda la tierra de Avalon.

Era valiente o también podía considerarla ingenua e idealista. ¿Quién si no se atrevía a venir sin mas que los dos sirvientes, que la esperaban en el carruaje?, nadie mas, no cuando la guerras estallaban en todos los rincones de los tres reinos que formaban la tierra de Avalon. Los recelos dominaban las relaciones entre los reinos, hasta que las relaciones diplomáticas prácticamente desaparecieron. La desconfianza era mucha y sabia que muy pronto ya no solo habría una guerra contra los guerreros oscuros, los reinos estallarían en guerra contra otro, ninguno sabia quien estaba tras los guerreros oscuros¿otro reino?, o quizás ¿fuerzas internas de cada reino que no querían ser gobernados por las monarquías?.

El sirviente había anunciado que el rey la atendería, se puso de pie, por respeto al gobernante del palacio.

Se quedo sin reaccionar, cuando vio de quien se trataba. Recordaba lo perfecto que se sentía, mientras había estado en sus brazos, bailando la suave melodía de un vals. Había llevado un antifaz ese día y sin el, era mas arrolladoramente atractivo y cautivador¿Cómo lo reconocía?, podía resultar increíble la respuesta, pero era la verdad, sus sentidos habían absorbido todo detalle de su persona y reaccionaban ante su presencia con alegría y anhelos. Por sus ojos también le hacia imposible no poder reconocerlo, nunca podría olvidarlos, ambarinos, habían inundo sus noches, colándose en sus sueños y sintiéndolos capaces de atravesar su alma y conocer todos los secretos que albergaban su corazón.

Por un momento, pensó que solo se trataba de una ilusión, no podía creer lo que sus ojos miraban; pero podía sentir el suave olor que provenía de ellas, flores y su cuerpo estaba tenso de emoción, una emoción que solo ella podía hacerle experimentar. Su ángel, su hermoso ángel estaba allí, frente a el. Dejo que sus ojos la recorrieran sus hermosos cabellos, su calida sonrisa y sus ojos, esmeraldas, lo más hermosos que había visto. Se decía que los ojos son el espejo del alma, si tal cosa era cierta entonces ella era una mujer muy especial. Su solo recuerdo había conseguido apaciguar sus pesadillas, como nada podía hacerlo, había quitado el dolor que las pesadillas que llenaban sus sueños y atormentaban sus días, habían ocasionado en su alma. En su recuerdo, en la calidez de su sonrisa, y en la ternura de su mirada, su alma atormentaba había encontrado el consuelo que tanto añoraba.

-Eres tu -fueron las únicas palabras que pudo pronunciar cuando todo su cuerpo pareció recibir un fuerte impacto al encontrarlo de nuevo, cuando pensó, que el vacío que había quedado después de conocerlo y verlo marchar, no podría llenarse jamás, porque nunca podría encontrarlo y sin embargo allí lo tenia.

Las palabras de ella, lo sorprendieron, pero fue capaz de hacer uso de su control para no reflejar tal sorpresa en su rostro. Ella no podía ser capaz de haberlo reconocido-Princesa, un placer poder contar con su presencia- esas palabras le tranquilizaron, dándole la sensación que el tenia el control, le ofreció una cortes sonrisa. El la había reconocido por supuesto, pero para ella no entrañaba ningún peligro que su identidad fuera revelada, por el contrario para el, que si lo había. Nadie debía conocer que el era el legendario guerrero del reino de Yanus. El le había mostrado sus poderes, si ella se daba cuenta de que el había sido ese hombre de la fiesta, conocería su identidad-Debo añadir también, que me sorprende verla aquí, es usted muy valiente. La situación en la tierra de Avalon es muy tensa, nadie confía en nadie. Usted bien podría haber corrido peligro, al internarse en la casa del enemigo.-Le parecía extraño que su actitud le provocara enojo, es solo que sus palabras tenían sentido, era claro que ella no correría ningún peligro en su reino, pero si pretendía restablecer las relaciones con los otros reinos, si podía correr peligro. Si, estaba furioso porque se ponía en peligro.

Había analizado sus palabras y estas y su actitud de distante cortesía, le decían que el pretendía hacerle creer que no la reconocía. No era tan buena en leer en las expresiones de los demás como su prima Tomoyo, pero casi. Había visto el brillo de reconocimiento brillar en sus ojos, cuando la había visto.-Tiene razón, majestad, pero ahora que lo he conocido no veo que tenga motivo para temer por mi vida-sus sonrisa se amplio y sus ojos se volvieron mas calidos-Después de todo le debo mi vida-

Las palabras de ella lo desconcertaron, y no lograr ocultar su asombro-Yo creo...-

Tomoyo siempre dijo que su naturaleza era impetuosa, llevada siempre por los impulsos y guiada por sus sentimientos y todo era cierto, por esto no pudo evitar interrumpir lo que seria sin duda una mentira-Lo he reconocido, era usted el de esa noche- Era evidente que el no quería que lo reconociera¿entonces porque se negaba a ocultar ese hecho y dejarlo mas tranquilo a el?, la respuesta era sencilla o talvez mas complicada de lo que ella misma entendía, no quería el trato distante y cortes que había pretendido brindarle, dos miembros de la realeza un rey y una princesa. No quería ese trato cuando siendo dos extraños había existido una intimidad desligada del tiempo, una armonía y serenidad con la compañía del otro, quería esto de nuevo y por eso se mantendría firme-Y se que usted también me ha reconocido-

La seguridad que se reflejaba en su rostro y en su voz era innegable. No tendría ningún sentido en negar la verdad, cuando se le miraba tan segura de sus palabras-Veo que no me deja la oportunidad de negar nada-

Sonrió-No la tiene-se acerco mas a el, hasta que pudo colocar una mano sobre su brazo, tal gesto podía ser totalmente incorrecto según las normas, pero con el nada importaba, nada que no fuera lo que su corazón dictase. Una calidez reconfortante los envolvió a ambos, era magia, no del tipo ordinario, sino una mucho mas especial…-Su secreto esta a salvo conmigo, no le diré a nadie que usted es el legendario guerrero de su reino, se lo peligroso que le seria que alguien sepa su identidad-

Podía no confiar en sus palabras. El secreto que pretendía guardad era demasiado importante, su vida y su reino dependía de ello, pero la sinceridad de su voz, de sus ojos le decía que podía confiar en ella, supo que cualquier promesa que ella le hiciese, la cumpliría-Gracias-le dijo

Ella sonrió-Le debo mucho mas, usted me salvo, le debo mi vida y gracias le digo de nuevo-el confiaría en ella, pero talvez había otra forma de hacer que sus lazos se estrecharan mas, ella conocía su mayor secreto, entonces ella le permitiría saber el suyo.

-¿Esta habitación esta protegida contra la magia, no es así?-

Le sorprendió su pregunta, y mas que ella pareciera casi segura de que era así, nadie sabia que había protección contra la magia a menos que poseyera alguna-Si-le contesto, viéndola mas detenidamente no percibía nada de magia proveniente de ella, y solo alguien muy poderoso podría ser capaz de ocultar la magia-¿Cómo lo supo?-

Sonrió-Usted ha confiado en mi para guardar su secreto y me alegra que así lo hiciese- se acerco mas a el hasta que tan solo unos pocos centímetros lo separaban.

Tendría que acostumbrase se dijo Shaoran, era algo fuera de su control el que su corazón, su cuerpo, su misma alma parecía reaccionar ante la cercanía de ella, era una sensación de euforia, calma, tantas y tan variadas emociones pero todas tenían una singularidad le hacían sonreír-Confío en ti- no la conocía, y extraño al mismo tiempo le parecía que la conocía desde siempre-Confío en ti Sakura-

Ella sonrió mas aun al ver que había usado su nombre-¿Es extraño no lo crees?, hace poco que nos conocemos y parece que ya nos conocíamos de antes, en otro tiempo-Lo miro con calidez ella lo creía así, algo que quizás fue escrito por la magia, no había otra forma de describir los lazos que parecían atarla a el-Yo también confío en ti, es por esto que te brindare mi secreto Shaoran-

No tuvo tiempo si quiera de preguntar de que se podía tratar, pues empezó a sentir esa otra magia, crecer poco a poco, era cálida envolvente y muy, muy poderosa.

Una risa alegre escapo de sus labios, cuando lo vio asombrado- Como veras tenemos más cosas en común de lo que crees.-


TE

Allí lejos de la claridad, en una de las esquinas oscuras estaba el. Había pensado que en el momento del ataque le había atribuido más magnificencia de la que en realidad tenia, pero se equivoco, no solo era tan increíble como lo había pensado antes, sino que lo era más. No sabia que pensar de el, su mirada era fija, pero no era esto lo que le provocaba el escalofrío que recorría a lo largo de su columna. No, lo que le provocaba estos sentimientos, era la falta de cualquier rasgo de calidez o cualquier sentimiento que no fuera una frialdad absoluta en esos ojos zafiros, y no solo sus ojos reflejaban lo duro que era el hombre que tenia frente a el, todo sus rostro estaba tallado en la mas absoluta indiferencia.

A pesar de que habían transcurridos algo mas que unos pocos minutos, el no había dicho nada y esto la empezaba a poner nerviosa, y si, un poco exasperada por que ese hombre parecía ignorarla, y talvez podría haberse sentido molesta por lo que parecía ser una terrible descortesía, podría, si no fuera tan claro en su memoria porque estaba allí, con el. Le debía su vida, si no hubiera sido por el, ahora estría muerta.

-Gracias-murmuro-Me ha salvado la vida.-

Se separo de la pared y salió de las sombras en que tan a gusto se sentía, después de todo su alma estaba llena de ellas. Escucho sus suaves palabras, pero no salio ninguna replica de sus labios, tan solo un leve asentimiento de su cabeza, le demostró que la había escuchado. No sabia que pensar de la extraña mujer, sin duda era muy hermosa, tanto que parecía no ser una simple mortal, pero al haberla sostenido junto a el, pudo sentir su calor, su suave aroma a flores, no era una ilusión, pero no por ello menos desconcertante.

-¿Quién eres y hacia donde te dirigías?-su voz sonó fría y firme, tal como era el.

Tomoyo lo miro, su energía comenzaba a regresar a ella, y con ella su poder. La mezcla de sentimientos que había en el, vasto para hacerla sentir mareada de nuevo, había odio, mucho odio, deseo de venganza, mucha soledad, una capaz de llenarla de una terrible congoja, había culpabilidad, y se asombro de la magnitud de esta, y por ultimo lo sintió allí detrás de todo encontró quien era verdaderamente el, habían amabilidad, ternura, y sonrió al parecer aun había esperanza para el magnifico caballero-Soy Tomoyo Daidouji, y me dirigía hacia el reino Cristal.-

-¿Porque?-

-No me ha dicho su nombre.-

Enarco una ceja, con ese comentario le había hecho notar su descortesía, podría haberse negado a responder, pero algo le dijo que si no lo hacia ella no respondería.-Soy Eriol Hiraguizawa-

Lo miro unos instantes antes de responder, ninguno de los sentimientos que provenían de el, se reflejaban ni un poco en sus rostro-Quería ver a mi prima, la princesa Sakura-

-Así que eres de sangre noble-

-Soy princesa del reino Tera, pero no heredera del trono.-

-¿Acaso no sabes de la guerra que azota la tierra de Avalon?-

-Por supuesto que lo se, por eso deseaba ver a mi prima, no tiene a nadie mas y sobre sus hombros recae la obligación de reinar, cuando hay tanta muerte en esta tierra, quería ser su apoyo-

La observo durante unos instantes, pudo observar como sus rasgo mostraban todo el amor que sentía por su prima. Habían sin duda lazos fuertes que unía a las dos mujeres, tanto que la princesa amatista fuera capaz de arriesgar su vida para estar con ella, y saber que pudo haber muerto lo lleno de una furia irracional, que se obligo a mantener contenida-Fue una tontería hacer eso, podrías haber muerto-sus palabras fueron frías y cortantes.

-Lo se podría haber muerto, gracias a ti estoy viva y tienes mi gratitud por siempre, pero no puedo huir de lo que considero necesario, Sakura me necesita y no podía girar la vista y dejar que alguien a quien quiero tanto permanezca en la soledad y con tan dura carga, sin tener a alguien a su lado.-

Había estado tanto tiempo aislado, rodeado de la muerte y la soledad que sus palabras le recordaron que además de odio, habían otros sentimientos, lealtad, amor y todo estaba contenido en la figura de la delicada mujer frente a el, delicada si, pero poderosa por lo que había podido ver hasta el momento.

-¿Mi caballero y el cochero están bien?-

Sus palabras lo sacaron de sus cavilaciones-Si, ambos están dormidos me encargue de que descansaran en algunas de las habitaciones-

-Gracias, no despertaran quizás hasta mañana, sus heridas fueron graves.-

-Lo fueron-la estudio unos instantes, incrédulo, porque hasta el momento todo lo que había visto en esta mujer era increíble, estaba llena de bondad, era una princesa, sin embargo se preocupaba de sus sirvientes como si fueran sus iguales.-por la magnitud de sus heridas pensé que morirían, pero tu los curasteis, sin embargo eso dreno todos tus fuerzas y sin embargo no dudaste, ni un segundo al ayudarlos.-

-¿Cómo podría haberlo hecho?-

Por primera vez en mucho tiempo, Eriol sonrió, ante la replica de ella, los sentimientos de Tomoyo eran tan puros que para ella, no importaba su persona, si con ello podría ayudar a otra persona.

-Podría haber hecho una mejor labor y haberlos curado totalmente, y haberles regresado su energía, pero mi fuerza no podía para más, mis propias energías se veían consumida por el odio de los guerreros oscuros.-

-¿A que te refieres?-fue incapaz de contener su curiosidad, ante lo que considero tan enigmático comentario.

-Soy empática-

Se sorprendió y supo que no fue capaz de ocultar su reacción, y eso hizo que se enfureciera un poco, el implacable control que tenia sobre sus emociones, parecía tambalearse con la presencia de Tomoyo-No existe tal poder, la empatía es solo una leyenda.-

Tomoyo sonrió-Yo también lo creía, hasta que tuve este nuevo poder, antes tan solo podría curar soy muy buena en ello, por eso y dado que nunca se ha tenido referencia de la empatía, me costo aceptar que estaba adquiriendo este nuevo poder, es reciente por ello no he podido aprender a manejarlo al menos totalmente, aun soy incapaz de bloquearme hacia lo que siente otra persona o criatura como es el caso de los guerreros oscuros, están hecho de puro odio, y no hay sentimiento mas acuciante que ese, cuando estoy cerca de alguien que solo siente odio, mis energías se agotan y siento que me falta el aire-

-Me cuesta creer lo que dices-

-Lo se, podría convencerte si te digo lo que hay en ti.-

-Descansa-Eriol camino hacia la puerta, era obvio que ella estaba agotada la empatía no existía, era solo una leyenda.

-Espera no puedes seguir llenando tu corazón de mas odio-sus palabras lo detuvieron.-y aunque no se volvió a verla, Tomoyo siguió.- se que eres un hombre justo y bueno, así que creo que la culpa que cargas sobre tus hombros es injusta.-

Eriol se giro hacia ella-¿Cómo es posible?-

Tomoyo se puso de pie, todavía se encontraba algo débil, pero sabia que tenia que ir con el-Lo siento aquí-sus manos se posaron sobre su corazón- así es como funciona mi poder.

-Yo..-

-Lamento haberte traído los recuerdo que te ocasionan este sufrimiento, hay tanto dolor y soledad en ti -continuo Tomoyo, mientras se acercaba.-Déjame ayudarte-puso las manos sobre el-al menos quiero darte un poco de paz.-

No movió ni un solo músculo, cuando la calidez de su piel le toco. Su corazón se sentía pesado como siempre cuando recordaba el pasado, pero entonces la sintió a ella adentro de si mismo brindándole su ternura, dándole consuelo y aliviando su carga.-¿Qué has hecho?-

-Te he quitado un poco de soledad y de la culpabilidad que agobian tu corazón, quisiera poder borrarlas totalmente, pero mi poder tiene limites, uno de ellos es el odio, no puedo hacer nada por quitarlo, el amor y el odio, son los sentimientos mas fuertes, y su fortaleza no tiene limite, así que esto depende de ti, debes dejarlo ir.-

Tomo la mano que estaba sobre su mejilla y la tomo entre las suyas-El odio es lo único que me permite seguir adelante y porque tu me lo pidas no podría dejar de odiar-tras esas frías palabras, se dio la vuelta y camino hacia la puerta. Se detuvo pero no la volvió a ver cuando hablo-Mañana cuando tu guardaespaldas y el cochero despierten, te escoltare hasta el reino de tu prima-salió de la habitación sin pronunciar otra palabra.

Tomoyo lo miro marcharse, su mirada se torno triste pensando en lo terrible que pudo haberle ocurrido para lo que ante fuese un corazón lleno de amor, se llenara de tanto odio.

Camino hacia la cama y se acostó. Había algo que no le había dicho a Eriol de su poder, era cierto que podía aligerar los sentimientos de otros si así lo quería, pero no lo hacia con frecuencia, de hecho, era la segunda vez que lo hacia, porque había una condición, ella debía cargar por un tiempo los sentimientos que quitaba de otros, y por esto no pudo evitar que las lagrimas recorrieran sus mejillas, la soledad y la culpa, pesaron en su corazón, con un terrible dolor, pero no se arrepentía de haberlo hecho lo haría mil y una vez si así podía ayudarlo a el.

El cansancio la venció y cerró sus ojos. Un poco de brisa movió sus cabellos y susurro unas palabras en su oído: La venganza envenena el alma, solo amatista podría salvar el alma de zafiro…

Continuara….

Algunos términos para el mejor entendimiento de la trama.

Mago sanador: Es aquel con poderes que les permite curar heridas en otros. La gravedad de las heridas que puedan sanar dependerá del poder del mago, es un tipo de magia que absorbe bastante energía de quien la practica, por lo que no es posible que un mago sanador cure consecutivamente sin perder sus energías.

Mago creacionista: son capaces de crear energía con su magia. Esta energía puede ser ataque si se concentra gran cantidad, o pueden crear escudos si esta energía se extiende en el espacio.

Mago del movimiento: el tipo mas común de magos, son aquellos que pueden mover cualquier cosa con su magia.

Mago del espacio: Magos capaces de doblar el espacio y concentrándose son capaces de aparecer en cualquier lugar en pocos segundos a pesar de la distancia

Mago de los elementos: La naturaleza brindo dones a estos pocos magos, capaces de controlar las nubes, la lluvia, el viento y los poderosos rayos.

Empaticos: La leyenda afirma que antes en el tiempo de armonía estos magos, eran parte del gran consejo, ya que sabían cuales eran los verdaderos deseos e intensiones de los demás, pues eran capaces de ver lo que en un corazón había.

Guardianes del tiempo: existente al igual que los empáticos en los tiempos de armonía, y también miembros del gran consejo, ya que su magia, les permitía ver el pasado, el presente y el futuro.

La tierra de Avalon esta formada por:

-El reino Cristal (gobernante: Princesa Sakura Kinomoto)

-El reino Yanus (gobernante: Rey Shaoran Li)

-El reino Overlot (gobernante: Rey Darius Taxzu)

Más lejos de la tierra de Avalon se encuentren otros reinos entre ellos

El reino Tena (gobernante: Rey Satsuke Daidouji, heredero del trono: Yukito Daidouji)

Escuela de magia clow, colinda con los tres reinos, y estaba considerada la escuela de magia más poderosa de todos los reinos.

Notas de la autora: Aquí con este nuevo fic, el motivo, una promesa que había hecho a una de mis hermanas Ada, ella también ha publicado algunas de sus historia en fanfiction bajo el Penname de AdaZu, en fin este fic es contribución de ambas, y esperamos que lo disfruten, y si es así nos gustaría saberlo a través de un review.