¡Hola a todos! Luego de una laaarga ausencia de como 4 meses estoy de vuelta con un nuevo nick, trayéndoles esta nueva historia, que toma lugar, justamente, por los días de año nuevo. Para quienes lean este realto bastante tiempo después de que lo publique, hoy es 31 de Diciembre (Tal vez fue toda esta atmósfera de víspera de año nuevo la que me inspiró). Ojalá disfruten, y por favor, por favor déjenme reviews, recuerden que eso me inspira para seguir.

Disclaimer: Por más que lo desee con toda mi alma, ninguno de estos personajes me pertenece, todos son propiedad de la genial Stephenie Meyer, más alguna información que saqué de Twilight Lexicon. Yo soy sólo una loca que gasta su tiempo en hacer estas historias con la creación de la señora Meyer (bendita sea) por amor al arte y a sus brillantes personajes, pero no pretendo lograr nada de dinero con esto... Sólo algunso reviews y mucha diversión : )


Con tus Instintos

Prefacio: La Estrella

BELLA SWAN

La cuenta regresiva casi terminaba, dentro de unos momentos sería año nuevo. Aún no terminaba de creerme que hubieran pasado ya tantas cosas…

Yo y Edward ya estábamos casados, ya éramos marido y mujer, pero aún no estaba transformada… Cierto incidente me obligó a conservar mi forma humana por unos meses más, a continuar viviendo en casa de Charlie, aunque no lo quisiera…

Sería en San Valentín, ese día por fin podría entregarme a la eternidad. Tenía los días marcados en un calendario, un pedazo de papel que permanecía, expectante, colgado en la pared de mi dormitorio, que empezaba a aborrecer con toda mi alma. Quería irme, romper esa impaciencia que tanto me consumía. Incluso, según me contó Edward decía "Alaska" y "vampiro" en mis sueños.

- 9… 8… 7… 6… - Mi futura familia comenzó la cuenta regresiva de la forma más precisa y puntual posible.

Ese año iba a ser muy diferente. Dejaría todo lo que conocía, salvo una cosa. Dejaría a Charlie, al que estaba acostumbrada, y de cierto modo, quería. Dejaría a Renée, la madre que había cuidado de mí durante toda mi infancia. Dejaría a mis amigos humanos… Dejaría… Dejaría… Dejaría a Jacob. Ése, probablemente sería mi mayor precio a pagar.

- 5… 4… 3… 2… 1… - Mi futura familia continuaba la cuenta, mientras yo repetía todo, con mi concentración dentro de mi fuero interno. Miré a Edward. Todo lo que iba a pasar en este año valía la pena… Tan sólo quería dejar de esperar, de recordarme todo lo que iba a dejar atrás.

- ¡…0! – En ese mismo instante, una brillante estela cruzó el cielo. Una estrella fugaz. En el mismo instante en que un año se iba y otro nuevo llegaba, miles de días, horas, minutos, segundos a nuestros pies… Varios de los cuales la misma eternidad estaría a mi merced, toda una eternidad para pasar junto a Edward.

Esto tenía que significar algo, una estrella fugaz en el mismo momento en que llegaba un año nuevo. Nunca había sido supersticiosa, pero no perdía nada sólo… Deseando.

Cerré mis ojos formulando en mi mente aquello que más quería entonces. No tener que esperar. Comenzar a experimentar la eternidad… No el 14 de Febrero, no dentro de mes y medio. Ahora mismo.

Me sorprendieron los fuertes brazos de Edward tomándome por la cintura con fiereza. En medio segundo, mis ojos estuvieron justo enfrente de los suyos, que me miraban con intensidad. Esa mirada bastaba para dejarme totalmente sin aliento.

- Un beso en año nuevo asegura que la pareja durará eternamente. – Dijo con picardía.

Nuestros labios se juntaron en un beso corto, pero dulce.

ROSALIE HALE

Otro año más de los tantos que había vivido. Gran diferencia. Unirme a la cuenta regresiva era algo puramente humano… así que lo hice. Aunque me costara admitirlo, apreciar cada año nuevo como un milagro, de una forma puramente humana, sin pensar simplemente "¡Bah!", sin hacer la cuenta regresiva sólo por hacer algo distinto en esta eterna existencia.

Deseaba ser humana. Esa Bella Swan realmente tenía suerte de ser lo que era¿Y qué era lo que quería? Hacerse mi hermana. Era, seguramente, la decisión más estúpida y equivocada que iba a tomar en su vida. Incluso se mostraba impaciente por convertirse en vampiro. Absurdo. Ella, más que todos nosotros, debería disfrutar el poco tiempo que le quedaba hasta el 14 de febrero.

La cuenta regresiva llegó a 0, y, en ese mismo momento, una estrella fugaz cruzó el cielo, muriéndose. Una estrella que se dirigía hacia un lugar mejor, donde tal vez aquél ser todopoderoso que nos había creado y hacía de nosotros lo que le pareciera, escucharía los ruegos que le enviáramos con esa estrella.

Cerré mis ojos y desee con todas mis fuerzas aquello que deseaba desde… desde el preciso momento que mi corazón dejó de latir. Quería ser humana.

Emmet me sacó de mis cavilaciones, pidiéndome mi habitual beso del 1 de Enero.