Antes que nada, este es el primer fic de Crepúsculo que escribo y publico. Estoy muy nerviosa por ello, y además, que no se si me he metido bien el personaje de Bella,si no es así, lo lamento.

Summary: Jacob nunca llegó a tiempo para salvar a Bella del acantilado. Otra persona, sin embargo, lo hizo esta en su lugar, haciendo que ella pagara un alto precio por estar viva. Esta persona es un ángel, pero uno muy distinto a los demás.

Años mas tarde, la batalla entre criaturas parece estar en sus mejores momentos. Edward y Bella volverán a encontrarse, aunque cada uno de un lado contrario. ¿Podrá su amor superar todos estos obstáculos?

Por otro lado, todo pertenece a Meyer, ella creo los personajes (aunque hay algunos mios) y al perfecto de Edward Cullen


Cuando abrí los ojos no supe identificar el lugar en el cual me encontraba. El cuerpo me dolía, todo, mi piel, mis huesos, como si me hubiera dado un buen golpe al chocar contra algo. "Y valla que me lo había dado" me dije mentalmente al recordar perfectamente cuando me había tirado del acantilado.

Me incorporé, torpemente mientras trataba de enfocar algo de familiaridad del ambiente. El bosque, el bosque por el cual…Negué con la cabeza inmediatamente, mientras trataba de apartar aquellos pensamientos de mi cabeza.

Veo que estas despierta- susurró entonces una voz y levante el rostro. Un joven mas o menos de mi edad, pelo rubio cobrizo y sorprendentes ojos verdes me miraba fijamente, estudiando mi rostro, desde el árbol más cercano.

-¿Quién eres?- pregunté curiosa, mientras sentía como el cuerpo me daba vueltas y mas vueltas.

-Soy Leonardo- me tendió la mano mientras se acercaba a mí. No sabía si formaba parte del saludo o me iba ayudar a levantarme. De todas maneras se la estreche y pude sentir para mi asombro como era tan fría y tan dura como la de los vampiros. Nuestras manos hicieron un leve sonido al chocar que también extrañó.

-Bella Swan- susurré aún levemente confundida

-¿Te sientes mejor, Bella Swan?

-Un poco- hice una mueca mientras me levantaba. No me sentía mal, pero tampoco bien del todo aunque tenía mucha energía recorriendo mi cuerpo, como si algo fluyera a través de mis venas con una rapidez que me hacia estremecer durante algunos segundos.- ¿Qué hago aquí? – pregunté mientras miraba mis manos, mas suaves y mas perfectas de lo normal.

-¿No lo recuerdas?- inquirió el, de forma curiosa

Negué con la cabeza mientras empezaba a caminar por el paisaje. No me costaba identificar mucho donde estábamos, era muy cerca de donde alguna vez habían vivido los Cullen anteriormente. Pensar en ello abrió nuevamente la herida que tenía en el pecho. Edward. Alice. Jasper. Rosalie. Emmet. Carlisle. Esme. Sus nombres se repetían con una velocidad alarmante y luego, como si algo se hubiera clavado, quizá mas hondo, mi conciencia repitió el nombre de mi salvación. Jacob Black.

No pude evitar lanzar un sollozo al recordar que la última vez que había sabido de mi mejor amigo este estaba arriesgando su vida por mí dándole caza a Victoria. Me estremecí al imaginarme su figura, salvaje, descontrolada, letal.

La última vez que recuerdo me tire de un acantilado- hablé, mirando a Leonardo con suspicacia- ¿Cómo es que estoy aquí¿Como es que estoy viva?

En cierto modo me enfadaba que me hubiera quitado la oportunidad de morir, de no volver a pisar esta tierra, pero me había salvado, él había interrumpido mi monótona vida para arrebatarme de las manos la oportunidad que tenía de aliviar todo el dolor que estaba sintiendo.

-Es una larga historia- me dijo, sonriendo

-Tengo tiempo

El me miró, entre divertido y preocupado, pero tras meditar unos segundos se acerco a mi, me tomó delicadamente del brazo y me hizo avanzar unos pasos.

-¡Hey!- protesté, intentando soltarme- ¿Qué crees que haces?

-Quieres respuestas ¿no? pues te las voy a dar-Seguimos forcejeando un par de minutos, mientras nuestros cuerpos chocaban pesadamente uno con el otro, no sabía de donde había sacado tanta fuerza pero me estaba ayudando de mucho.

-¡Esta ya quieta Bella!- dijo al fin, lanzando un suspiro-

-¡Quiero saber donde me llevas!- exigí. No sabía que era, pero sentía que algo grande estaba apunto de suceder.

-Limítate a seguirme- me respondió con voz grave y decidí que lo mejor era hacerle caso¡Aunque que ni siquiera se atreviera a ponerme otra mano encima!

Avanzamos por el bosque, y sentí como mi cuerpo flotaba, era extraño, como si no hubiera mas carga que mi propia conciencia. Escuché, como el sonido del rio indicaba que nos estábamos acercando. Por lo que, también a la casa de los Cullen.

Algo volvió a doler dentro de mí, pero luego de haberme tranquilizado seguí a mi "salvador" que en esos momentos miraba su reflejo en el rio con cierta nostalgia en sus ojos. Intrigada, me puse por detrás, intentando verme yo también.

Lo primero que me devolvió la mirada fueron unos grandes y saltones ojos verdes. Mi rostro, en forma de corazón había sufrido un cambio al estar con rasgos más finos, puros, como si solo la perfección se reflejara en cada una de mis facciones. Mis cabellos ondulados, castaños emitían un extraño brillo a la poca luz que se colaba por los arboles.

Asustada, di dos pasos atrás. Leonardo giró su rostro, clavando sus esmeraldas brillantes y profundas en las mías.

-¿Vampiro?- me atreví a preguntar mientras involuntariamente mientras sentía como el terror recorría por mi cuerpo, al igual que la adrenalina.

Leonardo negó tristemente con la cabeza mientras me miraba con resignación.

-Ángel, Bella, ahora eres un ángel.


Bien, espero que les haya gustado

Espero criticas de todas

Besos

Magda