CAPÍTULO 35:
— Un final no muy feliz —
La mansión de los Potter estaba hecha todo un desastre, muchas cosas rotas y gente herida por todos los rincones del lugar. La gente gritaba y todo estaba mal, pues los encapuchados seguían haciendo de las suyas y no dejaban a nadie escapar, de alguna manera los habían acorralado, solo algunos pudieron escapar, los que se encontraban a fuera, aunque muchos no lo hicieron por querer ir a ayudar a los demás, y, en ese momento, era lo mejor.
Pero en un momento puede cambiar la vida de una persona, tan rápido como en un abrir y cerrar de ojos. Eso era lo peor, pues te podían atacar por cualquier parte y todos en ese lugar debían estar unidos para evitar más la gente herida.
James Potter estaba en ese momento algo alterado tenía una mirada oscura y llena de odio, la gente alrededor se dio cuenta de ello, pero no hicieron nada porque cada uno de ellos estaba ayudando al otros o simplemente trataban de evitar que los hechizaran. Había ocurrido lo que pensó que no podría pasar nunca, habían atacado a su novia, a su dulce pelirroja, a su Lily.
— Lily ¿Estás bien? — No había pasado ni dos minutos para que James estuviera al lado de ella tratando de ayudarla. Lily asintió levemente cosa que no convenció a James del todo pero ella se lo aseguró — Vamos, vete Lily — Miró a James con una ceja alzada y luego se levantó y tocó su brazo en donde tenía una cortada algo profunda y que además no paraba de sangrar.
— No te preocupes, estoy bien — James como siempre trató de refutarle aquello, le alteró verla sangrar de esa manera.
— ¿Y bien? ¿La muchachita está bien o debe irse porque su novio se lo pide? — A Lily le brillaron los ojos de odio — Vamos chica, que tu príncipe no te cree capaz de pelear tu sola.
Lily arrugó se frente y volvió a apuntar al chico, le tiritaba la mano por toda la rabia que tenía, además le costaba sostener todo su brazo derecho pues justo en ese había sido donde había logrado alcanzar el hechizo. James volvió a suplicar que se fuera del lugar, Lily negó con la cabeza muy convencida y se puso delante de su novio.
— ¡Expelliarmus! — Gritó Lily. De todas formas el chico no se esperaba eso pues estaba más concentrado en insultarla verbalmente, así que salió disparado hacia la pared. Lily rió algo vengativa y se fue directo hacia él. — ¡Diff…!
— LILY — James le gritó detrás de ella, no dejó terminar su hechizo, Lily lo miró confundida y James hizo bajar su barita — No lo puedes matar — Lily lo miró algo consternada, la verdad es que no quería hacerlo, pero las ganas de venganza se habían apoderado de él. James lo apuntó con su varita y murmuró un Desmaius, así, no podría hacer nada y los demás pensarían que estaba muerto. — Vamos, tenemos que encontrar a los demás — Lily asintió en silencio y lo siguió.
Por otro lado de la mansión Potter Annelisse se encontraba totalmente frustrada, estaba sola con toda esa gente por ahí, y es ese momento quería saber cómo estaba su familia. Entró por uno de los pasillos de la mansión y empezó a abrir todas las puertas por si encontraba a alguien. Por suerte consiguió encontrar a alguien, un grupo de niños estaban escondidos en una especie de armario, ocultos entre cajas y cosas, Annelisse le agradeció a Merlín que entre esos niños estaba su hermano, lo abrazó fuerte y trató de calmarlo.
Tenía que sacar a esos niños de ahí y llevarlos a un lugar más seguro, pero en ese momento no se le ocurría ningún lugar en donde ir a dejarlos. Los seis niños estaban aterrados, y las dos niñas que estaban ahí lloraban desconsoladamente.
— Escuchen, tienen que quedarse aquí, no hagan ningún ruido y cálmense, hechizaré la puerta para que no pueda entrar nadie en el caso de que pase — Aunque Annelisse rogaba porque eso no pasara.
Su hermano la abrazó y le rogó que se quedara con ellos. Annelisse le sonrió tranquilizadoramente y le prometió que ella estaría bien y en cuanto todo terminara lo iría a buscar inmediatamente. Anne salió del lugar suspirando pesadamente mientras dejaba a los niños en ese lugar, se alejó un poco y pronunció el hechizo.
— Colloportus — Después de mencionar el hechizo Anne se fue del lugar más tranquila, él que le preocupaba era su hermana, pues sus padres podía perfectamente defenderse solos.
Sirius trataba de ayudar a cuanta gente lo necesitaba, algunos atacaban por la espalda y Sirius los hechizaba antes de que eso pasara. Trataba de buscar al resto de sus amigos, no sabía nada de ellos desde hace mucho. Minutos después de recorrer el salón pudo encontrar a Remus que tenía cara de desesperado.
— ¿Qué pasa? — Preguntó Sirius al acercarse a él.
— No encuentro a Sophie — Sirius asintió y pensó en Anne y le rogaba a Merlín que la cuidara por mientras que él no estaba cerca. — El problema es que tengo el presentimiento de que algo anda mal con ella.
— No te preocupes, no le va pasar nada. — Sirius palmeó su hombro para darle ánimos.
— ¡SIRIUS! ¡REMUS! — Annelisse se acercó a los chicos con algo de alivio, pensar que por lo menos ellos dos estaban bien. Anne se colgó al cuello de Sirius y este la abrazó fuerte — ¿Donde está Sophie? — Remus suspiró.
— No tengo idea — Anne achicó sus ojos e instintivamente tocó su dije. — Dime por favor que no está azul — suplicó Anne con los ojos cerrados.
— Está azul — le dijo Sirius mirando a Annelisse confundida. La chica suspiró.
— Debemos encontrar a Sophie. ¡Ahora!
Remus miró a su amiga extrañado, pero le hizo caso, los tres, sin separarse mucho empezaron a buscar a Sophie, Anne estaba al borde del llanto porque no la encontraban y su dije no le decía mucho, tan solo que necesitaba ayuda, se le había olvidado por completo lo del collar, pero ahora probaba que funcionaba, solo esperaba que no fuera cierto y que en realidad Sophie no estaba mal.
¿Por qué rayos la mansión Potter era tan grande? Y además la gente no ayudaba mucho a encontrar a su amiga. Sea lo sea, Remus no tenía muy buena espina por la reacción de Anne ante su desesperación por encontrar a Sophie, no sabía si estaba capacitado a verla mal, no sabía si podía verla herida, o peor aun… muerta. Remus sacudió su cabeza para alejar todos esos malos pensamientos, ahora solo debía concentrar para encontrar a su novia.
Annelisse paró rápidamente y sus ojos se le llenaron de lágrimas, agarró a Sirius muy fuerte de su brazo y las lágrimas empezaron a caer. Anne levantó su mano y apuntó hacia la escalera. Remus corrió hacia ellas sin antes saber si ella era o no, aunque de todas maneras sabía que era ella, su hermoso cabello oscuro se encontraba regado por las blancas escaleras haciendo un contraste.
A Remus se le agolparon las lagrimas en los ojos haciendo un poco borrosas su vista pero no dejó que ninguna callera, pues Sophie no estaba mal, tal vez solo inconsciente. No podía estar más mal que eso, no, además su corazón no soportaría verla de esa manera. Sirius y Anne corrieron hacia él para ver como estaba Anne, Remus la tenía abrazada, pero no hacía mucho.
— Hay que… llevarla a algún lugar — Dijo Sirius.
— ¿Ella está bien?
— No lo sé — dijo Remus en un susurro.
Y sin decir mucho más, Remus la tomó entre sus brazos y empezó a subir las escaleras, lo único que quería en ese momento era dejarla en un mejor lugar y tratar de hacer lo posible por curar sus heridas, pues al parecer solo estaba inconsciente por algún hechizo. Sirius y Annelisse dejaron que se la llevaran, por lo menos si estaba con él no le pasaría nada más.
— Deberíamos ir a buscar a Lily y James — dijo Anne sonriendo de lado.
— No les ha pasado nada — Le aseguró Sirius mientras la abrazaba.
Los dos se sonrieron y empezaron su búsqueda hacia el salón de la mansión Potter en donde seguramente Lily y James se encontraban. Buscaban con cuidado tratando de pasar desapercibidos ante todos. Era complicado buscar personas en estas circunstancias, pues todos se movían por todos lados y loas rayos de luces se veían por todos lados, aun así los encontraron, al verse se abrazaron felices de que por lo menos ellos estaban bien.
Anne les contó lo de Sophie y Lily quiso ir a verla de inmediato, Anne la detuvo pues no quería que interrumpieran a Remus en ese momento tan doloroso para él, Lily asintió comprendiendo.
— ¿Y ahora que deberíamos hacer? — Preguntó Anne. Los demás chicos se encogieron de hombros.
— No encuentro a mi padre ni a nadie que me pueda explicar como van las cosas — Explicó James.
— Pero no dudo que esto va a acabar bien.
— Tal vez solo esto — dijo Lily. — No solo esto va a pasar, muchos momentos como este van a empezar a ocurrir, algo no anda bien en el mundo mágico.
Todos se la quedaron mirando, era algo difícil de asumir, pero Lily tenía razón, este solo era el comienzo, alguien quería cambiar al mundo mágico como existía, era cierto… y todo estaba por cambiar.
Los cuatro chicos se quedaron mirando a otro lado, cada uno en sus propios pensamientos. Pero volvieron a la realidad cuando una fuerte explosión volvió a escucharse en toda la mansión. Todo se paralizó nuevamente, la gente parecía confundida con todo eso hasta que una voz se escuchó desde algún lugar del salón.
— DAMAS, CABALLEROS. LAMENTAMOS TOTALMENTE ESTE INCIDENTE, QUEREMOS DISCULPARNOS CON USTEDES POR TENER QUE PRESENCIAR TODO ESTO. AQUELLOS MAGOS Y BRUJAS YA SE HAN RETIRADO DEJANDO A ALGUNOS DE ELLOS HERINOS O INCOCIENTE Y LOS AURORS NOS ENCARGAREMOS DE TODO PARA COMENZAR UNA INVESTIGACIÓN. AHORA SOLO LES PIDO QUE REUNAN A SU FAMILIA PARA QUE PUEDAN REGRESAR A SUS CASA, NUEVAMENTE MIL DISCULPAS POR TODO ESTO.
Después de aquello la gente comenzó a murmurar cosas y empezó a buscar a las personas con las quien habían asistido a la fiesta. Los cuatro chicos se quedaron en el mismo lugar viendo como la gente caminaba un poco más tranquila, aunque Annelisse se fue del lugar explicando lo que había hecho y que debía sacar a su hermano del armario y encontrar a su familia, los demás asintieron y ellos se fueron en busca de Remus y Sophie que esperaban que estuvieran bien.
Annelisse al llegar al armario volvió a sacar a los niños los cuales estaban más tranquilos cuando Anne les explicó que ya todo había terminado, los niños salieron corriendo del lugar en busca de sus familias y Justin simplemente abrazó bien fuerte a su hermana.
— Te dije que no me iba a pasar nada — su hermano sonrió — Vamos a buscar a nuestros padre — Justin asintió.
Los dos hermanos empezaron la búsqueda de sus padres, pero no se demoraron mucho, por suerte ambos estaban bien, bueno… no del todo, su padre tenía varios rasguñones, pero nada que no se pudiera curar rápidamente. Luego de encontrarlos, se disculpó con sus padres pero tenía que ir a ver a Sophie.
—Te acompaño — Se ofreció su madre. Anne asintió, les serviría de gran ayuda si necesitaban algo.
Ambas mujeres subieron por las escaleras algo aceleradas, Anne estaba totalmente preocupada por su amiga, esperaba que ya estuviera despierta y que Remus la hubiera ayudado. Al llegar al segundo piso había un montón de habitaciones, pero una de ellas tenía la puerta abierta así que supuso que ahí debían estar.
Al llegar había un horrible silencio que perturbó a Anne y a su madre que entraron lentamente a la habitación, y justo como pensaba ahí estaban, los cinco chicos estaban en silencio mirando como Sophie "dormía". Anne se la quedó mirando y luego a su madre, la señora Eastwood se acercó hacia la cama en donde reposaba Sophie y la examinó, por suerte su madre estaba ahí para dar algún tipo de diagnostico, había ejercido como medimaga por dos años, luego la tuvo y se quedó en casa para cuidarla.
Los seis chicos estaban expectantes a lo que hacía la madre de Anne, todos muy nerviosos por lo que pudiera decir. Luego de unos minutos la madre de Anne miró a los chicos con una media sonrisa.
— Verán — hizo una pausa — Sophie… está bien. —Los seis chicos sonrieron — A lo que me refiero con eso es que sus signos vitales se encuentran estables, pero está en un profundo sueño del cual… tal vez pase mucho para que vuelva a despertar.
Las sonrisas se desvanecieron de las caras de los muchachos y Lily y Anne empezaron a llorar silenciosamente mientras que James y Sirius confortaban a cada una. Remus, estaba peor que las dos chicas. Habían tomado las manos de Sophie y empezó a llorar sin hacer ningún ruido, las lágrimas caían y él simplemente la miraba.
— Tenemos que llevarla a San Mungo. No se preocupen, yo me encargaré de eso, me gustaría que ustedes les avisaran a sus padres. — Sirius, James, Annelisse y Lily asintieron pesadamente, pero Remus ni se movió del lugar. La madre de Anne miró a Remus significativamente — Hay que llevarla a San Mungo Remus — Le avisó la señora Eastwood, el muchacho ni se movía del lugar. Aquella imagen era totalmente triste, Remus no quería separarse de su novia ni un solo segundo. Luego de eso la señora suspiró tristemente — Te daré algunos minutos Remus. — Después de eso cerró la puerta tras ella.
CONTINUARÁ...
Bueno, me demoré bastante, pero con los estudios y los examenes finales no podía concentrarme en escribir este fic, a parte que como que la inspiración con esta historia se me fue, aunque espero que llegue luego. Y bueno... hoy pasa algo más... A parte de la Navidad hoy el fic cumple dos añitos!! si... hace dos años que empecé a escribir esta historia, en fin...
¡FELIZ NAVIDAD! Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO :)
Y gracias a todos por sus reviews!!
Lady Mab.