Serpent's Bride
Autor: reiko
Traducción: Malfoy Weasley
Resumen: En el sexto año de Ginny, Draco le salvó la vida... y eso es una deuda mágica. Ahora, cinco años después, es tiempo de saldar cuentas. Especialmente cuando Draco necesita, con desesperación, una esposa.
Disclaimer: Harry Potter y sus respectivos personajes y lugares pertenecen a J. K. Rowling. El fic está originalmente en ingles y es de reiko (lo pueden encontrar en esta misma pagina Web -fanfictionpuntonet- con el nombre que esta arriba o buscando en mis favoritos), yo sólo lo traduzco a español. Traducción NO Autorizada (Al final viene la explicación acerca de este hecho).
La Novia de la Serpiente
Capítulo IX: La Serpiente y La Rosa
Oscuridad…
"¿Estas conciente de que estamos perdiendo el tiempo aquí, verdad?"
El larguirucho hombre sonrió y asintió. "Ten paciencia"
"¡La quiero fuera del camino ahora!" le respondió con una chillona e impaciente voz. Luego un poco más suave, agregó. "Quiero estar contigo"
"Estamos todavía a dos días de la boda ¿No?"
"Sí" dijo haciendo un puchero. "¡Y estamos perdiendo el tiempo!"
"No del todo. Estamos justo a tiempo. Tengo planes. Ella no podrá escapar"
"La quiero muerta" dijo mientras se colgaba a su cuello. Sus felinos ojos se estrecharon con sed de sangre mientras se relamía los labios. "Quiero que la sensible piel de su garganta este cortada, con sangre saliendo a borbotones por todas partes. Quiero que sus delicados pechos dejen de moverse al compás de la respiración. Quiero que su cremoso y liso rostro este de un sepulcral blanco, pálido, que este gritando de agonía, que sus dulces pecas desaparezcan. La quiero MUERTA"
"¿Tienes miedo de que ella me haga olvidarte?" bromeó.
"No, pero no soy de esas mujeres compartidas. Soy egoísta y lo sabes"
"Te lo aseguro, no tienes por que preocuparte" el hombre volvió a sonreír, una fría y glacial sonrisa. "Ya es hora, cariño, ya es hora"
La mujer suspiró satisfecha, sus labios color rojo sangre se curvaron en una fría y cruel sonrisa. "¿Y luego estaremos juntos?" presionó su voluptuoso cuerpo contra él, desesperada por más calor. Sonrió para si misma al oír el gemido placentero del hombre.
Asintió. "Sí, y no falta mucho. Cuando ella este muerta, entonces podremos estar juntos" contestó sin pensar, con una sedosa pero amenazante voz.
"Ginny, cariño ¿Estás bien?"
Ginny levantó la vista y vio el reflejo de su madre en el espejo, su rechoncha figura caminaba hacia ella con un traje formal color amarillo claro, el cual hacia ruidillo con cada paso. Estaba sentada frente al espejo, con su vestido de novia ya puesto, observándose fijamente, con los nervios a flor de punta. Suspiró desanimada contra su velo y dio media vuelta. ¿Ya había pasado una semana desde la fiesta de compromiso? ¿Por qué el tiempo había volado sin siquiera gozar un minuto de esa semana? ¿No tendría que haber sido todo lo contrario?
"¿Qué haces ahí sentada todavía? ¡Son las 6 y tu boda comienza a las 6:30!"
"No-- no creo poder-- poder hacer esto" volteó hacia su madre. "Estoy-- yo"
"¿Qué estas tratando de decir?" chilló Molly. Convocó una silla y se sentó a lado de ella. "Cariño ¿Te sientes bien?"
"Para serte honesta, no. No me siento del todo bien" continuó moviendo la cabeza. Se mordió el labio mientras sentía como la sangre subía a su cara.
Después de ver así a su hija, suspiró y decidió no presionarla más. "Ginny ¿Te gustaría caminar por el jardín?" preguntó mientras se paraba.
A pesar de la preocupación y de la ansiedad, la muchacha la observó, confundida. "¿Qué? ¿Ahora?"
"Sí"
"Pero, mi boda es a las 6:30" siguió Ginny. Inmediatamente, sintió un vacío en el estomago al pensar en 'su' boda. "Y ya estoy-- con el vestido y todo"
"Oh, no te preocupes por el vestido. Si se ensucia, lo podemos arreglar después" dijo mientras ayudaba a Ginny a pararse. "Y sobre la boda, déjalos que esperen. Y si el novio se enoja, me dices y yo me encargo de él" dijo maternalmente.
Se le escapó una risilla. Movió la cabeza y se quito el velo y la tiara con delicadez. Entonces se paró y tomó la falda de su vestido, siguiendo a su madre hacia el pabellón. ¿Pabellón? Frunció el ceño confundida, se detuvieron ante la barandilla de piedra tallada.
"¿Qué estamos haciendo madre?" agregó insegura, mirando abajo. Gritó incrédula al ver dos palos de escoba esperando por ellas. Volteó hacia su madre y negó con la cabeza, firmemente. "No, madre. Si piensas que voy a bajar, usando esas escobas, con este pesado vestido la respuesta es--"
"¡Oh, olvídate de la elegancia y de todas esas cosas! ¿Quieres que los invitados te vean ir hacia las puertas como si hubieras cambiado de opinión? ¿Dándoles de que hablar?" y sin esperar que Ginny respondiera, subió a la barandilla y se sentó en el palo de una escoba, la cual se movía torpemente por el peso de la mujer, ante la incredulidad de Ginny. "¡Anda querida!" gritó mientras volaba por el pabellón, su traje se ceñía a su cuerpo.
Ginny negó con la cabeza y sin embargo, subió a la barandilla como si no tuviera otra opción. "No puedo creer que este haciendo esto ¿Qué diría Draco si me viera con el vestido de novia, parada en la barandilla del pabellón? ¿Pensaría que voy a brincar para suicidarme?" no resistió preguntarse. Una tonta risa escapó de sus labios al pensar a Draco viéndola encima de la barandilla del pabellón pensando que quería suicidarse porque iba a casarse con él en menos de 15 minutos. Se inclinó para ver a que altura estaba. Demasiado alto. Recogió la falda del vestido, la cual susurraba y se pegaba más a ella. Entonces cuidando su equilibrio, saltó hacia la escoba, su vestido se levantaba mientras ella volaba alrededor del pabellón. "O mejor aún ¿Qué pensaría si me estuviera viendo con el vestido de novia, volando como bruja loca el día de su boda? ¿Y si uno de los invitados me ve? ¿Qué pensarían de mí?" razonaba mientras seguía a su madre, volando hacia los jardines de la mansión. "Esto es una locura. ¿Por qué deje que pasara esto?"
Pero al sentir el viento contra su cara, todos los sarcásticos pensamientos desaparecieron, llevados por la suave brisa. Cerró los ojos por un momento al sentir el frió aire de la noche contra su rostro. Se sorprendió al sentir una calida corriente de aire considerando que ya se acercaba el invierno. Abrió los ojos y observó inquisitivamente a su madre, quien volaba a lado de ella.
Molly, al sentir la mirada de Ginny, volteó y sonrió. "Usé un simple hechizo calienta-hogar en las escobas" gritó mientras llegaban a los pequeños prados con flores de los Malfoy. Debido a los grandes terrenos del jardín, tales regiones parecían diminutas islas.
"¿Flores?" pensó Ginny al verlas bajo ella. Frunció el ceño. Por supuesto que con la oscuridad de la noche no pudo distinguir que tipo de flores eran ni tampoco, el color de las mismas. Y sin embargo pensó que eran maravillosas. Pero luego comenzó a reflexionar ¿Los jardines de Malfoy estaban llenos de flores? ¿Malfoy? ¿Flores? Sinceramente, se había imaginado que habría Venus atrapamoscas y plantas come-humanos creciendo y engullendo cualquier criatura viva que vieran pasar. Las flores simplemente no 'iban' con ellos.
"¿Aún quieres caminar por el jardín?" preguntó Molly mientras alcanzaban el bosque de los Malfoy. "Estamos adentrándonos al bosque. Podría ser peligroso volar por ahí en la noche"
"No" era mucho mejor estar ahí arriba, volando y sintiendo el viento contra su cara. De hecho había extrañado eso. ¿Desde cuando no volaba?
"Pensé que dirías eso ¡Vamos entonces!"
En silencio volaron hacia el bosque, sus rostros estaban concentrados afanosamente mientras esquivaban los enormes árboles. Claro estaba que era mucho mejor volando que su madre, considerando el hecho de que era más joven y tenía mejor vista. Sintió la vieja adrenalina que solía sentir cuando jugaba Quidditch. Sonrió mientras casi se estrellaba con un árbol.
"¡Ginny, con cuidado!" chilló Molly al ver como su hija se salvaba sólo por una pulgada.
"¡Estoy bien!" gritó mientras apoyaba su cuerpo contra la escoba, causando que volara más rápido, dejando a su madre atrás. Parpadeó cuando sintió el fuerte viento contra su rostro.
¡Eso era absolutamente asombroso! Nunca se había sentido tan libre ni tan viva como cuando descendió en picada hacia la oscuridad del bosque. Sabía lo peligroso que era cruzarlo en una circunstancia como esa y lo que lo hacía aun peor era la velocidad de su escoba, era tan rápida que estaba segura que si Draco la estuviera viendo, se encontraría teniendo una serie de infartos. ¡Estaba volando como si estuviera demente! ¡Y no le importaba! Era como si estuviera saltando a un precipicio sin importarle la vida. Era como si tomara una riesgosa decisión sin importarle las consecuencias. Y el problema era que realmente había tomado una riesgosa decisión pues, allá abajo en la Mansión esperaban mil invitados con todo y su prometido. Estaba saltando al vacío pero la cosa era que, al tomar ese tipo de "riesgos", estaba segura que iba a poder sobrevivir, preparándose para una vida diferente sin saber exactamente si viviría feliz o completamente lo contrario. Con ese pensamiento, Ginny decidió subir dejando la masa de árboles tras ella.
Disminuyó la velocidad mientras daba una vuelta por el cielo nocturno, olvidando sus pensamientos, preguntas y realidades, olvidando también el bosque bajo ella. Finalmente comprendió, con sorpresa, que no despreciaba ni odiaba su próxima boda. Hasta entonces, no había entendido lo que sentía. Aparte del hecho de que se iba a casar con alguien reconocido por el mundo mágico y que sin duda era uno de los hombres más buscados, ricos y codiciados de toda Inglaterra (aunque su padre estuviera en las filas del señor oscuro), se iba a casar con Draco Edward Malfoy. El eterno enemigo de Harry Potter. ¡Prácticamente era la chica que eligió al hijo de un mortífago, enemigo de todo aquel que estuviera con El Niño Que Vivió, quien fue el único que pudo derrotar a Voldemort más de una vez! Y hablando de Harry, no lo había visto desde lo que había pasado en la fiesta de compromiso. Y el sólo pensar en eso le entraba la melancolía. ¿Lo volvería a ver? ¿Estaría enojado? Pero entonces--
Negó enojada consigo misma. ¿Qué estaba haciendo? Estaba ahí para pensar ¿No? Para ordenar sus ideas. Para convencerse de bajar y casarse con Draco. ¿Pero que había estado haciendo? ¡Estaba comparando a Draco con Harry! ¡Estaba pensado en Harry y luego en Draco una y otra vez! "Y eso no es una buena idea, Ginebra Weasley" se reprendió. De todas formas ¿Qué quería en realidad? Se obligó a pensar con 'sensatez' y decidió regresar a la mansión. Pensar en esas cosas no le ayudaba mucho. Lo que debería hacer era regresar a la mansión, arreglarse, casarse y gastar unos meses de su vida siendo miserable. Bueno, al menos tendría 201 millones de galeones como consuelo. En secreto se preguntaba como lo estaría tomando Draco. "¡Piensa en algo útil para tu situación! ¿Podrías? ¡Y no en el dinero!" Frunció el ceño y se obligó a pensar en su boda.
Sería la Señora de Draco Edward Malfoy en pocos minutos. Se repitió una y otra vez. Y de alguna manera había un sentimiento agridulce con eso. Sorprendentemente, eso no la mortificaba ni la asustaba como antes. De hecho, sentía curiosidad por saber como sería su vida. Una mezcla de miedo y renuente entusiasmo la invadió al pensar en casarse con Draco, con la ilusión de empezar una vida completamente diferente con él. Después de dos meses de besos, bromas y discusiones, Ginny llegó a la conclusión de que, aunque tratara de negarlo, muy en el fondo no era diferente a las otras mujeres que habían estado con él. Pero entonces, no podría llamarle exactamente "estar con él" (ella era muy diferente a las otras mujeres cuando él había llegado) sólo era pasar tiempo juntos y no 'comiéndose' vivos. Se aterró al comprender que había estado con él para poder comprenderlo, como las demás. Quería saber porque era así, encontrar su verdadero yo. Inconcientemente, la intrigaba. ¿Quién era el verdadero Draco? ¿Podría ser tan malo como aparentaba? No podía creer que alguien fuera capaz de ser tan cruel sin razón alguna. Sin saberlo, estaba creciendo en ella un punto débil por ese hombre. Pero para ser exactos lo que fuese ese punto débil, desde ahora, era imposible.
Poco después de eso, observó la gigantesca ventana de su cuarto. Bajando aún más la velocidad de su escoba, se dirigió al pabellón y saltó hacia el mismo. Estaba a punto de entrar a su recamara cuando una clase de gritos estrangulados retumbaron dentro del cuarto. Alzó la vista sólo para ver la horrorizada cara de Narcissa ante ella.
"¿QUE LE PASO A TU VESTIDO?" le preguntó con una voz tan chillona que casi tumba los postes que sostenían la gran cama en el centro de la habitación. Ginny bajó la mirada y vio el fondo de su vestido sucio, rasgado y andrajoso, justo como lo había imaginado. Se mordió el labio para disimular su sonrisa.
"¡Niña desconsiderada!" le riñó Narcissa mientras metía a Ginny a la recamara. "¡Sólo mírate! ¡Por el amor de Dios!" balbuceó mientras la obligaba a sentarse frente al tocador. Ginny frunció el ceño con una sutil diversión, obedeciendo. Veía como la madre de Draco se preocupaba demasiado por ella. "¡Todos están preocupados! ¡Ya son las 7:15! ¡Draco esta esperando, caminando de un lado para otro preocupado! ¿Dónde estabas?"
"Uh- yo- sólo salí a caminar un poco, ya sabe, para pensar" respondió Ginny mientras Narcissa blandía y blandía su varita hacia ella.
"Ginny, cariño, me perdonarías si te digo que no creo que sólo hayas salido a caminar y a pensar ¿Verdad?" dijo Narcissa mientras contemplaba el deplorable estado del vestido de novia. Frunció aún más el ceño cuando sus plateados ojos se posaron en su rostro, el cual estaba todo sucio. Narcissa casi se desmaya cuando vio su cabello, todo desarreglado con pequeñas hojas y ramitas enganchadas. Sacudió la cabeza y se volteó. "¡Molly, la encontré!" llamó de repente.
Molly Weasley surgió lentamente de la puerta del vestíbulo, demasiado limpia y ordenada para alguien que acababa de tener un paseo en escoba. Volteó hacia Ginny y frunció el ceño. "Cariño, eso no fue nada agradable. Salir así como así, sin avisar"
Ginny frunció con incredulidad. Estaba a punto de replicar cuando notó la mirada significativa que su madre le dirigía antes de voltear hacia Narcissa. Entendiéndola, Ginny suspiró y bajó la mirada. "Lo siento, madre, Señora Malfoy"
"No es el momento para sentirlo" respondió Narcissa mientras chasqueaba la varita de un lado y del otro. "En serio, cariño, se que no tengo derecho a meterme en tus asuntos y no tendría que importarme el que hayas salido a dar un paseo nocturno en escoba. Pero" pausó mientras observaba como el dobladillo de su vestido se cosía solo. "¿No pensaste que este no era el momento adecuado para eso?" terminó. Dio un suspiró de alivió al ver como las rasgadas partes del dobladillo desaparecían. "¿A dónde fuiste?"
Ginny, antes de contestar, cerró los ojos mientras Molly blandía su varita alrededor de su cabeza, quitando y desapareciendo la suciedad y el polvo de su cara y de su cabello. "Al jardín" respondió, abriendo sus ojos y viendo su reflejo.
"Y--" alentó Narcissa, sin convencerse totalmente.
Ginny suspiró y bajó la mirada sintiéndose culpable. "Al- al bosque"
"¡Al bosque!" exclamó Narcissa. Ginny podía decir que, aún con voz suave y calmada, Narcissa estaba más enojada por lo que había hecho. "¿Estabas volando a estas horas de la noche en el bosque?"
"Sí" chilló Ginny. De alguna manera, no podía decirle a Narcissa Malfoy que no era de su incumbencia si ella decidía o no, salir y volar como una loca a través del bosque. Considerando el hecho de que por su culpa ella se había preocupado y de que todo el mundo estaba igual, había algo dentro que le decía que no podía ser tan grosera y descortés con ella. Y Narcissa tenía derecho a enojarse. Tenía derecho a mortificarla pues eso había sido su culpa.
"¿En qué estabas pensando? Es por- como esta tu vestido--" continuó Narcissa, arrastrando las palabras mientras Molly comenzaba a agitar la varita contra su cabeza para reajustar el peinado de Ginny. "¿Tienes idea de lo peligroso que es volar a través del bosque durante la noche?"
"Lo siento" respondió apenada.
Narcissa suspiró. "Bueno, lo hecho echo está, como quiera" volteó hacia ella negado cansadamente. Cuando Ginny volteó y la miró, soltó una pequeña sonrisa. "Okay, ya estas lista" dijo mientras tiernamente le colocaba un mechón suelto, tras la oreja. "Sólo falta un poco de maquillaje ¿Okay? Te esperamos en el gran salón"
"Okay" dijo volteando nuevamente hacia el espejo.
"Y no trates de hacer otra cosa divertida ¿Okay?" siguió Narcissa mientras caminaba hacia la salida. Molly había decidido buscar ella misma el gato de su hija. Cuando un suave maullido se escuchó dentro de la habitación, Molly se inclinó y recogió al blanco gato mientras lo acariciaba.
"No lo haré"
"Y no tardes"
"Okay, gracias"
Una vez solas, Ginny volteó hacia Molly y frunció el ceño. "¡No puedo creer que te hayas quedado callada!" exclamó, levantándose y caminando alrededor del cuarto, furiosa.
"¿Por qué tendría que haber dicho algo?" preguntó, sus regordetes dedos acariciaban con gran habilidad el blanco pelaje del gato, haciéndolo ronronear felizmente. "No habría entendido nada si yo hubiera tratado de decirle algo"
Ginny se detuvo y volteó hacia ella. A pesar de todo, sonrió. "Sabías que iba a pasar todo esto ¿Verdad?"
Molly volteó hacia ella inocentemente. "¿Qué quieres decir con eso?" pasó sus dedos por la barriga del gato, haciéndolo ronronear aún más.
Ginny negó con la cabeza y regresó al tocador. Se sentó con cansancio, y volteó hacia el espejo. "Ya estaban las escobas" respondió, levantando una ceja.
"Y eso no prueba nada" dijo Molly, sentándose en la cama.
"En serio madre ¿Esperas que me crea que los Malfoy guardan sus escobas ahí? Si es así, lo siento, no estas siendo convincente"
"¿Piensas que lo tenía todo planeado?" siguió Molly. Ginny cerró los ojos momentáneamente al oír su tono de voz, demasiado consternado y resuelto.
"Sí" respondió con suavidad. Volteó hacia su madre y le sonrió ligeramente. "¿Fue por eso que me alentaste a hacerlo?"
"¿Qué estás diciendo?" preguntó mientras se levantaba de la cama y soltaba, al fin, al gato. Este correteó hacia su lugar preferido, bajo la cama.
Ginny pensó en las conclusiones a las que había llegado antes, mordiéndose el labio. "Quiero entenderlo. Quiero encontrar su verdadero yo. Tengo muchas preguntas. ¿Podría ser tan malo como aparentaba?" volteó hacia su madre. "Me casaré con él"
Molly sonrió y caminó hacia ella. Sacó una pequeña caja del bolsillo de su traje y la puso en su tocador. "Entonces es tiempo de que te de esto" dijo mientras abría la cajilla revelando un broche en forma de rosa.
Ginny ensanchó los ojos. "Madre" respiró profundamente mientras sacaba el broche de la cajilla azul. "Esto- esto es hermoso" balbuceó mientras observaba la rosa del broche. El tallo era tan largo como su dedo anular con sólo una hoja del lado izquierdo, encorvado elegantemente sosteniendo los cinco pétalos a la cabeza. Era de oro puro mientras los pétalos eran completamente de rubíes. "¿Dónde conseguiste esto?" preguntó mientras miraba a su madre, asombrada.
Sonrió. "De mi padre. La rosa es el escudo de Aurelius, ya sabes"
"Sí, pero porque" se detuvo mientras volvía a ver el broche, sus centellantes brillos dorados y rojizos casi la cegaban. "¡No sabíamos que tuvieras algo tan valioso! Pensamos que-"
"Es tradición dárselo a las mujeres el día de su boda" siguió Molly mientras tomaba el broche. Lo sostuvo en su mano mientras lo observaba con ojos llorosos. "Es una reliquia. Claro que debí dárselo a Fleur o a Jane, a Grace o a Hermione, a Fleur con más ganas por haber sido mi primera nuera pero" paró y le devolvió el broche. "algo me decía que tú eras la indicada. Aparte de que eres mi única hija, tenía este inexplicable sentimiento--"
"El abuelo no te dio esto" concluyó después de unos minutos.
Molly suspiró. Bajo la mirada y respiró profundamente. "Es cierto, tu abuelo no me lo dio. De hecho, se lo robé"
"¿Por qué?"
"Para dártelo"
Frunció aún más el ceño por la vaga respuesta. Molly, en cambio, notó la perpleja y confusa expresión en el rostro de su hija. Por mucho que quisiera aclararle todo, no podía. ¿Cómo podría responder sus preguntas si ni ella misma sabía que hacer con el broche? Lo había robado, sí, eso había hecho. ¿Por qué? No lo sabía. No habría diferencia si se hubiera casado con o sin el broche. Mientras estuviera con Arthur, nada le importaba. Y el por qué de haber pasado tantos problemas por robárselo de Aurelius Manor bajo las narices de su padre realmente no podría explicarlo. No había podido vender el broche ni en la peor de las situaciones económicas a las que se habían enfrentado. ¡Tampoco se lo había podido dar a Fleur ni a Jane ni a Grace ni siquiera a Hermione! Algo dentro de ella le decía que ese broche era para Ginny, y nunca pudo entender el por qué.
"Por supuesto que me gustaría que lo llevaras puesto algún día" siguió. Estaba claro para Ginny que Molly quería ser menos subjetiva. "Pero por ahora, creo que Draco espera que lleves puesto el collar que te regalo"
Ginny decidió guardar el broche en la cajilla. "Sí" respondió abriendo uno de los cajones y sacando la aterciopelada caja donde reposaba el collar de la serpiente. Lo sacó cuidadosamente y se lo puso, estaba frío, la dorada cadena se ajusto a su piel, el pendiente de la serpiente tomó su habitual lugar en su pecho, mientras la contemplaba una vez más. "Todo esto es en serio" pensó mientras Molly ponía cuidadosamente el velo y la tiara sobre su cabeza.
"Estas hermosa, cariño"
"¿Lo estoy?" pensó cuando veía su reflejo. "Dicen que todas las novias se ven hermosas el día de su boda" siguió mientras sus dedos tocaban el suave material del velo. Dudó. "¿Soy una de esas novias?" paró frente al espejo una vez más, pero lo que vio casi hace que se desmayara. Tras el delgado material del velo notó sus ojos, tan chicos y tan cafés. Para ella, el café era un color tan común. Por qué no eran verdes, o color violeta oscuro. Bueno, admitía que se vería demasiado raro que una pelirroja tuviera ojos violetas, pero de todos modos, cualquier otro color la haría verse mejor que su aburrido color café. ¿Y por qué ella no podía tener aquel par de inocentes ojos que siempre había admirado? Sus 'aburridos' ojos pasaron hacia su nariz, tan pequeña y tan respingona. Frunció el ceño enojada al ver unas cuantas pecas luchando por escaparse del maquillaje que se había puesto. También notó sus labios tan pequeños, su cabello demasiado rojo y su piel extremadamente pálida… Con todo eso, no pudo evitar pensar que estaba tan plana y fea. No estaba echa para un hombre como Draco.
"¿Y qué si eres fea?" se preguntó de repente. Ginny asintió lentamente. Sí ¿Y qué? De todas formas se iba a casar con un Malfoy y entonces ¿Eso qué importaba? De hecho, alzó la barbilla obstinadamente. Esperaba que estuviera fea por su propio bien. No quería complacerlo de ninguna manera, mucho menos dándole una hermosa y atractiva novia.
"Ginny, venga" dijo Molly mientras la tomaba ligeramente del desnudo hombro. "Ya es hora"
Ginny se levantó y comenzó a arreglarse la falda del vestido. Una vez cómoda, tomó el ramo de flores frescas que su madre le tendía.
"Draco te está esperando" dijo Molly mientras conducía a su hija fuera de la recamara. Ginny asintió y respiró profundamente.
"Sí" pensó mientras seguía a su madre hacia el vestíbulo para después bajar la enorme escalera, la cola de su vestido creaba un gran fondo blanco y sedoso tras ella. "Draco me esta esperando"
"Creo que cambió de opinión"
Draco volteó viendo a Pansy sonriendo. Estaba cruzada de brazos, su empotrado vestido negro apenas podía con su pecho, el cual estaba subiendo y bajando provocativamente ante él. De todos los invitados, parecía que Pansy era la única que vestía de negro. Estrechó los ojos al ver la sonrisa de satisfacción que formaban sus labios rojos. En conjunto, Pansy parecía deliciosa e irritante al mismo tiempo.
"Ginebra no haría eso" respondió mientras se convencía a si mismo de eso. Cuando escuchó la risilla de Pansy, frunció el ceño y trató de esconder la obvia preocupación que lo embargaba. ¿Dónde estaba Ginebra y por qué tardaba tanto? ¿Estaría Pansy en lo correcto? ¿Habría cambiado de opinión? ¿Qué haría entonces? ¿Podría comunicárselo a su familia e invitados? ¿Lo habría visto demasiado impropio? O peor ¿Habría huido con el idiota de Potter? Sorprendentemente se había enfadado con tal pensamiento. Entonces, recordar a Ginny besando al cara-rajada ese durante la fiesta de compromiso hizo que su deseo de golpear a Potter aumentara aún más. Quitó la vista de Pansy, en parte para ocultar su nerviosismo y en parte para colocarla en las enormes puertas principales del gran salón esperando ansiosamente a su novia. "Pensar en cosas estúpidas se ha convertido en un hábito durantes los últimos meses"
"¿Qué te hace pensar eso?" ronroneó mientras se acercaba más a él, furtivamente, bastante cerca de Draco como para sentir el sube y baja de su pecho pero no tanto como para hacer que las personas comenzaran a voltear y a hablar de ellos.
"Era Gryffindor. No tiene las agallas para hacer algo así" respondió Draco mientras se alejaba deliberadamente de ella con un paso.
"¿Entonces piensas que tu pequeña novia es un tipo de 'Mary Sue' o algo por el estilo?" preguntó Pansy, sin darse cuenta de las curiosas e inquietantes voces que los invitados provocaban alrededor de ellos. Estaba claro que todo mundo se preguntaba por qué la boda aún no había comenzado, aparte de que la novia estaba perdida… "Eso sería demasiado aburrido ¿No crees?"
Frunció el ceño. "Ella no es una aburrida Mary Sue, Pansy" respondió glacialmente. "Yo no la llamaría Mary Sue" pensó recordando las muchas veces en las que Ginebra le había soltado deliberadamente repugnantes palabras. "Y en absoluto la llamaría aburrida" agregó recordando las tantas veces que se habían besado. Después, recordó el 'aburrido' sexo que había tenido con Pansy un mes atrás. En verdad, esa mujer lo encendía de vez en cuando, después de todo era un hombre normal con necesidades 'normales'. Pero cuando se trataba de ella, de la personalidad de Pansy, lo aburría mil a diferencia de antes. Draco se tragó la carcajada. ¿Pansy llamaba aburrida a Ginebra? Debería mirarse en un espejo.
"Ay Draco mío" dijo Pansy dulcemente. "Eso es algo que no me esperaba de ti. Y dime ¿Ya olvidaste la conversación que tuvimos hace unos días?"
Draco suspiró cansado. ¿Por qué no sólo lo dejaba en paz? No era el momento para hablar de eso. "Claro que no" respondió con fingida paciencia.
"Bien" siguió Pansy, después frunció el ceño. "¿Es cierto que Ginebra recibirá 201 millones de galeones?" preguntó, cambiando de tema.
"Sí"
"¿Y ella ya lo sabe?"
"Sí"
"¿Propiedad conyugal?"
"Talvez" echó una mirada viendo como los invitados estaban más inquietos. Su madre frunció el ceño hiendo hacia la recamara mientras la familia de Ginebra intentaban calmar a los invitados diciendo que probablemente aún estaría vistiéndose o algo por el estilo. El que lo dejó más perplejo fue su abuelo. Vladimir Malfoy II estaba sonriendo abiertamente como si supiera que eso iba a pasar. "¿Tendría- tendría algo que ver en todo esto?" no pudo evitar pensarlo. Se obligó a apartar esos pensamientos tontos. "Después de todo el Abuelo la estaba esperando para hacerme todo esto" agregó finalmente.
"¿Entonces porque simplemente no te deja ahora? Después de todo obtendrá la mayoría de la fortuna"
"No puede" respondió sonriendo. "Mientras mi abuelo este vivo, nadie podrá tomar el dinero. El Abuelo lo controla todo. Me da algo de vez en cuando"
"¿Y eso lo sabe la Weasley?"
"No, eso es algo que sólo nos concierne a mi abuelo y a mi" respondió rotundamente. Por alguna extraña razón, se molestó al escuchar la repugnante voz de Pansy decirle a su novia Weasley como si tener el apellido Weasley fuera tan ridículo e ilegal. "Pero creo que Ginebra sabe muy bien que un contrato mágico es muy diferente a toda esa basura de los contratos firmados que tienen los muggles. Mi abuelo debe estar muerto y podrido en su tumba antes de que ella decida en que gastar su dinero"
Pansy bufó enojada. "En ese caso, estaremos juntos hasta que tengamos 50 años. Mira a tu abuelo. ¿Luce como si se estuviera muriendo?" preguntó con esa pegajosa voz que usaba cuando estaba enojada. Volteó hacia el viejo hombre viendo como alzaba a Sylvia por los aires, completamente despreocupado de la tensa atmósfera alrededor de ellos.
"No te engañes por lo que ves. ¿Olvidas que mi abuelo es mitad vampiro?"
Al recordar ese punto, Pansy volvió y le sonrió. "Y ¿Qué planeas hacer?"
Draco volteó hacia ella con una indescifrable expresión. "Conseguir lo que en verdad me pertenece"
Pansy sonrió fríamente. "¿Y ahí es donde tu 'astuto plan' entra en acción?"
Pero antes de que pudiera responder, un repentino silencio cayó en el gran salón. Volteó y vio como todo el mundo miraba hacia la entrada. Frunció el ceño, siguió sus miradas y vio a Ginny, toda de blanco, finalmente ahí, parada justo en la entrada frente al gran salón, con un aspecto tan tímido e inseguro. Los ojos de Draco se ensancharon ligeramente al contemplarla, toda la ansiedad y preocupación desapareció sustituida por alivio y temor.
Ginny estaba ahí, sus marrones ojos iban de izquierda a derecha. Se mordió el labio al sentir todas las miradas sobre ella. Recorrió el salón con la mirada situándola en el hombre que estaba justo a lado de la pared, viéndola con esos plateados y brillantes ojos. Un inesperado suspiro escapó de sus colorados labios al ver a su 'novio' ahí, quien lucía demasiado guapo con una inmaculada camisa blanca, pantalón negro y capa negra con un broche plateado en forma de serpiente en un lado de la misma. Al sentir que su rostro ardía, se obligó mirar hacia otro lado viendo así algunas personas que habían ido a su fiesta de compromiso. Estaba su familia, sus amigos de Gryffindor y Selena, sonriéndole, amigos de Vladimir y algunos socios… tragó. Al ver los desordenados asientos dentro del salón supo que los había preocupado. Se mojó los labios con nerviosismo.
"¿Por qué tardaste tanto, Ginebra?" retumbó una fuerte voz, rompiendo el hielo. Ginebra volteó y se encontró a Vladimir, con su padre, caminando hacia ella y sonriendo. En cuanto a su padre, estaba pensativo. Casi de inmediato, fuertes murmullos de confusión y alivió recorrieron el salón.
"¿Ginebra?" dijo Arthur neutralmente cuando la alcanzó. "Explícate"
Se mordió el labio nuevamente antes de hablar. "Necesitaba- pensarlo primero" tartamudeó.
"Ah, un típico momento nupcial" dijo Vladimir rápidamente, con un despreocupado movimiento de varita. "Algo sin importancia. Al menos se presentó ¿No?" volteó hacia los invitados, quienes esperaban inseguros. "¿Serían tan amables de pararse un momento?" siguió mirándolos expectativamente. Cuando los demás se vieron obligados a hacerlo, Vladimir tomó su varita y con un simple movimiento, todas las sillas volvieron a su lugar. Luego volteó hacia Ginny, le sonrió y le guiñó un ojo. "Ahora, comencemos con la boda ¿Verdad?"
Sonrió. "Gracias" dijo en voz baja mientras Arthur Weasley le ofrecía el brazo. Ginny le sonrió y se agarró a él.
"¿Estás listas, cariño?"
Ginny sólo asintió.
"¿Podrías tomar asiento por favor?" le silbó a Pansy al ver que su abuelo y el ministro caminaban hacia él.
"Claro" respondió Pansy mientras le apretaba ligeramente el brazo derecho. "¿Nos veremos luego?"
"Sí" respondió impaciente. Pansy, junto a los invitados, tomó asiento mientras Draco se colocaba ante los invitados.
Draco respiró profundamente al sentir como su abuelo se paraba junto a él, frente al ministro. Cuando todos estaban sentados, sin inquietos ruidillos, la orquesta comenzó a tocar la marcha nupcial. Ginny comenzó a caminar, cogida del brazo de su padre mientras los invitados se ponían de pie.
"¿Hermosa, verdad?" le susurró Vladimir cuando Ginny caminaba hacia ellos.
"Sí" respondió sin pensarlo. Tragó fuertemente al notar la brillante blancura del vestido corte princesa exponiendo sus cremosos hombros. En su cabeza había una pequeña y delicada tiara sosteniendo el velo que llegaba casi al suelo, hecho completamente de tulle de seda. Tenía el cabello recogido y con un partido de lado, dándole una hermosa vista de su suave piel. En su pecho, justo alrededor del cuello, estaba el collar que le había dado, mirándolo directamente. Se hinchó de un inusual orgullo al notar que llevaba el escudo familiar, aclarando a todo el mundo a quien pertenecía. Sus ojos se encontraron. Ella sonrió. Draco sintió un agradable e inexplicable sentimiento en su pecho el cual pasó a su estomago. Sorprendentemente, y por primera vez en su vida, se sentía nervioso.
Ginny respiró profundamente, esperando calmarse cuando llegaron a Draco y a Vladimir. Cuando Arthur procedió dar su mano derecha a Draco, se sintió un poco mareada y nerviosa. Cuando Draco la tomó suavemente, estrechó la mano de su padre y se dirigieron al ministro, estaba apunto de tener un infarto. Alzó la vista viendo la calmada e inafectada expresión de Draco y se preguntó cuantas veces se habría casado Draco. ¡Parecía como si estuviera acostumbrado a hacerlo! Bueno, considerando el hecho de que Draco era un imán para las mujeres a donde quiera que fuera…
Cuando la música de la orquesta comenzó a apagarse y los invitados volvieron a tomar asiento, el ministro se aclaró la garganta fuertemente y comenzó con la simple ceremonia. Ginny, con su atención flotando en otra parte, medio escuchó…
"Señora de Draco Edward Malfoy…"
El nombre rebotaba en su cabeza una y otra vez, como si quisiera romper algún record. Frunció el ceño al escuchar como la voz del ministro disminuía y se perdía… y después de eso, estaba frente a Draco. Luego le estaba poniendo el anillo en su dedo anular izquierdo y ella en el de él, sus manos estaban entrelazadas frente a cien pares de ojos. No recordaba a donde fue a parar el ramo de flores que llevaba.
Draco, en cambio, le sonrió levemente. Entonces, para sorpresa de Ginny, sintió como le daba un suave y tranquilizador apretón en la mano. "¿Esta tratando de que calme mis nervios?" Ginny no pudo hacer otra cosa más que mirarlo dulcemente. Había encontrado la repentina acción un tanto cariñosa, dejándola en estado de shock. Alzó la vista y olvidó completamente que este era Draco Malfoy, y le dio una agradecida y genuina sonrisa.
"Ginebra ¿Aceptas a Draco como tu legítimo esposo, para ser un solo corazón y alma, a partir de este día, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?"
"Conozco esas palabras" pensó, nuevamente con la mente en otra parte. Recordó haberlas escuchado cuando se casaron Hermione y Ron, también con Harry y Cho, al igual que con Jane y Percy… Era como si todos se estuvieran casando a su alrededor, encontrando a quien amar… entonces en un giro del destino, ella estaba ahí, frente al hombre que todo mundo creía que amaba, y ahora que le preguntaban lo que tanto había deseado… estaba…
"¿Ginebra?" preguntó repentinamente Draco, obligándola a recordar todo. Ginny parpadeó. Draco alzó una ceja, cuestionándola.
"Oh" dijo forzando su cerebro a concentrarse. Sonrió dulcemente mientras lo veía a los ojos. "Acepto" dijo con voz suave y clara al mismo tiempo.
El ministro asintió y continuó preguntándole lo mismo a Draco.
"¿…en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?"
"Acepto" respondió Draco, fuerte y claro, sin dejar de mirarla. Y para su sorpresa, sonrió abiertamente como un niño y le guiño el ojo. Tuvo que aguantarse el impulso de reírse tontamente y arruinar la solemne ceremonia. Realmente le había asombrado como Draco se veía mejor y más joven al sonreír de esa manera. Parecía niño, un jovencito sin preocupaciones, ni problemas o cualquier otra cosa, y en ese momento, Ginny deseó que Draco sonriera así más a menudo.
El ministro alzó las manos, colocándolas encima de sus cabezas, tocando apenas sus cabellos. "Y con el poder que me corresponde, los declaró marido y mujer" proclamó. Volteó hacia la pareja, sonrió y bajó las manos. "Puede besar a la novia"
"Al fin" no pudo evitar decir. Ginny no pudo contener más la risa y se escapó de sus labios. Su alegría aumentó aún más cuando quiso quitarle el velo que llegaba casi al piso, de un solo movimiento.
"¡Maldición!" dijo repentinamente en voz alta cuando se vio forzado a inclinarse un poco más mientras ella se quedaba quita, observándolo. Alzó las cejas al ver a Draco así, tan… tan… chistoso. Los invitados rieron y aplaudieron con diversión mientras Ginny volteaba hacia el ministro, disculpándose con una sonrisa, sin embargo reía discretamente.
"Ya está" dijo Draco cuando finalmente pudo doblarlo. Levantó el velo de su cara, con la parte doblada entre sus manos. Puso el delgado material tras su cabeza, dejándolo caer suavemente por su espalda. "En serio ¿No pudiste conseguir un velo más grande?" preguntó con leve sarcasmo. Entonces, sin pronunciar más palabras, le levantó lentamente la cara, le sonrió tiernamente y la besó.
Ginny cerró los ojos al sentir sus suaves labios contra los suyos. Entre los fuertes aplausos de las personas que estaban a su alrededor, soltó un gritillo de sorpresa al sentir como Draco la levantaba una o dos pulgadas del suelo. En ese momento, Ginny tuvo que pretender que todo era real. Eso era lo que siempre había soñado desde que Bill y Fleur se habían casado, viéndose tan felices y enamorados. Sin pensarlo, envolvió los brazos alrededor de su cuello y profundizó el beso. Gimió suavemente al sentir como Draco la besaba con el mismo sentimiento de hambre y urgencia.
"Damas y caballeros ¡El Señor y la Señora Malfoy!" exclamó el ministro.
La multitud aplaudió de nuevo, mucho más fuerte que antes. Cuando finalmente Draco soltó a Ginny, voltearon y sonrieron a la gran muchedumbre de personas que esperaban poder felicitarlos mientras iban caminando juntos. Inmediatamente, la orquesta comenzó a tocar algo animado y los sirvientes, con varita en mano, iban de un lado a otro. Poco después, una mesa de bebidas estaba puesta con galones y galones de champagne y vino. Comenzó una gran fiesta después de la solemne ceremonia.
"¡Ginny!" gritó Hermione sobre el estruendoso ruido. Ginny volteó y sonrió. Se acercó más a Draco y le susurró algo al oído. Cuando este asintió, sonrió y camino hacia ella.
"¡Felicidades!" Hermione la saludó jadeante y le dio un gran abrazó.
"Gracias ¿Dónde esta Ron?"
"Esta con los chicos" pausó y tomó un sorbo de vino. "Hablando de Quidditch y escobas. A propósito ¿Por qué te tardaste tanto?"
Sonrió. "Tenía que pensar"
"Oh" dijo entendiéndola. Estaba a punto de abrir la boca cuando un manojo de voces femeninas y risillas tontas llegaron a sus oídos. Vio atrás de Ginny y ahí estaban Lavender, Parvati y Padma Patil y una chica llamada Selena, acercándose.
"Felicidades, Ginny" dijeron Parvati y Lavender al mismo tiempo causando otra ronda de risillas tontas.
"Mmm…" comenzó Lavender mientras sus ojos iban de Ginny a Draco, quien estaba conversando agradablemente con un grupo de hombres. "Debo admitir que te casaste con un hombre muy guapo, Ginny" dijo casi babeando.
Ginny volteó hacia Lavender y rió. "¿Verdad que sí?" dijo volteando hacia Draco. "No sabes lo 'caro' que es en el comercio marital" bromeó. Pero en parte era verdad, aquel hombre merecía millones y millones de galeones. Las demás rieron.
"¿Has pensado en la gran 'noche de bodas'?" preguntó de repente Padma sonriendo mientras hacia reír nuevamente a las demás. El rostro de Ginny se tornó rojo de inmediato.
"Yo- en verdad-" se detuvo y volteó hacia su 'marido'. Al ver su elegante figura alta, sus lisas manos, sus suaves labios, rápidamente bajó la mirada y la posó en sus propias manos. De mala gana, se maravilló. ¿Cómo sería él en la cama? ¿Cómo se sentirían aquellas manos y aquellos labios en todo su cuerpo? Ginny sintió su cara arder más que nunca. Se obligó alejar esos libidinosos pensamientos.
"¿Con un hombre tan bueno como ese arriba de ti?" exclamó Parvati, observando a Draco. "¡No me importaría que fuera Slytherin!"
"Y hablando de tu noche de bodas" siguió Selena. Le dio un paquete envuelto, el cual Ginny tomó en silencio. "Pensamos que deberíamos darte algo, ya sabes, útil para esta noche"
"Considerando que es un regalo privado" continuó Hermione con una risilla traviesa. "No querrás que tu marido lo vea en el montón de regalos que abrirán más tarde"
"¿Qué es?"
"Sólo ábrelo" dijeron todas a coro.
Comenzó a desenvolver el regalo. Soltó un pequeño grito de asombro cuando vio lencería roja demasiado sexy y perfectamente doblada dentro de la caja. Levantó la mirada y negó. "Están locas si pretenden que use algo- como esto-"
"Ah de nada Ginny" dijo Lavender sarcásticamente, rodando los ojos.
"Conoces las reglas básicas cuando se trata de la noche de bodas ¿No?" siguió Hermione con risillas tontas y locas. "Seducir y conquistar. Debes tentarlo y para eso debes usar algo- uh- provocativo"
"Dicen que el rojo es un color muy poderoso e incitante" añadió Selena.
"Ni en un millones de años- no-"
"Bueno, bueno, bueno" se oyó una insultante voz tras ella. Ginny dejó la frase a la mitad y volteó reconociendo a Pansy Parkinson con sus felinos ojos, sus labios curvados en una asquerosa sonrisa. Al ver a la antigua Slytherin, las risas murieron dejando sólo silencio. Hermione la observaba como si fuera un defectuoso experimento científico mientras las otras estaban calladas y un poco torpes. Todas tenían muy en claro que Pansy Parkinson y Draco Malfoy habían tenido sus 'cosas' antes de que él se casara con Ginny. "Creo que le debo mis felicitaciones, Señora Malfoy" continuó, enfatizando lo de 'Señora Malfoy'.
"Gracias" dijo Ginny ásperamente mientras Pansy ignoraba la amarga mirada que Hermione le lanzaba mientras tomaba la caja de Ginny.
"No le importaría que les robara a Ginebra ¿Verdad muchachas? Sólo por un momento" Y sin esperar respuesta alguna, Pansy puso el brazo sobre sus hombros y la alejó de sus amigas. Cuando estuvieron solas, volteó hacia ella y sonrió.
"Conozco su pequeño plan Ginebra" Ginny volteó sorprendida, la había agarrado desprevenida. "Pero no te preocupes. No se lo diré al bastardo anciano al que Draco suele llamar abuelo. Además Vladimir no le creería a alguien como yo, esto lo hago sólo por tu marido"
"¿Perdón?" preguntó temerosa.
Pansy ensanchó su repugnante sonrisa. "Draco me lo dijo todo, cariño" dijo con voz venenosa pero delicada a la vez. "Ya ves, nosotros, Draco y yo, nos 'entendemos'. Seguramente lo sabías antes de que aceptaras este-" pausó y la observó de pies a cabeza. "-contrato" terminó.
Ginny se quedó sin palabras. Sintió una punzada de dolor al observar detenidamente a la mujer que estaba ante ella. De seguro, Pansy era el tipo de mujer que Draco querría para esposa. Era despampanante y hermosa. Tenía un aire sofisticado. Volteó hacia Draco y volvió con Pansy notando que esa era la mujer perfecta para alguien como Draco. Ella lo satisfacía muy bien.
Pansy soltó una risilla. "Ten cuidado niña" dijo al notar la 'mirada' que le dirigía a Draco. "No te hagas esperanzas. Una vez al mes, Draco convierte a 'niñas' como tú en madres. Bueno, a menos que sepas que 'hacer' para prevenir tal desastre, que… lo dudo"
Ese momentáneo dolor pasó a enfado cuando Ginny vio la creída e insoportable sonrisa de Pansy. En silencio, sonrió ácidamente. "No veo problema alguno con eso" dijo mientras levantaba su mano. "Mientras este anillo siga aquí, no veo el por qué tenga que negociar contigo"
Pansy dejo de sonreír y frunció el ceño. Estrechó los ojos. Viendo la reacción de Pansy, Ginny sonrió aún más. Entonces la pelinegra soltó una fastidiosa risa. "No me provoques, Weasley. A Draco Malfoy no le gustan las niñas como tú. Se casó contigo sólo por el testamento, no lo olvides"
"¿En serio? En mi caso, es completamente comprensible. Pero contigo…" arrastró la voz mientras observaba de arriba abajo a Pansy. "Bueno, tampoco le gustan como tú ¿Y sabes por qué? Porque si así fuera, serías tú la que estuviera aquí parada, usando este hermoso vestido blanco con una argolla de oro y no yo" Entonces se volteó y se alejó, dejando a la otra mujer ahí, completamente furiosa y con una incrédula expresión.
"Has cometido un gran error Weasley" Estrechó los ojos con malicia al ver a Ginny caminar hacia Draco, el cual la tomó de la mano y la besó frente a toda la alborotada muchedumbre. Momentos después, vio como Draco se disculpaba, dejando a su esposa sonriendo abiertamente como si todo fuera real. "¡Algún día te daré tu merecido!"
Se arregló el vestido y salió del salón de baile.
"¿Y ahora?"
"¿Estas loca? ¡No es el momento!"
"Te quiero ya. La quiero muerta ya"
"¡No en frente de todas esas personas!"
"¡Okay! ¡La amas!"
"¡No es cierto!"
"¡Pruébalo! ¡Mátala!"
Tensión… Silencio…
"No, tengo planes. Regresa a la fiesta antes de que alguien sospeche. Luego estaremos juntos"
Se sentó en la cama de Draco, ya muy entrada la noche, esperando que volviera. Rechinó los dientes impaciente, mientras se quitaba el velo y la tiara. El fuego de la chimenea le daba un pequeño brillo a la sombría habitación. Parecía que eran dos cuartos en uno.
Después de la fiesta, para su desgracia, la multitud comenzó a gritar y decirle a Draco que la llevara cargada a su cuarto. Claro que Ginny no perdió de vista la 'provocativa' alteración y el furor de los invitados alrededor de Vladimir en primera fila, gritando más fuerte que los demás. Y para su sorpresa, Draco la cargó con facilidad y se marcharon hacia las escaleras con los aplausos y la gran aprobación del público tras ellos.
"Espera, aún no he lanzado el ramo" dijo cuando, finalmente, había llegado a las puertas de su cuarto.
"Dámelo" respondió sin molestarse en bajarla. En silencio, tomó las flores y lo aventó hacia los invitados. Selena lo cachó.
Y rió con innegable alegría.
Él sonrió y abrió las puertas de una patada.
Y ahora, ahí estaba, sola y esperando.
Suspiró y decidió levantarse. Caminó lentamente hacia el gran escritorio ante las enormes ventanas. Pasó los dedos por el liso material del roble. Abrió un cajón donde encontró un juego de plumas, pergaminos usados y el sello familiar en un estado muy ordenado. No esperaba que Draco fuera tan… ordenado. Sacudió la cabeza, cerró el cajón y pasó del escritorio a los enormes libreros, y luego a la cama sostenida por cuatro postes y con el aterciopelado edredón. No sabía que a Draco le gustaba mucho la lectura. El sólo ver las filas y filas de libros y esos gruesos volúmenes…
"¿Buscando algo en particular?"
Ginny alzó la mirada, ahí estaba Draco. Estaba tan metida en sus pensamientos que no lo había escuchado entrar. La observó un momento antes de caminar hacia su cama, quitándose la capa y poniéndola sobre un montoncillo de ropa sucia que había en la mesa de noche.
"¿Dónde- dónde has estado?"
Draco alzó la mirada y la observó un tanto brusco. "Estaba arreglando la habitación del abuelo" respondió rencoroso.
"Ah" siguió Ginny, tragándose la risa. Cuando Draco vio eso, soltó un impaciente y furioso suspiro. "Recuerdo que lo invité"
"A lo que realmente yo me preguntó por qué--"
"¡Oh vamos Draco!" exclamó, haciendo ademanes con las manos. Caminó hacia él. "¿No ves que el hombre tiene problemas con las tuberías de su casa o algo así? Probablemente no podría siquiera bañarse y--"
"No, lo hiciste para fastidiarme" interrumpió levantándose. La observó fijamente, con una furiosa expresión.
"No es cierto" bueno en parte era verdad pero… "¡Esta mansión tiene 15 cuartos y sería demasiado incongruente decirle que no había espacio!"
"Oh también lo hiciste para fastidiarme, Ginebra. No puedes engañarme"
"¡Okay!" exclamó exasperada. "Piensa o di lo que se te venga en gana"
"¿Sabes que acabas de declárame la guerra verdad?"
"¿Qué?" cuando Draco sólo sonrió, sus marrones ojos brillaron de rabia. "Okay" siguió. "Adelante"
"¡Bien!"
"¡Bien!"
Se fulminaron con la mirada durante un rato. Ginny se aclaró la garganta. "¿Cuál es mi habitación?"
Draco sonrió nuevamente. Pero era una sonrisa completamente diferente y a Ginny no le gustaba nada. Bueno, francamente, se sintió acalorada y nerviosa, pero-
"¿Segura de que quieres estar sola esta noche?" preguntó Draco con esa suave y sedosa voz haciendo sonar campanas de advertencia dentro de la cabeza de Ginny. Los campanazos aumentaron cuando Draco dio un paso hacia ella, cerrando el espacio entre ellos antes de que pudiera sentir el creciente calor que emanaba su cuerpo. En ese preciso momento se le ocurrió una idea.
"¿Quieres guerra, eh? Entonces guerra tendrás" pensó observándolo. Sonrió dulcemente. "De hecho, he cambiado de opinión" siguió mientras colocaba los brazos a su alrededor.
Draco ensanchó los ojos sorprendido al ver el valiente y audaz movimiento y al oír el sexy susurro de su voz. ¿Qué le pasaba al mundo? ¡¡Santo Dios!! ¡No sabía que ella fuera capaz de hacer algo así! Siempre había pensado que Ginebra era remilgada y apropiada y muy a menudo tímida y- "¡No es el momento de pensar en esas cosas, Draco Malfoy!" gritó su cuerpo al sentir el pequeño y acalorado cuerpo de Ginny presionándolo mientras sus pequeñas manos hacían algo 'interesante' contra su pecho. Rió mentalmente. En ese momento, Draco juró haberla conocido mejor. Pero mientras tanto- puso los brazos alrededor de su cintura.
"¿Recuerdas Ginebra?" susurró roncamente, besándole el cuello. Ginny echo la cabeza atrás y jadeó fuerte cuando Draco comenzó a depositar unos jugosos y calientes besos en el cuello. "Como lo he prometido…"
"Lo sé" dijo jadeante mientras Draco pasaba las manos a su espalda sólo para desabrochar el vestido. Lo abrazó y presionó más su cuerpo a él. Después, reuniendo todo su coraje, acercó los labios a su oreja y se la mordió ligeramente.
Draco gimió de placer al sentir sus dientes contra la piel. Con eso, la empujó suavemente a la cama. Ginny aterrizó con un suave golpe y se acomodó con lentitud, observándolo con esos grandes, marrones e inocentes ojos. "No sabes cuanto espere para-" también se acomodó y estuvo a punto de ponerse encima de ella cuando esta se levantó abruptamente.
"Espera, se- se me olvidó algo. Draco cariño ¿Dónde están mis cosas?"
"¡Ginebra!" chilló impaciente, dándose la vuelta. "Regresa a la cama"
"No, yo- necesito esa- cosa" respondió parándose. Draco se sentó finalmente, con expresión de incredulidad.
"¿Qué cosa?" preguntó pacíficamente. La miró por un momento y notó como todo su cabello estaba desarreglado y con el vestido a 'medio poner', trayéndole otro juego de calentura entre sus piernas.
"Esa- cosa de chicas" siguió llena de vergüenza. "No necesitas saberlo ¿Dónde están mis cosas?"
"En tu cuarto" cuando Ginny posó sus marrones ojos en él, soltó un suspiró de derrota. "Bien, dejaré que vayas por esa- cosa o lo que sea que las mujeres deben tener-" siguió mientras se paraba y caminaba hacia la pared.
"Gracias" y fue tras él. Ahogó un gritillo de sorpresa cuando Draco empujó la pared, revelando una entrada secreta que conectaba otra habitación.
"A propósito, este es tu cuarto. Tuve que agregar un cuarto a mi habitación para que nadie sospechara. Claro que esa pared o puerta puede cerrarse con llave usando sólo magia"
"Brillante" comentó mientras caminaba hacia su cuarto. Volteó hacia Draco y le sonrió dulcemente. "Necesito un poco de privacidad"
"¿Para qué? Después no necesitarás de eso"
"¿Por favor? Regreso en seguida"
Suspiró. Las mujeres y sus locos hábitos… "Okay. Privacidad" dijo saliendo de su habitación. Después de unos minutos, Ginny regresó haciendo que los ojos se le salieran de orbita.
Estaba ahí parada sólo con un blanco y 'modesto' camisón de noche con una manga caída descuidadamente dejando su hombro izquierdo al desnudo, con el cabello suelto, cayendo libremente por su espalda y hombro. Su piel, cambiando constantemente a un color miel por el fuego de la chimenea. Lo observaba fijamente con ojos medio brillantes mientras sostenía algo- una clase de bote-
"¿Cómo me veo?" con bochornosa voz.
"Hermosa" dijo sinceramente, inmediatamente la atrapó entre sus brazos, su necesidad era más grande que nunca. Había querido decirle esa palabra desde hace un buen tiempo. Era como si la hubiera visto por primera vez y no pudo evitar sentir la magia que los llamaba… aún durante la ceremonia ¡Y la fiesta! Realmente estaba sorprendido ¡Nunca había querido así a alguien en toda su vida! Era asombroso y espantoso al mismo tiempo. Cuando la iba a besar, Ginny lo detuvo y lo empujó ligeramente.
"¿Piensas que soy hermosa?" ensanchó los ojos al sentir 'algo' contra ella a mitad del cuerpo. Sonrió mentalmente.
"Si"
"Entonces" siguió mientras le extendía el bote que traía cargando "Creo que si te doy esto te mostraré lo mucho que te aprecio"
Draco pasó la mirada al bote notando que era un tipo de crema humectante muggle. Al comprender el 'lascivo' significado, volteó hacia Ginny, con la quijada en el suelo. "¡Oh no, vamos!" exclamó al ver a Ginny caminar hacia su habitación.
"Buena suerte, Draco. Úsalo bien" respondió sonriendo.
"¡Ginebra! Tú-"
"Y si tratas de usar oscuros hechizos para poder entrar a mi cuarto--"
Draco la observó furioso. Pero si trataba- ah después dolería…
"Esto es tan patético" murmuró volteándose para que no lo oyera. "¡No se me cumple ni el día de mi boda!"
"No, tu eres patético. Me voy a la cama ¡Buenas noches! ¡Parece que anoté un punto!" y con eso Ginny se fue feliz a su cuarto y lanzó un hechizo para cerrar con llave la puerta. "¡Seducir y conquistar mis calzones!" pensó agriamente mientras entraba a su cuarto. "¡Prefiero seducirlo y DESTRUIRLO, gracias!"
"Buenas noches" respondió sarcásticamente. Una vez sólo, se recostó. Notando que todavía tenía la botella de crema humectante en sus manos, soltó un asqueado resoplido y lo lanzó al otro lado de la habitación. Golpeó su escritorio y cayó al piso, creando un fuerte golpe dentro de su cuarto.
"¡Maldición!" soltó en voz alta.
Soltó un suspiró al sentir sus labios en el cuello. Sin pensarlo, lo rodeó con los brazos y se cerró más a él.
"Dios mío" lanzó un gritillo, sintiendo como sus labios bajaban lentamente hasta los pechos. Arqueó el cuerpo al sentir el suave pero sensual movimiento de su lengua en esa zona, absorbiéndola lentamente.
"Por favor…" comenzó, con las manos en su rubio cabello. "Por favor… no… oh dios mío…"
Entonces un escalofrío, bordeando deliciosamente su cuerpo.
Y se quedo ahí momentáneamente, sin moverse, esperando…
Ginny abrió los ojos, con las manos en su pecho. Tragó saliva fuertemente y tomó grandes bocanadas de aire al sentir como su corazón martillaba fieramente contra el pecho. Se sentó y observó su alrededor.
Estaba sola.
Bajó la vista notando que los botones de su camisón estaban intactos. Entonces todo fue sólo- ¿Un sueño? Frunció el ceño y recargó las mejillas en las manos. ¿Un sueño? ¿Sólo un sueño?
"Pero era tan real" susurró. Realmente lo sintió, el beso, sus labios absorbiéndole los pechos, que bien se había sentido… lo sintió todo, lo sintió a él…
"¡Él!" gritó su cerebro. Rápidamente posó la mirada en la 'puerta' que separaba los cuartos. La miró recelosa.
"¿Por qué ese--?" pero estaba sola y había usado un montón de hechizos y encantamientos…
"¡Hello! ¡Él sabe magia oscura!" pero entonces- no tenía pruebas. ¡Simplemente no podía invadir su habitación y exigirle que dejara de hacer eso! Eso le haría parecer estúpida. Aparte, a esta hora, no iría a interrumpirlo en sus aposentos y encontrarlo, seguramente, sólo en boxers. Tenía miedo de lo que eso le animara a hacer. El sólo recordar los besos que le daba fue suficiente para saber lo que le iba a costar el volver a resistirse. ¡Realmente había agarrado todas sus fuerzas para tomar ese tipo de 'control'! Pensó: si Draco volvía a intentarlo, Dios Santo ¡Se obligaría a seguir!
"Sólo hay una cosa que hacer" tomó su almohada, su manta y su varita. Sin esperar un segundo más, desapareció hacia otro cuarto.
"No puedo hacerlo" dijo Draco mientras estaba en su cama. Había entrado a la habitación de Ginny usando magia oscura para abrir la puerta. Y de alguna manera al verla ahí, tan inocente y vulnerable, se le hizo tan difícil seguir con su plan. Y lo peor era escuchar sus suaves y calmadas respiraciones.
"¡Es su culpa por haberte vacilado!" una vocecilla en su cabeza. "¡La tienes prácticamente en tus manos, idiota!"
"No, ella es tu esposa y no una puta barata de las que estás acostumbrado a usar y desechar" argumentó su cerebro.
Suspiró y colocó sus manos tras la cabeza, viendo pensativamente a la nada. En realidad, hace un rato, antes de la boda, se sorprendió al encontrarse pensando acerca del matrimonio. Era lo que había querido desde el principio ¿No? Pero antes, cuando se estaba vistiendo, tenía dudas sobre eso. Estaba pensando en lo que era correcto y en que estaba equivocado, sobre lo que los haría felices, a Ginebra y a él. Y notó, espantado, que tenía dudas sobre el matrimonio pero no de Ginebra ¿Desde cuando pensaba en otra persona que no fuera el mismo? Se oscureció su rostro al recordar un nombre que ya había olvidado. "Olvídate de ella, Malfoy" se reprendió. "Eso fue hace mucho tiempo"
Entonces pensó en Ginebra y en la nueva vida que empezarían como marido y mujer. Sorprendentemente el sólo pensamiento le alegró. Hablando con honestidad, Ginebra era como un respiro de aire fresco, una persona completamente diferente en su vida. Era una mujer muy, pero que muy diferente, una mujer que no podía entender, lo cual era muy raro. Hasta ahora, él se había sentido muy orgulloso de entender a las mujeres más de lo que ellas mismas lo hacían. Sabía lo que cada mujer quería tener y lo que cada mujer quería escuchar pero con Ginebra- sacudió la cabeza ¡Era como si cada cosa que hiciera o dijera estuviera mal! De alguna manera, él no podía complacerla y eso lo frustraba y al mismo tiempo lo provocaba demasiado. Bueno, supuso que era eso. La fuerte e irresistible fuerza que lo atraía era sólo por el desafío. Y pensar en el incidente con el bote de crema humectante de hace rato lo hizo reír ¿Desde cuando había aprendido a hacer eso? Era gracioso, asombroso e irritante al mismo tiempo. En efecto este matrimonio iba a ser muy, muy interesante. ¡Pero entonces, no podía ignorar el inexplicable sentimiento dentro de su pecho cada vez que ella estaba cerca ni tampoco el sentimiento de llegar-casi-a-la-locura cuando pensaba en el cómo y el tipo de besos que le daba a ese imbécil de Potter!
Se sentó y tomó su bata. Se estaba convirtiendo en un cursi empedernido y se odiaba por eso. Pero, algo en su interior le decía que no estaba bien entrar y casi obligarla a 'hacerlo' aunque estuviera claro que ella también lo deseaba. Su cuerpo se lo exigía. Pero- diablos ¡Era lo mismo que violarla! Gritó su cerebro. Aparte, Ginebra era una mujer que merecía ser tratada con respeto. Era una chica muy amable y gentil, aparte de hermosa, a diferencia de Pansy y- paró. ¿Qué le estaba pasando? En ese momento una desconocida fuerza golpeó su pecho y se asustó, tuvo miedo.
Se levantó y se vistió. Necesitaba caminar. Necesitaba pensar, ordenar muchas cosas. Necesitaba un trago- ¡Lo que fuera! ¡Cualquier cosa menos verla! Salió bruscamente hacia su propia habitación, azotando la puerta tras él.
Notas de la Traductora: ¡Lo siento!
No tengo perdón, lo sé. Esto de la estudiada es más difícil de lo que pensaba, a parte de que a veces me acostumbro tanto a una rutina que no tengo tiempo para traducir o simplemente lo olvido. Lo sé, lo sé ¿Cómo alguien puede olvidar que tiene una historia pendiente? Mm… hay veces que te centras tanto en que tienes un poco de tiempo libre y haces miles de planes que esto de traducir queda en un cajón con mil candados.
Les digo que el próximo capítulo estará hasta no se cuando… estoy terminando el semestre y tengo muchas cosas que hacer… aparte de que estoy estudiando para exámenes de admisión y todo esto termina hasta julio así que la verdad no se hasta cuando colgaré el próximo. Lo siento.
Según yo, revisé bien el capítulo pero no me crean mucho… es de madrugada y tengo sueño.
Haciéndole honores al copy-paste:
Serpent's Bride es una traducción NO autorizada. Y no es porque me lo hayan prohibido ni nada de eso sino porque el autor no respondió a mi petición. De hecho hasta el momento no ha respondido. Creo que ha estado mucho tiempo desconectado de este mundo y yo no quería hacerlos esperar más. Aparte de que la historia esta muy buena. Si por algún motivo les molesta que NO este autorizada, podemos platicarlo y elegir lo mejor para todos. Si el autor NO desea que SIGA con el proyecto y de un momento a otro me pide que BORRE lo que he estado haciendo les pido una DISCULPA de antemano. LAMENTO de verdad haber cometido ese error. Pero pues aquí entre nos no creo que le moleste, así que no se preocupen demasiado. Nomás poquito.
Contestación de reviews:
Maki: ¡No sabes la pena que me da contigo! ¡4 reviews en el capítulo anterior! ¡Lo siento! Eres de las que más se han mostrado interesadas en este fanfic que siento que me muero de la vergüenza. Pero en verdad que esto de la escuela es un poco duro y voy a tener más malas rachas aunque espero que para vacaciones me aliviane un poco… ¡Eres la número 100! Y pues como lo prometí, te traduciré un One-Shot… puedes decirme el que quieras o sino tienes uno en mente házmelo saber y te digo unos cuantos títulos para que elijas. O también puedes elegir si comienzo o no con el fic que esta ganando la encuesta. Ya sabes ¿One-Shot o el fic ganador de la encuesta? Me da mucho gusto que seas tú la que gane esta traducción, eres buena merecedora de tal premio. Cuídate y espero que te guste este capítulo. Gracias por tus reviews. Besos.
Tefi Felton: Hola! Bueno primero a contestar tu pregunta… son 16 capítulos. Así que sólo faltan siete. Lamento la tardanza y espero disfrutes de este capítulo. Gracias por tus buenos deseos. Cuídate mucho y gracias por tu review. Besos.
Gracias por todo su apoyo y ¡A dejar más reviews! Aunque no me los merezca, lo sé.