¡Hola!

KakaxIru es mi pareja favorita, por eso, he decidido dedicarles algo. Mucho amor, mucho odio, y una infinita cantidad de estúpidas dulces mentiras (título original, que era demasiado grande... ¡demasiado!) es mi pequeño homenaje para ellos. Y para todos quienes también los adoran.

Eeer, soy nueva y me excedo en el azúcar a veces, pero trato de dar lo mejor!! -bows head-

Espero les agrade.

Muchas gracias a mi querida amiwa AiFuu-chan, que me aconseja y es la mejor crítica del mundo!! Son sus dibujos los que me dejan en ánimo kakashixiruka!love –súper inspiración-

Graciaaaaaaaaaaaas!!

Un drabble para comenzar…


Disclaimer: Naruto y toda su manchita de Konoha-citizens (y otras aldeas) no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto-sama… Sólo reclamo los peluches que compré hace un par de días!!


Perspectiva

Romance. General. 745 palabras.

Tu silueta alta y delgada destaca entre las sombras de la helada noche. Hoy hace tanto frío que fácilmente puedes ver tu aliento congelarse en el aire antes de desaparecer. No es un día común en Konohagure.

Tu respiración está agitada.

Te acercas. Su figura, iluminada casi de manera espectral bajo la luz de un farol en medio de la calle, te saluda con una sonrisa brillante, perfecta.

Dirigida sólo a ti.

Caminan juntos por un sendero cubierto de fresca nieve. Las últimas luces de la tarde hace mucho que desaparecieron. Su viaje es guiado sólo por las estrellas y la luna llena. Sientes que tienes ganas de comentar algo sobre Pakkun y sus extrañas costumbres en este tipo de noches, luego te das cuenta de lo tonto que suenas hasta a tus propios oídos y callas. Después de todo, el silencio que cae sobre ustedes dos es confortable.

Y peligroso.

Te lleva a pensar, formular, planear, resolver... Y allí se esconde el peligro, pues jamás has logrado liberarte de ese sentimiento que golpea tu corazón, que solía estar apagado.

Shinobi no debe sentir.

La poca gente que se atreve a salir de sus hogares a esa hora, con esa brisa fría, lo saluda. Él les sonríe de vuelta, mientras tararea una canción que reconoces como un himno que escuchaste en la academia, que habla sobre felicidad, sobre vivir con intensidad, sobre amor y deseos...

Tu corazón palpita acelerado, el aire no llega a tus pulmones.

Quieres ponerle fin a esto.

En un movimiento veloz, lo atraes hacia ti, dentro de los oscuros rincones de un callejón escondido. Su espalda contra el muro, tú contra su cuerpo.

Su primera reacción, en la forma de un kunai a la altura de tu cuello, cae lentamente. Shinobi de Konoha, en verdad. El valor y la fuerza que esconde bajo su suave apariencia te llenan de orgullo. Ahora te mira sorprendido, pero sin temor alguno.

Sus ojos.

Sus pupilas chocolate te observan dilatadas con un sentimiento que no puedes identificar. Casi puedes perderte en ellas. Sabes que tienes que terminar con esto, que es imposible, que es estúpido, que es un error... pero no quieres abandonar tu utópico sueño sin al menos una pequeña recompensa.

Él ladea el rostro. Tocas su mejilla para conducir su mirada de nuevo hacia ti. De la nada, de repente...

Le pides un beso.

Un suave rubor resalta sobre su piel morena. Tiembla ligeramente ante tu toque. Rasca suavemente la cicatriz que adorna (jamás mancillaría) su rostro, de mejilla a mejilla, en el típico signo que tú tanto reconoces y adoras.

Está avergonzado.

Gira hacia ambos lados, como esperando encontrar a algún curioso no deseado, y finalmente, te vuelve a mirar.

Te sonríe. Te hechiza.
Acepta.

Sus labios se unen en un momento extraño. Ha sido medio torpe, has escuchado el sonido de sus dientes al chocar sin mucha gracia con los tuyos, culpa de la ansiedad de ambos. Se separan, sonríen. Ahora ambos están sonrojados.

Él mueve su cabeza hacia delante nuevamente, en una sutil invitación.
Y quién eres tú para rechazarla.

Esta vez el beso es más beso, menos atolondrado. Sus labios se unen tiernamente como un juego de niños, y luego, no sabes cómo, pero sus manos encuentran refugio en tus cabellos y las tuyas se aferran a su cintura como si temieras fuera a desaparecer en cualquier momento y todo esto no es más que otro de tus tantos, hasta ahora inalcanzables, sueños.

En el delirio de su sabor y su aroma puedes sentir su corazón latiendo con el tuyo, su calor envolviéndote, sus chakra agitados, mezclados, como uno solo.

Lo que has querido negar despierta como una bestia hambrienta y feroz.

Te has dado cuenta de tu error. Desde el primer momento, al creer que podrías ponerle fin a todo eso, al imaginar siquiera que podrías ignorarlo, olvidarlo y negarlo. Al creer que te era suficiente su amistad. Al creer que podrías sobrevivir con sólo un beso.

La verdad es que tú quieres todo de Iruka Umino.

Abrazándote más fuerte a él, asumes tu fracaso. Y por primera vez, en toda tu vida de genio y guerrero, no le das la menor importancia.

Por que es verdad, tú, Hatake Kakashi, has perdido.
Y, por Dios, puedes jurarlo… nunca te has sentido más feliz por haber sido derrotado.

Sus corazones, latiendo al mismo ritmo, entonan una canción que habla sobre felicidad, sobre vivir con intensidad, sobre amor y deseos

- ces't fini -


¡Gracias por llegar hasta aquí!

Comentarios son bienvenidos, por favor, me ayudan a mejorar.

¡Kisses para todos!

Hina