A quién lo lea y, a pesar de todo, lo disfrute

A quién lo lea y, a pesar de todo, lo disfrute.

Zayde Lupin.

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Una vez más volvió a llevar la taza a sus labios, una vez más dio un trago al liquido negro y una vez más una mueca se dibujo en su rostro.

Por mucho que tomase su sabor amargo no dejaba de disgustarle.

Lentamente volvió a llevar la taza a sus labios.

-George, deberías dormir un poco.

Centro sus ojos, hasta entonces fijos en el vacío, en Hermione, o más bien, en el borrón que él percibía a causa de la hinchazón de sus ojos agotados.

Cabeceó lentamente y sin separarse de su taza hizo el gesto de levantarse y poco más pues sus músculos apenas si le respondían.

Sintió que alguien le sujetaba sin dejarle llegar al suelo, tal vez alguno de sus hermanos, o Lee, o Harry, o Oliver, o cualquiera de esos otros que habían estado por allí esos días.

Lo siguiente que sintió es que lo ayudaban a tumbarse en la cama de Billy, que le dejaban solo y que le recomendaban que durmiese.

Cuando al fin la última forma borrosa abandonó la habitación, él se encogió un poco más en sí mismo, y aferró con mayor fuerza la taza que no había dejado que le arrebataran, porque si era cierto que odiaba el café, mucho más odiaba volver a ver la imagen del cuerpo sin vida de su hermano que le aparecía en sueños.

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Es corto, pero es una vuelta.