No hago esto con intenciones lucrativas, solo deseo pasar un buen rato escribiendo y compartir con el fandom mis locas ideas basadas en el mundo de Harry Potter.


Capitulo 1

Para no matarte


De acuerdo, no soy la mejor para manejar este tipo de situaciones y sé el por qué: no tengo paciencia. Pero no es que espere que todo se solucione de un momento a otro, pero mínimamente la suerte puede estar de mi lado. Por lo menos UNA vez.

Lo volveré a repetir a ver si me entiende.

― No Potter, no quiero salir contigo. ― Ya, más clara no he podido ser, joder, si esto no es ni chino y tampoco hablamos en distintos idiomas.

Noto como su cabeza da un extraño giro y me vuelve a mirar directamente y a preguntarme lo mismo.

No, si digo, a éste tanto vuelo le está afectando el sistema de sinapsis. Lo más conveniente es darme vuelta e irme sin omitir palabra alguna. No sirve de nada seguir con una charla que es un círculo vicioso.

No me sigue, por suerte, pero ese: NO DESCANSARE HASTA QUE SEAS MI ESPOSA no me anima para nada. Es más, estoy considerando la muerte dolorosa, su muerte o la mía en su defecto. De alguna forma me desharé de sus ruegos.

Camino por los pasillos que me llevan a las cercanías de la sala común de Hufflepuff y para mi suerte, Lara esta esperándome apoyada en una pared. ¿Quién es Lara preguntan?

Mejor me presento primero: Mi nombre es Lily Evans. Curso el ante último año en Hogwarts. Mis notas son buenas, no tengo muchos amigos, pero los pocos que tengo me bastan y sobran, Son grandes personas.

Y Lara es…como decirlo…mi hermana gemela separada al nacer. Extraño ¿no? La conexión que existe entre ambas nos llevo a esa conclusión luego de ingerir varios litros de cerveza de mantequilla.

Aunque la verdad, seamos completamente opuestas en todo.

― Llegas tarde. ― se queja. Suspiro.

― Me atrapó Potter y su interminable cantaleta de: quieres salir conmigo. ―

A grandes rasgos mi vida no es la gran cosa. Más bien se tilda de monótona y en ocasiones de aburrida. Mi itinerario está lleno de horas de biblioteca, paseos alrededor del lago, clases y más horas de biblioteca. Nada fuera de lo común ¿Verdad?

― Vayamos al lago, hace calor.― propuso. Asistí al instante.

Caminamos, hablando de cualquier cosa y de cualquiera. La verdad es que ya a comienzo del año muchas cosas no hay para contar. Las vacaciones terminaron y sacando los lugares a donde fuimos, el solo recuerdo que aún queda un año entero delante lleno de exámenes y horas sin dormir no nos alienta a sonsacar que ya NO estamos en vacaciones.

De todas formas, nos las arreglamos para concentrarnos en un tema en particular: Corazón de bruja.

Si, como lo leen. Esa revista amarillista y rosa, llena de consejos inútiles y de notas poco educativas. Para que la leemos preguntaran, y la respuesta es simple: estudios muggles.

Este año la profesora de la materia propuso un taller de debate igual al que hay en algunas escuelas muggles. ¿Por qué no hacerlo? Es divertido poder conversar con alguien y al mismo tiempo exponer tu punto de vista de una manera interesante y concisa.

El primer tema a debatir es las revistas de moda y su influencia sobre la población juvenil.

A favor o en contra. Nosotras, nos anotamos para hacer la contra por lo cual nos ganamos una miradita un tanto seca de parte de Marie, la Gryffindor maja del colegio. Ahora bien, tenemos que preparar un caso para la clase que viene por lo cual estamos reunidas en ese momento.

― Bueno, comencemos desde cero. ― Lara abre la revista Corazón de bruja en cualquier página. Yo me siento a su lado bajo el frondoso árbol que nos permite una sombra digna de película. ― ¿Que es lo primero que nos traumara: los test o los consejos de doctora corazón?


Octubre. Lluvioso, fresco. Días grises con sus noches oscuras. Aunque esto no impide que salga a caminar por un rato antes de irme a dormir. La verdad es que la serenidad de los terrenos es reconfortante. Nadie se anima a salir después de hora, sobre todo porque temen no llegar a tiempo al castillo y caer en las garras del inestable señor Filch.

Dudo que ese hombre tenga un gramo de juicio en su persona. Hasta me resulta tenebroso.

Bah, no importa.

Lo único que interesa es la frescura, la calma y la soledad de esta noche tan bonita.

― ¿En qué piensas? ―

¿Dije soledad? … Maldición, si nomas yo abro la boca para regarla.

Acelero el paso, no lo oí. Fuel el viento tal vez. O sino…

― Lily...―

Me detengo. No hay manera de escapar. Bueno, una muy lejana. Un accio, una escoba. Se me ocurre la técnica ahora, que la lleve a cabo esta más lejano que yo de convertirme en una súper modelo de pasarela parisina.

Tomemos el hecho por favor que para ser bruja, soy muy mala con la materia vuelo.

― El que me ignores no significa que no estoy aquí.―

¿Para qué mirarlo? Siempre está igual. Con el cabello desordenado y con esa sonrisa petulante que me dan ganas de golpearlo. Este tono: yo soy el rey, no me discutas o sufrirás las consecuencias.

― Vamos, vengo en son de paz.―

― Me cuesta creerlo. ― se me escapa. Vamos, no puedo con mi genio. Mi terapeuta ya me lo dijo.

James sonríe, como no hacerlo. Le dirigí la palabra y eso es un logro enorme al parecer. Su cara tiene el mismo brillo que cuando baja de su escoba después de un partido alucinante. ¿Se drogara antes de venir a hablarme? Porque es la única solución que le encuentro al hecho de que este feliz por verme.

Extrañamente no contesta. ¡Ah no! Este se está tramando algo, lo presiento. Como que me llamo Lily y mis medidas son desconocidas, hasta para mí.

― Lily...― se adelanta unos pasos y se interpone en mi camino. OJO POTTER, tengo mi varita bien cogida y a punto de hacerte volar como hagas un mal movimiento. ― En dos semanas será el baile de Hallowen.

¿Interesante? No, desconcertante.

― ¿Y?

Lo veo titubear. Se rasca la nuca. El siempre hace eso cuando está nervioso. ¿Cómo lo sé? No tengo la menor idea, mejor hago que mi subconsciente deje de meterse.

― Me preguntaba si quisieras venir conmigo. ―suelta.

― No. ―

Tan fácil como eso, sin tapujos ni remordimientos. ¿Qué es eso que brilla en sus ojos ¿Es decepción acaso?

JÁ justo, Lily Evans, mejor deja de hablarte a ti misma y aun mejor, deja de juntarte con Eliot de Ravenclaw, ese chico emana de la buena hierba que se fuma.

― Bueno...― se ira, estoy segura, por dónde vino y con aires de acá no paso nada. ― paso por ti a las ocho.

― Claro… ¿Qué?

Jame sonríe. ¡Otra maldita vez!

― Entonces nos vemos Lily. ― me guiña y se va antes de que yo pudiese reclamar nada.

Maldición, si hasta yo misma no se que tendría que reclamar. Primero… ¿QUE DEMONIOS PASO?

A no, mis neuronas no responden… ¡VAMOS FUNCIONEN!

Maldita sea James Potter… tú, tus familiares y tu perro si es que tienes.

¡DAME UNA RAZON PARA NO MATARTE!


Primero de una serie de drabbles que tengo pensado hacer de esta pareja. Espero que sean de su agrado

Nus vemos .

Grisel