Notas— Han pasado dos años y medio desde que decidí actualizar tras un Hiatus de 7 años. Ahora me doy cuenta que este fic cumplirá 10 años en Noviembre. ¡Joder! No lo puedo creer. Así que para celebrar 11 años de mi amor por Kingdom Hearts quiero tratar de acabar esta historia. Gracias a todos por sus bellos mensajes respecto a este fic. ¡Los amo!
Aclaraciones— Como se dan cuenta a lo largo de todos estos capítulos mi narración ha variado. No sé sí decir "madurar". En estos momentos pasó por una extraña etapa de "Narrador Dios vengativo" y se me ha dado por reírme en la cara de los personajes. ¡El punto! Cuando inicié este Fic quería llegar a un punto. La trama era completamente distinta. Ahora que los años han pasado sé a dónde quiero llegar. Este capítulo narra la transición a este punto. Lamento que sea tan corto ¡Pero les cuento, ya tengo el siguiente! Si les gusta me ayudarían con un comentario.
Agradecimientos— Sora, bebé de Luz, Gracias por ser mi lectora beta, por leerme y preocuparme por su ya cené. Te adoro.
Reviews anons~
Fan— Gracias! Considero que este fic está destinado a ser mi evidencia de mi evolución narrativa. A veces lo amo, a veces lo odio. Y confieso que me vi un poco desesperado porque quería llegar al punto lo más pronto posible. ¡En fin! Gracias por leer!
7moths— Tienes razón. Ya no he encontrado nada nuevo de KH. Yo espero (de verdad) que el Fandon reviva tras el nuevo juego. De verdad, merecemos más fics hermosos. Gracias por la espera. De verdad!
Yukipab— ¡Hola, gracias por la paciencia!
CAMISUZUNO— !Hola! Gracuas por tu bello comentario. Respecto a SC, éste también esta en proceso de escritura, ha sido un poco dificil llevarlo a cabo puesto que mi inspiración se fue muy lejor. Sé paciente por favor! Saludos!
Sin más que agregar: Buena lectura.
Destati
6.- El fin de mi mundo.
"Just like a slow burn, stay with me forever
I can't let you ever fade away"
No supo realmente como fueron las cosas.
De aquello de que habían perdido la liga a dos de la final. Recordaba vagamente la camioneta y el silencio incomodo de regreso de Radiant garden. De hecho un camino muy largo. Miraba de reojo como sus compañeros trataban de ocultar su decepción. Tan cerca de la final y tan jodidamente lejos del triunfo. Los habían aplastado. Todo aquello por culpa de Riku.
Culpa de su amor obsesivo.
No tenía la menor idea de cómo las cosas habían fluido de tal manera que lo único que podía hacer últimamente era pensar en Sora. Sora por todos lados, en su mente, en su teléfono, en su boca y hasta en su café. El mundo se tornaba como una tormenta en que solo esperas parado en medio de la lluvia. Jodido para que te empape. Riku había experimentado mucha ansiedad desde que se había separado de Sora hace no más de 48 horas. Tidus le comentó que no era más que un momento de nostalgia. Debían ganar para irse directo a casa. Aunque perder también había tenido la misma solución.
Día tras día la necesidad por Sora se había incrementado al grado que no podía conciliar el sueño. De hacerlo se despertaba en medio de la noche, con un sudor frío que le recorría la columna como una serpiente. Ojala aquella sensación lo mordiera tan fuerte para matarlo. No lo entendía.
Sora por otro lado pasaba todo el tiempo posible cerca de él; de Riku. Incluso cuando sabía que tenía un importante examen en puerta. Nada era más importante que estar juntos. Más que nunca.
Los meses eran tan cortos que todo parecía irreal.
La decepción también viene en forma de panquecillo.
Pensó Riku al descender de la vagoneta. Eso lo recordaba bien. El abrazo fuerte que Sora le había dado y del olor a su cabello. A sol y arena. Posiblemente no sería el mejor olor de todos, pero para Riku parecía la mejor de las notas al aire. La única que le importaba. Vino a su memoria cuando Kairi se acercó a él. Con esa expresión de no saber que decir. Su carita neutra. Tratando de encontrar alguna palabra para confortarlo. Abrazó a sus dos amigos. Sin saber que sería la última vez.
Recordó la fiesta en la Isla de juegos. Porque Tidus estaba muy enojado con él y con todo el equipo. Parecía un mono de circo meneando la botella de cerveza oscura. Apostó que no le gustaba el sabor pero no había otra forma de calmar su alma. Era la primera vez que bebía sin la supervisión de algún adulto. Se sintió mal por él. Se sintió mal por todo equipo. Había sido toda su culpa. Bebió un trago más de la cerveza. No estaba mal. Ser adulto es algo difícil. Ser un adulto responsable es algo aún más difícil.
Si tan solo Riku supiera que ser adulto es igual o más mierda que ser joven.
El atardecer fue espectacular. Sí, lo recordaba.
Es divertido cuando terminas valorando las cosas cuando ya no las tienen en tus manos. Los atardeceres de las Islas destino era lo más hermosos que había visto en su vida. Triste que lo notes cuando todo se volverá tinieblas pronto.
Y cuando el anochecer lo alcanzó fue cuando perdió la conciencia de las cosas.
Perdió el control de todo lo que le rodeaba. La necesidad de sentir a Sora más cerca que nunca se acrecentó al punto de besarlo hasta dejarlo sin aliento. Justo en el rinconcito de la casa del árbol que sus padres les habían mandado a construir. Lo acorraló contra la pared, haciendo crujir la madera deteriorada por la brisa del mar. Lo presionó tan fuerte contra la pared haciéndolo gemir entre el beso y el bochorno. Sora había bebido más que él, más que todos.
Porque Sora también se sentía ansioso. Confundido y necesitado. Sora posiblemente perdió el control en cuanto sus labios saborearon los de Riku. Ya no había necesidad de estar conscientes, Se tenían el uno al otro y eso bastaba. Incluso cuando el frenesí que lleva al límite y pierdes la conciencia.
Riku no sintió culpa años después. De cómo presionaba el cuerpo de Sora contra el suyo. Tampoco de ahogar los gemidos en su cuello aunque él ya no los oía. La mente de Sora estaba tan perdida como su cuerpo. La culpa no tenía lugar cuando era amor. Riku incluso estaba cegado de su necesidad. Era Sora, solo Sora y su maldito cuerpo inerte debajo de él. Le dijo que lo amaba, tantas veces que su garganta ya estaba seca y sus ojos cansados de tanto llorar. No había culpa.
La gente en el pueblo aún se preguntaba de vez en cuando si aquel chico había sido violado esa noche en aquella fiesta secreta que se salió de control.
Los habían encontrado porque el padre de Kairi –el alcalde- no la encontraba por ningún lado. Ni los otros chicos del equipo de Blitz que debían de regresar tras el arribo a la escuela. Fue un caos. Entre gritos de la policía y de los padres que buscaban desesperados a sus hijos. Incluso el padre de Tidus estaba allí. Igualmente a veces se habla de la golpiza que Jetch le propino a su hijo ese día. Sora vomitó todo lo que pudo cuando despertó. Presa de las luces de alto voltaje. A medio vestir miró, más no logró entender todo lo que su madre le decía. Había sido el peor día de todos. Riku ya estaba en la patrulla, esposado y con un golpe en la sien por oponer resistencia. Kairi por otro lado gritaba como loca, algo sobre que Riku no tenía la culpa de nada. De que ellos se amaban. Su padre la calló de una bofetada. Dura y sonora. Ella lloró aún alcoholizada pero no pudo hacer otra cosa que mirar con impotencia al padre de Sora amenazar a Riku con matarlo.
Supongo que todo aquello que pasó esa noche suena más dramático de lo que fue.
Pero de eso se trata de ser joven. De tomar riesgos y asumir las consecuencias.
Riku había sido enjuiciado en la oficina del alcalde. Con sus padres, los de Sora y con Wakka y Kairi de testigos. El dolor de cabeza era fuerte. Sin duda, pero el golpeteó en su cráneo por la ansiedad era aún mayor. Explicó, casi sin pausas todo lo que había pasado. Desde el collar hasta la propuesta –sin querer- Los partidos y lo que pasó aquella noche. No había sido la primera vez que él tenía relaciones con Sora y el aludido nunca opuso resistencia. Que perdiera la conciencia en el acto era otro asunto. Riku no sentía nada en ese momento. No había culpa en sus palabras y su rostro estaba frío y severo. Kairi había tenido tiempo de expresarse. Se sentía culpable de una u otra forma porque ella había dado el lugar en dónde estaban. Defendió a Sora en su nombre. Él estaba aún inconsciente en casa.
Frunció un poco los labios porque ella estaba peor que Riku. Apenas había tomado una ducha.
La dedición fue tomada con los niños afuera de la oficina.
Entonces la idea de huir vino a sus cabezas. Tomar a Sora y huir muy lejos de allí.
Pero ser joven es ser idiota. Creer que todo se hará con tan solo decirlo. No iba a pasar. No al menos en esta versión de su mundo.
Cuando Sora despertó ya era tarde. El sol estaba a punto de ocultarse y vino a su cabeza adolorida escenas dispersas de lo que había pasado. Tenía la ropa que la noche anterior. Su boca estaba seca y pastosa a la vez. Intentó ponerse de pie pero cayó de sentón. ¿Qué demonios había pasado? Lo escuchó a la distancia. Casi de manera mágica en su cabeza. Lo llamó una y mil veces. Le tomó un poco de tiempo recuperar el sentido del equilibrio. Salió de su casa, sus pasos eran torpes y la poquísima luz lo estaba matando. Dio la vuelta a la calle y lo miró subir a un carro.
Más por la fuerza que por voluntad.
Riku se estaba yendo. Corrió hasta alcanzar al grupo que estaba entorno al automóvil. Su madre lo tomó por el brazo y le gritó. Su padre de igual forma le obstaculizó el paso y lo agarró por la cabeza. Le gritó de igual forma pero él no escuchaba. Solo contenía el sentimiento de desesperación ya que sabía lo que estaba pasando. Riku se iba a ir. Lejos de él. Se miraron a través de la gente, a través del vidrio y fue como la muerte.
Porque el Amor también es dolor. Cuernos del mismo demonio.
Le dijo que lo amaba. Una y mil veces.
Tan fuerte que su madre no logró contener las lágrimas. Riku había sido para él como un hijo. Kairi abogó una y mil veces. Pero estaba hecho. Si querían romper el contrato del collar debían de ser alejados y hacer que ese amor muriera con el tiempo.
Kairi logró descifrar la última frase, antes de que el carro comenzara a avanzar.
"Cuida de él"
Sora corrió atrás de ellos. Pero era tan inútil que se dejó caer en medio de la calle.
No supo cómo fueron realmente las cosas. Años más tarde lo recordaría cuando sus ojos se volvieron a encontrar en la Universidad. Cuando ya no había collar, ni amor de por medio.
To be continued
Notas— ¡Hasta aquí! Drama. Si hay algo que amo es el drama. Yo sé. Fue rápido de un capitulo a otro. Sucede que había iniciado el sexto hace un año. Pero no estaba satisfecho con la narrativa. Así que dejé descansar el documento. Hasta que decidí mandar todo al diablo y llegar al punto. Sino les gusta lo entenderé. Ya tengo el siguiente capítulo a más de la mitad. No sé si poner como fecha de actualización el 15 de Julio que sale el nuevo tráiler. Depende de cómo las cosas vayan fluyendo. Ahora, respecto a lo que pasó con Riku y Sora. No amigos, no es violación. Yo lo sé, tú lo sabes y Sora lo sabes.
Este será el último capítulo en dónde saldrá Sora (por un largo rato).
Gracias por leer.