Manotaje Personal
Manotaje escolar: Acto de agredir sin motivo aparente a un compañero de colegio, liceo o universidad. Esta agresión puede ser física o sicológica.
Capítulo I
El regreso
No pensó que volvería. Para ella, escapar de esa ciudad era como escapar de todas sus pesadillas. Jamás imaginó que en un lugar tan calmado como Tomoeda podría hallarse tanta maldad. Pero si existía. Y lo había aprendido de la mala manera.
No podía decir que toda su vida fue pura tristeza y congoja. Al comienzo ella tenía un mundo tranquilo y feliz. En su primer colegio llamaba la atención por sus ganas y su simpatía. Y los amigos le sobraban. "¿Cómo fue que todo cambió de un día para otro de forma tan drástica?" solía pensar.
El infierno llegó cuando se cambió de colegio. La habían alejado de su prima y la habían llevado a un establecimiento donde no conocía a nadie. No es que tampoco hubiera sido una gran diferencia. Desde el primer día de clases supo que no todo iría bien como le habían asegurado sus padres. Los demás niños no la miraban con simpatía.
Ninguno le dedicó una sonrisa de bienvenida. Algunos la miraban fijamente pero con aspectos desagradables. Otros evitaban su mirada. Nada la había preparado para lo que vendría.
- ¿Quieres que vayamos de inmediato al velorio o pasamos a la casa primero para dejar las cosas? – le preguntó Chiharu. Pero Sakura estaba concentrada en sus pensamientos. – Sakura¿Estás bien¿Me escuchas? - Le dio un pequeño empujón y Sakura se percató de que le hablaban
- ¿Disculpa?
- Pregunte si querías que fuéramos al velorio primero ¿Segura que estás bien?
- Si, si estoy bien. Y prefiero que vayamos al velatorio primero. Quiero saber como está Tomoyo
- Está bien. Se lo diré al chofer
Chiharu se alejó y Sakura quedó sola con sus recuerdos otra vez. Una vez dijo que la única forma que lograrían de convencerla para regresar a su primer "hogar" sería por enfermedad o muerte. Pero no había imaginado que sucedería por el fallecimiento de su tía Sonomi. Ni siquiera quería pensar en lo destrozada que estaría su prima. No tenía excusa para no volver.
Tendría que enfrentar las caras del pasado. En lo posible evitarlas.
Jamás encontró justa su situación. ¿Cuántos eran¿5, 6 niños? Y todos contra una. Constantes insultos, golpes y tirones de pelo, burlas sobre su familia. Mucho daño y mucho tiempo. Y llegó al límite. Rápido y doloroso. Ahora, pensando bien sobre sus acciones, eran definitivamente estúpidas. Pero en esos momentos cortarse las venas era más rápido que la ingesta de fármacos. Tan sólo 30 minutos desangrándose y se acabaría su agonía. Milagrosamente (Aunque en ese momento no lo había pensado así) alguien la encontró y la llevó al hospital. Nunca supo quien fue.
Después de eso huyó lo más lejos y rápido que pudo. ¿Cobarde? Tal vez. Pero ella ya no aguantaba. Si no huía, ellos se encargarían de matarla.
- Ya llegamos Sakura. Y hay mucha gente – Le dijo Chiharu a Sakura mientras miraba por la ventana.
- Me lo imagino. Tía Sonomi era muy reconocida y querida por mucha gente. Y tú sabes que cuando muere alguien, viene personas de todas partes al velorio. No importa si la última vez que hablaron con el difunto haya sido hace 20 años atrás
- Si tu lo dices… - Chiharu hizo una pequeña sonrisa, pero en el momento la reprimió
El auto se detuvo. Las dos chicas se bajaron y le pidieron al chofer que esperara. Se dirigieron directamente al velatorio. Gente llorando, otros en grupos hablando bajo, otros fumando. El olor a flores inundaba el lugar. La sensación de tristeza y dolor penetró en Sakura. Éste, sin duda, no era un ambiente que le agradara.
Encontraron a Tomoyo hablando con dos señoras. Su traje negro y las marcas de lágrimas destacaban en ella. Primero la amatista vio a Chiharu. Se despidió de las señoras y se dirigió hacia ella. Pero cuando vio a su prima a un lado casi corre el trayecto. Se abalanzó sobre Sakura y dejo las lágrimas correr. Sakura, por su parte, no sabía si lloraba más por la muerte de su madre o por verla ahí. Tomoyo conocía su historia y conocía su determinación de no volver jamás a Tomoeda
- No lo puedo creer – Dijo Tomoyo después de un momento, tratando de tranquilizarse – No pensé que vendrías
- No hubiera podido dejarte sola en esto. Y tampoco me hubiera perdonado no venir al funeral de tía Sonomi.
- Pero yo hubiera comprendido. Después de todo lo que dijistes. No te entiendo.
Ella tampoco. Más de una vez se preguntó porqué jamás le contó a sus padres su situación. Sus padres le hicieron la misma pregunta. Sus amigos también. ¿Por qué? Al comienzo, por no hacer más problemas. Después, por sus propios sentimientos traidores. Entre la razón y el corazón, ganó el corazón. Fue su primer amor, después de todo.
- Yo estoy bien. La que me preocupa eres tú. ¿Estás bien?
- Cualquier muerte es dolorosa. Pero estoy aprendiendo a asumirlo. – Tomoyo se secó el resto de lágrimas que le quedaban - Todo quedó bien entre mi mamá y yo. Estoy en paz y ella igual.
- Me alegro.
- ¡Tomoyo! Al fin te encuentro… Lo siento tanto, querida – Una mujer y su esposo aparecieron por atrás de Sakura
- ¡Dios! Señora Hiragizawa. No se hubiera molestado en venir de Inglaterra
- En el momento que Eriol nos dijo, venimos. Era lo mínimo que podíamos hacer.
- Gracias –Respondió Tomoyo
- Mejor me retiro… - Comenzó Sakura
- ¿Sakura¿Sakura Kinomoto? No puedo creerlo. Tanto tiempo sin saber algo de ti – La señora Hiragizawa saludo afectuosamente a la chica
- He estado bien, señora. – Dirigiéndose a su prima - Tomoyo, creo que será mejor que me retire. Iré a dejar mis cosas a tu casa y volveré más tarde.
- Está bien. Y no te preocupes por mi
- Ni tú por mi – Sonrieron las dos – Iré a buscar a Chiharu
Caminó a través de la multitud. A lo lejos vio el ataúd en la que reposaba su tía, rodeada de flores y velas. "Y pensar que yo hubiera terminado allí hace mucho". Fue inevitable ese pensamiento. Chiharu estaba en una esquina hablando con un grupo de gente. Se acercó a ella cuando la conversación del grupo estaba terminando.
- Chiharu, ya hablé con Tomoyo. ¿Vamos a dejar nuestras cosas? Aparte, el chofer debe estar aburrido
- Ok. Déjame despedirme
Mientras esperaba, Sakura fijó la mirada en un espejo que estaba más arriba de su cabeza. Observó a la gente y trató de reconocerla. Algunos de ellos sí recordaba, otros creía conocerlos y, un gran grupo, era completamente desconocido para ella. Pero le llamó la atención un hombre que estaba entrando al velatorio. No necesitaba estar cerca para saber que era buen mozo. Muchas personas de inmediato se le acercaron. ¿Algún familiar? Imposible, ella los conocía a todos. ¿Quién, entonces? Entró al recinto.
Se le hacía demasiado conocido. Trató de unir las piezas en su cabeza pero nada. Hasta que pudo ver su cara completamente. Por varios segundos no respiró. El color se le fue de la cara y un miedo inmenso penetró en ella.
- Bien Sakura, ya nos podemos ir… ¡Dios¿Qué te pasa? – Chiharu de inmediato se preocupó al ver su amiga con un aspecto enfermo. Aunque no estaba muy lejos de la realidad. La chica comenzaba a tener fuertes ganas de vomitar.
¿Qué se supone que hacía él aquí¿Cómo, siquiera, osaba presentarse? De todos, fue el que más daño le causo. Y él lo sabía, Dios estaba de testigo que él lo sabía. Sus sentimientos, su dolor y su pena. Pero continuó con su cruel juego. Y la llevó hasta una fuerte depresión. Él era el principal responsable de todos sus antiguos problemas.
- Por favor… Salgamos por otra puerta – Pidió Sakura con un nudo en la garganta
Chiharu no entendió al comienzo, pero al observar la entrada comprendió. Tomó de la mano a su amiga y la guió por la otra salida, ya que ésta última estaba demasiado débil.
Sakura no sabía si huir, enojarse o simplemente sufrir en silencio. Volvió a ver al joven y más grande fue su pena. Probablemente se había enamorado de él a las pocas semanas de llegar al colegio. Cuando lo conoció era lindo y atraía por la indiferencia en su mirada. Jamás se supo, mientras estaba en el colegio, que tuviera alguna novia. Tal vez su maldad era tan grande que no había en su corazón cariño, empatía o amor. Y maldita su suerte por no poder controlar sus sentimientos. Maldita sea Shaoran Li por haberle destrozado su adolescencia y corazón.
Un capítulo corto pero conciso. Es que si seguía escribiendo ya hubiera pasado a lo que quiero contar en el segundo capítulo. Y esa no es la idea. Esta historia es trágico/romántico, así que no me maten por hacer sufrir a Tomoyo de ésta manera. Ni tampoco por como haré sufrir a los protagonistas.
No sé si en todos los lugares se les llama "Manotaje" o "Bullying" a la acción de agredir a compañeros de forma violenta y agresiva sin motivo alguno. Pero en mi país sí. En especial después del suicidio de una chica hace un tiempo atrás producto de las constantes burlas por parte de unos compañeros. Yo nunca lo viví, pero lo he visto (como tal vez muchas (os) de ustedes), y me pareció un tema interesante de abordar
Cualquier opinión será recibida (Sea mala o buena)
No prometo cuando será la próxima actualización, pero juró que no será en tres meses más xP
Good night and good luck!