Aquí os dejo el primer capítulo de esta historia que estoy editando, tal y como avisé que empezaría a hacer con todos mis fics.

La mayoría necesitaba un buen repaso y poco a poco voy a ir haciéndolo. Me lo tomare con calma, aunque espero haber terminado de hacerlo en un par de meses. De todas formas esto no quiero decir que deje los fics que tengo a medias sin terminar. De ningún modo. Esos tienen prioridad absoluta.

Un saludo, Fern25

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Los personajes de la serie Naruto no me pertenecen.

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Capítulo I

Se frotó con insistencia la base del cuello, el cual sentía totalmente agarrotado y tenso. Las horas que llevaba en el hospital sin dormir y trabajando sin parar, le estaban pasando finalmente factura. Su cuerpo le protestaba y se resentía totalmente, haciéndole sentir interminables calambres que le recorrían insistentemente por toda la espalda, pero haciendo caso omiso a su malestar, decidió como siempre seguir trabajando.

Después de terminar con su último paciente, alzó la mirada buscando a quien acudir, e inmediatamente localizó a su siguiente objetivo. Con paso decidido se acercó hasta la camilla donde un joven genin de alborotados cabellos se estaba recuperando de un entrenamiento que se había salido un poco de control.

Le sonrió al chico con dulzura mientras le auscultaba atentamente el pecho para comprobar los daños que tenia y buscando lesiones. El paciente, un joven de unos 13 años, le devolvía la mirada totalmente sonrojado. No todos los días tenía uno la oportunidad de que la más bella kunoichi médico de Konoha, te prestara tanta atención.

Sakura observó la ruborizada cara del chico, y le posó la mano sobre la frente para comprobar si tenía fiebre. El joven se sonrojó aún mas si cabe, y la pelirosada, al comprobar que el rubor que cubría la cara del joven, se debía mas a otra causa que a la fiebre, le sonrió nuevamente y le dijo que ya podía irse a casa.

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Ino observó a su amiga que curaba la fea herida que un jonin tenia en la cabeza mientras le daba un poco de conversación, asombrándose una vez mas ante su total dedicación. Por muy cansada o estresada que estuviese, la joven siempre tenía una palabra amable y una sonrisa para aquellos que estaban bajo su cuidado. Amaba su profesión y le ponía tal empeño, que no era de extrañar que se hubiese convertido en pocos años en una de las mejores médico ninja de la aldea.

A pesar de eso, no pudo dejar de preocuparse ante la imagen que ofrecía. La joven pelirosada estaba exhausta, pero aun así no había querido dejar el hospital cuando acabó su turno por mucho que su amiga le insistió. Ese día había sido especialmente difícil. Parecía que se habían puesto todos de acuerdo para acabar heridos o enfermos, y el trabajo no se acababa nunca. Pero la Yamanaka sabía la razón por la que Sakura no había marchado a casa a descansar. Necesitaba ante todo tener la mente distraída. Si volvía a la tranquilidad de su hogar, no podría evitar el preocuparse por él, y la incertidumbre de no saber como estaría, la volvería loca.

La rubia suspiró y movió la cabeza como negación. Sabía que era imposible hacerla entrar en razón cuando ella habia tomado una decisión. Así que renegando por lo bajo ante su cabezonería, volvió a su tarea continuando con la sutura de la herida del hombro de su paciente.

Enfrascadas totalmente en sus respectivas tareas, se vieron de repente sobresaltados por unos gritos que se oyeron en la entrada al hospital.

- ¡Auxilio!

- ¡Rápido ayuda! ¡Por favor ayuden aquí!

Las dos chicas dejaron momentáneamente sus quehaceres y acudieron con prontitud junto a más personal a la entrada del hospital. Allí pudieron ver a un grupo de ambus mayoritariamente heridos, que habían llegado a duras penas sujetando a otros que se encontraban en peores condiciones aún. Algunos se apoyaban como podían contra las paredes del edificio del hospital, intentado parar como podían las hemorragias que brotaban de sus heridas abiertas. La sangre que derramaban los heridos, caía como una siniestra cascada por los escalones de la entrada tiñendo de rojo las grises piedras mientras que los gemidos de dolor que se escuchaban ponían la carne de gallina a los que allí se encontraban.

Rápidamente y con la eficacia que la caracterizaba, Sakura se hizo cargo de la situación y empezó a dar órdenes para que todos los heridos fuesen trasladados según su gravedad, a los diferentes boxes para ser atendidos, mientras que ella misma se afanaba en curar a los más graves.

- ¡Ino! – llamó la joven a su amiga. – Por favor, avisa inmediatamente a Tsunade Sama. Esto no me gusta nada. No es normal que un escuadrón ambu llegue de esta manera. Algo horrible debe haber pasado.

La joven después de hablar con la rubia, volvió su atención al ninja que estaba intentando curar. Una enorme y fea herida cruzaba su torso desde el hombro izquierdo hasta casi la cintura donde terminaba en un profundo desgarro. La joven se alegró internamente de que el herido estuviese inconsciente, ya que el dolor seria tremendo. Concentrándose sintió su chackra salir lentamente de sus manos e ir recubriendo el cuerpo del herido. Poco a poco la terrible cuchillada empezaba a cerrarse uniendo carne y tendones. Ya estaba casi terminando, cuando sintió que alguien le tocaba el hombro levemente.

- P... por... fa...fa... favor…

Sakura volvió la cara para mirar al que le estaba hablando. Un ambu con una venda en la cabeza y un brazo en cabestrillo, se tambaleaba justamente a su lado. Posando con delicadeza una mano sobre su brazo, intentó que el joven se recostase en una camilla cercana.

- Sshh. No hables. Si ya te han curado, acuéstate y procura descansar.

- No, n...No puedo.- le contestó a su vez. - Tengo que... avisar a la Hokage. Es muy urgente. Te… tengo que contarle...

Sakura hizo una seña a otro medico ninja para que se acercase y terminase de curar al que ella estaba atendiendo, para después, poniendo una mano en el hombro al ninja que le hablaba, guiarle suavemente hacia un sillón para que se sentara.

- Tsunade Sama ya ha sido avisada. En pocos momentos estará aquí. Pero no tienes que apresurarte, podrás darle tu informe mas adelante.

- No se trata de eso. Lo que quiero... lo que quiero decirle es que tiene que enviar a alguien,…a... ayu... ayudarles.

El ambu respiraba con dificultad mientras intentaba hablar de manera entrecortada, pero aun así, la pelirosada fue capaz de captar su preocupación.

- ¿A ayudarles?... ¿a ayudar a quien?

- Al grupo del capitán Uzumaki.

Sakura sintió que su corazón se detenía de golpe y la sangre se congelaba en sus venas. Rápidamente se arrodilló frente al joven cogiéndole la cara para obligarle a mirarla a los ojos.

- ¡¿Qué estás diciendo?! ¡Vamos¡ ¡Contéstame!

Mientras hablaba, la joven prácticamente agitaba al pobre ninja como si fuese una coctelera. La frustración unida al miedo que en ese momento la embargaba, no la hacia ser consciente del trato que le estaba dando al herido.

- ¡Sakura, por Dios! ¡Tranquilízate! …

Ino intentaba hacer entrar a la chica en razón pero esta solo parecia querer sacar más información del hombre que tenia frente a ella como diese lugar.

Ino ponía todo su empeño en intentar que su amiga la escuchara, sin conseguirlo, pero solo la fuerte voz de Tsunade que se dejo oír en la sala, consiguió hacerla reaccionar.

- ¡Quiere decirme alguien que está pasando aquí!...

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Sakura apenas podía controlar el temblor de sus manos. Sosteniendo fuertemente la taza de tila que Shizune le había preparado, escuchaba atentamente mientras Tsunade, se dedicaba a interrogar al ambu, tratando de descubrir que había ocurrido.

- Vosotros no sois del escuadrón de Naruto. Así que no entiendo. ¿Por qué dices que hay que enviarle ayuda?

El joven algo mas recuperado levantó la mirada para enfocar los castaños ojos de su superiora.

- Tsunade sama, ellos… llegaron a…ayudarnos y pudimos escapar trayendo a los heridos de ambos escuadrones con nosotros, pero… algunos aun siguen allí….

- ¿De que cojones estás hablando?...allí… ¿Dónde?...

- En …el desfiladero cercano al punto de nuestra ultima mi…misión…

Tsunade se apretó las sienes con fuerza como tratando de evitar un dolor de cabeza que amenazaba con producírsele. Luego mirando fijamente al joven que estaba frente a ella, volvió a su interrogatorio.

- Eso no es posible. Naruto y sus hombres están en una misión en la villa oculta de la arena. No es posible que estuvieran donde tú dices…

- Si no me cree, compruébelo, Hokage sama. Varios de los hombres que están aquí pertenecen al escuadrón del capitán Uzumaki.

Sakura y su sensei se miraron asombradas ante la seguridad que emanaba de las palabras del ninja. Inmediatamente la última se volvió hacia su morena ayudante para darle una orden.

- ¡Shizune!... Averigua si todo eso es cierto.

La aludida salió rápidamente para volver al poco tiempo casi sin resuello y bastante nerviosa.

- Es cierto, Tsunade sama. El escuadrón 4º y la mayoría del 7º, están aquí.

Sakura dejó salir un profundo y agitado jadeo de sorpresa y angustia. Tsunade la miró preocupada durante un breve instante, para luego dirigir su total atención de nuevo al hombre.

- Ya puedes empezar a contarme desde el principio.

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Fin del capítulo I