Amistad. ¿Fuerte palabra, no creen?
:-UNIDOS-:
No se muy bien descifrar lo que sentía en aquel momento pero algo que sí puedo recordar que sentía era miedo. Miedo. Pero no temía por mí vida, no. Temía por la vida de aquellas personas que amaba tanto en está vida. Y ahí están ellas observándome tan profundamente, tal vez de la misma manera en que yo los estoy observando en este mismo momento.
¿Será qué sobreviviremos? Podría ser… ¿Será qué podremos dejar atrás todo este ruin pasado? Tal vez… ¿Será qué podremos hacer justicia? Quizás… ¿Será qué podremos ser felices? Pero sí ya lo somos.
"Hasta él fin…" – Susurré yo más para mí misma que para las personas que habían a su alrededor, una mano delicada y suave tomó entre las suyas mí mano.
"Hasta siempre" – Dijo con voz más segura apretando mí mano entre la suya tratando de darle aquella esperanza que sus ojos irradiaban como nunca ese día. Esa era Luna Lovegood.
"Cómo siempre" – Se escuchó que decía otra voz femenina, otra mano se unió a las de ellas, dándoles más apoyo y tratando que con aquel gesto sintieran todo el amor por ellos que ahora sentía. Esa era Ginny Weasley.
"Y para siempre" – Escuchó una voz masculina, poniendo su fuerte mano sobre la de su hermanita menor, una sonrisa se asomó en su rostro, esas de niño que tanto le encantaban a Luna. Ese era Ronald Weasley.
"Gracias." – Fue lo único que pudo decir otra voz masculina, lo entendíamos, el jamás pidió ese destino, el seguramente solo quiso ser otra persona más en ese mundo, quiso vivir con su familia, quiso ser alguien normal… pero aún así aquí lo ven, con una valentía que pocas personas tienen, con una fé admirable, y con los mejores amigos que jamás podrían existir. Ese era Harry Potter.
"Lamento llegar tarde, ya saben Voldy y todo eso…" Se detuvo a medio camino y alzó una ceja, observándonos con escepticismo "¿ya se pusieron cursis?" preguntó con una sonrisa burlesca en el rostro, me ruboricé pero seguí con una sonrisa. Ese era Draco Malfoy.
Y soltamos nuestras manos pero aún así un lazo seguía protegiéndonos, un lazo que nunca nadie podría romper, un lazo invisible que sin notarlo nos mantenía unidos, mano por mano, ojo por ojo, corazón por corazón.
Y así de ahí salieron seis personas contra un ejército de mortifagos por delante de ellos. Y así salieron dispuestos a dar la vida por la justicia. Y así salieron dispuestos a morir de la manera más cruel y despiadada solo para morir uno por el otro, solo por amor.
Y así fue como entendí que no existía otro lugar en donde quisiera estar en ese mismo instante, así fue como entendí que no existía nadie más con que quisiera estar ahora mismo, así entendí que el amor, bueno, nuestro amor podía contra todo y mucho más…
Esa era Hermione Granger.
La continuación saldrá en otro fic, tardaré en subirlo.