Aquie estoy con otro fic, que espero sea de su agrado. Si les gusta dejen Reviews, por fis.

Una vida sin ti

Decía no llevar la cuenta del tiempo que había pasado, pero la llevaba. Y precisamente ese día se cumplían siete años desde que ella había llegado a su vida y se había ido dejando huellas imborrable en el.

Solo Chad e Ishida sabían de sus furtivas visitas anuales a Hueco Mundo y aunque no estaban de acuerdo, lo apoyaban.

Pero este año Ishida se las había arreglado para que la reunión familiar fuera "ese día". Así que se levanto y bajo a la cocina, se sirvió café y se asomo por la ventana. El clima era perfecto para todo lo que tenían planeado.

Ahora el vivía en las afueras de Karakura, ahí tenia una clínica en donde atendía a personas de bajos recursos. Le había comprado la casa a una pareja de ancianos que iban a mudarse a otra región; la casa no era nada ostentosa pero si bastante amplia y acogedora. Lo cual servia para alojar a todos los invitados que tendría esa semana. Pues la familia que habían formado todos después de la guerra contra Aizen había crecido bastante.

Cada Navidad se juntaban ahí para pasar las fiestas, relajarse un poco y recordar el pasado. Pero esta Navidad era especial pues Chad y Karin les tenían una noticia importante.

Termino su café y subió a alistarse, ya que todos solían ser muy puntuales. Mientras se duchaba recapitulaba un poco a cerca de todas las cosas importantes que habían sucedido durante esos siete años.

Tuvo que pasar un año para que Inoue se recuperara totalmente de estar cautiva en Las Noches e Ishida siempre estuvo a su lado. Poco a poco la saco de esa horrible oscuridad y le mostró que aun había muchas cosas por que seguir. Al año siguiente se casaron.

Al igual que a Inoue a todos les tomo tiempo sanar las heridas pero había una que aún seguía sangrando.

La Sociedad de Almas les presento su eterno agradecimiento y en muchas ocasiones volvieron a solicitar la ayuda del cuarteto.

La sorpresa más grande fue saber que Renji y Tatsuki mantenían una relación; debido a esto, él rechazo el puesto de Capitán y pidió su estadía permanente en Karakura. El comandante Yamamoto no pudo negarse.

Matsumoto Rangiku por fin había olvidado a Ichimaru Gin e Hitsugaya a Hinamori. Una noche después de descubrir muchas cosas, ambos se atrevieron a decir lo que sentían y esa Navidad cumplirían dos años de relación.

Pasados tres años, la familia creció aun más. Ishida e Inoue se convirtieron en padres de una niña llamada Midori; que ahora contaba con cuatro años. Renji y Tatsuki tenían dos niños de tres y un año; Tetsu y Naomi, respectivamente.

Kisuke y Yoruichi se convirtieron en padres de trillizos; Amaya, Emi y Hoshi. Soi Fong se convirtió de inmediato en la tía favorita de los tres pequeños.

Karin y Chad empezaron una relación cuando ella cumplió la mayoría de edad y hacia dos meses que vivían como un feliz matrimonio.

Él por su parte había estado saliendo con Senna pero por más que ella le insinuaba que se comprometieran o vivieran juntos, él siempre cambiaba el tema.

Pues su recuerdo seguía tan presente, como si hubiese sido ayer la primera vez que la vio entrar por la ventana. Ella lo había llenado con tan poco y había llegado a tocar lo mas profundo de su ser, por eso era difícil sacársela de la cabeza y mas difícil aún arrancársela del alma y del corazón. Seguía tendiendo presente el sabor de sus labios y el olor de su piel. Y era así que la navidad era su época favorita y al mismo tiempo la más triste, la nieve le recordaba a ella; siempre a ella.

Esto a Ishida le parecía que empezaba a rayar en la locura y obsesión pero siempre que discutía con Ichigo, acababa dándole la razón. Pues nunca habían encontrado el cuerpo de Rukia y eso como fuese le daba una pequeña esperanza.

Cuando termino de colocar los obsequios, fue a la despensa para ver que no faltara nada para la cena. A mitad del camino una voz conocida lo detuvo.

-Ichigooooooooooooo- un ligero golpe en la cara paro en seco a Keigo, que con el paso de los años no cambiaba su singular manera de saludar al pelinaranja.

-Eh Keigo, que bueno que has podido venir. ¿Qué tal esta la familia?- el antes mencionado se puso de pie y se sobo la mejilla.

-Todos de maravilla, gracias por preguntar-

Ambos pasaron a la sala y hablaron largo rato. Cuando el reloj marco las nueve en punto, el timbre de la puerta sonó e Ichigo fue a abrir.

-Oi Ichigo cuanto tiempo-

Keigo se quedo mudo al ver quien entraba por la puerta y el pelinaranja estaba en shock por la sorpresa. Definitivamente esta seria una navidad especial.