Prólogo:
Hay historias que buscan narrar la vida cotidiana, otras tantas que se entregan a los brazos de lo ficticio. Baile de disfraces busca hacer un puente entre ambos; buscándo ese puente entre lo irreal y lo verdadero. Este relato se desliga un poco de la trama original de J.K Rowling, y plantea una trama alterna; sigue muchas cosas de los libros como la muerte de Voldemort, pero en general presenta otro desarrollo de la historia.
Baile de Disfraces, es la historia de un amor diferente que nace por debajo de los disfraces y las máscaras que fueron obligados a llevar.
Aceleración
Cap 1
1.
El sonido de la lluvia se dejaba oír constante, el olor a humedad se filtraba por todos los resquicios de la habitación mientras una esbelta figura en medio de esta miraba hacia el cielo, como tantas veces ya lo había hecho en el pasado.
Esta vez se veía sombrío, más que de costumbre. El viento se colaba por las rendijas de la ventana y emitía su característico silbido, era pues un constante crujir de ramas y hojas secas lo que terminaba por decorar el panorama, haciéndolo aún más tétrico. Ella era iluminada por la pálida luz de la luna mientras se sentaba en una silla de madera, con una calma asfixiante, en espera del inicio de su noche.
El sonido de un cierre resonó por la habitación cortando el silencio, mientras ella se agachaba para terminar de colocarse unas botas negras.
Su caminar silencioso entre las sombras la hacía parecer una fiera asechando a su presa, mas esa figura espectral tan solo se paró frente a un espejo y admiró su reflejo.
-¿Quién lo diría?- murmuró entre dientes. –Jamás pensé que tendría algo que admirar en mi reflejo- continuó, ahogando un poco la voz hasta emitir un chillido agudo y golpear con los puños el espejo, que se cuarteó en el lugar donde había recibido el impacto, dejando un rastro de vidrios y sangre.
Ella volvió a mirarse. Sus profundos ojos marrones brillaban con una furia casi demoníaca, mientras su rostro mantenía un gesto inexpresivo. El cabello, completamente lacio y de un negro intenso caía con gracia por su espalda. Su ropa negra, apretada, intimidante; completaba la visión mortalmente pura.
-Sangre- siseó ella sin emoción contemplando la palma de su mano incrustada de vidrios, para luego tomar un objeto que descansaba sobre su cama y curar sus heridas.
Se enfundó unos guantes negros y terminó colocándose una capa, todo esto sin dejar de contemplar el cielo.
Dio un rápido vistazo al espejo por última vez y oyó el rugir de un trueno, mientras un escalofrío la recorría, ese sonido la hacía recordar tanto…
Las imágenes se agolpaban en su memoria como un torrente de frígidas obras que carecían de sentido ante sus ojos. Solo una pudo captar por entero su atención… el recordarla a ella, su querida hermana.
La calidez que parecía comenzar a adoptar su hasta entonces frío rostro, termino por irse, deformando el gesto en una mueca que daba la impresión de estar cargada de una rabia sangrienta e incontrolable.
-Vanessa- susurró la joven mujer mientras era absorbida por ese río de recuerdos.
Flash back
-Vamos Hermione- se repetía constantemente una joven de cabellos castaños enmarañados mientras se acurrucaba contra un árbol intentando controlar los pequeños sollozos que de vez en cuando se le escapaban.
Aún no había podido asimilar las palabras que había escuchado decir a una inconsolable Lavender.
-Harry- repetía ella mientras veía en su mente el rostro de su mejor amigo. –Ginny, Ron- continuaba susurrando, mientras sacaba de su bolsillo la fotografía que se habían tomado hacía un verano. Los ojos de Ginny chispeaban joviales e inocentes mientras abrazaba a Harry, que a su vez mostraba un pequeño rubor. Ron reía a carcajadas y ella trataba de sacarse la nieve que le acababan de echar en el cabello.
-Esto no puede ser cierto- se repetía con voz ausente. –Nosotros siempre estaremos así, tenemos que estar así-.
-Ron-, repetía ella, como si él realmente pudiera escucharla, -no puedes abandonar a Lavender, ella te necesita, yo te necesito-.
-Ginny, por merlín despierta, Harry sufriría si te viera así- dijo con voz atormentada, ahogándose en los recuerdos.
-¿Bonito día no?- pronunció sorpresivamente una voz a un lado de ella, con una calidez inusual.
Hermione no contestó, tan solo escondió la cara entre sus brazos.
-Soy Vanessa Stendrak-, dijo la misma voz ignorando el rechazo anterior de Hermione y sentándose a su costado.
-No se tu nombre, pero estoy segura que si me lo dices tal vez pueda ayudarte- dijo la joven en un susurro admirando el paisaje.
-Hermione- dijo suavemente con un hipido que delataba su llanto.
-No escondas tus debilidades Hermione-, dijo Vanessa, -supéralas-
Hermione oyó sus palabras y lentamente levantó el rostro hacia el de Vanessa.
Ambas se quedaron algo sorprendidas en un principio, pero Hermione continuó por mucho más tiempo sumida en el shock que le produjo el encuentro. La joven que tenía frente a sus ojos era extraordinariamente parecida a ella, aunque, esta irradiaba una seguridad en sí misma y una belleza muy superior a la que la pequeña Hermione alguna vez alcanzaría a aspirar. El cabello negro lacio, su esbelta figura y su elegancia innata la aplastaban con mucha más fuerza que la belleza de otras mujeres, porque le restregaba en la cara lo que ella podría haber sido y no era.
-Realmente somos muy parecidas- pensó Vanessa sonriendo mentalmente, -si no fuera por el cabello…-
-Vamos al castillo-
-Ss… sí…- tartamudeó Hermione poniéndose en pie.
-Seca esas lágrimas Hermione- Vanessa le tendió un pañuelo negro.
-Gracias- dijo Hermione casi susurrando, mientras tomaba el pañuelo que Vanessa tan amablemente le había tendido.
Fin del Flash back
La figura aún permanecía estática en medio de la habitación, saboreando por unos breves instantes, el haber revivido esos momentos que agradecería y odiaría con la misma intensidad por el resto de su vida.
-Yo fui la causante de tu muerte querida hermana-, dijo la joven mientras se sentaba sobre la cama y abría un escondido cofre debajo de ella. Dentro se encontraban tres piezas completamente distintas entre sí, aunque con grandes valores sentimentales: una foto, una llave, y un pañuelo negro.
Este último fue retirado del cofre y acariciado como si de una persona se tratase, con una devoción infinita. Dejando el pañuelo de regreso en su lugar, se puso de pie y caminó hasta quedar situada frente al gran espejo, comenzando a maquillarse, sombras intensamente negras en los ojos y labios rojo sangre.
-No volveré a cometer un error así- dijo, -esta vez no seré yo quien lo sienta, serás tú… Voldemort- finalizó con una mueca.
Para luego tomar una máscara blanca y colocarla sobre su rostro. Por un momento volvió a sentir la sensación de esa mirada ardientemente fría sobre su nuca, pero la borró inmediatamente mientras se dirigía a la ventana.
-Esta noche ciertamente, Hermione Granger murió-, susurró ella al viento mientras saltaba por la ventana… -ciertamente esta noche, comienza mi venganza-
2.
CUATRO MESES ANTES
-¿Qué haces Hermione?- Preguntó una joven que portaba el escudo Slytherin.
-Nada, Vanessa- pronunció con voz suave Hermione, mientras apretaba un pergamino con ambas manos.
-¿Qué sucede?-
-Vanessa¿Crees en el destino?- preguntó Hermione mirando hacia el lago con tristeza.
-Sí- susurró con un dejo de amargura mientras seguía la mirada de Hermione.
Los minutos pasaban y ninguna decía palabra, permanecían en un silencio total, dejándose absorber por los pequeños sonidos que las rodeaban.
-¿Sabes…Sabes que sucedió, cierto Vanessa?- preguntó Hermione sin mirarla.
-Algo debo saber-, respondió ella con simpleza, -pero me importa más que me lo expliques, te he dado tiempo para aclararte Hermione¿estás lista ya?-
-Eso creo-. Hermione bajó la mirada hasta el pergamino arrugado que oprimía contra su pecho.
-Desde que ingresé a Hogwarts tuve problemas con algunas personas de tu casa, y grandes amigos en la mía-, comenzó deteniéndose un momento a mirar el paisaje y suspirar cansadamente. -Durante estos años mis mejores amigos fueron Ron Weasley y Harry Potter, ambos cursaban el mismo año que yo, con el tiempo la hermana de Ron, Ginny, se hizo más amiga mía, nos confiábamos cosas, éramos muy unidas, sobretodo el último verano que pasamos juntas…-dijo Hermione perdiendo la voz por momentos.
-Continúa- dijo Vanessa observándola con suavidad, cosa extraña en ella, dirían muchos, ya que era conocida como la dama de hierro. Tan solo detrás de esas puertas de premios anuales donde había sido instalada al ser una "visitante ilustre de una de la mejores escuelas de magia del mundo" podía mostrarse como realmente era, o en momentos a solas como ese.
-Vanessa, Ginny me había confesado que amaba a Harry locamente y yo le dije que no le dijera nada, nada todavía, en realidad sentía una punzada de celos cuando los veía juntos, no porque viera a Harry diferente. Claro que no. Era el típico egoísmo de mejor amiga, algo superior a mis fuerzas. Tal vez fuera más profundo, más ligado a mis propias envidias, no lo sé- explicó Hermione, -pero luego de esas vacaciones, tuve que viajar con mis padres y no pude estar con mis amigos, faltaba tan poco para que comenzara este año… lo peor fue que yo había soñado lo que sucedería-, agregó con tono desesperado, -y no dije nada, por cobarde…- continuó Hermione tratando de contener las lágrimas que se agolpaban en sus ojos.
-Llora- dijo Vanessa abrazándola.
-No… no todavía, no me compadezcas-, dijo Hermione en voz más alta y aguda, separándose ligeramente de Vanessa, -no hasta que sepas lo que pude evitar-
-Cuéntame- dijo Vanessa sospechando lo que vendría.
-Harry, fue… él… desapareció, Voldemort dejó su marca, yo se que él se lo llevó-, dijo desesperada, pero ante la mirada de tranquilidad que le brindaba Vanessa se relajó y continuó, -Ginny no pudo soportarlo e intentó suicidarse, ahí me di cuenta de cuan intenso era lo que sentía, que no era una tontería como lo catalogue simplemente porque yo no lo había experimentado. Evité que pudieran estar juntos el poco tiempo que hubiesen tenido. Ron tuvo que irse con ella para intentar tratarla… aunque después de cómo la vi, creo que necesita un milagro- terminó Hermione casi a gritos.
Vanessa asintió con la cabeza, recordando escenas vividas por ella misma.
-Yo había soñado que Harry moría frente al lago y que cuando el caía, aparecía Ginny y…- no pudo terminar, -se que puede parecer tonto, pero era una premonición, lo sentí-
-Te creo- dijo Vanessa con firmeza.
-Yo quise morir Vanessa, sin ti ya no sabría qué hacer-
-Debes descansar, esa carta te debe haberte dañado mucho- dijo Vanessa, -regresemos a la torre de premios anuales-
-¡Pero te verán conmigo!- exclamó Hermione.
-Pareces perdida- Sonrió con amabilidad. - Hoy es sábado y el castillo está desierto-
Hermione esbozó una pequeña sonrisa y se dirigió a la torre junto a Vanessa.
TIEMPO REAL (media noche)
Ella corría con agilidad entre los árboles y ramas salidas del bosque prohibido, era la primera vez que iría a ese lugar en específico, el aire soplaba contra su máscara, mientras el sonido de criaturas sin rostro se oía peligrosamente cerca.
Cualquiera hubiera temido, cualquiera menos ella… no se detendría por nimiedades, su objetivo era terroríficamente claro.
-Esta noche comienza- susurró la figura acomodándose la máscara y corriendo con mayor rapidez. –Morirás en mis manos, lenta y dolorosamente, como acabaste con todos los que amé- siseó ella perdiéndose entre la bruma y la oscuridad de la noche.
DÍA ANTERIOR 6:00 p.m.
-¿Vanessa?- Preguntó Hermione algo preocupada, la sala común de los premios anuales.
-Vane…- la voz se le quedó atracada en la garganta ya que una mano había cubierto su boca con una habilidad apremiante.
Hermione comenzó a forcejear y a intentar tomar su varita, mas la suave voz que oyó en su oído la hizo tensarse.
-Hermione- había dicho, dejándose ver.
-Mortífago- pensó alarmada Hermione incrementando sus deseos de gritar o escapar de ahí.
Lentamente la figura frente a ella bajó la mirada e hizo un gesto de silencio mientras se sacaba la máscara.
Un grito de horror quedó grabado en las paredes de la estancia.
-Vanessa…- susurró con lágrimas en los ojos una todavía desconcertada Hermione.
-Siéntate- pidió Vanessa dejando la máscara por un costado. El temor que vio reflejado en la mirada de su "pequeña hermana" la entristeció de sobremanera.
- Hermione, Aún soy Vanessa-, dijo con voz dolida, -no debes temerme-.
Con un movimiento automático, Hermione se dejó caer en el primer sillón que vio. Vanessa se sentó frente a ella.
-Hermione-, dijo pausadamente, -hoy tengo que confesarte esa parte de mi pasado que jamás quise comentar y que tú sabías que existía-.
-Dime- dijo Hermione recobrando la serenidad, después de todo confiaba en Vanessa más que en su propia alma.
-Mi familia, ha sido mortífaga por tradición Hermione, recae en mí ese peso, desde los doce años estoy en ese mundo hostil como en una especie de prueba constante, pero se muy bien que desde que nací ya tenía escrito que esto sería en lo que me convertiría-.
Vanessa hizo un gesto de guardar silencio, al ver que Hermione quería decir algo.
-Déjame terminar por favor, no sabes lo difícil que es para mí todo cuanto te estoy diciendo- dijo mientras suspiraba y se sacaba la capa negra.
-Mi familia es la encargada de portar "la llave"-, le dijo mostrándole una pequeña llavecita de plata colgada de su cuello. -No sé para que sirve exactamente, sólo Voldemort lo sabe ahora, al morir mis padres en manos de un grupo de aurores, se me encargó cuidar de ella. Una vez oí que existía un sello, que al abrirse, revelaría el más oscuro poder que el mundo mágico haya visto, pero no estoy segura que sea cierto, Potter tiene algo que ver pero jamás se me ha dicho nada claro-.
-¿Sabes que pasó con Harry?- Preguntó Hermione reaccionando a la mención de su nombre.
-Solo sé que no ha muerto… todavía-, dijo Vanessa con pesar.
Hermione comenzó a llorar de desesperación ante la acongojada y culpable mirada de Vanessa.
-Hermione, no tenemos mucho tiempo-
-¿A qué te refieres?- Preguntó temiendo algo.
-La misión que se me encargó esta noche, para al fin poder obtener plena confianza por parte de Voldemort, era… matarte- dijo Vanessa, con una voz agónica, parecía dolerle en lo más hondo.
-¿Matarme?- Preguntó Hermione aterrorizada y comenzando a temblar.
-No pienso hacerlo-, dijo sonriendo sin alegría.
-Pero…pero…-, intentó decir Hermione.
-Moriré por ti-, anunció Vanessa como si hubiera dicho la cosa más natural de mundo.
-¿Qué?- chilló Hermione.
-Hermione, si tu cuerpo no aparece muerto, mi cabeza rodará, yo no puedo matarte, además tu tienes más porqué vivir que yo-, dijo con una serenidad angustiante, -tengo una poción que…-
Un sonido sordo proveniente de una de las habitaciones se dejó oír.
-Los mortífagos están aquí-, siseó Vanessa tomando a Hermione por la muñeca y arrastrándola a su propia habitación.
El ruido se oía cada vez más cerca, mientras ambas jóvenes se refugiaban en el cuarto de Vanessa.
-Debemos irnos, el trabajo no está concluido aún- susurró abriendo la ventana de su dormitorio y empujando a Hermione hasta un pequeño volado de la pared, para servirles de soporte.
-¿Qué hacen aquí?- dijo Hermione temblando.
-Supervisarme, así que tendremos que terminar mi plan en el bosque prohibido-
-Pero está muy alto- dijo Hermione con una mirada de terror.
-No para mí- contestó Vanessa cerrando por completo la ventana por la que salieron, -sujétate- le susurró mientras saltaba hacia el vacío.
-¿Cómo hiciste eso?- preguntó Hermione asombrada, mientras corría lo más rápido que podía en dirección al bosque prohibido.
-Instrumentos mortífagos- le dijo con una media sonrisa nerviosa.
Se oyó un grito en el castillo…
-Perfecto- dijo Vanessa.
-¿Qué sucede?- preguntó Hermione aterrada por lo que estaba sintiendo, sus piernas parecían moverse automáticamente, y se comenzaba a sentir cada vez más pesada. Las imágenes eran borrosas, todo era tan confuso.
-Debemos seguir-, dijo Vanessa. –Gané algo de tiempo, pero no será suficiente, estarán aquí de todas maneras-.
-¡Explícame!- dijo Hermione al ver que Vanessa detenía el paso y buscaba algo en su túnica.
-¡Vístete como yo!- Le dijo comenzando a darle su ropa.
Hermione se demoró un poco en reaccionar pero hizo lo que se le pedía.
-Desde ahora yo seré Hermione Granger- dijo Vanessa. –Tú debes huir, no intentes nada, solo vete-
-Pero no puedo permitir que hagas eso- dijo Hermione al límite de sus emociones.
-Tienes que- le espetó duramente Vanessa, -Estoy muriendo por mi hermana, no por una cobarde-.
Cuando terminaron de vestirse Hermione vio que Vanessa sacaba un frasco conteniendo un líquido extraño y se lo bebió.
Un grito gutural fue emitido por Vanessa antes de cambiar, mientras Hermione la observaba atónita.
-Multijugos mejorada- dijo secamente.
-No me parece un cambio extraordinario, aunque ahora si eres idéntica a mí - dijo Hermione.
-Somos muy parecidas, recuérdalo, pero no podemos perder tiempo-
-Tú debes irte-, dijo dándole la llave que colgaba de su cuello.
-¿Qué haré con esto¡Vanessa¡Podemos decirle a los profesores, ellos nos ayudarán!- chilló Hermione sabiendo lo que vendría.
-¡No!- afirmó Vanessa. – ¡No debes confiar en nadie!-
-Pero…-
-Ni siquiera Dumbledore sabía algo de esto, que no entiendes, todo lo que sucedió hasta ahora era una fachada para lo que Voldemort realmente trama, esta llave no debe caer en sus manos… ¡nunca! Y nadie es lo suficientemente bueno como para poder impedírselo-, dijo Vanessa.
-Tú puedes- gritó Hermione con furia.
-No, y tú no debes intentarlo, no quiero que te arriesgues, todo ya es suficientemente difícil-
-Ahora vete- gritó Vanessa, -recuerda, Hermione Granger esta muriendo conmigo, los mortífagos pensarán que huí y me buscarán para matarme, huye y adopta otro nombre, cambia y vive de nuevo, amiga- dijo, -desaparece la llave, mi varita y mis cosas…y nunca mires atrás-
-Promete que harás lo que te pedí- dijo Vanessa con voz atormentada -Júramelo-
-Juro que no se lo diré a nadie-
Luego de un tenso instante en silencio, Vanessa miró a los ojos a Hermione. -Comprendo, siempre lo sospeché, tal vez ese sea tu destino- dijo más para sí misma. –Busca en la segunda caja negra de mi armario, te dejé un recuerdo-.
-Lo haré y siempre te recordaré hermana- dijo Hermione llorando.
-¡En cuanto muera, toma mi varita y vete!- Le gritó Vanessa
- ¡Avada Kedavra!- gritó Vanessa, para luego caer como un bulto sólido contra el suelo.
Hermione derramó más lágrimas silenciosas mientras tomaba su varita y acariciaba el rostro de la que alguna vez fue su hermana. Se vio una vez más en los ojos abiertos y aparentemente horrorizados de Vanessa y le dio un beso en la mejilla.
La lluvia comenzó a caer con furia, en un mudo reclamo por la injusticia que se había cometido esa noche… siendo cortada por un grito de rabia y venganza…
-¡Juro ante tu cuerpo muerto Vanessa, que no descansaré hasta ver a Voldemort caer, así muera yo también por cumplirlo!- gritó Hermione con la voz cargada de odio y dolor.
Esa noche Hermione corrió con aquella frase resonando en su mente…
TIEMPO ACTUAL
La dama de negro aún corría entre la lluvia, saboreando el suplicio que le significaba enfrentarse a lo que alguna vez temió.
A lo lejos divisaba luces y supo entonces que ELLOS estaban cerca… muy cerca… era hora de probar si el disfraz funcionaba… era hora de saber cuál era su destino…
Su mirada se centraba en ese punto fijo… era hora que ella reapareciera fingiendo ser… la guardiana de "la llave".
Fin del cap
Hola a todos!!!
Finalmente he reestructurado esta historia, luego de intentar subirla un par de veces sin sentirme satisfecha por como estaba armada. Me pareció que estaba un poco fragmentada y eliminé cortes que había hecho para que tuviera un poco más de coherencia, espero haberlo logrado.
Bueno este capítulo es un poco introductorio, es normal si no entienden mucho de que va la historia, aunque lo básico ya debe ser de su conocimiento.
A las que ya habian leido los primeros capitulos con antelación, espero que continuen leyendo la historia que esta vez la acabo de publicar sí o sí. Y a las nuevas, pues realmente espero que les guste.
Espero sus comentarios con ansias.
Kate