N/A: o/.\o Hola.… el lunes empiezan mis exámenes… Saben…? Eso es muy triste. Pero la vida es así.
Este Fic será cortito… lo prometo XD Ya tengo todo semi-planeado…Espero que esperen hasta el final o.o
Esta historia empieza cuando Itachi y Sasuke tiene su encuentro final, donde se quedó en el manga… pero un poquito desigual…
Los Diálogos que se interponen entre la continuidad de la escena-Hinata, es lo que está pasando con Sasuke e Itachi.
I: Nigete
´Orokanaru otôto yo…´
Hinata lo observó atentamente. Como solía hacer cuando nadie la miraba. Después del entrenamiento, después de ir al academia, en esa época perdida…. El día siempre hacía un huequito para que ella pudiera espiar a Naruto.
Se había esforzado. Ya no sólo para que su padre le reconociera algo. Sino para ser útil en las misiones, para sentir que su existencia valía algo… la cual valía poco más que una hoja perdida en un árbol inmenso con demasiadas hojas. También para no ridiculizar a Neji: debía ganarse aquel "sama" que siempre agregaba al final de su nombre.
Y…
Por supuesto…
Para que Uzumaki Naruto se fijara en ella.
Por qué hacer cosas estúpidas no le quedaba para llamar la atención.
Tal vez… Si había logrado algo.
—Estás más alto.
—Y tú no has cambiado en nada.
Asomó tímidamente un ojito al área de entrenamiento. Seguramente Sai había dicho algo ofensivo acerca del aspecto físico de Sakura. Ella lo había golpeado. Después todo se volvió extrañamente silencioso. Vio como Sai sonreía y decía algo… Después Naruto se paró, gritó y se dirigía haciendo donde ella estaba.
Sintió el corazón en la garganta.
Él caminaba hacía ella.
¿Qué le iba a decir? Escapar ya era tarde. Y esa mañana no había practicado ninguna frase.
Genial… Quedaría en ridículo.
Naruto, un poco más alto que ella, pasó delante.
No digo nada.
Pasó.
Tenía un ligero sonrojo en sus mejillas, una lagrimita a punto de surcar sus mejillas, ahogando su pupila.
—Naruto-kun…
Él siguió caminando. Hinata pensó que no le había escuchado.
Claro, seguramente no la había escuchado. Nadie le había escuchado. Ni siquiera ella misma.
—Aferrarme a vivir ha sido difícil… pero ha valido la pena.
Itachi ocultó una sonrisa cínica.
Cerró los ojos.
—¿Qué le pasa?
—Naruto no le hizo caso.
Hinata lo sabía. De muchas formas y cada día se lo recordaba. En la mente de Naruto solo existían dos personas y ninguna otra tenía permitido entrar: Sasuke y Sakura. El primero ocupaba el 99.9 por ciento de su capacidad retentiva, lo que sobraba de la mitad del sobrante era para Sakura.
Seguramente, si Sasuke siguiera en Konoha, Naruto habría continuado con su vida….
Ella estaba convencida de eso.
—Vamos, Hinata. Tu humor no puede depender de los demás.—aseveró Kiba.
—Tal vez en verdad no te escuchó.—masculló Shino.
Hinata volteó y los miró.
—¿Sabes…? Si Naruto te hiciera caso, no estarías tras él.
—…..
—Es una patología muy común.
Hinata arqueó una ceja.
Shino y sus patologías. Él hablaba, no mucho pero… cuando lo hacía no lograba entenderlo.
Recobró su carita roja, y sonrió tímidamente.
—No es eso… es que….
—¿Hum?
—Me caí cuando venía hacía acá… y eso es lo que me dio mucha pena.—Inentó mentir la Hyuuga.
Shino y Kiba compartieron una mirada incómoda. Optar por lo más sencillo era lo más lógico.
—¡Lo hubieras dicho antes!
—… Nos veremos mañana.
—S-Sí… Hasta mañana. Shino-kun, Kiba-kun.
Siempre le gustó la sangre.
Como surcaba una herida, río abajo por la piel y goteando en la tierra… mezclándose naturalmente…. Como hería los ojos y desviaba la atención de lo demás. Era como observar un grifo gastando agua… era tan indispensable y sabías que estaba mal que cayera tan a la deriva…
Ahora corría por su mandíbula. Goteando por sus labios, poniendo en su garganta un sabor a hierro. Algo le faltaba a mitad del estómago.
Cortando cada centímetro, ahogando y enterrando una voz inexistente.
Se desplomó. ¿Cómo…? ¿Él…?
Sasuke le miró. Seguía de pie y le observaba, atentamente. Sonriendo. Esa sonrisa suya… le gustaba.
—¿Quieres que termine esto ya?
En verdad… ya estaba más alto.
Se iría.
No por los demás. Si no para complacerse a sí misma. Si no estaban los demás… ¿Habría necesidad de apenarse? No. Si nadie la veía, nadie podía asegurar que existía.
¿Por qué no lo pensó antes?
Simplemente no se había atrevido. ¿Qué pensarían de ella…? Y lo más sencillo….
¿Quién se daría cuenta?
Eso era lo mejor del asunto.
Nadie.
Soshite itsuka, ore to onaji me o motte ore no mae ni koi…
Lo sé… cortito y un poquito insípido… Prometo compensarlo la próxima vez.
Sugerencias, comentarios, amenazas… son aceptados.
Notas en Japonés:
Orokanaru otôto yo: Hermanito menor estúpido.
Soshite itsuka, ore to onaji me o motte ore no mae ni koi: Y cuando algún día consigas los mismos ojos que yo, ven por mí
Editando.
[Sí, tengo tanto tiempo libre que me puedo dar el lujo de poner una letra en negritas y la otra no]
Aprovecho mi súper tiempo de no-escuela para poner esto medio decente…
Y antes de poner una continuación. Es una excusa perfectrijilla xD