Venganza innecesaria.
Cáp.32: Decisión.
Lo que ocurrió después de aquel accidente la dejó completamente perpleja.
Tamao no quería encontrarse con él aquella noche pero Ren parecía estar en todas partes, mirándola con posesividad.
Frunció el ceño ofendida por ese hecho ¿es que era tan cinico que no se daba cuenta del daño que había hecho?
Al pasar la noche y marcar el día siguiente, hizo sus quehaceres y luego se preparó para salir, dejando su cabello suelto acompañado de aquel vestido casual y todo para enfurecerlo.
Ren la estudió todo el tiempo y fruncía el ceño al imaginarse a los hombres mirándola como él estaba haciendo.
"- No deberías arreglarte demasiado – le dijo después de ver como tomaba su bolso- Regresaras pronto."
"- No lo haré – respondió molesta de tener que responderle pero estaba nerviosa de aquella intensa mirada- me quedaré cuanto guste con él."
"- No lo harás – ordenó mucho más autoritario."
Tamao le miró por medio de aquel espejo frente a ella y decidió no responder.
"- No me digas… – continuó de manera peligrosa – que no te lo advertí."
La joven no se dejó inmutar, sabía que aquel era el juego del Tao y debía evitarlo a toda costa.
Salió lo más rápido que pudo y se dirigió directamente al hogar del Usui. Con anterioridad lo había visitado en aquella casa que parecía ser solo un alquiler temporal debido a su empleo.
Tocó la puerta y esperó hasta que el chico abrió.
La miró con seriedad y ella no esperó más señal para entrar.
"- Puedo explicarte…"
"- Tamao, necesito hablar seriamente."
"- Igual yo – reiteró – lo que dije sobre nuestra relación era cierto… quisiera ir más lejos con…"
"- Espera – murmuró suspirando – necesitamos hablar."
Ren Tao miró la hora en su reloj de muñeca. Estaba atardeciendo y aquella mujer aun no regresaba.
Como león enjaulado caminó de un lado al otro haciendo que Anna riese con ironía.
"- ¿Qué es tan gracioso?"
"- Nada – se encogió de hombros mirando el televisor – solo que pareces tenso."
"- No estoy de humor para bromas."
"- Yoh hace las bromas, yo solo digo lo que veo."
"- ¿Ha salido? – intentó desviarla del tema."
"- De compras, tengo mucho apetito últimamente."
"- ¿Últimamente?"
"- Estoy embarazada – soltó sorprendiéndolo - ¿algún problema?"
"- ¿Desde cuándo lo sabes?"
"- Ayer salimos, fuimos de visita al médico – se mostró distraída – me sentía mal y resulta que estoy en cinta."
Ren recordó la expresión de Yoh aquella mañana, parecía más feliz y relajado que de costumbre.
"- ¿Te alegra la idea?"
"- ¿Por qué no me alegraría? – respondió Anna con seriedad sin convencer al Tao."
"- Olvídalo – dijo al acercarse a la sala y tomar asiento en un sofá sin dejar de mirar su reloj de pulsera."
"- ¿A ti te alegraría? – preguntó sonriendo con malicia."
"- ¿A qué te refieres?"
"- Supongo que querrías tener la misma suerte con Tamao ¿no es así?"
Ren frunció el ceño incomodo, intentando mirarla con frialdad y no huir a aquella mirada que le estaba avergonzando.
"- No tengo idea de que estás hablando."
"- Claro – respondió esta sin creerle- aunque dudo mucho que llegues a tener la oportunidad."
Ren no respondió pero cuando la miró con furia esta decidió hablar.
"- Ella parecía estar loca por ti – murmuró con más seriedad – cuando volvió de China estaba destrozada, estuvo a punto de caer en una depresión severa."
Ren escuchó aquello palideciendo. La miró, su gesto de sorpresa delataba que no había sabido aquello.
Imaginaba que le odiaba, que estaba resentida pero no que hubiese sufrido a tal punto.
Presionó su puño, se detestó y detestó a su familia.
"- Y ahora vienes… a lo que sea que vienes y la perturbas nuevamente– terminó."
"- Necesito salir – dijo con incomodidad, poniéndose de pie."
Anna le observó todo el tiempo hasta que se hubo alejado.
Se alejó de la pensión, decidió que lo mejor era encontrarse con ella y tratar de despejar su mente.
Sus últimos recuerdos con Tamao venían a cada instante y supo que debía decirle la verdad, debía de alguna forma expirar su culpa.
Levantó su mirada, sabía que anochecería en unos minutos pero una silueta a lo lejos le detuvo.
"- No fue tan corto como pensé… - murmuró cuando la chica se hubo acercado."
Había caminado cabizbaja pero al verlo se acercó con frialdad y le propinó una bofetada con todas sus fuerzas sintiéndose satisfecha al ver su mejilla roja.
Era la segunda vez que podía golpear al gran Tao.
"- ¿Cómo te has atrevido?"
Ren la miró con seriedad y no se atrevió a contestar. Ella estaba agitada y molesta.
"- ¡¿Por qué has vuelto en realidad?"
"- ¿Qué es lo que te ha dicho? – preguntó con calma."
"- ¡Me has arruinado nuevamente! – soltó con furia."
"- ¿He sido yo? – preguntó fingiendo su arrogancia."
"- ¿No te bastó haberte vengado hace cinco años? – preguntó con gesto vacio y ojos vidriosos."
"- Espera… - comenzó este al fruncir el ceño por no esperar aquella reacción de ella."
"- ¡Solo me usaste aquella vez! – le acusó con todas sus fuerzas – y ahora vuelves y arruinas mis planes con él."
"- ¿Planes? ¡Ni siquiera lo quieres! – le gritó sintiendo que estaba perdiendo terreno."
"- ¡Claro que sí! – Comenzó a derramar lagrimas de pura amargura – ¿Has venido por otro revolcón? – preguntó con una frialdad que lo enfureció."
"- Escucha pequeña tonta – amenazó – lo nuestro no fue un momento sórdido ni un revolcón."
"- ¿No? – Preguntó sin dejar de llorar – ¡Eres un ser despreciable!"
"- Si me escucharas…"
"- ¡¿Por qué debería de hacerlo cuando tú me alejaste en primer lugar?"
"- Dejarte fue lo más difícil que he hecho – confesó furioso pero el rencor de Tamao estaba a flor de piel y sabía que no le escucharía."
"- ¿Estas satisfecho ahora? – preguntó mas alterada – me has quitado todo lo que…"
"- Si ese idiota te hubiese apreciado hubiese luchado por tenerte – respondió con frialdad tratando de acercarse."
"- ¡Eres egoísta y por ello mereces estar solo! – Su resentimiento tomó aun más fuerza – te odio ¿me has entendido? ¡Te odio!"
Ren sintió aquellas palabras como dagas, presionó su puño con fuerza y supo que se merecía aquel arrebato, aun así ella debía escucharlo por lo menos.
"- Y no esperaba menos… – respondió con franqueza sorprendiéndola – pero por lo menos escucharas lo que tengo que decir."
"- ¡No lo haré!"
Ren sabía que no tenía el control de la situación y debía pensar algo antes de que perdiera su oportunidad con ella.
Se acercó de manera amenazante aprovechando que esta limpiaba su rostro.
"- Necesitamos hablar."
"- Ya escuche esa frase ahora – le dijo con molestia – no quiero volver a escucharla."
Sin agregar más se acercó hasta que ella sintió el calor de su cuerpo.
"- Probaré algo… - susurró cuando disminuyó los centímetros que los separaban para abrazarla, aprisionándola y así unir sus labios con suavidad."
¿Probar? Se repitió mentalmente Tamao furiosa cuando trató de separarse de él. Solo la estaba usando de nuevo. Intentó patearle pero al final comenzó a ceder.
¿Por qué estaba cediendo? No lo sabía con certeza, ¿Por qué él era tan cruel? Porque era una persona despreciable, se repitió.
Ren se separó al sentirla dócil y justo cuando ella comenzaba a responder.
"- No te soy tan indiferente ¿no es así? – soltó con seriedad haciéndola retroceder avergonzada."
"- ¿No te basta con lo que has hecho? – preguntó al tocar sus labios dolida - ¿ahora quieres jugar con eso?"
"- ¡Maldita sea! ¡¿Es que no lo ves? – exclamó frustrado al saber que ella malentendió su gesto. Solo quería demostrarle que aun podía sentirse atraída a él."
Sin esperar a que él siguiese abriendo la boca corrió hasta llegar a la pensión. No le importaba si la llamaba cobarde, solo quería alejarse de aquel sin vergüenza de una vez por todas.
Había arruinado su vida nuevamente, aun recordaba las palabras de Usui al decirle que todo había terminado entre ellos.
Sabía bien que había sido por las amenazas del Tao y sabía bien que el joven peli azul no querría más problemas así que no le juzgó por su decisión, aunque al final se sintió vacía, siempre era la misma situación.
Nadie parecía luchar por estar a su lado, en pocas palabras nadie le había querido enserio.
Detestó al Tao y se echó a llorar en la cama, algo que no había hecho desde hacía mucho tiempo…
Se miró al espejó la mañana siguiente, sus ojos estaban demasiado hinchados y todo se lo debía al Tao.
Lo detestaba aun más. Con aquel pensamiento se arregló y vistió de manera formal para hacer su trabajo.
Bajó como autómata y en la recepción se encontró con un Ren Tao que le esparaba de pie en aquel lugar.
"- ¿Qué quieres? – soltó molesta de tener que acercarse para ponerse tras el mostrador."
Con la seriedad que caracterizaba al Tao, colocó rápidamente un ramo de flores sobre aquel mueble.
"- ¿Que…?"
"- Se llaman flores – murmuró arrogante."
"- ¿Para que las muestras?"
"- Son para ti – agregó sin amabilidad."
"- No las quiero – respondió furiosa."
"- Pues se quedaran aquí- soltó golpeando la superficie plana del mueble."
Tamao presionó su puño molesta, ¿Qué rayos le estaba ocurriendo? Lo más seguro, supuso, es que era una forma de hacerla bajar la guardia.
Decidió mostrarse agresiva y tomando aquel regalo lo arrojo a la basura en las narices del Tao quien no se inmutó ante el hecho.
Ren le había declarado la guerra en el momento en que regreso y ella había mostrado toda su debilidad frente a él nuevamente, ahora no lo permitiría.
Pasó el día atendiendo a una anciana que había decidido hospedarse en aquel sitio.
Escuchó más tarde la noticia que Anna estaba embarazada y sonrió imaginando el día en que aquel bebe naciera. Le daría aun más vida a aquella pensión.
Todo parecía una situación controlada hasta que los días comenzaron a repetirse, cada mañana bajaba y encontraba un ramo de flores sobre el mostrador haciendo que los primeros tres días arrojara furiosa el regalo y luego comenzara a buscar recipientes para ponerlas en agua.
De pronto su sitio de trabajo estaba inundado de flores, sorprendiéndose que cierto día recibiese rosas no muy comunes. Aquel día había sido su cumpleaños y no quería pararse a pensar que tal vez el Tao lo sabía. No hizo mayor escándalo y fue el decimo día en que quiso enfrentarse a él.
"- No sé a qué juegas – le retó – pero para ya con esto – se cruzó de brazos – no quiero más flores."
Ren, quien estaba sentado en el recibidor se encogió de hombros y con un "si" siguió leyendo aquel libro que tenía en sus manos.
Tamao se enfureció al sentir que no la había tomado enserio pero para su sorpresa, a la mañana siguiente dejó de haber flores.
Frunció el ceño al sentirse extrañamente triste por ese hecho pero luego decidió volver a lo suyo.
No hubo sorpresas ni acercamientos de parte de Ren los días que siguieron, haciéndola enfurecer por una simple razón. Él había querido hablar con ella pero de pronto se abstuvo de hacerlo lo cual significaba que era una sarta de mentiras por parte de él.
Si Ren esperaba que ella fuese la misma ingenua se equivocaba. Puede que su relación con Horo Horo no hubiese ido en serio desde el principio pero el hecho que el Tao hubiese intervenido había sido como otra burla hacía ella.
Era como si quisiese verla dolida siempre.
"- Sal conmigo – casi ordenó cierto día acercándose a ella por atrás mientras esta partía las verduras."
Se llevó una sorpresa que él volviese a intentar hablarle y decidió no emocionarse cuando recordaba todo el dolor que le había causado.
"- No."
"- Te di espacio – confirmó cruzándose de brazos – pensé que con eso bastaría."
"- ¿Bastaría? ¿Para qué?"
Ren la miró como si fuese una tonta ¿es que no se daba cuenta que la estaba cortejando?
"- Sal conmigo – repitió como una lenta amenaza."
"- ¡No! – repitió."
Ren enfureció ante la negativa y decidió tomarla de la cintura para girarla a él.
"- Eres una estúpida ciega – dijo antes de besarla."
Tamao le golpeó después de que la sorpresa pasara, le empujó creyendo que con eso bastaría pero como las veces anteriores solo hacía que el Tao la aprisionase más.
Cerró sus ojos con fuerza al saber que era inútil y comenzó a derramar lágrimas al sentir que pronto respondería con el mismo afán del Tao y fue esa reacción la que hizo que Ren la soltara lentamente.
". ¡Maldición! No llores… - murmuró impotente sin alejarla mientras esta solo le miraba entre lagrimas - ¿Qué demonios quieres que haga?"
"- Aléjate de mi… - murmuró con cansancio."
Ren la miró con angustia y fastidio y tras analizarlo suspiró cansado.
"- Volví a arruinarlo ¿no es así?."
Sus palabras la sorprendieron.
"- ¿Me odias tanto que no querrás escucharme?."
"- No quiero escucharte…- murmuró tratando de ocultar su sorpresa al ver la expresión en sus ojos – Ren… yo…"
El mencionado la soltó lentamente y se alejó de ahí sin agregar más. Dejándola como siempre con dudas y cierto vacío.
Pasando los días pudo sentir el alejamiento del Tao sintiéndose satisfecha y al mismo tiempo triste.
No podía evitar pensar que había perdido una oportunidad, sin embargo ¿Por qué dársela a un sujeto tan cruel? ¿Solo para que la hiciera sufrir de nuevo? Además ¿Por qué tenía que escucharlo?
Con aquella renovada actitud decidió no prestar más atención a las acciones del chico.
Decidió permanecer controlada y agradecida con su alejamiento.
El invierno se acercaba cada vez más y las lluvias y el frio hacían su aparición.
Se dio cuenta de eso cuando en una de sus salidas al supermercado quedó varada en él debido a la intensidad del torrencial que caía.
Cuando al fin el clima se calmó un poco regresó y se encontró con un Ren Tao furioso.
"- ¿Por qué demonios has tardado?"
"- Creo que me estás viendo – murmuró empapada tapando su boca para estornudar."
"- Tamao… – exclamó Yoh acercándose a ellos – deberías cambiarte de ropa."
"- No se preocupe – contestó cortes – Estoy bien. Soy más fuerte de lo que parezco."
"- Solo eres una pequeña tonta – murmuró molesto."
Tamao le miró furiosa pero este solo se alejó diciendo un par de cosas incomprensibles.
"- Supongo que es su forma de preocuparse – murmuró el castaño llamando la atención de la peli rosa."
"- ¿Qué?"
"- Desde que comenzó a llover no ha parado de caminar de un lado a otro, creí que estaba tenso por algo más pero cuando regresaste – se encogió de hombros – se alteró aun más."
"- No es preocupación – respondió – no quisiera que mal interprete algunas…"
"- No mal interpreto – sonrió con calma – solo digo lo que veo."
Tamao miró la dirección donde el Tao se había marchado y decidió no darle vueltas a su cabeza. Tomó un camino distinto y subió a su habitación.
Comenzó a toser y estornudar maldiciendo mentalmente el clima debido a su temor de enfermarse y sentirse una inútil.
Comenzó por quitarse el abrigo y desabotonar su camisa y fue entonces que el golpe de la puerta abrirse de par en par la asustó dejando que su palidez dominara su rostro al ver al recién llegado.
Ren parecía tan sorprendido como ella, decidió desviar su mirada haciendo que Tamao aprovechase aquello para colocarse de nuevo aquella prenda.
"- ¡Deberías tocar! – gritó molesta sin girarse a él."
"- No es nada que no haya visto – le escuchó decir sintiendo que su resentimiento crecía al recordar la razón de aquello."
"- Tienes razón – se giró a él con un semblante frío haciendo que Ren frunciese el ceño."
"- Por lo que veo hay un par de mejoras – murmuró sombrío y por ello tuvo que esquivar un jarrón que chocó contra la pared."
"- ¡Basta!"
Ren miró impresionado la fuerza con la que el jarrón se hizo pedazos y no pudo evitar sonreír con cansancio. Tamao se había vuelto demasiado interesante.
"- No hay día que no me arrepienta de eso – soltó furiosa."
"- Yo no lo hago – respondió con sinceridad."
"- ¡Te detesto! – gritó haciéndolo suspirar. No era que sus palabras no le impactaran pero escucharlas con tanta frecuencia hacían más fácil sobrellevarlas."
Se acercó a ella con naturalidad haciendo que esta cruzase sus brazos para ocultar sus pechos debido a lo reveladora de aquella camisa.
"- Toma – le arrojó un frasco."
"- ¿Qué…?"
"- Solo son pastillas, te enfermaras."
Tamao parpadeó confusa y tomó el frasco para luego mirarle desconfiada.
"- No tienes que fingir – murmuró – no quiero nada que venga de…"
"- ¡Maldita sea! – gritó tomándola del brazo con rudeza - ¿no puedes confiar por una vez?"
"- ¡¿Cómo puedes pedir tal cosa?"
"- Te he pedido que me escuches."
"- ¿Porqué debería escucharte?"
"- ¡Eres una cabeza dura!"
"- ¡No más que tú!"
Se miraron como si fuesen dos enemigos a punto de golpearse hasta que Ren observó sus facciones.
"- Te has vuelto una terca demasiado atractiva."
"- Y supongo que ahora querrás probarme como hace cinco años ¿no es así?"
"- Estoy perdiendo mi tiempo – susurró furioso."
"- ¿Tu tiempo? – preguntó sonriendo con ironía."
"- Es lo mismo que con Pilika… - soltó haciendo que la joven levantase su mano dispuesta a golpearlo pero en esta ocasión Ren le detuvo - ¡Maldita seas! – exclamó harto que aquella mujer fuese rápida para eso."
"- ¡No puedes compararme…! - respondió con resentimiento – yo no fui como ella ¡Lo sabes! "
Ren se maldijo a sí mismo debido a su estupidez. Si seguía por ese camino solo haría que ella le odiase aun más.
Su agarre se volvió suave y al notarla temblar decidió acercarla para abrazarla.
"- ¿Qué haces? – preguntó cuando se dejó hacer, cansada de luchar cuando él le ganaba en fuerza."
"- Ya lo sabes – respondió abrasándole – La has pasado muy mal… ¿no es así?"
Tamao estaba frustrada debido a que colocaba sus manos en el pecho del chico. Deseaba empujarlo pero se sentía harta de aquella situación.
"- Eso no te interesa…"
"- Siempre me interesó – confesó y no sintió reacción por parte de ella. No le creería. Le pareció triste pensar que todo había sido su maldita culpa - ¿Te sentirías mejor si me largo?"
La pregunta causó en ella tensión haciendo que le él contuviese el aliento deseando que hubiese alguna esperanza.
"- Yo…"
"- Te hice daño… no supe cuanto – confesó sorprendiendo a la joven quien no mostraba su rostro debido a que este estaba oculto en el pecho del Tao - pero si me dejaras…"
"- ¿Excusas? – preguntó volviendo a su tono desconfiado."
Ren calló, sonrió y le abrazó con cierta fuerza.
"- ¿Te sentirías mejor si me largo? – Repitió la pregunta, esta vez ganándose una leve respuesta afirmativa – Supongo – comenzó con calma – que tienes razón."
Se separó de ella y le besó con tranquilidad extrañándose que la chica le dejara hacer aquello tranquilamente.
Tamao cerró sus ojos tratando de no responder y agradeció el hecho que Ren se separase primero de aquel toque.
La miró con seriedad y se giró hacía la puerta pero antes de salir de la habitación se detuvo.
"- Por cierto, dile a tu "amigo" – acentuó la palabra – que la amenaza no tiene valor."
"- ¿Qué? – preguntó con suavidad."
"- No la tiene si no se tiene influencias para hacerlo."
"- ¿Qué quieres decir con eso?"
Ren salió de la habitación sin agregar más al asunto y por esta vez Tamao pasó toda la noche pensando en sus palabras siendo la mañana siguiente cuando al fin le comprendió.
Había bajado temprano y en la sala pudo escuchar como Ren hablaba con Anna.
"- ¿Te vas? – alzó una ceja."
El joven solo le respondió con la mirada.
"- Supongo que Tamao podrá cobrarte en… - se detuvo al ver que él colocaba una cantidad sobre la mesa – la cuenta no es demasiada – frunció el ceño extrañada."
"- Es por los inconvenientes – respondió."
Tomo su maleta y fue entonces que Tamao intentó mostrarse natural y no como una espía cuando él pasó a su lado abriendo la puerta.
"- ¿Te vas? – preguntó sin mirarle, fingiendo dirigirse al mostrador y arreglar las cosas en él."
"- Así es – respondió este pero ella no vio su expresión – cuídate."
La forma en que lo dijo la hizo levantar su mirada.
"- Te rindes muy rápido ¿no es así?"
"- Por esta vez, es mejor que lo haga – afirmó con seriedad - ¿te sentirías mejor si me largo? – repitió nuevamente haciéndola sentir un nudo en la garganta."
"- Yo…"
"- Responde."
"- Si… - dijo no muy convencida pero pudiendo ocultar aquel tono."
Bajó su mirada y pudo sentir la de Ren sobre ella. De pronto tenía ganas de echarse a llorar.
Cuando escuchó el ruido de la puerta cerrarse levantó rápido su vista y pudo apreciar que él ya no se encontraba ahí.
Nuevamente se había marchado y por ello decidió sobre llevar el día fingiendo desinteres sabiendo que era estudiada por Yoh y Anna. Al anochecer, subió sin querer cenar y al entrar a su habitación y ver el frasco sobre su mesa de noche se echó a llorar.
¿Y si había cometido un error? No era que perdonaba al Tao sino… ¿Por qué no haberlo escuchado?
Mordió su labio inferior y supo que al menos debió haberlo hecho, pero el que lo hubiese rechazado tantas veces y que él intentase hacer algo la hizo pensar con ingenuidad que él siempre estaría intentando llamar su atención.
Sabía que no era el caso pero deseó hacerle sentir lo que ella sintió hacía mucho tiempo, al final pudo percibir que se había rebajado al nivel de él, después de todo… no podía seguir fingiendo que el chico no le importaba.
¿A que había venido? No lo sabía con certeza, ¿habría regresado a China?
Aquella pregunta la dejó con un estado de ánimo muy bajo y la razón era que en esta ocasión no volvería a verlo y aquello era lo más seguro.
Tocó sus labios y se dijo que aquel sería su último recuerdo con él y aquello debía ser lo mejor para ella.
Claro que ponerse un propósito no era lo mismo que aceptarlo, se dijo cuando pasaron los días.
Ya se cumplían tres días y se enfada consigo misma por llevar la cuenta. Aquella había sido la misma actitud cuando había vuelto de China esperanzada en él.
En aquel entonces no había pasado nada y no pasaría nada esta vez, se dijo tras el mostrador mirando la entrada principal de la pensión.
Se había quedado sola en esa casa debido a las salidas de los Asakura así que suspiró al saber que no tendría en que mantenerse ocupada.
El sonido de la campanilla sonó e hizo que Tamao se pusiese alerta para saludar al recién llegado.
Se sorprendió al ver a la galante mujer parada ahí, con un vestido negro de cuello mao.
"- ¿Es usted…? – preguntó incrédula hasta que una sonrisa le confirmó aquello - ¿Señorita Jun?"
"- ¿Es que he cambiado tanto? – preguntó con extrañeza analizándola – tu sí que lo has hecho."
¿Qué era lo que hacía ahí la mayor de los Tao? De pronto pensó en Ren pero no se atrevió a preguntar.
"- Adelante – exclamó con calma indicándole la sala."
Jun obedeció y se mostró ansiosa por alguna razón. Tamao fingió no notar aquel semblante y con una disculpa se fue a la cocina, calentó un poco de agua y sirvió té rápidamente regresando con una bandeja en mano.
Se inclinó y le sirvió tranquilamente.
"- ¿No te extraña mi presencia? – preguntó de presto poniéndola tensa."
"- Tengo muchas preguntas en mente… pero no sé por dónde empezar – exclamó extendiéndole la taza de té y tomando ella una."
Tamao tomó asiento y miró distraídamente la taza no notando la mirada de angustia de la Tao.
"- He estado en este país desde hace dos meses."
Jun Tao había comenzado a hablar y Tamao se llevó una sorpresa al saber esa información.
"- Supongo que Ren no te lo habrá dicho…"
Tamao negó, no queriendo mencionarle que no le había dejado hablar absolutamente nada.
Jun miró su taza y decidió divagar.
"- ¿Cómo están Hao y Jeanne? – preguntó sonriendo levemente – he sabido que viajan mucho."
"- Si – sonrió de igual forma – volverán para año nuevo. Han estado sumamente ocupados y aprovechan para viajar juntos."
"- Y Pilika…"
"- Ella se casará pronto – sonrió."
Jun devolvió el gesto con cierta impaciencia y la miró con lo que parecía ser culpabilidad.
"- Dime sobre tí, Tienes a alguien en tu vida?"
"- En realidad - desvió su mirada - así era pero al final resultó que no le importé demasiado."
Jun la observó sin saber si se refería a su hermano o al sujeto peli azul.
"- La verdad… es que vengo a pedirte un favor – murmuró."
Tamao levantó su rostro y al fin miró la expresión en aquella mujer que la hizo ponerse alerta.
"- Es sobre Ren – continuó – vengo a pedirte que le ayudes."
"- ¿Ayudarle?"
"- Desde que regresó al apartamento no ha querido hablar con nadie – suspiró – esta de muy mal humor, incluso ha bebido durante estas noches comportándose de manera violenta."
Tamao levantó la taza y la dejó en el aire mirándole incrédula ¿estaban hablando del mismo Ren?
"- Pero… ¿Ren no volvió a China? – alcanzó a preguntar dejando a Jun Tao sorprendida."
"- ¿Cómo podría regresar? – respondió mirándole como si aquello fuese ilógico."
Tamao no entendió nada y pensó que Ren había usado a su hermana para una treta. Decidió seguirle el juego.
"- ¿Ren se emborrachó? – preguntó con calma dejando a la Tao preocupada."
"- Puede que no sientas algo por él, pero por favor, solo habla con Ren… puede que no lo pareciera hace cinco años pero él te amaba."
Aquella confesión la hizo enfurecer. Colocó la taza en sus piernas y le miró con toda la frialdad que pudo.
"- ¿Cómo puede decir tal cosa? Ren está detrás de todo esto ¿no es así? Puede decirle que puede morir si lo desea ¡No iré a verle!"
Jun Tao se sorprendió de aquel arranque y decidió mostrarse igual de agresiva.
"- Puede que mi hermano no actuó como debía pero te aseguro que lo que hizo lo hizo por ti – se cruzó de brazos – Acepto que no sientas nada por él pero no creí que te negaras sabiendo que él esta así por ti."
"- ¿Por mi? ¿Qué es lo que ha hecho? – preguntó mirándola de hito a hito - ¿de qué me está hablando?"
"- Ya lo sabes."
"- ¿Qué es lo que se supone que sé?"
Jun Tao la estudió y al ver la clara duda en aquel rostro tapo su boca con delicadeza y murmuró un "idiota" a su hermano.
"- ¿Es que no te lo dijo?"
"- ¿Decirme qué? – preguntó"
Jun se puso de pie indignada.
"- ¡¿cómo ha podido ser tan tonto? "
"- Jun… - le llamó parpadeando sorprendida."
"- ¡Hablaré con él, le golpearé si es necesario! ¡En ocasiones como esta solo es un tonto! ¡Está sufriendo porque así lo quiere!"
"- Jun- llamó esta al asustarse por el arranque de la hermosa mujer quien al saberlo aclaró su garganta y se sentó rápidamente."
"- ¿No quiso hablar contigo?"
Tamao le miró con desconfianza. De seguro todo aquel incidente era un montaje.
"- No tenía porque escucharlo."
"- Pero Tamao…"
"- Y no tengo porque hacerlo ahora – dijo molesta pero la amenazante voz de Jun le detuvo."
"- ¡Espera ahí! – Ordenó – júzgalo si lo deseas, pero lo harás al terminar de oírme."
"- Pero es que no lo…"
"- ¡Júzgalo cuando termine! Solo hago esto por el bien de mi hermano – repitió haciendo que Tamao asintiese de forma obligada – Mi hermano pagó muy caro el que los encontrasen aquel día."
"- ¿Aquel día? – preguntó para luego hacer memoria y recordar que era cierto – si… - murmuró por aquel problema."
"- Entonces no lo sabía bien… que tipo de relación tenias con mi hermano – la miró y notó el leve sonrojo en ella – pero ese día le llamé la atención ya que había aceptado un castigo."
Tamao miró su regazó con incomodidad y Jun continuó.
"- Ese día te echó mi hermano ¿no es así?"
Tamao trago saliva y le miró con orgullo tratando de ocultar el dolor de recordarlo.
"- Mi madre le había amenazado… si no hacía que te marcharas te matarían."
"- ¿Qué? – preguntó incrédula."
"- No supe de aquello hasta mucho después. Aquella mañana en que te marchaste, Ren me dijo un par de cosas…"
Tamao estaba estupefacta pero las palabras de Jun le hicieron recordar aquellas palabras…
"- ¿En que estabas pensando?"
".-No preguntes mas, Jeanne y Hao están con mi padre. Iré yo también."
"- Has cavado tu propia tumba."
"- ¿Todo esto solo por esa tonta? esa idiota solo me ha servido para una cosa. Además nunca le prometí nada."
"- Estabas jugando con ella."
"- ¿Cuál es el problema?"
Jun notó su expresión y ató cabos.
"- ¿Las escuchaste?"
Tamao desvió su mirada haciendo que Jun sintiese pena por ella. Comprendió que Ren no había sido el único en recibir un maltrato.
"- Le pregunté porque te estaba defendiendo a sabiendas de su castigo – murmuró culpable – es mi hermano, no creía que estaría dispuesto a soportar males por otras personas."
Tamao le observó y decidió permanecer callada.
"- No quería que sufriera como cuando era un niño – confesó notando la mirada reacia de la chica – Y también…"
"- ¿Por qué él no habló conmigo en ese momento? – preguntó con suavidad."
"- Yo… no lo sé."
"- ¿Cómo sé que lo que me dice es cierto? – interrumpió a la Tao cuando esta intentaba responder – Ren nunca mostró que me apreciara enserio, puedo acompañarte ahora que sé esto – levantó su mirada triste a la peli verde – pero…"
"- ¿Qué no te apreciaba? – Preguntó al fin poniéndose de pie - ¿Sabes porque Ren está aquí? ¿Tienes idea de cómo llego?"
Tamao solamente la estudió. Jun parecía frustrada.
"- ¡Él evitó que te hicieran daño, pasó el resto de estos años perfeccionándose ganando aliados en la familia para un propósito!"
"- ¿Propósito?"
"- ¡Ren ha renunciado a su apellido, a su familia y a lo que por derecho le corresponder por volver aquí!"
Era como si le hubiesen dado una bofetada, se dijo cuando miraba a Jun con palidez. Se sentía temblorosa, estaba sentada y se sentía débil.
Arrojó la taza y esta se quebró en el piso.
"- ¿Qué ha dicho? – preguntó incrédula."
"- Perdona… - murmuró al verla desvalida debido a la revelación – pero debes saberlo. Mi hermano hizo muchos aliados y cuando tocó al fin su presentación como líder este lo negó causando un gran alboroto."
"- ¿Cuándo…paso todo? – preguntó poniéndose de pie."
"- Hace dos meses – exclamó con tristeza – las alianzas que tenía estuvieron de acuerdo debido a que tanto yo como un pariente en segundo o tercer grado podríamos tomar la herencia. Pero Ren se ganó el desprecio de mis padres siendo exiliado, algo que él aceptó gustoso."
Tamao escuchaba aquello con horror y al final una frase tomó sentido.
"- Por cierto, dile a tu "amigo" que la amenaza no tiene valor."
"- ¿Qué? – preguntó con suavidad."
"- No la tiene si no se tiene influencias para hacerlo."
Sintió ganas de llorar. Él no tenía ya poder para hacer tal cosa y… había sido por ella.
Miró a Jun como si desease detenerla pero esta continuo.
"- Ren no recibió castigo debido a sus influencias con los otros del clan sin mencionar que estos saldrían perdiendo si convencían a mi hermano de quedarse con todo – suspiró – Ren trabaja para mí ahora."
Tamao parpadeó sin creer aquello y Jun asintió cansada.
"- Él me ayuda con mi medio mandato sin que mis padres se enteren, así que él es mi asistente – dejó la taza de té – su única pertenencia ahora es el apartamento en este país."
"- Pero… ¿ y su madre?..."
"- Nuestros padres no fueron precisamente los más amorosos – se inclinó hacia la chica – debido a las influencias de mi hermano no podrán tocarlo, después de todo ahora se concentran en mí porque la mitad de todo recae por derecho en su hija."
"- Jun… - murmuró con compasión."
"- Ten cuidado – sentenció con cariño – si muestras esa expresión frente a mi hermano te detestará. No querrá que tengas lastima."
"- ¿Cómo podría tenerle lastima? – Preguntó – Lo único que quiero es… - se detuvo pensándolo ¿Qué deseaba? Miró a la mujer y deseó haber escuchado lo que Ren hablaría para poder sentir frente a él lo que ahora."
Debía decírselo, se dijo, no sería fácil pero le diría a Ren lo que por años trató de ocultar y fingir.
Salió de la ducha vestido y con una toalla rodeando sus hombros. Había sido otro día de resaca y se había aseado para no recibir otro sermón de su hermana.
Su habitación era un desastre. Todo parecía golpeado y roto y no era para menos, estaba de verdad furioso.
Se sentó en el sofá y reclinó la cabeza hacia atrás y colocó en su frente un paño húmedo. No era que el efecto del alcohol no hubiese pasado si no, que ahora sufría de la ida de este.
Tenía que empezar su vida nuevamente.
El ruido de la puerta le hizo salir de sus pensamientos pero aun así no cambió su posición.
Sonrió con cansancio al saber que Jun estaría a punto de enfadarse con él al ver el desorden.
"- No tienes porque alterarte – dijo con seriedad no recibiendo respuesta de su hermana sintiendo la presencia de esta frente a él."
Quitó el paño y enderezó su cabeza solo para encontrarse con una mano en dirección a su mejilla.
El golpe había acertado y furioso se puso de pie tomando la mano que le había lastimado.
"- ¡Maldita sea! ¡No hagas eso!"
"- Te lo mereces - murmuró Tamao entre lagrimas."
"- ¿Qué demonios haces aquí? Ni siquiera te dije a donde me iría – exclamó sin soltarla mientras la chica no paraba de verle."
¿Era posible que Ren hubiese sacrificado todo por ella?
"- ¿Qué te ocurre? – preguntó frunciendo el ceño al ver en aquellos ojos un cambio."
Tamao no respondió y el hecho que estuviese ahí le hizo atar cabos.
"- Fue mi hermana ¿no es así?– adivinó furioso soltándola – no necesito caridad."
"- Yo no vengo a regalar caridad – puso las manos en su cadera y se acercó – Necesito saber…"
"- ¿Ahora quieres saber? No quisiste escucharme – acusó mirándola de arriba abajo."
Tamao se molestó por su actitud pero luego vio a su alrededor. Era un desastre, sin mencionar la expresión defensiva del Tao.
Suspiró y decidió comenzar a recoger las cosas del piso.
"- ¿Qué estás haciendo?"
"- ¿No lo estás viendo? – dijo al levantar un libro del piso - ¿Por qué has causado tanto desorden?"
"- Como si no lo supieras – ironizó viéndola sonrojar."
Sacudió el libro y se volvió a él con angustia en sus ojos.
"- No quiero que vuelvas a hacer algo similar – ordenó mirándolo y poniéndolo incomodo."
Ren no respondió, desvió su mirada y Tamao se acercó a él.
"- Me has entendido – siguió y pudo ver el nerviosismo del chico y como este asentía de mala gana."
Tamao lo comprendió en aquel instante y le miró esperanzada. No se atrevió a fingir y se acercó hasta abrazarlo ocultando su rostro al aproximarse más a él.
"- Pequeña tonta… - susurró abrazándole."
"- ¿Por qué no lo dijiste hace cinco años? – preguntó con un nudo en la garganta. No se atrevió a mirarle a los ojos."
"- Habías viajado kilómetros para verme. Si te lo hubiese dicho ¿te habrías marchado?"
Tamao lo pensó por un momento y al final negó. Lo había amado tanto que no lo hubiese hecho.
Guardaron silencio luego de aquel intercambio. Mas tarde solo pudo escuchar un susurro del Tao con una leve disculpa haciendo que esta vez ella levantara su cabeza para observarle.
"- Me has causado muchos problemas… - murmuró al mirarle con seriedad, tomándole el mentón."
"- Yo… - comenzó sin saber que decir."
"- Quiero algo a cambio – exclamó con autoridad – He dejado todo así que deberás obedecerme."
Tamao sonrió cansada. Ren Tao no cambiaba en lo absoluto.
Al final asintió lentamente esperando escuchar lo que le pedía.
La acercó hasta susurrar aquello.
"- Pon atención – sentenció aclarando su garganta incomodo – no lo repetiré."
Tamao contuvo el aliento ante aquello.
"- Te quiero a mi lado – soltó con autoridad – siempre."
Escuchó aquello ocultando su felicidad y le miró asintiendo lentamente.
"- Me causaste mucho… - comenzó pero Ren le interrumpió."
"- Perdóname – dijo sorprendiéndola."
"- Ren…"
El mencionado no hizo más que besarla de nuevo con posesividad y algo que Tamao deseó entender como amor.
Le besó al fin con todo su afán. Le amaba y no le importaba nada más.
.
Epilogo.
"- ¡Tamao! – Se escuchó la voz cantarina del Asakura – Es para ti, creo que es Ren – señalo el teléfono en sus manos."
La mencionada se acercó, tomó el auricular y colgó molesta.
"- Vaya… - susurró el joven asustado al verla así."
Tamao se mostró sombría y se alejó sin dar explicaciones.
Estaba molesta, no, furiosa con él. Estaban juntos desde hacía varias semanas y le molestaba saber que en ocasiones él se comportase como un bobo.
Lo amaba, no podía negarlo pero durante el trascurso de los meses comenzó a dudar lo que él sentía realmente por ella. Ren jamás le había dicho que le amaba y ese detalle aumentaba mas su enfado aunque todo lo demás erradicaba en el incidente de hacía una semana…
Ren presionó su puño furioso y miró el teléfono como si deseaba fulminarlo. Habían tenido una discusión con Tamao y aquello le estaba afectando demasiado.
"- ¿Aun nada? – preguntó Jun y al ver la expresión de su hermano suspiró sintiéndose culpable – supongo que no debí sacar conclusiones apresuradas."
Ren la observó y suspiró. Las conclusiones a la que se refería Jun se referían a que todo se debía a un malentendido del cual se sentía culpable, sin olvidar la forma en la que él le había pedido "aquello" a la peli rosa, mencionando a Pilika.
Se sintió un idiota al comprender que su relación con la peli rosa aun era muy delicada.
Se puso tras el mostrador sentándose en su silla y cruzándose de brazos.
Aun podía recordar la llamada de Jun cierto día.
"- Creo que deberías prepararte – dijo con una sonrisa luego de reír por algo que había dicho la peli rosa."
"- ¿Prepararme?"
"- Creo que mi hermano te propondrá algo de verdad grande."
"- ¿Qué? – preguntó sintiendo que los latidos de su corazón comenzaban a aumentar – pero…"
"- Solo te lo advierto – sonrió."
Tamao sintió como el temor la embargaba. ¿Proponerle algo? ¿Se animaría después de todos esos meses?
Imaginarse que Ren le propondría algo grande solo se refería a…
Pudo sentir su rubor con intensidad ¿Qué le respondería ella? ¿De verdad estaría tan preparada para un "si"?
"- De seguro se ha equivocado – comenzó - es decir… ¿Cómo esta tan segura? – preguntó tras recuperar el aliento."
"- Le he visto salir de una joyería."
La joven sentía que de pronto estaba atrapada. No estaba lista para un salto tan grande pero… imaginarse comprometida con él…
Aclaró su garganta. La propuesta no podía significar un compromiso ¿ o es que así era?
Tras analizarlo un poco, desde que habían vuelto a estar juntos, Ren no le había tocado más que con algunos besos y caricias. Ella no se atrevería a decirle que alguna vez deseaba que llegaran a algo más, después de todo él había sido el primero.
Cuando salían a cenar y luego la dejaba en la pensión con un beso prolongado que la hacía soñar despierta, no pasaba a más y ella no se atrevía a exigir.
Después de divagar por las palabras de Jun decidió esperar hasta la llamada de Ren, que llegó días después, confirmando que deseaba verla.
Tamao contuvo el aliento al imaginarse lo que vendría y le esperó temerosa de ese hecho.
Se colocó su nuevo uniforme que consistía en una falda mucho más corta que según Anna sería para atraer más clientela y en efecto así sucedió. Una decisión que no fue del agrado de Ren cuando lo vio entrar interrumpiendo su plática con un hombre joven que había decidido hospedarse ahí.
"- Cámbiate – había ordenado de mal humor."
"- ¡Ren! Estaba hablando con…"
"- ¿No te das cuenta porque estaba tan interesado? – preguntó molesto mirando la dirección donde aquel hombre había subido – aléjate de él."
Tamao suspiró al escucharlo. Ren era sumamente posesivo y debía admitir que aquella actitud era la única que la hacía calcular cuánto la deseaba a su lado pero con vergüenza imaginaba que el que nunca le hubiese dicho un te amo o incluso que sus caricias no hubiesen pasado a más significaba que no le deseaba lo suficiente
Subió a vestirse cuando él le pidió salir y aprovechó para colocarse un vestido ceñido color crema, se miró al espejo y deseó probarse frente al Tao quien al verla pareció fruncir mas el ceño como si aquella decisión había sido errónea.
Durante su trayecto a donde fuese que la llevase permanecieron en silencio. Pensó que había cometido otra tontería al querer llamar su atención nuevamente, Ren parecía que ya no le deseaba.
Era un tonto, se dijo al fruncir el ceño, todos los hombres a su alrededor le prestaban atención de forma lujuriosa y el sujeto del que quería algo similar no le miraba así.
Le hacía halagos de vez en cuando pero ella debía estar adivinando sus acciones ya que Ren era de pocas palabras. Algo que le frustraba sabiendo que no le conocía mucho y que su relación había sido muy difícil.
Bajaron en cuanto el auto se detuvo y pudo ver a lo lejos una zona privada. Era un parque con un pequeño lago en el centro y bajo aquella noche se miraba sin duda hermoso.
Tragó saliva al sentir que pronto hablarían de un posible compromiso.
Ren le tomó de la mano, la hizo caminar a su lado con más posesividad que antes.
¿Sería acaso por el vestido? Se preguntó al verlo tenso.
Decidió aparentar no haberse dado cuenta de ello y le siguió hasta que se detuvieron cerca de una de las lámparas de la zona.
"- ¿Y bien? – preguntó con los nervios a flor de piel. No quería alargar aquello."
Ren la miró y rascó su cuello como si lo que diría fuese incomodo.
"- Sabes que Pilika volverá pronto ¿no es así?"
Tamao dejó su impaciencia a un lado y le miró con sorpresa. Aquello era cierto, Pilika había hablado días atrás avisando que regresaría a visitar la pensión, lo que le sorprendía es que Ren lo supiera.
"- Ella ha hablado conmigo – le miró haciéndola sentir incomoda."
Se dijo que aquello no debía importarle pero sí lo hizo. No tenía idea que Pilika se contactase con él y sus ansias por preguntar por ello se desvanecieron, decidió escuchar en vez de responder.
"- He pensado… ya que vendrá podríamos… - aclaró su garganta – comenzar a vivir juntos."
La joven le estudio ¿la proposición solo era de vivir juntos? Había llegado con terror por una proposición de compromiso y a pesar de no recibirla no sintió alivio sino decepción sin olvidar que las palabras de Ren indicaban algo más…
¿Se sentiría aun dolido por Pilika que deseaba vivir juntos para no despertar sospechas?
Le miró con indignación.
"- Creo que después de lo que hemos pasado, tal vez necesitemos…"
"- No."
"- ¿Qué?"
"- No – respondió con seriedad sorprendiéndolo por aquella reacción."
"- Se que es repentino – dijo con una expresión extraña – pero para empezar de verdad deberíamos vivir juntos."
"- Si quieres una pantomima para Pilika puedes buscar a otra persona."
"- ¿Qué has dicho? – preguntó incrédulo de sus palabras."
"- No viviré contigo."
"- ¿Qué tiene que ver Pilika en esto?"
"- No lo sé – se cruzó de brazos – tú la has mencionado."
"- No has comprendido – dijo acercándose con una expresión de frustración – hablo de conocernos mejor, vivir juntos nos ayudaría. Con la llamada de ella me refería más bien a que desea saber como estábamos y me hizo pensar que tal vez deberíamos estar más cerca."
Tamao no le creyó. No por la forma en la que lo había dicho.
"- ¡No! – Exclamó – quiero volver a la pensión."
"-¡Maldita sea! ¿Qué es lo que te ocurre?"
"- He venido hasta aquí por… "eso" – exclamó al referirse a la proposición – Yo no viviré de esa forma."
Ren frunció el ceño y le miró como tratando de leer sus pensamientos.
"- Y pensar que… - se detuvo pero Ren la había escuchado."
"- Habla – ordenó haciendo que la chica le mirase con dureza y dignidad."
"- Jun había mencionado que venías a proponerme un compromiso – soltó molesta y arrepintiéndose luego al ver la palidez en él."
"- ¿Compromiso? ¡Es una locura!"
Aquella fue la gota que derramó el vaso. Con frialdad le pidió volver a la pensión negándose a escuchar lo que diría.
Por la expresión de él al volver al auto sabía que se arrepentía de lo dicho pero no podía culparlo. Él no había planeado un compromiso, ni siquiera le había dicho que le amaba así que ¿Qué más podía esperar?
Pudo sentir como en cada parada el chico la miraba pero ella decidía no perder de vista el frente.
Al detenerse en la pensión bajó sin querer despedirse haciéndolo maldecir y correr para alcanzarla.
"- Tenemos que hablar, yo nunca he pensando en un compro…"
"- ¡Ya lo sé! – le interrumpió sin mirarle – No tienes que decirlo."
Pudo levantar su mirada y notarlo incomodo mirando pensativo hacia otra dirección. Aquello le enfado, era como si ella estuviese pidiendo caridad.
"- Me voy – dijo alejándose."
"- Te hablaré mañana."
"- No te molestes – había murmurado cerrando la puerta con fuerza.
Hacia una semana que él deseaba hablar con ella y esta se negaba rotundamente y no cambiaba de parecer.
El que no le hubiese dicho que se contactaba con Pilika y que no mencionara "amor" le hacían dudar de él.
Puede que sacrificase mucho por ella pero él no demostraba afecto, ni siquiera un poco para que ella se quedase tranquila, sin mencionar que debido a todo lo que había ocurrido años atrás no podía creerle en totalidad.
Al día siguiente Ren volvió a intentar contactarse con ella y al sentir la negativa decidió ir por ella.
Ya era el colmo que se comportase como niña, se dijo furioso, ni siquiera podía concentrarse en su trabajo por pensar en ella, siendo víctima de las bromas de su hermana.
Cuando llegó a la pensión miró en el recibidor a Anna quien suspiraba al tocar su estomago y observaba a la curiosa chica de cabellos rosas que tocaba su vientre.
Ren permaneció de pie en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos de su pantalón, miraba furioso a la peli rosa.
"- Y bien… - comenzó Anna quien miró de reojo al recién llegado, notando que Tamao estaba tan concentrada con los movimientos del bebe que no se percató de aquello - ¿No has querido responderle?"
"- No tengo que responder nada – dijo acariciando aquel estomago – Me propone algo pensando en Pilika,"
"- ¿No será que solo lo mal interpretaste? –preguntó con lógica haciendo que la peli rosa levantase la mirada a ella."
"- Él no me ama – afirmó con frustración – si lo hiciera…."
"- ¡Eres un pequeña idiota! – se escuchó el rugido del Tao que no pudo soportar estar solo de espectador."
Tamao se puso de pie rápidamente por la sorpresa y fue en ese momento que Ren se acercó hasta arrastrarla fuera de sala mientras Anna solamente negaba con su cabeza.
Se apresuró y la llevó a la habitación de ella donde tuvo que forzarla a tomar asiento en aquella cama.
"- ¿Por esos pensamientos estas molesta?"
Ren preguntaba aquello como si no fuese nada y Tamao se cruzó de brazos mirándole molesta.
"- ¿Es acaso una mentira?"
"- Creí que todo había quedado claro."
"- Pues no es así – miró hacia otra dirección."
"- Escucha, vengo a pedirte…"
"- No viviré contigo."
"- ¡Pues si tengo que casarme para que de una maldita vez vengas, lo haré!"
"- ¡No! – Soltó frustrada - ¿Qué futuro nos espera? No me amas y ni si quiera haces el más mínimo intento de tocarme."
"- ¿Qué quieres decir?"
"- ¡Ya lo sabes! – se molestó y Ren comprendió aquello a regañadientes. Rió por lo irónico de la situación."
Se acercó a ella y tomó sus muñecas para colocarlas sobre la cama y dejarla a su merced.
"- ¡Espera!"
"- Y pensar que me reprimía para darte espacio a que te acostumbraras – exclamó desabotonándole la camisa mientras esta trataba de luchar – Todos esos atuendo ¿Era para llamar mi atención?"
Tamao frunció el ceño y el rubor en su rostro la delató.
Ren sonrió con malicia y miró al fin los pechos descubiertos de la joven, sorprendiéndose.
"- ¿Qué significa esa expresión? – preguntó desviando su mirada mientras su ceño fruncido y su rubor no desaparecían."
"- Han crecido… bastante – afirmó mirándole."
Tamao se molestó pero por lo menos él al fin parecía darse cuenta de su cuerpo.
"- Cada maldito vestido que te colocabas era un martirio para mí- recordaba su nerviosismo con ella - Si hubiese sabido que me dejarías hacerlo nos hubiéramos ahorrado mucho estrés."
Ren hablaba de forma segura poniéndola nerviosa.
"- Yo no deseo… - se detuvo al sentir la mano del chico sobre uno de sus montículos."
"- Eres una mentirosa – murmuró con seriedad para luego acercarse a su oído – pensé que todo estaba claro."
"- ¿A-A que te refieres? – preguntó tratando de reprimir sus gemidos."
Ren negó con la cabeza. Aquella mujer era muy terca.
"- Dudas de mí – le acusó mirándole furioso – ¿Acaso tienes idea de cuánto me importas?"
Tamao parpadeó sorprendida. Ren era tan seguro de sí mismo que ver aquella expresión cansada en él hizo que al final bajase la guardia.
"- Eres una tonta ¿ni siquiera te habías dado cuenta de ello?"
"- Si me lo dijeras… – ironizó molesta."
"- No te lo diré – murmuró sombrío – te lo demostraré."
Tamao escuchó aquello con temor pero el hecho que Ren ahora le besase con fiereza hizo que intentase apartarlo.
Tras unos segundos de forcejeo se rindió y accedió a besarle con ansias.
Había pasado mucho tiempo, se dijo cuando él comenzaba a recorrer su cuerpo con las manos haciéndola gemir.
¿Debía ocultar la vergüenza que le causaba? O ¿solo debía aparentar ser sofisticada?
Entre aquel dilema sintió como su falda era levantada hasta su cintura sorprendiéndose de la rapidez del gesto.
"- Espera… - murmuró agitada cuando notó por el camino en el que iba Ren."
"- La última vez… fue hace mucho – dijo al mirarla agitada – lo llevaré con calma."
"- No recuerdo haber aceptado… - se detuvo al sentir una de las piernas del chico entre las suyas."
"- Te aseguro que no me rechazaras – exclamó antes de volver a tomar sus labios con mas suavidad."
El gesto le calmó y decidió al final ceder. No podía fingir que no le deseaba.
Recibió caricias una vez más donde solo él había tocado, dejándose llevar en medio de gemidos que estaban desconcentrando al joven sobre ella.
"- No has cambiado en eso… - murmuró – eres demasiado sensible."
Tamao no le escuchó. Solamente pensaba en lo bien que se sentía en aquel instante abrazándole con entusiasmo.
Ren acarició sus piernas antes de prepararla para él y supo por los gemidos apresurados de la joven que ya estaba lista.
Entró en ella con lentitud poniéndola alerta, haciendo que este le inmovilizara para poder seguir con su ritmo.
Pudo sentir cuando la joven intentó mover las caderas hacia él, haciéndole maldecir por lo bajo.
"- Ren… - le llamó la joven con suplica y aquello fue suficiente para que mandase al infierno su amabilidad."
Él siempre tomándose las molestias por ella y como sucedió al principio la chica deseaba más de él.
Lo hizo más rápido y con fuerza sabiendo que había ido demasiado lejos al escucharla gemir más alto.
Maldijo con su respiración entrecortada y decidió besarla para acallar la voz que le estaba deseando embestirla con más fuerza.
Ren, cuanto notó que el cuerpo suave de la joven comenzó a temblar supo que debía dejarse vencer y terminar tranquilamente.
Tamao se encontraba con sus cabellos esparcidos en la almohada y con la respiración entrecortada y fue entonces que le miró con temor al saber que el chico había acabado en ella.
"- Se lo que estas pensando – murmuró con dificultad mirándole con dureza – te casaras conmigo así que no veo el problema."
"- ¡Claro que no!"
"- Te gustan los niños ¿no es así?"
"- Si, claro… - parpadeó para luego darse cuenta que la distraían a proposito de su enfado - ¡Pero no me casaré contigo!"
"- Lo único que sabes hacer es darme dolor de cabeza – murmuró saliendo de ella – pero por lo demás – continuó al verla semi desnuda – cumples el requisito."
Tamao intentó cubrirse recuperando el sentido común pero Ren no le dejó hacerlo.
"- Te amo – susurró con seriedad dejándole incrédula."
"- ¿Qué?"
"- No entiendo como no puedes verlo después de todo esto."
"- No hemos tenido una relación muy común, es natural que…"
"- Pero creí que era suficiente."
"- ¿Cómo serlo? – Preguntó con tristeza – no hablamos demasiado, no sabía que Pilika… se contactase contigo…"
"- Ella no me interesa – afirmó seguro – fue mi hermana quien le contactó primero y ella decidió hablarme una sola vez. Cuando me habló de su relación pensé que nosotros… - comenzó incomodo para luego aclarar – no use bien las palabras."
Tamao miró hacia otra dirección y fue Ren quien tomó su mentón haciéndola verlo.
"- Te amo – repitió haciendo que el corazón de la joven latiese con fuerza - haré que no vuelvas a dudar… - prometió."
Tamao pensó que Ren era adorable cuando se lo proponía. Había sentido ganas de llorar al comprenderle al fin y saber que después de todo, lo que afirmaba era cierto. Se alegraba ser la única que viese aquella faceta en él.
"- Yo… te amo…"
"- Yo ya sé lo que sientes -. Afirmó con arrogancia haciéndola suspirar – te casaras conmigo."
Ella sabía que la proposición estando medio desnudos no era la correcta pero asintió gustosa.
Se separó de ella y la observó en todo momento cuando se arreglaba.
"-¿Qué ocurre? – preguntó cubriendo sus pechos con su arrugada camisa."
Ren sonrió con malicia y miró pensativo el techo.
"- Y Anna me dijo que no tendría suerte… - murmuró recordando aquella platica con la rubia."
"- ¿Suerte?"
"- Maté dos pájaros de un tiro – la miró con posesividad – te he pedido matrimonio y tal vez ya estés en cinta."
Tamao carraspeó avergonzada y desvió la mirada.
"- ¿Cuándo has hablado con Anna? – preguntó frunciendo el ceño – Además no estamos seguros que con una vez hayamos…"
"- Ah… si no lo estamos ahora más tarde podremos intentarlo de nuevo."
"- ¡Ren! – le llamó avergonzada mientras este salía de la habitación riendo."
"- Te espero fuera."
La joven asintió y miró el desastre de su cama. Su compromiso con él tal vez no fuese convencional o sencillo pero le amaba y él a ella.
Sonrió al saber que su vida no sería del todo aburrida.
FIN.
.
N/A: bueno aquí el final de mi historia (Al igual que el fin del mundo XD no me pude resistir es que me parece una tontería). Con esta finalizada solo me quedan dos de Ren x Tamao (aunque una es mas de horo x Jun XD) seguire con "la siguiente oportunidad" dejando para final "triste melodía" para dar conclusión a mis escritos con el Ren x Tamao.
Agradezco muchisisimo el que me hayan leído esperando que el Cap haya sido del agrado de todos. Ciertamente no incluí a otros personajes porque el cap seria muy largo pero al final era un Ren x Tamao en ellos me debo centrar jeje. (no me centre en la relación con Horo Horo porque sería más largo este fic XD)
En fin muchas gracias a todas las personas que me leyeron y contestando un msj privado de una chica "Madem sakurai" te respondo lo siguiente:
"Nop, no es obligación absoluta que me dejes reviews, yo escribo porque me gusta XD, sin mencionar que yo veo los rates que son cuantas personas han leído mi fic y no tanto los reviews, además que yo soy igual a veces, hay fics que me gustan y por hueva no dejo reviews, así que no tienes de que preocuparte yo nunca pido reviews, jamás me rebajaría a hacerlo. Al que le gusta escribir le gusta porque sí, ahí te das cuenta quien de verdad disfruta este pasatiempo"
Y ahora si agradezco a:
Dark layom- siii me imagino como estarás de atareada ay qué bueno que extrañas el fic de "La siguiente oportunidad" yo también extraño digitarlo es que normalmente me releo y la verdad es que esa pareja rara me encanta XD ya continuaré con ese fic ahora. Gracias por tu apoyo espero este cap haya cumplido tus expectativas.
Yalira uchiha- al final decidí mejor digitar todo el tiempo libre que pude para dejarlo terminado espero este cap te guste y gracias por tomarte la molestia de leerme XD es que escribo muy largos los fics. ¿Calor dices? Uff el de mi país es peor es calor húmedo como es clima tropical.
Eiserne Lady- jejeje pues lastimosamente ya es el final uno muy largo por cierto espero este cap te hay gustado y gracias por haberme leído.
Lucii- me halaga que estuvieras tan pendiente de verdad y sip estare haciendo ese "la isla de la alegría" junto a "la siguiente oportunidad" una semana cada una para seguir pero ten por seguro que continuaré gracias de verdad por leerme todo este tiempo, espero el final te haya gustado.
Gabe logan- muy buen fic con eso empiezo esto de verdad me ha gustado ya te puse en alertas ese fic me ha encantado y cuando salga de vacaciones te aseguro que vere ese anime. Y pues tu reviews lo conteste en privado, cuidate gracias por leerme todo este tiempo.
Loveanime- gracias por entender que estoy ocupada pero en las horas libres digitaba y aquí está ya el final, ojala te haya gustado.
Helen- lo que me sorprende no es tu comentario (aunque me siento sumamente halagada) sino que hayas escrito más de una línea , normalmente solo pones "se te agradece" y yo: ¿el que se me agradece? XD pero gracias de verdad si has escrito mas supongo que te habrá gustado y eso de verdad es un halago para mi. Cuídate y muchisismas gracias por leerme.
Yresu- mil gracias por leerme durante todo este tiempo espero este cap te guste y me siento halagada que diga que lo extrañaras. Jeje cuidate mucho y gracias por leer mis otros fics.
Hyacint mtz- wooo precioso el manga no te parece me gusto cuando lo arreglaron jeje bueno eso si tienes razón debo echarle ganas quiero ser un buen médico después de todo. Espero este cap te haya gustado y gracias por leerme durante todos estos capítulos.
Stellar BS- la verdad di por terminada la relación con Horo porque si, tienes razón era superficial sin olvidar que si me centraba alargaría mas esto y ya no quería XD asi que mejor dejarlo como estaba. Gracias por haberme leído ojala este cap te guste.
Junengrey- wooo me halaga que te impresiones y pues gracias por haberme leído ojala el final te guste.
Creepy saru- ¿De dónde sacaste ese termino de plot? Es que nunca lo había leído o.o pero sí entendí lo que me dijiste. Si, son prácticas, estudio medicina humana XD así que me toca pesado pero lleve la lap y escribí en tiempos libres así que aquí esta- espero te guste.
Muchas gracias (resumiendo) a todo el que lea esto. Ojala guste y hasta luego.