LA SOMBRA DE LA LUZ.

Capitulo 19: Una confesión inesperadamente dolorosa.

- Debo estar loco o completamente desesperado para hacer esto. – pensó Link rascándose sus rubios cabellos mientras observaba a la distancia una hermosa joven de cabellos dorados sentada en una silla leyendo un libro.

La ex princesa de Hyrule y ahora esposa del segundo al mando del imperio Gerudo leía entretenida un libro de magia, para su desgracia había aceptado enseñarle algo de magia a su "esposo" y tenia que cumplir, pero no quería decir que se lo haría fácil. Este pensamiento produjo un inexplicable escalofrío en el ojiazul que se formo al ver la sonrisa siniestra que adorno el hermoso rostro de la joven.

- ¿Por qué mi madre debe ser así?, ¿Qué no se supone que soy el segundo al mando en el reino?, debería al menos tratarme con algo de respeto, esta chica jamás me besaría y menos a las buenas. – pensó Link con frustración.

Dio un suspiro resignado y toco levemente la pared para hacerle saber a la joven de su presencia, esta lo miro por un instante sin saber muy bien que decir.

- ¿Podemos hablar un momento? – dijo Link en un tono de voz bastante calmado.

La ojiazul de cabellos dorados asintió con la cabeza algo sorprendida por la actitud del Gerudo, no es que el fuera grosero con ella sino que ellos casi nunca hablaban y si lo hacían no era mucho lo que se decían.

- Necesito un favor tuyo. – dijo Link un poco serio y mirando atento a la joven frente a el.

- ¿Un favor? – dijo Zelda sorprendida y sin poder ocultar su consternación y curiosidad.

- Es complicado de explicar pero necesito que nos besemos y que mi madre nos vea. – dijo Link con la mirada en el suelo.

La joven de ojos azules parpadeo un par de veces al escuchar la frase del rubio, después de casi un minuto se levanto de la silla con el rostro completamente rojo.

- ¡¿Qué?! – dijo Zelda furiosa.

- Pu, puedo explicarlo. – dijo Link algo nervioso.

- ¡Entonces hazlo! – dijo Zelda muy molesta.

- Mi madre quiere que antes de que regrese a la cuidad de Draga tu y yo nos besemos, es para asegurarse de que las cosas van bien entre nosotros. Eso es lo único que te pido. – dijo Link mirando a la joven.

- ¡Estas loco! – dijo Zelda con el rostro completamente rojo por la furia.

- Por favor, hare lo que quieras pero por favor. – dijo Link en un tono de voz casi de suplica.

La joven de cabellos dorados lo miro y vio un pequeño brillo en el cuello de el, se le acerco casi sin darse cuenta hasta quedar frente a el.

- ¿Qué es eso? – dijo Zelda señalando una cadena que llevaba en el cuello.

El Gerudo miro el lugar donde señalaba la joven y noto que su collar era visible.

- No es nada. – dijo Link mientras lo acomodaba debajo de su camisa de forma que no se viera.

- Yo no diría que es nada, en tu mirada se nota que te importa, ya lo tengo, si me lo das pensare en lo que me pediste. – dijo Zelda sonriendo.

- No. – dijo Link con los ojos cerrados. – Solo estando muerto es que me lo quitaran. – dijo con una convicción y tan serio que la joven sintió que por unos segundos sus mejillas enrojecieron y su corazón se acelero.

- Ya, ya veo. – dijo Zelda un poco nerviosa al principio para luego calmarse un poco.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos hasta que ellos lo miro y una pregunta que tenia desde hace tiempo se apodero de su ser.

- Disculpa pero tengo una duda con respecto a tus padres. – dijo Zelda tratando de cambiar el tema.

- ¿Cuál? – dijo Link mirando a la joven ya teniendo una idea de lo que esta preguntaría.

- Bueno, tus padres y tu, bueno, ustedes no. – dijo Zelda algo nerviosa y por alguna razón que no entendía era incapaz de preguntar.

- Por que no parezco a ellos. – dijo Link tranquilamente.

Ella asintió con la cabeza al verse incapaz de contestar con sus palabras.

- Es sencillo, ellos no son mis padres biológicos, mis padres murieron en un ataque del reino Gerudo a un pueblo de Hyrule cuando yo nací. – dijo Link muy tranquilo.

- Pero tú, entonces tú eres. – dijo Zelda visiblemente sorprendida.

- Si, yo soy Hylian, mis padres eran de este reino. – dijo Link mirando a la joven con una calma que la tenia confundida.

- Pero, ¿Por qué?, si tu eres de este reino ¿por que? – dijo Zelda muy confundida.

- En simple, mira, te contare, mis padres vivían en un pueblo en los alrededores de Hyrule, el pueblo se llamaba Riaza y fue destruido a causa de la guerra, mi padre se llamaba Durak y era un soldado que custodiaba el pueblo, mi madre se llamaba Siela y era costurera, mi padre murió defendiendo el pueblo pero eran tantos que nada pudo hacer aunque lucho valientemente hasta el final, mi madre al verse rodeada trato de escapar conmigo que en ese tiempo era solo un bebe recién nacido, fue herida por una flecha y no pudo llegar muy lejos, antes de que fallecerá vio a un soldado enemigo y al ver que este no tenia malas intenciones le pidió que no me matara, después de eso falleció. – dijo Link mirando a una sorprendida ojiazul.

- Pero, ¿Por qué si tu eres de este reino por que los ayudas?, ¿Por qué les eres leal si mataron a tu familia? – dijo Zelda muy contrariada.

- Veras, la razón de eso es muy sencilla, ese soldado fácilmente me podía haber matado pero no lo hizo, también podría haberme dejado allí tirado esperando que me muriera de hambre pero en lugar de eso me perdono la vida y sepulto a mi madre, busco a unos sobrevivientes y averiguo algunas cosas de mi como el nombre de mis padres y el nombre que estos me iban a dar, me llevo hasta su hogar en donde su esposa que ya tenia una hija me trato como si yo fuera su hijo biológico, fácilmente me podrían haber tenido como su criado o su esclavo lo que seria normal pero no, me trataron como si de verdad fuera uno de sus hijos, jamás me lastimaron ni me regañaron por algo que no mereciera, nunca me ocultaron nada y me dijeron mis verdaderos orígenes cuando me di cuenta que yo no me parecía a ellos, eso fue cuando tenia tres años, por un momento temieron que los odiara pero yo jamás haría eso, les debo todo lo que tengo y lo que soy a ellos, es mas, al enterarme de la verdad y de la cantidad de posibilidades que me podrían haber pasado los respete mucho mas de lo que hacia, nunca he cuestionado alguna de sus ordenes y obedezco todo lo que me piden sin dudar, eso no quiere decir que yo no quiera a mis padres originales pero si lo piensas bien que clase de persona trata al hijo de su enemigo como mis padres lo hicieron. – dijo Link mirando a la joven.

La rubia no pudo decir nada, quedo en completo silencio mientras el la miraba fijamente, la historia que le había contado era en realidad sorprendente.

- Mira se que esto es difícil para ti, es mas puedes olvidarte del hecho de enseñarme magia pero por favor, solo deja que mi madre nos vea dándonos un beso, después que se vaya del reino si quieres no vuelves a dirigirme la palabra nunca. – dijo Link un poco serio.

- ¿Solo un beso? – dijo Zelda con las mejillas un poco rojas.

- Si, solo uno y que nos vea, solo eso. – dijo Link mirando atento a la joven.

- Lo hare, pero con una condición, cuéntame por que no quieres quitarte ese collar. – dijo Zelda mirando al rubio por unos segundos.

Ella pudo notar como por unos segundos su mirada se oscurecía y su rostro mostraba una pequeña pero clara expresión de tristeza, como lo imagino tras su comentario ese collar le importaba mas que su propia vida lo cual significaba que era invaluable para el y su curiosidad era demasiada para solo dejarlo pasar.

- Esto, esto es un recuerdo de una persona muy especial para mi. – dijo Link un poco serio.

- Un recuerdo. – dijo Zelda en un suave susurro.

- Ella murió hace cinco años, en el tiempo del ataque en el que Hyrule conquisto la ciudad en donde vivíamos. – dijo Link mostrando una expresión de tristeza que hizo que el corazón de la joven casi se detuviera.

- No, no tienes que seguir contándomelo si te duele tanto recordarlo. – dijo Zelda algo apenada en especial por que en realidad no se sentía bien al ver al joven de esa forma.

El dolor que mostraba era casi palpable y sin saber como parecía que ella lo sentía en carne propia.

- Tú preguntaste. – dijo Link sin mucho animo.

- Lo se, lo siento. – dijo Zelda agachando la mirada y quedándose callada durante unos segundos. – La querías verdad. – dijo mas como una afirmación que como pregunta.

- Ella fue mi primer y hasta ahora único amor, he estado con muchas mujeres pero nunca he sentido algo igual a como cuando estaba a su lado. – dijo Link mirando al suelo con un rostro que reflejaba una gran tristeza. – Lo peor de todo es que no se si ella lo supo, antes de morir me dejo una carta en la que me decía sus sentimientos, yo era tan estupido en esa época que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde, era un inútil que no pudo protegerla, fue mi culpa que ella muriera y eso es algo que tendré que cargar por el resto de mi vida, poco después mi padre fue arrestado por haber perdido la cuidad, en ese momento entrene mas duro de lo que lo había hecho, me jure a mi mismo y en nombre de ella que no volvería a fallarle a nadie importante para mi, haría lo que fuese necesario para recuperar mi cuidad y liberar mi ciudad. – dijo seriamente.

La joven de cabellos dorados no entendía por que pero era incapaz de moverse, ninguna palabra podía salir de su boca, hasta ese momento solo había visto al Gerudo como el conquistador de su reino, un asesino desalmado, un brillante estratega al escuchar las estrategias que había creado, un increíble y hábil guerrero pero ahora parecía tan normal, jamás había pensado de ese modo sobre las personas del reino enemigo, si estaban contra ellos debían de ser malos como su rey quien en un principio solo quería ayudar a su pueblo pero después la sed de poder fue tal que incluso habiendo logrado su objetivo siguió con su conquista, pero el joven parecía haber sufrido mucho, la forma como hablaba de la mujer que amaba fue suficiente para darse cuenta que aun la seguía amando.

- Lo hare. – dijo Zelda sin mirar al joven.

- ¿De verdad? – dijo Link un poco sorprendido.

Ella ni dijo nada y solo asintió con la cabeza, el se le acerco y la miro por un instante causando que ella se sintiera de repente algo ansiosa sin saber exactamente por que.

- Mi madre esta con mis sobrinos en el jardín cerca de la fuente principal, si quieres lo hacemos ahora o cuando tu quieras. – dijo Link delante de ella tratando inútilmente de verle el rostro.

- Más, más tarde. – dijo Zelda mientras salía de la habitación.

El joven se quedo mirando la puerta por un instante y se quedo algo pensativo.

- Es mi imaginación o me parece que ella nunca ha besado a nadie. – pensó Link mirando hacia la puerta. – Si es así entonces parece que le voy a robar su primer beso, me siento como un maldito violador. – pensó Link sintiendo como una oleada de rabia se esparcía por su ser. - ¿Por qué mi madre me puso a hacerle eso? – pensó molesto.

La joven llego hasta su cuarto e inmediatamente cerro la puerta cayo sentada al suelo como si sus piernas ya no pudiesen soportar su propio peso, llevo una mano hasta su corazón el cual latía tan rápido que parecía estar a punto de estallar.

- ¿Por qué?, ¿Por qué accedí a besarlo?, ¿Por qué me siento así? – dijo Zelda confundida.

Hola a todos, gracias, muchas gracias por esperar y no matarme antes de poder publicar este capitulo, no me gusta dar excusas pero bueno, las cosas no siempre salen como uno las espera y por eso no pude continuar el fic, antes, espero que este capitulo les haya gustado, les adelanto que para el próximo si habrá ZeLink del bueno, después de todo va a haber beso y reacciones que ni Link ni Zelda esperaban.

Nos vemos en el próximo capitulo.