EL NUEVO ORDEN

1. Ya Basta

No puedo hacer nada para dejarte mal parada.

Eres tan... perfecta. Lo tienes todo...

Notas sobresalientes – los profesores te adoran y desearían que todos sus alumnos fueran como tú.

Amigos populares – uno de ellos es el amor de mi vida y te entrega toda su atención mientras que a mí solo me mira de reojo.

Belleza – mi hermano cree que eres una diosa griega y el buscador más joven (más tosco pero más famoso) de la historia, véase Viktor Krum, se enamoró perdidamente de ti, una mujerzuela con pelo de escoba.

Mi familia – mi madre cree que eres un buen ejemplo para que yo siga, mi padre quisiera tenerte como hija para que le cuentes todo acerca del mundo Muggle y la gran mayoría de mis hermanos te cree fabulosa (excepto los gemelos, que todavía te califican de aguafiestas)

Como a la vez eres tan maquiavélica...

Alejas a Harry de mí, flirteas con él y luego lo envías con esa asiática, motivándolo a confesarle su amor por ella, sabiéndome tu amiga y conociendo mi obvio secreto.

Hablas a mis espaldas sobre puras basuras que ni siquiera tienen una pizca de realidad, intentando lavarles a mis amigas sus pobres cerebros que, al parecer, son tan blandos como las mentiras que les dices.

Le cuentas a mi hermano con quien salgo, para ocasionarme problemas con él, con Harry y con los desafortunados que tienen la desgracia de frecuentarme.

Muestras con orgullo tus notas, que siempre son superiores por mucho a las mías y yo no puedo callarte, porque si lo hago, te frustras y haces de mi vida un infierno.

Eres vengativa. Siempre lo fuiste. Por eso, tengo que cuidar mis espaldas diariamente porque sé que vas a pagarme con la misma moneda. Yo erré, pero me arrastré implorando que me perdones perdiendo lo poco que me quedaba de dignidad y casi morí de angustia en el intento de remendar todo el daño que te había causado. Tú salías con Dean Thomas... y yo... lo besé.

Sé que estuve mal. Y no necesité de todo Hogwarts para admitirlo. Gracias a Dios ya no soy la comidilla de nadie porque ahora Romilda Vane es el nuevo blanco de las cotillas.

Pero quiero que recuerdes que antes de que ella lo fuera, yo lo era. Y sufrí. Sufrí días y noches, semanas y meses... Pero todo tiene un fin y nuevamente agradezco a Dios que el alumnado tenga memoria a corto plazo.

Tú puedes tener un mal día, te puedes enojar conmigo todo lo que quieras y yo te tengo que respetar y quedarme callada como una inepta, escuchando tu maldita cháchara de pendeja caprichosa... pero cuando yo tengo un mal día y te envío al infierno, tú tienes derecho a enojarte. ¿Por qué las cosas son así?. ¿Por qué no puedo hacer nada para solucionar esto?. ¿Por qué no me hago valer?. ¿Por qué todos te prefieren a ti antes que a mi?

Ya basta.

Basta de esconderme en tu sombra.

Basta de ser tratada como escoria.

Basta de robarme a mis seres queridos, que dudo que alguna vez me hayan querido como a ti.

Basta de usarme a tu beneficio, sin tomar en cuenta mis sentimientos.

Basta de envidiarte, porque de hacerlo estaría deseando convertirme en una perra despiadada como tú.

Ya basta.

Mi vida va a tomar un nuevo rumbo a partir de este mismísimo momento... y en ése rumbo no hay ninguna golfa llamada Hermione Granger.