Equipo 8

Ni el autor ni el traductor poseen los derechos los derechos sobre Naruto (ver notas al final del capítulo).

Nota del traductor: los capítulos del uno al diecinueve han sido revisados corregidos

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Capítulo Uno

Había sido una noche larga y Yuuhi Kurenai estaba exhausta.

Se había levantado muy temprano esa mañana, para poder observar a los futuros genins que iban a graduarse en la academia. Un inusual número de estudiantes talentosos iban a pasar la prueba este año, bastante grande como para que se llegasen a formar tres equipos completos. Es por eso que el Tercero le pidió que se encargase de uno de los equipos.

Ella había estado trabajando sola durante casi diez años, desde aquel incidente. No se sentía muy bien al verse forzada a trabajar en un equipo otra vez, pero cuando el Hokage pide algo, no tiene que decir por favor.

El hecho que Sarutobi SI QUE LO DIJESE, hizo imposible rehusar su petición.

De hecho fue muy considerado con sus sentimientos. Sabía que esto podría abrir viejas heridas. Desde esa tragedia…

Apretó sus dientes para evitar ese recuerdo, pero sólo un shinobi verdaderamente experto hubiese notado cualquier cambio en la expresión de su rostro. Además, nadie en la Academia pudo haber detectado su presencia mientras ella observaba el día a día de los estudiantes. Después de 'la petición' del Tercero, decidió utilizar los días que le quedaban para observar a los estudiantes. Eso era algo inusual, ya que la mayoría de maestros jonins simplemente esperaba que sus equipos ya estuviesen hechos, confiando en los instructores de la academia para que formasen equipos equilibrados.

Kurenai no era como la mayoría de jonins.

Sarutobi le había pedido que reviviese un antiguo concepto táctico, y dirigiese un equipo de especialistas en reconocimiento. Lo que pasó con el último equipo fue una autentica desgracia, pero ella no creía que el concepto mismo fuese malo o defectuoso. Lo que sucedió con Nomaru, Mattai, y Kobaru-sensei había sido un trágico accidente. Al menos eso es lo que se decía a sí misma en sus mejores días.

En sus días malos, sus pensamientos eran mucho más oscuros. Algunas veces coqueteaban con la traición. De cualquier forma, si sus sospechas eran correctas, entonces ella no era la única en tener tales pensamientos, lo único es que no podía hacer nada al respecto.

Sin embargo, recientemente había estado de un humor excelente, así es que se ocupó, sin que nadie la viese u oyese, de observar a los futuros genins. El chico de los Inuzuka casi sintió su presencia cuando el viento cambió inesperadamente de dirección, pero ella fue capaz de cambiar su posición antes de que la pudiese oler.

Simplemente se dedicó a verles charlar y jugar. Advirtiendo un número inusual de niños de importantes familias shinobi. Igual que sus padres, un Nara, una Yamanaka, y un Akimichi estaban preparados para graduarse en este año. Si todos ellos pasaban la prueba, no había duda que serían colocados en el mismo equipo. A la gente le gustaba seguir con lo que ya funcionaba. Era una lástima para los dos chicos que la joven Yamanaka parecía ser una autentica mandona.

Sólo unos pocos de ellos parecían validos para el equipo de reconocimiento. Había un chico del clan Aburame que era tan silencioso que los instructores tendían a perder su rastro. Si era así de bueno con sus insectos, entonces sería una gran ayuda para cualquier equipo. En una ocasión había trabajado con un hombre que debía de ser el padre de este niño. Sus 'pequeños amigos' siempre les habían advertido de cualquier enemigo que se acercase, dándoles suficiente tiempo como para cambiar de posición. El chico de los Inuzuka indudablemente tenía una buena nariz, como la mayor parte de su familia, al igual que su perro. Sin embargo parecía ser un poco ruidoso y algo fanfarrón.

Hubo también una Hyuuga allí, y Kurenai reconoció a la chica, Hinata, a quien ella había escoltado a la academia años atrás. La había acompañado en una visita por la academia mientras se recuperaba de sus heridas y se preparaba para el examen de jonin.

Ella había ido a los terrenos de los Hyuuga en respuesta a una petición del líder del clan, Hyuuga Hiashi. El hombre fríamente le informó que su hija era demasiado débil y que era incapaz de aprender nada más que los principios básicos del estilo del puño suave de la familia Hyuuga. Esperaba que ella fuese de alguna utilidad para Konoha como una shinobi ya que era demasiado débil para servir directamente a la familia. El hecho que él le dijese todo eso delante de la niña puso a prueba la paciencia de Kurenai.

Por supuesto, ella no esperaba menos del líder de aquellos bastardos de ojos blancos. Aparte de Hinata, nunca había visto a un miembro de esa prestigiosa familia que no fue un creído o un arrogante. Bueno, Mattai no era así, pero eso no era realmente lo mismo. Recordar a su viejo camarada siempre le hacía sentir una punzada en el estomago, y necesitó de toda su concentración para enfocar la atención en aquella chica tan reservada.

Como si fuese una reacción en contra del resto de la arrogancia de su familia, la chica Hyuuga se la veía todavía dolorosamente tímida. Ella se sentaba sola y mantenía la cabeza baja, tanto que Kurenai necesitó un buen un rato para confirmar que realmente tenía los ojos Byakugan por los que su familia era tan reconocida. El único momento en el que la chica pareció animarse fue cuando el alborotador de la clase vino derramando lágrimas mientras era perseguido por la chica Yamanaka y otra kunoichi en prácticas de pelo rosado que parecía ser una Haruno.

Kurenai acababa de ser nombrada genin cuando Konoha fue atacada por el Kyuubi. Ella y la mayor parte de sus amigos fueron asignados a las áreas más lejanas del campo de batalla, lejos de lo peor de la pelea, lo cual debió de ser la única razón por la que había sobrevivido a esa noche. No tenía ninguna animosidad personal en contra del niño en el que el Cuarto había sellado al zorro demoníaco. No fue como si aquel bebé lo hubiese pedido.

A pesar de todo, Uzumaki Naruto parecía ser bastante hábil. Él siempre estaba maquinando travesuras, sin embargo nunca era nada mezquino o dañino. Parecía que simplemente estaba ansioso por llamar la atención. Desafortunadamente, eso era algo que los instructores de la academia parecían no querer darle. A su favor, a Umino Iruka le pareció ser el menos prejuiciado de todos: Su irritación parecía más bien enfocada en los escasos hábitos de estudio del chico.

Al menos sus travesuras eran ocasionalmente entretenidas. Él exterioriza un montón de creatividad en sus planes, y las reacciones de aquellos que estaban a su alrededor, le mostraron a Kurenai parte de sus personalidades.

Desafortunadamente, pareció que su falta de atención le había jugado una mala pasada esa tarde, durante el examen de genin. Un gran número de sus compañeros de clase se quedaron en el edificio, orgullosamente exhibiendo su nueva Hitai-Ite, pero el chico de pelo rubio se acercó a los columpios y se sentó allí, siendo la viva imagen de la melancolía.

Kurenai se sorprendió al notar que alguien más vigilaba a aquel joven. La chica de los Hyuuga le estaba mirando desde atrás de un poste. Ella estaba obviamente perturbada - sonrojándose y apretando sus dedos índices el uno contra el otro, en un gesto nervioso. Al mismo tiempo, la chica se irguió repentinamente, más recta de lo que Kurenai jamás la hubiese visto. Ella se movió nerviosamente detrás del poste, dando un paso hacia adelante sólo para dar un paso hacia atrás, quedándose nuevamente sin hacer nada. Desde donde pudo observar Kurenai, las mejillas de la chica eran de un color rojo brillante.

La jonin sonrió al ver como la chica se marchaba. Sin el sello maldito, la chica era obviamente de la familia principal de los Hyuuga. Que le gustase un rufián como el que mantenía encerrado al kyuubi era una mancha para el honor de su familia.

Bien por ella.

Ese pensamiento animó a Kurenai mientras se dirigía a la torre del Hokage. El Tercero y los maestros jonin se iban a encontrar con los instructores de la academia para repasar los resultados de la prueba y decidir la forma más eficiente de dividir a los genins en equipos.

Era medianoche cuando todos los jonins llegaron, debido a la tardanza crónica de Hatake Kakashi. Kurenai entendía bien las razones de sus continuos retrasos, pero no eran motivo suficiente como para hacer esperar a todos cerca de una hora. Aunque supuso que lo mismo podría decirse de su violenta aversión por del clan Hyuuga.

La primera parte de las malas noticias fue que sólo ocho estudiantes habían pasado la prueba de genin. Eso quería decir que a uno de los equipos le faltaría un miembro, o que en lugar de tres equipos formarían dos equipos de cuatro personas. Kurenai se preguntó si sería excluida de la responsabilidad del cargo de maestra, pero Sarutobi pronto borró esa esperanza. Él no creía que un solo jonin pudiese dar a cuatro estudiantes la suficiente atención que necesitarían para su desarrollo. En las noches en las que los jonins se reunían para echar un trago murmuraban tristemente que el viejo maestro todavía se culpaba a sí mismo por la traición de Orochimaru. No había ninguna persona cuerda que culpase al 'profesor' por las acciones de su estudiante, pero Kurenai sabía perfectamente que la culpabilidad no sigue ninguna lógica excepto la suya propia.

Antes de que decidiesen como resolverían ese tema o empezasen a discutir sobre que jonin tendría solamente dos genins en su equipo, llegó un mensajero. Parecía que alguien hubiera forzado la entrada en los aposentos del Tercero y hubiese salido con un pergamino de técnicas prohibidas. Nadie estaba seguro de quién había hecho eso, pero Uzumaki Naruto había sido visto por los alrededores poco antes de que la entrada forzada fuese advertida.

Umino Iruka se volvió pálido como un fantasma cuando oyó esta noticia, Kurenai pudo observar por su reacción que verdaderamente se preocupaba por el joven Naruto. Inmediatamente después, salió para unirse a la búsqueda del chico.

"¿Cómo lo hizo Naruto en el examen?" Preguntó el maestro Hokage a uno de los guardianes de registro de la academia.

"Él no aprobó, Hokage-sama." El hombre respondió sin ni siquiera comprobar el pergamino que contenía los resultados.

"Si él pudo forzar la entrada de la oficina del Hokage y salir con uno de los pergaminos mejor guardados…, eso hace que me pregunte como de dura es esa prueba." Asuma se quejó agriamente. Él tenía prohibido fumar adentro y Kurenai estaba segura de que la falta de nicotina le estaba pasando factura.

Sarutobi pareció extraordinariamente despreocupado por el rollo de papel faltante, así que después de que él fuese un momento a su oficina comenzaron a discutir sobre los puntos fuertes y las debilidades de los genins mientras miraban los informes de los maestros. Lo cual pareció un poco raro al no estar ninguno de ellos presente.

Kakashi se ofreció voluntario para supervisar el entrenamiento del único superviviente de los Uchiha, lo cual tenía sentido dado que él mismo dominaba el uso del sharingan. Él también estaba dispuesto a tener sólo dos estudiantes. Probablemente para poder dedicar más tiempo a Uchiha Sasuke, pero Kurenai se preguntó cuánto de eso era cierto y cuanto se debía a su pereza. En ese momento a Kurenai le pareció que como más experto fuese el ninja, más excéntricos sus hábitos personales se volvían. También le hizo preguntarse si la aspiración de mejorar sus habilidades se volvería finalmente un acto autodestructivo. El ninja copión era temido a lo largo del mundo ninja, pero también era famoso por su tardanza crónica y por ser un ávido lector de literatura erótica.

De hecho sus dedos estaban tratando de alcanzar un libro brillantemente coloreado que sobresalía de una de las esquinas de su chaleco cuándo Sarutobi acompañó a Iruka de vuelta al cuarto, siendo evidente que este último no llevaba su hitai-ite.

"Parece que tenemos un noveno graduado." Dijo el chuunin después de sentarse. Iruka parecía como si hubiese vuelto de una batalla – él estaba cubierto de cortes y rasguños, incluyendo una herida realmente grande en medio de su espalda.

"¿Qué ha pasado, Iruka?" Tal vez fue la imaginación de Kurenai, pero la leve sonrisa en el rostro del Hokage indicaba que él sabía más de lo que parecía.

"Fue Mizuki que nos traicionó, Hokage-sama. Cuando Naruto no pudo producir un buen bunshin, él falló una gran parte del examen. Mizuki le dijo que si robaba aquel pergamino y se lo traía, eso le contaría como el crédito adicional y le permitiría pasar el examen."

"¿Y se lo creyó?" Kakashi preguntó sorprendido. "¿Y estamos a punto de convertirle en ninja por eso?"

"¿Si los estudiantes no pueden confiar en su sensei, en quién pueden confiar?" Iruka preguntó rápidamente. "¿No podemos castigarle por escuchar a un maestro, verdad?" Dijo mientras se giraba hacia el Hokage.

El Tercero inclinó la cabeza levemente. "Estoy de acuerdo. Si no podemos garantizar la lealtad de la gente que enseña a nuestros hijos, entonces no les podemos culparles por no hacer las cosas mejor que nosotros." Dijo mirando a Iruka durante un segundo. "¿Que ha sucedido con tu protector para la frente?".

Umino Iruka sonrió orgulloso. "Se lo di a Naruto por haber aprobado el examen. Él no pudo producir un solo bunshin, pero cuando él me defendió de los ataques de Mizuki pude ver que había aprendido a realizar el Kage Bunshin no Jutsu y lleno toda esa sección del bosque con clones. Literalmente perdí la cuenta."

"¡Pero Kage Bunshin es mucho más difícil de realizar!" Gritó Asuma.

Iruka se encogió de hombros felizmente. "Es por eso que le aprobé. Él es realmente sorprendente."

"En fin, parece que ahora ya tenemos tres equipos completos," Sarutobi dijo con una fugaz sonrisa. La mayor parte de los jonins sabían que tenía simpatía por el joven pillastre, quizás era por que ambos se criaron sin familia. "Kakashi, si tú te ocupas de Naruto, eso hará que…"

"Permiso, Hokage-Sama," Kurenai se levantó para interrumpir al Tercero. Ella había estado pensando en la joven Hyuuga. Con su barrera de sangre, ella tenía un potencial tremendo, pero su confianza en ella misma era preocupante. Ahora estaba viendo una forma posible de solucionar varios problemas. "Desearía tener a Naruto en mi equipo."

"¿Estás segura de eso?" Preguntó Sarutobi. Ella también vio a Asuma y algunos de los profesores de la academia asentir con sus cabezas. "Por lo que se tu equipo va a especializarse en misiones de reconocimiento, y Naruto no muestra ningún potencial en ese área."

"O en cualquier otro." Kurenai creyó oír a uno de los maestros de la academia. Iruka cambió de posición dolorosamente en su asiento para fulminarlo con la mirada.

"Después de lo que pasó con el equipo en el que fui genin." Dijo serenamente "Preferiría que mi nuevo equipo no estuviese excesivamente especializado. Si caen en una trampa," ella continuó, dando a la última palabra un énfasis ligeramente sarcástico, hecho que hizo que el Tercero la mirase preocupado, "sería adecuado tener alguien con la habilidad para sacarnos de una situación llena de riesgos. ¿Un genin capaz de llenar el bosque con clones podría ser una gran distracción, verdad? Además, también me parece recordar que un gran número de chuunins, jonins, y ANBU persiguieron a ese crío después de que decorase el monumento a los Hokages. ¿Os hizo sudar la gota gorda en esa persecución, no es cierto?"

Diversas personas de la habitación apartaron la mirada, de pura vergüenza. Iruka, por otra parte, se mostró feliz de que alguien reconociese las habilidades de su alumno. Por supuesto, también por el hecho de que fue él quien finalmente atrapó al pequeño gamberro.

Kurenai se dirigió a Kakashi. "El nivel de taijutsu de Kiba es aceptable, pero también emplea un montón de tiempo entrenando junto con Akamaru. Trabajan bien juntos y podrían dar un buen ejemplo del trabajo en equipo a tus futuros estudiantes, cosa que pareces apreciar bastante. Psicológicamente, el joven Inuzuka es como la mayor parte de su manada, digo de su clan, sabe trabajar bien en grupo. Es un poco alborotador, pero al mismo tiempo amigable, creo que podría hacer que ese Uchiha mejorase un poco su actitud."

Kurenai pudo ver que todo el mundo en el cuarto clavaba los ojos en ella. Entonces suspiró. "Cuando fui seleccionada como futura mentora de un grupo de genins, decidí pasar algunos días observándolos interactuar y analizar sus personalidades. ¿Es que soy la única jonin en este cuarto que se toma la molestia de pensar por adelantado?"

Kakashi leía su libro mientras Asuma estaba jugueteando con un cigarrillo. Evidentemente, la respuesta a su pregunta era sí.

La experta en Genjutsu suspiró y colocó su cara en entre las manos. "Muy bien. Simplemente escúchame. Sasuke Uchiha es un mocoso egocéntrico y vas a tener que armarte de paciencia solo para comenzar a entrenarlo."

"Hmmm… " Sarutobi gruñó. "Pensaba que Naruto podría ser una mejor influencia para el joven Uchiha. Y es tradicional que el genin con la nota más alta y el que tiene la nota más baja estén en el mismo equipo para igualarlos."

"Quizás," asintió Kurenai. "Pero pienso que ese chico ya lo ha pasado suficientemente mal como para que lo coloquen en un equipo con dos personas que no le aprecien, ni Haruno ni Uchiha le respetan … Además, dado lo que ha hecho esta noche, no estoy segura que los resultados de su valoración sean correctos."

El tercer Hokage inclinó la cabeza atentamente. "¿Piensas que estará mejor en tu equipo?".

"Aburame Shino mantiene una actitud neutral hacia él, lo cual es mejor que el descrédito categórico que recibe de otros estudiantes. Hyuuga Hinata sería su amiga si no fuera tan tímida." Kurenai se detuvo un momento antes de continuar. "Creo que su ley sobre el secretismo respecto al jinchuuriki se siguiese al pie de la letra, todos los estudiantes de la academia serían huérfanos."

Yuuhi Kurenai estaba segura que, si en ese momento hubiese dejado caer una aguja, entonces el ruido que hubiese producido al golpear el suelo habría sido ensordecedor en medio de ese silencio.

"¡Esto es ridículo!" Exclamó uno de los instructores de la academia. "Nunca he oído un solo comentario acerca del Kyuubi en todo el tiempo que he estado trabajando. ¡Ningún padre se lo ha dicho a sus hijos!".

"No," dijo Kurenai casi arrastrando las palabras, "en lugar de eso les dicen a sus hijos que odien a Uzumaki Naruto y le rehuyan sin razón. No se puede esconder un secreto cuando estás llamando la atención sobre él al iluminarlo con luces brillantes, mientras bailas alrededor suyo haciendo todo lo que quieras, mientras eso no implique decir las palabras prohibidas."

Sarutobi suspiró y se reclinó en su silla por un momento. En ese momento Kurenai recordó como de viejo era en verdad el Hokage, y cómo estaba disfrutando de su jubilación hasta que su sucesor se vio forzado a sacrificar su vida para sellar al Kyuubi. La maestra jonin sintió una punzada de vergüenza por haberle recordado qué tan poco merecían su protección algunos de los aldeanos.

"De cualquier manera," continuó en una voz más amable, "pienso que Naruto tiene un montón de potencial. Si lo puedo sacar, entonces, llegará el día en que se convertirá en un shinobi formidable."

"Eso puede significar mucho trabajo." Añadió Iruka con voz cuidadosa. El ojo de Kurenai le vio sobresaltarse un poco, obviamente desgarrado por su lealtad para el joven. Ella consideró eso un punto a su favor.

"Valdrá la pena impedir más… accidentes," dijo Kurenai, alzando la voz a poco más que un susurro. Incluso Kakashi logró verse incómodo A pesar de su máscara.

"Muy bien," dijo el Hokage con voz autoritaria. "Querré ver informes semanales del progreso del chico y sobre su condición física y mental."

Kurenai inclinó la cabeza. Es lo mínimo que esperaba.

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Hyuuga Hinata no había dormido bien esa noche. Probablemente ayer había sido el último día en que vería a Naruto en mucho tiempo. Ella había aprobado el examen de genin, pero él se quedaría en la academia haciendo clases de recuperación hasta que pudiese aprobar. Naruto había estado trabajando tan intensamente que le dolía el corazón al verle fallar. Por primera vez, su máscara sonriente se había caído y él estaba caminando cerca de ellos como si estuviese enfermo o herido.

Y a pesar de todo eso ella no pudo decir nada a la persona que tanto la había inspirado con su actitud y su sonrisa siempre presente. Su padre estaba en lo cierto – ella era una inútil cobarde. Lo único que se atrevía a hacer era esconderse y vigilarle como una patética acechadora.

Siempre se sentía un poco avergonzada al ver a esas tontas kunoichis perseguir a Uchiha Sasuke como si fuesen un club de fans en miniatura. ¿Pero al fin y al cabo, era ella mejor? En verdad era tan estúpida y tonta como ellas, y aun más cobarde. Esas chicas al menos tenían el valor de decirle a Sasuke que les gustaba. Ni siquiera el hecho de no volver a ver a Naruto le hizo actuar, y ella se despreciaba a sí misma por eso.

Había estado demasiado alterada como para pensar en desayunar, y sus pasos vacilaban mientras se dirigía lentamente a la Academia Ninja de Konoha por última vez. Su único consuelo era la posibilidad de poder volver a ver Naruto en el día de hoy. Era bastante común para los estudiantes que fallaban el examen de genin estar el día siguiente en casa– era doloroso y bochornoso ver a sus compañeros de clase convertirse en auténticos shinobis, a pesar de que solamente se presentaban en un cuarto diferente para escuchar las asignaciones de los equipo. Pero de todas formas, Naruto rara vez hacía las cosas como los demás. La esperanza de verle de nuevo, aunque fuese la última vez en mucho tiempo, hizo que se animase. Tal vez hoy sería el día en que iba a encontrar el valor suficiente como para hablar con él.

Aumentó el ritmo mientras la esperanza lentamente volvía a su corazón. Llegando rápidamente a la academia y al aula donde los nuevos genins iban a reunirse en equipos.

Sus compañeros de clases se habían sentado de forma desordenada, como siempre, pero Naruto estaba allí, con su cabeza sobre un escritorio. Hinata se quedó perpleja cuando ella atravesó la puerta, pero entonces sus pies la dirigieron automáticamente a uno de los asientos que siempre ocupaba; en el fondo, arriba y cerca la puerta– con todo el mundo delante de ella y nadie detrás. Ella se fijó en el muchacho, preguntándose si alguien entraría y le diría que tenía que marcharse. Finalmente, Nara Shikamaru entró tranquilamente en el cuarto y pasó cerca de la mesa de Naruto. Cuando le preguntó como es que él estaba allí, el chico rubio se puso de pie y dijo que él también había aprobado, haciendo alarde de su nuevo hitai-ite. "Naruto-kun también se ha graduado." murmuró la joven Kunoichi.

En ese momento Ino y Sakura irrumpieron en la habitación, discutiendo por quién había llegado primera. Naruto se quedó mirando en su dirección, su cara se iluminó, y Hinata sintió que su corazón se aceleraba. Pero entonces la kunoichi de pelo rosado pasó al lado de ella y Hinata se dio cuenta de a quien estaba mirando Naruto.

"¡Ohayo, Sakura-Chan!" Naruto la saludó con una sonrisa cuando ella se acercó.

"¡Fuera de aquí!" gruño Sakura al darle un codazo para poder sentarse al lado de Uchiha Sasuke.

Una voz desagradable en la cabeza de Hinata dijo que estaba bien que la chica que le gustaba a Naruto no correspondiese sus sentimientos. Pero la mayor parte de su ser, estaba consternada al verle tratado tan desconsideradamente. Luego Ino compitió con Sakura por el derecho a sentarse en la silla de donde había sido arrojado el pobre Naruto. En pocos momentos, la mayor parte de las chicas de la clase comenzaron a discutir sobre quien ocuparía el asiento vacío mientras Naruto estaba tirado en el suelo.

Naruto subió al escritorio y lanzó una mirada furiosa a Sasuke, atrayendo nuevamente la ira de su club de fans. Pero lo peor fue que, un chico de la mesa de delante que no prestaba atención, empujó a Naruto, haciendo que su cara y la de Sasuke chocasen. Desde donde estaba sentada no podía decirlo con seguridad, pero por los gritos de afrenta que siguieron inmediatamente después, pareció que los dos chicos se habían besado sin querer. Hinata pensó que eso era bastante divertido, especialmente por la forma que ambos reaccionaron, tosiendo y escupiendo tal y como si hubieran sido envenenados.

El Club de Fans de Sasuke ™ por otra parte, estaba encolerizado por el comportamiento de Naruto – sin mencionar los celos que le tenían todas. La paliza que dieron a Naruto fue excesivamente desproporcionada. Hinata se comenzó a preocupar cuando no dieron señales de detenerse. Ella movió su silla hacia atrás y estaba a punto de intervenir cuando Iruka-sensei entró en el cuarto y detuvo la matanza. El pobre Naruto parecía como si hubiese sido atropellado por un vagón de mercancías.

Cuando Iruka-sensei anunció que los equipos ya habían sido seleccionados, Hinata empezó a empujar sus dedos índices mientras sus pensamientos iban a toda velocidad. Estaré en un equipo con Naruto-Kun. No estaré en un equipo con Naruto-Kun. Esos dos pensamientos se repitieron una y otra vez mientras Iruka iba leyendo la lista.

"El Equipo Siete lo formarán: Inuzuka Kiba, Haruno Sakura y Uchiha Sasuke."

Sakura se veía eufórica mientras la cara de Ino se volvía de piedra. Naruto parecía horrendamente decepcionado y Hinata se sintió apenada al verle así, a pesar de que esa elección hizo que aumentasen sus posibilidades.

"El Equipo Ocho lo formarán: Hyuuga Hinata, Uzumaki Naruto y Aburame Shino."

La expresión de Naruto no cambió, pero Hinata pensó que el corazón le iba a estallar del pecho. Su pulso aumentó tanto que sus mejillas ya estaban sonrojadas, pero no pudo hacer nada al respecto. No sólo Naruto había aprobado, además iban a estar en el mismo equipo. Ése se estaba convirtiendo rápidamente en uno de los días más felices de su vida, definitivamente el más feliz desde que su madre muriese.

Cuando las asignaciones de los equipos acabaron, tuvieron un descanso para almorzar, ya que sus instructores jonin les vendrían a verles esa tarde. Sasuke inmediatamente se levantó y se fue del cuarto, mientras Sakura comenzó a seguirle. Kiba gruñó al ponerse de de pie, frunció el ceño y se quejó que su equipo le hubiese dejado atrás.

Naruto siguió con la mirada a Sakura, y se sentó en silencio después de que ella saliese. Hinata sintió vergüenza por haberse alegrado de que Naruto estuviese en su equipo en lugar del de Sakura. Ella debía ser una persona horrible si conseguía la felicidad a costa de la tristeza de quien tanto admiraba. Agachando la cabeza, empezó a presionar sus dedos otra vez. Estaba demasiado avergonzada para mirar cuando Naruto salió de la habitación.

Después de un rato se levantó y se dirigió afuera. Ella vio a Aburame Shino sentado sobre un banco cerca del campo de juego. Decidida a conocer mejor a su otro compañero de equipo, Hinata se sentó en el otro lado del banco junto al silencioso joven.

"Parece… que vamos a ser compañeros de equipo," dijo en una voz muy baja.

El genio de los Aburame se giró hacia ella, con su cara inexpresiva – de lo poco que se podía ver detrás del collar de su chaqueta y las gafas oscuras que llevaba puestas. "Sí." Dijo casi con como un susurro. Luego volvió a su posición inicial y Hinata se percató que estaba estudiando un hormiguero que se había construido delante del banco.

Hinata pestañeó y empezó a desenvolver su almuerzo. Pensó en si debía ofrecer algo a su compañero de equipo. Acostumbraba a traer más de la cuenta, esperando el día en que Naruto se olvidase de traer su tazón de ramen. Pero nunca tubo la oportunidad de compartir su comida con Naruto… aunque tampoco había tenido el valor de acercarse a él, se reprochó amargamente.

Shino, sin embargo, también había traído comida. Era un poco desconcertante ver a sus insectos kikai encima del plato consumir una porción de arroz y el pescado. Entonces se replegaron en una esquina cuando Shino usó los palillos para alimentarse.

Hinata mordió la bola de arroz y se preguntó que debía hacer. Nunca se había encontrado en una situación como esta, intentando hablar con alguien que era incluso más silencioso que ella. "¿Esto… a que jonin piensas que nos asignarán?" Shino se giró hacia ella de nuevo. Durante un buen rato pareció que la estaba mirando directamente a los ojos, cosa que hizo que apretase los dedos más rápido. "Dadas nuestras habilidades, creo que será un especialista en reconocimiento. Sin embargo la presencia de Uzumaki es desconcertante."

Hinata aspiró profundamente. "Estoy segura de que él trabajará muy duro para que tengamos éxito," dijo con la voz más firme que pudo usar.

Shino simplemente esperó varios segundos antes de contestar. "Quizás. Pero él no posee ninguna barrera de sangre o habilidades sensoriales. Me pregunto qué papel podrá realizar, o si simplemente fue colocado aquí para que no molestase."

Hinata sintió que su estómago se hacía más y más pequeño. Siempre se había preguntado si realmente se convertiría en una Kunoichi útil. ¿El equipo 8 era justamente el sitio donde ponían a los ninjas inútiles? ¿Habían sido ella y Naruto colocados aquí para que no molestasen a los demás? ¿Pero y Shino? Se suponía que él era el orgullo del clan Aburame, el mejor experto en insectos que habían producido en una generación. "Esto… no creo que seamos un equipo de shinobis que nadie quiere. Naruto trabaja muy duro cuando él se entrena por su cuenta, y al igual que nosotros a recibido un hitai-ite."

Shino giró nuevamente hacia su almuerzo. "Quizás lo hicieron para apartarlo de la academia. Hay algo acerca de él que a los adultos no les gusta. Mi clan no habla sobre eso, pero no le tienen en gran estima."

Mientras Hinata se alegraba de que Shino estuviese hablando más, sus palabras la disturbaban. Ella recordó la cara de su padre cuando una de las travesuras de Naruto fue mencionada en la cena. El miembro de la familia secundaria palideció bajo la furiosa mirada de Otousan, y por un instante Hinata pensó que su sello maldito había sido activado. Quizás Hinata no era la guerrera Hyuuga ideal, pero aun sin su Byakugan activo, ella era inteligente y sobre todo, observadora. De esa forma, no se le habían escapado las miradas que algunos de los adultos mostraban a quien tanto le importaba. "¿Seguramente no le odian por gastar unas pocas bromas? Naruto-kun nunca lastimó a nadie, ni siquiera por accidente."

"Creo que debe de ser algo más importante. He oído su nombre ser mencionado con anterioridad al 'incidente' del monumento a los Hokages". Contestó Shino.

Hinata estaba tan inmersa en la conversación que no se dio cuenta de que su compañero de equipo al fin había descubierto que tenía voz. Más tarde Hinata se preguntaría si fue desentrañar el misterio lo que le animó, o si fue simplemente el hecho de que alguien quisiese hablar con él. Hinata no es que fuese una admiradora de los insectos, pero no le asqueaban como a alguna de sus compañeras. "¿Qué más ha podido hacer para volverse tan impopular? Se preguntó, frunciendo el ceño.

"Puede que sea algo que él no hizo". Le contestó Shino. "No conozco a ningún otro Uzumaki en la aldea, así que el puede ser el hijo de alguna familia que por algún motivo cayó en desgracia. Hokage-sama jamás ejecutaría a un niño por las acciones de sus padres, sin importar lo atroces que fueran. Los aldeanos podrían no estar tan dispuestos a perdonarle."

Hinata se quedó quieta, mientras que su mente no paraba de dar vueltas a ese asunto, cuando la bola de arroz medio comida cayó en su fiambrera. Por lo que sabía Naruto no tenía padres y tuvo que vivir solo, sin que nadie le cuidase. Pensar que le echaban la culpa de los actos de gente que nunca había conocido, la hacía sentirse extraña. Era similar a la sensación que tuvo cuando su padre le dijo que Hanabi sería una mejor sucesora y como al menos ella podía hacerle sentir orgulloso… sólo que lo que sentía ahora era mucho más intenso.

Hyuuga Hinata estaba enfadada. Deliberadamente, aquellas personas habían herido a Naruto-kun con sus frías miradas. El chico de los grandes sueños que siempre sonreía y volvía a intentarlo no importaba las veces que hiciese falta – él se merecía algo mejor que eso. Ella había visto, como a veces, esa sonrisa desaparecía, la última ocasión fue tras el examen de genin, y aunque fue demasiado cobarde para decirle nada, su tristeza se le clavó en el corazón como si fuese un kunai.

Después de unos momentos fue capaz de dominar todas aquellas nuevas emociones y equiparse con la estéril máscara, que todo Hyuuga debía mostrar a los demás, según le habían enseñado. "eso es muy tonto por su parte", dijo de forma seca. "Ya que algún día él se convertirá en Hokage".

Shino no dijo nada más, simplemente volvió a mirar hacia su comida. Aunque no parecía que estuviese de acuerdo con ella. Hinata se conformó con que no hubiesen otras discrepancias. Acabaron su comida en silencio y se dirigieron a donde les esperaría su maestro.

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Naruto se sentó en su mesa con la cabeza entre las manos. El dolor de estomago por fin había pasado, pero el dolor en su corazón estaba empeorando. No era justo que Sakura estuviese en otro equipo, pero lo peor era que la hubiesen puesto junto a Uchiha-teme.

Cuando vio a Sasuke almorzando, Naruto tuvo una idea genial. Esa podría ser la última oportunidad que tendría de averiguar realmente que sentía Sakura por él. Afortunadamente, ese memo ultra confiado fue sorprendentemente fácil de subyugar. Demasiado para un genio. La mirada que hizo cuando apareció el tronco de substitución, en medio de una nube de humo y media docena de clones cayeron sobre él como la ira de Dios, fue lo mejor del día. Después de eso lo único que tuvo que hacer fue atar a ese tonto y usar la técnica de transformación para copiar su apariencia.

Encontró a Sakura justo donde la había dejado- menospreciando su existencia y perdiendo el tiempo buscando al idiota de Sasuke. Naruto jamás pensó que ella podía ser tan cruel- no cuando era tan hermosa y sonreía de una forma tan dulce. La forma en la que su cara se iluminó al acercarse a ella hizo que se quedase sin aliento, y por un momento casi olvidó que tenía la apariencia de Sasuke, no la suya propia.

Después de unos momentos, recordó el plan y se sentó junto a ella en el banco de piedra. Entonces probó de copiar la forma patentada de Sasuke de andar y mirar a la gente. Y pareció funcionar. Ya que Sakura rió tímidamente y se sonrojó.

"Así que," dijo Naruto, probando de parecer desinteresado. "¿Qué pasa con ese tal Naruto?" Parece que le gustas. Siempre te saluda muy amistosamente cada mañana y tú normalmente le golpeas en la cabeza."

Sakura pareció confusa durante un momento antes de comenzarse a reír. "Ese Naruto es un autentico coñazo. Ni siquiera me entiende cuando le hablo, y siempre se mete en mis asuntos. Ella suspiró. Al menos no le han puesto en nuestro mismo equipo, después de hoy no le tendré que volver a ver jamás. ¿Estás tan aliviado como yo, Sasuke-kun?".

Naruto perdió la voz en el momento que su corazón se partió en mil pedazos. Simplemente gruñó y se puso de pie. Se marchó con la cabeza baja mientras Sakura le llamaba. No quiso responder a sus confusos gritos. Quizás algún día llegaría a saber como se sentía. Aunque a ella no le importase. Estaba a mitad de camino de la academia cuando su estomago comenzó a rugir violentamente.

Naruto levantó la cabeza cuando sintió una presencia, llena de intento asesino, entrar en la clase. Sasuke no le miró directamente cuando pasó al lado suyo para sentarse en un asiento vacío, pero Naruto pudo sentir el odio de su compañero irradiar de todo su ser. Naruto también sabía que el presumido Uchiha no diría ni una palabra de lo que había pasado – antes preferiría morirse que admitir que 'el último de la clase' le había vencido en una lucha. Aunque le hubiese tomado por sorpresa, no era una excusa para alguien que había sido entrenado en las artes ninja… y aún menos el todopoderoso genio de los Uchiha. Naruto no miró directamente al otro joven, quien ignoraba la expresión confusa en el rostro de Sakura. Esos dos se merecen el uno al otro. Pensó amargamente. Ella parece irritarle, y ahora Sakura tendrá la oportunidad de saber que se siente al ser ignorada y menospreciada. Su mente estaba tan envuelta en la miseria que casi no notó a Iruka llamar al Equipo 8. Se levantó y se dirigió a la mesa del profesor. Iruka le frunció el ceño al estar al lado de Hinata y Shino. Entonces les presentó a una mujer de pelo negro, largo hasta los hombros, y con los ojos rojos. "Esta es Yuuhi Kurenai. Será vuestra instructora jonin. Buena suerte a todos". Iruka sonrió cuando Naruto asintió con la cabeza y se ajustó el hitai-ite que Iruka le había entregado.

Kurenai sonrió brevemente, pero sus ojos se mantuvieron atentos al conducirles al exterior. Hinata sonrió, un poco indecisa, a su nuevo compañero. Naruto la respetaba por ser una de las pocas chicas de su clase que no pasaba todo el día adulando a Uchiha-teme. Shino era un poco extraño. A diferencia de Naruto, no hablaba mucho, pero los otros niños le evitaban debido a sus insectos, algo que en cierta forma tenían en común. A Naruto no le molestaban los insectos, siempre que no intentasen meterse en su comida. Su actitud de vive y deja morir acababa justo donde empezaba su ramen. Mientras atravesaban la puerta, Naruto se encontró mirando hacia Kiba, Sasuke y Sakura, quienes todavía esperaban que apareciese su jonin instructor. Respiró profundamente y les dio la espalda, para acompañar a su nuevo equipo.

A Kurenai no se le escapó la última mirada que el joven ninja rubio dio cuando les acompaño fuera de la clase. Debe de estar descontento de no estar en el mismo equipo que Haruno, pensó Kurenai, aunque nunca la he visto siendo simpática con él. ¿Fui yo alguna vez tan joven y estúpida? Probablemente no.

Les habló en voz alta mientras se dirigían al exterior. "Ahora me gustaría que cada uno se presentase y dijese algo sobre ellos mismos". Era mejor que las presentaciones se llevasen a cabo en un entorno familiar, para que todos estuviesen tranquilos. "Comenzaré yo misma, soy Yuuhi Kurenai, y he llegado a grado jonin en el último examen. Soy una especialista en varios tipos de genjutsu. Me gusta estudiar la psicología humana, cantar karaoke y cultivar mi jardín. No me gustan los borrachos y la gente que piensa que no puedo ser una ninja eficiente por el hecho de ser mujer. Mi ambición es demostrar que un equipo de especialistas en reconocimiento puede ser efectivo y veros a vosotros tres convertidos en jonins".

Naruto miró a cada uno de sus poco conversadores compañeros y se aclaró la garganta. "Soy Uzumaki Naruto. Me gusta el ramen. Odio el tiempo que tarda el ramen instantáneo en prepararse y los bastardos presuntuosos como Sasuke-teme. Mi ambición es convertirme en Hokage".

Cuando fue evidente que ni Shino ni Hinata iban a comenzar a hablar. Naruto dio un codazo al joven Aburame. La cabeza de Shino se giró tan rápidamente que el chico rubio retrocedió lentamente. Kurenai se preguntó si aquel joven de gafas oscuras estaba acostumbrado a algún tipo de contacto humano. "Soy Aburame Shino. Me gusta estudiar insectos y encontrar nuevas variedades que no hayan sido catalogadas por mi familia. Me desagrada la gente que mata insectos por ningún motivo concreto. Mi ambición es aprender todas las técnicas de los Aburame e inventar nuevas junto a mis `aliados´".

Una vez hubo acabado todo el mundo miró a Hinata, quien parecía a punto de hundirse en el suelo gracias a un Doton Jutsu. "Es-esto… Soy Hyuuga Hinata, me gusta la gente alegre… que es amable. No me gusta la… gente que hiere a los demás… sin ningún motivo de peso. Mi ambición es hacerme fuerte para que pueda ser reconocida por mi padre… y por alguien más.

Kurenai asintió con la cabeza severamente. Shino era tan centrado, u obsesivo como pensaba. La vida familiar de Hinata era tan mala como se había imaginado al haberla visto por primera vez. Y la atención de Naruto estaba completamente dispersa, lo cual era algo que también esperaba. Iban a necesitar un montón de trabajo duro, y como antes comenzasen mejor. "Muy bien. ¿Todos vosotros estaréis familiarizados con el campo de entrenamiento número diecinueve, verdad?". Eligiendo un espacio de terreno variable situado en el borde sur de la aldea. Cuando los tres contestaron que sí, continuó. "Bien. Vamos a hacer una pequeña prueba de vuestras habilidades. Nos reuniremos allí tan rápido como podáis". Al decir eso, sus manos formaron un sello y despareció en un remolino de hojas.

Cuando terminó con la técnica de substitución, Kurenai se dirigió a toda velocidad al área que había elegido, saltando de tejado en tejado y de árbol en árbol. Con su avanzado control del chakra, envió parte de su energía a sus piernas, permitiéndole llegar a velocidades increíbles al desplazarse.

Sorprendentemente apenas superó a Naruto. Todo el tiempo que pasó siendo perseguido tras haber hecho alguna broma había dado buenos resultados. El chico tenía una resistencia increíble, justo como había imaginado. Estaba sudando y resoplando cuando llegó, pero su color de piel y su respiración se normalizaron en menos de tres minutos. Claro que no era como si pudiese usar el sigilo para escapar de sus perseguidores, no con ese mono brillante de color naranja.

Shino llegó unos minutos más tarde, seguido por una Hinata sin aliento.

"Puedo ver que ambos tendréis que ambos tendréis que mejorar vuestra velocidad y resistencia. Dijo kurenai, frunciendo el ceño.

"¿Es por qué vamos a formar parte de un equipo de reconocimiento?". Preguntó Shino.

"Sí y no,"contestó Kurenai. "Moverse rápidamente es especialmente importante para completar una misión de reconocimiento. Sin embargo el entrenamiento de resistencia ayudará a incrementar vuestras reservas de chakra, mejorará vuestro taijutsu y hará vuestro ninjutsu más fácil de usar."

Shino y Hinata asintieron con la cabeza. Naruto pareció confundido. "¿A que os estáis refiriendo todos con equipo de reconocimiento?". Preguntó finalmente.

Kurenai hizo un gesto de aprobación a su pregunta. Si tal y como se había imaginado, el chico lo había pasado tan mal en la academia. No quería que se cortase cuando le preguntase cosas. "Esa es una muy buena pregunta, Naruto. Cuando los genins son seleccionados para formar equipos, es bastante normal elegir a sus miembros haciendo que los poderes de cada uno se complementen. Por ejemplo, el Equipo Diez tiene un Nara, una Yamanaka y un Akimichi. Sus padres trabajaron bien juntos. Las técnicas de los Nara y los Yamanaka son especialmente útiles para capturar o inmovilizar a gente, y los Akimichi sobresalen en técnicas de lucha cuerpo a cuerpo. Además los Akimichi tienen algunos ataques especiales que son auténticamente devastadores, pero bastante fáciles de esquivar.

Naruto frunció el ceño durante un momento. "¿Así que Ino y Shikamaru les agarran, mientras Chouji les patea?".

Kurenai asintió. Esa es una forma en que las habilidades individuales se complementan las unas con las otras. Un equipo de reconocimiento está formado por gente cuyas habilidades les hacen ser candidatos idóneos para encontrar al enemigo o descubrir sus secretos. A veces la información es más valiosa que el oro- ser capaz de prepararse adecuadamente a los planes del enemigo ha decidido más guerras que cualquier técnica de lucha o jutsu.

"E-esto, Kurenai-sensei," dijo tímidamente Hinata. "Como mi, quiero decir nuestras habilidades nos hacen los candidatos idóneos para tal puesto".

"Esa también es una buena pregunta, Hinata". Tu Byakugan es una importante ventaja. Cuando lo activas puedes ver a grandes distancias y con poca luz. Con el correcto posicionamiento, podrías ver dentro de la tienda del comandante enemigo y leer sus planes de batalla, proporcionándonos una gran ventaja táctica. Los insectos de Shino pueden ser de un valor incalculable cuando tengamos que buscar enemigos. Anteriormente he trabajado con miembros de su clan y sé que los insectos kikai tienen un excelente sentido del olfato. También pueden hacer muy bien de centinelas. Cuando se despliegan alrededor del equipo, pueden alertarnos si una patrulla enemiga se aproxima. Uno de los grandes peligros que conlleva acercarse al territorio enemigo es que aumenta la posibilidad de que te encuentren y te ataquen."

Kurenai hizo una pausa, para pensar en como debía poner en una frase todo lo que quería decir a continuación. Sin embargo Naruto notó que algo faltaba en su respuesta.

"¿Sensei que papel desempeñaré yo?". Sus cejas estaban tan juntas que parecía que sólo tuviese una.

Kurenai suspiró. "No os voy a mentir. Las misiones de reconocimiento que serán asignadas a nuestro equipo van a ser peligrosas. Eso es por lo que no quiero que este equipo esté excesivamente especializado en búsquedas. Naruto, si pasa lo peor y somos descubiertos en medio del territorio enemigo, tu trabajo consistirá en ganarnos suficiente tiempo para escapar. Tu… inesperada… destreza con el Kage Bunshin te convierte en la persona ideal para que podamos escapar mientras distraes a nuestros perseguidores.

"¿Así que se trata de escapar?" Preguntó Naruto, mientras se mordía el labio inferior.

"Sí, así es," contestó Kurenai. "Porque completar la misión es lo que un shinobi debe hacer. Demostrar quien es el más fuerte es sólo un juego de críos. Quedarse a luchar cuando el Hokage necesita tu información no es solamente estúpido, es alta traición. Los ninjas que no aprenden esta lección acostumbran a morir como tontos. Sus nombres no son esculpidos en el cenotafio porque desaprovecharon sus vidas, en lugar de sacrificarlas por algo verdaderamente útil."

Después de eso todos se quedaron en silencio. Kurenai les dio un momento para que asimilasen toda la información, entonces le hizo practicar movimientos básicos de taijutsu. Hinata demostró ser la mejor de los tres. Su forma era casi perfecta, y sus movimientos eran suaves y precisos. Aunque le faltaba algo de fuerza y velocidad, eso sería algo que ya vendría con la edad. El taijutsu de Shino era hábil, pero no particularmente inspirado, kurenai estaba segura de que lo practicaba más por el aumento de chakra que por otra cosa. Más chakra significaba más energía para sus insectos. Las posturas de Naruto eran horrorosas y su forma increíblemente chapucera. Pero al mismo tiempo era sorprendentemente rápido y parecía ser capaz de llevar a cabo volteretas imposibles para alguien de su edad. Cuando entrenó junto a Shino, probó en ser inusualmente apto en usar el terreno a su favor, cuando rebotó en una rama saliente y conectó una patada en la cabeza de su compañero de equipo.

Kurenai se mordió el labio al darse cuenta de porque sus técnicas de lucha cuerpo a cuerpo eran tan indisciplinadas. Sin parientes ni amigos, únicamente podía entrenar por su cuenta al salir de la escuela. Probablemente iba a uno de los campos de entrenamiento y probaba de aprender por su cuenta movimientos avanzados de taijutsu, tras mirar a otros ninjas practicarlos. Era un milagro que no lo hiciese peor. Ella consideró cuales eran sus posibilidades mientras observaba como Shino tiraba al suelo al chico rubio por quinta vez consecutiva.

"¡Parad!. Ya es suficiente". Los chicos se separaron y Kurenai pudo observar que tras respirar profundamente en dos ocasiones parecía que Naruto no había hecho nada de ejercicio. El taijutsu no era uno de sus puntos fuertes, pero si que conocía a un autentico maestro del tema. Y Gai le había estado pidiendo consejos para enseñar a sus alumnos a reconocer genjutsus avanzados.

Entonces les hizo mostrar alguno de sus ninjutsus preferidos. Shino usó sus insectos Kikai para convertir un tronco en un montón de serrín en menos de un minuto. Hinata usó la técnica de transformación para convertirse en la viva imagen de Kurenai – hasta que el tímido e indeciso lenguaje corporal reveló inmediatamente a la impostora. Naruto se levantó de un salto cuando fue su turno y dijo de forma entusiasmada. "¡Kage Bunshin no Jutsu!".

Hubo una sonora explosión y dos Narutos aparecieron al lado del original. Ambos parecían bastantes pálidos y enfermizos. Uno se escabulló inmediatamente tras unos arbustos y comenzó a toser violentamente. Kurenai sintió el estallido de chakra malformado cuando Naruto activó su técnica – estaba sorprendida de que hubiese producido algo. El otro gemelo se esfumó en una nube de humo al alcanzarle una ráfaga de viento.

"Muy impresionante," dijo Shino con un tono de voz inexpresiva. "Estoy seguro de que esto será una gran distracción si estamos a punto de ser capturados."

"¡Maldición!". Gruño Naruto. Su cara enrojecida se convirtió en un gesto de concentración, cuando formó nuevamente el sello del carnero y gritó a pleno pulmón "¡KAGE BUNSHIN NO JUTSU!". Kurenai sintió erizarse los pelos de su nuca cuando la inmensa oleada de chakra tomó forma. En un primer momento Kurenai pensó que lo estaba viendo todo borroso, pero eso fue únicamente el momento que precedió a la aparición de los duplicados. El hecho de que lo viese todo borroso fue porque Naruto llenó completamente el claro de clones. Ya había escuchado a Iruka el incidente con Mizuki, pero era completamente diferente ver a un genin usar una técnica de nivel jonin, creando casi un centenar de copias suyas. El chico tenía derecho a mostrarse orgulloso, con las manos alrededor del pecho. Especialmente porque no parecía que fuese a desmayarse por falta de chakra.

Las cejas de Shino aparecieron por encima de sus gafas; mientras que los ojos color perla de Hinata estaban muy abiertos, mientras sus mejillas se sonrojaban.

"Eso está mucho mejor". Comentó efusivamente Kurenai. Naruto pestañeo varias veces y se rascó la coronilla, de forma vergonzosa. Por dentro, eso entristeció a Kurenai. Que el chico reaccionase tanto por un simple cumplido… decía mucho de su vida hasta ahora, nada bueno, por cierto. Su respeto por el Tercero había sufrido otro revés. El chico se merecía algo mejor de lo que tenía.

Naruto ordenó a sus clones que luchasen entre ellos, ya que Kurenai había dicho a sus tres alumnos que se sentasen a su alrededor. Ella simplemente ignoró al clon que estaba haciendo burlas a espaldas de Shino, lo cual ocasionó que a Hinata se le escapase una risita.

"Esa ha sido una excelente demostración, por parte de todos. Esta noche y mañana por la mañana me dedicaré a realizar planes de entrenamiento para los tres. Nos encontraremos aquí a mediodía para comentarlos, y entonces nos dirigiremos a la oficina del Hokage para realizar nuestra primera misión. Así que id a casa y dormid bien."

"¡Genial!." Gritó Naruto, poniéndose de pie. "¡Nuestra primera misión!". Dijo adoptando la pose de la victoria, lo cual hizo que Kurenai y Hinata sonriesen. Shino no reaccionó, al menos no visiblemente.

Mientras Hinata y Shino se marchaban, kurenai toco el hombro de Naruto. El chico se apartó del inesperado roce, de una forma que Kurenai encontró desconcertante. "Me gustaría hablar contigo sobre un par de cosas". Dijo de forma tranquila.

Naruto miró a sus compañeros de equipo, quienes se estaban alejando cada vez más y más. Suspiró y se encogió de hombros. Kurenai suprimió la necesidad de usar alguna de las frases que había aprendido de Asuma. En lugar de eso le mostró una sonrisa tranquilizadora y le dijo. "Venga, te invitaré a comer algo, mientras hablamos."

La cara de Naruto se iluminó mientras comenzaron a caminar.

"Pero no será ramen".

Naruto frunció el ceño.

"Si solamente comes fideos, no me extraña que seas el niño más pequeño de tu clase. ¿No sabes que no alimentarse correctamente puede afectar negativamente a tu crecimiento?".

En ese momento el rostro del joven ninja se convirtió en una máscara de terror.

Kurenai suspiró. "No estoy diciendo que no vuelvas a comer ramen nunca más. Pero si no incluyes vegetales, proteínas y productos frescos en tu dieta, jamás te desarrollarás completamente".

"Bebo leche cada día," dijo para defenderse.

"Ese es un buen comienzo, pero necesitas proteínas, y las verduras contienen vitaminas que no encontrarás en ningún otro sitio. Es increíble que no hayas sufrido raquitismo o escorbuto."

"¿Qué?".

"Enfermedades relacionadas con la malnutrición que los marineros sufrían cuando hacían largos viajes sin la comida adecuada."

"¿Cómo sabes tantas cosas?". Le preguntó mientras salían del área de entrenamiento y volvían a entrar en la aldea.

"Porque soy una jonin," Decirle eso fue más fácil que explicarle que sufría de insomnio y que por eso se pasaba leyendo la mitad del tiempo que debería aprovechar para dormir. Leer era mucho más fácil que pensar en Mattai.

Mientras paseaban Kurenai se dio cuenta de las sutiles miradas furiosas y las burlas dirigidas a su estudiante. Comenzó a devolverles las miradas y a mostrar su autoridad, ajustándose el hitai-ite. Por Dios, ella era una jonin. No iba a aguantar esa actitud hacia ella o hacia Naruto por parte de nadie.

Sus ojos rojos eran un simple rasgo de la familia Yuuhi, pero mientras fue genin desarrolló un genjutsu de bajo nivel, que les daba un sutil brillo. Era más bien un truco de feria, pero Mattai creía que era hilarante. Era bastante útil con la gente menos inteligente de Konoha, aldeanos que pensaban que ella era `demasiado bonita´ para ser una ninja, y con shinobis que no aceptaban un no como respuesta.

Los sellos se podían hacer de forma fácil y discreta, y muy pronto comenzó a utilizarlo contra todo el mundo que la miraba mal. El brillo apenas era visible con la fugaz luz de la tarde, pero siempre tenía el efecto deseado. Kurenai esbozó una sonrisa cuando un odioso aldeano tropezó sobre su propia mercadería, cuando apartó sus ojos de Naruto y la miró a ella. El sonido de sus botellas rotas fue como música para sus oídos.

Naruto miró hacia ella y cuando vio sus ojos se puso algo nerviosos. Ella le sonrió y él le devolvió la sonrisa. A diferencia de las sonrisas anteriores, esta era algo tímida, con una pizca de diablura. Kurenai se preguntó si aquella fue la primera sonrisa autentica que le había mostrado.

'Moritake's' era un pequeño café dirigido por un antiguo shinobi, que había sido amigo de Kobaru-sensei. Moritake-san había perdido la mayor parte de su pierna izquierda por una trampa explosiva a mitad de la guerra contra la aldea oculta de la piedra, lo cual hizo que se retirase del servicio activo. Pero mientras dirigía el bar le encantaba escuchar las historias de los nuevos graduados, convirtiendo el lugar en un sitio muy popular para los ninjas de más de una generación.

Kurenai siempre se dejaba caer por ahí en el cumpleaños de Kobaru-sensei y en el aniversario de aquel fatídico día, cuando… De cualquier forma Moritake la reconoció enseguida. Naruto la siguió de forma indecisa mientras ella paseaba por el bar. Era evidente que no estaba acostumbrado a aquella clase de locales.

"¡Pero si es Kurenai-chan!". Dijo Moritake-san con una sonrisa en la boca. "¿Y quien es este mocoso?".

"Este es Uzumaki Naruto," dijo con un tono de voz muy seria, "uno de los estudiantes a mi cargo".

Le decepcionó un poco la expresión intranquila en el rostro de su amigo, pero pudo ver que rápidamente, lo superó y sonrió al chico. "Ya sé lo que quiere beber ella, ¿a ti te apetece un poco de té?".

Naruto asintió con la cabeza y Kurenai se preguntó por que estaba tan silencioso. Ella cogió una botella de sake caliente, con una sonrisa, y pidió una orden de yakitori, junto a arroz al vapor con verduras. Naruto la siguió mientras ella llevaba las bebidas a una mesa del rincón.

Se sentaron y Kurenai se sirvió en un platillo un poco de sake para aclararse la garganta. Miró a Naruto, quien tomó un sorbo de té, aunque parecía algo triste. Kurenai miró a su alrededor.

¿Esta tan silencioso por los nervios de haber entrado en un restaurante?

"¿Has estado alguna vez en un sitio como este?". Le preguntó con una voz suave.

Naruto hizo que no con la cabeza. "No. Yo acostumbro a ir a 'Ichiraku's' a comer ramen, está muy bueno allí, y…" De repente su voz se esfumó.

"¿Y no te echan de allí como en otros sitios?".

Naruto asintió con la cabeza y refunfuñó, "gente estúpida".

"Sé porqué actúan de esa forma," dijo Kurenai mientras que Naruto se puso tenso. "Y tienes razón," continuó "son gente estúpida…"

Naruto la miró detenidamente. "Iruka dijo que estaba prohibido contarlo".

"Y lo está. Pero yo estaba allí, cuando ocurrió todo. Apenas era una genin recién salida de la academia, fue por eso que nos asignaron a las áreas más alejadas del conflicto. Nadie sabe por que ese demonio decidió atacar Konoha, y dudo que jamás lo sepamos. Pero que la gente te culpe a ti por sus acciones es un intento de contraatacar a algo que les hizo tener miedo y odio durante mucho tiempo. Eso no justifica su mal comportamiento. La ley del Hokage me prohíbe decir nada a nadie que no lo sepa ya – pero tú si que lo sabes. Eso sí la ley no se aplica a ti – tú puedes decírselo a quien quieras".

"¿Qué? ¿Por qué querría decirle a alguien porque me odian todos los adultos?".

No creo que todos los adultos te odien. Yo no. No tuviste nada que ver con lo que pasó a la aldea, además mantienes el sello que impide que eso vuelva a pasar. Creo que a tus amigos, a tus verdaderos amigos no les importará.

"No creo que tenga amigos así Kurenai-sensei".

"Quizás sí, quizás no. Tal vez los tendrás en el futuro, así que no cierres ninguna opción. De cualquier forma, tengo que preguntarte algo, ¿ibas en serio cuando hablabas sobre tu sueño? ¿Acerca de convertirte en Hokage?".

"¡Sí!" Gritó Naruto tan alto que la gente que estaba en las mesas de al lado se giraron a ver que pasaba.

"Convertirte en Hokage significa que tendrás que tomar decisiones para proteger a la aldea y a toda la gente que vive en ella," le informó Kurenai. "Incluso a aquellas personas que hoy en día te miran mal y te tratan como a un criminal. ¿Estás seguro que quieres dedicar tu vida a protegerles a ellos también?".

Naruto respiró profundamente. "¿Ya lo estoy haciendo, verdad? El Cuarto me escogió por algún motivo para mantener a raya a ese zorro demoníaco. Cada día que pasa evito que destruya Konoha. Si él me escogió para ese deber. Me gustaría pensar que fue porque me encontró merecedor de esa responsabilidad. Quiero que todo el mundo me vea de esa forma, para que su elección no sea en vano".

Kurenai se reclinó en su asiento y tomó otro sorbo de sake. El alcohol caliente bajo por su garganta hasta llegar al estomago. Las razones del chico podían no ser las mejores, pero conocía a un montón de chicos de su edad cuyas ambiciones estaban plantadas en un suelo menos fértil. "De acuerdo," dijo, "quizás podamos convertirte en un digno sucesor y pienso ayudarte a conseguirlo".

Naruto la contempló, con los ojos bien abiertos. Quizás ella había sido la primera persona que no se había reído de su ambición. Dudó que Hinata lo hiciera, pero primero tendría que encontrar el coraje para hablar con él. Algo en que tendría que ayudarla próximamente.

"Lo primero es lo primero". Continuó Kurenai. "Cuando tienes un gran objetivo, lo primero que tienes que hacer es dividirlo en pequeñas metas que tienes que superar. Así puedes usarlas como marcas para llegar a tu objetivo final. ¿Ahora dime, que rangos están por debajo de Hokage?".

"Jonin y jonin especialista". Contestó Naruto.

"¿Y antes de eso?".

"Chuunin".

"¿Así que unas buenas marcas serían conseguir el rango de chuunin y jonin, verdad?".

Naruto asintió con la cabeza.

"Muy bien, antes de que puedas pasar el examen de chuunin, necesitamos convertirte en un autentico genin".

Naruto frunció el ceño. "Pero si yo ya soy un genin," protestó.

"Naruto," dijo Kurenai firmemente. "No voy a mentirte. En estos momentos tienes que mejorar muchas cosas. Tienes mucho potencial, pero por varios motivos, muchos de los cuales no son culpa tuya, no has podido alcanzarlo, por otro lado, parece que estás dispuesto a trabajar duramente por tus objetivos. ¿Es eso cierto?".

Naruto parecía triste, pero asintió con la cabeza.

"Bien. Un poco de trabajo duro puede ayudarte". Kurenai tomó otro sorbo de sake. "Con tu resistencia podrás entrenarte al máximo. No estaba bromeando sobre tu papel en el equipo. Si las cosas se ponen mal, dependerán de ti para evitar el peligro. Tus clones lucharán mejor si tú mejoras tu taijutsu. Como más ninjutsu aprendas, más bien podrás usar esa enorme cantidad de posees. Llegará el día en que las vidas de Shino y Hinata dependerán de ti. La mía también. He decidido ponerte entrenamiento extra. ¿Estás dispuesto a hacerlo?".

Kurenai se encontró pestañeando rápidamente ante la expresión en el rostro de Naruto. La anterior sonrisa no fue nada en comparación con esta. La mano de Naruto temblaba mientras probaba de agarrarse a la mesa. "Kurenai-sama, y-yo…".

"Simplemente esfuérzate al máximo en tu entrenamiento". Le interrumpió Kurenai, usando un animado tono de voz. "Y cuando seas Hokage asígname un montón de misiones fáciles, y estaremos en paz. "¿De acuerdo?".

"¡Sí!". Exclamó Naruto.

En ese momento llegó la comido y ambos dijeron "¡Itadakimasu!" y comenzaron a comer. Mentalmente Kurenai agradeció la interrupción. Su alumno se estaba poniendo algo emotivo, y eso se estaba volviendo contagioso. Era tan bueno y sincero con todo. Kurenai había sido hija única, pero ahora se estaba dando cuenta de lo que hubiese significado tener un hermano menor.

Después de que la camarera se llevase los platos. Kurenai bebió el último sorbo de sake. "También tendremos que hacer algo con esto," dijo acercándose y tocando la manga de Naruto.

"¿El qué?".

Kurenai frunció el ceño. "Esto… ¿acaso sufres de ceguera a los colores?".

Naruto copió la expresión del rostro de su maestra. "No".

"¿Entonces sabrás que llevas puesto un mono de color naranja brillante, verdad?".

Naruto asintió. ¿Que tiene de malo?".

"Naruto, vamos a tener que infiltrarnos en territorio hostil. Vestirse con colores brillantes no será una buena idea. Ese es el motivo porque Shino y Hinata llevan colores neutrales".

"pero tu vas vestida de rojo, y ese chal que llevas puesto es de color blanco y negro". Protestó.

"Pero no acostumbro a llevarlo en las misiones, además muchas kunoichis se visten con colores llamativos para pasar desapercibidas entre las civiles. Incluso si hace falta puedo cambiar fácilmente mi apariencia con un genjutsu. El color más brillante que llevé siendo genin fue un rojo oscuro que a lo lejos parecía marrón".

"Pero me gusta este vestido," dijo Naruto gimoteando, mirando de un lado a otro y frunciendo el ceño.

Había algo que no encajaba en todo eso. Primero pensó si no era que no podía permitirse comprar ropa nueva. Pero con el dinero que recibía del Hokage y su gusto por la comida barata, no podía ir tan justo de dinero. Entonces se acordó de las miradas de los comerciantes.

"Te diré una cosa, encontrémonos en la torre del Hokage a las nueve de la mañana y te llevaré a una tienda que conozco".

Naruto levantó la cabeza y asintió animadamente, con lo que sus sospechas se confirmaron.

Mientras esperaba la cuenta se sentó de nuevo en su asiento, pensando en toda esa situación. Era evidente que el chico no quería acercarse a las tiendas, pero eso le dejó intrigada de donde había encontrado ese mono naranja. Quizás era un desecho de algún rastrillo, o fue la única cosa que quisieron venderle. Quizá un despreciable trozo de basura humana esperó que un color brillante le convirtiese en un blanco más fácil para sus enemigos.

Kurenai no conocía personalmente al dueño de la tienda de equipamiento que frecuentaba, pero si trataba mal a Naruto delante de su presencia, sería lo último que haría. Experimentar dos horas en la vida de Uzumaki Naruto le había dejado ganas de golpear, y probablemente matar, a más de una persona.

Después de pagar la cuenta, envió a Naruto a casa, después de recordarle donde y cuando habían quedado. Entonces Kurenai se fue directamente a casa para poder dormir. Había planeado levantarse muy pronto para tener ciertas palabras con el Tercero antes de llevar a Naruto de compras, para que pudiese equiparse correctamente.

Notas del autor (traducidas).

El punto de divergencia de este AU fanfic es la decisión de Yuuhi Kurenai de ver más de cerca a los candidatos a genin después de que Sarutobi le pidió que formase un equipo de genins.

El pasado de Kurenai es una página en blanco que me deja algo de espacio para escribir. Como os habéis podido dar cuenta, parte de su decisión a ser tan esmerada con sus genins es debido a una tragedia que ocurrió al equipo de cuando ella fue una genin. Más acerca de esto será revelado en el futuro.

Naruto se volverá en más y más OOC con el tiempo. Un montón de su personalidad parece haberse formado como una reacción a la negligencia que ha sido la base de su vida. Siempre me pregunté lo que él habría llegado a ser con un mentor de principios sólidos que realmente cuidara de con él. (Jiraiya cuidó del chico más tarde, pero el Ermitaño Sapo es la irresponsabilidad encarnada.)

Como los efectos de este pequeño cambio comenzarán a propagar a través de la línea cronológica original, esperad que cosas comiencen a cambiar más y más.

Así es que, dígame lo que les parece. Las revisiones son siempre bienvenidas y me instan a escribir más rápido.

Notas del Traductor.

Hola y bienvenidos a uno de los mejores fanfics de Naruto que jamás he leído. Los personajes y la trama son geniales y una vez comienzas a leerlo te engancha. Con respecto a la nota del autor sobre la OCC de Naruto no esperéis un Naruto finolis ni nada por el estilo. Desde mi punto de vista y ya me he leído los doce primeros capítulos Naruto sigue siendo Naruto, solo que gracias a la ayuda de Kurenai madura un poco antes… pero no os quiero estropear lo que de seguro tenéis ganas de leer. Así que leedlo vosotros mismos.

Por cierto he mantenido la mayoría de las palabras japonesas que el autor ha puesto porque he considerado que están al nivel de cualquier lector de manga. Pero si alguien tiene problemas con alguna que me envié un e-mail y se la traduciré.

Tal y como habéis podido leer al principio del capítulo, ni yo ni el autor Matthew Shocke, tambien conocido como S'TarKan poseemos los derechos de la obra original, pero yo poseo el permiso de S'Tarkan para traducir su obra, si os interesan más sus trabajos, aquí tenéis un link a su ficha:

.net/u/884184/STarKanSTarKan

Hasta la vista.