Aquí está el sexto capítulo. Como muchos os habréis dado cuenta, este fic peca por la falta de romanticismo. A partir de aquí intentaré centrarme en nuestra pareja. Espero hacerlo bien.
Antes que nada he de decir que la obra de One Piece y sus personajes (los principales, no los secundarios) son obra de Eiichiro Oda, todo lo demás son obra mía y me hago responsable de cualquier reacción, desmayo o mail bomba hacia mi persona que este pudiera generar. Ahora si, empecemos:
Capítulo 6: Debo Protegerte
El suelo tembló cuando el extraño brazo de la máquina calló donde estaba Luffy, pero este lo esquivó de un brinco y contraatacó:
-¡Gomu Gomu No Pistol (Pistola de Goma Goma)!- El puño de Luffy fue directo contra la cabeza de la máquina, pero falló y rebotó contra su hombrera izquierda, sin causarle daño alguno.- Mierda, he fallado.
Zoro y Sanji se lanzaron directos contra la máquina:
-La verdad es que me pregunto por qué debemos atacarle los dos a la vez, cuando yo me basto de sobra.- Sonrió Sanji.
-Te bastarás para morder el polvo. Dudo que puedas con eso.- Dijo Zoro en un tono burlón.
Sanji tiró el cigarro ya consumido al suelo.
-Se me ocurre una cosa:- Meditó el rubio.- ¿Y si continuamos con la apuesta de ayer, pero con este bicho?- Preguntó el cocinero, haciendo sonreír al espadachín.
-Quién venza a esta cosa gana.- Concluyó Zoro.
-Así es, pero seré yo quién le venza.- Dijo Sanji adelantándose de una zancada.
-No si antes le ataco yo.- Zoro también aceleró la marcha.
Los dos cargaron al frente donde les esperaba la máquina expectante. "¿No hace nada?", se preguntó Zoro al ver que la máquina no hacía nada para detenerles. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, dieron un salto hacia la cabeza del coloso:
-Troisième Hache (Picadillo de Tercera).
-Nigiri (Dos Cortes).
De pronto la cabeza de su enemigo desapareció en la oscuridad, sorprendiendo a ambos piratas.
-¿Ha desaparecido?- Sanji no podía creerse que se le hubiera escapado un enemigo tan grande.
-¡Mira al frente!- Alcanzó a gritar Zoro justo antes de ambos impactaran en los brazos del gigante, los cuales formaban un gigantesco muro.
La máquina bloqueó ambos ataques sin dificultad, dejando a Sanji y a Zoro.
-Mierda, ha detenido nuestros ataques.- Se quejó Sanji.
Zoro gruñó.
-Sanji, Zoro¡os va a contraatacar!- Gritó Usopp desde lejos.
Ambos brazos de la máquina empezaron a girar frenéticamente sobre sí, pero no contraatacó, dándole la oportunidad de retroceder a los dos piratas.
-¿Está tonto o que? Ni se molesta en contraatacar.
-Ahora nos toca a nosotros- Se acercó Chopper junto a Franky y Usopp.
-Todavía no, este cabrón se ha reído de nosotros.- Sanji rechazó el dejar la pelea.
Zoro se giró hacia Sanji.
-Esta vez le atacaremos por ambos flancos. ¿Entendido?- Sugirió.
-O.K.
Dicho esto, los dos volvieron a cargar contra la máquina, pero esta vez pegaron un salto para ponerse en sus laterales, Zoro a su derecha y Sanji a su izquierda. La máquina extendió sus hombros hacia sus atacantes con los brazos mirando hacia abajo. Zoro sonrió.
-¿Te crees que te va a funcionar el mismo truco dos veces? Nitoriyuu…
-Troisième Hache.- Sonó. Del extraño cilindro giratorio surgieron varias piernas iguales a las de Sanji lanzando patadas descontroladamente. El sorprendido Zoro solo pudo para dos de las patadas gracias a sus espadas, las cuales iban hacia su pecho y su cabeza, pero las demás golpearon en brazos, piernas y estómago, derribando contra el suelo al espadachín.
-¡Zoro!- Alcanzaron a gritar sus nakamas.
Sanji se olvidó por un momento de su ataque al ver a su nakama herido, hasta que pensó en lo que le esperaba.
-Nigiri.- Cuando el cocinero alcanzó a girar su rostro contra su adversario, notó que su vista se manchó de rojo, lo cual pudo deducir que se debía a su propia sangre, proveniente del pecho y del abdomen, ahora abiertos por dos tajos horizontales. Sanji cerró los ojos.
-¡¡¡Sanji!!!- Gritaron desolados sus nakamas.
El cuerpo de Sanji calló abatido en un charco de sangre, dejándolo a merced de la terrorífica máquina, la cual se inclinó para darle el golpe de gracia.
-¡¡¡Sanji, apártate de ahí!!!- Gritó desesperada Nami.
-¡¡¡Te va a matar!!!- Gritó Usopp temblando.
-¡¡¡Sanjiiii!!!- Lloraba Chopper aterrado.
Luffy corrió a salvar a su maltrecho nakama.
-¡Sanji, no te preocupes, ahora vengo a salvarte!- Le gritó el moreno. -¡Déjale en paz, cabrón¡¡¡Gomu Gomu No Gatoringu (Metralleta de Goma Goma)!!!
La miríada de golpes que le propinó Luffy al mastodonte calló sobre el brazo derecho de la máquina, brazo con el cual había atacado antes a Zoro.
- Gomu Gomu No Gatoringu.- De ese mismo brazo surgió otro enjambre de puñetazos idéntico al de Luffy, lanzando al furioso capitán contra el muro de rocas donde estaba antes la salida, junto a Nami, Robin y Asmodeo.
-¡Luffy!- Exclamó la pelirroja.
El capitán ignoró a la chica y lanzó un grito desesperado de rabia:
-¡¡¡Sanji!!!¡¡¡Apártate!!!
La máquina tenía el brazo izquierdo pendiendo sobre el incapacitado cocinero.
-Objetivo Secundario Sanji: Eliminado. -Dijo la máquina justo antes de descender finalmente el brazo.
-¡¡¡SANJIIIIIIII!!!
No se oyó ningún golpe.
Nami abrió los ojos para ver como el brazo de la máquina intentaba descender infructuosamente. Se frotó los ojos para verlo mejor.
-¿Que?¿No es frustrante el no poder finiquitar a tu adversario?- Una figura marrón se alzaba entre Sanji y la máquina. -Luffy¿no te dije que os devolvería lo que os debo?
El corazón de todos dio un vuelco, sobre todo el de Luffy. Adelle mantenía el monstruoso brazo inmovilizado con la ayuda de una sola mano, aunque esta era deforme, algo más grande y era de color marrón.
-Este es mi estilo de combate… ¡Chokoretto No Punch (Puñetazo de Chocolate)!
Adelle soltó por un momento el brazo de su enemigo nada más para darle un tremendo puñetazo en el centro del diámetro del brazo, lanzándolo hacia atrás y desequilibrando al coloso.
-Ahora, llevaos a Sanji. ¡Rápido!- Ordenó mientras se lanzaba de nuevo contra el gigante.
-Adelle es increíble.- Observó Chopper mientras acudía a socorrer a Sanji.
-Chopper, no te distraigas.- Le reprochó Usopp.
-¡Como mola Adelle!- Sonrió Luffy, intentando ocultar que aún se sentía preocupado por Sanji.
Adelle esquivó de un salto uno de los tajos provenientes del brazo derecho de la máquina y rodó hacia la derecha para esquivar las patadas provenientes del otro brazo.
-Chokoretto No…
La máquina colocó ambos brazos dispuesta a detener el ataque de la castaña.
-… Slime(Limo de Chocolate)!!!
Adelle se convirtió en una bola gelatinosa y de un potente bote sobrevoló los brazos de su enemigo, aunque el bote fue tal que se quedó pegada en el techo.
-¿Pero qué coño es eso?- Se preguntó Franky mientras que los demás habrían la boca de tal manera que desafiaba las leyes de la anatomía.
-¿Pero que le pasa a esta chica?- Preguntó Nami.
-Es una Logia, no hay duda.- Confirmó para si misma Robin.
La máquina se giró hacia atrás sin darse cuenta de la posición del limo.
-¡¡¡Chokoretto No Stake (Estaca de Chocolate)!!!- Del limo salió un enorme pincho que atravesó la espalda de la máquina, derribándola contra el suelo.
-¡¡¡Chokoretto No Arpoons (Arpones de Chocolate)!!!- Tras retirar la estaca, del limo volvieron a salir dos afilados arpones que atravesaron la parte superior de la espalda del mastodonte, impidiendo que este se reincorporase al combate.
-Y… ¡¡¡Chokoretto No Grand Crusher (Gran Aplastador de Chocolate)!!!- Finalmente, Adelle abandonó la forma de limo para transformarse en una gigantesca bola cubierta de púas. La máquina no pudo ni siquiera intentar apartarse debido a que aún tenía clavados los arpones de antes, utilizados para guiar a Adelle, y finalmente fue aplastado bajo la enorme esfera.
-¡¡¡Adelle ha ganado!!!- Los piratas no se pudieron aguantar de la emoción.
La gigantesca bola empezó a transformarse en una esbelta figura de mujer mientras se alejaba del recién terminado combate.
-¡Adelle!- Nami se acercó corriendo a la recién reformada castaña.- Muchas gracias por salvar a Sanji. Te lo debemos todo.- Dijo un poco avergonzada después de haber dudado de ella en el barco.
-¡Por favor, que no ha sido para tanto¡Yo soy la que os lo debo todo!- Intentaba quitarse méritos más roja que un tomate, haciendo sonreír a Nami.
-¡¡¡Adelle!!!- Luffy se abalanzó sobre la enrojecida castaña.- ¡Eres la mejor¡Eso que has hecho mola bastante¿Lo puedes volver a hacer?¿Eh?¿Eh?- Le preguntaba el inocente capitán a la mujer que ahora parecía una cerilla humana.
Chopper, sin embargo seguía tratando a Sanji.
-Bien, Sanji está fuera de peligro. - Bufó aliviado el reno.- El corte en el pectoral solo ha seccionado dos costillas, pero los pulmones y el corazón se encuentran perfectamente, y la herida abdominal no alcanzó los intestinos.
-¡Eso es genial, Chopper!- Exclamó Usopp. -¡Chicos, Sanji está bien!- Usopp puso el grito en el cielo la buena noticia.
-¡Chopper, eres increíble!- Exclamó Luffy y se lanzó a por el renito bailarín.
-¡Dejadlo ya cabrones, que sabéis bien que no me gustas los halagos!- Se defendía Chopper mientras que giraba sobre su sombrero en un extraño baile.
Zoro, en cambio estaba enfadado consigo mismo, no solo había sido humillado por esa cosa, sino que ni siquiera había podido evitar que Sanji saliese herido, ni al menos vengarle él mismo. Había tenido que ser salvado por esa chica.
Adelle seguía mirando el socavón donde dentro debía de estar la máquina, hasta que sintió que algo le tiraba de la mano.
-Vamos, ven con nosotros, mejor esperaremos fuera, será lo mejor. ¿No, Adelle?- Le preguntó Nami mientras intentaba tirarle de la mano.
-Ah, si, vamos.
"Ella no debía interponerse… Esa era la señal"
Se oyó el ruido de un disparo por toda la sala. Todos se tiraron al suelo. Todos excepto Nami, la cual observaba salpicada por la sangre el agujero del estómago que tenía Adelle. Esta se la quedó mirando un momento, y calló al suelo.
-¡¡¡Adelle!!!- Gritó Nami intentando reanimar sin éxito a la castaña.
-¡¡¡NAMI, CUIDADO!!!- Alcanzó a gritar Luffy al ver que la máquina se había levantado de nuevo.- ¡¡¡Corre!!!
Nami se giró atemorizada hacia la máquina, la cual se alzaba ahora mismo frente a ella. Sus brazos empezaron a girar de nuevo:
-Iniciando captura del objetivo A.- De ambos brazos empezó a salir una garra metálica, que se lanzó hacia la paralizada Nami.
-¡Gomu Gomu No Bazooka (Bazooka de Goma Goma)!- La garra fue repelida por el impacto de ambas manos de Luffy.- ¡Sal de aquí, rápido!
-¡Luffy!- Alcanzó a exclamar la pelirroja ni siquiera pudo moverse ya que el gigante se lanzó en plancha sobre ella y Luffy, sin darle tiempo a reaccionar. De repente, sintió como Luffy la agarraba de la cintura. No pudo evitar ruborizarse. - ¿Qué haces Luffy?
-¡Agárrate Nami!- Le ordenó Luffy mientras lanzaba su brazo hacia una estalactita que estaba detrás de la máquina.- Gomu Gomu No…
-¡No podemos abandonar a Adelle!
-No va a por ella, va a por ti.- La cortó el moreno con un argumento tan lógico que es impropio de él.- …Rocketto (Cohete de Goma Goma).!!!
Luffy se propulsó a gran velocidad hacia el interior de la cueva, aún con Nami agarrada por la cintura.
-Yo me protegeré a Nami, quedaos ahí, ahora vuelvo.- Gritó mientras volaba por los aires.
La máquina reaccionó instintivamente adentrándose al interior de la cueva, evitando hacerle el menor daño a la inconsciente Adelle, que seguía en el suelo bañada en un charco de sangre.
-¡Ahora, es nuestra oportunidad!- Saltó Franky, el cuál se había mantenido al margen de la pelea.
-Llevémosla a un sitio seguro.- Añadió Usopp mientras agarraba a Adelle de los pies.
-O.K.- Franky la agarró de los hombros.
-¿Y por qué no les ayudáis a ellos, que parece que lo necesitan?- Saltó Asmodeo mientras se secaba el sudor del casco tras haber apartado una roca de la entrada.
-¡¡¡PERO SI ERES TU EL QUE NO HACE NADA!!!- Le recriminaron los demás.
-Vale, iré a ayudarles, que luego no se diga…- Se adentró en la cueva sin mucho ánimo.
-¿Creéis que estarán a salvo¿No deberíamos ir a ayudarles?- Preguntó Robin.
-Tienes razón, vamos a ayudarle.- Asintió Usopp.
-¡Esa máquina no ha visto de lo que soy capaz!- Franky se lanzó también hacia el interior de la cueva tras dejar a Adelle frente a Chopper.
-No.- La sola palabra de Zoro bastó para detenerles.- Luffy está luchando para defendernos. Por eso se ha llevado a Nami con él, así que por mucho que deseemos luchar, no podremos interferir hasta que Luffy diga lo contrario.
-¿Y que pasa con el cacho de hojalata?- Preguntó Franky.
-El no es nuestro nakama. Si quiere arriesgarse, por mí como si se tira al mar.- Contestó tajante.
-¿…Y ahora que hacemos?- Preguntó Usopp desconcertado.
-Poneos a cavar una salida.- Así de simple le contestó el espadachín.
-¡Ni que fuera tan fácil!
-Nigiri.- Una de las enormes rocas cayó partida en tres pedazos cuando el brazo del coloso se lanzó a por Luffy.
-¡Luffy!- Nami no pudo evitar preocuparse, ya que nada más aterrizar, la máquina ya les había lanzado su ataque, el cual ella evitó gracias a un empujón de Luffy en el último segundo.
Del pedazo de roca del medio se pudo ver a Luffy aplastado como un chicle.
-Joder, esa ha estado cerca.- Suspiró aliviado con una gota de sudor mientras se despegaba de ese pedazo de roca. Lo había pillado entre esos dos cortes laterales y había tenido que recurrir a toda su elasticidad para pasar entre los dos tajos.
Apenas sin haberle dado oportunidad alguna de apartarse al elástico capitán, el coloso alzó ambos brazos para luego clavarlos contra el suelo provocando un enorme estruendo que hizo que Nami cayera al suelo.
-Has fallado.- Le avisó Luffy frente a sus brazos.- Ahora me toca a mi.
Luffy corrió por el lado derecho de los brazos dispuesto a atacar a su enemigo, ahora inmóvil.
-¡¡¡Gomu Gomu No Gatoringu!!!
"No te confíes, Monkey D. Luffy, Phixion es mucho más rápido de lo que pueda aparentar por su enorme magnitud."
En el último instante la máquina se alzó sobre sus propios brazos, esquivando el ataque de Luffy. Sus brazos comenzaron a girar frenéticamente.
-Activando ataque A: Destroller Hurricane (Huracán Destructivo).
De los brazos de aquel mastodonte empezaron a surgir tajos, patadas y golpes en todas direcciones. Luffy pegó un brinco hacia atrás al ver como se le acercaba uno de los tajos de aquella máquina, provocando dos cortes en su camiseta roja, sin dañar su piel.
-¿Pero qué le pasa a esta cosa?- Se preguntó.
-¡Luffy, cuidado!- Gritó Nami al ver como la máquina empezó moverse en la dirección donde se encontraba Luffy propulsada por sus propios brazos.
La máquina aumentó la velocidad de manera monstruosa y empezó a perseguir a Luffy, que ahora corría para evitar ser partido por la mitad. El moreno esquivaba decenas de rocas que la máquina partía nada más acercarse. Luffy sintió que se alejaba de la máquina, haciendo que se relajase por un momento. Pero de pronto recordó que la criatura tenía como objetivo a Nami. Le había engañado. Se giró hacia donde estaba Nami, quien corría indefensa ante el su colosal perseguidor, que acortaba su distancia a una velocidad endiablada. Luffy se impulsó de una zancada y empezó a correr como nunca había corrido en su vida. Nami corría todo lo que podía intentando escapar del gigante, que ahora la perseguía con esa extraña energía. Aunque sabía que Luffy acudía para salvarla, sabía que sería demasiado tarde.
-Luffy, ataca cuando yo te diga.
-Si, Nami.- Respondió Luffy intentando mantener la respiración estable.
Nami disminuyó la velocidad, dejándola a merced de la garra mecánica.
-¡Cuidado, Nami!- Gritó el moreno, aumentando su velocidad vertiginosamente.
-¡Ahora!- Gritó la pelirroja dando un salto hacia al coloso, el cuál no se esperó ese comportamiento y falló al intentar agarrarla.
La chica pasó entre los dos brazos de la bestia, dándole a entender lo que debía de hacer ahora.
-¡Gomu Gomu No Bazooka!- El golpe alcanzó la cabeza del gigante, lanzándolo por los aires hasta chocar con la pared, provocando una lluvia de rocas y polvo que cubrió la sala en cuestión de segundos.
La cueva se sumió en el silencio más absoluto. La antigua pared donde había caído el monstruo estaba cubierta por toneladas de escombros. Luffy se lanzó corriendo hacia donde estaba Nami.
-¿¿¿Estás bien???- Le preguntó Luffy a su navegante.
-Si, si, si. Pero suéltame, me estás apretando con mucha fuerza.- Le pidió la pelirroja mientras le señalaba a Luffy que sus brazos la rodeaban de una manera un tanto extraña para ambos.
-¡Ahhh¡Perdón, ha sido sin querer¡Perdona!- Luffy la soltó de un salto mostrando un rostro con la misma tonalidad de piel que Adelle en uno de sus momentos estrella.- ¡Por favor no me pegues!
-No, si tampoco ha sido tan malo. Solo que me ha sorprendido el que me abrazaras. Eso es todo.- Le tranquilizó la pelirroja con una sonrisa.
-Si… Es que con lo de Sanji, lo de Adelle y todo lo demás, tenía miedo de que te hicieran daño.- Explicó el moreno gesticulando con los brazos con nerviosismo.
-Gracias.- Se ruborizó la pelirroja.- Oye, Luffy ¿estás seguro que estamos ya a salvo?
"Vosotros los piratas sois gente muy confiada. Nunca le deis la espalda a tu enemigo. Es una lección que deberíais de aprender."
Un potentísimo temblor hizo que Luffy y Nami casi se cayeran al suelo nada más sentirlo, provocado por la caída de cuatro cilíndricos brazos que se clavaron en el suelo, rodeando a los dos piratas que no sabían lo que ocurría. Encima de ellos se alzaba la espalda agujereada del coloso aparentemente derrotado.
-¡Mierda! Como ha podido aparecer así de repente.- Maldijo el capitán.
-Ha debido aprovechar que estábamos hablando para preparar la emboscada.- Explicó su compañera.
-Monkey D. Luffy,- De la máquina se oyó una vocecita.- Te propongo un trato: Tu vida y la de tus nakamas a cambio de la chica, esas son las condiciones, no hay regateo posible.
-¿Una niña?¿De donde proviene esa voz?- Se preguntó Nami.
-¿Aceptas el trato?- Se oyó de nuevo esa sin apenas dar tiempo a pensarse una respuesta.
Luffy no dijo nada. Levantó el puño lentamente hacia la máquina y de un rápido movimiento la golpeó, aboyando brutalmente su férrea coraza.
-¡Y UNA MIERDA!
El grito de Luffy desprendía ira por todos los lados. Nami llegó a asustarse por el repentino ataque de ira de su capitán.
La vocecilla guardó silencio por un momento:
-Bien,- rompió el silencio con total calma.- Esa a sido tu elección. Estas son sus consecuencias.
Un grotesco chorro de sangre surgió de la muñeca del pirata al ser ferozmente cercenada por un repentino corte.
-¡Uaahhh!- Luffy no pudo ahogar ese aullido de dolor mientras intentaba bloquear la hemorragia que surgía de su muñeca. Afortunadamente, el corte no llegó a arrancarle la mano, pero esta había quedado inutilizada.
-¡Luffy!- Nami ahora de verdad ya si no sabía que hacer, la situación era crítica.
-Activando ataque B: Life Obliterator (Eliminador de Vida).- Volvió a surgir de nuevo la voz mecánica.
Los cuatro cilindros empezaron a girar monstruosamente, pues estos estaban rodeado de miles de haces de corte, y poco a poco empezaron a acercarse a ambos piratas.
-¿Pero qué haces? Le vas a dar a ella también. Ella no es tu objetivo.- Bramó aún más enfurecido Luffy.
-Exacto, no es mi objetivo. Pero así me aseguraré de que no uses ningún truco, chico de goma.- Rió la vocecita.
Luffy guardó la calma ante las palabras de la máquina. Después se giró hacia Nami.
-Nami, agáchate.- Le ordenó.
Nami se agachó sin rechistar.
-Gomu Gomu No…
Los brazos de Luffy empezaron a multiplicarse mientras se lanzaban hacia la espalda de su captor, pero estos no llegaban a alcanzar a su enemigo, quedándose a una distancia bastante corta.
-Mira que eres persistente…- Suspiró la bestia.
Los puños de Luffy comenzaron a adquirir un intenso color rojizo mientras aumentaba su temperatura a pasos agigantados.
-¿Que vas a hacer, Luffy?- Le preguntó Nami preocupada.
-¡Que te agaches, Nami!- Le espetó de nuevo su capitán.- …Cannon (Cañón de Goma Goma)!!!
Nami se agachó todo lo que pudo cubriéndose la cabeza.
-¿Pero qué coño…?- Se sorprendió la maquiavélica máquina.
El tobillo de Luffy explotó en un corte bañándolo todo de sangre, haciendo que Luffy perdiera el equilibrio. Una explosión surgió entre la juntura del brazo izquierdo de la máquina con su hombro, siendo absorbida en parte por su extraña habilidad. Aun así, eso bastó para desequilibrar a la bestia, haciéndola caer como una silla a la que se le ha cortado una pata.
-¿Que es ése poder?- Se preguntó la voz impresionada.
-Nami, sal¡ahora!- Le ordenó Luffy mientras intentaba mantenerse de pie sobre el charco de su propia sangre.
-Pero tu pie…- Nami se fijó en la fisura de su tobillo.
-No te preocupes, vuelve con los demás.- Le volvió a ordenar mientras se terminaba de levantar.
Nami empezó a correr hacia la salida echando una fugaz mirada hacia Luffy, sin percatarse de que una enorme sombra se cernía sobre ella.
-Posees unos poderes muy extraños, lástima que este sea tu fin.- Dijo la vocecita mientras la máquina se reinsertaba el brazo aprovechando que las junturas aún estaban fundidas.
-No sé que es lo que quieres de Nami, pero no permitiré que te acerques a ella.- Dijo el moreno con el semblante sereno.
-Ahora supongo que es cuando lanzamos nuestros mejores ataques.- Dijo irónica la vocecita.- Prepárate. ¡¡¡Hoy vas a conocer el Infierno, Monkey D. Luffy!!!
Los dos brazos de la máquina empezaron a apuntar a Luffy, el cuál tenía las piernas flexionadas.
-Gear...
El tobillo de Luffy chorreó sangre al suelo al acumulársele la sangre en dicho punto, pero aún así, la sangre restante subió hacia su pecho, empezando a calentar su cuerpo y a expulsar vapor. Los brazos de la máquina mostraban unos pequeños puntos negros en los epicentros de los cilindros, los cuáles empezaron a iluminarse y a adquirir un color verde a causa de la energía acumulada.
"No me dará tiempo." Se maldijo Luffy mientras intentaba lanzarse otro chute.
-Lo siento. Demasiado tarde. Jaque mate.- Sentenció la voz.
De repente, Luffy oyó un silbido en el aire. Fue solo un instante. Se oyó un monstruoso aullido en toda la cueva.
-¡Imposible!- Gritó enfurecida la voz mientras la máquina se tambaleaba a la vez que intentaba arrancarse el enorme mandoble que le atravesaba la cabeza.
-¡Luffy!- El moreno se giró al oír como le llamaba Nami, que se encontraba acompañada por Asmodeo. -¿Estás bien?
-¡Nami, Asmodeo!- El moreno no pudo evitar alegrarse al verles de nuevo.
-Hola.- Saludó cordialmente el gigantesco Asmodeo.- Dime donde está el malo que le me lo cargo.- Dijo frotándose las manos.
-Pero si acabas de darle.- Señaló Nami a la tambaleante criatura.
-¡Hay va¡Si le he dado!- Exclamó al darse cuenta de la situación.
-Para eso se lo has lanzado. ¿No?- Le preguntó la pelirroja extrañada.
-La verdad es que solo lo hice para hacer más espectacular mi entrada. Jamás me hubiera imaginado que le daría al malo de turno. Sigo en forma.- Rió mientras se rascaba la nuca, haciendo que a Nami le cayera una gota de sudor.
-No deberías de estar vivo, Guardián del Infierno.- La vocecita interrumpió la extraña conversación entre la pirata y el guardián con un más que notable enfado.- Moriste hace 300 años, es imposible que sigas con vida.
-Ya lo sé, pero…- Asmodeo se quitó el casco.- ¡Yo estoy muerto!
-No tienes cabeza.- Observó la desconocida.
-¡Es verdad, se me rompió el cráneo antes de entrar!- Asmodeo se derrumbó al recordar ese extraño momento.
-Eso no importa. Antes desconocía tu presencia. No volveré a fallar.- Dijo mientras se arrancaba la espada y la clavaba en el suelo.- Estaré preparada para acabar contigo y remataré la faena de llevarme a la "Tetas".
-¿¿¿TETAS???- Nami no pudo evitar enfadarse al oír su nuevo apodo.
-Chica, tus pechos pueden servir de almohada perfectamente, no se de que te extrañas.- Observo Asmodeo.
-¿Me lo puedes repetir?- Preguntó la "Tetas" mientras se crujía los dedos a la armadura que se hallaba desmontada en el suelo.
-Se nota que tiene experiencia…- Se dijo a si mismo Asmodeo mientras se hallaba esparcido por el suelo por obra de la pelirroja.
-No parecéis muy disciplinados. Esto me servirá. Procurad disfrutar este momento, pues cuando vuelva, os exterminaré.Adieu.- Finalmente, la máquina se marchó del lugar, reptando por el techo de la cueva como si de una araña se tratara.
Nami se acordó de Luffy, pero cuando se giró, el moreno se derrumbó sobre sí mismo.
-¡Luffy!- la pelirroja sujetó al moreno evitando que este cayera al suelo.- Ahora te llevaré a Chopper para que te cure.
-Nami, lo siento.
La pelirroja se paró de repente al oír esas palabras de Luffy.
-No he podido protegerte. Si no llega a aparecer Asmodeo esa cosa te habría llevado con él.- El moreno mantenía una expresión sombría.
-Pero si tú me has protegido. No puedes decir esas tonterías.
-Si no les hubiera dicho que nos dejasen solos no habría pasado esto. No soy lo suficientemente fuerte para protegerte, para protegeros.- Se corrigió el moreno.
-Cállate.- Nami abrazó a su moreno capitán.- No vuelvas a decir esas tonterías.
Una lágrima recorrió la mejilla de la morena. Luffy levantó la mirada. Los ojos de Nami estaban húmedos y brillantes. Un calambre recorrió todo su cuerpo, y antes de que la pelirroja pudiese reaccionar, los labios de ambos se juntaron en un tierno beso. Nami abrió los ojos al notar el cálido tacto de los labios de su capitán, sus ojos se cerraron, sumiendo a la pareja en un extraño estado, semejante a un sueño, pero a la vez tan cierto como la vida real. Jamás se hubiera imaginado que su primer beso sería con Luffy, pero en ese momento supo que no quería estar con nadie más que con él. En ese momento desearon que el tiempo se detuviera, desearon que aquél beso fuese eterno, poder paladearlo por el resto de sus vidas. Los minutos pasaron en silencio. Hasta que…
-¡¡¡MELLORINE!!!- Se oyó un estruendo por toda la sala, sacando a la pareja de su pequeño mundo.
Se vio una figura negra acercarse a gran velocidad levantando una gran humareda de polvo.
-¡¡¡Aquí está tu héroe!!!- Gritó Sanji con el pecho y el estómago recubiertos de vendajes mientras le atizaba una patada a Luffy que lo mandó volando por los aires.- ¡¡¡No llores más, mi adorada Nami-swan!!! Tu príncipe azul ya está aquí para protegerte.
-¡Sanji-kun, acabas de pegarle a Luffy!- Le señaló la pelirroja un poco molesta.
-¡Perdona, my love!- Se disculpó el cocinero ondulándose como una ameba.- Cuando me desperté y me enteré que estabas con Luffy no pude evitar venir a por ti. Este es incapaz de tratar a una dama como se merece.- Dijo esto último señalando al capitán, que se estaba recuperando de la patada que le acaba de dar.
-¿De qué estás hablando?- Le preguntó Nami mosqueada.
-Me refiero a que por culpa de Luffy has arruinado tu precioso vestido. Un caballero no permitiría algo así.- Dijo señalando la ropa de Nami. Su vestido azul estaba lleno de tierra, además de que estaba algo desgastada, al igual que sus pantalones cortos. Sus tacones habían perdido el color por el roce con el suelo cuando esquivó a la garra mecánica.
-¡¡¡Ahhh!!!- Gritó horrorizada la pelirroja.- ¡Me costaron 600.000 Berrys!
-¡¡¡Sanji!!!- Luffy finalmente se levantó al percatarse de la presencia de su nakama.- ¡Estás bien¡Estaba muy preocupado por ti!
-Pídele disculpas a Nami por arruinarle su hermoso vestido.- Le ordenó el cocinero al capitán.
-Jooo, Sanji…- Luffy no estaba para nada molesto a pesar de haberse quejado.- Perdona por haberte manchado el vestido, Nami.- Se disculpó con un tono bastante infantil.
-No te preocupes, solo tendrás que pagarme el vestido, los pantalones y los tacones, además de los intereses.- La pelirroja sonrió al ver como palidecía su capitán hasta quedar como el color de la leche.
-¡Luffy, Nami, Sanji¿Estáis bien?- Se oyó la voz de Usopp a lo lejos.
-¡Adelle está bien!- Acompañó Chopper al tirador.
-¡Maldición, este no es mi estilo!- Maldijo Franky. Desearía haber participado en el combate, hasta ahora no había sido más que un espectador.
Los tres empezaron a correr hacia donde estaban Luffy, Nami y Sanji. Detrás de ellos se acercaban a paso más lento Zoro, Robin y Adelle, que tenía tapado el abdomen con un vendaje similar al de Sanji. Adelle estaba manteniendo una conversación con Robin, la cuál prestaba atención interesada en lo que estaba oyendo:
-… Cuando probé la Chokoretto-Chokoretto No Mi comprobé que era inmune a la mayoría de ataques, a excepción de uno: El fuego. El chocolate se derrite ante temperaturas elevadas. Lo mismo ocurre conmigo: Cuando entro en altas temperaturas comienzo a derretirme, sufriendo el daño como si fuese una persona normal. La diferencia radica en que mi fruta, una vez me haya enfriado, me permite regenerar mi cuerpo, aunque para ello necesito conocer mi anatomía, la regeneración no es automática.
-Entonces quieres decir que para controlar tus poderes debes de conocer la composición de lo que deseas crear.- Robin entendía las explicaciones de la castaña con bastante facilidad.
-Exacto. Si deseo crear un libro, por ejemplo, he de diseñar manualmente su estructura, además de su aspecto. Si no definiese bien la estructura de cada una de mis creaciones, estas serían inútiles y puede que incluso peligrosas para mí y para las personas que me rodean.
-Volviendo a lo del fuego¿entonces se supone que te han disparado con algo ignífugo, no?
-Supongo que sí, no había rastros de ninguna bala por el suelo por lo que he visto. Y esto me preocupa. Sea quién sea, sabía que yo iba a estar aquí, por lo que es posible que posean datos sobre vosotros. Esto se está volviendo peligroso.
-¡Adelle!- Se oyó el grito de Luffy, quién ahora estaba envuelto también en vendajes, aunque este los tenía por todo el cuerpo.- Me gustaría preguntarte una cosa. ¿Eso que es?
Luffy señaló el gigantesco portón que se erguía frente a ellos. Tenía unos gigantescos rebordes de bronce, además estaba decorada por pequeños relieves con la forma de dragón enfrentándose a un ejército de caballeros. Los caballeros no poseían un aspecto uniforme, había hombres y mujeres, armados con espadas, hachas, martillos, arcos y flechas, además de otras armas aún más exóticas. En el centro del portón había un extraño cerrojo del que desde su interior surgía un extraño fulgor rojo.
-¿Qué coño es eso?- Sanji se quedó boquiabierto al ver el tétrico portón que se alzaba ante ellos.
-¡Son las puertas del Infierno!- Gritó aterrorizado Usopp.
-¿¿¿El Infierno???- A Chopper se le saltaron los ojos al oír esa palabra.
-Parece que hay algo dentro.- Zoro miró seriamente a aquel portón. Había algo maligno en él.
-Ahí dentro se encuentra Antharas.- Adelle no apartó la mirada del portón. –Esta puerta es la antesala de Antharas Nest (El Nido de Antharas).
-¿¿¿Antharas Nest???- Nami, Usopp y Chopper se quedaron desconcertados al oír ese nombre.- ¿Que coño se supone que es Antharas?
-Un dragón.- Contestó Adelle con frialdad.
-¡¡¡Kyaaaaaaa!!!!- Los tres pegaron un grito como era de esperar.
-¡Joder, ahora nos toca enfrentarnos a un dragón!- Gritó Usopp.
-¡Que escupe fuego!- Le siguió Chopper.
-¡Y devora doncellas!- Finalizó Nami.
-¡¡¡Estamos perdidos!!!- Los tres empezaron a llorar.
Adelle se replanteó si era buena idea el no habérselo dicho antes, pero vio el semblante tranquilo de Luffy.
-Sanji,- le preguntó el moreno al cocinero.- ¿Está buena la carne de dragón?
-No tengo ni idea, pero yo me aseguraré que sea un plato de 5 estrellas.
-¿¿¿En serio pensáis coméroslo???- Adelle se sumó al grito del grupo tirillas.
-Si, pero ahora lo primero que debemos de hacer es abrir esta puerta.- Luffy se acercó a la puerta crujiéndose los dedos.
-Debería de haber algún mecanismo que permitiese abrir la puerta...- Franky buscaba algún punto por el que se pudiera forzar la puerta.
-Gomu Gomu No…- Luffy estiró los brazos todo lo que pudo.
-¡No hagas eso gilipollas!- El grito ahora fue unísono.
-…Bazooka!!!- Cuando las manos de Luffy chocaron contra el portón regresaron hacia su dueño, sin haber dañado lo más mínimo al portón. Luffy estaba ahora tumbado en el suelo con la lengua sacada hacia afuera.- Qué débil me siento…
-¿La puerta está hecha de Kairouseki?- Preguntó Nami.
-Te equivocas, esa puerta es lo que llamamos aquí un Magic Void(Vacío Mágico).- Zhalirion apareció acompañado de un TigerLord y un Kai lleno de moratones y chichones.
-¡Tú!- Adelle le señaló furiosa.- ¿Dónde se suponía que estabas mientras erámos atacados?
-La entrada a la cueva se cerró¿no te acuerdas?- Recordó TigerLord.- Es más, hemos sido nosotros los que la hemos vuelto a abrir.
-¡Pero si yo fui el único que estuvo moviendo rocas!- Se quejó Kai.
-Si, pero yo te animé, que no veas como cuesta eso.- TigerLord se defendía de las acusaciones del gato.
-¡¡¡Pero si me estuviste tirando piedras!!!- El gato ya estaba harto de la cara dura de su jefe.
-Pero mira que eres tiquismiquis. Cuando era yo pequeño fui enviado al desierto con solo una cantimplora, un trozo de pan y un taparrabos. Los escorpiones me picaban en los…
-¡Joder, cállate! No nos cuentes esa sarta de mentiras, que tú el único lugar al que has llegado solo sin ayuda es al baño de casa, y encima te perdiste y te atracaron…
-¿Y ahora quién es el mentiroso¿Eh?- El rostro de TigerLord chocó contra el de Kai mientras mantenían su mirada fija en la del otro y apretando los dientes. Los demás escuchaban la conversación con cara de incredulidad.
Robin, ignorando la extraña pelea, dio un paso adelante hacia Zhalirion.
-¿A qué te refieres con Magic Void?- Inquirió Robin, restándole importancia a todo lo demás.
-Un Magic Void es un objeto que absorbe lo que nosotros llamamos magia, por lo que veo también absorbe los poderes de las Akuma No Mi.- Zhalirion parecía conocer bastante bien lo que era ese portón.
-¿Absorbe sus poderes¿No será peligroso para Luffy?- Le preguntó Nami preocupada mientras se oía la discusión entre TigerLord y Kai de fondo.
-Solo es peligroso si mantienes un contacto prolongado con la puerta. Lo único que podemos hacer ahora es intentar encontrar la llave de esta puerta.- el rey señaló la cerradura de la puerta con el dedo.
-¿Una llave?- Inquirió Sanji.
-En efecto. La fuente de este Magic Void es esa cerradura. Si queremos abrir la puerta, deberemos de encontrar una llave que encaje en esa cerradura. No vale una llave corriente. Existe una llave creada con el único objetivo de abrir esa puerta.
-¿Y donde podemos encontrarla?- Preguntó la arqueóloga.
-No lo se, pero se donde podemos encontrar la información que necesitamos: La Gran Biblioteca de Aden. Ahí se encuentran los registros de hace más de 300 años.
-¿Más de 300 años?- Robin abrió los ojos.
-Si. Si queremos abrir esta puerta, nuestra única oportunidad es consultando la biblioteca.- Sentenció el rey.
Robin se giró hacia su capitán con la mirada expectante. Luffy, tras pensarlo un poco se levantó del suelo.
-Vale. Si es nuestra única oportunidad, iremos a esa biblioteca.- Suspiró desanimado el capitán.
-No te preocupes. De la información me encargo yo. Vosotros no tenéis que poneros a leer.- Le sonrió Robin.
-Ah, entonces bien.- Luffy sintió que se quitaba un peso de encima.
-¿Que dices Adelle¿Volvemos a Aden?- Le preguntó Nami a la castaña.
-Si, además necesitaremos relajarnos un poco, apenas habéis disfrutado de lo que esta isla nos puede brindar.- Adelle se hallaba conforme con la decisión del grupo.
-Uy si, y ya de paso arreglaré un pequeño asunto con Luffy.- La mirada de Nami se posó sobre Luffy que empezó a sentir miedo por su propia vida. Nami sonrió al verlo así de aterrado.
-Pues entonces es hora de volver a Aden.- Zhalirion hizo una señal con la mano para que le siguieran, aunque en un momento ya le hubiesen adelantado.
"Comienza el Plan B" Se dijo para sí mismo el soberano de Aden mientras intentaba no quedarse atrás del grupo.
FIN DEL CAPÍTULO
-Chicoooooooooosssssssss.- Asmodeo seguía esparcido por el suelo y ahora intentaba desesperadamente llamarles la atención. ¡Que yo se abrir la puerta¡Volved!
Se oyó un prolongado silencio.
-Parece que me he quedado solo.- Suspiró la pobre armadura.- No debo preocuparme. Si recuerdo las lecciones del ejército podré salir de esta.
Pasaron las horas, llegaron a oírse ya los chirridos que hacían los grillos por la noche.
-Haber como era…
Bueno. Sexto capítulo terminado. Esta es la primera escena romántica que he descrito, espero no haberlo hecho demasiado mal. No poseo experiencia en escribir los momentos intimos de los protagonistas así que si lo he hecho mal no era mi intención. Muchas gracias por el apoyo que me dais. Y ya de paso pido disculpas por mi tardanza (solo escribo los fines de semana de madrugada, por lo demás no puedo). Espero que os haya gustado.