Aclaraciones previas, alias RENUNCIA: Ni me miren, que doña Rowling nada en dinheiro y mi triste casa es de papel de china.

Este drabble feliz no está lleno de dramatismo y tristeza como los otros, sino que es una incursión en los terrenos del amor apache de Fire & Ice, es decir, Draco/Ginny XD. Ojalá que os agrade, y en cualquier caso, ya saben a dónde reportarse. ¡Mata ne!

-- Satsuki de Virgo.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Realmente productivo

Su mano se estrelló contra la mejilla húmeda de Draco. Trató de concentrarse en permanecer enojada, y no en ver cómo las gotas se deslizaban por el rostro del rubio, recorriendo su fuerte cuello, bañando aquel torso desnudo y siguiendo su camino por debajo de esos malditos pantalones que le estorbaban y…

… bueno, el punto era que tenía que mostrarse enojada.

"Weasley, mi rostro está aquí arriba, aunque no te culpo por voltear a ver allá abajo."

"Eres un imbécil, Malfoy. ¿A quién más se le va a ocurrir salirse a errr… caminar por las afueras de Hogsmeade cuanto está diluviando y que no hay nadie alrededor?"

Sus labios se curvaron en una sonrisa viperina. De repente, Ginny sintió el deseo de dejar la impresión de su otra mano, en la otra mejilla de él.

"A ver, déjame pensar… ¿quién más estará aquí afuera conmigo? ¿Quién fue la que casi se me abalanza en Las Tres Escobas?"

"La única razón por la que podría haberte atacado en Las Tres Escobas es para quitarte la carota de arrogante. Además, si mal no recuerdo tú eras el de la cara de combustión espontánea."

La altivez del Slytherin se vio reemplazada por molestia. ¡Ajajá! ¡Toma eso, culebra sexosa!, pensó ella.

"Me parece que te das mucho crédito", pero los ojos grises le centellearon cuando la recorrió con la mirada, viendo la forma en que la ropa se le pegaba al cuerpo y su cabello asemejaba una llama.

"Pues yo no te veo quejarte para nada, Malfoy. De hecho, desde aquí puedo ver tu cara de perversión, y como que la lluvia no te ha servido para calmarte los ánimos, ¿verdad?"

Y efectivamente, ahora los ojos del rubio parecían dos brasas dispuestas a quemarla viva y dejarle marcas en toda la piel. Una vibración que contrastaba con la fría lluvia se esparció en su interior, con tal intensidad que tuvo que crispar las manos para contenerse.

"Bueno, ¿te vas a dedicar a hablar todo el rato o vas a hacer algo realmente productivo con esa boca, Weasley? No me hagas repetirlo dos veces."

"¡Ja! Yo te voy a enseñar lo que significa 'realmente productivo'", y se dejó llevar por el calor que la invadía.

Draco no tuvo que repetirlo dos veces.