Sala de reuniones: Mansión Li ; Hong Kong (China) 30 de Abril de 2004

El asunto no sólo es serio señor Li, sino que puede ser fatal. Ya han muerto tres magos de alto nivel.

Creemos que no han sido magos elegidos al azar señor, sino más bien que de alguna manera todo forma parte de un plan.

¿Un plan? ¿Un plan para qué?

No lo sabemos señor Hiraguisawa. Sea lo que sea que andan tramando lo tienen bien cubierto.

¿Qué les hace pensar que esta todo planeado y que no son solo simples asesinatos de algún mago oscuro con ansias de probar su fuerza? Ya nos hemos encontrado con ellos en algunas ocasiones.

Es muy cierto señor Hiraguisawa, pero estamos casi seguros de que no es el caso. Los tres magos que han muerto pertenecían a países distintos y no eran precisamente los más poderosos de la zona. El primero en morir fue Joseph Macapagal de Panay, en Filipinas el 31 de diciembre del año pasado. No se hizo mucho eco de su muerte porque en realidad tenía muchos enemigos de las mafias italianas. Sin embargo a los dos días de su muerte recibimos un e-mail comentando una marca grabada en la piel del tobillo del pie derecho que sólo podía haber sido provocada por una maldición.

¿Una marca?

Sí. La marca de una runa antigua que atrae el poder proyectado por el sol, la luna, y las estrellas hacia la esfera personal y fortalece los poderes psíquicos. Es un canal para la transferencia o proyección de fuerzas, es la Runa emisora. Se llama Fehu. Normalmente se utiliza mediante un grabado en una piedra, pergamino o similar en los hechizos que necesitan de una peculiar concentración o para transmitir pensamientos o poderes a otros. Sin embargo jamás habíamos visto su uso de esta forma.

¿Y que tiene que ver eso con el resto de los asesinatos?

Pues creemos que mucho señor Hiraguisawa. El segundo mago en morir fue Pamh Hong, nacido en la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam. Se le halló muerto hace exactamente dos meses, el 29 de febrero de este año 2004, que "casualmente" es bisiesto. Tenía la misma marca en el estomago, justo por debajo del ombligo. Y el tercero ha sido hallado esta mañana en Prome (Burma) y su nombre era Earl Muting. Tenía la marca en el tobillo del pie izquierdo. Ninguno de estos dos era considerado el más poderoso de la zona.

No entiendo mucho…es decir…tenemos tres asesinatos, todos causados en Asia, pero ninguno en el mismo país, no son los más poderosos ni tienen grandes riquezas, pues el idiota de Pamh Hong era de todo menos rico. ¿Entonces que mueve a este asesino?

Creemos que podía existir alguna relación entre los asesinados. Joseph Macapagal fue visto hace aproximadamente tres años en Burma con Earl Muting. Lo sabemos porqué en esa época Joseph estaba siendo investigado por tener asuntos con las mafias Italianas antes mencionadas. Tras descubrir que tenía trato con ellas lo expulsamos del concilio.

Sí… recuerdo ese juicio. ¿Fue tu primer juicio como cabeza del concilio no Shaoran?

Así es. ¿Creen que podría existir alguna conexión también con Pamh Hong?

No lo sabemos, sólo tenemos sospechas señor Li.

Entiendo. ¿Alguna pista de la próxima víctima?

Si señor, una. Aunque no sabemos si tiene o no algo en común. Puede que no tenga ninguna relación con todo esto.

¿Qué han encontrado?

Un nombre escrito en una hoja bajo el cadáver de Muting. Era el dibujo de un triangulo y en una de las puntas había una gota de lo que parecía ser sangre. Y en el centro un nombre. La sangre era muy fresca y los trazos de dibujo apresurados.

¿Sangre?

Sí, la estamos analizando en estos momentos señor. Lo curioso es que ninguno de los asesinatos fue violento. No existe más sangre que la de ese papel y estamos casi seguros de que la sangre es de Muting porqué tenia un pequeño corte en la yema del dedo corazón y por la forma y el corte creemos que se lo hizo él mismo.

¿Cómo se hallaron los cadáveres?

Tumbados en el suelo con los ojos en blanco. Sin marcas de lucha ni de batalla. Cómo si hubieran caído muertos sin más.

Esto es muy extraño ¿no crees Shaoran?

¿Cuál era el nombre escrito en el papel?

El nombre de la cazadora de cartas señor, la señorita Sakura Kinomoto.- los ojos hasta ahora fruncidos y pensativos de Shaoran Li se abrieron de par en par por primera vez en la reunión. Hiraguisawa no pudo evitar percatarse de ese detalle a pesar de que en él también nació la preocupación.

¿Estaba escrito el nombre de mi heredera?

Si señor Hiraguisawa.- las miradas del jefe de concilio y su primer asesor Eriol Hiraguisawa se cruzaron. El teléfono móvil de uno de los asesores resonó en la sala. La llamada fue contestada rápidamente por Chan Lao que cambió su expresión seria a una de aún más seria mientras asentía efusivamente con la cabeza.

Señor Li, ya tenemos los resultados de las pruebas de sangre. Pertenece a Muting y el bolígrafo con el que se ha escrito el mensaje tiene también sus huellas, sólo las suyas señor. No podemos decir si escribió el mensaje antes de que lo mataran o mucho tiempo atrás, o si el asesino forzó que lo escribiera, pero sea como sea el nombre de la maestra de cartas fue escrito por él y la sangre estaba muy fresca, así que la gota fue depositada hoy mismo.

¿Qué tiene que ver Sakura con todo esto?

No lo se Eriol... pero sin duda es algo que debemos averiguar. Esto no son asesinatos causados al azar sino que parecen hechos con un propósito. Que el segundo asesinato fuera el 29 de febrero me da muy mala espina, no puede ser casualidad. Creo que esos tres tenían una relación directa con algo y que alguien quiere acabar con ese algo que les unía y… no sólo los esta matando…por la forma en que se han producido, sin lucha, sin sangre…eran magos poderosos… parece increíble que no haya ninguna muestra de resistencia. El conjuro debió ser letal… y eso…es preocupante. Tú y yo nos dirigiremos a Tomoeda en busca de Sakura.

¿Cree oportuno abandonar Hong Kong señor Li? Podemos hacer que vaya alguien más del concilio, no tiene porqué ocuparse personalmente de esto. Puede que ni siquiera tenga que ver con el asesinato.

La señorita Kinomoto es, como sabrá muy bien, una de las brujas más poderosas del mundo. Creo que eso merece una atención personal y más si creemos que puede ayudarnos a resolver esto.

Además de ser una conocida muy conocida de la infancia ¿verdad Shaoran?- la voz socarrona de Eriol siempre alteraba los nervios del joven cabeza del concilio.

Señor Li, hemos estado buscando a la señorita Kinomoto desde la mañana. No podemos notar su poder con ningún conjuro y tampoco se encuentra ya en su casa de Tomoeda. Los actúales inquilinos nos han comentado que se fue hace tres años a Tokyo señor.

¿No notan su magia?

No señor.

¿Cuándo fue la última vez que supiste de Sakura, Eriol?

Hará unos seis años. La verdad es que perdimos el contacto después de mi rotura con Tomoyo.

Esta bien. Intenten localizar su magia como puedan. Eriol prepara tus cosas para dentro de un par de horas. Partiremos a Tokyo.

¿Estas seguro Shaoran? No es que la seguridad de Sakura no me importe, pero no creo que sea bueno abandonar Hong Kong tan deliberadamente.

No me importa lo que creas. Hay algo extraño en todo este asunto y pienso solucionarlo lo más rápido posible. Y si es Sakura quien puede darnos una respuesta, iremos en busca de Sakura.

Esta bien amigo, sólo digo que podemos partir en una semana. Entre el primer asesinato y el segundo hubo dos meses exactos, y lo mismo con el tercero que lo hemos hallado hoy a treinta de abril. Es muy posible que no se mate a nadie más hasta el treinta de Junio. No puedes dejar pendiente todo tu trabajo – los miembros del concilio empezaron a verificar los cálculos del mago y asintieron con la cabeza asombrados por no haber caído en ello antes.

La investigación puede llevarnos semanas Eriol. Los asuntos de mi boda pueden esperar. Estoy seguro de que Meiling lo entenderá.

¿Y los asuntos del concilio?

Estoy seguro de que mi madre podrá con ello. Prepárate para partir en dos horas Eriol.

Esta bien. Esta visto que no hay quien te haga cambiar de opinión. A la mierda mi cita con Lian Hong.

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Aposentos de Shaoran Li (actual jefe del concilio de Oriente)

La mirada de Shaoran Li había perdido toda la seguridad. Se paseaba de una punta a la otra de sus habitaciones pensando en todo y en nada. Esa reunión le había dejado completamente petrificado. ¿Qué hacia Sakura Kinomoto en medio de un triple asesinato? No sabía mucho de ella desde los quince años, pero por lo que él sabia continuaba siendo la persona más dulce que jamás había conocido. ¿Como podía tener Muting una hoja con su nombre? Muting era un viejo de unos ochenta años y Sakura una jovencita de apenas veintidós. Esta claro que pareja no eran, ni podían tener ninguna relación parentesco. ¿Y que era eso de que no se hallaba la magia de Sakura por ninguna parte? La última noticia que tubo de ella fue hace unos tres años y en el informe decía que su magia había alcanzado un nivel muy superior a la media alta. Se la citó para formar parte del concilio y ella se negó rotunda pero educadamente. Decía no querer usar su magia a menos de que fuera necesario y que quería llevar una vida normal. Algo muy típico de Sakura, y muy decepcionante a su forma de ver, pues aquellos que han sido favorecidos con el don de la magia tienen la responsabilidad de usarla en nombre del bien para evitar que otros se aprovechen de ella para hacer el mal. Tras aquella carta no volvió a saber más de Sakura Kinomoto, y como hacía bastante tiempo que no se relacionaban no lo encontró para nada extraño. En sus veintidós años de vida jamás se había sentido tan confuso. Tenía que reconocer que a pesar de todo el tiempo que había pasado aún sentía un cariño difícil de entender por la maestra de cartas. Aún podía cerrar los ojos y ver claramente esa niña de once años con una esplendorosa sonrisa. Sin embargo no la perdonaba por renunciar a la magia, a la oportunidad de formar parte del concilio y sobretodo, a no haber dado señales de vida desde los quince años. Dos golpes en la puerta le sacaron del mundo interno en el que se había sometido.

Adelante- Una muchacha entró lentamente a la habitación.

Buenas noches Shaoran.- Había que reconocer que Meiling Li había cambiado mucho con los años. De una niña revoltosa e irresponsable a una joven educada y hermosa. Toda ella demostraba una serenidad y dulzura envidiables, algo muy difícil de imaginar para aquellos que la conocieron a sus once años. Lo único que delataba su carácter animoso e irresponsable de entonces era la vida que nacía en lo más interno de sus ojos y que brillaba con luz propia a través de ellos. Y eso, aún la hacía parecer más hermosa.- ¿Interrumpo?

Tú nunca lo haces Meiling. Supongo que vienes por lo de mi partida.

Así es. ¿Puedo preguntar a donde vas?

A Tokyo.

¿Problemas?

Me temo que sí. Ya sabes que no puedo hablar contigo de los asuntos del concilio Mei. Aún no eres mi esposa.

Lo sé. No quería insistir en ello. Lo siento. – el muchacho se acercó a ella con una sonrisa y acarició los hombros de Meiling con suavidad.

No te disculpes por eso Mei. Entre nosotros no debería haber tanta formalidad. Nos conocemos de siempre. Además, ahora estamos solos, deja el protocolo de futura dama Li cuando estés conmigo. ¿Quieres? Creo que yo dejo mi seriedad de lado cuando me sonríes y soy yo mismo. ¿Puedes hacer lo mismo por mí?

Claro. – la joven china sonrió con dulzura atrayendo la atención del muchacho que lentamente se inclinó para besar sus labios.

No te preocupes, volveré lo antes posible, no quiero que los preparativos de nuestra boda se vean afectados por mi marcha.

Descuida, yo me quedaré al cargo de todo. ¿No confías en mí?

Claro que sí, sólo preferiría no tener que dejarte sola. Es nuestra boda. – las manos de Li acariciaban el cabello de la muchacha mientras hablaban.- Quiero que sea perfecta, como tu siempre soñaste.

Contigo de novio sólo puede ser perfecta Shaoran.- Meiling se inclinó levemente hasta alcanzar los labios de Li con los suyos propios y se quedó largamente así, besándolos.- Ten cuidado en Japón.

Lo tendré pequeña. -La figura de Meiling desapareció lentamente por la puerta y sin ella la habitación se veía aún más grande.

Meiling Li, su prima y ahora prometida. Prácticamente el concilio les obligó a contraer matrimonio para conservar el linaje de los Li. Era costumbre en la familia conservar el apellido Li a toda costa, y por ello se acostumbraba a contraer matrimonio entre primos de la familia, así en caso de tener una heredera en vez de un heredero el apellido no se perdía. Sin embargo no le molestó el acuerdo. Meiling se había convertido en una joven muy hermosa y su carácter desinhibido había desaparecido por completo dejando en su lugar educación, clase y elegancia. La habían educado para ser la señora Li, y sin duda habían echo un gran trabajo. Tenía un alto conocimiento de la magia, a pesar de no poseerla y estaba completamente involucrada en el mundo mágico creyendo igual que él en su importancia. Eso era sin duda algo muy importante, pues el jamás se podría enamorar de alguien despreocupado sin responsabilidades, alguien que hubiera decidido dejar la magia atrás y vivir como una persona normal y corriente sólo por huir de las responsabilidades que conlleva tener poder, el jamás podría interesarse por alguien capaz de ser tan egoísta, alguien como Sakura Kinomoto.

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Templo Tsukimiko; En los alrededores de Tokyo. Tres de Mayo de 2005

Creo que estas algo alterada pequeña.

No estoy alterada, sólo que tengo un montón de tarea esta tarde y no he podido terminarla aún. El profesor de prácticas me va a matar Nana…

Es que naciste algo lenta mi niña.- la mirada de la joven sentada en la mesa no fue para nada positiva. La anciana sólo sonrió.- Ciertamente se te da mucho mejor el deporte que los estudios. No entiendo porqué no te has hecho atleta.

Eso no ayuda a nadie. Además no soy tan lenta…sólo me cuesta un poco estudiar. Sabes que por lo demás seré la mejor doctora de Tokyo.

Pero eso es jugar con ventaja niña. Aunque supongo que usar la magia para curar no es un delito, sino más bien una suerte. – la anciana suspiró mientras volteaba los ojos.- Pero en mi opinión es un desperdicio. Cuando yo tenía tu edad salía a divertirme y no me pasaba el día estudiando en una mesa rígida hasta tener los codos gastados. Y encima luego de las clases vas a trabajar, como si yo no pudiera mantenerte.

Jamás he querido que me mantengan.

Eres demasiado orgullosa.

No es orgullo y lo sabes. Simplemente me gusta ser autosuficiente. Además el tema esta ya muy gastado, lo hemos hablado mil veces. Quiero ser doctora y punto.

Eso te llevará muchas horas de trabajo duro y no tendrás tiempo para nada más que para trabajar largos turnos nocturnos.

Deja ya lo de los turnos nocturnos. No me dan tanto miedo ¿vale? Sólo… me…bueno… les tengo respeto.

Claro que les tienes respeto. Muere mucha gente en los hospitales por las noches y de seguro sus almas vagan por horas por esos pasillos verdes.

Ya déjalo nana por favor.

Aún eres una niña.

¡No soy una niña! Siempre he tenido miedo de los fantasmas… ¿Y qué? Tú le tienes miedo a las serpientes y yo no te digo nada. Y eso que son muy útiles para los conjuros que usamos. Ya podrías coger alguna tú de vez en cuando.

No me dan miedo, me dan asco. Es distinto.

Da lo mismo. Das un bote siempre que tienes una delante y te alejas cuatro metros, miedo o asco la reacción es la misma. No tocarías una ni muerta.- la chica recogió los papeles que le quedaban sobre la mesa y suspiró cansada.- Ya no los acabo y además llegaré tarde.

Pues no vayas hoy, eres demasiado responsable. No exigen asistencia en la universidad. ¿Por qué no vas y sales un rato con algún chico lindo? No me traes nunca a ninguno. Serás hermosa y tendrás buenas curvas, pero para lo que las usas ya podrías ocultarlas tras un traje de monja.

No me va el negro, sino, lo haría.

¿Qué tienes en contra de los hombres niña?

Sus hormonas.- Los deliciosos ojos verdes de la chica miraron toda la habitación en busca de algún libro olvidado o un apunte extraviado. Para su sorpresa no halló nada así que empezó a andar en dirección a la puerta.- Me voy Nana.

Antes de que lo hagas tengo una notificación del triangulo.- los ojos de la muchacha se pararon en la anciana.- Están en Tokyo.

¿Cuando llegaron?

El día uno.

¿Y no se nos había informado hasta ahora?

Nuestro querido topo tuvo un percance con la seguridad del clan.

¿Problemas?

No. Todo solucionado.

¿Motivos de su visita?

Tú.- Una sonrisa traviesa salió de los labios de la chica.

En ese caso hablaremos cuando vuelva. Tengo trabajo hasta tarde así que no te preocupes por mí.

Yo no me preocupo cuando llegas tarde, me preocupo porque no traes hombres a esta casa.- la anciana sigue a la chica hasta los jardines.- Eres joven, deberías hacer caso del consejo de los mayores y empezar a vivir un poco niña.

Lo que tú digas nana. Nos vemos.

No quiero verte hasta que vengas del brazo de un buen mozo joven y guapo y con mucho dinero. ¿Me oyes niña?- la joven agitó el brazo en señal de despedida mientras se alejaba y se perdía de vista por la puerta principal. La anciana suspiró con una sonrisa en sus labios. Adoraba meterse con su linda niñita. Aunque estaba algo preocupada últimamente. Desde diciembre que su pequeña no era la misma. Sabía que todo lo ocurrido la preocupaba…y ella no podía hacer nada para ayudarla. Iba a entrar en la casa cuando dos fuerzas poderosas se hicieron presentes cerca del templo. Volvió tras sus pasos y se quedó apoyada en el umbral de la puerta. Dos jóvenes de la edad de su pequeña entraban por la misma puerta por la que había partido ella. Se acercaron lentamente y uno de ellos, el de pelo negro, le sonrió.

Buenas tardes. ¿La señora Arimi Kurasawa?

La anciana aquí presente. – la mujer sonrío alegre, a pesar de la situación, esos dos muchachos eran realmente buenos para su escurridiza Sakura…-¿En que puedo ayudar yo a dos jóvenes tan apuestos?

Restaurante Novuko; Tokyo (Japón) Tres de Mayo de 2006

Esos van a la mesa dos Sakura.

¡Los llevo enseguida!- Una muchacha de hermosa melena castaña se vestía en los vestuarios del restaurante. Había llegado cinco minutos tarde, como solía ser costumbre, y ahora tenía que vestirse a toda prisa porqué en ese maldito lugar tan finolis no se podía dejar que ningún cliente esperase por su pedido.- ¡Me pongo la diadema y ya!

Deberías acostumbrarte a llegar a tu hora y así no tendrías tantos problemas Sakura.

¡No ha sido culpa mía! El profesor ha terminado tarde la clase y tenía que apuntarme la tarea. Es mi cuarto año de carrera y no puedo permitirme fallos.

Nunca es culpa tuya Sakura. – la castaña le sacó la lengua infantilmente causando una sonrisa a la morena que le hablaba.- pero el pedido empieza a estar levemente tibio cuando debería estar bien frío.

¡Pero si veo los cubitos desde aquí!- La joven sale al fin del vestuario y coge la bandeja entre sus manos.- Eres una exagerada. ¿Cuánto llevan esperando?

Un minuto.

Boba.- Sakura jamás entendería esa insistencia en servir al instante. Las cosas llevaban su tiempo si se querían hacer bien.- Metiéndome prisa cuando en realidad les voy a servir esto súper rápido.

Cómo más tiempo te pases hablando más vas a tardar.

Ya, ya, pesada.- Una fastidiada Sakura salió en dirección a la mesa dos. Había dos jóvenes sentados en ella. Ambos parecían de su edad y le resultaron extrañamente familiares. A medida que se acercaba fue entendiendo porqué. Con las prisas que traía ni había notado su presencia. Era obvio que poseían aura, y no una cualquiera, eran dos auras poderosas. Las mantenían ocultas, pero no para ella. Su poder permitía eso y mucho más. Podría haber reconocido a quién pertenecían con los ojos cerrados. El muchacho pelinegro era sin duda la reencarnación del mago Clow, el ex-novio de Tomoyo y el mejor amigo de Shaoran Li. El chico sentado a su derecha era el actual jefe del concilio de Oriente, primer heredero de la dinastía Li, empresario jefe de las mismas y el antes mencionado amigo de Eriol Hiraguisawa. Sintió el calor recorrer su cuerpo y el nerviosismo bajando a la boca del estomago. Sabía que no la reconocerían, pues no los veía desde los once años y no sabía de ellos desde los quince o así, y también sabia que no encontrarían aura en ella pues su sudor le costó ocultarla y modificar su esencia. Pero aún así no dejaban de ser dos personas muy significativas de su pasado y por supuesto, de su relación con la magia. Si ellos estaban en Tokyo no podía ser por placer, sino más bien por asuntos del concilio o…como ella más temía…más problemas en su vida. Este dos mil cuatro le estaba siendo realmente fastidioso. Se acercó hasta la mesa y forzó una dulce sonrisa.

Buenas noches. ¿Vodka con Hielo?

Creo que eso es para mi Linda.- Sakura no pudo evitar una sonrisa ante el galanterio del joven. Sin duda seguía siendo el mismo, al menos en esencia. Depositó delicadamente el baso en la mesa y dejó la copa de vino blanco al alcance de Shaoran Li que ni había levantado la vista de la carta.

¿Saben ya lo que van a tomar?

De primero queremos un poco se sushi Tradicional variado y en cuanto al segundo…tráiganos el rape con salsa de almendras y un filete de ternera con salsa de setas.

En un momento señor. ¿Con el segundo querrán vino o alguna bebida en particular?

¿Qué te parece un poco de vino amigo?

Lo que gustes Eriol.

Entonces el vino tinto más renombrado que tenga señorita…no nos ha dicho su nombre.

No creo que sea oportuno pedir el nombre de la camarera, deja tu galanterio para más tarde y permite a la pobre muchacha hacer su trabajo.

Que soso eres. Esta bien linda, es todo.

Vuelvo en un minuto con los primeros señores.

Hay que ver como eres Shaoran, la joven esta realmente bonita. Tiene unos preciosos ojos verdes y un pelo largo de ensueño. Siempre me han atraído las melenas largas.

No deberías ni fijarte en una camarera.

Clasista. Para divertirse no hace falta una chica con titulo y tradición familiar. Es hermosa y sexy. Con eso tengo más que suficiente.

En ocasiones me sacas de mis casillas.

Eso siempre se me ha dado bien. Aún sigues con el ceño fruncido. ¿Estas pensando en Sakura?

Pues la verdad es que sí. No entiendo como no podemos rastrear su magia, y los datos de su apartamento aquí en Tokyo son todos erróneos, como si los hubiera ocultado expresamente. Y la única pista que tenemos resulta ser una vieja pervertida que dice no haberla visto en su vida, pero que tiene una nieta de lo más hermosa trabajando en este restaurante al que por supuesto teníamos que venir.

No seas gruñón. En cuanto la anciana empezó a hablar de este restaurante sentí ganas de pisarlo. Se me hizo la boca agua oyendo los platos y lo hermosas que eran las camareras, en concreto esa nietecita suya. Hemos hecho bien en seguir su recomendación de comer en este lugar. Alguien tan elegante como el señor Li no podría comer jamás en un restaurante cualquiera.

Sigo pensando que deberíamos haber comido en el hotel. Tengo que seguir mirando esos archivos y no tengo tiempo de complacer tus caprichos.

Estas realmente preocupado.¿Temes que haya muerto?

No…lo sabríamos. Eso no me preocupa. Pero el echo de que se oculte del concilio…eso si es preocupante. ¿Crees que Sakura es una de las próximas víctimas o… que esta involucrada?. Al fin y al cabo, si tuvieras un segundo para escribir algo antes de morir, que escribirías?

Supongo que el nombre de la persona que me ha asesinado. Pero Sakura jamás haría algo así ¿Cómo crees? Yo no dejaría mis cartas al cuidado de cualquiera. Quizá Sakura era alguien realmente importante para Muting y quería dejarle un mensaje. Pero me temo que no podemos asegurar nada.

Lo sé…sólo…son divagaciones.- un muy pensativo Li dio un sorbo a la copa de vino que había traído aquella camarera.- Sólo se que nos va a resultar imposible encontrarla. Hace diez años que no la vemos. Aunque nos crucemos con ella mil veces no la reconoceremos. Tokyo es enorme, y su nombre no sale registrado por ningún lado.

Ciertamente… pero algo se nos ocurrirá. Deja de preocuparte y déjame que sonría a esta hermosa camarera que nos trae nuestra cena.

Aquí les dejo el sushi señores. ¿Les puedo servir algo más?

Podrías servirme un papel con tu número de teléfono linda. O aún mejor, decirme a que hora acaba tu turno.

A la una de la noche señor.- Li levantó la vista sorprendido por la respuesta de la muchacha. Eriol no mentía con su belleza. Tenía una hermosa melena castaña y los ojos más verdes que había visto jamás. Era innegable que tenía un cuerpo escultural digno de la modelo más famosa y una sonrisa dulce y cariñosa. Sin embargo todo ese encanto desaparecía con aquel elegante, pero al fin y al cabo representativo, traje de camarera.

¿Entonces puedo recogerte a la salida e invitarte a una copa?

Siempre y cuando me deje en casa antes de las tres. Mañana tengo que estudiar.- Los ojos de Li denotaban desprecio y burla. Siempre había respetado a todas las mujeres, sin importar su clase social, pero esa joven era realmente desvergonzada al aceptar una invitación de un desconocido sólo por ver que el traje de este vale más de diez mil yenes. Al menos estaba estudiando para no ser el resto de su vida una camarera.

Cuenta con ello Linda. Aunque aún no se tu nombre.

Matsura, me apellido Matsura. Disfruten con la comida, seguro será deliciosa.

La muchacha se alejó lentamente mientras recuperaba la respiración. Había sido una locura aceptar esa invitación pero se la comía la curiosidad. ¿Qué harían esos dos en Japón? Fuera lo que fuera lo descubriría esa noche. No podían estar allí de paso. Tokyo es enorme y el restaurante no tiene tanto renombre como para que el digno señor Li quiera visitarlo expresamente. Algo se cocía en todo aquello y su corazón le decía que no sería para nada bueno.

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Pup Contrast: 01:30 de la noche

¿Entonces estudias medicina?

Así es.

¿Alguna especialidad en concreto?

Pues aún no he tenido que elegir mi especialidad pero elegiré neurocirugía.

Vaya…temeraria… muy temeraria. Hay que ser una persona muy fuerte para soportar eso. En muchas ocasiones se pierde al paciente.

Eso no pasará en mi mesa.

¿A que te refieres linda?

Yo…no se como explicarlo. Hay algo que me dice que lo que hago esta bien o no. Es como si pudiera notar los latidos del corazón, el fluir de la sangre, la fortaleza de los nervios, todo. No se porqué razón pero cuando estoy en urgencias haciendo practicas…sé lo que va a pasar, si el paciente vivirá o morirá, o si se puede hacer algo para evitar lo que parece inevitable. Es como un don…- la mirada verde de Sakura se perdió en los rincones del local mientras un sonriente Eriol la miraba.- Perdona…pensarás que estoy loca.

En realidad te entiendo mucho más de lo que crees.- Sakura sonríe. Claro que él la entiende, quién mejor que la reencarnación del mago Clow para hablar de cosas "extrañas" o "paranormales.- Yo también sufro algo parecido…

¿Sufres? ¡Ni que fuera una enfermedad!- Ambos sonrieron y tomaron un poco más de sus copas.

Así que has decidido aprovechar ese don para hacer el bien y curar a las personas. Eso es algo muy noble.

Gracias…pero en realidad lo hago por que me gusta la medicina…

Que te guste salvar vidas dice mucho de ti, y todo bueno linda.- ella sonríe una vez más y agacha la mirada.- Es realmente sorprendente.

Creo que sorprender al mago Clow Reed es algo complicado.

Te recuerdo que yo sólo soy su reencarnación. Tu poder se basa en la premonición, en saber que ocurrirá antes de que ocurra. Eso es algo muy útil y muy poderoso si se sabe utilizar correctamente. Yo siempre he tenido el don de ver más allá de los corazones de las personas. Veo a través de sus ojos lo que piensan, lo que temen o lo que sienten. Y podrías cambiarte el color de los ojos, teñirte el pelo o incluso cambiar tu forma con la carta ilusión, y aún así sabría que eres tú, Sakura.- La muchacha sonrió enigmáticamente.- Así que has sabido desde un buen principio que te había reconocido…astuta, muy astuta.

No desde un buen principio…en el restaurante no me di cuenta…aunque tuve una sensación de deja vu. Lo supe cuando entre en el coche y sonreíste.

Supongo que el único motivo por el que has aceptado una cita conmigo era saber, sin embargo aún no me has preguntado nada.

Quería tantear el terreno y para ser sincera debo decir que no sabía como empezar Eriol…

Pues si te parece empezaré yo. ¿Por qué ocultas tú magia?- Sakura le miró con ojos cansados, como si esa pregunta hiciera mil años que era formulada una y otra vez.

No quería vivir una vida centrada en la magia. Quería se doctora, ayudar a gente que no puede defenderse con la magia. Gente normal, gente que por desgracia o por suerte es diferente a mí.- Los dedos de la muchacha jugaban con la copa y la movían de un lado a otro mientras unos ojos azules la contemplaban con aprecio y cariño.- Supongo que sabrás que me propusieron formar parte del concilio.- Eriol asintió con la cabeza.- Yo jamás podría hacer algo así… yo no soy como Shaoran o cómo tú. Me gusta una vida sencilla, sin más problemas que los diarios.

¿Crees que la magia causa problemas?

En realidad no creo que los cause… pero hay muchos modos de usar la magia… yo quiero dedicar mi vida a ayudar a los que no la poseen en vez de pelearme con los que la tienen por su buen uso. ¿Es eso tan malo?

¿Y por eso la escondes?

Siempre aparecía algún mago que quería hablar conmigo, o luchar, o simplemente ligar conmigo. Por desgracia la gente con poder cree que tiene que salir con gente que también lo tenga. Yo no quiero estar con alguien como yo. Quiero estar con alguien que me ame por lo que soy y por lo que siento. La magia es maravillosa… pero a mi no me sirve para ser feliz. En cambio hace feliz a muchas familias cuando estoy en urgencias y salvo a un niño de once años, o una mujer de 20 o a un padre de familia de 50.

Eres maravillosa linda…Pero no creo que sea la solución.

¿Por eso estáis aquí? ¿Por que oculto mi magia? Se que esta penalizado por el concilio pero no hacia falta enviar al jefe del prestigioso concilio de oriente por eso.

Me temo que es más complicado que eso.

¿Shaoran también me reconoció?

No…en absoluto.

¿Se lo dirás?

Si me pides que no lo haga no lo haré. Pero eres el motivo por el que estamos aquí. – La chica lo miró fingiendo sorpresa. – Shaoran te esta buscando y sabes que no parará hasta que te encuentre.

¿Y porqué me busca?

¿Te suena de algo Earl Muting?- La copa que bailaba en las manos de Sakura resbaló momentáneamente precipitándose al suelo y se partió en decenas de pedazos.- Diría que sí.- Ambos miraron la copa y su fatal destino. Sakura suspiró y volvió su mirada seria.

No… no sé nada de Earl Muting…al menos…no desde hace más o menos tres años. Lo conocí por los mismos motivos que me han llevado a dejar la magia de lado. Quiso probar mi poder…una vez… - la muchacha sentía los ojos del pelinegro analizantes y cautos.- Luego de una lucha inútil se fue… y no he sabido más de él. ¿le ha pasado algo?

Ha muerto.- Sakura cerró los ojos para abrirlos luego y contemplar el suelo.

Lo siento. Pero no es algo que me afecte como comprenderás. Sólo lo vi un par de veces y no precisamente por placer.

Pues al parecer él si te guardaba algo de afecto.- La muchacha seguía con la mirada en el suelo, pero Eriol pudo notar como su labio temblaba levemente. Aunque su voz sonó firme y tranquila para su sorpresa.

¿Por qué crees eso?

Tenía un papel bajo su cadáver con tu nombre escrito. Era el dibujo de un triangulo y tu nombre salía justo en el centro. ¿Sabes de que podría tratarse?

No…no lo sé…pero no me hace gracia que tuviera un papel con mi nombre. Por lo poco que vi en él pude notar que era muy avaricioso y receloso. No me extrañaría que quisiera venganza por lo de la pelea. Pero no entiendo porqué esta mi nombre en ese papel.- la muchacha pareció pensar un momento.- Se que en algunas ocasiones y según algunos grupos de magos se organizan ligas de lucha. ¿Conoces el término?

Por supuesto. Un grupo de magos organiza una serie de peleas completamente al azar contra magos que no están dentro del grupo. El primer combatiente lucha con todos los que puede hasta que pierde y entonces el próximo miembro del grupo tiene que empezar por el mago que lo venció.

Podría ser eso, quizá estaba mi nombre escrito porqué yo le vencí. El triangulo podría ser un símbolo del grupo que organiza la liga.

No es eso.

¿Por qué estas tan convencido?

Había algo más.- la expresión de la chica se puso pálida y acalorada. Pero aún así mantuvo perfectamente la compostura.

¿Qué?

En el papel había una gota de sangre. Era de Muting.- Sakura concentró todas sus fuerzas en mantener cara de póquer.

¿Sangre?

Así es.

Entonces no sé de que pueda tratarse. Puede que la gota haya sido puesta en el papel por accidente, que saltara en esa dirección tras la pelea.

No hubo pelea. Se halló el cadáver en el suelo, pálido y sin vida. Sin ningún golpe o rasguño más que un corte en su dedo corazón. Un corte que se hizo el mismo tras la pelea, o al menos, eso creemos.

¿Y por eso esta Shaoran aquí? ¿Por un asesinato? Creí que eso pasaba a menudo en el mundo mágico. Los magos siempre han desperdiciado su tiempo intentando demostrar que son más fuertes que los demás. No sé que hacia mi nombre en ese papel, y desde luego desconozco el motivo de la sangre, pero creo que tiene más que ver con algún conjuro para hacerme daño que no con el asesinato. Como te he dicho le vencí, limpiamente, creo que eso fue lo que más le dolió, que no hice trampa alguna. Fue vergonzoso para él y lógicamente quería venganza. Es muy probable que estuviera haciendo algún conjuro y que le pillaran en medio del ritual.

Es posible…pero ha habido más asesinatos. Creemos que están relacionados entre sí.

¿Por qué?

Eso no creo que sea asunto mío decírtelo Sakura. Pero deberías aparecer ante Shaoran. Sino me temo que me quedaré en Japón mucho tiempo. Podrías tener relación con algo linda.

No pienso volver al mundo loco y egoísta de la magia Eriol. Dile a Shaoran que puede irse, que no me encontrará y que busque por otro lado.

Sabes que no lo hará. Tarde o temprano te encontrará.

No, no lo hará. La carta Shield protege muy bien mi poder y mi esencia es distinta, ni tan siquiera tú reconocerías mi magia si la usara ahora. Es invisible..

Sí…eso lo entiendo…pero tarde o temprano si nuestras sospechas son correctas la magia te encontrará y no tendrás más remedio que usarla, y cuando lo hagas, allí estará él. Puede que no sepa quien eres, ni de donde viene tu poder…pero tarde o temprano llegará a la misma conclusión que yo. Tus gestos, tu forma de hablar, tu mirar…te reconocerá Sakura…más tras la relación que mantuvieron cuando eran niños…y si el asunto es serio no tendrás más remedio que recurrir a las cartas y allí habrá acabado tu mascara. Y dudo que le guste descubrir que Sakura Kinomoto, la maestra de cartas, era la dulce camarera con la que me he acostado esta noche.

Yo no me he acostado contigo.

Claro que no, pero eso yo no se lo voy a decir. ¿Qué diría sobre mi reputación?

¿Entonces no le dirás nada?

Sé que hay algo cociéndose en todo esto. Y sé que tu sabes dónde están los hilos y de que color son. Así que si crees oportuno no decírselo, yo no seré quién estropee tus cálculos.- el joven se levantó del asiento dejando su copa ya vacía en la mesita.- Sólo una pregunta más. ¿Tiene algo que ver todo esto con "ese asunto" de hace unos años?

No. Pero aunque lo tuviera tanto tú como yo renunciamos a formar parte de ello, así que ¿qué importa?

Supongo que nada…

Yo no sé más de esto que tú Eriol. Ya te he dicho que abandoné ese mundo y que no pienso volver a pisarlo.

Es una lástima…perdemos una gran defensora del planeta.

El planeta se defiende sólo, sois vosotros que lo mancilláis con vuestras ansias de poder.

Que concepto tienes de la magia…cuando eras pequeña te gustaba tenerla.

Y aún me gusta… pero la uso para cosas más útiles.- ambos se miraron.- Buenas noches Eriol.

Buenas noches, Sakura.

Sakura le vio partir lentamente y con elegancia. Frunció levemente el ceño y miró como su sombra desaparecía ante ella. Su teléfono móvil no tardo en sonar.

Sakura al habla.

¿Ya se ha ido?

Así es.

¿Te ha reconocido?

Sí… al fin y al cabo, es la reencarnación de Clow. Además la última vez que me vio tenía 18 años, no he cambiado tanto desde entonces.

¿No le dirá nada a Li? Es su primer asesor en el consejo.

Eriol ama las intrigas y los juegos, jamás estropeará la diversión de ver a Shaoran perdido entre pistas falsas. Además su palabra es ley, si me ha dicho que no dirá nada, no lo hará.

¿Sabes porqué están aquí?

Por Muting.

Entonces lo saben…

No.- la mirada de Sakura se había vuelto tan fría como el hielo.- Vuelvo ahora a casa de Arimi, nos reunimos allí.

El local estaba lleno hasta los topes, la música era increíblemente fuerte y el ajetreo insoportable. Así que nadie noto como ante los ojos brillantes de Sakura miles de trozos de cristal se fundían formando de nuevo la copa que hace unos momentos había caído en las baldosas. Los largos dedos de Sakura la tomaron con deleite y con sólo un soplo la llenó de un líquido rojizo. Dio un sorbo agudizando todos sus sentidos y suspiró satisfecha por el sabor seductor y el cosquilleo de las burbujas en la lengua. Los ojos verdes dieron un último vistazo al local. Desenredó sus piernas y se dispuso a abandonar la sala. Era momento de actuar, y eso era realmente algo fastidioso.

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Hotel Seiyo Ginza Tokyo; suite 349

Buenas noches Shaoran- El jefe del concilio restaba sentado en el sillón de la sala, rodeado de informes, fotos y viejas escrituras. Levantó la mirada tras unas gafas de leer al oír la voz de su compañero. Sin alterarse lo más mínimo giró su muñeca mostrando un hermoso reloj y miró la hora con una sonrisa sarcástica.

Llegas temprano, acaban de dar las tres. ¿Acaso hoy el don Juan no ha triunfado?

Ni lo dudes amigo, pero la chica tenía que estudiar en la mañana. ¿Qué clase de caballero sería si permitiera que distrajera sus estudios por una noche desenfrenada de sexo?

Vaya…así que no te la has tirado.

Ah, ah. Yo no he dicho eso. – Shaoran Li suspiró resignado y soltó un bufido.

No entiendo tus tendencias sexuales. Tanto eliges a mujeres de alta clase social, entradas en años y muy poderosas, Lian Hong para poner un ejemplo, como a jovencitas de clase baja, insignificantes y sin futuro.

Olvidas el punto que tienen en común Li. – el mencionado levanta una ceja.

Deléitame.

Son hermosas. Toda mujer que pase por mi cama tiene que ser hermosa.-el heredero de la familia Li rodó los ojos.- ¿O no me dirás que la señora Hong no es seductoramente hermosa? A pesar de sus años se conserva exquisitamente y además goza de una inteligencia que permite conversaciones muy amenas entre revolcón y revolcón y por supuesto años de experiencia sexual. Y en cuanto a la señorita Matsura, es una joven realmente atractiva. Dudo que si has levantado una sola vez esa vista esnob que tienes no te hayas dado cuenta.

Si, es hermosa. ¿Y qué? ¿Qué te aporta eso?

Dios Shaoran, para acostarse con una mujer no necesito más. Además no siempre hay que juzgar por la apariencia. La señorita Matsura es una jovencita con un hermoso futuro.

¿A sí? Sorpréndeme. ¿Se hará fotógrafa? ¿Maestra? ¿O quizá arqueóloga? Sí…seguro que ha escogido alguna carrera romántica y aventurera como esa, quizá con la intención de conocer a algún famoso en uno de sus seguimientos de paparatzi o de encontrar a un extranjero increíblemente seductor en una excavación en Túnez.

Vaya Li… realmente sientes desprecio por la gente de clase baja. ¿Acaso aún repudias a tu madre por no haberte dejado estudiar otra carrera que no fuera empresariales?- los ojos austeros de Li se clavaron maliciosos y con odio en los de su joven asesor.- Si…sin duda. Siempre te gustó la arqueología ¿no? ¿Eras tú quien soñaba en encontrar una joven extranjera que te enamorara en una de esas románticas excavaciones?

No intentes leer en mí, Hiraguisawa, o acabarás mal parado. No eres quién para juzgarme.

Por supuesto.- El joven asesor se sentó a su lado con una sonrisa victoriosa mientras el señor Li volvía su atención a los papeles.

¿Otra vez con eso? ¿Has encontrado algo?

Nada que no supiéramos antes. Tal y como sospechaba el concilio, Muting y Macapagal se encontraban en ocasiones. Hemos podido hallar fotos de ambos tomando algo en una cafetería en las épocas en que sospechaban de su asociación con mafias Italianas. Más o menos tres años atrás.

Tres años…

Si. ¿Por qué? ¿Tiene eso algo sospechoso?- Eriol frunció el entrecejo pero sonrío de nueva cuenta.

No. Sólo pensaba. – Li miró con desconfianza a Eriol, pero no le prestó mayor atención.

Lo que no entiendo es ese dibujo. He estado mirando en libros de hechizos y no he encontrado nada similar, ni tan siquiera en los más antiguos. Hay muchos conjuros que requieren de símbolos, pero en ninguno se utiliza el símbolo de esa runa para matar. Tampoco he hallado nada en las maldiciones con sangre ni en las que requieren el nombre de la víctima. Es… un misterio…

Supongo que también podría ser algo irrelevante con este caso. Quizá el mago conocía a Sakura y quería hacerle daño o protegerla ya que el triangulo en algunas culturas es equilibrio… protección. Pero no sabemos si esta relacionado a los asesinatos.

Quizá no. Pero de todos modos puede ser una maldición, y si lo es, puede afectar de algún modo a la joven maestra de cartas.

Vaya…así que es eso. ¿Quieres proteger a Sakura? ¿Asegurarte que esta bien?

No. Quiero solucionar el caso. Hay posibilidades de que Kinomoto este relacionada y no pienso parar hasta averiguar si es así. Y si sólo es una maldición en su contra, o una protección, volveré a Hong Kong y seguiré mis estudios del caso allí.- Shaoran se quitó las gafas y las dejó sobre la mesita de noche mientras se frotaba las sienes con cansancio y pesadez.- Tampoco puedo tolerar que un mago decida eludirse de nuestra mirada y pasar desapercibido. Una persona que ha sido bendecida con poder no puede desaparecer, no tiene ese derecho. Tener poder es tener una responsabilidad. Necesito tener bajo mi control a todos los magos o algunos pueden provocar grandes daños. Incluso la buena de Sakura.

Entonces ¿la someterás a juicio y dictarás sentencia contra ella cuando la encuentres?

Es la ley del concilio. Lo sabes Eriol.

Claro… no se puede hacer excepciones con nadie. Ni tan siquiera con la Maestra de Cartas.- los ojos de Li miraron el suelo. Eriol sonrió y se levanto de su asiento estirando su cuerpo y haciendo un sonoro ruido de relajación.- En fin, estoy agotado. Creo que iré a descansar un poco. Algo me dice que mañana tendré un día agitado. Buenas noches Shaoran.

Buenas noches. – Antes de desaparecer por la puerta del despacho Eriol se gira sobre sus talones llamando la atención de Li, que había vuelto a su pesada tarea.- ¿Sí?

Medicina. La chica esta estudiando medicina. – La ceja de Shaoran se levanta exageradamente.

Me parece perfecto.- Eriol sonríe alegre y se dirige a sus habitaciones dejando al joven jefe mirando la puerta. Se quita las gafas de nuevo y deja caer su cuerpo en el sillón.

Espero que puedas darme una buena explicación de todo esto cuando te encuentre Sakura… realmente lo espero…

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Templo Tsukimiko; En los alrededores de Tokyo. 3.00 de la mañana del 4 de Mayo de 2005.

Jamás creí que pudieras llegar a ser tan irresponsable Arimi. El señor Li podría haber reconocido a Sakura del mismo modo que lo hizo el joven Clow.

Su nombre es Eriol. Clow murió hace mucho tiempo.

¿Y que más da? Eriol, Clow, tiene el mismo poder ¿no?- La joven maestra de cartas observo a su compañera con muy malas pulgas, pero esta no se intimidó para nada.

Sakura, ¿no estas molesta con Arimi?

Sakura es mi niñita y jamás se molestaría conmigo Sonoko. ¿verdad que si mi niña?

Eres una anciana loca y testaruda que ha perdido la noción de lo correcto y lo incorrecto, de lo prudente y de lo temerario. Si la llega a reconocer tendríamos que haber dado muchas explicaciones e inventado muchas cosas. Eso sin tener en cuenta que tendríamos al concilio igual que un perro detrás de Sakura y que podrían procesarla por ocultar su magia.

¡Que sea la última vez que me llamas loca testaruda niña! Tengo muchos más años que tú y creo que soy lo suficientemente capaz de decidir que es lo correcto y lo que no. No envíe a ese par de atractivos mozos al restaurante sin causa y desde luego que sabía que nuestra Sakura no corría peligro.

¡No sabias nada! Has actuado de manera inconsciente e insensata y nos podría haber costado mucho. ¿Qué nos dice que ese Hiraguisawa no le contará todo a Li?

El joven Hiraguisawa es un hombre de honor. Jamás faltaría a su palabra.

Vieja estúpida, ¿Qué sabrá usted? Si cabe la más mínima posibilidad de que se lo diga estamos jodidas.

Ya basta.- la voz templada y serena de Sakura se escuchó en la sala cortando cualquier posible réplica de Arimi.- Confío en Eriol y creo haber sido clara en el hecho de que no dirá nada. Y si dudas de mi Sonoko entonces tienes mayor problema que cualquiera de nosotras, pues la confianza en tu señora creo que debería ser ciega.

Yo no dudo de ti Sakura.

Entonces ese punto queda cerrado. En cuanto a l'actuación de Arimi, es asunto mío si me enfado o no. Siempre he confiado en el poder de Arimi y para mí es como una abuela. – la anciana sonrío satisfecha.- Sin embargo ha sido temerario.- Sonoko bufó frustrada y tragándose su réplica.- En cuanto a cómo actuaremos a partir de ahora…me he comunicado con el segundo triangulo y han coincidido en que ha llegado el momento de actuar. Nuestro descuido al permitir que llegaran al lugar de los hechos antes que nosotros nos ha dejado bastante al descubierto. Esta vez no hemos podido ocultar las pruebas pertinentes y saben más de lo que desearía. El momento de la profecía esta próximo, y sea quién sea el que este detrás de la conspiración ya esta actuando para evitarlo. Han muerto tres de nuestros señores. Sólo quedamos tres más. La próxima será Zhang, y ella lo sabe. Si no rompemos el hilo de los acontecimientos e impedimos su asesinato caeremos todos. Heilang la seguirá y después será mi turno. Y conmigo acabará todo, el hechizo será completado. Y la protección de los triángulos habrá fracasado. El heredero morirá y con ello el equilibrio de este mundo tal y como lo conocemos ahora.

¿Y que propones?

El asesinato de Zhang no será hasta el 30 de Junio, así que tenemos tiempo para estudiarlo. Sea como sea lo más importante ahora es concentrar nuestra energía en proteger al portador del heredero, seguir sus pasos. El niño podría haber sido ya concebido. Debemos seguir a Li, muy de cerca. Al fin y al cabo nuestra misión desde siempre ha sido protegerlo.

Pero ya lo tenemos bajo vigilancia. Chan Lao esta siempre pendiente de cualquier acontecimiento en el concilio y nos pasa informes a diario, aunque este último haya llegado tarde. Tenemos a varios miembros en la mansión con diferentes tareas, su abogado, su notario, su conductor personal en china, y muchos más.

Lo se Ran, pero ahora Li esta lejos de su visión. No podemos tolerar que aparezca en Tokyo antes de tiempo sin saberlo nosotras como ha pasado ahora.

¿Qué intentas decirnos? ¿Qué debemos seguirle Sakura? Se dará cuenta. Aunque supongo que podríamos empezar de mucamas en el hotel que se aloja.

No. Usaremos nuestra mayor carta. – el grupo de mujeres alrededor de Sakura contuvo la respiración.- Creo que ha llegado el momento de pedir un gran favor.

¿A que te refieres?

Necesitamos entrar en la vida del jefe del concilio de forma casual, sin que sospeche nada. Seguramente requerirá de los servicios de un chofer que conozca Tokyo. Sería la oportunidad perfecta ya que así podríamos vigilarle la mayor parte del tiempo cosa que colándonos como mucacamas del hotel, como ha sugerido Mako, nos sería imposible. Sin embargo también usaremos medidas para vigilar el hotel, sobretodo la entrada. Para ello necesitaremos ser recomendadas.

La dama Li.

Así es mi querida Narumi. Llamaré personalmente a la dama Li esta misma noche.

¿pero a quién pondremos como chofer?

Esa tarea será para mí.- Todas las mujeres presentes quedaron con la boca abierta.

Pero…pero ¡es demasiado arriesgado! Puede reconocerte en cualquier momento.

Que me reconociera no sería el fin. Él no sabe nada. Sospecha de que tengo alguna relación por culpa del mensaje de Earl, pero no sabe de que se trata.

Earl fue muy insensato en dejar ese mensaje.

Puede que no tuviera otro remedio Naru. Aún no sabemos el significado de dicho mensaje, pero la sangre tiene muchos significados, puede que la hoja no estuviera acabada, que muriera antes. Earl sabía que sería ejecutado y que nada de lo que hiciéramos podría evitarlo. Supongo que descubrió algo en el último momento y quiso comunicarlo, pero su mensaje quedó a medias. O al menos… no pudo especificar más ya que no era un medio seguro.

Entonces…¿Vas a ocuparte de todo? ¿Qué pasa con tu carrera y tu trabajo niña?

Tendrán que posponerse.- la mirada seria de Sakura hizo callar a Arimi, que entendió rápidamente que ese, era el mayor sacrificio que Sakura haría, y que el asunto debía ser muy serio si llegaba a esos extremos.

Yo podría hacerlo si tiene que traerte muchos problemas Sakura.

Dudo que tus poderes pudieran protegerle del mismo modo que los míos Sonoko.- la muchacha se sonrojó de la ira. Pero sabía que tenía razón.- Eso es todo. Mañana recibirán una notificación con sus deberes a partir de este momento. Buenas noches.

Todas se levantaron e hicieron una reverencia. Mujeres y jovencitas salieron de la casa de la más anciana, Arimi. Sakura se acercó con cautela a una de ellas y se puso disimuladamente a su lado.

Que sea la última vez que hablas en ese tono a cualquier miembro de este grupo. ¿Has entendido Sonoko? Tú no tienes autoridad para faltar al respeto de nadie y mucho menos para ocupar misiones que no te han sido encomendadas. Te guste o no, no has sido la elegida para llevar la carga y creo… que no te das cuenta de lo afortunada que eres por no llevarla sobre tus hombros.

La muchacha siguió caminando pero sus fuerzas la habían abandonado. Sakura Kinomoto era conocida como la mujer de las mil formas, y bien merecido le era el apodo, pues Sakura tenía mil rostros por enseñar, y delante del triangulo ninguno era para tomárselo a risa. Tras asentir con la cabeza a las frías palabras de Kinomoto y despidiéndose con una forzada y desganada reverencia, Sonoko abandonó también la casa dejando a solas a las dos mujeres más poderosas del primer punto del triangulo.

¿Ya sabes donde te estas metiendo niña?

Arimi, creo que soy yo y no tú quien dirige este punto del triangulo. Has sido realmente alocada al enviar a Li Shaoran al restaurante. ¿se puede saber en que estabas pensando?

¿Tú también dudas de mi visión?

No, no dudo de ella. Se que tus corazonadas son certeras y siempre te guías por impulsos, pero ya te han fallado en algunas ocasiones.

No en esta. Estaba segura.

Dime una cosa Arimi. ¿Te has equivocado alguna vez?

¿Perdona?

¿Qué si te has equivocado?

Claro que sí, como todo el mundo.

¿Y en esas ocasiones, cuando decidías hacer algo y no salía como esperabas, sabias que te equivocarías?

Eso no creo que tenga nada que ver.

¿Lo sabias?

Por supuesto que no.

Entonces la próxima vez que decidas poner en riesgo cientos de años de trabajo y preparación para los acontecimientos que están por llegar te sugiero que recuerdes esas equivocaciones. Puede que todo haya salido bien, esta vez, pero no estaba en tus manos decidir este encuentro. Y eres lo suficientemente inteligente como para saberlo.- las dos mujeres se miraron y Arimi pudo ver la fuerza que irradiaba la joven frente a ella, a pesar de su corta edad.

No creo que debas ser tú la que le vigile. Es arriesgarse más de la cuenta.

No me ha descubierto hoy, y desde luego no lo hará mañana, ni pasado. Soy una buena actriz si me lo propongo nana, así que deja de protegerme a mí. Es a Li Shaoran a quien debemos proteger.

No mi niña, a su primogénito.

No sabemos si ha sido concebido, así que es lo mismo proteger al padre que al hijo. Si muere el padre muere el hijo.

Insisto en que es muy arriesgado. No creo que le ataquen directamente.

Eso… no lo sabemos. – Sakura y Arimi andaban en dirección a la sala de estar mientras conversaban. Dos mujeres animosas y despreocupadas en apariencia. Dulces y cariñosas, con vidas normales. Cual irreal era esa apariencia que mostraban a ojos de cualquiera.- Zhang opina que pueden estar distrayendo nuestra atención con todo esto. Saben que mientras exista nuestra organización el heredero esta a salvo. Ahora esta ha sido reducida a la mitad y nuestro poder sobre Li es mucho menor. Pueden intentar romper la barrera y si lo consiguen, nuestras esperanzas habrán muerto.

¿Y que harás si te descubre?

No lo hará.

Las dos mujeres llegaron a la sala. Sakura se sentó en un sofá y Arimi en otro. Fue tocar la mullida tela y desaparecer la seriedad de sus rostros. Sakura se estiró perezosamente cual gatita y Arimi rió gustosa por los gestos de su niña preferida. Tenía nietas de sangre, también poderosas, pero ninguna como su Sakura. Ella que no tenía relación alguna con su familia y sin embargo desde que llegó a Tokio y la hicieron portadora de tal carga que la muchacha había abierto una brecha de cariño en su corazón. Era una joven muy dulce, cariñosa y bondadosa. Sin embargo tenía otra vida, una que a pesar de lo que ella decía le era muy preciada. Había sido bendecida con un poder grandioso y blanco como pocos. Y eso… atraía responsabilidades y peligros imposibles de eludir, y menos para un ser tan bondadoso como Sakura, incapaz de llevar la carga de muertos en su conciencia por su causa. Sí…realmente su niñita tenía una doble vida. La chica y la mujer. La dulce y la fría. La inocente y la astuta. La cara y la cruz de una misma moneda.

¿Y que harás ahora con tu carrera, tu trabajo y tus prácticas?

Supongo que resignarme a perder todo el año. Espero que el tutor lo entienda.

¿Qué mentira le contarás?

No sé…supongo que le diré que has muerto.

Muy graciosa…- Sakura dejó escapar una sonrisa.

Vamos, todas sabemos que mala hierba nunca muere.

Pues entonces aún me quedan largos años de vida. – una sonrisa cómplice escapó de la anciana que contempló a su niña con cariño.- ¿y la dama Li?

Le he enviado el mensaje del modo más seguro posible.

¿Telepatía?

Sin duda alguna.

¿Y que te ha contestado?

No tiene que contestarme. No le he pedido nada a la dama Li.

¿Se lo has ordenado?

¿Acaso tengo que dar explicaciones de mi proceder? La señora me debe un favor desde hace mucho tiempo y es la única de toda la familia que conoce la profecía. Teme por su hijo, de ahí que siempre lo haya tratado con tanta dureza, con tantas responsabilidades.

Al fin y al cabo es una madre como cualquier otra. Sólo quiere proteger a su niño.

Por eso no se negará a mi petición. Le he dicho que mañana le enviaré mi currículum para que me recomiende a Li y que me concerté entrevista con él en la tarde.

Realmente me gustaría ver a la orgullosa dama Li acatando las ordenes de una niña de 22 años recién cumplidos. ¿Crees que todo saldrá bien?

Lo que yo crea no tiene importancia. Nada ocurre por casualidad. Las casualidades no existen.

Sólo lo inevitable.

Sí…así es. Sólo lo inevitable.

¿Crees que el niño ya ha sido concebido?

Eso supongo. Meiling no vendrá a Japón así que deduzca que ya esta en cinta. Eso, o Li hará próximamente algún viaje a China. De ser así, tendremos que permanecer muy alerta.

¿La señorita Meiling esta protegida?

Sí. Bajo los muros de la mansión Li no tiene nada que temer, y tras ellos tengo a varias personas muy poderosas.

¿Zhang?

Entre otros.

Sí… pero el que mejor protegido va a estar es sin duda ese tal Shaoran Li. ¿le protegerás una vez se haya confirmado que Meiling esta embarazada?

Cuando eso se confirme iré a China y protegeré al heredero. Shaoran Li ya no será de importancia para los triángulos. Solo su hijo.

Claro… los triángulos…la misión.

Sí. La misión.

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Hotel Seiyo Ginza Tokyo; suite 349 – 4 de Mayo de 2005

¿Es que no piensas salir de este maldito cuarto?

Aún me quedan documentos por estudiar. ¿Es que acaso tú si vas a salir?

Por supuesto. Tengo cita con un tal Chiva que dice ser el jefe de la biblioteca de pergaminos y libros antiguos de hechicería de Tokyo. – Shaoran Li le miró por encima del hombro.- Te traeré más material de estudio. ¿Alguna petición?

Confío en tu olfato.

Esta bien. Pero deberías venir conmigo. Vas a ponerte pálido. Ya son las cuatro de la tarde y aún no has salido. Ni tan siquiera al balcón.

No tengo tiempo. Mi madre me ha enviado un conductor para nuestros trayectos en Tokyo. Se ve que trabajó para ella cuando estuvo aquí por la enfermedad de mi tía.

Pues una cosa menos que tengo que hacer. Estaba arto de buscar servicio competente. – Eriol se quedó mirando al espejo mientras se colocaba bien el cuello de la camisa.- Suerte pues.

Igualmente.

La puerta se cerró tras la figura de Eriol y de nuevo se hizo el silencio en la sala. El conductor debía estar al llegar y él aún no se había vestido. Llevaba un pijama de franela y una bata de seda en color verde botella, su favorito. Se levantó con pereza dejando atrás el montón de libros y fue a su cuarto a por algo más presentable. Ordenó un par de tazas de buen café y se dio un baño relajante en la inmensa y moderna bañera de su suite. Aún no se había acabado de colocar la camisa que ya sonaba el timbre en la puerta. Miró su reloj. Las cuatro y media. Puntual como un reloj. Al menos en eso no le defraudaría. ¿Pero que podía esperar de alguien recomendado por la dama Li más que perfección? Acabó con los botones de la camisa y salió a abrir la puerta. Normalmente tiene mayordomos para esa tarea, pero actualmente aún no había conseguido uno de su agrado y confianza. Se miró en el espejo de la entrada notando la ausencia de toda formalidad. Sin corbata, sin armilla ni chaqueta. No le importó. Era un conductor, no la madre Teresa. Por muy alto que fuera su estanding social tenía derecho a estar cómodo en su propia estancia. Abrió la puerta y levantó la vista de un modo arrogante. La visión ante él lo dejó petrificado. Una muchacha estaba de espaldas tras el umbral. La melena le caía suavemente por la espalda y vestía un hermoso traje chaqueta de color negro con unos zapatos de aguja de al menos ocho centímetros. Ella se giró veloz al oír la puerta abrirse y sonrió levemente. Llevaba puestas unas gafas de sol muy oscuras y bajo el traje chaqueta una camisa color verde botella, cómo el de su bata.

Buenas tardes señor Li. Me llamo Serena Matsura y vengo de parte de la dama Li.

¿Usted es el conductor?- la muchacha sonrió suavemente dejando a Li algo descolocado.

La conductora más bien señor Li. ¿Le disgusta que sea mujer?

No. No me disgusta. Sólo me ha sorprendido. Pero siendo cosa de la dama Li supongo que no debo preocuparme.

Creí que la dama Li le había enviado mi currículum.

Y así fue pero sinceramente no lo he mirado. Si mi señora madre la ha recomendado no puedo esperar más que perfección de usted.

En ese caso intentaré estar a la altura. – Shaoran se dio cuenta entonces de que estaban hablando en la puerta y de que ni siquiera la había invitado a entrar.

Pase. He pedido un par de tazas de café.

Muy amable. Con su permiso. – la muchacha hizo una educada reverencia y entró en la sala no sin antes dejar los zapatos en la entrada, como haría cualquier japonesa educada. Shaoran le indicó su asiento y ella obedeció gustosa.

Así que se llama Matsura, debo decir que me suena familiar.

No me cabe la menor duda señor Li. En realidad nos hemos visto con anterioridad. Pero no es de extrañar que usted no reparara en mi presencia.

¿La he visto entonces?

Ayer en la noche, en el restaurante Novuko. Atendí su mesa.- los ojos de Shaoran Li se fruncieron levemente.

¿Usted es la joven con la que salió ayer mi socio?

Así es señor. El joven Hiraguisawa fue muy amable conmigo.

No me cabe la menor duda de su "amabilidad".- Pero toda la amabilidad de Shaoran Li había parecido desaparecer en ese instante, tal y como la joven había previsto. – Así que tras la maravillosa velada de anoche decidió ponerse en contacto con la dama Li por si yo necesitaba de los servicios de una conductora? Me temo que esto no es una casa de citas señora Matsura. Si lo que quiere es acercarse a Eriol va equivocada.

Yo no llamé a la dama Li señor. Mi abuela me dio el recado de su llamada en cuanto llegué a casa y tratándose de la señora Li no podía negarme. Además de que realmente fue estimulante trabajar para su madre en el pasado.

¿La llamó ella?

Así es señor.

Eso lo corroboraré luego. – la muchacha se dijo a si misma que en cuanto saliera de ese despacho enviaría un mensaje a la dama Li.- En ese caso supongo que no hay problema y de que puede trabajar para mí durante mi estancia. ¿Podrá combinarlo con sus estudios?

En realidad estoy en una pequeña pausa. Necesito trabajar para pagarme la carrera. Nací en una familia muy humilde así que jamás me atreví a pedirles que costearan mis estudios. En estos momentos me he quedado sin fondos y este año lo estoy dedicando a lograr el dinero necesario al menos para la matricula de mis dos próximos años. Creo que trabajar para usted me lo permitiría señor Li.– Shaoran levantó una ceja.

En ese caso supongo que podré disponer de usted las 24 horas del día mientras dure mi estancia.

Por supuesto señor.

Bien. Se alojará en una habitación de este hotel. La quiero disponible al instante y no se me ocurre forma más rápida. – El señor Li cogió entre sus manos la taza de café que unos minutos antes había traído el servicio del hotel. – Debo decir señorita Matsura que a pesar de venir recomendada por mi madre no me ha comentado nada sobre sus habilidades.

¿Habilidades? ¿Se refiere a mis hablididades como conductora señor Li?

Si no sabe a lo que me refiero no importa.- la muchacha sonrío ante el gesto de fastidio en la cara de Shaoran. Este pareció sorprenderse por su reacción ya que pocas veces tras hablar de forma ruda como ahora la persona frente a él sonreía.

Si poseo magia señor Li si es a eso a lo que se refiere.

Bien. Muestre-la entonces. Haga presente su aura.- la muchacha sonrió de nueva cuenta al jefe del concilio y sin necesidad de cerrar los ojos dejó escapar parte de su poder. No sería conveniente que el señor Li descubriera que tenía potencial.

Nivel medio-bajo. Supongo que para un conductor no necesito más. Esta bien, el trabajo es suyo siempre y cuando mi madre corrobore todo lo que ha dicho.

Gracias señor Li.

Se instalará mañana a las 9.00 en la habitación del fondo del pasillo.

¿No es demasiado lujosa señor?

El dinero jamás ha sido problema para un Li. – El joven miró la reacción de la muchacha ante él y se sorprendió al no ver codicia o celos en sus ojos. – No se preocupe por la habitación, de eso me ocupo yo. Ahora si me disculpa tengo cosas que hacer y deduzco que usted también.

Así es señor. Le agradezco la oportunidad.

No hay nada que agradecer, sino que probar. Confío en que estará a la altura.

Lo intentaré.

No lo intente, hágalo o no lo haga, pero no lo intente.- la muchacha sonrío por la frase y simplemente asintió con la cabeza dando un último sorbo a su taza de café. Se levantó con cuidado e hizo la última reverencia. Como era de esperar el señor Li no la acompañó hasta la puerta ni se despidió de ella con algo más que un golpe de cabeza. Así que Sakura se colocó sus zapatos cuidadosamente. Estaba por cerrar la puerta tras de sí cuando oyó la voz del señor Li tras su espalda.

Y señora Matsura… no la quiero cerca del señor Hiraguisawa mientras dure su estancia en este hotel. Su relación con él será estrictamente profesional. Si me entero de lo contrario quedará automáticamente despedida.- La muchacha parpadeó un par de veces pero no dijo nada. Asintió con la cabeza y cerró la puerta de la entrada tras de sí con mucha suavidad y haciendo el menor ruido posible, pues no había cosa que molestara más a Shaoran que el ruido.

Sería fácil para ella complacer al señor Li. Al fin y al cabo le conocía como la palma de su mano. Compartió muchas cosas con él en la infancia, durante y tras la captura de cartas. Leía los informes que le enviaban los miembros del triangulo y seguía sus visitas sociales. Shaoran era su mayor objeto de estudio fuera del campo de la medicina. No sería pues gran esfuerzo hacerse con su total confianza.

En la habitación un joven se debatía con su cabeza. No había podido dejar de mirar esos ojos ni por un momento. Nada más sentarse la muchacha había dejado atrás sus lentes y había mostrado ese par de luceros verdes. Era una muchacha, por lo que pudo comprobar, de lo más humilde y pobre. Muy educada y atenta, eso sí, y sin duda con poder mágico útil, aunque no sabía su especialidad. Pero al fin y al cabo era un sirviente más de la casa. Con unas piernas perfectas y una sonrisa de ángel, pero servidumbre al fin y al cabo. Trago saliva y volvió a su tarea. La joven Matsura iba a traerle algunos dolores de cabeza si se había acostado la noche anterior con el loco de su primer asesor, pero por alguna razón quiso ponerla a prueba. Quizá por el suave maquillaje de su rostro o el tentador sonido de su voz.

Creo que paso demasiadas horas con Eriol...

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Ciudad de Tokyo;

La muchacha caminaba llamando la atención de todos los hombres a su alrededor, pero eso no le importaba, se había acostumbrado con los años y sinceramente ya se había convertido en una rutina. La melena castaña ondeaba con su caminar apresurado y las gafas de sol apenas eran necesarias con el cielo tan tapado que se había puesto. El teléfono móvil de su cartera empezó a sonar y dio gracias a dios porque no lo hubiera echo durante su entrevista, pues la música jovial y alocada que llevaba no era precisamente una buena carta de presentación.

Moshi, moshi.

¿Sakura?

¡Hola Tomoyo! Me alegro de oírte.

Y yo amiga, pero creo que vas a tener que hacer algo más que oírme.

¿A que te refieres?

Zhang me ha puesto al corriente de todo y creo que tendré que matarte.

Vamos no seas exagerada.

¿Qué no sea exagerada? ¿Estas trabajando bajo las ordenes de Shaoran Li y me llamas exagerada?- Sakura dejó escapar una carcajada dejando anonado a un chico que pasaba por su lado.

Cosas que pasan.

Y dime. ¿Esta realmente tan apuesto como dicen?

Más amiga. Debo decir que es todo un gustazo para la vista.

Vaya, vaya… debe ser muy raro para ti después de tantos años y de haberle conocido de niño. Al fin y al cabo, podrías decir que has tenido enamorado al jefe del Clan Li.

Eso fue hace mucho tiempo, ahora ni me reconoce.

Eso es por el conjuro que usas. ¿por qué usas un conjuro confundis no?

Si… eso me ayuda. Pero no sirve con Shaoran Li concentrado. Supongo que los años han ayudado mucho más. Al fin y al cabo ahora llevo el pelo muy diferente y mis ojos no son tan claros ni tan grandes como antes. Tengo caderas y pecho y unas piernas bastante largas. Suficiente distracción para un hombre como para fijarse en mi cara.

Jajaja, cariño, estas loca. ¿Cuándo nos veremos?

¿Estas en Tokyo?

Desde ayer. Aunque me temo que tendremos que ir con cuidado de que no nos vean juntas pues a mí si me reconocería.

Cierto, se encontraron en un evento social. ¿No?

Sí, cosas de mi madre. Realmente estaba guapo en esas fechas, pero dicen que ahora es un regalo para los ojos.- la muchacha volvió a sonreír. – En fin. ¿Cuándo tienes un momento para una vieja amiga?

Pues en realidad ahora necesitaría tu ayuda. Debo comprar ropa que encaje con el nuevo trabajo que muy dignamente me he conseguido.

¿Ya eres buena conductora?

La mejor. Gracias a dios es algo que se me da bien.

¿Pero has llevado alguna vez una limusina?

Pues no, pero si un trailer. ¿Te recuerdo los tres meses locos que pasé trabajando con la coca cola?

No hace falta, los sufrí de lleno. Pensé que te matarías con esa pedazo de bestia que te hacían llevar.

Tan fina en ocasiones y tan bruta en otras.

Va, no me vengas con tonterías. Esta decidido. Vamos de compras en la tarde. ¿Tienes dinero?

Yo no, pero la organización sí.

Entonces nos lo pasaremos bien.

No te pases que no puedo parecer muy rica. Además…solo necesito un uniforme… el coche evidentemente lo pondrá Li.

Lo raro es que no ponga el uniforme.

Pues no lo ha concretado, pero creo que no. Además de que me sentiré más cómoda con algo que elija yo.

Bueno… de todas formas no importa. Compraremos un par. Al menos mientras tanto.

Me parece bien. ¿En el templo a las cinco y media?

¿Llegarás?

Nena, llevo mi BMW.- una gota bajó por la frente de Tomoyo.

Sólo espero que no mates a Li.

Sakura sonrió de nueva cuenta y se despidió de su amiga. Ahora le quedaba la tarea más difícil; soportar a Li y a Hiraguisawa de nuevo.

Hotel Seiyo Ginza Tokyo; habitación 350 – 9.00 de la mañana del 5 de Mayo de 2005

Espero que se encuentre cómoda señora Matsura.- La muchacha giró sobre sus talones al oír la voz del muchacho tras de si. Estaba atareada ordenando todas sus cosas, aunque a decir verdad, no eran muchas. Sonrío como cuando niña al ver a Eriol en el umbral de la puerta de su nueva y hermosa habitación de hotel.

Muy cómoda señor Hiraguisawa. ¿A que debo su visita? ¿Necesita que le lleve a algún sitio?

Pues en realidad no. Sólo quería hablar un ratito con una hermosa dama.

Me temo que no dispongo de tiempo y además el señor Li ha sido muy explícito en mis obligaciones y estas excluyen cualquier relación no profesional con usted. – Eriol sonrío gracioso y ella no pudo más que responder de la misma forma.

¿Te ha puesto una orden de alejamiento?

Me temo que así es.

Este Li, jamás me dejará divertirme.

Dudo que te pierdas muchas diversiones por su causa, tú jamás te pierdes una.

Eso amiga mía, es cierto.- Hiraguisawa miró la habitación de hito en hito y tras comprobar que no había nadie cerró la puerta tras de sí.- Dudo que te haya traído aquí la casualidad. ¿Qué te ha traído a la boca del lobo?

No quiero hablar de eso aquí Hiraguisawa.

¿Lo harías en otro sitio?

No. – El muchacho sonrío complacido por una respuesta que evidentemente esperaba. Su mano acarició suavemente la larga melena castaña . Sakura sonrío por el gesto. A pesar de los años y los miles de insultos hacia Hiraguisawa de parte de Tomoyo, ella le quería mucho. Se escribían una carta mensual desde los once años, aunque eso es algo que jamás dirían en voz alta.- ¿Debo recordarte la orden de alejamiento?

Creo que tendrás que recordármela a menudo…soy muy olvidadizo. – Sakura sonrío alegre. Era agradable tenerle de vuelta. Su talante y su porte aristócrata pero rebelde la hacía sentirse como en casa, de nuevo en Tomoeda, cuando ambos eran un par de niños persiguiendo y transformando cartas de Clow. La mano de Eriol rodeo la cintura de la muchacha y lentamente apoyó la cabeza de la joven en su hombro. Sakura no se resistió. Sus manos encontraron el reposo en el pecho de Hiraguisawa y una sonrisa se dibujó en su rostro.- A pesar de las extrañas circunstancias me alegro mucho de verte linda.

Yo también Eriol, yo también. – Dos golpes en la puerta les separó de su abrazo. Sakura le miró significativamente al notar el aura que aguardaba tras la puerta.- Como me despidan por esto…

Tranquila, negaré todo.- Sakura rodó los ojos y sus labios acunaron con dulces palabras un "adelante" que dio paso a la imponente figura de Li que no tardó en mostrar un ceño más fruncido de lo habitual al ver al joven Hiraguisawa a menos de un metro de la joven.

Veo que esta instalando sus cosas para volverlas a desinstalar señora Matsura. – La muchacha no se intimidó bajo la mirada de Li, cosa que aún le molestó más al joven. Eriol sonrío poniéndose entre ambos y andando en dirección del cabeza de concilio.

Vamos Shaoran, sólo venia a conocer a nuestro chofer para que nos llevara en unos minutos a desayunar por ahí. Me he quedado impresionado al ver a tan dulce dama en vez de un tío vestido de pingüino. Matsura ha sido muy amable al informarme de tu estricta orden de alejamiento y prometo ser bueno para que ella pueda trabajar con nosotros.- Los ojos azules de Eriol buscaron los de ella.- Además…quien causaría motivos para alejar tan hermoso deleite para la vista.

Lo único que verás de la señorita Matsura será su espalda mientras conduzca Hiraguisawa. Guarda el pajarito en los pantalones mientras dure nuestra estancia. No quiero incompetencias del servicio por culpa de tus necesidades.

No creo que sea una conversación digna de mantenerse delante de una dama. Aunque este a tu servicio. – Li frunció de nuevo el entrecejo y miró a la muchacha que sonreía suavemente. Eriol se despidió con una reverencia galante y cerró la puerta tras de si.

Lamento el mal entendido señor Li. Ha sido culpa mía por no haber hablado antes con el señor Hiraguisawa de las circunstancias actúales.

Esta bien. ¿Le gusta la habitación?

Es impecable.

Bien. Saldremos en veinte minutos. La limusina esta aparcada en los garajes del hotel.

Yo me encargo señor Li.

Le dejo los documentos del contrato y una orden de discreción y confidencialidad.

Los leeré en un momento.

Bien.

Shaoran Li salió sin despedirse de la estancia. Un solo fallo y la despediría. No era de su confianza a pesar de venir recomendada por su madre. ¿Una mujer hermosa haciendo de conductora? Parecía demasiado…irreal. De seguro encontraría un fallo en el transcurso del día, tal vez en menos de una hora, y ese sería el momento de decir adiós a la señorita Matsura y a sus bien torneadas piernas.

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Recepción del Hotel Ginza Tokyo;

Buenos días señor Li, soy Edgar Nakago, el gerente del hotel. Me place informarle que la señorita Matsura le espera en la puerta de entrada.

Gracias.

Si necesita alguna cosa no dude en llamarme e intentaré complacerle velozmente.

Si, si…gracias señor…

Nakago señor…soy… el gerente del hotel.- Aún no había acabado la frase que el señor Li ya estaba cruzando las puertas giratorias de la entrada. Estaba acostumbrado al peloteo pero realmente le cansaba. Sus ojos se abrieron un poco al ver a la muchacha que desde hoy era su chofer. Llevaba un hermoso traje chaqueta en color negro de manga larga y corte fino. Los pantalones eran largos hasta pasados los tobillos y apenas dejaban ver los hermosos zapatos de tacón aguja que llevaba la mujer. Bajo esa elegancia había una hermosa camiseta en color verde botella, su color favorito, y una cinta de cuero negro con un colgante de un hermoso tribal de un dragón chino en su largo cuello. El pelo lo llevaba recogido en un rodete muy pulido y sus ojos estaban tapados tras unas finas gafas de sol.

Muy buenos días señor Li.- la muchacha abrió la puerta con suavidad y dejó escapar una sonrisa amable. Shaoran se acercó sin hacer ningún comentario y entró en el asiento trasero. Rápidamente la joven se situó en el asiento del conductor y bajó la ventanilla que comunicaba con la parte de atrás. - ¿A dónde desea ir esta mañana?

Al templo Tsukimiko. – Sakura guardó su sorpresa interiormente y sólo asintió con la cabeza. Encendió el motor que ronroneó elegantemente y abandonó la entrada del hotel.

Shaoran intentaba no mostrarse sorprendido pero le fue imposible guardar su sorpresa al ver que todo estaba dispuesto a sus gustos. El diario de hoy a un lado, un zumo de naranja natural fresco en el minibar y unas galletas chinas que adoraba desde niño. Sin duda alguna su madre había informado de todo detalle a la muchacha. ¿Cuándo lo había preparado todo? La música lenta y melodiosa de Bach no tardó en oírse, ni muy alta ni muy baja, justo a su gusto. Eso estaba empezando a asustarle. ¿Acaso era tan perfecta como parecía?. Intentó olvidar el asunto y concentró su atención en el periódico. Pasados unos minutos que le fueron bastante agradables notó como el coche se estacionaba. Los tacones de la muchacha se oyeron bajo el melodioso toque de Bach y el click de la puerta le confirmó que habían llegado a destino.

Templo Tsukimiko señor.

Bien. Espere aquí.

Por supuesto señor.-

Sakura no se caracterizaba precisamente por ser una mujer paciente, sin embargo nadie lo diría tras esa mascara de impasible tranquilidad. Había sido astuta de coger sus apuntes y uno de los inmensos libros de la carrera pues si una cosa tenía un chofer era tiempo de espera. Shaoran Li llevaba dos horas en el templo y eso no podía ser bueno. Arimi era de su total confianza pero no Li. Levantó la vista de su "interesante" lectura cuando dos presencias, desconocidas para ella, se hicieron notar en el lugar. Con un susurro de sus labios hizo aparecer un escudo sobre ella y el coche haciéndose completamente invisible a ojos de cualquiera, incluso de los de un mago. Encerró aún más su aura, si eso era posible y puso todos sus sentidos en dos caballeros que miraban el templo. Tras lo que pareció una leve conversación, las dos figuras entraron en la estancia. Eso no le gustaba. Guardó los apuntes en el camuflado coche y abandonó la seguridad de su escudo.

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Recapitulemos, usted me dijo que no conocía a la señorita Kinomoto la primera vez que la visité. Ahora me cuenta que sí que la conoció pero que apenas estuvo dos días en este templo, según usted, por trabajo. Y seguidamente afirma no saber nada de ella excepto que era una chica muy dulce. ¿Acaso cree que voy a tragarme eso? Nuestros informes prueban la estancia de Kinomoto en este templo durante al menos cinco meses tras abandonar Tomoeda. ¿Sabe usted que mentir al concilio es un delito?

¿Qué informes?

No es una información que a usted le interese.

Hombre, si afectan a mi templo yo creo que si me interesan. Cómo ya le he dicho la dulce Sakura estuvo aquí dos días. – las cejas de Shaoran Li se juntaron indignadas.

El registro de anomalías de auras demuestra altibajos poderosos en este templo durante un período de cinco meses. Un aura que coincide con la de la señorita Kinomoto en un 86.

A ver si lo adivino, tras esos cinco meses se sentía un poder mucho más superior, pero de un aura completamente desconocida. Ese poder duró al menos un mes y luego, se esfumó tal cual había llegado sin dejar ni tan siquiera un eco. ¿Voy herrada?

Me temo que no.

El concilio apareció a los siete meses de la llegada de Sakura, diciendo que había grandes poderes en este templo y que dichos poderes no estaban registrados en el concilio. Nos pidieron información sobre el aura y a donde había ido el poseedor de dicho poder.

¿Y que mentira le contó usted al concilio para que el caso quedara sellado?

Yo no cuento mentiras señor Li, les dije la verdad.

Ilústreme

Mi nieta es poseedora de un poder muy peligroso señor Li. El de la premonición. Al conocer a la señorita Sakura que poseía un don similar, quizá aún más poderoso, mi nieta empezó a interesarse por su desarrollo. Y expandió sus conocimientos a pesar de que la señorita Kinomoto le dijo que no lo hiciera. Su aura es rosa, muy similar a la de la señorita Sakura, y al ir en aumento, como usted habrá visto en los informes, fue cambiando para luego convertirse en un aura diferente… más…

Oscura.

Sí… Un día ese poder empezó a controlar a mi nieta y su carácter se vio afectado por las miles de premoniciones horribles que caían sobre su mente. Se volvió temperamentalmente inestable y sellamos su poder de premonición al mes de ese cambio.

¿Quién lo selló?

Yo.

Usted no tenía esa autoridad.

Y el concilio ya me penalizó por ello como usted habrá podido notar.

Sí… una condena efímera que no corresponde a los cargos que usted me comenta. En los archivos sólo pone que usted utilizó su magia en público durante un festival de otoño para hacer dinero.

Bueno… es lo que pasa cuando tienes amigos en el concilio.

¿Quién?

Su muy señora madre, Li Ieran.

¿Conoce usted a mi madre?

Por supuesto. – los ojos de Li Shaoran se dirigieron a la puerta, al igual que los de la anciana. – Tenemos visita. – el joven líder del concilio se levantó con cautela y le indicó a la anciana que se quedara dentro. No eran presencias oscuras, pero jamás se fiaba de un mago al que no identificaba. Sus pasos se detuvieron en el umbral donde dos figuras lo miraban con una sonrisa. La primera era la de un hombre mayor de cabello castaño y mirada afable. La segunda la de un alto y fornido joven de mirada austera, casi tanto como la de Li.

Señor Li, no sabía que el líder del concilio recibiera a los clientes de este templo cual vulgar portero.- Li frunció el ceño aún más y se irguió sobre si mismo.

Me temo que debe usted padecer alguna enfermedad terminal para no temer el castigo que se aplica a las personas que ofenden al clan Li. – Una sonrisa cruel apareció en el rostro del muchacho más joven.- ¿Le causa risa a su novato mis palabras?

No soy un novato.

Anda, habla y todo. ¿Le esta instruyendo para que le suceda tras su muy cercana muerte?

Jamás escogería a semejante idiota para sucederme.- Los ojos del muchacho más joven acribillaron al hombre que le acompañaba con profundo odio.

Vaya… un dueto que se aviene. ¿Les recomiendo a la fox?

Ya tenemos un contrato que cumplir me temo. ¿Puede usted ayudarnos en nuestra tarea o esta demasiado ocupado con las visitas del templo?

Me temo que el clan Li no ayuda a gente de su calaña.

Aún no me conoce y ya me juzga… no es digno de alguien de su nivel negar ayuda a alguien que se la pide sin tan siquiera preguntar de que se trata.

No permito las ofensas y mucho menos los desprecios dirigidos a alguien del concilio, concretamente me cabrea si van dirigidos hacia mí. Creo que puedo negarme si me apetece, al fin y al cabo tiene sus ventajas ser el líder del clan.

Esta bien, reconozco que no hemos empezado con buen pie, pero me temo que le interesa escuchar mis palabras.

Me interese o no, no pienso hacerlo sin saber su nombre. Así que si quiere contarme algo será mejor que se identifique y acepte la idea de que será castigado por las leyes del concilio en breve por su falta de respeto.

Vaya… ¿el concilio me va a pegar en el culete? Esta bien… lo aceptaré gustoso. Mi nombre es Nakago Kyosato y el inútil que me acompaña es Ryo Nanda.- otra mirada austera por parte del humillado muchacho.- Venimos de parte de un poderoso clan para dejarle un mensaje.

¿Y bien? ¿Cuál es?- El joven sacó un sobre de un maletín y se lo dio a su superior con malas pulgas.

Me temo que tendrá que leerlo cuando nos hayamos ido. Aquí se lo dejo señor Li, puede hacerle los controles que quiera antes de abrirlo, no posee ningún hechizo o maldición que vaya a causarle daño. – El joven Li se quedó quieto mirando el sobre con cautela.

No pienso cogerlo. Si lo que hacen ustedes es de vulgares carteros me temo que deberán enviarlo directamente al concilio y esperar que pase todos los controles.

¿Y que le llegue tarde toda esta información? Me temo que no podemos permitirnos ese lujo, y usted tampoco.

Si me disculpan les acompañaré a la salida. Creo que ya han pasado cinco minutos de más aquí. – Todos se giraron al oír la voz de la señorita Matsura.

Hermosa distracción tiene usted en el servicio señor Li. – la muchacha en cuestión le miró reprobadoramente, pero manteniendo la calma y su temple.- ¿le gustaría quedar alguna noche señorita…? me temo que no sé su nombre.

Ni lo sabrá. Insisto en que me acompañen ahora mismo a la salida.

Esta bien, esta bien. Tanta belleza debería ser poseedora de mejor educación. – el muchacho miraba lujurioso a la chica, detalle que no paso desapercibido por Li, pero en los ojos del hombre mayor sólo se veía desprecio a pesar de sus piropos. Dejó el sobre en una de las repisas y se dispuso a caminar en dirección a la salida.- Yo lo abriría si fuera usted.

Los dos hombres fueron acompañados por Serena hasta la puerta entre miradas lujuriosas y salieron a paso tranquilo sin más preámbulos. Li, cogió el sobre tras analizarlo pausadamente. Desde luego sus visitas a Tokyo siempre traían contratiempos. Lo guardó en uno de sus bolsillos y se sentó de nuevo.

Algo me dice que debería haberlos retenido.

La ley no funciona así. Debo presentar cargos para mantenerlos bajo custodia.

Le han insultado.

Si…pero me temo que esos cargos no son… suficientes.

¿No abrirá la carta?

Me temo, señora Kurasawa, que lo que yo haga o deje de hacer no es de su incumbencia.

¿Cómo los informes sobre mi templo? – Li levantó una ceja.

Que no detenga a esos hombres por faltarme al respeto no le permite que use ese tono sarcástico conmigo.

Lo lamento señor Li.- una sonrisa juguetona apareció en los labios de la anciana.

Volveremos a hablar señora Kurasawa.

No me cabe la menor duda señor Li.

El hombre giró sobre sus talones y se dirigió a la salida. El coche aguardaba en la entrada con la muchacha apoyada en una de las puertas. Al verlo llegar se apresuró en abrirle la puerta al señor Li.

Creo que la contraté como conductora señorita Matsura, no como guardaespaldas.

Lo lamento señor Li, al verlos entrar me causaron mala impresión y creí que hacia lo correcto al ver su falta de respeto hacia su persona.

Esta bien, no importa. Ha hecho lo que debía. Me gusta que mis empleados antepongan mi seguridad por delante de todo.

Si señor.

Pero la próxima vez espere a que yo decida si pueden marcharse o no.

Lo lamento señor.

Esta vez lo dejaré pasar, al fin y al cabo estaba por pedirles que se fueran cuando usted apareció. Si no fuera porqué su abuela me ha comentado sobre el sello que pusieron en sus poderes de premonición diría que me ya sabía lo que haría.

¿Mi abuela le ha hablado de mí?

Así es y me temo que deberá contestarme algunas preguntas.

¿sobre que asunto, señor?

Sakura Kinomoto.

Continuará…

Comentarios de Autora: Hola!!! Aquí me tienen con una nueva historia! Algo más seria… y más adulta. Espero que les guste y dejen comentarios para que pueda valorar el camino a seguir. Un beso enorme y muchas gracias por su apoyo.