Nota:WAAAA! Sí que me tardé para actualizarlo pero es que ya lo tenía escrito en el word ahaha solo me faltaba no sé, una hoja para este capi y ayer, que ya la estaba escribiendo se me apagó la pc TT lloré como desquiciada y hoy tuve que terminarlo, y decidí que no lemon...
UU si lo hubiera subido ayer, quizás hubiera lemon pero hoy lo pensé mejor y después de leer y ver tanto shonen ai...pff! eso xDD
ojalá disfruten el capi y muchas gracias por lso reviews que me dejaron en el primer capi n.n son bien lindas
Disclaimer: Naruto le pertenece a Kishimoto-sama n.n
Capítulo II
Una semana después…
El Uchiha acunaba al pequeño entre sus brazos. –Vamos Kei-chan deja de llorar…por favor…- rogaba inútilmente pues el pequeño no cesaba el llanto. Miró el reloj: Las 6:15 P.M. ¡Hace horas que Naruto tenía que cuidar del niño! Lo arrulló un poco más pero el bebé no dejaba de llorar.
Un tanto desesperado, optó por cantarle…
-Baby blues, ternura, dulzura…tu calma me cura…baby blues…belleza tan pura… baby blues, promesa futura…baby blues…tu llanto me tortura...pedazo de mi alma, me arrebataste el corazón, como vivo si tu guardas mis latidos…- en cuanto terminó de cantar, el pequeño ya estaba adormilado y en poco segundo se entregó a los brazos de Morfeo. El Uchiha esbozó una tierna sonrisa y dejó al bebé en la cuna. Acarició su rostro con una mano y se dio la vuelta…
-¡SASUKE TEME!- gritó el rubio asustando por completo al otro ninja. El bebé despertó con el grito y nuevamente empezó a llorar.
-¡Eres un dobe Naruto!- El Uchiha le dio un golpe en el pecho y se regresó a tranquilizar al pequeño.- Tranquilo Kei-chan…solo es el dobe de tu papá Naruto que no sabía que estabas dormido…- el bebé calló de repente y le dirigió una de esas miradas dignas del Uchiha al rubio.
-Vale, teme…en serio, deja de enseñarle esas miraditas. No me gustan nada dattebayo… ¡hasta siento que me odia!- el rubio tenía dos lagrimones en sus ojos y dio la media vuelta saliendo de la habitación del pequeño, no sin antes agregar.- Teme… ¿por qué no le cantas otra vez? Así se dormirá más rápido…-
Sasuke le aventó un kunai que el rubio apenas pudo esquivar.
Días después…
El Uchiha menor estaba sentado frente a la cuna del pequeño –cuna que antiguamente había sido de él, así como las sábanas y las almohadas, los juguetes y en fin, todo lo que se hallaba en la habitación había pertenecido a Sasuke- y lo miraba dormir, tranquilo, ajeno a todo.
Sasuke pensaba en Naruto. Tenía días excusándose de no poder cuidar al pequeño por que tenía muchas misiones. Y…el Uchiha no se lo creía nada. Algo tenía que estar mal. Por que Naruto era el que deseaba tener a ese pequeño con él ¿no¿Por qué al final Sasuke parecía más su padre?
-Naruto…- suspiró. Kakashi aparecía en la ventana de la habitación del pequeño.
-Hola- saludó alegremente.- he venido como te prometí.- se bajó del marco de la ventana y miró al bebé descansar.- Vaya…parece un angelito.- le sonrió al niño dormido y dirigió su vista a Sasuke.- Venga. Puedes irte.-
El pelinegro asintió y salió sin hacer mucho ruido. Iría a hablar con Tsunade y a gritonearle por qué a Naruto le daba tantas misiones y a él ninguna, si se supone que su prioridad de ellos dos era cuidar del pequeño Kei-chan.
Llegó con la Hokage y salió de allí casi de inmediato. Lo que le dijo la vieja no había sido agradable escucharlo.
-"Pero si yo solo le di a Naruto esa misión en el país del viento…ni una más desde aquel día…"- El Uchiha mordió su labio inferior. ¿Por qué le mentía aquel rubio?
Su respuesta venía caminando con…
¿Neji de la mano?
-¿Qué demonios es esto Naruto?- gritó exaltado, sorprendiendo a todos los que pasaban por allí.- ¿Qué mierda te crees que haces con este idiota?-
El rubio se había cruzado de brazos y encaraba a Sasuke.- ¡Pues es que estoy con Neji dattebayo!…-
El mundo de Sasuke se detuvo por un segundo. No atinaba a pensar, decir o hacer algo razonable, como matarlos, por supuesto…pero estaba congelado, no se lo esperaba de aquella manera…no de Naruto.
-Así que estas eran tus misiones…- comenzó a reír, una carcajada sarcástica…una carcajada que se la regalaba al destino, por ser tan podridamente miserable con él.- No quiero verte por mi casa.- dijo Sasuke parando su risa de pronto.
-¡Yo quiero estar cerca de Kei-chan dattebayo!- gritó el rubio tomando del cuello de la camisa al pelinegro.- ¡No puedes prohibirme que lo vea¡Él es mi hijo!-
-No es hijo de ninguno de los dos.- contestó fríamente el Uchiha.- Y aún así, aunque lo fuera…padre es el que cría. Y yo me la he pasado, noche y día cuidando de él.- caminó pasando entre Naruto y Neji, empujando al último con el hombro.
El Uchiha iba destrozado.
Pasaron las horas. Sasuke llegó a su casa y subió a ver al pequeño. Pero ahora, en lugar de Kakashi, Naruto lo veía enojado, sentado en la misma silla que el moreno había estado sentado.
-¿Ya estás despierto Kei-chan?- hizo la pregunta a propósito por que el bebé no podría contestársela y por ignorar a Naruto.- Kei-chan…- le acercó el biberón al pequeño, que lo tomó entre sus manitas y empezó a chupar. Sasuke medio sonrió.
Ese niño era un alivio, por que así no le dolía tanto hacerse el duro ante el rubio, que aún lo seguía con la mirada.
-¿Es que piensas ignorarme toda la vida, teme?- preguntó Naruto, cerrándole el paso a Sasuke que ya pretendía salir de aquella habitación.
-¿Es que pensabas mentirme siempre, dobe?- clavó su negra mirada en las sorprendidas orbes azules.
-Disculpa. Pero tu… ¡fue tu culpa dattebayo!- gritó el rubito y unas cuantas lágrimas se asomaron en su rostro.- ¡Nunca lo ibas a entender¡Por qué todo el mundo piensa que tu piensas que soy un monstruo!-
Uchiha Sasuke explayó sus ojos.- ¿quién…decía eso…¿Todos¡Es que eres un mentiroso Naruto!- le soltó un golpe en la mejilla y lucía algo afectado. Sus orbes negras se cristalizaban con cada segunda que pasaba, hasta que una lágrima rodó por su mejilla.- ¡Lo que sabe todo el mundo es que estoy enamorado de ti!- le gritó fuera de sí, empujando a Naruto con todas sus fuerzas.- ¡Usuratonkachi!- grito nuevamente, mientras el rubio lo regresaba a su lugar jalándolo por el brazo.- ¡Suéltame imbécil!- forcejearon un rato, hasta que Naruto perdió la paciencia y tuvo que golpear en el rostro al Uchiha.
-¡Tenemos que hablar Sasuke baka!-
-Yo no tengo nada que hablar contigo do…-
-Dobe.- intervino una tercera vocecita y ambos shinobis voltearon hacia la cuna del pequeño Kei-chan que los veía seriamente.
-¡KYAAAAAAAAAAAAH!- Gritó Naruto corriendo a abrazar al arisco bebé que hacía caras cuando el rubio lo apretaba contra su rostro.- ¡Hablas¡Dime dobe otra vez!-
Sasuke cerró los ojos. Suspiró.
Definitivamente, no pasaría más tiempo con el bebé. Se le estaban pegando sus malas costumbres…sus miradas…sus palabras…
Pero luego sonrió.
Kei-chan era el hijo perfecto. Era como él. ¡Gracias a Dios que no había salido como el dobe! Aunque no fuera hijo de alguno de ellos, pero la personalidad era parecida.
-Dobe…- volvió a decir el pequeño y Naruto lo estrujó aún más.
El Uchiha menor salió de la habitación con una sonrisa entre los labios. Ese pequeño como esa simple palabra había detenido una pelea que ya se les estaba escapando de las manos.
Caminó a su habitación y se dejó caer sobre la cama.
Aún tenía que pensar lo de Naruto y Neji.
Neji…
-Hn…- murmuró enojado, enterrando la cabeza en la almohada. Estuvo unos minutos en silencio, hasta que el rubio ingresó a su habitación sin bebé en las manos.
-Se quedó dormido en mis brazos después de decirme dobe como quince veces…- informó el kitsune sentándose a la orilla de la cama de Sasuke.- Discúlpame teme. Sé que debí decírtelo antes pero…el sello se estaba debilitando y no quería ser una carga para ti. Por eso busqué ayuda con Neji…-
¿Qué?
¿No estaba con Neji?
¿Solo era el sello del Kyuubi?
-No se como pude pensar eso…- se regañó así mismo el Uchiha, abalanzándose contra Naruto y envolviéndolo en un abrazo.- No me ocultes cosas dobe…me dolió mucho verte allí con ese tipo…de la mano…-
-Llevábamos prisa, Sasuke. No te preocupes…- le devolvió el abrazo al azabache.- Teme…lo que dijiste hace rato… ¿es cierto?-
Sasuke se tensó. Pero ya lo había dicho. Estaba enamorado de Naruto. No podía negarlo ahora.- Sí…es cierto…- susurró débilmente.- Te…amo, Naruto…por eso reaccioné así cuando te vi con Neji…discúlpame, usuratonkachi…-
Naruto esbozó una traviesa sonrisa y acercó su boca al oído del Uchiha.- Pues entonces tendré que lidiar con que eres celoso…Sasuke…- e introdujo su lengua en el oído del otro.
-¡Ahhh¡Dobe!- gimoteó el Uchiha aferrando sus manos a la espalda del kitsune.- No…no hagas eso…que…-
-¿Qué que?- dijo el rubio en un susurro cargado con tinte erótico.- ¿Qué te pongo?-
-¡Por supuesto que no!- contestó ruborizado y totalmente aterrado el Uchiha, apartándose del rubio.- Estás mal de tu cabeza, dobe…-
-Claro.- contestó simplemente el rubio, tomándolo por la cintura y acercándolo a él nuevamente.- No dejaremos esto aquí, teme…- y sin más, tiró a Sasuke debajo de él y comenzó a succionar su cuello, mientras sus manos trabajaban quitándole las molestas prendas. El rubio terminó de quitar la playera del otro y pellizcó uno de sus pezones.
-¡Ahhh¡Naruto!- gimió el otro revolviéndose en la cama.- ¡Dobe…¡Sigue…!-
Naruto medio sonrió y siguió con su trabajo. Bajó en un sendero de besos por el abdomen del Uchiha y bajó lentamente los pantaloncillos negros del Uchiha, junto con ellos, la ropa interior de este.
Admiró la completa desnudez del azabache y se relamió los labios en un acto completamente sensual.
Sasuke lo notó y desvió su mirada, estaba avergonzado. Justo cuando Naruto estaba a punto de iniciar a besar al amiguito de Sasuke, el llanto de un bebé los alertó.
-¡KEI-CHAN!- gritaron ambos.
Continuará...