- ¡¿Q…?!

Logré tapar mi boca antes de soltar el grito y atraer a la chusma.

Nos encontrábamos en el jardín de la casa, junto a Itachi, el niño gritón y la otra mocosa, que no paraba de mandarme miradas. Ellos estaban en parte del entrenamiento, meditando a unos diez metros de allí.

"¡No, esto debe ser una…!"

Miré a Hinata-chan con esperanzas que me dijera que estaba bromeando; sólo encontré ojos avergonzados pero sinceros.

- Lo lamento, Sasuke-kun. Yo debí haberte advertido sobre ello, pero no…supe como decírtelo en esos momentos.—bajó su mirada—Creí que no pasaría nada si te lo explicaba todo junto hoy, pero…

- No es tu culpa, así que no te disculpes.—le dije mirando hacia Itachi, quien observaba de reojo, algo molesto porque no podía escuchar de lo que platicábamos—¿Y mi hermano?

- No. Sai ya no es fértil, no puede concebir ni procrear.

- Comprendo.—me quedé mudo por unos momentos—Dime todo lo que deba saber entonces.

La noticia me cayó…no me asusté, no me enojé, no me…simplemente me cayó sumamente extraña.

Por vivir en el mundo de los Shinigamis estaba acostumbrado a verlo, incluso había tenido que soportar los antojos de Naruto en dos ocasiones, y ahora…

ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE (FINAL).

- ¿Ah? Claro que no ttebayo, no estoy embarazado.—me respondió extrañado.

- Usuratonkachi, hablo de mí. "¡Encima…como si fuera fácil decirlo, viene y escucha para la mierda!"

- ¡Ah, clar…! ¿Qué rayos?

La próxima hora me la pasé explicándole todos los cambios que mi nueva condición me otorgaba. Pero claro que lo que más le impactó fue el de mi sexualidad.

- Entonces…—sus ojos azules no paraban de mirar con horror mi abdomen.

- Oye, yo tuve crisis de extrañez cuando me enteré de ambos embarazos pero no creo haberte hecho un rostro como ese.—mascullé enfadado.

- Es que…es que…¡Dime que aprenderás a volver a tu forma real antes de que se te note!

"Sí, él se sigue sintiendo pedófilo."

Negué internamente antes de darle la verdadera "buena nueva":

- Relájate, la gestación sólo durará dos meses y no tendré barriga. Pero…—me quedé callado, ya comenzaba a enojarme otra vez.

- ¿Pero qué?

- Debo dar a luz en el mundo de los Seres Superiores.

Él se quedó callado por bastante rato, sólo se sentó en el borde de la cama y murmuró una disculpa. Aquello fue la gota que derramó el vaso para mí.

- ¡Oye, Naruto!

La voz de Etsuko me despertó en el acto. Me desperecé un poco, pero el sueño me ganaba. Luego de que ella me tirara de su cama, no tuve otra opción que levantarme.

- ¡Que yo salga a la noche, creo que no es motivo para que me usurpes la cama para vigilar a qué hora…!—sus palabras se detuvieron al ver mi semblante seguramente; allí su enojo se triplicó—DISCÚLPATE.

- Lo sé, tengo que hacerlo, es que…debí actuar menos…como yo, cuando me dijo sobre su embarazo.

Bien; ni que decir que esa noticia hizo que se enojara hacia el infinito y más allá. Ciertamente a veces creo que ella sería capaz de cortarme en trozos y todo por culpa de Sasuke que la malcrió cuando niña con todos esos…modismos Uchihas.

Luego de una amena charla de padre a hija, ella optó por hablar con su otro padre. Yo lo hice después y para mi sorpresa fue demasiado fácil el que me perdonara, supuse que Sasuke estaba cansado o luego intentaría matarme mientras dormía; opté por dormir dos días más fuera del dormitorio.

"No creo que Sasuke necesite saber nada de esa extraña profecía y demás, de momento. Ya le diré en más adelante."

Sin embargo, cuatro días después, en una reunión que tuve con los Bijûs, con ellos se encontraban dos sapos ancianos, los cuales me felicitaron por haber cumplido con mi destino. En definitiva mi gran misión era embarazar a Sasuke.

Técnicamente los Seres Superiores no se pueden mezclar con otras razas, pero en nuestro caso eso fue posible porque teníamos algo en común, aunque ya esa parte de nosotros no existiera: ambos habíamos descendido de Humanos y estos, por muy débiles que parezcan…Verdaderamente no hay una gran brecha que los separe de los Superiores, por esa razón Kyuubi no había notado que el Uchiha que conoció tiempo atrás no era un Humano corriente.

Desde un principio todo esto había estado planeado; aunque bueno, de eso se trata el destino, ¿verdad?

"Cuando Sasuke se entere me mata dattebayo."

¿Y con qué finalidad fue todo esto?

Cuando pregunté ya había sido demasiado tarde. Tanto los Bijûs como los dos Sapos Sagrados estaban ebrios y cantando.

Pero no me importó mucho. Nunca he sido muy curioso, además en mi mente habían comenzado a rondar pensamientos de cuando era niño hasta la actualidad. Me sentí triste al principio, por no poder recordar a mis padres, pero a medida que fui avanzando y luego llegué a cuando Sasuke entró a mi vida…

En cuanto llegué a casa, no me contuve y lo asalté mientras dormía; por suerte ya hacía dos días que había aprendido a mantener su forma real, pero no que pudiera mantenerla por siempre.

A pesar de que era la real, los Seres Superiores adoptaban forma de niños para descansar sus fuerzas y también para contenerlas. Cuando estaban afuera de su mundo no era seguro para otros que estuvieran por allí con su forma verdadera.

- Ni lo pienses, no pienso correr el riesgo de tener gemelos.

- ¿Eso es posible?—luego recapacité que mi voz había sonado demasiado interesada.

El entrecejo de Sasuke no tardó en fruncirse por completo, antes de que me saltara encima.

Pasado unos minutos de "batallar", él se ganó los honores de ser el activo.

Cuando se posicionó sobre mí, llevé mis manos a su rostro. Él seguía siendo luciendo igual, descartando sus ojos rojos, y su comportamiento seguía siendo básicamente el mismo, pero había algo…

"Allí otra vez esa mirada de angustia."

Sí, yo le ocultaba aún sobre eso de la profecía, pero él también me ocultaba algo.

- ¿Qué sucede?—me preguntó él de repente, haciendo que mis profundos pensamientos se cortaran.

Eso hizo que me molestara conmigo mismo. No me había dado cuenta de mi ensimismamiento; lo que menos quería era preocuparlo.

Aquello…aquello me frustró bastante. Y no hablo del cambio en sí, sólo de un 'pequeño' detalle de éste.

Tener ojos distintos no era tan malo, descartando el que estos pudieran ver ahora incluso hasta el espíritu de las plantas y escuchar su voz. No sé que fue peor, si descubrir que mi planta de tomates me miraba con deseo…o que los gnomos roba-calzones realmente existen. (Aka: Puede que eso les suene de South Park, well, son gnomos y roban calzones XD)

Luego con mi cuerpo…

Estaba conforme de poder volver a ser adulto nuevamente. Me frustraba saber que no podía quedarme así para siempre, pero podía soportarlo.

Sin embargo, lo más problemático en mi nueva raza no era eso.

- No sucede nada.—mentí.

Intenté seguir disfrutando del momento y no pensar en eso, pero me fue inútil.

Cuando Hinata-chan me lo dijo, el mismo día que me comunicó de mi estado, fue…

El embarazo me causó extrañeza, pero lo otro fue vergonzoso.

No que me diera vergüenza estar enamorado de mi dobe, pero saber que nunca me podré enamorar de nadie más fue…demasiado empalagoso.

Porque los Seres Superiores sólo pueden amar una vez y si algo le llega a pasar a su pareja o ser amado, automáticamente anulan el sentimiento de sentir ese tipo de amor por otros para no sufrir, debido a que su existencia es prácticamente eterna.

No. No creí conveniente decirle eso nunca a Naruto.

"Además…hoy es hoy, mañana será mañana. Es absurdo preocuparse por las cosas que todavía no han ocurrido."

Sonreí tranquilo. Disfrutaría de él hasta el resto de sus días y luego…


Aka: Se, eso, fin =DDDDDD *huye*

PD: Gracias por leer y espero que se entienda bien ahora hacia adonde apunté eso de "enamorado" en el titulo xD Well, me gustan los finales abiertos y con toque de angst :P