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Atrapada
2
(No sabía que las hormonas y la irritación eran tan mala combinación hasta ahora.)
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—¿Qué? —los ojos verdes de la aludida se abrieron con sorpresa ante aquellas palabras.
Cuando por fin pudo reaccionar, le pareció que en los momentos anteriores estuvo en algún tipo de trance, ya que ni siquiera había reparado en cómo Sasuke se había inclinado sobre ella y – después de dejar libres sus labios hinchados – parecía haber encontrado una nueva diversión en la delicada piel de su cuello.
Sólo cuando sintió una ligera lamida seguida de un mordisco nada sutil, la chica pareció reaccionar y el aire volvió a oxigenarle el cerebro a la vez que el corazón volvía a latirle. Y como si su sistema hubiese querido matizar aquel paro momentáneo, sus mejillas se sonrojaron violentamente y su respiración se volvió tan irregular como la de Sasuke.
¿Es que acaso no había sido su imaginación? ¿Sasuke realmente acababa de decirle eso?
Su asombro era tal que apenas había notado que, efectivamente, el chico estaba llevando acabo su amenaza de ultrajarla y abusar de ella (y si ella estaba de acuerdo o no con ese ultraje, no cambiaba en nada las cosas con Sasuke). Además, prácticamente había tomado tan sólo unos instantes para que el chico la desnudara casi por completo y comenzara a besarla y acariciarla como un salvaje.
El rubor de sus mejillas se intensificó; porque ella no era pervertida (joder, si podía contar con los dedos de una sola mano las veces que había estado con un chico), pero no dejaba de ser una adolescente con las hormonas a flor de piel—hormonas que prácticamente le rogaban que dejara que el chico hiciera lo suyo, sin contar que el chico en cuestión era condenadamente atractivo.
Y, realmente, ¿qué tan grave sería si solo se dejara llevar por él y…?
Se abofeteó mentalmente ante ese loco pensamiento. ¿Pero qué rayos le sucedía? ¡No estaba nada bien lo que estaba ocurriendo!
Todo era muy confuso; en un momento estaba en medio de una pelea en una aldea lejana, y al otro momento se encontraba semidesnuda compartiendo una cama con Uchiha Sasuke—un Uchiha Sasuke totalmente fuera de personaje que repentinamente quería abusar de ella en todos los sentidos posibles de la palabra.
Rodó los ojos. Y si Sasuke no la hubiese estado sujetando, se habría llevado una mano a la cara en señal de su inmensa estupidez. Es que no podía creer que a pesar de la situación en la que se encontraba, fuese capaz de pensar y meditar sobre todo eso mientras era vilmente ultrajada por su compañero de equipo. Y seguramente el Uchiha había pensado lo mismo que ella, ya que había detenido sus caricias y ahora la miraba directamente a los ojos.
La chica reparó en que aún tenía el Sharingan activado.
¿Acaso era un reflejo involuntario de los Uchiha, de cuando estos se encontraban excitados?
—Joder, Sakura —las palabras de Sasuke y su cálido aliento rozándole la oreja parecieron sacarla de sus repentinas cavilaciones—. Me pones las cosas tan fáciles que ni siquiera puedo disfrutarlo. Siendo kunoichi deberías como mínimo intentar castrarme, pero sólo te quedas ahí, mirando hacia la pared como una idiota y esperando a que yo haga lo que se me antoje, ¿qué mierda pasa contigo?
Sakura tragó saliva. La voz de Sasuke era fría, agresiva, demandante y… escandalosamente sensual.
Su mente aún estaba un poco aturdida, por lo que le costaba asimilar la situación con claridad:
Sasuke y Ella. En una Cama. Prácticamente desnudos.
Y quizás fue la forma en que ordenó la oración, o que la sangre parecía circular por todo su cuerpo otra vez, o el hecho de que Sasuke ya no la estaba besando, pero algo en ella pareció despertar en ese momento. Su cuerpo y sus sentidos parecieron reaccionar de golpe y, haciendo gala de su inhumana fuerza, trató de quitarse al Uchiha de encima. Pero éste predijo la intención de la chica y le sujetó firmemente las muñecas, rodeándole las piernas con las suyas para que no pudiera escapar.
Finalmente estoy consiguiendo una reacción de tu parte,Sasuke esbozó una sonrisa torcida.
Sakura maldijo por lo bajo y levantó la vista hacia él, tratando de demostrarle que ya no estaba nerviosa y que tenía todo bajo control (seguro, pensó). Pero en el momento en que Sasuke clavó sus ojos rojos en los de ella, todo el arrebato de valor anterior fue rápidamente olvidado y reemplazado por un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
Y en esos momentos, no podía definir si había sido de miedo o de placer.
Aunque, sinceramente, a esas alturas ya no sabía ni qué diablos pasaba por su cabeza.
El Uchiha la sintió temblar debajo de él y tuvo que disimular una mueca de satisfacción. Hacía rato que su irritación y enfado con la chica habían desaparecido, y sólo habían vuelto a salir a flote cuando Sakura no parecía responder a su tacto—aunque, para su deleite, sólo habían bastado unas cuantas palabras provocadoras para que ella reaccionara y volviera a ser la misma irracional y agresiva de siempre.
Él ya no estaba enfadado, pero eso Sakura no lo tenía porque saber.
Divertido, notó que podía darse el lujo de entretenerse un poco más con la situación.
Hn, Sasuke le ubicó un mechón rosa detrás de la oreja a la chica, ignorando su mirada enfadada, Vamos a ver hasta dónde aguantas, Sakura.
La kunoichi entrecerró los ojos ante la expresión del chico. Conocía bastante bien esa mirada; significaba que estaba planeando algo y estaba segura de que no saldría nada favorecida. ¿Y por qué Sasuke estaba repentinamente tan interesado en ella? ¡Por Dios, si hace un par de días ni siquiera la soportaba!
Sakura se mordió el labio. Estaba segura de que nunca olvidaría esa noche.
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—¡TSUNADE-BAACHAN! —como de costumbre, Naruto entró a la oficina de la Godaime, causando un revuelo. Kakashi y Shizune entraron después de él, suspirando ante el incorregible comportamiento del chico.
—¿Qué ocurre, Naruto? —preguntó la Hokage aburridamente, sin levantar la vista de los papeles que tenía sobre su escritorio. Tenía demasiado trabajo por delante y era muy temprano como para soportar los berrinches del chico—. Ya sé que acabaron la misión satisfactoriamente, no hay necesidad de hacer un alboroto por eso.
—No es eso —aclaró el rubio, con el ceño fruncido en preocupación—. Sólo quería volver pronto para visitar a Sakura-chan y asegurarme de que se encuentre bien, porque se fue muy herida del lugar. Así que, ¿me puedes decir en cuál habitación está?
Por primera vez, los ojos color miel de Tsunade dejaron los papeles y se clavaron con incomprensión en los ojos azules de Naruto.
—¿De qué rayos hablas, Naruto? Sakura no está aquí. No he tenido noticias de ella desde que todos ustedes dejaron la aldea. Es más, creí que venía contigo y con Uchiha. Y ahora que lo pienso, ese malcriado tampoco se ha presentado ni me ha informado de nada…
La mandíbula de Naruto pareció desencajarse ante aquella información.
¿No se suponía que Sasuke se la había arrebatado de los brazos para traer a Sakura él mismo?
Apretó los puños con fuerza. El teme estaba completamente muerto.
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Sasuke alzó una ceja ante la escena que tenía frente a sus ojos: Sakura, que hace menos de una hora ocupaba casi toda la dimensión de la cama, ahora se había posicionado a la orilla de esta, lo más alejada posible. El rostro del Uchiha se ensombreció gradualmente y su ceño se frunció al ver cómo la chica tomaba las mantas y se tapaba hasta el cuello con rapidez, dándole la espalda. Obviamente, ella estaba dando por finalizada su velada.
¿Cómo diablos se atrevía a dejarlo así? Provocarlo hasta dejarlo tan duro como una puta roca y después, sin más, decidir que ya se había divertido lo suficiente y mandar todo al carajo con querer irse a dormir.
Sin ningún tipo de consideración, el chico estiró el brazo y le arrebató la sábana de encima, haciendo que la kunoichi abriera los ojos con sorpresa y se cubriera su pecho con las manos.
—¿Pero qué diablos te ocurre, Sasuke? —inquirió, indignada por la actitud de él. Y es que una vez que su sentido común había vuelto a ella, se encontró capacitada para reorganizar sus prioridades. ¡Tendría que enfrentarse a una Tsunade furiosísima más tarde! Seguramente su shishou se estaba preguntando en dónde demonios se había metido y por qué no se había presentado a su oficina aún.
Y además debía escribirle un reporte de la misión, que estaba segura de que ninguno de sus compañeros escribiría por voluntad propia.
Y si Naruto no fuera tan—Naruto, no se preocuparía tanto por el informe, pero el chico tenía una caligrafía y redacción digna de un preescolar, sin contar que no era capaz de hacer ni una oración que tuviera sentido. Y Sasuke… bueno, a Sasuke ni siquiera debía importarle el jodido reporte. Sin contar que no estaba en las mejores condiciones para hacerlo.
—Estabas a punto de dormirte. Así sin más. Sin ninguna explicación —le contestó el chico, tan indignado como ella.
Sakura apretó los puños.
—¿Y qué te hace pensar que debo darte explicaciones de lo que hago?
—Que estuvimos a nada de coger y de repente decidiste hacerte la dormida. Y no sé para qué diablos te tapas tanto, si ya te he visto hasta hartarme.
La kunoichi se sonrojó notablemente ante la falta de tacto de sus palabras.
—Eres… ¡eres terrible! —evitó su mirada por un momento. A esas horas, los primeros rayos de la mañana se comenzaban a filtrar por la ventana—. Y no estuvimos a punto de hacer nada. Tú quisiste, pero yo nunca acepté —se cruzó de brazos.
Frunciendo el ceño con fastidio, el Uchiha la atrajo hacia él a pesar de sus protestas y la colocó encima de su pecho, haciendo que la chica quedara completamente recostada sobre él. Si antes Sakura había estado sonrojada, ahora ni siquiera había un color para calificar el tono de sus mejillas.
—¿Qué diablos crees que haces? —trató de zafarse, pero el agarre de Sasuke era muy firme.
—¿Quieres dormir? Pues duérmete, yo te despertaré más tarde —le respondió seriamente, sin dejar se mirarla a los ojos. La sensación de los pechos de la chica presionándose contra su cuerpo era exquisita, pero al parecer tendría que enviar su calentura al carajo en ese momento—. Pero lo harás sólo donde yo pueda estar seguro de que no intentarás escapar.
Al ver que ella abría su boca para protestar ante su decisión, Sasuke la interrumpió.
—Es esto o lo otro —sonrió cuando la chica abrió su boca para protestarle, pero la cerró inmediatamente.
Bostezando y murmurando algo parecido a "bastardo" e "imbécil", Sakura se acomodó en el fuerte torso del muchacho (sin querer pensar demasiado en aquel detalle) y cerró los ojos, quedándose dormida a los pocos minutos. Sasuke alzó una ceja. Eso fue rápido.
Sin ninguna otra alternativa aparente, el chico también intentó dormirse, tomando nuevamente las sábanas olvidadas y las colocó sobre los cuerpos de ambos.
Qué mierda,fue lo último que pensó antes de quedarse dormido. Optó por no pensar acerca de lo sucedido, especialmente acerca de su propio comportamiento. ¿Por qué rayos había dejado que Sakura ganara esa batalla contra él? ¿Acaso se estaba ablandando?
Suspirando, decidió que meditaría sobre todo cuando la chica se hubiese largado de una buena vez e intentó dormirse. Pero en tan sólo unos instantes, se encontraba despierto y sin ninguna pizca de sueño; y es que algo firme y muy suave estaba frotándose contra su torso de manera insistente.
Sus cejas comenzaron a temblar y apretó los puños. Me tienen que estar jodiendo.
¿Acaso esta chica nunca lo dejaría dormir en paz? Concentró toda su ira en el objeto de su insomnio, mientras este dormía plácidamente y lo llamaba entre sueños con su molesta voz—tal como lo había hecho hace un rato. Sólo que esta vez no sólo murmuraba y gemía su nombre, también se movía y se restregaba, estando completamente encima de él.
Sasuke reprimió un gruñido ronco de frustración. La detestaba, realmente.
—Oi, oi —la llamó, tratando de despertarla—. Ya no quiero ser tu maldita almohada, quítate de mí.
Iba a zarandearla al ver que no reaccionaba con palabras, pero un movimiento particularmente brusco y preciso por parte de ella hizo que sus propias palabras se atragantaran en su garganta, y salieran en forma de un gemido mal disimulado.
Demonios,Sasuke notó cómo algo allí abajo estaba endureciéndose otra vez, eso se sintió muy bien. Si Sakura volvía a moverse de esa forma, no sabía qué podría pasar después.
Más frustrado que antes, el Uchiha apoyó la cabeza en su almohada y se llevó las manos a la cara, tratando de relajarse. Se quedó así unos minutos, tranquilizando su respiración y pensamientos; lo último que quería era que Sakura se despertara y lo encontrara en ese estado tan humillante. Y como si lo hubiese invocado con su mente, la chica había escogido justamente ese momento para hacerlo.
Sasuke maldijo mentalmente, optando por hacerse el dormido.
¿Ya se durmió?La chica se restregó los ojos y bostezó ligeramente, tras su pequeña siesta. No pudo evitar que su mirada recorriera cada trozo de piel expuesta del chico, admirando lo atractivo que era. Sus ojos verdes se detuvieron en el cabello desordenado del chico, bajaron por su nariz aristocrática y se detuvieron finalmente en sus labios. Sakura lo dudó por un momento, pero en un arrebato de debilidad, no pudo resistirse en darle un pequeño beso.
Nunca lo sabrá,iba a recostarse en el pecho del chico para dormirse de nuevo, pero un brazo rodeó todo su cuerpo y la obligó a quedarse en dónde estaba. Hizo el ademán de querer decir algo, pero los mismos labios que había probado hace segundos atrás se lo impidieron. Abrió los ojos con sorpresa e intentó quitarse de ahí, pero la otra mano libre del chico la atrajo por la nuca, reprimiéndoselo.
Sakura lanzó un grito que se perdió en el beso y, después de unos cuantos instantes forcejeando, finalmente se dejó llevar por el chico. Se acomodó mejor sobre él, colocando ambas pierna a sus costados y se inclinó más hacia su rostro. Sasuke esbozó una sonrisa contra los labios de ella, a la vez que guiaba las manos hasta su espalda, acariciando toda la piel que estaba a su alcance.
La sintió temblar sobre él cuando sus dedos tocaron el costado de sus pechos. Sakura se estremeció. Cada vez que el Uchiha acariciaba o simplemente rozaba su piel, la chica gemía suavemente y lo besaba con aún más avidez que antes—y aquella era una reacción involuntaria que Sasuke consideraba particularmente placentera.
Aunque, a esas alturas, su autocontrol estaba comenzando a flaquear.
Porque quizás ella se encontraba perfectamente bien así; tan sólo besándose y acariciándose, pero él definitivamente quería más que eso. Imprevistamente, sus manos descendieron de la espalda de la chica hasta su retaguardia, cerrándose sobre ella y apretándola. La kunoichi abrió sus ojos, sorprendida, pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que las manos de Sasuke sobre su trasero empujaron y presionaron con fuerza su cuerpo contra la erección de él.
Eso sólo provocó que exhalara un gemido más agudo.
Sasuke volvió a esbozar aquella sonrisa torcida que tanto exasperaba y embobaba a Sakura a la vez, que esta debió hacer un esfuerzo sobrehumano para aparentar estar enfadada con él por burlarse de ella.
Pero su ceño fruncido y su falsa indignación se desvanecieron de inmediato en cuanto, repentinamente y sin aviso, el chico la estrechó con fuerza entre sus brazos, aunque de forma mucho más delicada y sutil que hace unos momentos. La ninja-médico le envió una mirada interrogante y el Uchiha simplemente suspiró y desvió la vista hacia otro lado.
Cualquier otro punto de la habitación que no fueran los enormes ojos verdes de la chica.
¿Pero qué mierda le estaba pasando? ¿Por qué se había detenido si ella también se estaba dejando llevar?
Sasuke exhaló un suspiro de irritación. La chica realmente lo tenía jodido.
¿Qué diablos me has hecho, Sakura?
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«El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero en lo que concierne a experiencias completas, es una de las mejores.»
—Woody Allen.
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a/n: ¡He aquí la segunda parte! Como ya dije, este mini fic está en proceso de remodelación y reparación profunda. Y como este fic fue comenzado hace muchos años, no está en la misma situación del manga actual y hay cosas que no calzan con él. Y queda el último capítulo que ya está prácticamente terminado y, para cuando lo suba, el rating de esta historia subirá de T a M. Me alegra que les haya gustado.