Disclaimer: J.K. es dueña de estos chicos y la Warner.
Disclaimer 2: Mía la idea y sí alguien la comparte, al menos que me den el crédito que merezco, no soy envidiosa y sinceramente, disfruté mucho haciéndola, espero que estos capítulos finales les gusten.
Notas de la autora: ¡Pueden matarme! Les autorizó… ¬¬ pero con cariño eh… no sé qué decir. Excepto que me sepan perdonar por la metida de pata, pero bueno, ya escribí uno, aquí va el otro.
Dedicatoria: A ustedes por aguantar TANTO tiempo sin leerme. A mí, porque volví a escribir de nuevo. Los quiero.
Ratings: M. Situaciones para mayores, si no eres mayor, léelo bajo tu responsabilidad.
Este capítulo NO fue beteado, perdonen las faltas horrorosas de ortografía.
UNIVERSO ALTERNO
Capítulo 15: Kiss me
Settle down with me
Cover me up
Cuddle me in
Lie down with me
And hold me in your arms
"Kiss me"- Ed Sheeran
Ginny dejo a Draco en la oficina, su corazón apenas había latido en cuanto había puesto un pie en su departamento y se había quedado recargada en la pared casi toda la noche, por eso hoy había llamado para decir que estaba indispuesta y que cancelaran todo de la filmación, al rato tendría a Potter sobre su culo por cancelar algo tan grande, pero sinceramente no tenía ganas de nada, quería quedarse en cama, llorando como una tonta por la confesión que jamás pensó escuchar de boca de aquel idiota.
Porque era un idiota.
Habían tenido el sexo más alucinante y salía con que él también la amaba ¡En que rayos estaba pensando! ¿Y ella? Lo que quería era arrancarse el corazón y tirarlo por la basura, tanto que batallo para construir un muro y no dejarse llevar por nada y termina ahí, en la oficina de Draco, con las piernas abiertas. Para su edad, aquello era una tontería, estaba siendo una niña, esa niña que había llegado a su departamento porque de pequeña se había fijado en Harry, pero esté jamás había puesto una mirada que no fuera de una hermanita pequeña, la hermanita pequeña de su mejor amigo y entonces, había terminado la carrera para demostrar que tenía la capacidad y al conocer a Malfoy, su mundo se había vuelto patas para arriba, ella le había buscado, besado, entregado a él y después él la había desechado como si fuera un envase de agua a la basura.
Sí, tenía todo el derecho de estar en la cama, envuelta entre las colchas y llorando como una idiota. Hasta que su teléfono celular sonó con insistencia, sabía quién era, pero se negaba a contestarle. Renunciaría, eso era lo mejor.
Era la décimo octava llamada que Draco colgaba ¡Que tenía Ginebra para no contestarle! Estaba molesto porque la pelirroja había cancelado la filmación y sabía que tendría a Harry en sus pelotas, aplastándoselas por el dinero que había invertido en eso porque quería ayudar indirectamente a Ginny y está iba a joderlo todo.
¿O él había sido?
No había pegado ojo alguno, primero por lo que había dicho a Ginebra y segundo porque las cosas que había hecho aún no explotaban, iba a pasar de un momento a otro y no quería estar ahí para cuando las cosas pasaran, porque Harry iba a matarlo, seguramente por eso había dicho a la pelirroja que la amaba, que había terminado necesitando todo de ella ¿Le iba a perdonar? Cogió de nuevo el teléfono móvil y marcó de nuevo, esta vez la contestadora le pidió dejar un mensaje.
-Ginny, no seas inmadura y contesta el maldito teléfono. Tenemos que hablar- se quedó callado, luego escuchó el sonido que finalizó la llamada, cerró el aparato, tirándolo en el sofá de su sala, paso la mirada por el lugar, deteniéndose en la fotografía que estaba en una de las mesas, era él con Harry y Ron a su lado, sonriendo, había otra de él con su madre, estaba furioso por su vida, por Ginny y por su familia, ni siquiera pensó las cosas, antes de arrojarlas, estrellando el cristal contra el piso, la lámpara tuvo la misma suerte, quería descargar su impotencia, algo le cortó la palma, pero el escozor solo le sirvió para terminar con todo en esa habitación, las lágrimas comenzaron a escocerle y se tiró en el piso, con las rodillas de soporte.
Esto no estaba pasando, después del desayuno con sus padres y estos despidiéndose para hacer algunas cosas de la Hacienda, la puerta se abrió, revelando a la mujer que había amado, no, la mujer que le había lastimado y no sólo eso, sino que llevaba un vientre abultado, con esa sonrisa ladina que ahora detestaba.
-¿Y esa puta quién es?- dijo cruzándose de brazos, mirando a Harry y luego al pelirrojo que recién había llegado.
-Cuida ese lenguaje, a no ser que te refieras a ti- sus palabras salieron de su boca antes de pensarlas y se sorprendió de haberlas dicho, la mujer frente a él, con esa cara arrogante, solo le hizo una mueca y se burló de él, de nuevo.
-No me digas que es tú novia ¿Creí que buscarías a alguien mejor?-
-Cho, cállate ¿Qué quieres?-
-Hablar ¡No es obvio!-
-Sé que estuviste llamándome y por eso te he dado la oportunidad de hablar, pero no aquí ¡Maldita sea!-
-Harry, creo que…- Ron no estaba seguro que pintaba ahí, así que se disculpó con la mirada y les dejó solos.
-He venido a decir que lo siento Harry, estaba frustrada porque al parecer eras estéril, después de que te deje, yo supe esto y llame pero tu amado padre me dijo que estabas en Australia, así que tuve que pagar para investigar cuando regresabas ¡Lo hice por nuestro hijo!-
-¿Nuestro hijo?- el corazón se le detuvo varias veces. Cho no podía estar esperando un hijo suyo, era imposible. Le estaba mintiendo.
-Mira, tal vez hice las cosas mal. Te dije que no te amaba pero mentí ¡Estaba herida, cariño!-
-No me llames así- gruñó el moreno, pasándose la mano por el cabello, revolviéndolo.
-Mira, me asuste. Tú padre hurgó en mi pasado y no quería, así que le amenace pero no quiso y yo ¡Te deje!- Cho miró a Harry, tenía que convencerlo de que era lo mejor estar juntos.
-¿Mi padre?- aquello era tan ilógico que Harry estuvo tentado de tomarla del brazo y sacarla de su casa.
-Pues esa rara pareja que tienes por padres- Cho destiló ironía, mientras llevaba su mano al vientre –Pero al final, esto no se puede negar ¡Y quiero que te cases conmigo! No daré a luz a un bastardo.
-No estás en la época de bastardos, sí ese hijo es mío, entonces lo reconoceré- Harry tragó saliva, la idea de ser padre siempre había sido un sueño, pero sinceramente ¿Tenía que ser con esa mujer? –Pero no me casare contigo.
-¿Por esa tipa?-
-Por lo que sea, así que largo de mi casa- el límite de Harry había llegado a su fin, iba a ir a buscar a Hermione, hablar con ella y explicarle lo que fuera que su cabecilla había imaginado, iba a confesarle que la amaba.
-Sí haces eso, no sabrás de tú hijo- la sonrisa que le dirigió esa mujer, realmente fue para estremecerlo ¿Dónde había estado la Cho que conoció al principio? Tal vez solo había sido una fachada, esa mujer que tenía en frente, ni siquiera la reconocía.
-¡No lo amenaces!- gruñó una voz, Harry identificó a Sirius a donde fuera sin mirarlo.
-¡Sirius!-
-¡NO! Te vas de mi casa ahora mismo, manipuladora y vividora ¡Eso eres! ¡Largo!- esta vez Remus guardó la réplica de que esa no era su casa, sino de Harry, pero al igual que Sirius, quería a esa mujer fuera de sus vidas.
-Ustedes son los últimos en opinar aquí, sobre todo tú Sirius- Cho le sonrió con bastante desagrado, pasando sus ojos hacia el castaño que la miraba igual que Sirius, sí las miradas mataran, ella estaría fulminada.
-Harry, está mujer miente ¡Ese no puede ser tú hijo! ¿O ya lo olvidaste?- el moreno miro a Cho con todo el odio del mundo, no se acercó porque una mano estaba sujetando su brazo y no quería ser grosero, antes muerto que hacerle a Remus un desplante.
-Un momento ¿De qué rayos está hablando Cho? ¿Sirius?- Harry miró a los hombres que amaba más que a su propia vida, pero aquello no le estaba gustando y menos la mirada evasiva que Remus le dirigió.
-Bien, tal vez… - Remus apretó ligeramente su brazo.
-Sirius… -
-Que lo sepa de una vez Remus- aquello le gustaba menos a Harry, esa mirada, Cho con esa sonrisa arrogante, el cerebro de Harry estaba sumando dos más dos y lo que le vino a la cabeza, fue horrible y sobre todo le lastimaría el corazón.
-Vamos Sirius, dile a tu adoptivo hijo- Cho se cruzó de brazos, mirando alternativamente a ambos hombres.
-¡Maldita sea! ¿Decirme que Sirius?-
Hermione bajó del coche, con el corazón hundido y destrozado. Las lágrimas cegaron su visión, no quería seguir pensando en lo que había visto porque recordar aquella escena solo le traía más dolor, tenía que tomar un poco de tiempo lejos de todo esto, la única forma de conseguirlo era alejándose de la capital y buscar un poco de paz con su familia a las afueras de Londres, tiró su teléfono celular en uno de sus bolsos, preparo solo un poco de ropa, su ropa cómoda y fue por su gato, una hora después, viajaba rumbo a la ciudad donde vivían sus padres.
-Nos divertiremos Crookshanks- murmuró al gato, quien sabía no estaba tan contento viajando en su jaula, iba aprovechar esta semana en casa de su familia, despejarse era lo mejor. Después de todo, Harry nunca le confesó que la amaba y ella tampoco había tenido el valor de hacerlo, tal vez esto era una señal de que no existía tal amor, analizando las cosas con frialdad, nadie podía enamorarse tan rápido, era una tontería y solo pasaba en esas novelas que Luna leía a diario, no existía el amor verdadero, ni el amor a primera vista ¡Ni mucho menos el amor con el sexo! Que tonta había sido al creer que Harry podía amarla teniendo aquella mujer espectacular y embarazada, unos minutos después, comprendió con horror que tal vez ella misma pudiera llevar en su vientre algún bebé, llevo una de sus manos distraídamente, posándola con suavidad sobre su aún plano vientre. La idea de un bebé tal vez no era tan mala, hasta le parecía cómica si ella y Parvati compartían el mismo destino, una sonrisa nerviosa escapó de sus labios. No podía tener ese destino aunque tampoco era la culpa de un posible bebé por no tener protección y sabía que tenía que dejar de pensar en eso, porque la idea sí que la asustaba.
Ron sabía que esto tenía que ser una broma de mal gusto, mira que tener a Cho con ese embarazo reclamando la paternidad de Harry era realmente surrealista. Él sabía que esa mujer era todo menos un ser comprensible, lo poco que la había tratado antes de viajar a Estados Unidos le había dado una idea de lo que podía esconder y ahora, después de tanto tiempo, no se había equivocado. Claro que ahora el problema era mayor, porque su mejor amigo amaba a cierta joven que había salido destrozada, casi se identificó con la mirada dolida de Hermione.
-¿Disculpen? ¿Hola?- Ron alzó la mirada para ver a la rubia, se puso en pie y se acercó a ella -¡Ron!- la muchacha le sonrió tímidamente antes de mirarle a los ojos -¿Has visto a Hermione? ¿Harry? Se suponía que iban a ir a la piscina, pero no han llegado o es que se han escapado de nuevo-
-Creo que tú amiga se ha ido-
-¿Cómo que se ha ido?- Luna sí que se sintió un poco confundida, Hermione no podía haberse ido, a menos que el moreno de ojos verdes le hubiera dicho que no la amaba, pero ella era una persona observadora y sabía que ese par estaba destinado a estar juntos. Leía muchas novelas y estaba segura que jamás una tan extraordinaria como lo que le había pasado a su mejor amiga.
-No sé cuánto te haya contado Hermione, pero hay una mujer del pasado de Harry que ha venido y no son cosas buenas- Ron miró con curiosidad a la rubia, le gustaba mucho ese color tan bonito en sus ojos, ni siquiera pensaba en Jenny cuando estaba con ella, hasta ahorita que estaba analizando porque le gustaba esa joven, no como si quisiera algo con ella, pero le agradaba.
-Me platico un poco, pero ¿Es que esa tipa está aquí?-
-Sí-
-¡Yo sí la arrastró por toda la casa!- la rubia alzó el puño, consciente de que estaba siendo un poco ruda, se sonrojó al ver la mirada divertida de Ron.
-Ponte en la línea-
-Harry, debes entender que…- la voz calmada de Remus, solo le sirvió para enfadarse.
-¡Que se acostó conmigo!- Cho, miró a Harry luego al aludido –Estábamos tonteando, fue esa vez que saliste con Ron y Malfoy, fue un desliz-
Harry no estaba teniendo esta escena en su vida, no podía ser que de pronto aquellas palabras de parte del hombre que jamás creyó que le lastimaría, estaba seguro que Sirius primero se lastimaría a si mismo que a él, pero que equivocado estaba, miro a ese par de hombres, sintiendo el corazón completamente roto.
-Hijo… las cosas- Sirius le miró, con la pena y el dolor, pero Harry estaba seguro que no quería verlo, nunca más.
-No soy tú hijo- no le importó la frialdad con la que esas palabras abandonaron su boca. Ni el dolor que aquel rostro reflejó, no quería saber nada de él.
-Harry, no le hables así a Sirius- esta vez Remus dio un paso más. Desde la mañana que había estado sintiéndose mal, había evitado que Sirius se preocupara por él, pero sabía en el fondo, que tarde o temprano su enfermedad no le daría tregua, él lo sabía.
-Son unos hipócritas-
-Te prohíbo que le hablas así a Remus, en todo caso ódiame a mí-
-¡Basta los dos!- su voz, comúnmente pasiva, impresionó a ambos hombres –Harry ¿Crees en verdad que Sirius iría tras esta mujer? ¿Es que no te das cuenta que es lo que quiere?-
-¿Yo?- Cho sonrió lasciva –Lo único que quiero es que Harry acepté que este es su hijo, no te mentiría Harry, tal vez cometí errores, pero este no es uno de ellos.
-Entiende esto Cho, no voy a casarme contigo hasta que no nazca ese bebe que llevas y sepa con certeza que es mío, de lo contrario-
-¡Harry! ¡No puedes hacerlo!-
-Lo haré, fuera de mi casa y ustedes…- el dolor de Harry se incrementó al ver a ese par de hombres que tanto amaba, mirarlo dolidos. Pero tanto Sirius como Remus no dijeron nada, decidió salir de ahí, buscar a Hermione y decirle lo mucho que la quería con él.
Sirius vio salir a Harry sin decirles nada, Cho seguía ahí, con esa cara de mosca muerta que bien que la conocía, miró a Remus de reojo y este asintió.
-¿No escuchaste bien? ¡Fuera de esta casa!- le gruñó a esa mujer, que le miró despectivamente.
-Es una pena que Potter siga siendo un idiota ¿No lo creen?- y les dejó ahí, con la réplica en la punta de la lengua, Sirius fijó su mirada en la de Remus, sabía y le conocía lo suficiente para saber que Cho había hecho todo con tal de manipularlos, ahora lo entendía.
-Sirius… cuando Harry…- el castaño se mordió ligeramente el labio inferior, no sabía que decir sobre esto, meses atrás, había encontrado a Sirius y Cho en la habitación de invitados de la casa que tenían anteriormente en la capital, había visto la cara de sorpresa al ver a Cho ahí a su lado y mirándole como si hubiera sido un error.
-Moony, yo te juró que no la toque-
Y al principio tal vez dudó, pero poco después, supo que Sirius jamás hubiera lastimado de ninguna manera a su ahijado, su hijo, porque después de todo, ambos le habían criado juntos.
-Me odia, ni siquiera quiere saber la verdad…-
-No lo hace, Padfoot, ya lo verás… -el moreno giró su rostro hacia el suyo, Remus acarició su mano con suavidad, mientras Sirius entrelazaba sus dedos y colocaba la barbilla sobre la cabeza de Remus.
Harry había salido corriendo hacia los establos, se había montado en su caballo y lo había puesto a trotar, llevándolo casi al límite. La idea de buscar a Hermione quedó rezagada en un parte de su cabeza, en estos momentos quería sentir el aire azotando sus mejillas, el dolor de los músculos al tensar la montura de su caballo.
Remus le había dicho que sí realmente desconfiaba de Sirius como para creerle a Cho y ahora, después de galopar varios kilómetros, supo con certeza y dolor, que Cho solo lo había hecho para lastimarlo, sabía que lo que más podía dolerle a Harry era su familia, sus padres como les había llamado pocas horas antes, después de compartir el desayuno. Pero en ese momento, la idea de la traición le había provocado más dolor de lo que hubiera imaginado, aunque el dolor venía ahora, más fuerte después de casi gritarle a su padre que no era su hijo. Cuando sabía, que no era así ¿Cuántas personas podían darle lo que Sirius y Remus le habían dado? ¿La familia de su madre? Desde que Harry pudo hablar y saber de ellos, jamás le habían dirigido ni una palabra, era como si al morir su madre, Harry también lo había hecho.
Bajo del caballo y acarició el morro del animal, recordando vagamente la primera vez que había regresado ahí, con ellos. Cerró un poco los ojos, su primera memoria fue ahí precisamente la primera vez que montó un caballo, fue con la ayuda de Sirius, siempre había cumplido con el rol de padre, al enseñarle la mayoría de las cosas.
"¿Eres mi papá?"
"Siempre lo seremos Harry, siempre"
"O solo Sirius y Remus"
"Moony"
"Bien, puedes llamarnos como tú quieras Harry"
-Maldición- masculló irritado, alzando la vista hacia lo poco que quedaba del día. Pasaría a buscar a Hermione, después regresaría a casa y se disculparía con ese par. Había sido un idiota, tenía que compensar su error –Vamos, pequeño, volvamos a casa- el animal relinchó en aprobación, Harry subió al caballo y tiró para que avanzara de regreso, cuando iba a acercándose, vio pasar una ambulancia y el corazón se le atascó en el pecho.
¡Remus!
Apretó el paso, apenas golpeando ligeramente los costados del caballo para llegar al sitio, aunque no la alcanzó, bajó de un salto, encontrándose con Ron en la entrada.
-Van al hospital- y su alma cayó en picada, mirando el camino de tierra que había levantado aquel vehículo.
Cho grito frustrada ya una vez que había regresado aL hotel del pueblo más cercano a donde estaba la Haciendo de Potter. ¡Quería golpear todo! Había esperado que Harry le creyera sobre el embarazo y que aun babeara por el suelo que ella pisaba, ahora estaba realmente furiosa. La única victoria era que había roto la pequeña familia de ese idiota, no había sido sencillo estar siempre alerta para aprovechar cualquier cosa, ni mucho menos llevar consigo aquellas pastillas que había comprado ilegalmente, pero habían servido para su propósito.
-¿Y qué te dijo Potter?- dio un respingo cuando se giró al ver a la persona que le estaba hablando, no podía ser que ya la hubiera encontrado.
-¿Qué haces aquí?- su tono nervioso no fue pasado por alto por la figura de ese hombre, le sonrió de una manera que no le gustó nada.
-Sabes que el "jefe" quiere su parte, Cho-
-La tendrá cuando sea dueña de la compañía de Potter, dile que me dé un poco más de tiempo-
-Pero ya no tienes tiempo-
Cho se pegó a cualquier objeto que pudiera usar para escapar de ese matón de mala muerte, consiguió coger la pequeña cafetera que estaba sobre la única mesa de aquella austera habitación, el hombre estaba distraído mirando su cuerpo que no reparó en que la mujer tenía de indefensa lo que él era de idiota. Golpeo el cristal en la mejilla del hombre, mandándolo al suelo.
-¡PUTA!- gritó, pero Cho no miró atrás, tanteo las llaves de su coche en el bolso del pantalón y se alegró, cuando subió al vehículo y piso el acelerador, no se percató de que venía otro coche, hasta que la impactó.
Ginny se sintió como nueva o eso creía ella, al final sabía que no podía dejar a Malfoy así como así y que tarde o temprano tenía que enfrentarlo. No estaba segura que iba a decirle, pero tenía la ligera sospecha de que cualquier cosa que dijera el rubio antes que ella, la iba a hacer ceder ¿Qué? No estaba segura.
Escogió un bonito conjunto de pantalón (no quería volver a arriesgarse con una falda, si es que veía de nuevo a Malfoy hoy) con saco, cuando termino de atarse el cabello en una coleta alta y ponerse un poco de sombra para resaltar sus ojos color miel, se dijo mentalmente que todo iba a salir bien.
Pero sus pensamientos se equivocaron cuando cuarenta minutos después llegaba al edificio donde trabaja y este tenía un gran letrero de "CLAUSURADO" y varios policías estaban interrogando a unos cuantos compañeros, algunos jamás los había conocido. Y Malfoy no estaba por ningún lado, se acercó un poco cuando la recepcionista la señaló.
-¿Usted es Ginebra Weasley?- como odiaba la pelirroja su nombre completo, siempre le gustaba que la llamaran Ginny, todos excepto Draco.
-Sí ¿Qué ha sucedido aquí, oficial?-
-Se ha demandado a esta empresa por fraude, al parecer ha estado trabajando ilícitamente –el hombre hizo una pausa y luego la miró fijamente -¿Conoce al dueño? ¿El señor Harry James Potter Evans?-
-Sí. Es mi jefe-
-¿Sabe usted donde pueda estar el señor Potter?-
Ginny conocía la ubicación y no estaba segura sí debía darle esa información, pero fue el rubio quien habló por ella al situarse a su lado. Trató de calmar la reacción de su corazón por esa cercanía.
-El señor Potter está en su Hacienda, a las afueras de la capital- el hombre asintió y anotó los datos que Draco le estaba otorgando, Ginny se cruzó de brazos con la expresión bastante neutra.
-Gracias, Malfoy- habló el oficial, Ginny no pasó por alto la placa con el nombre de Victor Krum en ella, el oficial sí que estaba para comérselo con los ojos, cosa que interrumpió por un carraspeo a su lado, la pelirroja evitó aquella mirada gris.
-Pensé que te había pasado algo- bueno, Ginny sabía que esas no eran las palabras que pudieran provocar que sus piernas temblaran, además todo esto parecía una broma.
-¿Qué está pasando? ¿Sabes algo? ¡Llamaré a Harry!- la pelirroja hizo ademán de sacar su teléfono móvil, cuando Draco tomo su mano y la llevo a sus labios, entonces sí que sintió que el corazón se le atascaba un par de veces antes de volver a su trabajo de bombear la sangre a su cuerpo.
And your heart's against my chest
Your lips pressed to my neck
I'm falling for your eyes,
But they don't know me yet
And with a feeling I'll forget, I'm in love now
-Ginebra…-
-¿Qué te ha pasado en esa mano?- fue el turno de la pelirroja tomar la mano del rubio y examinarla, tenía un horrible corte y mirando bien a Malfoy, le veía un poco pálido.
-Un accidente- el corazón de Draco se estremeció por esa preocupación sincera de la pelirroja, observó el panorama, todo esto había provocado su inseguridad y ahí estaba la consecuencia, pero lo que más necesitaba era a esa pelirroja, su cuerpo contra el suyo, su boca en sincronía con la suya.
Kiss me like you wanna be loved
You wanna be loved
You wanna be loved
-Eso no parece un accidente Draco- la joven seguía sujetando su mano entre la suya y le provocaba un agradable cosquilleo por el pecho, sabía que no había vuelta atrás para lo que haría de nuevo, la necesitaba tanto. Levantó su mano libre hacia la mejilla de la pelirroja, sonrió ante la respuesta de sorpresa y al final, terminaron sus dedos bajo la barbilla de la joven, tiró con suavidad de ella y sus labios se encontraron en un tierno beso.
This feels like falling in love
El corazón de la pelirroja se detuvo solo el instante para retomar su trabajo con el doble de esfuerzo, sintió los labios de Draco presionar los suyos, primero con suavidad y luego hundiendo la lengua entre ellos, su propia lengua salió al encuentro y su mano libre fue a parar a la nuca del rubio, enterrando los dedos entre las suaves hebras, no debería estar haciendo eso frente a todos los que trabajaban ahí, pero tampoco le importó mucho que la vieran besándose.
Falling in love
We're falling in love
Harry, Ron y Luna, estaban en la sala de espera, habían pasado toda la noche ahí, apenas viendo salir a Sirius para verlo de nuevo desaparecer. Harry sabía que su padre le estaba evitando, no había que ser inteligentes para asumirlo, era obvio que iba a estar dolido con él y si Sirius no le daba la oportunidad de disculparse, tenía que tomar medidas extremas.
Miró de reojo la nueva pareja, Ron tenía la cabeza apoyada en la pared y Luna había terminado recargando su cabeza en el hombro del pelirrojo, este de vez en cuando apoyaba la mejilla sobre la cabeza de la rubia, les agradecería infinitamente que estuvieran ahí. Pero el dueño de sus pensamientos justo en ese momento salió y sus miradas se encontraron, sus ojos verdes quedaron fijos en aquel color plata, gris.
-Sirius ¿Podemos hablar?- el hombre le miró fijamente un par de veces.
-Ahora no Harry- Sirius no quería ser grosero con el joven a quien había visto crecer día a día, estaba muy orgulloso del hombre en que se había convertido.
-Lamento decir lo que dije sobre que no eras mi papá…- el moreno de ojos verdes no iba a rendirse tan fácilmente, así que captó la mirada dolida del hombre –Lo eres Sirius, tú y Remus son mi familia y los amo- bajó la mirada avergonzado y sintiendo las lágrimas escocerle, pero antes de que pudiera decir algo, sintió los fuertes brazos de ese hombre rodearle y acariciarle la espalda a modo de consuelo, cuando Harry sabía que debería ser al revés. Se aferró de pronto a la espalda de Sirius y dejó que las lágrimas le salieran sin detenerse. –Yo lo siento… lo siento tanto- apenas pudo decir, mientras Sirius le daba un beso en la mejilla.
-Está bien, al principio dolió pero Remus sabe cómo decir las palabras- cuando se separaron, Harry notó los ojos vidriosos del hombre.
-¿Va a estar bien?- preguntó, limpiándose las lágrimas. Podría sentirse más avergonzado de llorar como un niño cuando tenía la edad suficiente para votar, pero frente a Sirius y Remus jamás dejaría de serlo, de eso estaba seguro.
-Al parecer, dicen que su último tratamiento fue más fuerte y eso bajo bastante sus defensas y con lo tonto que es Moony… -el hombre se limpió unas lágrimas pero después las borró para sonreír, como si no hubiera derramado nada –Se pondrá bien y hablaremos largo y tendido, los tres-
-¿A dónde ibas?- preguntó Harry, como si el momento de abrazarse y llorar no hubiera ocurrido unos segundos antes, Sirius se encogió de hombros con una ligera mueca.
-Moony quiere que vaya a comer algo, dice que me a dejar afuera ¿Quieres verlo?-
-¡Sirius! ¿Me lo has estado negando?- esta vez Harry le miro un tanto rabioso.
-¿Qué? ¡NO!... está bien… un poco… - le sonrió a Harry y se acercó para darle un beso enorme en la frente, luego le despeino ese cabello alborotado. Pero el muchacho le separó con suavidad, mirándole de soslayó.
-Ya, vete a comer algo. El que te va a dejar afuera es otro- dijo entre dientes, Sirius rodó los ojos y apenas alzó la voz.
-¡Igualito a su padre! ¡Mira lo que le enseñas Remus!- el hombre desapareció por el pasillo, Harry se armó de valor y entró por otro de los pasillos hacia la habitación de Remus, como Sirius no le dijo cual, preguntó a una de las enfermeras.
-Se puede- Harry tocó suavemente la puerta y un pálido Remus le devolvió la mirada.
-Ya decía yo que Sirius estaba haciendo guardia para no dejarte entrar-
-Pero se ha topado con pared ¿no?-
-Sí-
-Remus… yo…
-Lo sé hijo, lo sé y no te preocupes-
Hermione despertó justamente a las diez con ocho de la mañana, Crookshanks estaba hecho un ovillo en la almohada a su lado y alzó un poco la cabeza para mirarla, después volvió la cabeza a su lugar y la castaña entornó los ojos un tanto irritada con su propio gato. No hacía falta que el gato naranja careciera de voz, sus ojos amarillos eran tan explícitos que si hablara, Dios la encontrara confesada.
Se levantó de la cama y se enjuagó el rostro, se cepilló los dientes y trato de acomodar la maraña de pelo castaño de su cabeza, su reflejo en el espejo era deplorable, tenía los ojos hinchados y ojeras oscuras. Cuando salió y se dirigió a la cocina, su madre alzó el rostro con una sonrisa, pero luego la quito al ver su estado.
-¿Cariño? ¿Estás bien?-
-Un poco cansada, mamá- dijo la castaña como queriendo atajar las preguntas curiosas de su madre.
-Bueno- la mujer regresó con un plato lleno de hot cake que tanto amaba la castaña y tomo uno sin tomar un plato que estaba a un lado. Lo mordisqueo bajo la mirada curiosa de su madre.
-¿Y papá?- preguntó la castaña, una vez que se sirvió un buen vaso de leche del frigorífico, su peludo amigo ya estaba ahí entre sus piernas para recibir atención.
-En el consultorio, me ha dicho que te vera en la comida- su madre miró el gato anaranjado -¿No se sube a los muebles? ¿Cierto?- miro con desconfianza al peludo animal, haciendo una ligera mueca por la cara aplastada que tenía.
-Bueno, lo hace ¡Pero no rompe nada!– su madre rodó los ojos visiblemente.
-¿No te molesta que te deje sola? Como no nos habías avisado, cariño. Tengo planes-
-No, no te preocupes mamá- la castaña término otro hot cake y le sonrió, al menos lo intento.
-Y charlaremos Hermione Jane- le apuntó con el dedo, la castaña sabía que lo harían y tal vez pudiera contarle de ese hombre de ojos verdes que no la había abandonado en sus sueños.
- Lo haremos-
Parvati estaba furiosa con sus dos amigas, una le había dejado una precaria nota en sus cosas diciéndole que tenía que salir de ahí y Luna la había abandonado para ir al hospital con ese pelirrojo. Lo peor había sido que estando con Neville, este hubiera recibido una llamada urgente y se había despedido de ella porque tenía que regresar a la capital por asuntos de carácter urgente, como la llamada. Y había intentado que la castaña tocara el teléfono, pero o se le había quedado sin pila o simplemente la joven había decidido apagarlo.
Así que marcó el teléfono de la rubia, en tres tonos y contesto.
-Al menos tú no apagas esto ¿Sigues en el hospital?- la voz de la rubia se escuchó tan bajita que Parvati se pegó más el teléfono a la oreja.
-Sí, aunque algo gordo está pasando ¡Llegó la policía buscando a Harry! Ron me ha dejado un momento para buscarle adentro ¿Y tú?-
La morena se sorprendió por esas palabras pero suspiró al tiempo que miraba el desastre en la habitación.
-Tendrás que ayudarme a recoger las cosas para volver, Neville se ha marchado de urgencia, quería que me fuera con él, pero tenía que venir a recoger las cosas- hizo una pausa -¿Noticias de Mione?-
-No, al parecer apago el aparato para desconectarse –hizo una pausa y suspiro ruidosamente –Creo que quiere estar sola, aunque Mione no sepa que las cosas acá están que arde. La tal Cho volvió después de tanto tiempo y jura que lleva en el vientre al hijo de Harry, Ron dice que es mentira y que no confía en esa mujer.
Parvati escuchó atenta las palabras y se sentó en el borde de la cama, llevo su mano libre a la pequeña redondez que presentaba en el vientre. Era una pasada que esa mujer hubiera vuelto con un bebé en el vientre. Hermione debería de entender que eso no significaba que Harry tenía que dejarla.
-Bueno, le daré dos días más y después iré por ella y la arrastraré hasta aquí para que hable con Harry- asintió sola en la habitación y rodó los ojos, si tenía mucho que hacer –Luna, ven de una maldita vez- y colgó, dejando que la rubia se quedara con la respuesta en la boca.
Ron se había despertado con la cabeza de Luna en el hueco de su hombro y la sensación de tenerla ahí, era precisamente como si encajara y así mismo se sorprendió porque aquella rubia pudiera hacerle sentir de esta manera, quería conocerla y saber más de ella y lo haría con el tiempo.
Sin embargo, cuando ambos se desperezaron, escucharon como un par de agentes entraban a la sala donde estaban y preguntaban a la enfermera si alguien llamado Harry se encontraba, la enfermera se había quedado negando y repasando los internados, así que beso con suavidad la mejilla de Luna y salió con rumbo al pasillo donde estaba su amigo y los padres de este.
No tardó mucho en dar con la habitación, asomó un poco la cabeza, escuchaba la risa de Sirius y la voz de Remus un poco cansada, pero al que vio parado frente a ellos fue al moreno.
-Harry, creo que hay problemas. Hola chicos- sonrió Ron hacia ambos hombres, no paso por alto el detalle de que Sirius acariciaba la mano de Remus, era la primera vez al menos que veía que ese par de hombres mostraba afectos en público, aquello sí que era bastante raro pero no molesto, ya les conocía desde antes y había supuesto que ese par siempre estaba cuidando las habladurías para no perjudicar a su hijo adoptivo.
-¿Problemas? ¿Qué tipo de problemas?- el moreno miró a Ron un poco desconcertado, pero antes de que pudiera hablar, un hombre asomaba la cabeza y miraba hacia él.
-Señor Potter, soy el agente Viktor Krum, necesita venir con nosotros-
-¿A qué se debe eso?- no fue la voz de Harry, ni de Ron, menos de Sirius, ocho ojos se posaron en el que había hablado.
-Queremos tener unas palabras con el señor Potter sobre la compañía que maneja- el hombre se rascó ligeramente la mejilla con un dedo.
-No sé de qué se trate, pero habla con Neville –se dirigió a Sirius, luego hacia el agente -¿Me permite despedirme?- el hombre asintió y salió de la habitación, dejándolos a los cuatro solos.
-Esto no me gusta nada- fue Sirius quien se acomodó mejor en el respaldo de la cama donde Remus estaba acostado.
-A mí tampoco, pero hablaremos con Neville en cuanto pongas un pie afuera-
-Yo te acompaño Harry- su amigo pelirrojo hizo ademán de acercarse, pero el moreno negó despacio.
-Ve a descansar Ron, todo está bien y te llamare en cuanto las cosas estén tranquilas-
-Pero… Harry-
-Y lleva a esa rubia a comer- Harry le guiñó un ojo, que hizo que Ron tartamudeara un "no te preocupes" se acercó al par de hombres, abrazó a Sirius y luego a Remus –No pongas esa cara papá, quédate aquí- Sirius iba hacer un puchero, pero el castaño le dio un tímido beso en la mejilla.
Harry y Ron salieron justo cuando un par de fotógrafos ya estaba en la salida del hospital, el moreno sabía que no era tan famoso como para que de pronto fuera el foco de atención, sin embargo algo no le cuadraba del todo y estaba más preocupado al no saber tampoco de la castaña. Tenía que esperar sin duda a que las cosas se resolvieran.
No hay spoilers porque actualmente no sé dónde deje la memoria con estos capítulos. Pero solo puede decir que faltan dos para el desenlace tan esperado (oye a lo lejos fanfarrias de su Megami) ¬¬ en fin… ehem… que puedo decirles. Haré lo que más me gusta, contestar reviews.
DeniGranger: Antes que todo gracias por el review ¿Te pareció apresurado? Mmm, bueno realmente todo me parece así jejeje, lo único que no quiero es arruinarla, espero sigas por acá al leer este capítulillo y te guste, ciertamente si te fijas en los spoilers de hace 5 años, ya debió aparecer la Cho, espero no haya sido confuso . Guest: Muchas gracias (IDNWYA = I don't know who you are) pero gracias por leerme y que te haya gustado, es lo que más me motiva a poner un granito de arena a mis ideas y desarrollarlas, espero este tan bien te guste y al final, que la historia tenga ya su tan esperado final y cierre ¡Y no quiero arruinarla! Pero que se le va hacer, Megami despertó de su largo retargo y me dijo que quería escribir y bueno, yo acepté. HGHP95: Gracias por el review. Es un incentivo para una que le digan que esto no esta tan a la "$%"$% ehem, y que la historia lleva lentamente su curso. Y ¡SI! ¡Draco!... omg… Draco ;) tiene un historial que vamos a conocer después de que deje de merendarse a Ginebra, pero lo leerás en el OTRO capítulo, espero que este capítulo no esté tan fumado como creo que lo está… (Megami: ¬¬…) pero de nuevo agradezco tu tiempito en decirme qué onda y sobre Cho… bueno… también sabremos MÁS. Daphne97: *se pone rojilla como tomatillo* Gracias! Arigatou! :] me alegra que te gustara y me motivas a seguir, sé que tarde pero oye ¡Que no tarde tanto para el siguiente y creo que es más larguito! Y si por ahí se me fueron las tejas, disculpa. Drys-1: Gracias y perdona que te haya hecho leerla de nuevo… este, espero que este capítulo no esté tan ehem, como dije arribita, fumado. Zarrey: Gracias! Espero no te arrepientas de leerla… ehem… yo y mi déficit de mala escritora al habla.
GRACIAS POR LEER A TODOS LOS QUE NO DEJAN REVIEW. Los veo en el siguiente capítulo.
P.D. 1352245: La canción pasada que canta Remus y Sirius se llama Gimmie Love de mi amada Carly Rae Jepsen, de su nuevo álbum. Soy Pop-era a morir y realmente pido disculpas por el amor que ese par se profesa ;)