Disclaimer: Aún no me han pagado millones y sigo estando obligada a aprobar selectividad para ir a la uni y poder comer, así que os imaginaréis que todo esto sigue siendo de la rubia...

THE GOOD GIRL

Capítulo cinco: Encrucijada

"Encrucijada: dícese de la situación difícil en la que no se sabe qué conducta seguir o cómo proceder"

Adah leyó, por segunda vez, la definición del gran y polvoriento diccionario y sonrió, satisfecha. La había encontrado, era la palabra perfecta... Por fin.

Volvió a sonreír, tentada de ir dando saltitos a la zona de donde había sacado el diccionario, la más oscura y desierta de toda la biblioteca por cierto. Había sido arriesgado decidirse a presentar una poesía al concurso de Binns y Flitwick en vez de la prosa que acostumbraba, y había pasado muchos días atascada, pero, finalmente saldría del bache... Y todo gracias a la palabra "encrucijada". Era, simplemente, perfecta.

Como ya estaba muy cerca del fondo de la biblioteca y estaba segura de que allí no habría gente, apenas pasaban cinco minutos desde que había sonado el timbre (a su clase, el profesor les había dejado salir antes), dio un par de saltitos de alegría, bailoteando con el pesado diccionario aún abierto entre las manos.

Y con tan mala pata, y nunca mejor dicho, que se le dobló el tobillo y aunque logró mantenerse de pie, el libro que fácilmente podía pesar una tonelada, se precipitó al suelo...

Conteniendo un juramento, se agachó para recogerlo y tuvo la molesta sensación de que alguien la estaba mirando...

Y no se equivocaba, porque cuando levantó los ojos se encontró con los grandiosos primos Black, despeinados, abrazados con brazos y piernas, sin túnicas... Él tenía la camisa prácticamente abierta y ella la falda subida casi hasta las ingles... No había que ser Sherlock Holmes para darse cuenta de lo que pasaba allí...

"Como no" fue lo primero que pensó la rubia, irritada porque encontrarse al libertino y conquistador Sirius Black con una de sus chicas no era una escena precisamente nueva para ella...

Por su parte, los dos primos la miraban fijamente, con una cara que mezclaba la sorpresa y el desconcierto y a su vez, la frustración y la furia por la interrupción.

Adah sintió que se estaba poniendo colorada así que, con las mejillas ardiéndole por la vergüenza, recogió el diccionario, farfulló un par de palabras inconexas y sin ningún sentido, y salió rápidamente, prácticamente huyendo, de la biblioteca, aún notando las miradas de sus compañeros pegadas a su nuca...

-¡Quedan cinco minutos de examen!- anunció el profesor Logan en ese momento, sacando a Adah de sus pensamientos, que la habían trasladado al jueves anterior.

Ahora estaban a lunes, por la mañana, en medio de un examen teórico de Pociones para ser más exactos.

La rubia se removió en su asiento, inquieta, y cogió el largo pergamino del examen para repasar sus respuestas por enésima vez, aunque realmente no leyó nada de lo que había escrito. El examen no le preocupaba demasiado, había estudiado con Louis todo el fin de semana y además, ambos habían contado con la ayuda de Lily, así que era seguro que aprobaría, con nota incluso...

Pero no podía decir que lo que había visto en la biblioteca no le inquietara... Había descubierto una relación secreta que respiraba infidelidad por los cuatro costados y que además, tenía algo, o todo, dependiendo de hasta donde llegara el parentesco de los Black, de prohibido. Y, por desgracia, los dos implicados sabían que ella lo sabía.

Adah se había pasado aquellos tres días sintiendo los ojos de Sirius y Narcissa clavados en su nuca, más de una vez en forma de miradas punzantes cargadas de advertencia, aunque la amiga de Lily se las había arreglado bastante bien para escapar de su campo visual o al menos, poner pies en polvorosa antes de que ninguno de ellos pudiera acercársele...

Lo más paradójico de todo era que hubiera estado buscando precisamente la palabra "encrucijada" en el diccionario esa tarde y ahora se encontrara en medio de una... Porque sí, desde el jueves, Adah se había pasado mucho tiempo planteándose si ir a hablar con Karen, novia oficial de Sirius, y explicarle lo que había visto, o no hacerlo...

En opinión de Lily y Louis, su dilema no tenía razón de ser, porque Karen no era amiga suya.

Y era cierto: como mucho, la SPA era una compañera simpática con la que a veces compartían mesa en Pociones (la única asignatura que cursaba separada de sus amigas), pero Adah no podía evitar que su moral y su sentido del deber le hicieran sentirse culpable, como si al encubrir a Sirius y Narcissa, estuviera siendo cómplice de algún crimen...

-¡Se acabó el tiempo, dejad de escribir y pasad los exámenes hacia delante!- exclamó en ese instante el profesor Logan, guardándose su reloj de cadena en el chaleco- .¡Sin escribir ni una palabra más!- añadió, con aire severo, levantando la varita para atraer los pergaminos.

Adah resopló y se estiró un poco, mientras recogía su tintero y su pluma y los guardaba en la mochila. Cuando lo tuvo todo, Louis ya estaba esperándola en la puerta.

-¿Qué tal?- le preguntó, con una sonrisa amable.

- Bastante bien... Aprobaré seguro, pero si puedo conseguir nota, mucho mejor...- le respondió la chica, con una sonrisa, mientras se alejaban del aula, en dirección al aula de Pociones Avanzadas, donde estaría Lily- . ¿Y tú?

En cuanto Louis pasó de una sonrisa brillante al gesto más apurado, triste y agobiado, Adah se arrepintió de haber preguntado.

-¡Ni me preguntes¡Me ha salido fatal, seguro que suspendo!- le dijo, muy melodramáticamente, aunque su amiga no le hizo mucho caso, porque solía decir eso de todos los exámenes que hacía y en realidad, no había visto un suspenso en su vida...

- Te lo digo en serio, Adah, tendré suerte si saco una T de troll, aunque una I de inútil sería más adecuada para el desastre de examen que he hecho... Y encima que Lily me había ayudado...- continuó quejándose el rubio, mientras bajaban los escalones.

Adah meneó la cabeza con una sonrisa resignada...

- Sí, seguro, Louis...- le dijo, en plan sumiso, dándole la razón. En tema de exámenes y notas, Louis era terco como una mula...- . Venga, vamos a buscar a Lily...

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Unas cuatro horas después, tras las clases de la tarde, Lily, Louis y Adah se tiraron sobre el césped, junto al lago. El día estaba nublado y por ser principios de octubre, ya empezaba a hacer frío.

- Odio los lunes... Siempre se me hacen eternos...- comentó Lily soltando un hondo suspiro, con la cabeza apoyada en la tripa de Louis, quien estaba jugando de forma distraída con el pelo rojo.

- No te quejes, que al menos no vas a suspender Pociones...- le dijo el chico, frunciendo los labios, con disgusto.

Lily puso los ojos en blanco y cruzó con Adah una mirada de "lo llevamos claro si éste va a estar con la misma cantinela hasta que os den la nota...".

-¿Aquel es el equipo de Gryffindor?- preguntó, cambiando de tema a propósito, mientras señalaba las figuritas diminutas que volaban sobre el campo de Quidditch.

- No sé, no les veo bien...- contestó Adah, que estaba sentada con la espalda apoyada en el tronco del haya que les daba sombra, y con la cabeza de Louis en su pierna- . Por cierto, Lily¿qué tal hoy en Pociones¿Has vuelto a sentarte con Snape?

- No, hoy he vuelto a mi sitio con Donovan...- dijo Lily, negando levemente con la cabeza.

-¿Y Potter¿Ha vuelto a hablar contigo?- preguntó entonces Louis, levantando la cabeza levemente para mirar a su amiga, quien negó con la cabeza, encogiéndose de hombros.

Lo cierto y verdad era que, desde la clase de Pociones del jueves, el merodeador de pelo revuelto no le había dirigido la palabra ni una sola vez... Aunque, en realidad, tampoco se habían visto demasiado porque la pelirroja y sus amigos se habían pasado prácticamente todo el fin de semana encerrados en el cuarto de las chicas, supuestamente estudiando.

La verdadera razón para ese encierro monástico se debía a que Adah quería evitar a toda costa encontrarse con Narcissa, Karen o Sirius (aunque con éste último no se hubiera encontrado ni queriendo, porque los merodeadores se habían pasado el fin de semana de fiesta por Hogsmeade) y que la conciencia no le remordiese más de lo que ya lo hacía...

- Pues para ser el chico con el que estás saliendo, no parece importarte demasiado- le comentó Louis, arrugando las cejas- . Es un poco raro y sospechoso, Lily...

- Mmm... No, no tiene por qué- Lily volvió a menear la cabeza- . Él está teniendo una rabieta y yo le dejo que la tenga... ¿Esto es lluvia?- preguntó, al ver que pequeñas gotitas le estaban empezando a caer sobre la falda y las piernas.

- Yo diría que sí...- contestó Adah, y alzó la cabeza para mirar los nubarrones negros que habían surgido de la nada sobre sus cabezas- . Deberíamos irnos, parece que va a caer una buena...

Fue dicho y hecho. Apenas se habían levantado del suelo y las gotas eran cada vez más gruesas y caían en más cantidad y más rápidamente... Corriendo, lograron entrar en el castillo en el preciso momento en el que el cielo retumbó y la lluvia se transformó en granizo.

- Y así empieza la temporada de lluvias en Escocia- anunció Louis, con voz de hombre del tiempo, mientras se echaba el pelo mojado hacia atrás- . Y eso que decían que empezaría a mediados de Octubre...

- Qué asco de tiempo...- dijo Lily, con una mueca, peinándose el pelo mojado con los dedos- . Así no hay forma de estar fuera...

- Yo había leído en el Profeta que sólo llovería hoy, el resto de días iba a hacer bueno- les informó Adah, un poco para borrar el nubarrón, y nunca mejor dicho, que parecía haberse formado alrededor de su amiga- .Pero, en fin... A estas alturas, tendríamos que estar acostumbrados...- añadió y se encogió de hombros- . ¿Sala Común?

Louis asintió con fervor, porque en las tardes en las que llovía de esa manera, lo único que le apetecía era acurrucarse junto al fuego y comer chocolate. Sin embargo, Lily compuso un gesto de fastidio, al imaginar que la Sala Común estaría abarrotada...

- Si no queda más remedio...- dijo, dejando que sus amigos tiraran de ella.

Los tres caminaron hasta la Sala Común, haciendo una parada en las cocinas para que Louis gorroneara chocolate y cuando alcanzaron el cuadro de la Señora Gorda, descubrieron que ellos no habían sido los únicos a los que la lluvia había metido puertas para dentro...

El equipo de Quidditch de Gryffindor al completo, suplentes incluidos, estaba allí pero en considerable peor estado que ellos tres: de hecho, era raro el que no viniera con la túnica mojada, las mejillas coloradas y tiritando por el frío...

La razón para esta facha estaba en que Tyler Donovan, capitán del equipo y casualmente también compañero de mesa de Lily en Pociones, les había sometido a un entrenamiento espartano que no había querido detener hasta que uno de los golpeadores le había dado a una bola de granizo en vez de a la bludger.

-¡Oh! Me había olvidado...- dijo, de repente Adah, cuando estaban a dos pasos del cuadro y el equipo de Gryffindor se acercaba, con James en la cabeza y con los ojos castaños clavados en su amiga pelirroja- . Yo tenía que ir a entregar lo del concurso de Binns y Flitwick...

Lily se volvió para mirarla, con una mirada cargada de significado... En realidad, Adah no había visto a James acercarse, simplemente, se había acordado en aquel momento...

Pero Louis sí había visto al buscador acercarse, así que también él se buscó una buena excusa ( "¿Sabéis? Creo que no tengo suficiente chocolate... Veré si puedo abusar de la generosidad de los elfos un poco más..." ) y los dos se marcharon a paso ligero.

"Anda que son discretos..." pensó la pelirroja, conteniendo un resoplido y una sonrisa sardónica mientras le mantenía la mirada a James con un rostro impasible.

Se apoyó contra la pared con un gesto distraído, mientras todo el equipo de quidditch (cinco chicos y tres chicas en total) entraban por el hueco del retrato, todos ellos, al pasar, mirando de forma alternativa a su buscador y a Lily. Al final, sólo quedaron James y ella, cara a cara.

- Hola- la saludó él, sin dejar de mirarla a los ojos.

- Hola- la pelirroja esbozó una de sus típicas sonrisas perezosas- . ¿Ya me hablas?

El chico parpadeó un par de veces, un poco sorprendido porque, por su forma de comportarse esos días que la había ignorado, no parecía que se hubiera dado cuenta de ello... De hecho, esa misma mañana, con Sirius y Remus, había llegado a la conclusión de que la pelirroja ni siquiera se había dado cuenta de su enfado y por eso había decidido ir él a hablar con ella (aunque con la lluvia, se habían adelantado los acontecimientos).

-¿Vais a pasar?- preguntó la Señora Gorda, dando con la punta de su zapato de cuero contra el suelo repetidamente.

- Yo no, gracias- contestó la chica, volviéndose a mirar al cuadro con una sonrisa educada.

- Yo tampoco- respondió, casi instantáneamente el buscador, provocando que la Señora Gorda se frotara las rechonchas manos con regocijo.

Ella tenía la obligación de ofrecer la entrada a la Sala Común, pero si los alumnos la rechazaban y preferían quedarse delante de su retrato, ella no le iba a hacer ascos al placer de presenciar una escenita de pareja... Una buena pelea o una rupturita con lloriqueos y todo no estaría del todo mal...

Pero Lily sí sabía de la vena cotilla de la mujer, así que, con una sonrisa encantadora, le propuso a James ir a dar un paseo.

-¿Qué tal tu fin de semana?-le preguntó la chica, cuando ya estaban bastante alejados del cuadro y la Sala Común.

El merodeador dio un pequeño saltito al escuchar su voz, de tan sumido que iba en sus pensamientos y cavilaciones acerca del comportamiento de la chica.

-¿Eh? Ah, bien...- le contestó y se revolvió el pelo, para centrarse en la conversación- . ¿Y el tuyo?

- No ha estado mal...- Lily meneó la cabeza y le observó un par de segundos. Estaba serio, con un aire un poco desconcertado y menos hablador y encantador que de costumbre.

No sabía exactamente qué le pasaba, pero la chica juraría que todo ese aire taciturno y de confusión guardaba relación con la clase de pociones del jueves y la posterior rabieta por celos...

La pelirroja esbozó una sonrisa algo maliciosa y luego decidió sacarle de dudas, tenía que saber que así se las gastaba ella...

- Por cierto¿qué te pareció la clase de pociones del otro día? La del jueves pasado...- le preguntó, en un tonillo casual y con una sonrisa que era el paradigma de la inocencia y la candidez. Sin embargo, en sus ojos había una mezcla de regocijo y desafío.

James la observó un par de segundos, sin decir ni una palabra. La chica parecía estar dándole a entender que, no sólo había notado, e ignorado, su irritación y enfado durante la clase de Pociones, sino que lo de sentarse con Snape, bien podría haberlo hecho con conocimiento de causa.

O tal vez, si tenía en cuenta que ella tenía buen corazón, estaba intentando allanar el camino para pedirle disculpas... (NA¿Lily¿Disculpas¡Ja, iluso...!)

- El jueves pasado...- le contestó, frunciendo levemente el ceño, como si estuviera haciendo memoria, aunque la recordaba perfectamente- . ¿La del Libidines¿La que nos pusimos por parejas chico-chica?

- Esa es. ¿No te pareció muy interesante? Yo la encontré entretenidísima... Se me pasaron las dos horas volando... - le dijo, como quien no quiere la cosa e imitando con tanta perfección el tonillo repelente y repipi de la cursi de Candy que casi se asustó.

El merodeador, con el ceño fruncido, volvió sus ojos castaños hacia ella, viendo que su sonrisa se volvía cada vez más desafiante, como retándole a negar que la clase de Pociones con Snape había sido divertidísima...

Con que esas tenemos..., pensó, mientras, para sorpresa suya, esbozaba una sonrisa. Normalmente se habría puesto furioso, o como mínimo se habría enfadado, pero en aquellos momentos, sentía más bien curiosidad..

- Me alegro de que te gustara...- le respondió, sonriendo y encogiéndose de hombros, como dando por zanjado el tema.

-¿Y dónde te habías metido este fin de semana?- le preguntó Lily, tras unos segundos, y sin añadir nada acerca de lo anterior.

James hundió las manos en los bolsillos y esbozó esa sonrisa encantadora suya...

- Por ahí...- dijo, con un tonillo desganado- . ¿Me echaste de menos?- añadió, con pillería, volviendo la cabeza para mirarla.

- Mmm... Todo lo contrario. Ni lo noté...- le respondió Lily, con un tono ligero que demostraba que aquello no era del todo cierto, mientras se acercaba suavemente.

Sin darse cuenta, se habían detenido en medio de un pasillo vacío, muy cerca del patio de arcos.

- Mentirosa...- le dijo él, pero no para insultarla. Cualquier clase de tensión entre ellos, por celos o por lo que fuera, había desaparecido.

Lily le dirigió una mirada divertida desde sus ojos esmeraldas y dio un paso más hacia él, quedando a un par de centímetros el uno del otro.

- Sí- le contestó, con la voz segura y esbozando una sonrisa provocativa sin despegar sus ojos de los de él.

James le habría devorado la boca en ese preciso instante, pero se contentó con tomarle un par de dedos, con suavidad.

- Podemos remediarlo...- musitó, refiriéndose a su conversación anterior.

-¿El qué?- preguntó Lily, pero sin ingenuidad o duda alguna. Sabía perfectamente a qué se refería.

- Lily, quiero pasar más tiempo contigo- le dijo James, sin tapujos y de una forma que no se parecía a las habituales fórmulas para encandilar a una chica.

La pelirroja se sorprendió y reprendió a sí misma cuando un estremecimiento le cruzó la espina dorsal.

-¿Quieres pasar tiempo conmigo?- repitió, con una ligereza que rozaba lo frívolo- . Pídeme una cita- sugirió, encogiéndose de hombros y al verle parpadear levemente, añadió, con un poquito de ironía- . Ya sabes, quedamos, me recoges, me llevas a algún sitio a pasarlo bien y me devuelves sana y salva... Lo típico.

- Gracias por la aclaración- le contestó el merodeador con una sonrisita ácida. Lo había entendido perfectamente, es más, ellos ya habían salido alguna vez antes, pero al decirlo de una forma tan oficial, tan comprometida... Simplemente, no parecía que una cosa que pegara, que fuera con Lily, que iba tanto a su aire...

-¿Cuándo?-preguntó, finalmente, con una sonrisa- . ¿Este fin de semana?

- No puedo, ya he quedado con mis amigos...- contestó la chica con demasiada rapidez, casi automáticamente, pensando en el plan de ir a Edimburgo. Bueno, aquello no estaba confirmado pero era un plan anterior¿no?

- Aunque- añadió, mientras los engranajes de su cerebro trabajaban a toda velocidad- , antes tengo que advertirte una cosa: suelo apañármelas para llegar tarde, ni siquiera cuando salgo con una hora de antelación...

James la miró un poco sorprendido.

-¿Ah sí? Bueno... No importa, esperaré lo que haga falta- le dijo, con una sonrisa cautivadora que nunca fallaba.

- Genial- le contestó Lily, sin demasiado sentimiento- . Otra cosa¿no tienes frío con esto?- le preguntó, pasándole las yemas de los dedos por la túnica de quidditch empapada, que tenía pegada al cuerpo en las zonas más mojadas.

James negó levemente con la cabeza.

- No... La lluvia y el frío los soporto bien... Soy todo un deportista, tengo mucho aguante para estas cosas...

"Pues mejor para ti" fue lo que pensó Lily, mientras el chico le cogía la mano y volvían a echar a andar. Y es que si, finalmente, la pelirroja llevaba a cabo la idea que tenía en mente, James iba a necesitar de ese aguante tan maravilloso...

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

- Entonces¿el plazo para entregarlo a los profesores Binns y Flitwick acaba mañana o pasado mañana?- le preguntó por enésima vez la ayudante del bibliotecario, la señorita Pince, a Adah, que, por educación, se contuvo de poner los ojos en blanco o hacer una mueca de impaciencia.

La señorita Pince llevaba ya tres años en el colegio, de ayudante del señor Todd, el viejo bibliotecario, y aunque la mujer tenía una memoria de elefante en lo que a libros y literatura se refería, para el resto de las cosas era bastante despistada.

En cualquier caso, Adah no entendía porque llevaba más de cinco minutos plantada en la biblioteca, explicándole a la ayudante lo que tenía que hacer con los escritos y demás para el concurso de Binns y Flitwick, cuando ella sólo había ido a la biblioteca para entregar su propio escrito y marcharse...

- Es mañana, señorita Pince-le dijo, intentando que su voz no revelara lo absolutamente harta que estaba- . Tiene que meterlos todos en un sobre marrón y lacrarlo con el sello de la biblioteca...- le explicó, pues aquel era el procedimiento de todos los años- . Luego debe dárselo personalmente a los profesores...

- Ah, perfecto. ¿Meterlos en un sobre y dejarlos en la Sala de profesores, has dicho?- le preguntó la mujer, colocándose las gafas de media luna sobre la nariz para leer la letra pequeña de un pergamino amarillento.

Ahí sí que la chica rubia no pudo evitar morderse el labio inferior con una especie de cansancio.

-¿Sabe? Mejor pregúntele al señor Todd, porque tal vez el procedimiento haya cambiado...- le sugirió, decidiendo que tampoco podía pasarse allí hasta el día del Juicio Final y aquella era una buena excusa para librarse.

- Mmm... Sí, buena idea... Lo haré así...- musitó la mujer, inclinándose sobre el pergamino de antes. Ya estaba prácticamente embebida en la lectura así que Adah se despidió sin esperar respuesta alguna y se encaminó hacia la puerta de la biblioteca.

Mientras andaba, no tenía otra cosa en la cabeza que no fuera llegar a su cuarto y ponerse música a todo trapo...

-¡¡Monroe!!- una vocecita dulce, aniñada y cantarina la llamó a sus espaldas. Y al volverse, la chica rubia se encontró con Karen Simone Griffin frente a ella, con una sonrisa cándida de oreja a oreja que hizo que Adah, nada más verla, recordara a Sirius y a Narcissa y volviera a sentirse culpable.

- Hola, Griffin- la saludó, con amabilidad, mientras esbozaba una sonrisa suave.

-¡Hola!- la SPA volvió a sonreírle y pestañeó repetidamente, de forma encantadora.

- Ehm... ¿Ibas para la Sala Común?- le preguntó Adah tras unos segundos, un poco por decir algo mientras se tocaba con algo de nerviosismo la cinta de raso negro que llevaba en el cuello. Con Karen no solía saber nunca de qué hablar, y en esas circunstancias, mucho menos...

-¡Oh, no¡Yo voy a la Sala de Música, he quedado allí con Sirius!- le informó alegremente la SPA rubita, mientras daba pequeños saltitos para no quedarse helada... Y no era de extrañar, porque llevaba los botones de la camisa abiertos hasta casi el ombligo y la falda de tablas del uniforme prácticamente de cinturón.

- Aah¿si?- dijo Adah, con una sonrisa un poco forzada. ¿Iba a seguir Black con Karen y con su prima a la vez? La culpabilidad volvió a subirle por la garganta con la facilidad del aire...

- Sí...- Karen se quedó callada unos segundos, con una sonrisita lerda colgada de los labios y luego volvió a hablar- . ¡Ah¡Ya me acuerdo¡Yo venía a preguntarte cómo te había salido el examen de Pociones!

- Bien, gracias... Seguramente apruebe. ¿Y a ti qué tal?

- Yo creo que también me salió bastante bien. Y espero que sí, porque si no, tendré que dar clases extras con el profesor Logan...- la rubita hizo un puchero y luego miró su reloj y abrió su pequeña boquita- . ¡Oh, vaya, qué tarde¡Me marcho, Monroe!

Y salió corriendo sin apenas darle tiempo a despedirse, meneando su delgado cuerpecito y con la melena rubia natural ondeando al viento.

Adah la observó desaparecer escaleras arriba con una mezcla de congoja y confusión... Y antes de que pudiera empezar a darle vueltas a su culpabilidad y al tema de decirle lo que había visto a su novio hacer, precisamente Sirius Black apareció de detrás de la esquina contigua, seguido de Remus Lupin, y sin decir una palabra, agarró con fuerza a la chica del brazo, arrastrándola consigo.

-¡Eh¿Qué haces?- le preguntó la rubia, intentando soltarse, mientras el merodeador entraba en un pasillo oscuro y desierto.

"Menudo escenario..." pensó la amiga de Lily, mientras intentaba soltarse de la mano del merodeador y se imaginaba un montón de atrocidades.

- Sirius¿qué...?- empezó a decir Remus, que iba detrás de ellos pero no entendía nada de nada. Y cuando vio a su amigo lanzar a la rubia con fuerza contra la pared, no pudo evitar soltar una exclamación- . ¡Sirius, por favor!

- Tú...- le dijo Sirius a Adah, mirándola con seriedad y de forma algo despótica desde su altura superior, mientras colocaba una mano en la pared al nivel de la cabeza de la chica, apresándola- . ¿Se puede saber qué le has estado contando a Karen?

Por el rostro de la rubia se extendió una expresión fría, casi congelada.

- No le he contado nada- le contestó, con sequedad.

-¿No?- los ojos de Sirius brillaron peligrosamente- . Y, entonces¿por qué estabas hablando con ella hace cinco minutos?

A Adah le hubiera encantado decirle algo como "¿y a ti que te importa? Métete en tus asuntos", que era una respuesta borde y más típica de Lily, pero, en aquel momento, no se le ocurrió...

- No le he dicho nada...- repitió, manteniendo el tono frío y áspero. Tenía el estómago atenazado de nervios, igual que después de encontrarse a Sirius en plena faena con su prima... Y, en realidad, no tenía por qué, puesto que ella no había hecho nada mal.

- Mira- Sirius le dirigió una mirada dura, hablándole de una forma casi abusiva, amenazante- , más te vale no decirle nada de lo que viste en la biblioteca o...

- Sirius, basta ya- le interrumpió entonces Remus, sorprendido por el comportamiento de su amigo. El licántropo tiró del brazo que aún agarraba a Adah, para liberarla y le devolvió a su amigo una mirada cargada de reproche- . ¿Se puede saber qué demonios te pasa?

El merodeador separó la otra mano de la pared y respiró hondo, para tranquilizar su agitado temperamento... Más tarde y más tranquilo, sentiría esa actitud de matón de colegio, pero en esos momentos, todavía estaba irritado y furioso ante la perspectiva de que Adah fuera a estropearle las cosas...

- Nada- le contestó a su amigo, respirando profundamente otra vez. Luego, volvió a dirigirse a Adah, que seguía con la espalda pegada a la pared y los ojos azules y cristalinos clavados en él, en una mirada que podría haberle congelado con un parpadeo. Pero Sirius no se amedrentó...

- Estás advertida- le dijo, en plan mafioso, antes de marcharse con paso firme, bajo la mirada atónita de Remus.

-¡Eh, Sirius!- le llamó, pero el merodeador no dio muestras de haberle oído. Remus fue a echarle una mirada dubitativa a Adah, pero la chica, aprovechando el momento de confusión, se había marchado en la dirección contraria de su amigo...

El licántropo se pasó las manos por el pelo castaño claro, intentando pensar con coherencia. ¿Aquella rubia no era Monroe, la amiga de Evans? Hasta donde él sabía, Sirius y ella no habían intercambiado ni una palabra en su vida... Entonces¿de qué iba todo aquello?

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Más o menos una hora más tarde del encontronazo en el pasillo, Remus entró en la Sala Común de Gryffindor, después de haberse pateado todo el colegio en busca de Sirius o James, para que alguno le explicara, si podía, qué demonios pasaba.

En vista de que no había logrado encontrarles, fue a la Sala Común, dispuesto a intentar que Adah se lo explicase...

Después de un par de minutos, oteando disimuladamente sobre las cabezas de la abarrotada Sala Común, logró divisar a la chica sentada en un sofá muy apartado, con la cabeza de su amiga Lily apoyada en su hombro, leyendo las dos del mismo libro.

La pelirroja fue la primera en notar que el licántropo se acercaba y nada más verle, se incorporó levemente, agarrando de forma suave a Adah del brazo, en una actitud protectora. Sus ojos verdes lanzaban chispas de advertencia.

- Hola- las saludó el licántropo, con amabilidad, tanteando un poco el terreno...- . Perdonad si os molesto, pero, Monroe¿te importaría si hablamos un par de minutos?

-¿Estás de mensajero de Black, Lupin?- preguntó Lily, bastante a la defensiva y con acidez. Pero Remus mantuvo el tipo, y le respondió con educación:

- No, vengo por mi cuenta- luego volvió a mirar a Adah- . Monroe, por favor...

Lily ya estaba abriendo la boca para soltar otra de sus lindezas, pero su amiga fue más rápida.

- Está bien- contestó, casi desapasionadamente, mientras le dirigía una mirada tranquilizadora a la pelirroja, quien, un poco a regañadientes, se levantó del sofá, alegando que iba a buscar a Louis.

- Esto...- Remus se sentó en el sofá con cuidado y a una distancia prudencial, aunque sin saber muy bien por dónde empezar- . ¿Te encuentras bien? De verdad, siento mucho lo que te ha hecho Sirius, no sé qué le ha pasado...

Adah le miró, parpadeando levemente ante aquello. No se esperaba que fuera a ser tan considerado...

- Estoy bien, gracias- le dijo, con suavidad y un asomo de sonrisa en sus labios- . Pero tú no tienes que disculparte por nada, no lo has hecho...- la leve sonrisa consiguió aflorar- . De hecho, tengo que agradecerte que estuvieras allí para parar a tu amigo...

- Bueno...- Remus pensó que precisamente no le había parado, pero no dijo nada- . De todas formas¿podrías explicarme por qué te ha hecho eso? Es que no lo entiendo y no he podido encontrarle...

La rubia volvió a parpadear, sorprendida esta vez porque Sirius no se lo hubiera contado a uno de sus mejores amigos...

- Tal vez debería contártelo él...- dudó, mordiéndose levemente el labio inferior- . No sé si debería...

- Le obligaré a contármelo, no te preocupes... Pero también quiero conocer tu versión- argumentó el merodeador, con una sonrisa amable y más tranquilo porque Adah no parecía ni la mitad de agresiva que Lily...

La chica, por su parte, dudó un poco más pero terminó contándole lo que había visto.

- Supongo que al verme hablar con Karen, Black ha pensado que yo iba a decirle lo suyo con Narcissa y por eso ha actuado así...- finalizó Adah, encogiéndose levemente de hombros, como si tal cosa, aunque en realidad, había vuelto a la Sala Común con las rodillas temblando...

- Ya...- Remus no dijo nada durante un par de segundos, mientras asimilaba lo que le había contado.

Claro, por eso Sirius había estado tan inquieto desde el jueves hasta ese momento... El merodeador levantó sus ojos color miel hacia Adah, que se había puesto a juguetear con la cinta del cuello...

- ¿Y tú pensabas contárselo a Karen?- se atrevió a preguntar, mirándola a los ojos.

Adah estuvo a punto de negarlo automáticamente pero de repente, sintió que si no lo decía, explotaba. Y tal vez, Lupin, que después de todo era amigo de Black, podría ayudarla en su dilema... Resoplando, se echó hacia atrás en el sofá, hundiéndose con el respaldo.

- No lo sé...- dijo, con voz queda- . Sé que debería, que no debería estar encubriendo una infidelidad de esta manera, pero por otro lado, no me sale hacerlo...

Remus frunció un poco el ceño.

-¿Eres amiga de Karen?- le preguntó, aunque sospechaba la respuesta, que Adah le dio negando con la cabeza- . En ese caso, yo no creo que debas decir nada... Si Karen no es amiga tuya ni Sirius tampoco, no deberías meterte, es un asunto de ellos dos...

Adah volvió a morderse el labio inferior. Lo que Remus le estaba diciendo, con un tono suave, amable y convincente era totalmente cierto: no tenía nada que ver con ella que Sirius se estuviera enrollando con dos a la vez, pero el callarse tenía que ver con lo que estaba bien y lo que estaba mal... Y a Adah normalmente le gustaba hacer las cosas bien...

- Sí, pero no es lo correcto...- expresó, con una angustia que sorprendió al licántropo. El chico agarró un cojín del brazo del sofá y cambió de posición, mientras meditaba.

- Si se trata de lo que es o no correcto- le dijo, tras unos minutos- , puedes mirarlo de esta forma: si tú acusas a Sirius le estás quitando la oportunidad de explicarse con Karen y eso es injusto...

- Pero es aún más injusto que Karen esté siendo engañada...- rebatió Adah, aunque por dentro iba masticando y cavilando las palabras del licántropo.

- Sí, pero si lo piensas, realmente no conocemos los términos de la relación entre ellos dos...- argumentó Remus, tratando de recordar a Sirius definiendo aquella relación, por si acaso- . Yo a Sirius jamás le he escuchado hablar de Karen como su novia o algo serio...

- Pero sigue siendo un engaño...- volvió a protestar la rubia, aunque su voz había perdido algo de fuerza y decisión.

Remus la observó fruncir el ceño y volvió a moverse otro poquito, reduciendo levemente la distancia entre ellos.

- Mira- le dijo, con suavidad y mirándola directamente a los ojos de color azul cristalino- , no estoy diciendo que lo que Sirius ha hecho esté bien, ni estoy justificándole porque sea mi amigo... Pero pienso que tal vez las cosas son de un color distinto al que las vemos, y, a fin de cuentas, no deja de ser un asunto sólo de Sirius y de Narcissa y Karen... No sería justo que nosotros hiciéramos nada...

Adah apartó la mirada, frunciendo un poquito más el ceño, mientras las palabras del merodeador iban haciendo mella en ella, pese a que intentó mantenerse un poco más en su postura... Finalmente, soltó un suspiro y volvió a hundir la espalda en el sofá.

- Está bien...- dijo, con voz queda, mientras levantaba los ojos de la punta de sus pies para volver a mirar a Remus, que había esbozado una rápida y encantadora sonrisa- . Si Black te había mandado para que me convencieras, ya puedes ir a decirle que eres un abogado estupendo...- añadió, correspondiéndole con una de sus medias sonrisas.

Remus, aún sonriente, meneó la cabeza.

- No, en serio- negó, con firmeza- . He venido por mi cuenta...

Adah volvió a sonreír y no dijo nada más, y al licántropo se le ocurrió que, tal vez, aquel podría ser un buen momento para marcharse. Pero también se le ocurrió que, curiosamente, estaba muy a gusto allí sentado y ya que ella tampoco parecía tener prisa por marcharse...

El merodeador deslizó los ojos castaños hasta las manos de la chica, en las cuales seguía el libro que antes había estado leyendo con Lily.

- A ver.. ¿Qué estabas leyendo?- le preguntó, señalándole el libro con un movimiento de cabeza.

La rubia se lo enseñó y, por casualidad, el libro resultó ser del autor favorito de Remus, lo que les llevó a enzarzarse en un minucioso y apasionante debate acerca del autor y sus libros que les mantuvo ocupados durante más de dos horas sin que ninguno de los dos se diera cuenta...

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Un par de semanas más tarde, cuando ya estaba bien entrado Octubre, el tablón de anuncios se llenó con dos noticias que revolucionaron bastante a los alumnos: la primera y la que más atención obtuvo fue la programación de una excursión a Hogsmeade para el sábado de esa semana; en la segunda, Binns y Flitwick anunciaban que ya habían encontrado a los tres ganadores para su concurso.

Y tal como Lily y Louis habían predicho, Adah consiguió el primer puesto.

-¡Vaya¡Ha ganado Adah!- exclamó Remus, con una sonrisa, mientras leía el nombre de la chica escrito con la letra de Flitwick en una cartulina naranja.

Después de aquella conversación en la Sala Común, Remus y Adah habían descubierto que tenían bastantes más cosas en común de las que habían pensado, y poco a poco, en aquellas semanas, se habían ido haciendo bastante amigos.

-¿Lo sabrá ya ella?- les preguntó el licántropo a James y Sirius, que estaban leyendo el anuncio para la salida a Hogsmeade.

Sus dos amigos se encogieron de hombros, aunque en el caso de Sirius, había un poquito más de desdén, por llamarlo de alguna manera. Remus le había tranquilizado con respecto a Adah y que fuera a contar lo suyo con Narcissa, pero el merodeador todavía desconfiaba un poco de la chica... Por más amiga de Remus que fuera, siempre podría soltarlo...

Y pese a que él había dejado de verse con Karen, no quería que se supiera que con su prima Narcissa sí seguía enrollándose...

- Es muy probable que ya lo sepa- le comentó entonces James a Remus, acerca de su pregunta- . Pero yo voy a ir a buscar a Lily, así que vente y le preguntas...

- Vale- Remus asintió con la cabeza, mientras James se volvía hacia Sirius

-¿Te vienes, Pad?

El merodeador se echó el largo pelo oscuro hacia atrás, pensando.

- Mmmm... Creo que no- respondió- . Alguien tendrá que ir a comprobar que Peter no se ha ahorcado con la túnica al vestirse...- añadió, con una sonrisa divertida recordando aquella vez en que eso había sucedido de verdad. El pobre Peter se había puesto de todos los colores...

James y Remus también sonrieron ante el recuerdo y después de despedirse, echaron a andar en dirección al Gran Comedor, donde se suponía que estarían la pelirroja y sus amigos terminando de desayunar.

Sirius le echó una última mirada al tablón y luego se metió las manos en los bolsillos, dispuesto a ir a rescatar a su amigo de la túnica asesina.(NA: todo imaginaciones suyas, por cierto... XD)

Fue una suerte que aquella mañana Peter no tuviera problemas para ponerse la túnica, porque en el caso de haber necesitado ayuda, su caballero andante habría estado tan ocupado en lo alto de la torre de astronomía con Narcissa que ni siquiera se habría enterado.

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Justo en el momento en el que Sirius era interceptado a mitad de camino por su prima, James y Remus estaban entrando en el Gran Comedor.

-¿Vas a pedirle a Lily que vaya contigo a Hogsmeade?- le preguntó el licántropo a su amigo, cuando aún estaban bastante lejos de la chica- . ¿En plan cita?- añadió, con un tonillo que parecía decir "pero si no te pega ni con cola".

- Sí y en realidad, fue ella la que me sugirió que le pidiera una cita, hace bastante ya, de hecho...- contestó James, mientras se revolvía el pelo- . Pero entre que ella ya había quedado con sus amigos o yo tenía entrenamiento, lo hemos ido dejando... Pero como a Hogsmeade vamos a ir los dos seguro, es mejor aprovechar...

Aquello era cierto, aunque James no sabría nunca que Lily había pedido personalmente al entrenador del equipo de Gryffindor, que casualmente era el mismo Donovan que se sentaba a su lado en Pociones, que pusiera el entrenamiento el sábado anterior...

- Hola- saludaron los dos merodeadores a dúo cuando llegaron al extremo de la mesa en la que estaban sentados Louis y Adah juntos y con Lily enfrente.

- Adah¿has visto ya el tablón de anuncios?- le preguntó Remus a la chica, con una sonrisa, mientras se inclinaba sobre la mesa.

La rubia parpadeó levemente, sin entender a qué venía esa pregunta.

- Pues no...- dijo, con un tono dubitativo y luego pareció entender- . ¡Ah¡El concurso de Binns y Flitwick!- esbozó una sonrisa, mientras Louis empezaba a aplaudir, orgulloso y Lily también sonreía- . Aunque lo sé desde ayer, me lo dijeron después de cenar...

- Me alegro. ¿Qué te dijeron?- preguntó el licántropo, con curiosidad.

Adah se encogió de hombros, como diciendo que poca cosa, pero Louis, que sabía lo que le habían dicho en realidad, se apresuró a contestar por ella:

- Le dijeron que era de las mejores cosas que habían leído en estos últimos años y que tenía un talento innato que debía seguir cultivando, porque en ella se "percibían las pinceladas de la genialidad"- terminó, con cierto retintín, como imitando el tonillo del profesor Flitwick, mientras sonreía orgulloso de su amiga.

- Pero eso es genial- intervino James, con una sonrisa cordial- . Felicidades, Monroe

- Gracias...

- Y a todo esto¿qué te daban de premio?- le preguntó Lily, mientras se llevaba una cucharada de copos de avena a la boca.

- Mmm... Aún no me lo han dado, pero me dijeron que eran unos vales de compra en todas las tiendas de Hogsmeade, excepto Zonko, valorados en unos 20 galeones...

Que de hecho, le venían muy bien, porque después del sábado de compras por Edimburgo que había pasado con Lily y Louis dos semanas antes, se había quedado prácticamente en números rojos hasta final de mes...

- No está mal- comentó Remus, que sí sabía de sus problemas económicos- . Y puedes usar la salida a Hogsmeade del fin de semana que viene para gastártelo todo..- añadió con una sonrisa.

-¿Ah sí¿Hay salida a Hogsmeade el fin de semana que viene?- preguntó entonces la pelirroja, mientras terminaba lo que quedaba de la avena en el plato.

- Sí- el buscador de Gryffindor la miró fijamente y luego se inclinó suavemente sobre ella, para decirle- . ¿Qué te parece si nosotros la usamos para esa cita que teníamos pendiente...?

Por supuesto, Lily accedió, aunque pareció mucho más contenta después de leer la sección del tiempo del Profeta... Y la semana pasó más bien lenta pero por fin llegó el esperado sábado.

Los estudiantes de tercero y cuarto, como debían salir con Filch, fueron los primeros en levantarse y marcharse al pueblecito mágico, mientras que los de quinto, sexto y séptimo tenían la opción de salir un poco más tarde y por tanto, no tuvieron que madrugar.

Lily y James, por su parte, habían quedado a eso de las tres y media junto al ayuntamiento, después de la hora de la comida, para que cada uno pudiera tener la mañana libre para estar con sus respectivos amigos por Hogsmeade.

Sin embargo, tanto Lily, como Louis y Adah eran poco amigos de madrugar, así que la pelirroja se pasó la mañana en la torre de Gryffindor.

A las tres menos cuarto, Louis salió del cuarto de baño, colocándose la larga capa de terciopelo negro en los hombros y alisándose levemente el pelo rubio con la mano.

- En fin, yo ya me voy- le dijo a Lily, que estaba tumbada en su cama, leyendo muy interesada una revista y con el edredón formando una especie de tienda de campaña alrededor de su cabeza.

- Vale. ¿Vas con Adah?- le preguntó la chica, levantando los ojos verdes de la cara de la conocida bruja-modelo Cloncia Schaufeer.

- No- Louis negó levemente con la cabeza, mientras se echaba un vistazo en el espejo de cuerpo entero de la puerta- . He quedado con Philip. ¿Te acuerdas de él?

- Sí, el DJ amigo de Dickon...

- Ése- Louis asintió, satisfecho- . Me envió ayer una lechuza diciendo que iba a pasar el día en Hogsmeade porque le pillaba de paso y que podíamos tomarnos algo juntos...

-¿De paso por Hogsmeade?- repitió Lily, mientras alzaba una ceja, un tanto escéptica- . Yo diría que hoy vas a hacer algo más que beber cerveza de mantequilla, Louis- le dijo, con una sonrisa pervertidilla- . Oye, pero si tú no vas con Adah¿con quién está ella?

El chico rubio parecía haber caído en eso por primera vez.

- Quizá esté con esas chicas de sexto de Ravenclaw con las que se lleva tan bien- sugirió- . O con Lupin...

Lily meneó la cabeza, pensando con culpabilidad que su amiga pudiera estar sola...

- De todas formas la buscaré, por si acaso- añadió Louis, al ver la cara de la pelirroja- . Y por cierto cariño¿tú no tendrías que estar empezando a arreglarte, como mínimo? Habías quedado con Potter a las tres y media¿no?

Lily se arrebujó en su viejo pijama gris de ovejitas con placer antes de contestar:

- Bah, no importa... Ya le avisé que iba a llegar tarde...- le dijo, con una sonrisa que iba a medio camino entre lo travieso y lo malvado.

Ahí fue el turno de Louis para alzar una ceja, escépticamente.

-¿Tarde¿Tú?

- Le dije que era una especie de manía para todas las primeras citas...- se explicó la chica, encogiéndose levemente de hombros y luego volvió a sonreír, maliciosamente, mientras se incorporaba en la cama- . ¿Quieres saber lo mejor? Mira por la ventana...

Con un movimiento de cabeza, señaló el cielo, cubierto de nubarrones grises que amenazaban, como poco, una tempestad tipo el diluvio universal y que hicieron que Louis negara levemente con la cabeza.

- En serio, preciosa, estás jugando con fuego y algún día tus retorcidos planes van a hacer que te quemes...- le dijo, inclinándose sobre ella para que sus frentes chocaran y sus ojos estuvieran a la misma altura. Y Lily pudo ver que Louis no la juzgaba, sólo estaba preocupado...

- Está bien, le mandaré un mensaje diciéndole que me espere mejor en las Tres Escobas...- le dijo, con aire taciturno. Con lo bien que estaba ella sin los malditos escrúpulos...

El chico rubio le revolvió el pelo y le sonrió.

- Mejor. Deséame suerte- le pidió con una nueva sonrisa, incorporándose y alisándose tanto la ropa como el pelo.

- No creo que te haga falta, sinceramente, pero suerte- le respondió la chica, con una sonrisa, mientras salía de la cama para acompañarle hasta la puerta.

Parada en el umbral, le observó bajar las escaleras con la capa ondeando sobre los escalones y cuando ya se había perdido por la curva, Lily habría vuelto a entrar en su cuarto de no ser porque vio a una chica de tercero subiendo los escalones.

- Perdona- Lily rebuscó el nombre de la niña en su memoria- . Linda¿verdad?- la chica asintió con la cabeza, parándose en el escalón junto a Lily- . ¿Vas a ir a Hogsmeade?

- Sí, he venido a buscar mi paraguas...- le explicó Linda, un poco cortada porque ella jamás había hablado con Lily- . Va a caer una buena...

La pelirroja esbozó una sonrisa.

- Es cierto. Mira Linda¿podrías hacerme un favor?- Linda asintió fervientemente, con una devoción que sorprendió a Lily. Si seguía tan cándida, terminaría siendo SPA...- . ¿Sabes quién es James Potter, de séptimo?- la chica volvió a asentir, aunque esta vez sus mejillas se pusieron coloradas, dándole un nuevo matiz a la respuesta- . Pues mira, debe estar esperándome en el ayuntamiento, así que, si pasas por allí¿por qué no le dices de mi parte que me espere en las Tres Escobas?

-¿En las Tres Escobas?- repitió Linda, dubitativamente- . Está bien. Se lo diré

Lily volvió a sonreírle, con suavidad.

- Gracias

- De nada- se encogió de hombros y luego sonrió tímidamente- . Adiós...- y se marchó escaleras abajo, olvidando coger el paraguas...

Satisfecha, la pelirroja volvió a entrar en su cuarto y fue desvistiéndose hacia el baño. Más o menos, se había librado de los escrúpulos...

Y cuando se metió en la ducha, dispuesta a librarse de lo que le quedara de ellos a base de agua caliente, un trueno retumbó en el cielo...

Mientras Lily se duchaba y acicalaba cual Popea, Linda había bajado rápida las escaleras, dispuesta a llevar su mensaje lo antes posible. Al llegar al ayuntamiento de Hogsmeade buscó, con las mejillas algo más alborozadas de lo que las hubiera tenido por el frío, a James ante el edificio de piedra caliza.

Un poco decepcionada, miró a un lado y a otro, buscando al merodeador sin mucho éxito. Aunque sí consiguió divisar a un par de chicas de séptimo, así que pensó que lo mejor sería que ellas le dieran el mensaje si le veían...

- Esto...- empezó a decir, mientras se acercaba con timidez a las dos chicas que se volvieron para mirarla.

-¿Si¿Querías algo?- preguntó una de ellas, que llevaba un abrigo rosa palo y las manos cubiertas con guantes de raso blanco. Como tenía una sonrisa más bien dulce, Linda se sintió un poco menos cohibida...

- Esto... Sí... Necesito...- tragó saliva, tratando de aclararse- . Una chica pelirroja, creo que es de vuestro mismo curso, me había pedido que le diera un mensaje a James Potter, ya sabéis, el buscador de Gryffindor...

- Sí, sí- la chica del abrigo rosa se inclinó con diligencia y aún sonriente- . Sabemos quien es. ¿Qué clase de mensaje había que darle a James?

- La pelirroja me dijo que le dijera a Potter que mejor la esperara en las Tres Escobas, porque sino, se le iba a caer el cielo encima...- respondió, tomándose la libertad de añadir eso de su propia cosecha. En su cabeza de adolescente, le parecía la mar de romántico que una chica se preocupara por su novio...

- Ajá...- la estudiante de séptimo intercambió una mirada con su amiga y luego volvió a sonreír a Linda- . Está bien, vete tranquila. Nosotras se lo diremos a James...

-¿En serio? Muchas gracias...- dijo Linda, con una sonrisita ilusionada y se marchó, contenta porque en un sólo día, había descubierto que las chicas de séptimo, que siempre le parecían tan mayores y serias, eran verdaderamente simpáticas (NA: pobrecita... anda que no le queda mundo por ver).

Las dos chicas, por su parte, la observaron marchar y luego, la del abrigo rosa se volvió hacia su amiga, con una sonrisita cínica.

-¿Estamos pensando lo mismo?- le preguntó Candy, con un tono y aire de complicidad, mientras se echaba el pelo anaranjado hacia atrás.

- Creo que sí- le respondió Valerie Drake, Val para los amigos, con una sonrisa de víbora.

- Tampoco va a pasar nada porque James no se entere de donde tiene que esperar a Lily¿verdad?- comentó Candy, con una risita jocosa- . Y si tiene que esperarla bajo el aguacero...

Val también soltó una risita...

- Quien sabe... Tal vez rompan...

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Más o menos tres cuartos de hora más tarde de la hora a la que había quedado con James, Lily salió de su cuarto, con su paraguas de puntos de colores en la mano y un abrigo negro que se pondría antes de salir, en la otra.

Había dedicado bastante tiempo a arreglarse, puesto que, después de haber mandado a Linda, el tiempo había dejado de preocuparla y los remordimientos y escrúpulos se habían deslizado de su cuerpo junto al agua de ducha.

Caminó hasta la salida, donde se puso el abrigo y abrió el paraguas. Mientras andaba por el camino hacia Hogsmeade, agradeció no haberse puesto tacones, porque podría haberse desnucado al andar sobre aquel suelo mojado con ellos.

Una vez en el pueblo, se encontró con varios compañeros que volvían, empapados al castillo, y pudo ver a otros en el Salón de Té de Madame Pudipié, pero ella siguió recto hasta las Tres Escobas.

El local estaba abarrotado, así que la pelirroja tuvo que pisar a un par para conseguir llegar hasta la barra, donde Rosmerta estaba hasta arriba de trabajo.

-¡Doña Rosmerta!- la llamó Lily, haciéndose oír por encima del griterío.

-¡Cariño, estoy ocupada¡¿Es urgente o un pedido?!- le gritó al oído la camarera, mientras servía con mano experta cervezas de mantequilla.

-¡¿Me puede decir en qué mesa está James Potter?!- gritó Lily a su vez.

-¡¿James Potter¡¿El despeinado que siempre va con ese tan guapo, Black puede ser?!- preguntó Rosmerta, mientras recogía el pago por las cervezas y se acercaba a la caja. Lily asintió- . ¡No le he visto hoy, cariño!

La pelirroja parpadeó, confusa, mientras apretaba el gorrito de lana entre sus manos. Si James no estaba allí¿dónde podía estar? Dándole vueltas en la cabeza, y con una ligera sospecha creciéndole en la garganta, Lily se despidió de Rosmerta y salió de la taberna.

Una vez fuera, respiró hondo y se dirigió hacia el ayuntamiento, pidiendo por favor que no estuviera allí...

Pero sus temores se vieron confirmados, porque allí estaba James, sentado, hecho una bolita en sí mismo y apoyado contra una de las columnas dóricas que había en la fachada del ayuntamiento. El pobre chico estaba calado hasta los huesos y desde lejos Lily podía verle tiritar y escuchar sus dientes castañetear.

Se situó a su lado sin saber muy bien qué decir y le cubrió con el paraguas, aunque sabía que serviría de poco. James levantó la cabeza y sus ojos echaban chispas cuando la miraron.

- Hola- le dijo, e intentó sonreírle, pero con los dientes castañeando no pudo hacerlo.

Lily dejó escapar un suspiro y se acuclilló para mirarle, con los ojos verdes brillantes.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó, con voz trémula.

- Esperarte...- le contestó, mientras se arrebujaba un poco más en su chaqueta ya empapada- . Has tardado un poco más de lo que creí...- añadió, con un leve tono de humor.

- Pero¿por qué estás aquí¿Por qué no estás en las Tres Escobas?- le preguntó Lily, aún confusa.

James parpadeó, aunque como tenía las gafas llenas de gotitas Lily no pudo verlo.

-¡Ah¿Con que habíamos quedado ahí?- dijo, esbozando una sonrisa y el matiz de enfado de sus gestos, de sus ojos, disminuyó un poco- . Habría jurado que habíamos quedado aquí, pero por si acaso, me di algún que otro paseo por allí para ver si te veía aunque, como estaba de bote en bote... ¿Has estado esperándome?

- No. No, habíamos quedado aquí...- a Lily le hubiera gustado añadir "¿no te llegó mi mensaje?" pero sonaba demasiado a excusa barata... Aunque cuando cogiera a Linda iba a hacerla picadillo...- . ¿Por qué no te has marchado a un lugar donde no te mojaras?

James se encogió de hombros. Había pensado hacerlo, lo había pensado unas cuantas veces en aquella tarde... Pero finalmente se había quedado por puro orgullo.

-¿Y si venías, qué?- le preguntó, con una sonrisa encantadora que sí logró esbozar, pese a estar tiritando- . Lo malo es que no llevo la varita conmigo, así que tampoco podía protegerme con ningún hechizo... Y así he terminado...

Lily estuvo a punto de bufar ante aquello. Si por lo menos no estuviera tan empapado, ella no se sentiría tan mal...

- Pero, ya que estás aquí, preferiría marcharme a un lugar más calentito...- repuso el merodeador, colocando una mano en el suelo empapado para darse impulso y levantarse.

La pelirroja se incorporó también y siguió tapándole con el paraguas, aunque sin decir nada más durante un par de segundos.

-¿No estás enfadado?- preguntó, con un tono cauto, como tanteando la situación.

Sí lo estaba, y se acababa de dar cuenta de que tenía los músculos entumecidos, el frío hasta en los huesos y era muy probable que pescara un resfriado, así que cada vez lo estaba más, pero le pareció que sacaría más negándolo.

- No. Me lo habías avisado...- y ya que estaba, pensaba recomponer un poco su orgullo de macho alfa- . Y además, soy un deportista, puedo aguantar estas cosas... ¿Nos vamos?

Lily volvió a tardar un par de segundos en reaccionar. Finalmente, se inclinó sobre él, sin importarle que estuviera empapado, y cogiéndole la cara entre las manos, le dio un suave beso.

Las manos de la pelirroja, y sus labios, estaban calentitos y ante su contacto, el merodeador notó que el enfado disminuía...

- Eres el tío más raro que he visto en mi vida...- le dijo Lily, con una sonrisa, cuando se separaron.

- Gracias...- le respondió el chico, esbozando una nueva sonrisa. Luego, atrapó su mano calentita- . ¿A dónde vas a llevarme para entrar en calor?- preguntó, aunque sabía que aquello tenía bastante peligro. La última vez que había dejado que la chica decidiera había acabado en uno de los sofás del salón de Madame Pudipié.

Por suerte, Lily opinaba que aquel sitio era una horterada que sólo podía gustarle a Candy, así que, en vez de eso, le obligó a callejear un poco por zonas de Hogsmeade que James pensaba que sólo él y sus amigos conocían, hasta que llegaron a un garito subterráneo, en cuyo cartel, con las mismas letras de Jurassic Park, ponía "El Diplodocus".

El merodeador conocía aquel sitio de vista, pero nunca había entrado por dos razones: una, al ver aquello que sonaba a rollo paleontológico había huido como alma que lleva el diablo y dos, por consecuencia de uno, nunca se le había ocurrido que aquel sitio pudiera ser un bar.

Pero lo era, y uno con una variedad de copas increíble que iba desde el "hoy conduzco yo", una copa chiquitita sin casi alcohol, hasta el "te has pasado" que era, literalmente, un cubo de varios tipos de alcohol mezclados.

Así que, con semejante mundo para descubrir y teniendo en cuenta que a Lily le había enternecido que la hubiera esperado bajo la lluvia, cuando James volvió a su cuarto tuvo que declarar que su primera cita con la pelirroja había sido, con mucho, la mejor de su vida y todo un éxito.

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¡¡Hoooooooolaa después de miles de años!! Sí, sé que me he pasado y muchísimo tardando tanto en volver, sobretodo porque seguro que dije que no iba a tardar tanto (en realidad no me acuerdo, pero vamos... XD) así que lo siento mucho pero es que no he tenido tiempo para sentarme y escribir... Estoy en el último curso antes de la universidad y yo no creí que fueran a abusar tanto de mí (sniiiiff xD) pero resulta que mi tiempo está ocupado mayoritariamente en estudiar como una loca, salir por ahí y dormir... pero bueno, para que veáis, hoy he dormido un poco menos y aquí tenéis el capítulo 5... Qué os ha parecido?? qué nota le ponéis? (estoy obsesionada ya, puñeteras clases... ¬¬) A los que me pedían que Adah saliera más, aquí tenéis un capítulo en el que coge mucho protagonismo... le ha salido un nuevo amigo y todo: p (ah! también quiero opiniones respecto a esta relación con Remus, a ver qué os ha parecido ) y ya veis que Lily no se anda con chiquitas con James...

en fin, mañana, lunes, empiezo la peor tanda de exámenes de mi vida así que aaandaaa, sed buenas y dejadme un revieww para ver lo q os ha parecido, q siempre me animan y aunque sé que me arrepentiré de poner esto, porque luego perderé toda la inspiración para el capítulo 6: en cuanto termine los exámenes (que será el miércoles/jueves 14 de noviembre) me pondré en cuerpo y alma con el fic!! así que por fa, por fa, pliiiiiiiiis!!!! dejadme un comentario y me contais!! y ya que estamos, muchas gracias por los reviews del anterior! lo de siempre, los contesto vía reply y los anónimos por aquí y si no os llega, avisadme!!

pues eso, hoy un besito especial para todas q me aguantais!! muaaa!! hasta el capítulo 6!!

Ana

CONTESTACIÓN DE REVIEWS ANÓNIMOS

kry: ¡Hola!! qué tal?? muchas gracias por el review, me alegro que te gustara el capítulo anterior, incluso cuando salía Snape, que no te gusta mucho... te leíste el séptimo libro?? no te digo nada por si acaso, pero si es sí, ya hablaremos ah! y Remus, sí, es cierto que no le saqué mucho en el anterior, pero en este te compenso eehh?? yo diría que ahora quien sale menos es Sirius... Es imposible estar a todos jaja! pues nada, muchas gracias de nuevo, y a ver si este capi te gusta también!! un besazo!! muaaa!!

Juu: ¡¡Juliii, preciosa!!! Dios mío, qué pedazo review me dejaste!! muchas graciaaas!!! siempre te lo digo, pero eres un solazo!! (no sé si en Argentina usáis esa expresión, viene a decir que eres genial ) qué tal estás?? me alegro de que te arreglaran el ordenador y ya tengas acceso a internet... cómo vas con "Ella y él"?? joo, tengo unas ganas de sentarme tranquila a leer... a ver si cuando termine los exámenes lo consigo de una vez por todas... : ( bueno, de nuevoo muuchas gracias por tu super-review, no sabes lo contenta que me pone q te guste la historia y sobretodo, Lily... Como se sale de los patrones habituales, siempre ando con dudas de si la estaré haciendo bien, jaja así que me anima un montón que me digas que te gusta!! y James, sí es un creído de aquí te espero, y encima arrogante, pero el pobre se hace querer... xDD y estoy de acuerdo, no son dos, sino cuatro con sus egos jajaj XD en cuanto a Sirius... ains... este es la máxima expresión de aquello de "la carne es débil y yo no soy de piedra"... la verdad, a mí también me gusta más Narcissa para liarla con Sirius, en plan relación prohíbida, jaja... No sé, pero le veo más corazón que a Bellatrix, ya desde el sexto libro, cuando iba a llorarle a Snape me cayó genial y pensé... "¿por qué no?" y con lo del bosque, en el séptimo... Y hablando del libro, yo también tuve muchos momentos de llorar y muchos de reírme... también yo pienso que un par de muertes le sobraron por ahí, pero supongo que con ellas quería dar a entender que en las guerras caen de todos los bandos, no sólo de los malos... y en cuanto a la muerte de la "estúpida", como tú la llamas... Sí, yo también me sentí una sádica por alegrarme, pero es que Molly estuvo impresionante ahí y la muy guarra se lo merecía, por andar soltando comentarios... por la boca muere el pez, no? en fin, ya lo discutiremos! nuevamente, estoy deseando leerme "Ella y él" así que si me da tiempo, me pasaré luego vale??un besazo wapa!!! cuídate mucho y a ver si puedo leerte prontito por aquí y que me digas que te ha parecido este capítulo!!! otro besazo!! muaa!!