Advertencia: Los personajes de la serie Beyblade no son míos, (suspiro resignado) pero es bonito crear historias.
Nota: por cuestiones de edad estaría ubicada en la tercera temporada, quizá finales de la segunda pero en el caso de Kai sin ese trajecito de mal gusto de la segunda temporada.
"HERENCIA DE ODIO"
Capítulo 1
"Una visita esperada. Una situación inesperada"
°°°
— ¡De acuerdo! Te esperamos— dijo Ray al teléfono y colgó satisfecho.
— ¿Ya regresó? — preguntó Kenny refiriéndose a Kai.
— Si. Me aseguró que estará aquí en un par de horas— le contestó.
— Ahhhhhhh— se oyó un bostezo— ¿Quién era? — preguntó un algo dormido Tyson.
— Kai, llamó para decir que estará aquí dentro de dos horas… y…
— ¡Se acabó nuestra tranquilidad! — se quejó el peliazul.
— ¡¡¡¡TYSON!!!! — le regañaron los chicos
— ¡¡¡Ehh!!! Solo bromeaba… pero es verdad que estando de regreso tendré que practicar y levantarme más temprano los siguientes días.
— Esteeee—empezó Ray
— ¿Qué pasa Ray? — preguntó Max.
— Kai dijo que estuviéramos listos para practicar… parece que ya se enteró del torneo de beneficencia del que nos habló el Sr. Dickenson la semana pasada.
En eso se oyó un suspiro tan desgarrador que hasta hubiera ablandado las mismísimas piedras pero hizo reír al resto del equipo.
— ¡Anímate Tyson!, sabes lo inflexible que es Kai con los compromisos deportivos… aunque no participe y como campeón te toca que dar el mejor ejemplo— le dijo Kenny con una sonrisa.
— ¡Es verdad¡Soy EL CAMPEÓN! Y como tal necesito ¡COMIDA! — dijo Tyson emprendiendo una rápida caminata al comedor.
Los chicos solamente sonrieron y lo siguieron. Ya adentro después de una buena comida y satisfecha el hambre del campeón éste le preguntó a Ray.
— ¿A dónde fue esta vez Kai?
— Creo que a América, comentó que su abuelo tenía algunos negocios en Houston o algo así.
— Creí que no le gustaba estar tanto tiempo con su abuelo… lleva dos semanas fuera ¿no? — comentó Max.
— Tienes razón es inusual— reflexionó Kenny.
— Ahhhh— bostezó Tyson, creo que tomaré una pequeña siesta, antes que venga nuestro capitán y no me deje tranquilo con sus quejas— dijo Tyson mientras se acomodaba en una banca del jardín.
— Oye— dijo Ray a Max — aunque me alegro que Kai esté de regreso… extrañaré la paz que reinó por quince días.
— Creo que todos — sentenció Kenny.
— Apúntame, Jefe— se oyó la vocecita de Dizzy.
El optimista de Max solo pudo sonreír y pensar en que tenían razón, confirmándolo al ver a Tyson que aún dormido soñaba que peleaba con Kai por un emparedado.
Kai llegó pasado el mediodía. Todos lo recibieron con alegría aún el quejoso de Tyson quien se le acercó y le palmeó la espalda con fuerza… sucediendo una cosa muy rara. ¡Kai se quejó! Pero no por la bienvenida sino porque sintió dolor en la espalda. Aunque no gritó el gesto de dolor en su rostro no pasó inadvertido.
— ¿Estás bien?—preguntó Ray al ver el gesto de dolor.
— Mmm, no estoy seguro… Me duele la espalda, yo… no importa.
— ¿Pasa algo? — preguntó a la vez Max
— Nada— dijo Kai indiferente.
En eso el abuelo de Tyson anunció que el almuerzo estaba listo y que se lavaran las manos.
— Imagino que no habrás comido muy bien en el avión ¿Quieres almorzar? — preguntó Kenny.
— Mmm.
— ¿No tienes hambre? — Le preguntó a su vez Tyson— tenemos pollo, arroz, salsa de esa que hace el abuelo y bollitos de arroz.
— ------ (silencio) ------
Ray se le quedó viendo y le preguntó — ¿Kai, te encuentras bien?
—Si, vamos—le dijo sin mucha convicción.
El almuerzo se hizo entre gritos de alegría de los chicos y discusiones sobre la voracidad de Tyson. El abuelo estuvo presente disfrutando de la maravilla de la juventud y sintiéndose parte de ella. Aunque Kai les había dicho que no tenía hambre, Ray insistió en que comiera algo. Y en verdad la comida estaba deliciosa, un agradable aroma le tentó. Empezó… pero a los pocos bocados tuvo una extraña sensación en el estómago… una especie de nausea y decidió no seguir.
Ray no le había perdido de vista, intuía que algo no estaba bien… su amigo estaba más callado que de costumbre… se miraba cansado y distraído. En el momento de los postres Kai se disculpó (algo que los dejó boquiabiertos) se levantó y fue a sentarse lejos de ellos… cerca del corredor donde se acomodó cruzó los brazos y cerró los ojos.
— ¿Ray? — Preguntó Max.
— ¿Si?
— ¿Crees que Kai se encuentra bien?
— No.
— ¿Por qué lo dices? — preguntó a su vez Kenny.
—Está extraño, no actúa normal — le contestó el chino.
— ¡Bah¿Desde cuando Kai es normal? — exclamó Tyson.
—¡¡¡TYSON!!!! — le regaño su abuelo
—Podría ser cansancio… ustedes saben el viaje y el cambio de horario— aventuró Kenny
— Esperemos que eso sea—dijo Ray no muy convencido y decidido a averiguar que le ocurría a su amigo… de ser posible.
°°°
Tiempo después…
— ¡¡¡VAMOS DRAGOON!!!
— ¡Esquívalo Drigger!
— Eso chicos… es genial
El conocido sonido de entrechocar de Blades y las voces de sus amigos hicieron que Kai despertara… al ver el reloj del jardín se dio cuenta que había dormido ¡tres horas! Estaba sorprendido, se levantó; hizo una mueca… no entendía porqué todavía le dolía la espalda, 'Debe ser el vuelo' se dijo y caminó al jardín. Como lo imaginó, encontró a los chicos batallando, Kenny no se encontraba.
— ¡Eh Kai! — exclamó Max.
Al grito de Max el blade de Ray salió volando…
— ¡¡¡¡¡¡GANEEEEEEEEEEEEE!!!!!!— fue el grito que salió de los labios de Tyson.
—Te distrajiste—sentenció una voz fría
— Eso parece… ¿Te despertamos? — preguntó Ray
—No importa.
Pero los chicos no le creyeron… todos ¡hasta Tyson! se dieron cuenta que Kai no había descansado… ¡parecía que él solo había batallado un campeonato! Estaban seguros que estaba profundamente dormido porque despertaba al mínimo sonido pero ni cuenta se dio cuando salieron del comedor. Tyson iba a despertarlo cuando Ray le hizo señas que lo dejara dormir.
Ahora al verlo despierto… era evidente su fatiga… quizás no se dieron cuenta antes.
— ¿Estás bien? — preguntó Max.
Pero Kai no pudo contestar… porque en eso apareció Hillary acompañada de Kenny y de la infaltable Dizzy.
— ¡Hola chicos! — dijo entusiasmada agregó— ¡UYY¡Qué mal te ves Kai!
— Muy amable— dijo sarcástico.
— ¡Vaya!... y decías que yo era el imprudente Ray— exclamó Tyson con maldad en sus ojitos.
La chica se sonrojó… reconoció su falta de tacto con el más irascible de sus amigos. Se dio cuenta que no había sido prudente.
— ¿Ehhh¿Cuándo viniste? — le dijo tratando de arreglar su error.
— Hoy— dijo sin ocultar su enojo y dándole la espalda se dirigió a Max— practiquemos— dijo tan solo.
Max obedientemente le siguió mientras Tyson aprovechaba para burlarse de Hillary y sacarle en cara su error. Pero Hillary no le prestó atención, estaba más preocupada que ofendida.
— ¿Está bien? — le preguntó a Ray.
— Dice que si… pero no le creo… de hecho ni Tyson. Se ve peor de lo que vino y eso que durmió como tres horas.
— ¿Se durmió¿Estás seguro?
— Tanto que ni despertó cuando salimos del comedor— intervino Tyson.
— ¿Estará enfermo…? porque no se ve muy bien ¿Tendrá fiebre?
—Es posible Hillary… pero no me atrevo a acercarme, menos ahora que… disculpa — dijo Ray, porque sin querer le señaló su error.
— Descuida. Soy yo la que me siento mal por no tener cuidado… debí ser más discreta.
— ¿Vas a quedarte? — preguntó Kenny
— Solo un rato… mamá tendrá una cena y prometí que le ayudaría. Pero vendré mañana. ¿Sigue en pie la ida a la playa?
— No lo sé… con Kai… pues…
— Descuida, ya lo convenceremos. Solo recuerda llevar suficiente comida— dijo cierto goloso.
Vieron la batalla entre Kai y Max. A leguas se notaba que Kai no parecía el mismo, le faltaba agresividad a su ataque. El encuentro terminó en un apurado empate.
— Oye Kai, sería bueno que… mañana descansáramos… verás ya tenemos planeado un día en la playa y…— empezó Tyson
— NO.
— ¡Vamos! Es un día…
— Puedes aprovechar para descansar antes de entrenar en serio— dijo Ray tratando de suavizar la situación.
— Pero practicaremos hoy — contestó Kai con frialdad.
— Yo…— dijo Tyson
— ¡De acuerdo!— dijeron al unísono Hillary, Kenny, Max y Ray.
— ¿Y si hay prácticas de obstáculos? — sugirió Hillary.
— Gracias Hillary — susurró en su oído Tyson— sabes que es lo peor que hago. Con esto no saldremos mañana.
— Perdón— le dijo también en un susurro.
— Suficiente— se oyó la voz de Kai — empecemos—dijo con voz suave pero fue suficiente para acallar cualquier protesta.
Hillary y Ray pusieron los obstáculos. La primera parte era un ejercicio normal. Todos los pasaron sin problemas. El segundo tenía cierto grado de dificultad. Los obstáculos estaban en la misma posición que los pinos del juego de bolos. El truco era saltar sobre cada uno de ellos sin derribarlos y regresar esquivándolos por abajo. El primero fue Max quien logró finalizar bastante bien… porque el chico ruso no objetó ni hizo ningún comentario.
El siguiente turno fue para Tyson… sin duda fue cuestión de suerte porque solo derribó un par en la primera fase y dos en la segunda. Se sorprendió que Kai no dijera nada… ya empezando a preocuparse.
Fue el turno de Kai. Para todos era muy obvio que Kai tenía dificultades porque solo logró saltar cuatro pinos antes de derribar el resto. Un elocuente silencio se hizo presente. Si Kai estaba atónito, el resto no estaba mejor. NUNCA había visto que su amigo perdiera la concentración o el control de su blade de esa forma, porque les constaba que era el mismo blade y Kenny no había hecho modificaciones o reconstrucciones.
— ¿Kai? — se oyó decir a Ray quien fue el primero en reaccionar.
El aludido parpadeó confundido… ni en sus peores momentos había perdido de tal forma la concentración, adolorido, enfermo o enojado su disciplina se imponía… era algo propio, infaltable. ¿Qué pasó?
— ¿Kai? — repitió Ray más fuerte mientras le ponía la mano en el hombro.
Nuevamente oyeron un quejido apenas reprimido salir de los labios de Kai. Éste volvió la vista a Ray.
— Será mejor que descanses… el viaje fue agotador— le sugirió suavemente.
Las sorpresas continuaban porque Kai asintió sin protestar… recogió a Dranzer y se dirigió al dormitorio.
— ¿Fue real lo que vi? — dijo Tyson tan pronto Kai desapareció del jardín.
— Yo tampoco lo creo— apoyó Max— ¿Qué ocurre Ray?
— No lo sé chicos… pero tengo miedo— dijo mientras todos giraban a ver a Kenny, que se quedó sin palabras.
— Creo chicos que Kai ha perdido su toque— dijo Dizzy.
— No es gracioso— reclamó Tyson— ¿Qué ha pasado? Porque me consta que no es normal que pierda así el control… ni siquiera protestó porque derribé los pinos—dijo esto último muy bajo como evitando que le oyera.
— Debe ser el cansancio— aventuró Max— o algo que comió en el avión le hizo daño, ya vieron casi no comió y sé que le gusta la comida del abuelo de Tyson.
— Esperemos a mañana… si empeora trataremos de convencerlo que vaya al médico— dijo Hillary.
— ¿Tú le convencerás? — señaló Tyson.
— ESteeeeeeeeeeee… yoooooooooooo….
— Propongo que le dejemos descansar… sin preguntas. Mañana iremos a la playa y le observaremos. El paseo le distraerá y relajará si es algo que le pasó con su abuelo… esperemos que esté mejor para mañana.
— Y… ¿si no lo está? — preguntó Max.
— Y-yo le convenceré que vea a un médico— dijo Ray no muy convencido.
— Buena suerte amigo… la necesitarás—exclamó Tyson el mismo pensamiento que el resto tenía en mente.
Es una historia que se me ocurrió mientras viajaba y teniendo a la mano un cuaderno y un lapicero… pues… he estado trabajando en ella y creo que ya puedo empezar a subir algunos capítulos.
Saludos. Haro Kzoids