Hola a todos!! Se que apenas termino mi última historia pero esta ya la tenía pensada. Es un sessho/ aome sin duda ya que esta pareja es mi preferida jajaja así que espero les guste la idea del fic, ya saben todos sus comentarios son bien recibidos!!!

PROLOGO

El día no pintaba bien desde esa mañana, para comenzar había tenido que atender a una larga fila de personas que esperaban consulta por males tan comunes como la gripa, y no es que le desagradara el dar consulta pero si se lo preguntaban prefería algo así como cirugía o estar al pendiente de la administración del hospital como le había ofrecido su padre meses atrás. Se recordó así mismo que tenía que tener una especialidad para poder asumir el cargo de director del hospital en un futuro, y si quería hacerlo sin ayuda de su padre entonces tendría que trabajar el doble.

Sesshomaru se acomodo los lentes nuevamente, estaba algo cansado y apenas eran las dos de la tarde, vio la puerta de su consultorio como si esperará que una tromba de gente apareciera en ella de un momento a otro, pero la única persona que entró fue la enfermera anunciando que se iba a comer.

" Fantástico incluso la enfermera tiene más tiempo libre que yo" pensó con fastidio Sesshomaru al ver la torre de expedientes que tenía que revisar. Se echo atrás en su asiento y se permitió disfrutar de la paz que reinaba por el momento en el hospital, casi todos estaban fuera, los pacientes estaban ya canalizados a otros consultorios lejos del suyo y por fin podía escuchar algo de música de su elección mientras revisaba expedientes. Se levantó dispuesto a buscar un disco en el carro que había dejado en el estacionamiento no muy lejos de la puerta cuando advirtió que se acercaba una mujer con una chiquilla en brazos, más bien casi arrastrando a la chiquilla. Se apresuro a ayudar a la señora con la chiquilla en brazos.

- ¿Qué sucedió? – preguntó a la señora que parecía bastante preocupada.

- no lo se así la encontré – respondió la señora algo asustada – solo cumplí con mi deber de traerla al hospital.

- ¿no es usted su madre? – preguntó Sesshomaru mientras revisaba los signos vitales de la chiquilla

- no Dios me ampare, ya tengo suficiente con mis hijos – contestó la señora poniéndose de pie

- espere…- dijo Sesshomaru pero ya era tarde la señora ya estaba más que fuera de su alcance. Suspiro y vio a la chiquilla. Tenía el rostro mugriento, algo lastimado por golpes recientes, una cabellera negro azabache, maltratada y demasiado corta. La tomo entre sus brazos y la llevó dentro del hospital.

" ¿Quién podría haber hecho algo así?" se preguntó al ver que la chiquilla mostraba rasgos de golpes en otras partes del cuerpo, pero al parecer no habían llegado más lejos y agradeció a Kami por que así era. Al analizarle el rostro se dio cuenta que no tenía más de 13 años aproximadamente si no es que menos y al parecer se encontraba completamente desamparada. Le aplicó algunas medicinas para el dolor, desinfectante para las heridas, revisó que no tuviera ningún hueso roto, le aplico suero intravenoso ( inyectado) y la acomodo en una cama vacía del hospital en el pabellón de los niños.

Vio su reloj y se dio cuenta que ya habían pasado dos horas y no había hecho nada de los expedientes, pero… la chiquilla era más importante, aún tenía que meter los papales de ingreso de la pequeña sin sabe nada de ella…tendría que esperar a que despertara, mientras tanto le limpió el rostro con una toalla húmeda y con cuidado de no lastimarla más, entonces apreció su lindo rostro, casi angelical.

Después de algunos minutos más la pequeña abrió sus ojos poco a poco hasta encontrase con su mirada ámbar analizando cada movimiento de la niña. Esta se intimidó al encontrarse en un lugar desconocido y el se vio forzado a ser paciente y explicarle lo sucedido.

- no temas, soy médico una señora te trajo aquí inconciente – dijo tratando de hacer acopio de toda la paciencia que tenía, no era bueno con los niños - ¿Cómo te llamas?

- Aome – respondió la pequeña en un tono muy bajo de voz – Aome Higurashi

- bien Aome Higurashi ¿Qué edad tienes? – preguntó al tiempo que anotaba todo en su libreta

- creo que 13 - contestó la pequeña viendo ya con más curiosidad al doctor, tenía una cabellera plateada y muy extraña…

- ¿ sabes lo que te sucedió?

- ¿Por qué tienes el cabello plateado? – preguntó la niña haciendo caso omiso de la pregunta del doctor. Sesshomaru algo sorprendido por la pregunta tan repentina se acomodo los lentes nuevamente y recupero la compostura

- así nací, un defecto de nacimiento – dijo muy serio

- yo creo que es una cualidad, es muy bonito – dijo la niña sonriendo. Sesshomaru se quedo más sorprendido había cosas más importantes que hablar y esta niña se ponía hablar de su cabello

- gracias…- dijo aclarándose la garganta - ¿ recuerdas que te sucedió? – volvió a preguntar pero la pequeña volvió a evadir la pregunta

- ¿ tienes algo de comer aquí? Tengo hambre – dijo en voz bajita y Sesshomaru se dio por vencido al parecer no le diría nada.

- haré el papeleo de entrada y haber que te consigo – dijo Sesshomaru suspirando – no tardo – y entonces se puso de pie listo para irse cuando la chiquilla lo retuvo de la manga

- no se vaya – pidió la chiquilla con lágrimas en los ojos. Volvió a sentarse, esta vez junto a la niña en la cama - ¿no puede una enfermera traer algo de comida?

- casi no hay nadie, si quieres algo de comer tendré que ir yo por la comida – dijo Sesshomaru en tono suave, las lágrimas de la niña lo conmovieron, había dolor en ellas, un dolor muy profundo.

- no me abandone – dijo la niña sollozando – quédese conmigo

- pero…

- por favor – rogó la niña abrazando por sorpresa al joven doctor que no acostumbraba a recibir señales de afecto.

- de acuerdo – accedió rodeando a la niña con un brazo sin saber si eso era lo más correcto

- ¿de verdad? – preguntó Aome con una verdadera ilusión en la mirada.

- te lo prometo – dijo Sesshomaru secando las lágrimas del rostro de la pequeña.

- doctor Taisho…- entró una enfermera justo cuando Sesshomaru se levantaba de la cama, se enterneció por el gesto del doctor y pensó que tal vez y si tenía corazón y no era un desalmado como todos creían, pero pronto cambió de parecer cuando la fría mirada del doctor se posó en ella.

- ¿Qué quieres? – preguntó con rudeza

- solo le avisaba que ya llegué del almuerzo – anunció la enfermera lo más solemne posible.

- tengo que ir a cuidar a otros pacientes Aome la enfermera se encargará de todo – le dijo a la pequeña pero fue inútil, ya estaba dormida cuando había dicho esto. – encárguese de los papeles de ingreso de la chica, aquí están los datos, tráigale algo de comer cuando despierte

- si doctor – dijo la enfermera

…………

Los días siguientes habían sido tan extraños para el que si le hubieran dicho que pasaría por esto no lo hubiera creído. La pequeña Aome era increíblemente inteligente, muy perspicaz y sensible. Algunas veces no era necesario decir lo que tenía en mente ya que ella sola entendía cuando tenía que irse o simplemente se sentía incomodo con la situación. Generalmente no había niño que le agradase pero esta niña era la gran excepción, y esto le resultaba tan extraño. Le preocupaba que sería de la pequeña cuando sus heridas se curasen, estaría sola en la calle por que ahora sabía que no tenía padres ni familiar alguno, y esto le tenía entre la espada y la pared, no podía dejar que esto sucediera pero…¿Qué hacer?

La enfermera interrumpió en el consultorio cuando el se encontraba pensando en esto.

- doctor, el encargado de finanzas pregunta que quien se hace cargo de los gastos de la chica Higurashi, según tiene entendido que pronto saldrá y su cuenta no ha sido pagada – dijo la enfermera.

- dile que lo cargué a mi salario – dijo Sesshomaru suspirando resignado – que lo vaya descontando

- pero doctor…- dijo la enfermera sin entender nada

- solo díselo eso es todo – le dijo Sesshomaru como orden, y la enfermera lo entendió perfectamente ya que había salido sin decir nada más.

A continuación se dirigió al pabellón de niños donde estaba su protegida si así podía decirlo. Ahora ya se levantaba de la cama y jugaba con los niños que podían hacerlo también, había descubierto que era muy risueña y que le encantaba reír. Sintió como una mujer, una jefa de enfermeras de piso se acercaba y veía con atención a Aome.

- pobre criaturita y pensar que después tendrá que regresar a la calle – dijo casi para si misma pero Sesshomaru escuchó perfectamente esto.

- no lo hará –dijo para convencerse de que hacía lo correcto y que Kami lo ayudará

- ¿Qué dice doctor? – preguntó la enferma algo atontada

- yo me haré cargo de ella – dijo determinantemente, la enfermera lo vio algo sorprendida y después lo vio con un gesto lleno de ternura que a Sesshomaru le molesto, no era un maldito crío para que lo viera de esa manera

- pero doctor, usted es muy joven tiene apenas 25 y hacerse cargo de una pequeña de 13 será una carga muy fuerte para usted

- no se preocupe, esos son mis asuntos – respondió Sesshomaru fríamente. La enfermera volvió a ver a la chica y después se retiro. Sesshomaru no sabía que hacía, pero de cualquier forma no tenía planeado casarse pronto, su carrera estaba primero y hacerse cargo de la pequeña no debía ser algo tan difícil, si ya había podido con la carrera de doctor y con la especialidad que estaba haciendo ¿Qué era cuidar de una pequeña de trece?

……………….

El clima era frío en ese día en particular, traía una bolsa con algo de ropa, no estaba seguro si le quedaría a la niña pero para salir del hospital era más que suficiente. Aún tenía las duras palabras de su padre, no había aceptado que adoptara a la pequeña pero para lo que le importaba, de cualquier forma no planeaba hacer uso de las conexiones de su padre para llegar a director del hospital y tampoco lo haría para cuidar de la pequeña.

Se apresuro a llegar a la cama de la pequeña donde esta se encontraba sentada, con los ojos llorosos y una expresión desamparada.

- ¿es cierto que hoy me echan? – preguntó tratando de contener sus lágrimas

- se dice dar de alta pequeña – dijo Sesshomaru desde la puerta

- pero yo no quiero – dijo Aome con cierta amargura

- pero cuando uno esta sano tiene que salir del hospital – respondió Sesshomaru poniendo la bolsa con la ropa en la cama – ponte esto

- no, me quedaré aquí sentada para que no puedan llevarme – dijo Aome con una mirada feroz y llena de valentía. Sesshomaru casi sonrió al imaginar a las enfermeras tratando de separar a la niña de la cama.

- no será necesario que atormentes a las enfermeras con eso, te llevaré conmigo – dijo dando la media vuelta - ¿quieres venir conmigo?

- si! – contestó de inmediato la pequeña

- no te aseguro ser un buen tutor pero es lo máximo que puedo ofrecerte –dijo Sesshomaru viendo de reojo a la pequeña

- es lo mejor que pudieron haberme ofrecido – dijo sonriente