Akane leía la carta que Kasumi le enseño con renuencias. Cocinaban, o mas bien la mayor cocinaba a la espera de Ranma en el pequeño departamento que el matrimonio Tendo tenia en los suburbios de Nerima.
-Bueno, al parecer no es un maniático sexual o algo por el estilo-
-Así parece verdad?-
Akane tomo asiento en la mesa de la cocina, mirando a su hermana.
-es bueno conocer a alguien así?-
Kasumi suspiro, mientras cortaba los hinojos – no lo se, al menos, por carta puedo mantener un control, el no sabe mi dirección, ni yo la de el, es la revista quien canaliza las cartas- Akane asintió, su hermana mayor solo debía avisar a la editorial que no quería recibir mas correo de D-151 y ese tipo no podría hacer nada para que estas siguieran llegando.
El ruido de una puerta abriéndose y la llegada a el "santuario de las torturas" como conocía Ranma a el lugar donde Akane aun trataba de aprender a cocinar del hombre de la casa la saco de su pensamiento.
-Hola amor, cuñadita, como estas?-
Ranma beso tiernamente a Akane, luego el vientre de seis meses de ella, para luego darle un beso en la mejilla a Kasumi
-Hola Ranma, bien, aquí Akane tenia antojo de Nigiri Sushi-Akane se puso trabajosamente de pie.
-Nadie lo prepara como tu- dijo apoyándose en su esposo.
Las cosas entre ellos iban mejor de lo pensado, comiéndose su orgullo Ranma acepto convertirse en ayudante de un popular sensei de Nerima que tenia su propio programa de TV. Por supuesto "Sensei Miguyo" era un fraude, pero Ranma aprendió como moverse, hablar y enseñar junto a el. Luego, ayudado por Nabiki y Kuno, creo su propio dojo, donde muchas personas querían estudiar con el "discípulo de Miguyo".
Las cosas iban viento en popa.
Lastima que una tarde, hacia siete meses, Nodoka se había ofrecido a su nuera hacerle las compras ya que Akane tenía gripa. Gripa que en pocas horas ataco a Nodoka.
Y como quien no quiere las cosas, esas compras los términos haciendo Genma.
Y entre las cosas que Akane encargo a su suegra, se encontraban productos de higiene femenina… y pastillas anticonceptivas.
Genma no pudo superar el sonrojo en la farmacia al ser señalado por las jóvenes compradoras… así que tomo el primer pakagin de tampones que encontró, además de manotear el primera par de tiras de pastillas donde creyó ver que decía anticonceptivas.
Y Akane que decirlo, no era tampoco muy exigente con su suegro, ya recuperada de su gripe, se quedo mirando los tampones. Obviamente no eran "su talla" (ciertamente se preguntaba si habían mujeres tan… tan… tan espaciosas) y sobre las pastillas, al menos eran de un laboratorio reconocido. Y nunca tuvo problemas en ese año y medio cuando compro de esa marca.
Tal vez le hubiera valido leer mas que la marca, ya que lo que Genma había manoteado estaban en el stand de junto a las anticonceptivas, en el de las vitaminas.
El resultado? Que Ranma y una cada día más vigorosa Akane estuvieron casi dos meses haciendo el amor sin protección.
La consecuencia estaba muy a la vista ahora, ya los moretones de Genma habían quedado atrás.
Rei si era niña, Hotsuru si era niño seria el nombre del "incidente Genma".
Y aunque era algo inesperado, ambos se alegraron del "error", eso si, Genma no haría mas compras de ese tipo.
Kasumi se alegraba, al menos seria tía. Le encantaría ya ser madre. Pero para eso se necesitaba a un "el".
La mayor suspiro, haría falta tiempo para ello.
-¡Ahhg!… ¡Ahhg!- Mayori se derrumbó sobre su esposo, ambos sudorosos, sintiendo la respiración agitada de cado uno. Gozando de ese momento en donde los sentidos alcanzan el pico y luego caen lentamente.
Permanecieron unidos hasta que ella rodó sobre si misma para quedarse observando el techo de la habitación. La cordura regresando a ambos.
Eran pocos los momentos que podían disfrutar de intimidad, sabían que las delgadas paredes no callaban al resto del dojo sus jadeos ni las palabras que escapaban de sus labios en medio de la pasión.
Y aunque a Soun le doliera aceptarlo, sabia que su hija mayor no aprobaba el haber buscado una nueva compañera.
De todas maneras, y aunque lo quisieran, tanto Soun como su esposa no querían darse el lujo de ceder ante el adormecimiento que seguía al orgasmo.
El padre trataba de ser comprensivo con Kasumi, a el mismo le llevo casi un año y medio aceptar que el amor que sentía por una joven de la mitad de su edad no era nada malo. Paso de maestro a amigo, y de amigo a amante. Al fin, con el tiempo se armo de valor para dar a conocer la relación, tanto a la familia de ella, como a la propia.
Y por desgracia, tal como lo esperaba, fue en su propio nido donde encontró las mayores resistencias. Desde la mayor de sus hijas a la menor, sintieron agravada la memoria de su madre, se negaron a aceptar a la "intrusa" a quien veían como la encarnación del peor de los males.
Mayori en un principio se sintió abrumada. Por un lado, una cosa era ser la secreta amante de Soun Tendo, uno de los más famosos senseis de Nerima, heredero y guardián de conocimientos antiguos. Pero tanta fama y títulos hicieron que la familia de ella no solo aceptara la solicitud de el, si no que la obligaron a acertar.
Eso en si no era un problema, la joven amaba a ese hombre. Pero tanto la repentina presión de su familia, así como el odio declarado de las hermanas Tendo la llenaron de temores y miedos.
La confianza en si misma que portaba desde que se atrevió a desafiar los cánones y estudiar en una escuela de electrónica, así como el apoyo y los consejos de Soun la llevaron poco a poca a adoptar el papel de prometida y luego de esposa de la cabeza del Dojo Tendo.
Aprendió a mostrarse desenfada cuando la situación lo ameritaba. Sus "hijas" tenían pocos años menos que ella misma, y "actuar" como esposa y madre sabia no le era creíble a nadie en el dojo. Así se gano la confianza primero de la más inteligente de las hermanas. Compartía con Nabiki la facilidad con los números, así como una vista mas "liberada" y practica del mundo. Si bien Mayori como esposa de Soun debía parecer una mujer tradicional de las costumbres japonesas, distaba mucho de adoptar la pasividad y silencio de estas. Discutía y no dudaba en apoyar a las muchachas cuando lo creía necesario, ya que había pasado por lo que ellas hacia pocos años. Pero también acompañaba los juicios de Soun cuando lo creía correcto.
De esta forma gano el respeto de Akane, quien comprendió que Mayori aun a costa de provocar el enojo de su esposo, apoyaba cuando lo juzgaba correcto a las jóvenes.
Y si bien ninguna de las dos la llamaría jamás madre, empezaron a tratarla al menos con el respeto que se debe una tía lejana.
Pero con la mayor nada fue así.
Kasumi Tendo era quien mas había conocido, y por lo tanto más recuerdos guardaba de una mujer.
Noriko Tendo.
Y nada de lo que hiciera o haga Mayori haría olvidar a la joven que ella era una "arrimada", alguien a quien su padre en un achaque de soledad dio cabida en el recito sagrada de su habitación y su cama.
Y aunque con el tiempo Kasumi aparentaba soportar a la "nueva señora" del dojo, parecía buscar pelea de palabra con ella en cada acción.
Tanto Soun como su joven esposa también notaron que Kasumi trataba de no interferir con la pareja. Una vez casados y demostrado el amor de los esposos, ninguna de las hermanas menciono palabra sobre la unión. Pero en un principio las tres hicieron pagar "el derecho de piso" a Mayori con creces.
Al menos la cuestión con las dos hermanas menores estaban zanjadas. Solo quedaba la mayor, quien aun sin quererlo o desearlo, incluso en estos momentos sobrevolaba la mente de la pareja. Soun observo el reloj en su cabecera, faltaban quince para las siete de la tarde.
Mayori gozo como su esposo se lanzaba a besarle el cuello, mientras una mano le rodeaba la cintura atrayéndolo contra el.
-que hora es?... uhm- Pregunto ella, mordiéndose el labio inferior al notar los dedos de Soun rozar sus sensibles partes intimas.
-quince para las siete, tenemos mas de hora y media- dijo el observando la belleza de su mujer entre las penumbras de su cuarto. Momentos después los gemidos de ella y la respiración cada vez mas fuerte de el era lo único que se escuchaba.
En la casa de Akane y Ranma todo era risa. La comida, a que negarlo estaba deliciosa, el picante suavizado para evitar cualquier sorpresa, así como el fritado fue lo menos grasoso posible.
Kasumi observo el reloj sobre la puerta de la sala/comedor, siete y veinte, aun era temprano para volver, debía darle a su padre y Mayori mas tiempo…
Aunque no podía evitar enojarse con su madrastra por cualquier cosa, lo cierto era que Kasumi pensaba que en otras situaciones, tal vez hubieran podido ser muy buenas amigas. Con sinceridad la mayor de las Tendo pensaba que bien debería muchas veces disculparse con ella. Pero tan solo verla en la cocina, o haciendo los quehaceres de la casa bastaban para que la tranquila muchacha se transformara por completo. Pero su propio carácter le impidió por mucho tiempo que las reacciones no fueran más que un muir de disgusto, o a lo sumo, una educada pero fría discusión.
Aunque últimamente estaba pasando muy rápido a la fase de "boca fuera de control" como el otro día al volver del Jikumas…
Y aunque sabia que lastimándola a ella, lo lastimaba a Soun, no podía remediarlo.
Volvió a preguntarse si no seria una molestia para su padre…
Mayori fue la que ahora miro el reloj, ocho de la noche con cinco minutos…
Cuanto quisiera quedarse así, abrazado a su esposo, durmiendo ambos desnudos y continuar toda la noche haciendo el amor cada vez que despertaran…
La mujer suspiro, no quería levantarse e ir a ducharse, no quería toparse con Kasumi… que sabría inmediatamente que es lo que su padre y ella estuvieron haciendo… no quería seguir escondiéndose…
Miro a su semidormido esposo y le acaricio los labios con un dedo. Soun pareció reaccionar y sonrió mirándola.
La joven esposa se abrazo fuertemente de el, y luego volvió a observarlo, dudando de preguntar algo.
-Soun, recuerdas el hotel donde íbamos antes de casarnos? El Hiroshito?
El hombre hizo gesto de tratar de recordar…
-El que esta en la paralela de la Tercera avenida?
-Ese, Soun, que te parece si una vez a la semana, por la tarde vamos allí?- Tendo se sentó, al igual que Mayori.
Por que? Estamos casados, yo no tenemos que escondernos-
Mayori se mordió los labios, sabia que esta charla podría terminar mal.
-Soun, amor, nos estamos escondiendo, no quiero que lo tomes a mal, pero nos estamos escondiendo de Kasumi, hacemos esto cuando sabemos que tardara en regresar de casa de Akane o Nabiki, nos contenemos por si regresa de improviso… Soun, quiero tener aunque sea un día de libertad, de no tener que contenerme, de decirte cosas, de gritar, de no tener que apretar mis dientes para que no me escuche si volviera temprano… no quiero eso, quiero gozar, quiero hacer el amor con mi esposo como en la luna de miel, eso quiero-
Soun se la quedo viendo, sorprendido de la reacción de su esposa. La observaba ir de aquí para allá de la habitación completamente desnuda, sin notarlo al parecer, al fin, ella se lo quedo mirando, en pie, desafiante y de brazos cruzados. Casi como las amazonas de cuento.
Pasados unos segundos, Soun asintió. Sabía lo apasionada que era ella, y era obvio que hacia meses que ambos estaban limitando su fogosidad. Miro a la serena belleza que en traje de Eva esperaba una respuesta.
-Los miércoles por la tarde no enseño, podríamos tomarnos la tarde, y eso le daría espacio a Kasumi para que sea ella quien cocine para cuando regresemos…-
Mayori sonrió, se acerco a darle un largo beso a su esposo y luego tomando una gran toalla, se introdujo en el baño.
Soun se puso de pie, tomo la suya y la siguió. Luego unas risas se escucharon dentro de la ducha… y momentos después los suaves gemidos de ella.
Disfrutando un daiquiri, Nabiki descansaba recostada en una reposera en el jardín de invierno de la mansión que su esposo poseía junto a su hermana.
No es que trabajara mucho, era vice directora conjunta de la sección de relaciones públicas de Nerimas Inc.
En otras palabras, tan solo un puesto ceremonial, donde podría adquirir experiencia de verdad sin entorpecer ni molestar ni cometer errores.
Nabiki era una chica inteligente, pero a niveles pequeños. Y si bien nadie esperaba que manejara la inmensa compañía, no estaba de más que aprendiera a usar sus "virtudes" en la industria.
Sabido era su facilidad para relacionarse, era un depredador en piel de cordero. Con el don de la palabra ponía nervioso o hacia confianza en segundos con desconocidos y conocidos.
Relaciones públicas era casi como la continuación de sus chantajes de escuela.
Pero su mente no estaba ahora en el trabajo.
El cerebro de la "reina de hielo" pensaba en su hermana mayor.
Y si bien creía que Kasumi ya tenía edad para buscar sus propias relaciones… no estaba de más darle "una manita".
Sabía que su hermana era como una ostra. Un grueso caparazón escondía la perla en su interior.
Y las ostras no suelen dejar su protección.
Debía ser el pescador quien sacara la perla. Y ella tenía al buceador perfecto. No pensaba en un hombre tradicional ¡ni loca! Conociendo a su hermana, se casaría con el primer hombre mayor que conociera. Alguien que con seguridad la encerraría en su casa, la condenaría a cocinar, limpiar y hacer el amor una vez cada quince días.
¡Por Kami! Quien querría una vida así?
Nabiki pensaba en lo opuesto al cien por cien. Un de esos supuestos casanova incurables. Pero Nabiki, experta en tratar con la gente, pudo notar en sus charlas con el que este tipo ya estaba buscando una compañera para toda la vida.
Apenas con treinta años, apuesto, no muy alto, de maneras agradables y buena conversación, bebía poco y fumaba igual. Conocía la noche y sus peligros así como sabia divertirse. Muchas virtudes, defectos, si los tenia, no estaban a la vista.
Tomando su celular, marco el número del candidato, pero respondió el contestador automático, maquina a quien Nabiki dejo un recado.
La mujer de Kuno esperaba que cuando este dechado de virtudes conociera a la perla que se escondía tras el caparazón de timidez, rescatara a su hermana de su encierro.
Y si no, que al menos le enseñara a Kasumi a tratar con la gente.
Notas de esta autora: Hola chamacos, quiero agradecerles por la paciencia que me han tenido hasta el momento. Pero la prepa me esta consumiendo mucho tiempo y hoy por hoy es mi prioridad.
Algunas cosas a aclarar. Esta historia trata sobre Kasumi, esta situada varios años después del final del manga. Es por ello que exceptuando algunos personajes, muchos son inventados. Aun así todos van a ir apareciendo y aportando su granito de arena para que Kasumi sea feliz.
Otra cosa, puede que las cosas se vayan poniendo más lemon a medida que pase los capítulos. Pero no se preocupen, la descripción de los actos sexuales no serán la base de la historia. Pero sus consecuencias pueden que si.
Un saludo, Akane Lijo