Disclaimer: A pesar de las pausas y años que han pasado, KND sigue sin ser mío. Mr. Warburton aceptó mi solicitud de amistad en fb...supongo que vamos por buen camino 7u7 muahaha.

Dedicado a mi hermano Gabriel, si el que tiene una niña de 3 años y va a ser tío de mi bebé este año jiji

Capítulo 11

Secretos bajo el agua

–Ya se tardó mucho… –dijo 4 por enésima vez.

–Tranquilo, galán –dijo Migue–. Volverá pronto, si 3 se encontró con algo brillante en el camino no la veremos hasta mañana.

–Aunque en realidad no sabemos cómo pasa el tiempo aquí adentro –dijo 2 sentado en el piso–. No tengo idea de cuánto llevamos en la torre.

–Yo también siento que ya tardó mucho, 1 –dijo Abby cerca del oído de Migue.

–Yo también lo noté –confesó 1–. Pero no quiero alarmar a los demás.

Fabián recorría el mismo camino una y otra vez mientras susurraba "L'Eterno è il mio pastore, nulla mi mancherà." El italiano mantenía sus manos juntas mientras miraba fijamente al frente y continuaba caminando, de lejos 5 lo observaba pensando que si continuaba así, probablemente dejaría un zurco en el piso.

–¿Qué susurras, 29? –preguntó Abby buscando un pretexto para distraerse.

–Es… un salmo, es el único que sé pero cuando me pongo nervioso lo repito –dijo deteniéndose a ver a No. 5–. Significa "el Señor es mi pastor, nada me faltará", no soy muy religioso pero normalmente me calma…

–Tranquilo, campeón –dijo la morena poniéndole una mano en el hombro–. Todos tenemos fe en que 3 estará bien.

Tres giros del tornillo y un cable. Memo intentaba reparar el radar que logró salvar de los restos de la nave, por el momento la pantalla monocromática solo mostraba estática, no había ninguna señal en el cuadrante. Tres giros más del tornillo, no tenía idea de por qué era importante ese radar, pero algo en su interior le decía que tenía que repararlo y después de la prueba del elemento había entendido que su instinto no se equivocaba, tres giros más y doblar otro cable. La imagen comenzaba a aclararse, tres giros más y juntar el cable azul y amarillo. La pantalla estaba nítida, la señal del radar giraba sin encontrar ningún objetivo, más en el centro de la pantalla apareció un mensaje: "Cargando".

–Y eso, señores, demuestra el talento de Número 2 –dijo el estadounidense tronando sus dedos y acomodando sus manos detrás de su cabeza.

KND 5E

Parecía que nunca iba a terminar de caer.

El viento frío golpeaba su cara y toda su concentración se iba en no entrar en pánico para no soltar a Julie. Cuando pensó que se quedarían cayendo por siempre, Kuki sintió un cambio en el aire y un golpe contra el piso suave. Era extraño… ella estaba segura de que sería un impacto espectacular cuando en realidad solo se sintió como si hubiera estado de pie y se hubiera arrojado al piso. 3 tardó un momento en ser consciente de su alrededor, hasta que las voces de sus compañeros y el sonido de sus pisadas corriendo hacia ella la trajeron de vuelta a la realidad.

–¡¿Kuki, estás bien?! ¡3 abre los ojos! ¿Por qué está abrazando un peluche? –Todos hablaban al mismo tiempo alrededor de la agente.

Kuki se emitió un leve quejido mientras Abby la ayudaba a sentarse, de repente todo volvió a su mente: la persecución, la caída… Julie. –¡Julie!

–¿Qué quieres qué? –dijo el wero confundido.

–¡Julie! ¿Dónde está Julie? –preguntó 3 volteando a todas partes con desesperación.

–Tranquila, mi chava

–¿Quién es Julie, 3? –expresó 5 con voz suave para no alterar más a su compañera.

–Ahora si la perdimos, Houston –dijo 1 acomodando sus gafas oscuras.

–¿No es el peluche que estas abrazando 3? –inquirió Memo observando los brazos de 3.

–¿Y qué le pasó a tu suéter? –señaló 29.

–Yo lo tengo –dijo una voz detrás del grupo.

Todos los operativos voltearon hacia el lugar donde provenía la voz. Una pequeña niña rubia de grandes ojos azules se encontraba de pie en la entrada del laberinto, el cual estaba fusionándose con el piso, dejando una gran planicie de césped frente a ellos. La niña despidió una cegadora luz blanca, la cual al desvanecerse reveló a Kevin con el suéter de la agente en las manos.

–¡Felicidades, 3! –dijo Kevin, sonriendo–. Obtuviste el segundo elemento.

–Yo… ¿lo conseguí? –preguntó Kuki mientra la ayudaban a ponerse de pie.

–Wow el peluche se fue –dijo Memo– ¡Miren todos!

Abracitos había desaparecido y había dejado un brillante corazón rosado en las manos de Kuki, el cual flotó frente a ellos y desapareció.

–Excelente trabajo sector V –dijo Kevin, sonriendo–. Colocaré ese elemento con el que ya obtuvieron. Acompáñenme, es momento de la siguiente prueba.

El grupo emprendió camino, 1 iba al frente como de costumbre seguido de 2 y 4, Kuki y Abby se mantuvieron atrás. La morena abrazó una vez más a su compañera y le tomó la mano.

–Estábamos preocupados por ti –dijo 5 en voz baja.

–Tuve mucho miedo. No dejaba de escuchar sus voces diciendo que regresara.

–Esa era la parte que me preocupaba, Kuki –dijo Abigail mirando a su amiga–. Me preocupaba que no te dieras cuenta de que eres mucho más fuerte de lo que piensas. Prométeme que nunca lo olvidarás.

–Nunca, 5 –dijo la japonesa sonriendo.

Número Cuatro se mostraba alterado, observaba a todos sus compañeros, de verdad no podía creer que nadie lo mencionara…

–De verdad, de verdad, nadie se dio cuenta… –expresó entre murmullos.

–¿Qué pasa wero? –preguntó 1 desde el frente.

–¡Kevin se transformó en niña y luego regresó a ser chico! ¿De verdad nadie más lo notó?

–Córtale, mi chavo, ¿personajes de sexo dudoso en un show infantil?

–Que progresista –dijo 2.

–Hemos llegado –anunció Kevin.

¿Quién es el siguiente voluntario?

KND 5E

Los de la otra Cuadra trataban de recuperar el aliento, primero habían sido perseguidos por piezas de ajedrez asesinas y maníacas, después habían continuado por un laberinto lleno de focas zombis y momias venenosas; ahora habían terminado en un paraje nevado y con criaturas asesinas y rabiosas. Definitivamente solo tendrían que encontrar el elemento, lo más probable era que el Sector V hubiera muerto a manos de los extraños habitantes de la torre.

–Solo quiero irme a casa –Imploraban los niños.

KND 5E

–Sigo yo.

Todos los agentes observaron al Wero Torres quien había dado un paso al frente y se encontraba cruzado de brazos con su típica cara de malhumorado.

–Mientras más rápido salgamos de aquí mejor –dijo mirando a Kevin–. Dame la estúpida prueba.

–Excelente –dijo Kevin sonriendo–. Esto va a ser interesante

En el momento en que Kevin dejó de hablar, todo se volvió oscuridad y sonido. Agua, los gritos de sus compañeros, humedad, agua siendo contenida y un penetrante olor a cloro.

–No, no, no, no ya sé a dónde va esto… –dijo Wally cerrando los ojos con fuerza.

–Abre los ojos 4 –indicó Kevin.

Frente a ambos se encontraba una piscina a la cual no se le veía ni fin ni fondo. Los bordes se perdían en el horizonte, y el típico azul de las paredes de una piscina se extendía infinitamente hacia el fondo.

–¿Dónde están todos? –preguntó el wero percatándose de que se encontraba solo con el guardián de la torre.

–Esperándote –respondió Kevin–, supongo que entiendes de qué trata la prueba…

–Con la suerte que tengo de seguro tengo que nadar hasta el fondo, liberarlos a todos y sobrevivir a hamsters fantasma y pirañas venenosas que escupen abejas…

La sonrisa de Kevin valió más que mil palabras.

KND 5E

Wally había tenido que rescata 29 de tiburones robóticos con armas láser, 5 se encontraba enredada en una pelota gigante de algas electrificadas y 2 se encontraba custodiado por nada más y nada menos que las pirañas venenosas que escupen abejas.

–¡Estoy harto! –dijo 4 al romper la superficie del agua.

–¿Por qué los otros no están ayudándote? –preguntó Memo.

–Cada que me siguen desaparecen –explicó el australiano–. Creo que tengo que hacerlo solo.

–Vamos –dijo Memo, nadando a su lado–. Te acompañaré hasta donde pueda.

Ambos agentes continuaron nadando juntos, en una de las ocasiones que salieron a la superficie a tomar aire, Memo señaló una luz que brillaba bajo el agua, no muy lejos de ellos. Los chicos continuaron su viaje hasta internarse en una selva de algas marinas, la luz se podía observar cada vez más cerca y…

–¿Qué fue eso? –preguntó 4 al sentir un movimiento súbito a su izquierda– ¿2?

El norteamericano había desaparecido. Honestamente se había tardado, solo tenía que continuar nadando hasta…. ¡Ahí estaba el movimiento de nuevo! El agente observó a su alrededor, buscando la fuente del movimiento, se mantuvo en el mismo lugar por unos segundos y al no ver nada más, continuó con su camino.

Tu tranquilo, Wero –pensaba Wally–. Todo va a estar bien. Vas a terminar la estúpida prueba y todos pensarán que eres genial y hasta el francesito dirá: 'mamma-mía-it'sa-me-mario' de la emoción y

No sólo eran los movimientos, ahora no podía quitarse la sensación de que algo o, más bien alguien, lo vigilaba. Si era Kevin vestido de niña de nuevo no se le iba a acabar al angelito ese las pataditas que le iban a dar en su…

A su derecha se encendieron dos pequeñas luces amarillas, luego dos más, después cuatro, ocho, hasta que estuvo rodeado de luces. Las algas a su alrededor empezaron a agitarse sin control como si algo gigantesco se aproximara.

Cuatro gritó bajo el agua mientras nadaba con desesperación. No sabía a dónde dirigirse, lo único seguro era que tenía que alejarse de ahí.

El agua a su alrededor vibraba, era imposible calcular cuántos enemigos se encontraban. Wally decidió nadar lo más rápido posible en dirección contraria a donde se hallaban los ojos brillantes. Mientras avanzaba sentía cómo las sombras lo alcanzaban, notaba como (lo que fuera que lo persiguiera) lo tenía rodeado, sabía que no tardaría mucho en tener que pelear.

Frente a él se encontraba una alta pared de algas, había llegado el momento de elegir: izquierda o derecha. Dado que no tenía mucho tiempo, dejó que su instinto lo guiara a la izquierda, necesitaba seguir avanzando. Era tanta la tensión que sentía por la persecución que jamás se detuvo a pensar cómo es que tenía tanto tiempo respirando bajo el agua sin ahogarse; aunque era bastante obvio deducir que nada tenía lógica dentro de esa torre.

Otra pared, Wally giró a la derecha y justo cuando iba a avanzar cientos de luces amarillas lo observaron desde la oscuridad. El wero retrocedió y huyó a toda velocidad hacia la izquierda. Siguió avanzando, otra derecha y una izquierda, lo que fuera que lo persiguiera le arañaba las piernas al nadar. Harto de estar asustado decidió detenerse y enfrentar de una vez por toda lo que fuera que viniera.

–A ver, ya me cansé –dijo el australiano molesto– ¡Que venga lo que sea!

Frente a él se encontraba una ola gigantesca de hámster fantasma con ojos brillantes, listos para acabarlo. Era demasiado tarde para continuar avanzando, el rubio solo levanto los puños y cerró los ojos con fuerza, si iba a caer, caería peleando.

Al llegar se encontró con un palacio en ruinas, frente a él se encontraban todos sus compañeros, junto con Kuki, atrapados en una jaula hecha de coral.

–¡3! –Wally intentó acercarse pero fue detenido por una barrera de hámsters.

–¿Wero, estás bien? –Kuki veía cómo los fantasmas alejaban al australiano.

–Sí, estoy bien –respondió el rubio–. Solo tengo que ver cómo sacarlos a todos de aquí.

–Eso será fácil –dijo una voz fantasmagórica detrás de Kuki.

De entre las ruinas se levantó un hámster fantasma gigantesco, al parecer se trataba del líder de la tribu. Sus inmensos ojos escarlata se miraban fríos y amenazantes. Wally cerró los puños e infló el pecho, si tenía que caer peleando, lo haría.

–A ver –dijo el australiano levantando los puños–. Si vamos a pelear, pues a darle, que es mole de olla

–Wow, wow, wow –dijo el rey fantasma levantando sus patas–, ¿muy picudo, mi chavo?

–¡Ya estoy harto de estar dentro de la cochinada de torre y sus cosas raras!

–Tranquilo, campeón –dijo el fantasma con una sonrisa malévola–. No ocupas pelear para superar la prueba.

–¿Entonces? –preguntó el wero, extrañado.

–Esto es fácil, cógele el triki. –Empezó a rapear el rey–. Esto es hasta abajo, esto es un mamey. ¿Qué importa si te gusta Coldplay?...

–¡A ver, párale con tu Calle 13! –gritó 1 desde la jaula. –¡Y ya explica cómo pasar la prueba!

–Nadie aprecia la buena música ya –dijo el fantasma decepcionado–. La prueba es fácil, mi chavo, sólo tienes que hablar…

–Hablar… –repitió el rubio bajando los puños– ¿Nos contamos chistes o qué?

–Nahhh –dijo el rey hámster acomodándose en las ruinas como si fuera un trono–. Solo nos tienes que revelar un secreto, el más profundo y resguardado de todos.

–¿¡El que qué!?

–Un secreto, el más profundo, mi wero, enfrente de toooodos nosotros –dijo al momento que aparecía toda la tribu de hámsters fantasma.

Wally sintió cómo el mundo se le venía encima; independientemente de cuánto llevaran bajo el agua y el factor de que podían respirar. Claro que tenía un secreto, pero no podía revelarlo… no frente a todos sus compañeros… no frente a todos los que observaban y mucho menos, frente a Kuki.

–Yo no tengo secretos. –El australiano lanzó un bufido a la par de que trataba de sonar seguro–. Todos saben que todo lo digo de frente, así que se te cebó. Suelta a mis amigos y dame el elemento.

–Ah, muy salsa… –dijo el rey sonriendo–. Conozco a los de tu tipo, valientes y rudos, por lo menos por fuera. Está bien, entiendo, no te pediré un secreto, mejor te pediré que "le digas de frente" a todos y cada uno de tus compañeros lo que sientes por ellos.

–¡¿Pero?! ¡¿Por qué!? Yo…

–Ya te lo dije, mi chavo, conozco a los de tu tipo y su mayor miedo siempre es parecer vulnerable o hablar de sus emociones, así que sólo escogiste tu prueba, Wero. O escoges a quién le hablas o yo escojo quien muere primero.

Gigantescos tiburones salieron de entre las ruinas para rodear la jaula donde se encontraban sus compañeros. El wero sabía que el rey no jugaba, o acataba las reglas o sus compañeros morirían.

–Tu puedes 4 –animó Kuki desde la jaula–. Confiamos en ti

–No pasa nada, mi chavo –añadió Migue–. No nos burlaremos de ti.

El australiano tomó aire y se acercó a la jaula.

–Acabemos con esta payasada de una vez…

Lentamente, Wally se acercó a sus compañeros y se colocó frente a 29.

–Me caes mal –dijo con voz seria–. Siguiente.

El rey empezó reír fuerte desde su trono tras escuchar su declaración

–¡Excelente, Wero! –expuso el hámster entre risas.

–Mmm… ¿grazie? (gracias) –dijo 29, decepcionado.

–Eres mi mejor amigo y quisiera ser tan creativo como tú. –expresó 4 frente a Memo.

–Amigo, me vas a hacer llorar –añadió 2, conmovido.

–Eres el mejor líder que podríamos pedir, quisiera ser tan decidido como tú –dijo Wally mirand los ojos.

El británico comenzó a hacer pucheros y solo asintió con la cabeza, sabía que si hablaba iba a llorar–. Ay, pero qué bonito…

–Eres la persona más valiente que conozco –habló sin mirar a Abby a la cara–. Y tengo miedo de que un día te vayas…

–Wero. –La morena le brindó una sonrisa–. Gracias.

–Mmm… hola… –Wally finalmente se colocó frente a 3.

–Hola, 4 –respondió la japonesa–. Tienes… tienes suerte de que 86 no esté aquí.

–Sí, digo, ¿qué? ¿de qué hablas?

–Sería muy vergonzoso que dijeras que te gusta frente a todos nosotros.

–¡¿86?! –vociferó el rubio– ¡Claro que no!

–¡Ay, por favor, te vi! –Le reclamó la japonesa, cruzándose de brazos– ¡Estabas vestido del Señor Ternura!

–¡Pero no es lo que piensas! ¡Ella solo iba pasando!

–Uy, sí, y cuando le dijiste "te quiero" también fue accidente ¿no?

–Pues sí. Pero, ¡y a ti qué te importa si le hable o no! –respondió el rubio.

–¡Pues sí, de hecho! ¡A mí qué, ¿verdad?!

El rey fantasma gozaba esa escena con su estruendosa carcajada. Al parecer era tanta la diversión del monarca, que su risa comenzó a formar un remolino gigante que todos habían notado...menos Kuki y Wally porque seguían discutiendo.

–¡Ay, sí, tú! –continuó el Wero– ¡Como si no le hicieras ojitos al alemancito este!

–¡¿Que qué?!

–¡Ay, sí, 29, háblame en coreano! –dijo 4 haciendo una muy mala imitación de Kuki.

El remolino comenzó a absorber todo alrededor del sector V; pedazos de las ruinas, algas, rocas e incluso hámsters fantasma. Los demás agentes ya se encontraban algo preocupados por la situación.

–A ver, chavos, no es que esté mal la novela pero –1 interrumpió la discusión–. O hacemos algo o nos cargó el payaso a todos.

–¿Qué? –Wally se percató por primera vez de su entorno– ¡Tenemos que abrir esta cosa!

La fuerte corriente comenzó a arrastrar la jaula en la que se encontraban todos, No. Cuatro se aferraba a la jaula en un intento fallido de detenerla. La prisión chocó contra una de las paredes del palacio derrumbado. Las barras de la jaula parecieron dañarse, mas no lo suficiente para terminar de abrirse. El rubio comenzó a buscar frenéticamente a su alrededor.

–¿Qué haría 2 en mi lugar?

De repente algo llamó su atención, una gruesa barra de coral se encontraba a unos cuantos metros de distancia, el problema era que los tiburones se encontraban justo en esa área.

–2, ¿esa cosa nos podría ayudar a abrir la jaula? –preguntó el rubio con voz seria.

–Con la fuerza necesaria, sí, ¿pero cómo piensas evitar a los… ¡Hey!

El agente se lanzó sin pensarlo dos veces y nadó directo hacia la barra de coral que le había indicado a Memo. Los tiburones nadaban en círculos sobre su cabeza, se miraban nerviosos por la corriente que arrastraba casi todo lo demás a su alrededor. Wally optó por concentrarse en una sola tarea a la vez, si pensaba demasiado en que los tiburones estaban cerca sabía que quedaría paralizado del miedo.

–De acuerdo, 4, ya tienes la barra ahora sigue nadar de regreso –Tomó un extremo de la barra de coral mientras miraba de regreso a la jaula.

Justo en ese momento, uno de los tiburones decidió prestarle atención y, tras una evaluación rápida de sus carnitas, llegó a la conclusión de que sería un muy buen tentempié. El tiburón se lanzó con las mandíbulas abiertas y listas para tragar al agente, Wally solo pudo cerrar los ojos con fuerza y aferrarse a la barra de coral, prefería morir en ese momento y lugar antes de ser arrastrado por la corriente y perder lo único que podría abrir la jaula. La corriente provocada por el torbellino se intensificó de tal manera que el segundo tiburón se impactó contra el que deseaba un bocadillo australiano y los impulsó a los dos hacia el centro del torbellino.

4 observó cómo la corriente se llevaba a los tiburones y sin perder tiempo nadó hacia la jaula que contenía al resto del sector V. Afortunadamente el peso de la barra evitó él fuera arrastrado también.

–¡Mamma mia, 4! –dijo 29, impresionado– ¡Qué valor, qué fuerza!

–Ay, bájale, que luego te enamoras –objetó Wally, exhausto

–Ok, chavos –añadió 1–, es hora de salir de aquí…

Después de una serie de instrucciones de Memo, gritos de Migue y unas cuantas patadas de Abby, la jaula cedió y liberó al Sector V. La incógnita ahora era: ¿qué seguía?

–Creo que la única opción es el remolino –expuso 2–. La corriente es muy fuerte como para que nademos hacia cualquier otro lado.

–Pues a darle –dijo 1, ajustando sus lentes y tomando las manos de Memo y de Abby–. Como diría el Puma, agarrense de las manos.*

Los demás agentes comenzaron a tomarse las manos, Fabián tomó las manos de Migue y Memo; Abby tomó la mano de Kuki y hubo un momento de tensión entre la japonesa y el wero. Finalmente Wally, sin mirarla a los ojos, tomó con firmeza la mano de Kuki y entrelazó sus dedos con los de ella. Los chicos cerraron el círculo y se dejaron llevar por la corriente. Todo se volvió velocidad, oscuridad y burbujas a su alrededor.

KND 5E

Finalmente el piso se materializó debajo del Sector V, los agentes se soltaron de las manos y trataban de ponerse de pie mientras tosían y se quitaban el agua de los ojos. Se encontraban en una habitación iluminada por una chimenea encendida, con cómodos sillones y tapetes, aunque empapados.

–Y todavía faltan dos pruebas –dijo 1 ayudando a Abby a ponerse de pie.

–No quiero ni pensar qué sigue –añadió Memo.

–¡Felicidades, Wero! –se escuchó a Kevin quien se acercaba y les entregaba toallas blancas a todos–. Obtuviste el elemento del valor.

El brillo de una estrella amarilla iluminó la cara de 4 por un momento para después desaparecer.

–¿Quién será el...

Boom-boom

–¿Pero que está…

–Están atacando la torre… –expuso Kevin, con una voz seria, mientras sonidos de explosiones se escuchaban más cerca.

–Pero nadie sabe que estamos aquí –dijo Fabián.

–¡Tenemos que encontrar una ventana o una manera de analizar el ataque! –gritó 2.

–No necesitas una ventana, Memo –dijo Kevin observando la puerta de la habitación…

...Están atacando la Torre desde adentro…

KND 5E

(*Referencia viejisima a una canción de José Luis Rodriguez el Puma)

Siiiiiii! Finalmente pude terminar! Tengo meeeeses con este capítulo a medias, una vez más gracias por su paciencia y ya saben, por mas que tarde en actualizar: ¡volveré! Ahora un poco de mi vida, pues este año cumplo 3 años de casada, y en Marzo de este año (2017) voy a ser mamá por primera vez…¡waaahh! ¡que nervio! Es una de las misiones más peligrosas que me han encomendado pero a ver como nos va jajaja. Esta es la primera vez que pido a alguien revisar el episodio antes de subirlo asi que muchas gracias a Seogumi por hacerme favor de ser mi beta (creo que así le dicen jeje). Gracias por sus comentarios y reviews, todos los leo, todos me animan y todos me hacen sentir culpable cuando tengo mucho tiempo sin actualizar jaja. ¡Nos vemos en el siguiente episodio!