IMPORTANTE: ¡¡NO ACTUALIZE!! ¡Edite! Varios errores, que podría haber evitado si leía antes de mandar. (¡Por eso es que necesito una beta-reader! No me gusta leer lo que escribo.) Además Piper Lupin me comentó que hice plagio... yo no me había dado cuenta... (e insisto que no es así). Pero en fin, si así fue, disculpas de todo corazón, no lo quise hacer a propósito... introduje unos pequeños cambios, que si bien son minúsculos ayudan a la trama... en fin, están por la mitad... si quieren leerlos, bien, y si no también. Jeje... ¡Gracias por sus reviews y su paciencia! ¡¡Infinitas gracias!! Disculpen las molestias ocasionadas (jaja, que formal salió XD ejem, que formal había salido)
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Disclaimer: Personajes y ambiente pertenecen a J.K Rowling, Warner Bros. Pictures, Emecé, Salamandra propietarios de los derechos reservados de autor, nombre, imágenes. Sólo Matt es mío, pero ni siquiera aparece...
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Chicle y Chocolate
1º Cáp.: La fiesta de bienvenida
a la Orden del Fénix
El bullicio lo había sacado de su siesta. Remus Lupin se estiró en el sillón en el que había intentado descansar. Bostezó aún somnoliento y se levantó con movimientos cansados y lentos.
La luz que entraba por unas rendijas de la desvencijada puerta, de la que de ahora en más sería su habitación en la vieja mansión, le dio de lleno en los ojos.
A simple vista, parecía un hombre viejo pero no llegaba siquiera a los cuarenta; pero sus treinta y seis años le pesaban terriblemente. Quizás por todo el sufrimiento que se había ensañado con su vida, o tal vez por una enfermedad que se le hacía presente mes a mes, con cada luna llena.
Se
pasó la mano por la cabeza, peinándose el cabello
castaño en el que sobresalían unas cuantas canas. Se
restregó los ojos tratando de quitarse la modorra y se movió
pesadamente hacía la puerta, pero se detuvo ante un sonido
hueco. Con mirada cansada escudriño en la oscuridad. Sus ojos
miel brillaron. A pesar de la escasa luz de la habitación,
podía ver perfectamente la enorme rata inmóvil junto a
la puerta.
Una idea maliciosa cruzó su mente y una sonrisa
asomó en sus labios. Movió la varita y la rata quedó
petrificada. Con otro movimiento de varita, el animal desapareció.
Aún sonriendo, escuchó unas corridas y un chillido de
desesperación en la habitación sobre su cabeza. Esa
noche, Buckbeak cenaría una deliciosa e inocente rata, que un
amigo traicionado le ofrecía, deseando en realidad, poder
ofrecerle, una rata que no era rata, pero que al fin y al cabo, era
la verdadera rata traicionera.
Todavía con la sonrisa en la cara, salió de la habitación y se dispuso a bajar las escaleras que lo llevaban a la planta baja. Bajaba lentamente cuando una figura demasiado familiar se lo llevó por delante en uno de los descansos.
-Remus- dijo Sirius levantándose y extendiéndole la mano para ayudarlo-. Lo siento no te vi. Pero justamente iba a buscarte… bueno en realidad, iba a alimentar a Buckbeak, pero es lo mismo ¿no?- dijo finalmente.
Remus sonrió suavemente. La famosa "sinceridad Black" había vuelto a salir, luego de muchos años.
-Vamos- lo apuró su amigo, empujándolo con bastante brusquedad escaleras abajo.
Mientras iban caminando, iba señalando las diferentes habitaciones y por quién serían ocupadas.
Ellos dormirían en el mismo piso, debajo de Buckbeak. Debajo de ellos los gemelos Weasley. En el segundo piso, el pelirrojo menor, es decir, Ron ("el amigo de Harry, ¿sabes?") y en el primero el matrimonio Weasley y la niña, Ginny. En unos días vendría la amiga de Harry ("la que sabía de tu pequeño problema ¿recuerdas? La de los dientes grandes…se llamaba Her..." antes de terminar se ahogó con un sándwich que venía comiendo)
-Hermione-
completó riendo abiertamente ante la descripción de su
mejor amigo
-Exacto… Bueno… ¿y qué te parece tu
habitación?- pero antes de que pudiera responder, agregó-:
Era la de Régulus, por cierto.
Remus lo miró un instante, los ojos grises de Sirius se habían apagado un poco al nombrar a su hermano. Por más que se empeñará en negarlo, Remus sabía que aunque sea en el fondo, algo de cariño debió haber sentido por él.
Abrió la boca para contestar, pero Sirius salió hacia otro lado, dejándolo solo al pie de la escalera frente a un comedor atestado de gente. Pudo distinguir el cabello negro de Sirius en la otra punta de la habitación charlando animadamente con Mundungus Fletcher y uno de los gemelos Weasley (¿Fred o George?). Ese tipo era rapidísimo cuando de escabullirse se trataba.
Paseó su vista por el lugar. No le resultó del todo agradable. Era un salón bastante grande y tenebroso, por la escasa iluminación, ocupado por una gran mesa rectangular con al menos dos docenas de sillas a los lados. Había una chimenea en el fondo del comedor, y al contrario del resto de la casa, lucía reluciente. Todo el crédito era para la señora Weasley que se encerró todo el día allí, y no dejo entrar a nadie; ni ella misma salió hasta que dejó el lugar rechinando de limpio. Desde donde estaba, podía ver una despensa donde se encontraban los utensilios, y comida en la mesa.
Había mucha gente en el salón. Algunos comiendo los platos hechos por Molly otros charlando, etc. Pero había pocos conocidos, como Ojo Loco, Dedalus Diggle y Elphias Doge. El auror con el que había charlado días estaba con ellos. Recordaba su nombre: Kingsley Shackelbot. De repente, Kingsley lo vio y le hizo señas para que se acercara al grupo.
Con recelo se acercó. Temía sobre lo que pudieran decirle sobre su pequeño problema, no temía por Moody, él ya lo sabía. Lo había descubierto hace mucho tiempo, cuando se conocieron. Nunca le preguntó como lo había hecho pero no le importaba. Estaba feliz por no haber tenido que decírselo. En realidad, calculaba que nadie de los presentes en ese salón ignoraba su condición. Gracias al boca floja de Snape, quien increíblemente estaba en el otro extremo de la habitación mirando a todo y todos con una expresión de asco.
Sin embargo ninguno de ellos dijo nada en cuanto a su licantropía. Quizás Doge aún no lo sabía, o eso es lo que el pensaba.
-Remus. Creí que no vendrías- dijo estrechándole la mano con fuerza. Cuando lo miro sin comprender, se apuro en aclarar-: Como faltan como diez días para la próxima luna llena...
Un escalofrío lo recorrió, no podía creer lo que había hecho ese viejo. Trató de conservar la sangre fría e intentó sonreír pero lo único que salió fue una mueca.
-Sí, pero estoy bien. Aún es demasiado pronto- dijo amargamente.
Rápidamente sus ojos se posaron en Kingsley, quien para su sorpresa, no lo miraba a él sino a Elphias. No con incredulidad sino más bien con fastidio.
Al sentir todas las miradas en el, Elphias estrechándole la mano a Remus con fuerza agregó:
-No vayan a creer que lo estoy discriminando- todos lo seguían mirando con recelo-. Por Dios, sólo estaba preocupado por tu salud. Siempre fuiste una gran persona y aún lo eres- dijo palmeándole la espalda con afecto.
Remus suspiró aliviado y Moody y Shackelbot aflojaron sus gestos. El ambiente se distendió y comenzaron a hablar de la antigua orden, en realidad el que hablaba era Ojoloco.
Contaba todas las batallas, las persecuciones y de vez en cuando dejaba que Remus o Elphias añadieran detalles que hacían más entretenido el relato. Kingsley los escuchaba con admiración y de vez en cuando lanzaba exclamaciones de sorpresa o alivio cuando hablaban de algún miembro que estuvo a punto de morir y se salvaba milagrosamente. Pronto el grupo se vio asaltado por más personas que se acercaban a saludarlos o a presentarse y se quedaban a escuchar.
Moody había llegado ya a la parte más emocionante cuándo fue interrumpido por Molly Weasley que los miraba con reprobación. Junto a ella estaba parado Albus Dumbledore, que sostenía la expresión de siempre, la misma sonrisa en la cara y una túnica azul oscuro. Tenía un brillo especial en sus ojos, al contrario de Molly que parecía a punto de comerse al grupo entero especialmente a Ojoloco.
Llevaban parados allí más de quince minutos, cuando finalmente se hizo silencio en ese grupo, puesto que en el resto del salón aún había gente hablando.
-Profesor- saludó Sirius desde el otro lado de la habitación interrumpiendo a Emmeline Vance con quien había estado hablando. Ahora sí, todos en el salón se callaron al notar a Dumbledore- ¿Ya comenzamos?- preguntó tratando de parecer inocente ante Molly.
El director pronunció aún más su sonrisa y asintió levemente con la cabeza. Pronto todos los miembros se ubicaron en los asientos, Molly y Arthur se vieron obligados a sacar a sus hijos menores, que se negaban a dejar de estar presentes en la primera reunión de la Orden. Los mellizos especialmente, alegando que ya eran mayores de edad. Pero, su madre no cedía. Entonces Sirius se levantó y antes de que corriera sangre inocente los llevó afuera amenazándoles en voz baja. Al volver se sentó junto a Remus, sonriéndole cómplice.
-¿Qué
les dijiste?- susurró Remus.
-La verdad- musitó-.
Sólo que ellos no saben que es cierto que mañana
deberán limpiar todo esta pocilga- rió por lo bajo-. No
la culpo a Molly- dijo luego de un rato.
Remus dirigió su
mirada a la otra punta de la mesa, al matrimonio Weasley que se
encontraba sentado a la izquierda de Dumbledore tomándose las
manos.
-Tienes razón- murmuró-. Lo de Gideon y
Fabian no debió haber sido fácil para ella.
Sirius intentó responderle pero fue interrumpido por Dumbledore.
-Buenas noches a todos. Me alegro de verlos a todos. Quiero saludar a los antiguos miembros y darles la bienvenida a los nuevos- dijo en tono alegre.
Comenzó a nombrar a todo y cada uno de los miembros que estaban sentados. Empezando por los Weasley, Arthur y Molly junto con sus dos hijos mayores. Dedalus Diggle que lo saludó efusivamente, Ojoloco y junto a él se encontraba sentado Severus Snape. Cuando llegó Dumbledore para presentarlo, Sirius fue víctima de un terrible ataque de tos. Cada vez que tosía murmuraba entre dientes "traidor, narigón". Varias personas rieron, pero ni Dumbledore ni Snape parecieron darse por enterados.
Ya iban por la mitad de la mesa, cuando unos alaridos provenientes del piso superior los interrumpieron. Todos se miraron confundidos y comenzaron a murmurar y a levantarse para encontrar el causante de tal alboroto. Pero Remus y Dumbledore hicieron que todos tomaran asiento nuevamente. Sirius se incorporó rápidamente y con una sonrisa hizo que Molly también se sentara y dejara de despotricar contra sus hijos.
-Ese ruido, mis queridos amigos- dijo pretendiendo ser un presentador- Es mi madre, Walburga Black.
Una carcajada resonó en el lugar. Todos voltearon a ver.
-Lo siento- farfulló avergonzado Charlie Weasley con las mejillas tan rojas como su cabello-. Pero deben reconocer que Walburga es un nombre gracioso- agregó conteniendo la risa.
Su madre le dedicó una mirada reprobadora mientras el resto de los presente reía y Sirius desaparecía escaleras arriba.
-¿Qué pasó aquí?- preguntó a Ginny mientras observaba divertido como intentaban cubrir el viejo cuadro de su madre con la raída cortina.
Era un retrato de tamaño natural, que mostraba una vieja señora vestida de negra que gritaba como si la torturaran, y al ver a su hijo mayor acercarse, alzó aún más el volumen de su voz.
-TRAIDORES, MALDITOS TRAIDORES A LA SANGRE NO SE ME ACERQUEN... Y TÚ SANGRE DE MI SANGRE NOS TRAICIONASTE Y JURAMOS QUE JAMÁS...
-ALGUIEN LLAMÓ A LA PUERTA Y COMENZÓ EL CONCIERTO- ironizó la pelirroja, también gritando tratando de tapar el increíble vozarrón de la "respetable" señora Black.
-EN VEZ DE EXPLICAR ¿QUÉ TAL SI NOS AYUDAN?- exclamó Ron peleándose con el retrato que se negaba a ser tapado.
-Wingardium Leviosa- dijo Sirius apuntando la vieja cortina que se elevó sobre el cuadro y segundos después cayó sobre el cuadro ahogando los gritos.
-Gracias- murmuraron todos aliviados.
-Si quieren pueden ir a escuchar- dijo mirando el brillo que había aparecido en los ojos de los pelirrojos al escucharlo-. No hay nada que lo evite, son sólo presentaciones aburridas. Eso si, no le digan a su madre
Los chicos asintieron y salieron corriendo, pero Ginny se detuvo.
-¿No
necesitas ayuda?-preguntó señalando la puerta con la
cabeza.
Sirius negó sonriente.
-Seguramente es algún miembro que llegó tarde, sino no habría encontrado la casa. Y sino es así bastará sólo mi facha de ex convicto para asustarlo- agregó riendo amargamente.
Ginny rió tímidamente y salió corriendo por el mismo lugar que lo habían hecho sus hermanos.
Abrió la puerta apenas, y apuntó su varita. Pero quien estaba del otro lado empujó la puerta tan bruscamente que lo dejo tirado en el suelo.
-Lo siento, lo siento- comenzó a disculparse una chica de cabello llamativamente rosa mientras lo ayudaba a levantarse- Estoy muy apurada y no me abrían y voy tarde y...
-A ver, a ver. Cállate- la interrumpió- Primero que nada ¿quién eres?
La chica frunció el entrecejo.
Sirius no sabía porque pero se le hacía demasiado familiar, la forma de corazón de su rostro y esa manera tan rápida de hablar. Le recordaban a alguien pero no estaba seguro. El cabello corto en punta y rosa lo desconcertaban y más aún el hecho de que estaba vestida como una muggle. Pero claro, la había visto el año anterior, cuando visitó a su prima, buscando refugio y comida, durante un corto tiempo. Pero aún le quedaban algunas dudas. La última vez que la vio detenidamente, fue en una fotografía (donde llevaba el cabello negro y largo), y la última vez que hablo con ella, tenía siete años. Aunque alcanzó a cruzar algunas palabras la otra vez
-¿Nymphadora?-preguntó antes de que ella hablara.
-Uf, ya nadie me llama así sin salir herido- dijo chistosa-Lo lamento, pero tendré que lastimarte aunque acabó de conocerte.
-¡Nymphadora!-exclamó y la abrazó con fuerza.
-¡Oye!- dijo tratando de separarse-Ey, apenas te conozco y además no me estás dejando respirar.
Sirius la soltó pero la miraba fascinado.
-¿Cómo
que no me conoces?-preguntó fingiéndose ofendido-. Me
viste el año pasado, cuando fui a visitar a tu madre, y además
yo... mi foto ha aparecido mucho en el periódico en los
últimos años, enana Dora
"Enana Dora"-pensó.
Sólo una persona la llamaba así y hacía mucho
tiempo que ella no veía a esa persona. Al primo de su madre, a
"su tío" Sirius. "Cuando fui a visitar a tu madre" Lo
miró detenidamente. Su cara se le hacía conocida. Trató
de recordar ese día que su madre lo tuvo como visita, y lo
recordaba tan fugazmente. Una cosa de entrar y salir, había
hecho ese día. Llegaba tarde a... algún lado... y
entonces optó por la segunda opción, que si bien no era
más fácil, era la que le quedaba. Hurgó en los
rincones de su memoria, tratando de recordar los periódicos. Y
su mente vio la luz. Ese era Sirius. Mucho menos demacrado que en las
fotografías y también menos flaco.
-SIRIUS- exclamó
colgándose de su cuello como había hecho el hombre
momentos antes. Pero lo soltó rápidamente, dejándolo
perplejo-Vine a hacer algo- dijo rápidamente- pero no me
acuerdo que...Sé que era algo importante
Una carcajada la interrumpió.
-Vamos- le dijo antes de que se enfadara, empujándola suavemente hacia el comedor-. Seguramente, has venido por la Orden, ¿verdad? Sino no habrías encontrado la casa.
La chica asintió con la cabeza.
-Pero no era sólo eso- murmuró.
Siguieron avanzando hasta que se toparon con cuatro cabezas pelirrojas asomadas en la puerta del comedor. Se sorprendieron bastante al ver a la chica.
-Tonks- dijo Fred.
-¿Qué haces aquí?-preguntó George.
-¿La conocen?- preguntó Sirius.
-Sí-dijeron Ron y Ginny a la vez.
-Fui compañera de Charlie en Hogwarts- dijo Tonks saludando a todos (chocó las manos con los chicos y beso en la mejilla a Ginny) y explicándole a Sirius-. Pase mucho tiempo en la Madriguera- agregó.
-Oh... bueno, como sea- se conformó.
La hizo pasar por la puerta e hizo que se detuvieran en el medio de la escalera. Comenzó a carraspear, tratando de llamar la atención de los presentes. Cosa que le llevó algo de cinco minutos, puesto que Snape se rehusaba a mirarlo. Mientras Sirius tosía, Tonks buscaba a alguien con la mirada, y no notaba que cierta persona la miraba fijamente.
'¿Quién eres?- se preguntaba Remus, sin dejar de mirarla-, me resultas familiar.'
-Cof, cof. Muy bien, ahora que tengo toda su atención- dijo mirando con el ceño fruncido a Snape y con voz de presentador de feria-: Tengo el honor de presentarles a...
-¡Kingsley!- la chica lo interrumpió y salió corriendo donde dicho sujeto se encontraba, es decir en el otro extremo de la habitación. Tropezó antes de llegar a él por querer saludar a los Weasley.
-¿Qué sucede?-preguntó calmado, parándose para evitar que se estampara contra el suelo. Parecía estar acostumbrado al comportamiento de la muchacha.
-Tú... Yo... Debemos irnos Scrimgeour te está buscando y ya no lo puedo retener y fue hasta mi casa a buscarte y yo no supe que inventar porque ese tipo no se cree nada y es demasiado aburrido además y ahora supuestamente salí a comprar algo y lo dejé solo en mi apartamento y vamonos porque temo que me despida si le presta más atención de la que le estaba prestando al desorden de mi apartamento- dijo apresuradamente. Se detuvo para respirar, y como vio que Kingsley seguía en su lugar, exclamó-: ¡Muévete! ¿No entiendes? ¡No quiero perder mi trabajo!- lo jalo del brazo y se lo llevaba.
Shackelbot intentó varias veces presentarla o, al menos, despedirse pero ella lo llevaba cada vez más rápido. Ella tenía los cordones de sus zapatillas desatados, lo que hizo que trastabillará un par de veces.
Toda la Orden se había levantado y los seguía hasta la salida, intrigados por la identidad de la muchacha. En el vestíbulo tropezó con el paragüero pero siguió como si nada y miró un tanto asustada, como el resto de los presentes, al retrato de la señora Black.
Pero siguió como si nada hacia la puerta. Cuando llegó allí, dio media vuelta y se dirigió a Dumbledore, quien estaba parado detrás de toda la multitud que se había armado ante la puerta.
-LO SIENTO, PROFESOR- exclamó por encima de los gritos de la anciana señora Black, aunque sin reconocerla-. MAÑANA VENDRÉ TEMPRANO, LO PROMETO.
Dumbledore asintió sonriendo mientras cubría el cuadro con la cortina.
Tonks abrió la puerta y salió con Kingsley. Todos los que estaban allí los vieron desaparecer en los escalones de entrada.
-Bueno...-dijo Dumbledore-. Creo que yo también me iré. Felicitaciones, Molly por la limpieza, y Sirius gracias permitirnos usar tu casa- agregó estrechándole la mano mientras ésta pensaba: "¿Pero qué he hecho? Si yo no hice nada en realidad. Todo está aún muy sucio"- Nos vemos mañana. A la misma hora- dijo y desapareció en el mismo lugar que lo había hecho Tonks
Y así se fueron despidiendo todos, incluso los Weasley, a quienes los enviaron a dormir, lo que hicieron protestando. Los dos mayores hicieron amago de irse, pero su madre le dijo que había preparado el cuarto de los gemelos para los cuatro y no tuvieron más remedio que quedarse.
Finalmente, Remus y Sirius fueron al comedor por algo de alimento. La señora Weasley fue detrás de ellos, para limpiar el supuesto desorden que habían dejado los invitados.
Remus no había probado bocado aún desde el mediodía y aunque Sirius ya había comido, y bastante, pensó que aún tenía lugar para algo más y decidió hacerle compañía a su amigo.
-¿Quién era esa muchacha?-preguntó sirviéndose un sándwich.
-¿No la reconociste?- le contestó Sirius tomando jugo de calabaza.
-Oh, por supuesto que si la reconocí, Sirius. Es que me encanta ir por la vida, preguntando a mis amigos quienes son las personas que conozco.
-¿De veras?- comentó gracioso ignorando la mirada que le dirigía Remus.
-Esa chica es Nymphadora Tonks-dijo Molly desde el otro extremo del cuarto guardando los platos en la despensa- Es amiga de mi hijo Charlie, y pasaba algunas temporadas con nosotros en la Madriguera. Es bastante inteligente y se convirtió en Auror hace unos años, creo- se acercó a los hombre y le sirvió a Remus más comida, pero esta vez era más elaborada, un buen caldo sacado de quien sabe donde pero que olía terriblemente bien- Luces famélico- agregó mirándolo maternal.
-Nymphadora- murmuró mientras tomaba la sopa- ¿La hija de Andrómeda? ¿La pequeña que solíamos cuidar?
-Aja- dijo Sirius.
-¿La conocen?- preguntó la señora Weasley sentándose junto a ellos.
Ambos asintieron.
-Angomeda e mi gima- dijo Sirius intentando tragar la masita.
-Lo que mi maleducado amigo trató de decir es que la madre de Nymphadora es su prima.
-Oh- dijo Molly- Pero a ella no le agrada que la llamen Nymphadora, quiere que le digan Tonks.
-Oh, veo que la enana ha crecido- susurró sirviéndose jugo de calabaza.
Remus lo miró extrañado.
-¿Y tu que te crees? Pensaste que se iba a quedar así-comentó Remus molesto porque Sirius le sacó el sándwich de atún que tenía en la mano.
-No pero ahora está muy grande... y no la reconocí y sin olvidar que aprendió a controlar sus metamorfosis... y bueno sigue siendo tan torpe como era antes... ¿La viste tropezar?- se rió- Al menos unas cuatro veces mientras salía.
-¿Y la forma en que hablaba? Era increíble.
-Bueno
esas son características de la Tonks que conozco- señalo
la señora Weasley. Lentamente se levantó y a medida que
avanzaba hacia la salida iba vigilando que todo estuviera en orden-
Bueno, me voy a dormir ¿podrían dejar todo en orden
antes de irse?
Sirius miró a Remus: "¿Limpiar
nosotros?"
-Por supuesto, Molly- dijo Remus guiñándole el ojo a Sirius
La señora Weasley pareció conformarse con la respuesta y salió de la habitación.
-Estás bromeando, ¿verdad?- dijo Sirius mirándolo fijamente.
-No-contestó simplemente- Acaso no lo hacíamos, al menos una vez a al mes en Hogwarts.
-Sí, pero yo no aprendí nada de eso- pensó un poco y luego dijo-: ¿Esos castigo eran para enseñarnos a limpiar o para que dejáramos de molestar a los Slytherin?
-Supongo que para lo segundo, pero no nos sirvió de mucho-comentó levantando su plato. Con un simple hechizo el plato quedó limpio-.Además ahora no es tan difícil, aquí podemos usar magia para limpiar.
Sirius asintió sonriendo con nostalgia mientras recogía las sobras de la cena. Lo que habían dejado sólo eran unas cuantas migas. Se las mostró a Remus riendo.
-Como diría James, "Había hambre en el batallón"-los dos rieron-¿Te acuerdas cuando lanzamos las bengalas de Filibuster en el Gran comedor y comenzaron a volar trozos de comida por todos lados?
Los dos se miraron y comenzaron a reír a carcajadas.
-y... Y cua-cuando... le cayó a Snape en la sopa...- en este momento Remus comenzó a reír mas fuerte, respiró profundamente pero volvió a reírse- Jamás me olvidaré su cara... y su cabello...
-Oh, sí — murmuró Sirius tratando de contener la risa-¿Recuerdas que le pusimos en la sopa? ¿Qué era? Yo no me acuerdo, solamente recuerdo que llevo el cabello en punta y rosa por un mes. Tal cual Nymphadora.
-Es cierto-murmuró Remus tratando de recuperar el ritmo normal de respirar-.Espero que no se hayan despertado- comentó mirando hacia el techo, en busca de algún indicio de un Weasley con insomnio, pero al parecer todos roncaban.
-Sí, yo también. No creo soportar a Molly Weasley mandándonos a dormir-dijo Sirius bostezando y mirando a su alrededor-. ¡Todo limpio! ¡Terminamos!
Era cierto, entre carcajada y carcajada habían limpiado todo sin darse cuenta.
-Me voy a dormir-dijo Sirius finalmente-ah no quiero caminar-agregó y desapareció
Remus reconoció que él también estaba cansado, e hizo lo mismo que Sirius. Apareció en su habitación y se desplomó en la cama sin desvestirse. Se acomodó en la gran cama con dosel y apuntado con la varita lo cerró.
Cerró los ojos, dispuesto a dejar que Morfeo lo atrapara, pero como solía pasarle desde siempre antes de dormir, su mente le recordó los sucesos del día. Hubo uno, mejor dicho una persona, que permaneció en su cabeza hasta que el sueño lo venció.
Nymphadora, él no sabía porque pero lo había sorprendido. Verla después de tantos años, verla en lo que se había convertido. Una joven tan llena de... algo que no sabía explicar muy bien. Pero sintió que cuando entró al comedor, la habitación se lleno de vida, de alegría, de la fuerza que ella transmitía.
Ciertamente
Sirius, tenía razón, Nymphadora había crecido...
------------------------------------------------------------------------------------------------------