Capítulo 11. Revelación
Cuando Joey abre los ojos no encuentra a Seto en la cama, la habitación podía verse en su totalidad desde aquel punto, así que pronto supo que no se encontraba ahí, asustado se levanta de la cama y camina hacia su ropa, aún tirada, se la coloca por completo e intenta salir, pero la puerta estaba cerrada, quizás por fuera
Joey. Seto…
Aunque lo llamaba no había respuesta, así que comienza a dar algunos pequeños golpes a la puerta, asustándose cuando tras varios minutos parece que nadie iba acudir ¿acaso su amo lo había abandonado? Quizás solo había utilizado su cuerpo para satisfacerse unos momentos, ahora ya no le servía y lo había desechado, ese terrible pensamiento lo aterró tan pronto llegó a su cabeza. Sintió un vuelco en el estómago
Joey. ¿Me has abandonado?
Derrotado vuelve a la cama, se sentía débil, triste, él que siempre fue impulsivo y malhumorado, ahora que estaba enamorado de su amo se sentía una persona diferente, capaz de tirar a la basura toda su dignidad, tanto así que no estaba arrepentido de nada, ni siquiera de todas las cosas que le obligaron hacer en las fiestas de Seto
Joey. Ya no me importa nada, solo mi señor Seto y su felicidad
Al oírse a sí mismo susurrar aquellas palabras no pudo evitar pensar en Isuzu, ahora podía comprender un poco de su extraña forma de mirar a Seto, de su obsesión, él también estaba siendo afectado por el efecto Seto Kaiba, sintió un escalofrío ¿eso era malo? ¿Qué diablos sucedía con aquella casa? Con él, estaba cambiando y tenía miedo… la puerta se abre de repente y al notarlo voltea hacia ella enseguida, sonriendo feliz cuando ve a Seto pasar por ella, traía en su mano un plato con fruta
Joey. Mi amo
Feliz se levanta de la cama y va hacia él, Seto se veía tranquilo
Seto. Noah insistió en que te trajera algo para comer
Aunque hablaba con desdén se veía casi falto de emoción, el rubio sonríe emocionado y estira su mano para agarrar el plato de fruta, pero Seto lo impide, alejándolo de él
Seto. Si lo quieres gánatelo
Su sonrisa maliciosa no era difícil de interpretar, Joey sabía lo que su amo quería, aunque en otro tiempo habría pataleado y tratado de no hacerlo, en ésta ocasión que ya era un cachorro domado no opuso ninguna clase de resistencia, solo lo miró con ternura y volvió a despojarse de su ropa hasta quedar desnudo frente a Seto
Joey. Ordéname…
Seto. Abre esa caja del suelo
Sin cuestionar Joey abre la caja y mira el contenido, había muchos fetiches y artefactos, traga saliva al verlo ¿Qué le haría Seto? Aunque prácticamente no le importaba, ahora le pertenecía
Seto. Saca las argollas de acero, rápido
Sonriendo con gran malicia mira a Joey obedecerle, mientras él se acerca a la silla y deja el plato con la fruta, luego al igual que su esclavo se quita la ropa, cuando Joey se levanta ya con el encargo en sus manos se encuentra con Seto desnudo, aquel perfecto cuerpo moreno sin ninguna clase de atadura, su miembro se pone erecto solo de verlo, era como un dios
Seto. Sucio, mira cómo te pones solo con verme, tengo que castigarte
Joey. Perdóname, merezco tu castigo
Casi como si no tuviera nada de voluntad se acerca hasta él con lo que le pidió, Seto agarra una de las argollas con cadena y se la coloca en el cuello, cerrándole con el segurito, aunque la argolla rodeaba el cuello de Joey ésta no le apretaba, entonces Seto agarra el extremo con la pequeña cadena y la une a otra de una argolla más pequeña, ésta se la coloca alrededor de la muñeca, así ambos estaban unidos con esa cadena, Joey del cuello y él de la muñeca de la mano
Seto. Eres mi perro, mi obediente cachorro ¿no es así?
Joey. Lo soy, soy todo lo que me pidas
Al oír la afirmación Seto sonríe nuevamente con malicia y tira de la cadena, entonces Joey se mueve conforme el jalón, siguiéndolo, Seto lo lleva hasta donde está la cama y él se sienta luego de agarrar nuevamente el plato de fruta
Seto. ¡Híncate!
Sin mucho tacto tira de la cadena hacia abajo, obligando a Joey a hincarse frente a él, entonces Seto abre las piernas, volviendo a sonreír
Seto. Abre la boca
Su subordinado obedece enseguida, abriendo la boca, entonces Seto aprovecha para agarrar una fresa e introducirla en su boca hasta la mitad, con la hoja hacia dentro, saliendo la parte roja, Seto sonríe otra vez y agarra su propio miembro a media erección, lo acerca a la fresa en la boca de Joey y comienza a restregarse la punta en la fresa, rozándose, regalándose masajes, restregando todo su glande por el fruto hasta conseguir una erección completa, sonríe emocionado, había vivido demasiados años lejos de experimentar aquel placer
Seto. Ya sabes que hacer
Joey. Mmmhh
El rubio asiente con apremio, deseaba poderle ser útil a su amo, así que ahora él hace lo que antes hacía su jefe, comienza a mover la cabeza, restregando la fresa por todo el miembro de Seto, luego por los genitales
Seto. Bien, eres muy obediente
Estira su mano y quita la fresa de la boca de Joey, luego la dirige hacia uno de los pezones del rubio y la restriega ahí, mientras su otra mano sujeta el otro pezón, comenzando a moverlo, deslizando los dos dedos que le sostenían, luego invierte los papeles y disfruta oyendo jadear a Joey, el rubio estaba muy excitado, le gusta aquella humillación y no sabía por qué. Seto entonces se detiene, agarra la fresa con una sola mano y la aplasta, manchándose la mano por completo
Seto. Debes tener hambre
Sonríe de nuevo y sin perder tiempo se lleva aquella mano hasta su miembro, lo sujeta con ella y la comienza a deslizar, embarrando los residuos de fresa en su miembro, Joey se relame los labios solo de ver, ansiaba probar de una vez, Seto nota aquella urgencia y hace los movimientos más lentos para desesperarlo más
Seto. Espera…
Habiendo terminado de embarrar la fresa estira su mano hacia el plato y agarra un par de uvas, algunas las hace igual, las aplasta entre su mano y se restriega el miembro con los residuos, combinándose la fresa con las uvas, en tanto las otras las introduce en la boca de Joey
Seto. No te las comas, solo muerde un poco
El rubio obedece nuevamente sin poner resistencia, al morder un poco las uvas éstas comienzan a soltar jugo y éste se escurre por su barbilla, luego por el cuello
Seto. Es momento, come
Agarra la rubia cabellera de su empleado y lo dirige hacia su miembro, introduciéndolo en la boca de Joey, haciéndole tragar las uvas, las cuales no alcanza a masticar, pero Seto le penetra la boca sin importarle, empujándolas a la garganta, Joey intenta toser pero no puede, su rostro se pone rojo completamente y entonces lo libera, sacando su miembro para permitirle comer lo que tenía en su boca, Joey jadeaba debido al esfuerzo, y no solo el jugo de las uvas y los residuos de fresa se escurrían por su barbilla, también la saliva, Kaiba vuelve a sonreír, que exquisito se veía Joey así
Seto. ¿Ya puedes continuar?
El aludido asiente, en realidad deseaba seguir probando el miembro de Seto, era delicioso, nunca antes probó un manjar sin igual
Seto. Lame
Su indicación es seguida por completo por Joey, éste lame desde los genitales hasta la punta, manteniendo su lengua ahí, disfrutando de aquella abertura por la que la uretra hacía salir el semen, poniendo atención especial ahí, logrando que Seto sintiera un placer extraño pero exquisito. Ya no podía más, así que de nuevo lo mete en su boca, ésta vez no había uvas que se lo impidieran, así que pudo hacerlo con más facilidad, Seto agarraba con fuerza su cabello, dirigiendo sus movimientos, penetrándole la boca con su pene, Joey cada vez era más rápido, él mismo se empujaba al frente, para sentirlo en su garganta, pero entonces Seto se detiene, estaba por llegar a su fin, así que lo saca de su boca pero agarra la barbilla de Joey y lo atrae hacia él, separándole los labios, Joey se queda en esa posición, con la boca abierta hacia él, así Seto puede masturbarse para terminar por fin, tratando de atinar a la boca de Joey, pero algunos chorros se dirigen hasta su rostro, embarrándolo también
Seto. Mmmm ¡haaa!
El moreno se libera por completo, llenando la boca y el rostro de Joey, haciéndolo verse más apetecible, con fruta bañándole al igual que su esencia, Seto no puede resistirse y jala con fuerza de la cadena, haciéndolo levantarse, sujeta su rostro con ambas manos y lo comienza a lamer, limpiándole algunas partes, lo demás lo limpia con las manos y lo obliga a lamérselas
Seto. Perfecto, ese es el esclavo que me gusta, así me gustas
Si no fuera porque Joey conocía lo frío que era Seto habría jurado que vio un brillo en sus ojos mientras lo miraba a la cara, luego sin decirle nada más le besa en los labios, compartiendo ambos un beso como ninguno, lento, sensual y con un rico y extravagante sabor a semen y frutas…
La sonrisa de Isuzu al ver el resultado de su tortura daría miedo incluso al más valiente, en los ojos de Bakura podía verse claramente la locura, el chico estaba listo para matar a Joey, así ella tendría por fin a Seto Kaiba como siempre lo quiso, pervertido y malvado, todo lo que ella no pudo lograr y que el maldito de Joey Wheeler sí ahora lo tenía tan cerca de ella que no lo podía dejar
Isuzu. Vamos, levántate de ahí, ve a cometer tu acto de venganza
Bakura continuaba tendido en el suelo, con la mirada tan vacía que ya no parecía él, pero de pronto su rostro ensombrecido y sus ojos delirantes hacen que Isuzu se sienta intimidada, Bakura se levanta del suelo, con las cadenas recién abiertas aun rodeándole las muñecas, la mira fijamente y mientras sonríe se acerca a ella, haciéndola retroceder hasta toparse con la pared
Bakura. ¿Deberé agradecerte?
Isuzu. ¿Qué?
Bakura. Sí, debería…
Mientras comienza a levantar sus manos se acerca hasta ella y sin pensarlo dos veces le rodea el cuello con ambas manos, intentando matarla. La mira con odio mientras la mueve con gran fuerza
Bakura. ¡Perra loca! Lo has matado…
Isuzu lo mira con gran terror mientras él continúa ahorcándola y moviéndola con brutalidad, la mujer intentaba quitar los brazos de él, agarrándolos con fuerza
Bakura. Has matado a Bakura, he despertado y acabaré con todos, Seto será mío, de nadie más
La chica comenzaba a perder fuerza y el tono de su piel cada vez más azul, sentía que se le iban los sentidos, pero Bakura la suelta antes de asesinarla, Izusu cae al suelo e intenta desesperadamente agarrar aire, sentía que en cualquier momento perdería la consciencia
Bakura. Pero no sería divertido matarte ahora
Sonriendo con desdén sale de la habitación y la deja ahí, casi derrotada y tratando desesperadamente de robar más aire…
Amarrado a la cama, Joey tenía los ojos cerrados. Los brazos estaban sujetos por encima de su cabeza, amarrados a la cabecera de la cama, mientras que sus piernas abiertas y flexionadas hacia arriba y atrás no estaban amarradas, pero Joey mantenía la posición; sus ojos estaban vendados y en la boca abierta sostenía una pequeña bola, la cuál estaba sujeta por dos correas amarradas alrededor de la cabeza. Seto lo miraba con una enorme sonrisa, su esclavo era el más hermoso de todos, su piel blanca y sudada, su perfecto cabello rubio y la voluntad completamente doblegada hacia él
Seto. Perfecto
Con gesto pervertido se acerca a él, con una fresa en la mano y comienza a acariciar con ella su cuerpo, deslizándola desde los pies, subiendo por las piernas y luego acariciándole el miembro, Joey se retorcía, sujetaba con fuerza las sogas en sus manos y exclamaba jadeos ahogados gracias a aquella pelotita en su boca
Seto. Te gusta esto
El amo constata el estado en que se encuentra el miembro de su esclavo y sonríe con depravación, a Joey le gustaba ser tratado así, que él le demostrara "su amor" de aquella forma, el rubio había resultado ser un completo degenerado, eso lo hacía feliz, y era porque sabía que solo con él era así, cuando lo obligó a participar en las fiestas privadas siempre lo vio incómodo, inconforme, como vacío, pero con él se entregaba, y no importaba que tan perverso fuera lo que le hacía, Joey le regalaba su cuerpo
Seto. ¿Me quieres dentro?
Ante la pregunta Joey no tarda en mover su cabeza de arriba hacia abajo, lo deseaba, le pertenecía a ese hombre, quería ser suyo, sentirlo, disfrutarlo. Seto sonríe por la respuesta, pero no le da gusto aún, con la fresa aún en su mano la acerca hasta sus glúteos, acariciándolos, haciéndole cosquillas alrededor de su entrada. El moreno sonríe aún más y sin pensarlo introduce la fresa en Joey, haciéndolo retorcerse, entonces él sonríe con emoción, había visto algo similar en alguna de sus fiestas y siempre soñó con hacerlo, ahora lo hacía con él
Seto. No es bueno desperdiciar la comida
Sonríe de nuevo con malicia y sin demoras se agacha, comenzando a lamer la entrada de su esclavo, haciéndolo estremecer, luego ayudado de sus dedos los introduce y comienza a buscar la fresa dentro, causando con eso un placer aún mayor, Joey apretaba las sogas y se retorcía, de vez en cuando mordía la pelotita en su boca, incapaz de gemir debido a ella solo podía demostrar aquellas acciones, era excitante, debía reconocerlo. Seto encuentra la fresa por fin y con dos dedos logra agarrarla, comenzando a sacarla hasta lograrlo, luego se la come
Seto. Ese ha sido un juego, te demostraré quien es tu dueño
Colocándose de cuclillas en la cama se acerca más a Joey y le sujeta las piernas, las acomoda alrededor de sus caderas y se introduce enseguida, por completo, sin esperar a que se acostumbrara a su intromisión. Joey muerde la pelotita y tensa sus manos al agarrar la soga
Seto. Te daré lo que tanto te gusta
Sin piedad se comienza a mover con violencia, haciendo profundas sus estocadas, mirando con emoción como el cuerpo de Joey reaccionaba, su entrada aprisionaba el miembro de Seto, como si quisiera deshacerse de aquel cuerpo extraño dentro de él, sus manos se aferraban con fuerza a la soga y a pesar de la pelotita en su boca lograba distinguir el sonido de sus gemidos, Joey estaba muriendo de placer y él también
Seto. ¡Me perteneces! Eres mío…
Reclamándolo como suyo vuelve a acelerar sus movimientos, usando las fuerza, no le importaba nada más, solo ese momento, que Joey se entregara a él, que entregara su cuerpo, porque ahora Seto Kaiba le correspondía igual, le estaba entregando su mente, el moreno debía reconocer que un sentimiento ajeno y desconocido para él ahora crecía y tenía el nombre de Joey Wheeler… termina por fin dentro de él, llenándolo con su esencia, luego sale y le suelta las piernas, el rubio respiraba agitado, con el orgasmo aun recorriéndole la piel. Seto le quita la venda de los ojos y ve en su mirada un brillo, Joey estaba tan extasiado que apenas podía distinguir su expresión, entonces el moreno le quita la pelotita de la boca
Joey. Mi amo…
No podía siquiera hablar con soltura, se estaba apenas recuperando
Seto. Me perteneces
Joey. Sí, soy tuyo, completamente…
La sonrisa de Joey tan sumisa y cariñosa hacen sentir a Seto un extraño sentimiento. Él jamás había conocido ningún otro sentimiento bueno que no fuera el cariño y amor a sus hermanos, pero en esos momentos al ver a Joey tan indefenso entregándole el alma y el cuerpo con aquella mirada lo hacían sentir inquieto. Sin quitarle las sogas de las muñecas se acerca a él y le besa los labios, sorprendiéndolo, pero Joey no se queja, corresponde igual, con sus lenguas danzantes y entrelazadas se decían mucho más que cualquier palabra…
Recorriendo los pasillos de la casa Bakura llega hasta la puerta de la entrada, al bajar las escaleras, había recorrido toda la casa y no había rastro de Seto ni de Joey, ni siquiera de Mokuba. El chico de doble personalidad aún seguía desnudo, pero ya sin los grilletes que le rodeaban las muñecas, en su mirada no había desaparecido la maldad
Bakura. ¿Dónde diablos estarán?
Decidido a irse a otro lado de la casa camina por una parte del suelo donde el piso cruje, lo cual le parece muy extraño, es como si hubiera un hueco ahí, así que se regresa y se agacha, da un par de toquecitos y comprueba que algo había debajo, sonríe y entonces busca una entrada, localizándola minutos después, quita la parte del suelo y descubre con emoción un pasadizo, al igual que Joey horas atrás se adentra en él, siguiendo el mismo camino que antes siguió el rubio, hasta toparse con una puerta cerrada, no intenta abrirla y mejor se regresa unos pasos atrás, comenzando verificar el lugar, quizás algo le ayudaría a dar con el maldito de Joey y su amado Seto
Kaiba termina de vestirse, mientras un desnudo Joey permanecía en la cama, amarrado, miraba a su hermoso Seto, con ese cuerpo tan perfecto, ahora con ropa, el rubio estaba feliz. En más de una ocasión su amo lo había poseído, al fin después de tanto tiempo Seto Kaiba lo tomaba entre sus brazos, estaba más enamorado que nunca, por encima de su dignidad
Joey. ¿A dónde vas?
Seto. Necesito ver a Noah
El rubio borra su sonrisa, casi había olvidado que Seto no estaba bien de la cabeza, que aún alucinaba a su hermano muerto, se sentía muy triste
Seto. ¿Por qué pones esa cara?
Joey. No es nada, solo pensaba en lo mucho que quieres a tus hermanos
Seto. Son lo más importante que tengo en mi vida, por encima de todo están ellos
Joey. Te entiendo…
Seto. Luego regreso, sé que no te irás, pero quiero verte amarrado cuando vuelva, disfrutaré de tu cuerpo una vez más, espera por mí
Joey. Siempre esperaré por ti
Sin decir más Seto sale de la habitación y cierra la puerta, dejando a Joey solo, el rubio suspira y se acuesta completamente en la cama, después cierra sus ojos, necesitaba descansar antes que Seto regresara y él estaba completamente agotado… Al salir de la habitación Seto se va hacia otro lado del pasadizo, en un cuarto menos grande tenía una habitación, ésta estaba más completa que la otra, parecía una recámara normal; se acerca a uno de los muebles y abre un cajón, ahí tenía una foto de él con Noah, ambos eran unos niños
Seto. Yo mataré a ese maldito por todo lo que nos hizo, te lo prometo
Sin dudarlo acaricia la fotografía, en ese momento escucha unas pisadas atrás de él y sonríe
Seto. Noah, te he pedido muchas veces que toques antes de entrar
Bakura. No soy Noah
Sorprendido Seto voltea enseguida, no esperaba ver a Bakura ahí, ese lugar era secreto, no lo conocía ni siquiera Isuzu, las cámaras no filmaban ese pequeño punto muerto entre el final de la escalera y la puerta, era casi imposible que estuviera ahí
Seto. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás desnudo?
Bakura. Mi señor Seto Kaiba, lo amo
Nunca antes le había hablado tan formal, con ese tono de voz y aquella mirada, no parecía ser el Bakura de siempre, Seto frunce el entrecejo al verlo acercarse. El peli violeta llega hasta él y le agarra el rostro con ambas manos, intentando besarlo, pero Seto se aparta y lo aleja de él
Seto. Tú no eres Bakura
Bakura. Si lo soy
Seto. Eres el que hirió a Joey en aquella ocasión ¡dime que hiciste con Bakura!
Bakura. Soy yo mi señor, el verdadero Bakura, el que quiere acabar con todos los que nos hagan daño, déjeme crear un mundo donde solo existamos los dos
Seto. No, quiero al verdadero Bakura, tú no eres más que una copia barata
Bakura. ¡No es verdad! Hágame caso, los dos hemos sufrido mucho
Nuevamente intenta acercarse, lo miraba fijamente, tratando de convencerlo, pero Seto permanecía igual, no quería saber nada de aquel Bakura, él había herido a su cachorro, de alguna forma él había asesinado a Bakura, ya no podía ver en sus ojos el rastro de aquel niño que rescató hace tiempo
Seto. Vete, no quiero nada contigo
Bakura. ¡¿Es porque lo tiene a él?!
Seto. ¿Qué?
Bakura. A Joey ¿es por él?
Seto. Deja de decir tonterías
Bakura. ¡Acabaré con ese estúpido!
Seto. ¡Cállate!
Los dos se miran fijamente, aunque Seto lo miraba con desprecio y Bakura solo con enojo, estaba seguro que era por Joey que su señor lo rechazaba y no estaba dispuesto a tolerarlo
Bakura. No me dejó otra opción señor
Seto. ¿De qué hablas?
Con un movimiento rápido Bakura avanza hacia el mueble con espejo y toma de ahí un vaso, se acerca más a Seto y sin darle tiempo a defenderse lo azota contra su cabeza, Seto abre ampliamente los ojos antes de caer inconsciente al suelo
Bakura. Eso me daré tiempo
Acercándose a él se agacha y le da un beso en los labios, luego sale de esa habitación, se dirige hacia la de la puerta abierta y ésta vez si la abre, entrando rápidamente, encontrando a Joey acostado, sin ropa, amarrado y al parecer dormido
Bakura. Entonces es verdad, él me ha rechazado por ti, si antes te odiaba ahora más, te odio cada vez más, te mataré
Decidido se acerca a la cama e intenta agarrar a Joey del cuello, sin embargo éste despierta enseguida, creyendo que se trataba de Seto, pero al ver a Bakura intenta huir, pero estaba amarrado a la cama
Joey. ¿Qué quieres?
Bakura. ¿Tuvieron sexo?
Joey. ¿Qué te importa?
Bakura. ¡Él es mío! Maldito, mil veces maldito
Joey. Tonterías, nosotros nos amamos, sé que él me ama también como yo a él
Bakura. Mentira, tú quieres hacerle daño como se lo hiciste al otro Bakura, pero no te lo voy a permitir
De nuevo mostrando ojos de furia se acerca a él e intenta ahorcarlo, pero Joey comienza a patalear con fuerza para alejarlo, logrando su cometido
Joey. ¡Auxilio!
Gritaba con apremio, intentando defenderse, tirando patadas fuertes a diestra y siniestra hasta que lo hace retroceder, entonces Bakura se baja de la cama, mirándolo con desdén
Bakura. Imbécil
Perdiéndolo de vista unos momentos mira a sus alrededores, algo debía de servir para lastimarlo, entonces ve la caja cerca de la silla y avanza hacia ella, al abrirla sonríe al ver lo que contiene, había fetiches y muchos juguetes sexuales
Joey. ¡No! Aléjate de ahí
Bakura. Te haré daño y luego te mataré
Sin pensárselo dos veces saca un látigo y un vibrador con piquitos de hule
Joey. ¡Desgraciado!
Bakura. Quiero que sientas lo que él sintió, luego te alejaré para siempre de mi amado Seto
Con la emoción dibujada en sus ojos y en su rostro comienza por darle de latigazos, con fuerza, logrando abrirle la piel, haciéndolo gritar y retorcerse por el dolor
Bakura. ¡Muere maldito!
Usando el látigo le pega por todos lados, incluyendo la cabeza, la cara, Joey intentaba moverse, repeler los golpes, pero era inútil y cada vez más iba perdiendo su fuerza, cuando Bakura se da cuenta de eso entonces se acerca a él, le abre las piernas y contra su voluntad introduce el vibrador, sonríe y enseguida lo prende, éste se comienza a mover como gusano, causándole reacción enseguida, entonces retoma los latigazos, haciéndolo gemir y gritar, de dolor y de un insano placer, aunque lo detestaba, odiaba sentir placer por algo así, pero era solo su cuerpo, su alma y su corazón solo podían sentir placer por las acciones de Seto Kaiba
Bakura. ¡No entiendes nada! Haces daño porque eres un maldito
Joey. ¡Ya basta! Yo nunca quise lastimar a Bakura
Bakura. ¡Mentira! Mira cómo te pones por esto ¿esperas que te crea?
Sin piedad también golpea su miembro con el látigo, haciéndolo gritar con mayor dolor, estaba a punto de perder el conocimiento, el dolor era muy fuerte
Seto. ¡Suéltalo!
Al oír la voz de su señor Bakura se detiene y voltea, Seto se sobaba la cabeza, el golpe no había sido tan contundente y él estaba ahora restablecido
Bakura. Mi señor, solo acabaré con él, lo mataré
El peli violeta suelta el látigo y se acerca a Joey, rodeándole el cuello con la manos intenta ahorcarlo, mirándolo con mayor odio, Seto no puede defenderse con las manos y ya no tenía fuerza para patalear, pero Seto llega hasta ellos y sin pensarlo le da un fuerte golpe en el rostro a Bakura, haciendo que suelte a Joey
Bakura. Mi señor…
Asombrado mira a Seto, jamás él le había hecho daño, ahora quizás ya no tenía a nadie en el mundo, las lágrimas comienzan a salir y se baja enseguida de la cama
Bakura. Ahora estoy solo por completo, solo
Sin esperar ninguna respuesta a cambio sale corriendo de la habitación, Seto se apresura en sacar el vibrador de Joey y le suelta las manos amarradas, el rubio estaba semi inconsciente
Seto. Maldita sea, Bakura está loco… Joey, Joey
Dándole pequeñas palmadas en el rostro intenta despertarlo, pero Joey se desmaya enseguida entre sus brazos
Seto. ¿Qué diablos está sucediendo en ésta casa?
Noah. Hermano…
Al oír la voz de su hermano menor Seto voltea, el chico estaba parado en el marco de la puerta
Seto. No entres
Noah. ¿Por qué?
Seto. Hay alguien aquí herido que no quiero que veas
Noah. ¿Te acuerdas hermano?
Seto. ¿De qué?
Noah. Cuando jugábamos a las escondidas ¿te acuerdas?
Seto. Siempre me acuerdo
Noah. Prometiste siempre encontrarme ¿recuerdas?
Seto. Sí, lo prometí
Noah. Pero aquella vez no llegaste, te esperé y nunca me encontraste ¿te acuerdas? Así lo recuerdas hermano
Seto. Noah…
Noah. Pero no es verdad, tú me encontraste aquella vez hermano, pero no quisiste confiar en lo que veían tus ojos, me dejaste sufrir solo, eres malo…
Seto. ¿Qué?
Confundido se aleja del cuerpo de Joey y avanza rápido hacia la puerta, pero no había nadie ahí
Seto. ¡Noah! ¿dónde estás?
Noah. Encuéntrame…
La voz susurrante de su hermano se escucha en su oído como si lo tuviera a un lado, pero él no estaba ahí, Seto voltea enseguida, no había nadie a su lado, sin embargo su oreja cosquilleaba
Seto. Noah ¡sal de donde estés!
Aunque sonaba enojado se sentía extraño, su hermano nunca se había comportado de esa manera tan rara. Luego escucha la risa de su hermano por toda la habitación, como si hubiese alguna especie de bocina por todas partes
Noah. Encuéntrame…
Escucha por última vez la risa y luego el silencio total, un escalofrío extraño le recorre de pies a cabeza ¿acaso había alucinado? Todo eso era muy raro, debía ser consecuencia del golpe que Bakura le había dado en la cabeza. Luego se dirige a la cama y ve a Joey inconsciente
Seto. Necesito que cicatricen tus heridas
Apurado sale de la habitación y se dirige a la otra, ahí tenía material de curación, agarra alcohol y unas gasas, rápidamente va hacia Joey y comienza a limpiar algunas de sus heridas, el dolor hace que Joey despierte, instintivamente intenta defenderse pero Seto lo tranquiliza
Seto. No te mueves, te ayudaré
Joey. Me duele mucho
Seto. Entre más pronto acabe mejor, espera…
Kaiba se acerca de nuevo a la caja con los objetos y saca otra vez la pelota
Seto. Morderás esto, aún faltan muchas heridas
El rubio no hace nada por evitarlo, Seto amarra de nuevo las correas y mete la pelota en la boca de Joey, entonces continúa con la curación, Joey mordía fuertemente la pelota, retorciéndose del dolor, a Seto no le gustaba verlo así, por primera vez sentía compasión por alguien que no hubiesen sido sus hermanos o Bakura cuando lo conoció…
Isuzu estaba muy molesta por lo sucedido, había hecho despertar a Bakura y éste por poco la mataba, pero ella no se iba a quedar de brazos cruzados, debía acabar no solo con Joey, sino también con Bakura, ese maldito se las iba a pagar, entonces ahora si solo serían ella y su señor, después vería la forma de deshacerse de su medio hermano, aunque no pensaba asesinarlo lo mandaría muy lejos. La chica sonríe triunfante al entrar al despacho de su señor y mirar las cámaras, Bakura había caminado por los pasillos hasta su habitación hace alrededor de veinte minutos, pero no había rastro ni de Seto ni de Joey
Isuzu. Es hora de activar plan B, Seto debe saber que su padre está vivo, que lo he convertido en un muñeco en venganza, me amará, estoy segura, así como me amó Noah
La chica estaba completamente decidida a que Seto supiera aquella verdad, seguro que así él la amaría por siempre…
Terminando por fin la tortura de la curación, Seto quita la pelotita, desamarrando las correas, por los ojos de Joey aún estilaban lágrimas, pero estaba un poco más calmado, Seto se acerca a la ropa del rubio y le ayuda a ponérsela, causándole de nuevo dolor, Joey vuelve a llorar
Seto. Ya pasará, debes aguantar, saldremos de aquí
Joey. Mi amo…
Seto. No hay tiempo que perder, sígueme
El rubio no hace otro comentario y le sigue, Seto comienza a pensar mucho en su hermano, había actuado muy raro, le había dicho malo y él no sabía por qué, Seto recordaba un día en que no pudo encontrarlo cuando jugaban a las escondidas, y después de eso su hermano no volvió a ser el mismo, era un niño más serio, con mirada triste, ya no lo quería y eso le dolió mucho por aquellos años pero entonces ¿por qué Noah decía que si lo encontró? ¿Había algo que no podía recordar? ¿Se trataba de eso?... Ambos salen por fin de aquel lugar secreto, la cámara los volvía a enfocar, Isuzu sonríe, esos dos se dirigían justo a donde quería, la habitación de Noah. Joey explica en el camino que Mokuba se ha ido y que habló con él, el pequeño tampoco confiaba en Isuzu, entonces para Seto comenzaba a tener todo un poco más de sentido…
Al llegar a la habitación de Noah, Seto abre la puerta y entonces los dos bajan hacia ese piso intermedio secreto, todo parecía muy tranquilo, no había rastro de nadie más
Seto. Jamás creí que Isuzu me ocultara algo así, estoy confundido
Joey. Yo creo que es mejor abandonar ésta casa, buscar a Mokuba y a Noah, irnos
Seto. ¿Estás loco?
Kaiba sonríe sarcásticamente al escuchar la propuesta de Joey, era descabellada, él no iba a dejarlo todo así como así, su dinero y el patrimonio de sus hermanos estaba ahí, además quería llegar al fondo de todo eso, saber que ocultaba su empleada
Seto. Aquel día ¿por qué estabas aquí?
Joey. Te lo dije, lo que dije fue la verdad
Seto. ¿Debo creerte?
El moreno miraba con duda a su empleado, Joey estaba diciendo la verdad pero él no le creía, estaba dispuesto a demostrar que no mentía
Isuzu. ¡No le creas!
La voz de Isuzu los interrumpe, ambos voltean hacia ella, acababa de llegar, les sorprende verle marcas de manos en el cuello pero no dicen nada, solo la miran acercarse
Isuzu. Joey te miente, él es un oportunista, quiere todo tu dinero, por eso quieren que huyan
Al darse cuenta que la chica ya estaba ahí cuando ellos llegaron puesto que los había escuchado, ambos se ponen en guardia, debía haber una entrada además de la entrada por donde se introdujeron a ese lugar
Joey. Aléjate de Seto
Isuzu. ¡Cállate inútil!... amo y señor, dígale que se calle
Seto. No lo haré
Su respuesta decisiva sorprende a la chica, pareciera que ahora Seto confiaba más en él que en ella, se siente muy herida
Isuzu. ¿No lo ve mi señor? Él le miente
Seto. Esa eres tú, me ocultaste esto
Isuzu. Tenía que hacerlo, lo que aquí habita a usted le destruye
Seto. ¿De qué diablos estás hablando?
Isuzu. Su pasado, todos sus tormentos viven aquí mi señor
Seto. ¡Habla de una vez!
La chica sonríe maliciosamente, con los labios completamente estirados, era momento de decirle la verdad a su Seto, de destruirlo para crear a uno nuevo
Noah. ¡No la escuches!
Aunque solo Seto podía escucharlo, Isuzu se da cuenta que algo distrae a su señor y lo mira fijamente, luego de unos momentos comprende que nuevamente está viendo a Noah, porque Seto miraba fijamente un punto inexistente
Isuzu. Él les hizo mucho daño mi señor Kaiba
Seto. ¡Habla ya!
Noah. ¡No la escuches!
Isuzu. ¿Por dónde comienzo?
Seto. Por donde quieras, pero hazlo ya
Isuzu. Mi señor, hay alguien que quiere verle… bueno, ya no puede verlo
Al oír aquello Seto recuerda las palabras de Joey, "una criatura sin ojos y sin lengua", instintivamente da un par de pasos hacia atrás, mirándola con desconfianza, Isuzu sonríe y luego se comienza a reír, Joey la miraba fijamente, esa mujer cada vez estaba más loca
Isuzu. Ya lo sabe ¿no es cierto?
Seto. Cállate
Noah. ¡No la escuches!... ¡No la escuches!
Seto. Basta…
Noah. ¡No la escuches!... ¡No la escuches!... ¡No la escuches!
Seto. Noah cállate
Aturdido se tapa ambos oídos y dobla su cuerpo ligeramente hacia el frente, Joey se acerca más a él e intenta ayudarlo, pero Seto lo empuja con mucha fuerza, haciéndolo caer al suelo
Isuzu. Usted lo sabe, siempre lo supo… pero usted ha olvidado cosas ¿no es verdad?
Noah. ¡No la escuches! Hermano…
Isuzu. Usted era tan pequeño, usted lo vio sufrir, lo vio sangrando… murió en sus brazos
Al oír las últimas palabras Seto abre ampliamente los ojos, parecía como aturdido, ensimismado, como si tratara de recordar
Seto. No…
Isuzu. Sí mi señor, está muerto, murió en sus brazos
Seto. ¡Cállate!
Era como si perdiera el control, sus manos comenzaban a temblar con desesperación
Noah. Hermano… te dije que no escucharas
Seto. Noah…
Noah. No quiero desaparecer
Seto. No, tú no…
Noah. Seto, yo siempre esperé por ti… ¿Por qué me dejaste solo?
Seto. Yo no… nunca quise…
Ni Joey, ni siquiera Isuzu que lo conocía desde hace tantos años lo habían visto así, la mirada perdida, el cuerpo temblando, aturdido, hablando con él mismo, solo podían oírlo a él, la voz de Noah estaba en su cabeza, pero él hablaba en voz alta
Seto. Perdóname…
Noah. Adiós Seto…
Seto. No, no te vayas
Noah. Ya no puedo seguir viviendo en tu mente, ella te lo ha dicho, yo estoy muerto… estoy muerto hermano…
Seto mira con horror como Noah comienza a llorar, alejándose de él y difuminándose cada vez más hasta desaparecer, Seto estira su mano hacia Noah y un dolor inmenso le recorre todo el estómago y después el resto de su cuerpo
Seto. No… no… regresa ¡Noah! Tú no… no…
Más desequilibrado que antes comienza a derramar lágrimas, se tira al suelo de rodillas y agarrándose la cabeza con ambas manos exclama un grito de desesperación y dolor, a su mente llegan miles de imágenes sin un orden en específico. Él jugando a las escondidas con Noah, luego sin encontrarlo durante horas, cuando por fin lo encuentra estaba en un estado de sopor, con los ojos inflamados de tanto llorar y caminaba cojeando, pero no lo quería, lo odiaba, lo trataba mal y él no sabía porque, pero ahora sí, lo recordaba, él buscándolo, abrió una puerta y lo vio en aquella cama, estaban desnudos, los dos, y lo tocaba, le obligaba a tocarse, a tocarle, él lloraba y le pedía ayuda, pero él solo se fue corriendo a pesar de los gritos de auxilio; las sábanas llenas de sangre, su hermano llorando, él asustado, corriendo, Isuzu lo abrazaba con fuerza, Isuzu tenía el estómago abultado y él no sabía por qué, ella diciéndole que le daría otro hermano, que su madre muerta sería la madre; pero él también lloraba, él también sentía el dolor, y le obligaron a tocarse mientras veía el horror, su hermano lloraba y él también, el otro, el diablo tan solo disfrutaba, no le importaba si eran sus propios hijos; lo miró tocarla a ella, golpearla y violarla frente a él, pero aunque le exigía tocarse él ya no podía, su miembro no reaccionaba ya, recibió golpes por ello, recibió golpes por todo, y finalmente lo vio, tocarlo por última vez, haciéndolo desangrar, él corrió en su auxilio mientras el otro huía, seguro a llamar de nuevo a aquel doctor que los veía de vez en cuando, pero fue inútil, él murió en sus brazos, pálido como la vil muerte, pero sonreía porque el dolor pronto iba a desaparecer, porque moría en brazos de su querido hermano, porque ya todo había terminado para él. Seto miró esos ojos abiertos hasta el final, aquellos ojos no lo dejarían olvidarlo, desde entonces Noah siguió viviendo para él, a través de sus ojos, clavado en su mente, Seto fue el de la idea, dijo que Noah, pero era mentira, él, fue él quien lo sugirió, que Isuzu le cortara los testículos, que lo encerrara, le había dicho que la idea fue de Noah, él siempre tan creativo, como cuando ambos se escondían y Seto tardaba horas en encontrarlo. Y ella obedeció, hizo aquel pasadizo, lo adecuó y lo guardó ahí, a su padre, a quien drogó y luego encerró, poco a poco lo fue convirtiendo en el muñeco mutilado que ahora era, una criatura que ya solo vivía por mero instinto porque la razón hace muchos años que la había perdido
Isuzu. ¿Ahora recuerda mi señor? Usted sabe lo que se esconde atrás de esa puerta
La chica señala la puerta donde está su papá y Joey mira con asombro ¿Seto lo sabía? Estaba confundido, hasta hace unos minutos creía que todo eso era desconocido para Seto, pero parecía que no, que era parte de las cosas que había olvidado, aquella revelación fue muy impactante para Joey, pero no como ver a Seto en esos momentos, sonriendo desquiciadamente, con el rostro bañado en lágrimas y los ojos desorbitados, comenzando después a reír como un lunático, había recordado todo, incluso lo que Isuzu también olvidó, porque ambos sufrieron mucho hace años y sus mentes desequilibradas poco a poco comenzarían también a despertar
Continuará…
Creo que es el más largo de la historia xD ya mero se termina! gracias por sus reviews!