Disclaimer: Ninguno de los personajes son míos, pero eso ya lo saben... pero lo tengo que poner igual... XD

Con carita de perro... se consigue todo

Cuidar niños no es tan fácil y menos cuidar a una especialmente caprichosa y torpe puede cambiar sus ojos y/o rostro a voluntad. Remus Lupin no sabía en lo que se metía cuando aceptó cuidar a Nymphadora.
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Esos ojos lilas, que momentos antes lo habían mirado con anhelo y suplica ahora estaban llenos de reproche y enfado. Remus se paso la mano por los cabellos algo molesto por la mirada constante de la niña de cabello castaño.
Tenía órdenes, y debía cumplirlas; no hacerlo le traería más de un problema.
-Por favor, Remus. Solo un poco -susurró suplicante la pequeña-. Lo necesito
-No, no puedo.
Pero ella siguió insistiendo y ponía esa carita a la que no se le podía negar. La misma que solía usar Sirius para conseguir lo que quería.
"Maldito Sea el que invento la cara de perro abandonado", se dijo.
Con una sonrisa de resignación, se levantó del sillón y abrió el "frigerador"
Cuando Andrómeda se diera cuenta que Remus había roto el castigo impuesto a la niña seguramente lo regañaría, pero la alegría que apareció en los ojos, ahora celestes, de Nymphadora, lo recompensaba todo.

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N/a: segunda historia... cortita, cortita por algo es una viñeta ... si les gustó déjenme un review y esperen a la otra sobre Bill y Ginny que es mucho mas larga...