SPOILERS!!
"Aún está en blanco…" dijo Mokona. "Tal vez la magia no funciona, ya que le quitamos la pluma… eh?" Mokona miró a Kurogane, que tenía la vista fija en el libro, inamovible. "…Ves algo?"
"…" Kurogane no respondió, y Mokona sabía exactamente por qué. Ya había visto algo parecido, en la ciudad LeCourt
"No es justo… Supongo que seguiré viendo…" Mokona suspiró.
"Seguir viendo qué?"
"GUAAAH!!!" gritó Mokona, mirando boquiabierta a Syaoran, que se frotaba los ojos.
"Cuándo va a venir Kurogane-san a dormir?"
"Ano… en un momento!!" exclamó Mokona, sacudiendo sus pequeños brazos alrededor, expresivamente. "Queremos hablar un momento en privado, si está bien!!!"
"Ok…" Syaoran parpadeó, y regresó a su cuarto, bostezando. "No creí que fuera tan fan del manga… Si Fay-san va a dibujarlos, debería hablar con él, no con Mokona…" murmuró incoherentemente, y después de eso cerró la puerta tras de si.
"Ahahaha…" Mokona se rascó la cabeza –o al menos hasta donde alcanzaba.
Cuando la puerta se cerró, Mokona miró el bolsillo de Kurogane, donde estaba el cobertor de auras mágicas.
"Mokona ya sabe!" Mokona lo jaló, y cubrió con el a Kurogane. "Perfecto!"
…Sí… perfecto… excepto que solo cubría su cabeza y su cuello…
"O no…" Mokona lo apartó, suspirando, mirando a su alrededor buscando algo más grande con lo que pudiera esconder a Kurogane. No enmascararía su aura, pero al menos escondería a Kurogane en caso de que alguien entrara.
Miró hacia la ventana. Tal vez podría mover a Kurogane de alguna manera detrás de las cortinas…
Mokona empezó a empujar contra la espalda de Kurogane, pero este no se movió. "Wuaaah… Tal vez nadie se despierte…"
"Tengo que ir al baño..." Sakura salió súbitamente y Mokona la miró estupefacta, agarrando las cortinas y echándolas sobre Kurogane.
"…Moko-chan?" parpadeó Sakura.
"…Estoy jugando a las escondidas…."
"…Okay…" los miró, perpleja, antes de usar la bata que Fay le había dado y dirigirse hacia el baño, cerrando la puerta tras de si.
Mokona suspiró, descansando sobre la cabeza del ninja. "Mokona va a tener un ataque al corazón…"
Kurogane, mientras tanto, no estaba muy seguro de si el libro había funcionado o no. Miró alrededor, molesto, esperando que algo pasara. Tal vez el libro estaba…
…
…
Cargando…
O algo…
Suspirando, esperó. Después de 10 minutos de espera, empezó a impacientarse. Incluso cuando él y los demás cruzaban dimensiones, no solía tardar más de 2 minutos.
Se sentó y tragó saliva nerviosamente. Tal vez el libro no revelaría el pasado de Fay… Tal vez alguien con un aura tan poderosa como la de Fay no permitiría que sus memorias fueran vistas –o tal vez Fay había puesto algún tipo de hechizo mágico, como un escudo, que no permitiría semejantes "ataques" a su pasado.
Después de esperar 5 minutos más, Kurogane se puso de pie, y súbitamente su visión empezó a aclararse, y se dio cuenta de que no estaba atrapado en la oscuridad esperando que la historia se mostrara, sino que estaba muy oscuro –dondequiera que estuviera… Había abierto a la mitad del libro, así que no podría estar en el vientre o algo así…
De pronto una pequeña luz le llamó la atención, la miró…
Una ventana…
Con barras!!
"Maldita sea!" gritó Kurogane. Tal vez estaba en una especie de prisión mágica, encerrándolo por haber tratado de usar el libro sin encontrarse en el país de LeCourt…
Luego notó una pequeña mano alzándose a una de las barras. Se sobresaltó, finalmente notando que no estaba solo. Una niña pequeña estaba con él, agarrándose débilmente de una de las barras y respirando pesadamente.
"…Estás bien?!" corrió rápidamente hacia ella, arrodillándose a su lado. "Señorita- uh?!!" sus ojos se ensancharon cuando la niña empezó a toser maniáticamente.
"Señorita…?"
La niña apoyó la cabeza contra las barras, su largo cabello derramándose sobre sus hombros, hasta sus tobillos.
"…Estás herida?" preguntó Kurogane cuando escuchó a la niña sollozar. "…Estás lastimada en alguna parte? Me entiendes?"
La niña echo la cabeza hacia atrás, deslizando sus dedos por los largos mechones, revelando ojos azul cielo, nebulosos y exhaustos.
Kurogane sintió que el corazón le daba un salto. "…Fay…"
El niño sollozó de nuevo, limpiando algunas lágrimas antes de gemir mientras trataba de elevarse lo suficiente para mirar hacia afuera. Estiró la mano, tristemente, tratando de alcanzar una fuente de luz que brillaba afuera, pero fue incapaz de llegar a ella.
"Alguien…" dijo una voz suave.
Kurogane trató de tomarlo por los hombros, pero su mano pasaron a través. La miró, confundido, mientras que su otra mano seguía sujetando el libro firmemente.
'Esta es la mitad del libro…' susurró, pasando algunas páginas.
Miró nuevamente hacia arriba, esperando ver algo diferente, como Syaoran le había explicado- pero las mismas barras –el mismo cuarto vacío de luz le esperaba veinte páginas después.
"Por favor…" el suave quejido vino del niño mientras se acostaba en el suelo, jadeando. "Por favor…"
Kurogane se apresuró a llegar hasta él. "Por qué estás aquí? Qué pasó?" Un pensamiento lo embargó, y consideró pasar las páginas hacia atrás, pero tenía que ver a Fay escapar. Incluso si era aparente que había escapado, quería asegurarse.
Pasó página por página, y con cada página la posición de Fay en la habitación cambiaba.
"MIERDA!!!" gruñó Kurogane. "Cuánto tiempo has estado aquí? Tienen que haber sido años!" tomó el libro por un extremo, aún pasando varias páginas a la vez, hasta que la luz lo rodeó.
Parpadeó, mirando el libro y luego a su alrededor. Estaba en una especie de corte… Fay había escapado…
Miró alrededor suyo, asegurándose de ver todo. Había símbolos por todas partes –iguales a los del abrigo de Fay…
"Ashura-ou!"
Esa voz!!
Se volvió, ojos bien abiertos, y vio al mismo niño- cabello corto y viéndose mucho más como el Fay que conocía- aunque aún muy joven. El niño corrió a través de él, dirigiéndose directamente a su amado rey.
Kurogane miró, entre confundido e interesado mientras Fay se lanzaba a sus brazos.
"Ashura-ou! Estoy muy contento de verte!!"
"Por qué es eso?" el hombre tenía largo cabello oscuro, liso y negro. Le había recordado a Kurogane al cabello de un caballo (n.nU)… Estaba muy pálido y tenía una cara larga, y profundos ojos grises.
En opinión de Kurogane parecía una persona bastante aburrida… pero si este era el mismo Ahura-ou de quien Fay siempre huía, entonces por qué ahora lo abrazaba así?
"Fay D. Flourite, eres en verdad un niño con mucha energía" Rió Ashura, depositándolo en el suelo. "Por favor no olvides tu lugar aquí. Quienquiera que pudiera estarnos observando desaprobaría tus acciones, y si uno de mis guardias te viera abrazándome, podría herirte"
"Dejalos tratar" la mirada de Fay se oscureció y resopló, cruzando los brazos.
"Prometiste no tomar esa actitud, si recuerdas" le regañó Ashura.
"No dejaré que me toquen. Y no dejaré que me separen de ti, Ashura-ou!!"
"Por qué?" Ashura sonrió gentilmente.
"Por que Ashura-ou es la persona que me salvó!"
"Eso es verdad, pero fuiste muy fuerte para sobrevivir todo ese tiempo" contestó Ashura, volviendo la mirada hacia el castillo. "Ven. Es tiempo de tu lección y acabo de encontrar un libro para ti. Además, ya no quiero hablar más de tu juventud perdida"
"Sigo siendo joven!" exclamó Fay irritado, inflando las mejillas.
Ashura rió mientras caminaba. "Si sigues haciendo esas caras feas, se quedarán así, Fay D. Flourite."
"Ashura-ou…" Fay sonrió, excitado. "Eres el único, eh?!"
"El único?" Ashura lo miró, parpadeando, perplejo.
"Que puede decirlo completo" Fay apoyó su peso en un pie, tambaleándose hacia atrás como haría cualquier niño de su edad para parecer lindo. "Mi nombre. Nadie más en el país lo dice completo"
"Solo porque no lo dicen no quiere decir que no puedan" explicó Ashura. "Tienes un nombre bastante largo. Todo mundo en este país tiene nombres más fáciles. Simplemente te rehúsas a dejar ir al tuyo, eso es todo. Y yo respeto tus deseos"
"Respetarás mis deseos si te pido que me enseñes un hechizo hoy, Ashura-ou?!"
"…" Ashura se congeló antes de mirarlo fijamente. "Magia?"
"Por favor?" suplicó Fay. "Quiero ser capaz de controlar mis poderes. No podré hacer nada si no tengo acceso a ellos"
"Ese tatuaje en tu espalda suprime tus poderes, Fay D. Flourite… Pero incluso con él, tus poderes son particularmente difíciles de controlar, incuso para mí" explicó el rey. "No creo que estés listo"
"Pero Ashura-ou-"
"Además" Ashura sonrió, amablemente. "No necesitas usar tus habilidades mágicas. Hoy quiero que utilizes otra habilidad que tienes"
"Cuál es?" Fay parpadeó, y Kurogane los siguió mientras entraban al castillo.
"Encantos"
"Encantos mágicos?!" preguntó Fay, excitado.
"…No… quiero decir maneras"
"Maneras?"
"Sí, es costumbre para los que viven en la realeza tener tremendas habilidades cuando viene a encantos reales"
"…Por qué?"
"Preguntarle a tu rey tantas cosas es considerado grosero, Fay, y te reprenderían por eso"
"Reprender¿Qué es eso?"
Ashura suspiró. "Creo que trataremos de encontrar una hora más para esta lección. Tengo el presentimiento de que te tomará un rato aprender"
"Por qué piensas eso?"
"CÁLLATE DE UNA VEZ!!!" gritó Kurogane, irritado, pasando algunas páginas. Por dentro deseó haber podido tener la habilidad de pasar las páginas cuando hablaba con Fay antes del incidente con el clon de Syaoran.
La escena cambió una vez más. Se encontraba en una hermosa, lujosa habitación. Lo primero que pensó fue que este era el cuarto de Ashura, causando que los cabellos de su nuca se erizaran, pero luego notó a Fay mirandose fijamente en el espejo- unos años más mayor.
"…Qué haces ahora?" Kurogane se acercó hasta detrás de él, mirándolo. "…Por qué estás aquí? No es esta la habitación de ese tipo?"
"…" Fay cepilló su cabello hacia un lado antes de alzarlo y dejarlo caer, suspirando y haciendo una cara para luego sonreir, débilmente. "No olvides sonreir!!"
"Vaya vaya…" se burló Kurogane. "Incluso lo practices en un espejo?"
Fay suspiró, volviéndose y mirando a su alrededor antes de volver a su cama, subiendose en ella.
"Que solo se está aquí…" murmuró Fay, mirando hacia Kurogane.
"…Huh?" Kurogane miró a su alrededor, confundido mientras Fay se levantaba, sonriéndole.
"…Es casi lo mismo…" Fay se levantó, acercándose, y Kurogane dio un paso hacia atrás nerviosamente mientras Fay acercaba una mano, sus dedos moviéndose peligrosamente cerca de su mejilla.
"Puedes verme?" Kurogane parpadeó antes de sonrojarse cuando Fay se acercó aún más, sus labios acercándose. "…Qué…"
\Click//
\Squeeeeeeak//
Kurogane parpadéo antes de que Fay lo atravesara. Se había estado acercando a la ventana, no a él.
El ninja dejó salir un suspiro que no sabia estaba sosteniendo mientras se llevaba una mano al pecho, sintiendo el rápido martilleo de su corazón. "…Idiota…" murmuró, aunque no estaba seguro de si se refería a Fay o a si mismo. Se volvió, mirando el niño que parecía ser de la edad del mocoso (N/T: Syaoran n.nU)
Se subió a la ventana.
"QUÉ HACES?!" Vas a caerte, idiota!!" gritó Kurogane.
"Es hermoso!!" sonrió Fay, sentándose.
"No te sientes ahí! Te caer—" Kurogane se detuvo al aproximarse a la ventana, mirando hacia abajo.
Si estaba preocupado antes, se maximizó unas cien veces más o menos. El castillo parecía estar construido en una piedra que flotaba en el cielo.
"Celes es hermoso… pero… realmente es mi hogar…?" murmuró Fay, deslizando su cabello detrás de su oreja antes de suspirar. "…Esa cárcel fue mi hogar durante 200 años… y ahora este lugar… incluso aunque Ashura-ou está aquí e incluso aunque puedo viajar por aquí… es una prisión… por qué me siento así…?" se miró las manos.
"…Tal vez este cuerpo es mi prisión…" murmuró.
"Por qué? Se supone que eres una chica?" espetó Kurogane, irritado. "Lo creería"
"Tal vez son mis poderes los que necesitan liberarse… pero la última vez…" Fay tomó el cuello de su camisa y empezó a desabrochar los botones.
"…" Kurogane lo miró antes de darse la vuelta, cruzándose de brazos. No iba a mirar a un adolescente desvestirse, sabía lo que los chicos de esta edad hacían cuando se desnudaban en sus habitaciones…
Bueno… sabía al menos lo que él habia hecho en su habitación al desnudarse… pero de eso hacía tiempo…
Lentamente, miró hacia atrás. Si Fay iba a empezar a hacer eso, iba a pasar las páginas… probablemente… tal vez…
Parpadéo cuando Fay se presionó a sí mismo contra el marco de la ventana, cerrando los ojos.
El calor dejó la cara de Kurogane y viajó a otra parte. Fay lentamente alcanzó el tatuaje de su espalda, deslizando los dedos por el delicado dibujo.
Kurogane se volvió completamente, obteniendo así un buen vistazo del tatuaje. Solo lo había visto un momento cuando empezaron la misión, pero no le había interesado una cosa así en ese momento –ni siquiera sabía quién era Fay, y no tenia ni idea de que acabarían viajando juntos, asi que no le importó.
Una sonrisa apareció en su rostro. Y pensar que la persona con quien estaba viajando y que al principio no le había importado, después se había convertido en alguien tan importante para él…
Kurogane miró a Fay trazar el tatuaje una tercera vez, tratando de memorizarlo.
Lentamente, los dedos del ninja tocaron la pálida piel y el oscuro tatuaje, y sus dedos se unieron con los de Fay al final.
"Me recuerda a un fénix… Igual que tu kudan…" miró a Fay, que se volvió, dejando salir un suave suspiro. Sonrió, cerrando los ojos, antes de quedarse dormido.
"…" Kurogane lo miró por un momento, ojos estrechándose, antes de darse la vuelta y darle un golpecito al libro, pensativo.
"No sería tan malo quedarse un rato con él… un momento más… con su verdadera sonrisa…"
Mokona gimió mientras miraba a su alrededor, nerviosamente, esperando que alguien viniera en cualquier momento. Ya era de mañana, y hacía mucho que Sakura se había ido a dormir. Mokona estaba exhausta y se preguntó cuánto le tomaría a Kurogane encontrar todo lo que necesitaba saber.
De pronto una puerta se abrió y Mokona tragó saliva.
Era el cuarto de Fay y Sakura… quién saldría? Fay o Sakura…?!!
"Eee…" Mokona gimió al ver a Fay sacar la cabeza y mirar alrededor, sospechoso. Esto, por alguna razón, tranquilizó los nervios de Mokona. De pronto, tenía una idea.
Se escondió detrás de Kurogane.
"…" Fay cerró la puerta gentilmente detrás de él antes de mirar alrededor. Cuando vio la gigantesca cortina colgando fantasmalmente a la mitad de la habitación, se congeló, mirándola estupefacto.
"…" Mokona no hizo ruido. Tal vez Fay no la notaría.
"…Kore wa…?" Fay parpadeó, aproximándose.
"No me toques! Me estoy escondiendo!"
"Ano-!!!" Fay se apartó, boquiabierto. "K-Kurogane?!"
"Estoy jugando a las escondidas con Mokona! Vete antes de que me encuentre!"
Fay parpadéo y sus ojos se entrecerraron. "Mokona, esta es una de tus habilidades secretas? Imitación?"
"Wuaaah! Como supiste que era Mokona?!" gimió Mokona, saliendo de detrás de Kurogane.
"Kurogane nunca llama a nadie por su nombre. Además, nunca jugaría las escondidillas. Nunca se escondería o huiría…" Fay resopló.
"Fay conoce a Kurogane muy bien!!" exclamó Mokona.
"Por qué lo tienes detrás de una cortina?" Fay trató de apartarla, pero Mokona le dio un manazo.
"No! No toques!" gimió "Es un secreto!"
"…Mokona…?"
"…Por favor no mires, Fay!!"
"…" Fay la miró fijamente por un momento, confundido. "Pasa algo malo con Kurogane?"
"Nn…" Mokona sacudió la cabeza, nerviosamente. "Por favor no mires, Fay…"
"…" Fay empezó a sentir un mal presentimiento en el fondo del estómago. "Lo siento, Mokona" apartó de un golpe la cortina y miró a Kurogane, parpadeando en confusión. "…Está…"
Siguió la mirada vacía de Kurogane hasta el libro antes de entender, y sus ojos se ensancharon. "Mokona… ustedes dos…"
"…Lo sentimos… Fay…" Mokona bajó la triste mirada. "…Pero… estábamos preocupados…"
"…Mokona…" Fay miró a Kurogane, y tomó el libro. "Suéltalo!"
Kurogane pasó las páginas y de pronto sintió un fuerte mano jalando la suya. Destellos de una joven con extrañas orejas de gato y un extraño animal rosa bailaron frente a sus ojos, junto con Celes, Ashura, y entonces--¡!!
"…" Kurogane parpadeó, mirando al nuevo Fay directamente a la cara..
Solo un ojo… definitivamente su Fay.
"…" Fay tomó el libro de las manos de Kurogane, arrancando las páginas una por una. Todo lo que Kurogane y Mokona pudieron hacer fue mirar hasta que la última página estuvo en el piso.
"…Cómo…" la mirada de Fay estaba fija en el suelo, sin emoción alguna escrita en la cara. "…No…" miró hacia arriba, molesto. "…Por qué?"
"…Fay…" murmuró Mokona.
"Por qué tuvieron que hacerlo?" el ojo de Fay se volvió completamente al de un vampiro, su ceño fruncido.
"…" Kurogane miró a Mokona por un momento antes de mirar a Fay de nuevo.
"Fue la idea de Mokona. Mokona tomó el libro y persuadió a Kurogane a seguir el plan…" admitió Mokona tristemente. "Fay, Mokona, Kurogane, y todo el mundo están preocupados por ti… Tal vez fue malo mirar en las memorias de Fay, pero Mokona y Kuro-rin lo hicieron solo por que estaban preocupados por ti…"
"No comprendes lo que has hecho, Mokona… esta vez has hecho algo muy malo…" Fay se puso de rodillas, recogiendo los papeles. "…Estas eran mis memorias… no tenían derecho de mirarlas… Si quería compartirlas, ya lo hubiera hecho…"
"No te enfades…" murmuró Kurogane.
"…" Fay miró a Mokona antes de suspirar, juntando todos los papeles en sus brazos. "…Mokona… ve a dormir…"
"Por favor no te enfades con Kuro-pon!"
"No. Estoy enojado contigo" le espetó Fay a Mokona, que gimió, desacostumbrada al desagradable tono de su voz.
"Mami y papi necesitan hablar"
"…" Mokona parpadéo antes de mirar a Kurogane, notando su perturbada reacción.
"Acerca de tu castigo" Fay suspiró.
"…Eee…" Mokona miró a Kurogane, luego a Fay, luego de nuevo, nerviosamente-
"Ve" le espetó Kurogane.
"Mokona quiere hablar también!" exclamó Mokona. "Mokona fue parte de esto!"
"Mokona, después de lo que has hecho y de ver mi reacción" Fay se volvió con ojos llenos de dolor. "Aún quieres preguntarle a Kurogane lo que vio?"
"…" Mokona los miró por un momento antes de volverse y dirigirse a su habitación. "…No…"
"Entonces por favor no escuches… buenas noches" murmuró Fay.
"...Fay?" Mokona se detuvo y miró hacia atrás con aire culpable.
"…Hum?"
"…Mokona se preocupa por Fay… y también Kuro-rin…"
Fay suspiró.
"No queríamos herir a Fay… queríamos entenderlo mejor, para poder hacerlo feliz otra vez…"
"…" Fay cayó en silencio, su único ojo siguiendo los pasos de Mokona y observándolo mientras entraba a la habitación y cerraba la puerta tras de si.
"…" Kurogane tomó la cortina que Mokona había usado para cubrirlo, y miró confundido hacia la ventana, alzando una ceja.
"Dijo… dijo que estabas jugando a las escondidillas… eso fue lo que me alertó…" Fay se pasó una mano por el cabello. "…Qué viste?"
"..." Kurogane trató de poner la cortina en su lugar mientras pesaba sus opciones. Podría mentirle a Fay y decirle que había visto todo, engañandolo así para que le dijera lo que no había visto… pero eso no era algo que un ninja haría.
Había sido educado para ser una persona honesta… no como el mago…
"…No vi lo que quería"
"…" Fay parpadeó. "Qué querías ver?"
"…Quería entenderte major…" Kurogane se rindió con la cortina, lanzándola sobre el brazo del sillón. "…Quería ver por qué eres como eres… Te vi… enjaulado"
Fay se estremeció, manos alzándose para esconder su cara, esperando escuchar más.
"Seguí pasando las páginas… pasándolas y pasándolas. Cientos de páginas pasaron y tu seguías ahí, atrapado, muriendo… Muriendo de hambre… Muriendo de sed… Muriendo…" se detuvo. "Ya te he dicho que no me gustan las palabras bonitas… pero… te escuché al principio…"
Fay miró hacia arriba, mirando a Kurogane fijamente, su ojo aún el de un vampiro.
"Suplicabas y suplicabas… una y otra vez, todos los días. Al principio pensé que era la única palabra que sabías… Cuando no suplicabas, llorabas, y pasabas la mayor parte del tiempo encogido en una esquina o en la ventana…"
Fay tragó saliva. Había sido mucho tiempo, y aún cuando sabía que nunca olvidaría ese lugar, que había sido su hogar y su prisión por 200 años, no había pensado en ello en mucho tiempo…
Prefería no hacerlo.
"Luego entendí por qué suplicabas. Suplicabas por libertad al principio. Luego suplicabas por la muerte…"
Fay suspiró, hombros temblando.
"Pero la última cosa que vi antes de cambiar la página… algo que dijiste… que me confunde más de lo que nunca hayas dicho…"
"Y qué fue?" murmuró Fay.
"…Después de pasar años suplicandole a nadie en particular, pediste que se te permitiera vivir"
"…No viste nada más después de eso?"
"…" Kurogane sacudió la cabeza. "Nada más de la prisión"
"…Debiste quedarte" Fay compuso una sonrisa. "Ese fue el último día que pasé en ese lugar"
Los ojos de Kurogane se ensancharon.
"Después… que viste?"
"Te vi con él" Kurogane entrecerró los ojos.
"Ashura-ou." Fay sonrió tristemente, esa desagradable sonrisa falsa suya.
"Eras muy joven… muy feliz… querías aprender magia de él… el quería que aprendieras maneras…" esbozó una débil sonrisa y Fay lo miró, su ojo bien abierto.
Recordaba eso…
Kurogane sonrió. "Algo me dice que no pusiste mucha atención… seguía llamándote por tu nombre completo. Fa-"
"No quiero oirlo de ti"
La sonrisa de Kurogane desapareció un momento y cerró la boca. Algo casi desconocido se formó en su garganta- algo de no había sentido desde sus últimos días en Suwa.
"Cómo pudiste hacerme esto…?" murmuró Fay, cerrando los puños alrededor de sus pantalones. "…Cómo pudiste invadirme?"
El nudo en la garganta de Kurogane se disipó lentamente mientras evadía su mirada, recordando el momento en que pensó que Fay lo besaría.
"…Si crees que eso es malo…" murmuró, y la cabeza de Fay se elevó de golpe, mandando escalofríos a la espina dorsal de Kurogane. Mierda. Había dicho eso en voz alta?
"QUÉ?!" gritó Fay finalmente, y Kurogane tragó saliva nerviosamente. Ante esta reacción, Fay sintió su furia bullir hasta un extremo que no había sentido desde que retó a Kurogane en Tokio Acido.
"…Nada"
"…Qué es?" le espetó Fay, avanzando hacia él. "Dímelo!"
"No. No quieres saberlo"
Kurogane de pronto se encontró siendo tirado hacia abajo, cortesía de el puño de Fay en el cuello de su camisa, sus rostros una vez más a meros centímetros uno del otro.
"No te pregunté tu opinión, te ordeno que me digas qué es lo que querías decir!!"
"…Bueno, no voy a decírtelo"
"Invades mi memoria, y luego-"
"Es solo que…" estalló Kurogane, tomando la mano de Fay con la suya y forzándolo a soltar su camisa, casi rompiéndole los frágiles dedos. "Solo quería entenderte. Y cada vez que te preguntaba…" se descarriló. "…Seguías distanciándote… y me está volviendo loco por que lo único que quiero es cerrar esta brecha entre nosotros"
"No entiendes nada…" Fay se apartó, pero Kurogane seguía sujetando su mano. "…Suéltame!"
"No puedo"
"Dejame ir! Qué haces?" gritó Fay, extendiendo un poco sus garras.
"Tomo tu mano" le espetó Kurogane, irritado. "Te lo dije antes, no me gustan las palabras bonitas"
"Sí, sí, muchas veces" Fay se retorció un poco. "No voy a comer, si eso es lo que quieres"
"Pero como a ti te gustan, pensé en usarlas" dijo Kurogane. "Yo quiero… ser el que…"
Fay retrajo sus garras, su ojo volviéndose rojo en confusión mientras miraba a Kurogane. "El que qué?"
Kurogane gesticuló con una mano. "Kaze no machi he… (1) esa canción que te gustaba… la frase de-"
"BUENOS DÍAS A TODOS!!" Sakura salió de pronto de su cuarto. "Debemos apresurarnos y encontrar la pluma de este mund—eh?" parpadeçó al notar las manos de Fay y Kurogane. "…Interrumpo algo?"
"…Kurogane solo decía que él quiere ser el que limpie este desorden." Fay señaló los papeles en el piso. "Por que el fue su causa"
Kurogane guardó silencio, mientras Sakura miraba alrededor.
"…Kurogane-san, no deberías destruir las cosas de Fay-san" le dijo. "Por qué te molestas en ofrecerle algo si luego lo vas a destruir?"
"Eso mismo"
"NO LO DESTRUIRÉ!! Lo protegeré con mi vida!!"
"…Wow… a Kurogane-san realmente le gusta el manga…" dijo Syaoran saliendo de su cuarto. "…Dónde está Mokona?"
Fay sonrió levemente, volviéndose hacia el cuarto de Sakura. Se quedó despierto toda la noche con Kurogane. Probablemente está cansado… despiértalo de todas maneras"
"Si está cansado, no deberíamos dejarle dormir?" preguntó Sakura.
"Mokona no está dormido…" murmuró Mokona, cansado, mientras salía, también. "…Vamos a buscar la pluma…"
"Mokona debería dormir" dijo Sakura, tomándolo en brazos. "Nosotros iremos por la pluma"
"Mm…" Mokona se durmió al instante.
"Bueno, vamos…" Kurogane suspiró irritado. "No tienen hambre?"
"…Huh?" Syaoran lo miró.
"…" Sakura parpadéo, mirando a Kurogane y luego a Syaoran. "Syaoran-kun, qué acaba de decir Kurogane-san?"
"…No lo sé"
"Si tienen hambre" gesticuló Fay.
"Qué rayos—oh…" Kurogane miró a Mokona. "Pensé que podia traducer aún estando dormido!"
"Tal vez demasiado cansado" sugirió Fay. "No importa. Yo traduzco"
Kurogane lo miró con un tic en el ojo. "Oi… Atashi es lo que las mujeres usan para decir 'yo'!" (2)
"…" Fay parpadeó. "…demasiado tiempo sin hablar japonés… Qué dije?"
"Debiste decir WAtashi, watashi, no atashi… pero usa ore"
"…Ore?" Fay se señaló a sí mismo, luego a Syaoran. "Boku?"
"Sí"
Luego a Sakura. "Ore?"
"NO!!!"
"…Watashi?"
"ATASHI!!!"
"Haa, haa, Kurogane usó atashi."
"…Tú también vete a dormir"
"Entonces cómo nos entenderíamos?" le espetó Fay, mientras Mokona despertaba.
"Wuaa! Mokona se quedó dormida!"
"No vuelvas a hacer eso- fueron muchas peleas y caras escalofriantes…" dijo Sakura, y Kurogane le lanzó una mirada de disculpa. Bueno… de disculpa según Kurogane…
También daba bastante miedo…
"Vamos" suspiró Syaoran.
"Bien" Fay asintió. "Pero primero-desayuno"
&/&
Nota de la traductora:
Wuaaahh!!! Mil disculpas!! Este capítulo me tomó cientos de años ;-; perdón… Y muchas gracias por los reviews!!
Ahora, palabras en japonés:
(1) Kaze no machi he: la canción a la que Kurogane se refiere es "llévame a la felicidad", cantada por Oruha en Outo.
(2) En japonés se le da bastante importancia a esto. Cuando los hombres se refieren a si mismos, usan 'ore', 'boku' o 'watashi'. Las mujeres usan 'atashi'. No está bien que un hombre se refiera a si mismo como 'atashi' n.nU
Un último comentario: quizás pueda actualizar más rápido si mis historias favoritas (cough felices fiestas cough hentai gakuen cough viajando juntos cough cough cough XD) ((guiño)) es broma... (no, aunque la verdad si que me gustaria que actualizaran mas pronto... (y mira quien vino a hablar xD)
