Disclaimer: No soy rica. No soy ella.
Bueno. Esto no va a ser un fic con "sentido". Las viñetas no se suceden ni mucho menos, ni forman una historia entre ellas. Van a ser, simplemente, treinta viñetas MUY distintas unas de otras, todas acerca de SiriusLily. Es para la comunidad 30vicios y tal y cual, en la que tengo que escribir treinta viñetas de esa pareja con treinta palabras que nos dan y tal... así que además de colgarlas en el livejournal, las cuelgo aquí, para disculparme en cierta forma por tardar tanto con "si ya lo sabes..." y con "at the beginning". Aunque actualizaré pronto en el segundo.
Lo dicho. La primera palabra es "labios". Espero que os guste y que me dejéis reviewwssss.
Labios
Primer beso, primer rechazo y primera bofetada. Sirius lo recordaría en ese orden para siempre. Pero ante todo y dijeran lo que dijeran, él juraría y perjuraría que había sido un accidente.
Y es que lo había sido. O al menos, su vehemencia al afirmarlo era tan clara que no existiría veritaserum capaz de desmentir sus ideas. Él era un merodeador, un chico travieso y algo temerario, pero al fin y al cabo amigo de sus amigos. ¿Por qué iba él a besar premeditadamente a la novia de su propio hermano?
No, definitivamente no había sido culpa suya. Habían sido esas veinticuatro horas fatídicas en las que su cuerpo; y no sólo su cabeza, sino todo su cuerpo, habían estado íntegramente concentradas en recordar aquel beso que había encontrado entre libros sin darse cuenta. James y Lily, tranquilos y sintiéndose solos pese a no estarlo. Y Sirius y sus ojos, sin dejar de mirar los labios de la pelirroja.
Y menudos labios. El chico jamás había creído fijarse tanto en lo sensual que puede resultar un movimiento tan femenino como un beso, y más aún viniendo del ser que había considerado más asexual hasta el momento. Lily Evans. ¡Y menudos labios!
No había sido culpa suya tampoco que, entre ronquidos como música nocturna, dejara volar su imaginación y su mente diera rienda suelta a pensamientos sobre esos labios y la cantidad de cosas que podrían hacerle. Mucho, mucho más sensuales que aquel beso que había visto. Pero ni siquiera la solución que encontró al alcance de su mano aquella noche en medio del calor y el frío, consiguió salvarle de querer probar por sí mismo si el objeto de su fantasía era tan real como parecía.
Y en esos momentos, con su mano en la mejilla adolorida, y sin sentirse culpable (porque él no había tenido la culpa en absoluto), todavía sintiendo sus labios cosquilleando los suyos, descubrió que eran tan tormentosamente perfectos e inalcanzables como le habían parecido en la biblioteca.
yay! ya está. Me costó lo mío porque lo reescribí mil veces, pero este es el resultado. ¿Qué tal un review?