La inalcanzable
Por Katsumi Kurosawa
Capitulo 14
El que alcanzó a la inalcanzable
La playa se llenó de estudiantes de la preparatoria privada Wanda ese verano.
Hicieron una fiesta en una hoguera al anochecer, antes de volver a sus hoteles y danzaron como locos alrededor de ellas.
Yoh y Anna, fueron de tomados de la mano al hotel donde dormirían los chicos. Ahí tendrían privacidad, en el balcón de este, para que Yoh le dijera que no bromeaba y que aceptara su proposición.
La vista del mar los embrujaba y la tranquilidad tan deseada incitó a la propuesta.
Estaban solos en la habitación mientras la fiesta se volvía salvaje en la planta baja.
Había un silencio extraño entre ellos después de que el muchacho le dijera que su decisión era seria y que efectivamente, quería casarse con ella.
Yoh esperaba lo que ella quisiera decirle. Miraba su espalda y sus dorados cabellos caer en ella con elegancia indescriptible; aquel ajustado vestido negro se quedaba precioso acentuando sus caderas prominentes y la dulce forma de sus pechos.
—Estás loco —sonrió ella—. Somos unos niños…
—No tanto —se metió las manos a los bolsillos de los pantalones sin borrar su sonrisa.
—Si no me he casado a los treinta y cinco años… te prometo que me casaré contigo —susurró acariciando su cabello.
—veintiocho —la miró decidido.
—Treinta…
—Veintiún años…
—Veinticinco…
—Trato hecho —la miró divertido.
Se miraron intensamente por largo rato.
No podían creer lo que había pasado en tan poco tiempo…
Ella miró por el balcón tratando de controlar sus cabellos que rebeldes hacían pactos con el viento y no se estaban en su lugar.
Yoh se había quedado embrujado con la imagen celestial de aquella mujer… con los labios brillantes, los ojos azabaches y el cabello rubio moviéndose como por don divino…
Algo que no había tenido la certeza de conocer antes se apoderó de su cuerpo.
Una extraña necesidad de besos, caricias y quizá algo más…
La miró de nuevo. Como si sus movimientos se hicieran lentos sus pupilas se dilataron y adoptaron la postura de ese extraño sentimiento que lo obligó a ver por el pronunciado escote del vestido negro.
De pronto sintió el impulso suficiente y se armó de valor.
Reclamó sus labios de manera posesiva haciéndola sentir algo desorientada unos instantes pero correspondiendo de la misma forma y enredando sus brazos en el cuello del castaño provocando que él le rodeara la cintura y desencadenando una extraña sed de sus cuerpos.
Se separaron de un momento a otro. Las mejillas de la joven se habían coloreado debido al salvajismo del acto; sentían un extraño calor a su alrededor que nada tenía que ver con el clima y para variar, era muy agradable.
Yoh se quedó estático. No sabía que hacer y lo que moría por hacer no era precisamente lo apropiado…
Quería arrojarse sobre ella y quitarle ese ajustado vestido negro, acariciarla y luego…
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la preciosa rubia se apoderó de sus labios, intentando quitarle el saco del frac con desesperación.
Se separó un momento para arrojarlo a una silla cercana y besarlo de nuevo desabrochando uno a uno lo botones de la camisa blanca no sin antes arrancar su corbata que acompañó al saco en la silla.
Sin embargo, cuando estaba por quitarle la camisa, Yoh la tomó por las muñecas y la obligó a verlo a los ojos.
— ¿Qué se supone que haces? —susurró agitado y tembloroso de excitación.
—Lo que he querido siempre —contestó con determinación jalando la camisa y haciéndola caer al piso.
— ¿Qué has querido siempre? —la acercó a su pecho y recorrió su cuello depositando besos cargados de deseo.
Ella se limitó a hacer un ruido agradado que confirmaba su respuesta.
—Pero somos muy niños ¿No? —suspiró y posó sus ojos negros en él.
Estaba tranquila ya. ¿Cómo podía lograrlo con tanta facilidad si él aun…?
—Tienes razón —le dijo entonces algo decepcionado.
Se puso la camisa nuevamente sin dejar de sonreír y se quedó junto a ella aun mirando la playa frente a ambos.
La abrazó.
La buscaría entonces para casarse con ella.
……………………
Siete años después
……………………..
Ahí estaba ella. Sentada en la habitación del hotel de Tokio al que había vuelto después de su viaje a América.
Hacía años que no volvía a Tokio. Desde que decidió estudiar la licenciatura en enseñanza del inglés…
Desde la última vez que había visto a Yoh cuando decidieron separar sus caminos.
Tocaron la puerta.
Ella, perezosa, se levantó y abrió la puerta con pesadez.
—Le han mandado esto señorita —le dijo aquel botones vestido de rojo.
—Gracias—le dio propina y se metió al cuarto con la pequeña caja que la había entregado.
Se sentó en la cama y la abrió.
Se encontró un libro color marrón con letras doradas que decían: "Anuario de la preparatoria Wanda"
Levantó una ceja.
Ella no había querido ningún anuario cuando estuvo en la preparatoria.
Lo abrió y se encontró un montón de firmas que deseaban suerte y felicidad. Todos los deseos iban dirigidos a ella.
Pasó unas páginas y vio fotos de sus compañeros.
"La pareja" decía el pie de una foto donde se encontraban Marion Phauna y Hao Asakura.
Pasó las páginas sin interés hasta que sus mejillas se tornaron rojas de un sentimiento que no sabía que era: Ira, horror o vergüenza.
Ahí estaba ella sentada con un libro y levemente recargada en un árbol. Su cabello suelto enmarcaba su rostro de diecisiete años, con gloss en los labios y un rostro muy interesado en su libro.
"La inalcanzable" decía al pie de la foto.
Pasó la página tratando de borrar la idea de cuantas personas habían visto tal sandez.
Sin embargo al ver la siguiente foto olvidó lo ocurrido.
"Relax" decía al pie de un Yoh Asakura que estaba a sentado en una banca oyendo música con sus enormes audífonos naranjas.
Sonrió y siguió pasando las páginas hasta que una hoja suelta cayó del libro.
Era otra foto impresa. Era ella también con una cara inexpresiva en los brazos de Yoh Asakura quien sonreía.
Al pie decía "El que alcanzó a la inalcanzable"
Mas abajo decía "¿Recuerdas la promesa, Anna? Yo no la he olvidado. Iré a reclamarla en cinco, cuatro, tres dos…"
Toc, toc, toc.
Levantó la vista y se quedó pasmada.
Sabía quien tocaba su puerta.
Sabía que iba a responder…
Se levantó y colocó la mano en la perilla de la puerta y la giró…
Fin
Notas del autor
Fin. Fin
Super patético ¿No? Que fic más extraño.
Este fic lo subí de broma y espero que hayan notado el sarcasmo e irrealidad de la trama… aunque algunas muy amargadas personas se lo tomaron muy en serio… aunque no me importa mucho porque sé que fue una basura.
Que importa, lo hice para los que se divirtieron n.n xD
¿Qué por qué no le puse empeño si el nombre ficker me obliga a hacerlo?
Porque como yo, algunas personas se divierten leyendo este tipo de cosas porque notan el sarcasmo y en cierto caso la parodia de lo que contienen. Bueno… si es que lo notaron… XD
Y si no… pues ya lo saben!!!! Aquí hubo mucha parodia de lo que yo pasé en la secundaria y los primeros años de mi prepa!!!! XDDDDDD y secundaria para ser más precisa. ¿O no nee-chan? XDDD
Ok. Maldita loca o-o
Si encuentran un fic mío que siga la historia que se acabó aquí, no vayan a creer que es la continuación ;D porque en fanficiton están prohibidas las continuaciones XD así que no sospechen ;D
Al que me copie lo mato
WAJAJAJAJA
XD
Ciao y
Que los ilumine la eterna luz!!!!