Ego

Escrito para la comunidad 30vicios en LiveJournal.

Fandom: Prince of tennis

Pareja: Momoshiro/Oishi

Rating: PG

544 palabras


Había mañanas en que Takeshi se miraba al espejo, no por vanidad, nunca por narcisismo aunque se le encontrara pasando varias veces los finos dientes del cepillo entre su cabello. Si él quedaba durante cuarto de hora parado en aquel mismo lugar, sin hacer caso de los gritos de sus hermanos que le apresuraban, era con el afán de reconocerse a sí mismo.

"¿Quién soy el día de hoy?" parecía preguntarse, recargado en el lavabo, observando dentro de su propia mirada violeta, después el color de su piel un tanto bronceada. Sonreía un poco a su reflejo, viendo si la mueca que formaba era natural, cargada de ironía o intrigantemente melancólica.

Con el espejo de testigo, Takeshi sabría cómo se comportaría el resto del día.

Así pues, ya no le extrañaban las tardes cuando tras un remate de pelota, un saque poderoso, con cada logro importante dentro de la cancha de tenis, se encontraba buscando con la mirada a Syuichirou. Tratando de conseguir su aprobación. Era cosa de todos los días el obtener una tierna sonrisa, un asentimiento o varias palabras de apoyo.

Aquel martes sin embargo, Oishi quedó en completo silencio, sin expresión alguna, perfectamente quieto y contemplativo, antes de dar media vuelta y caminar fuera del enrejado, dedicándole una última observación que hizo de señuelo al joven.

No mucho después los dos se hallaron en los vestidores, con el cerrojo puesto y un par de metros que les separaba.

-Debes dejar de hacer eso, Momo- comenzó, alzando la mirada, con los brazos delante del pecho. –Aún si siempre haces un buen trabajo… no puedes esperar que te felicite cada que lanzas la pelota. No es justo para los demás… ni para ti mismo- dicho esto, el mayor suspiró y se sentó en la banca, recargándose en la pared y desviando la cabeza a un lado. –No sé si es ego…o si por el contrario tienes baja la autoestima-

El aludido le observó con sorpresa, visiblemente herido, y sin pensarlo dos veces caminó a él, inclinándose contra su cuerpo en una clara invitación. -¿Momo?- preguntó con nerviosismo, queriendo escapar en cuanto el otro recargó las manos en sus muslos y terminó de acorralarlo.

Muy tarde ya para intervenir, Takeshi le besó con delicadeza y dulzura, casi adoración, rindiéndose a las sensaciones que bajaron en cortos calosfríos a lo largo de su cuerpo, mientras Oishi permanecía pegado a la pared, con la respiración entrecortada, atónito.

-No tiene nada que ver con mi ego, senpai- murmuró tras separarse de él un poco, con simpatía y deleite. El otro sólo alcanzó a sonreír divertido, halándolo de vuelta contra su cuerpo en un corto beso.

-Te he dicho que no hagas eso en el club. Sabes lo que pasará si nos encuentran- le recriminó.

-Pero me gusta tu expresión cuando te tomo por sorpresa, Oishi-senpai-

-Como sea, respecto a lo otro...- suspiró, dándose por vencido, arreglando el cuello de la playera de Takeshi. -Sea por ego o no... deja ya de buscar que te felicite, los demás empiezan a darse cuenta- se quedaron en silencio por largos segundos, tan sólo observándose, antes de que un beso les encontrara nuevamente.

Quizá por aquella tarde podrían permitirse ser egoístas y actuar como si no existiera nada sino ellos dos.