Hola¿ Cómo estan? Bueno, decidí convertir esto en una recopilación de oneshots que vaya escribiendo durante este año. Este es el especial de San Valentín!! Va dedicado a todas esas personas solteras como yo que lo pasaron leyendo fic en ese día! XD Naaah, mentira, yo salí con algunos amigos, hay que salir!! n.n Ok, Ok Ya se que es un poco tarde para subir esto, pero bueno XD

Espero que les guste!


San Valentín

Era Una hermosa mañana de verano, el sol brillaba, los pájaros cantaban y todo el mundo se levantaba dispuesto a disfrutar ese día. La teniente primera Riza Hawkeye se despertó gracias a su perro, Hayate quien últimamente estaba tomando por costumbre levantarla más temprano de lo normal. No es que esto molestara a su ama, en realidad el problema era que el cachorro siempre terminaba en el suelo gracias a una patada que le daba Riza al momento que abría los ojos, no era adrede, pero decidió no pedirle disculpas pensando que algún día ese habito se iría.

El buen humor de la mañana se borró cuando dio vuelta la página del calendario. 14 de Febrero, San Valentín. Detestaba ese día. No le molestaba recibir regalos, ni las flores, ni las decoraciones, lo único que por ahí la perturbaba era el exceso de color rosa en dichas decoraciones, pero por un día no era grave. No estaba segura que era lo que realmente hacía ruido en su mente y volvía insoportable ese día en especial… ah, si….El coronel. Odiaba verlo abrir los sobres, cajas, paquetes y demás cosas que le enviaban sus admiradoras. Luego se ponía a presumir las cosas durante todo el día, era realmente insoportable, lo que generalmente terminaba con una depresión para Havoc… y para ella. No le gustaba aceptarlo, pero la verdad era que ella no se animaba a darle a su superior siquiera una pequeña carta. Sabía que el amor entre soldados no estaba permitido, pero le importaba poco, hacía demasiados años que conocía y amaba a ese hombre y no iba a dejar que un pequeño párrafo de un reglamento la detuviese. Lamentablemente ella sabía que Roy no la miraba de la misma forma, además no se iba a rebajar al nivel de esas cualquiera que salían con él, eso nunca. A parte ya le había mandado miles de indirectas, a las que el hombre parecía ni darse cuenta, definitivamente no era buena para esas cosas.

Al terminar su resignada reflexión se dio cuenta que se le hacia tarde, terminó apurada su desayuno y salió corriendo hacia la oficina con Hayate pegado a sus talones. Llegó a la oficina justo a tiempo. Cuando dio la vuelta a la esquina del pasillo se encontró con una masa de mujeres que le bloqueaban el paso.

- ¡¿Cómo es eso de que el Coronel no esta?!-

- ¡Es mentira¡Déjenme pasar!-

En la puerta de la oficina el pobre de Fury trataba de frenar a las secretarias y demás sin mucho éxito. Decidió ayudarlo, el pobre no tenía la culpa de la ausencia del Coronel y eventualmente tendría que entrar a la oficina.

- ¿¡Qué esta pasando acá?!- Supuso que al ser superiora a todas las mujeres de ahí nadie le haría ningún problema y se irían sin chistar…supuso mal.

- ¡Ahí esta!-

- ¡Usted secuestró al Coronel! –

- ¡Claro que fue ella, si le tiene ganas y no nos llega ni a los talones!-

Ese último comentario la dejó sin habla ¡¿Cómo se atrevían a hablarle así¡Esas no conocían a Roy Mustang tanto como ella lo hacía! Eso era demasiado… cuando vio que se le acercaban a reclamar la ausencia del hombre decidió que había sido suficiente, y sacó el arma.

BANG!

Todo el pasillo se quedó en silencio, mirando el lugar del techo donde había impactado la bala.

- Ahora que tengo su atención… desaparezcan de mi vista- Su tono fue tan frío que las secretarias decidieron correr sin decir nada, si algo sabían de la teniente era que no había que hacerla enojar.

Cuando el pasillo quedó limpio caminó lentamente hasta la oficina, Fury la saludó y dándole las gracias con lágrimas en los ojos le dejó el paso. Riza caminó hasta su escritorio, dejó su bolso a un lado, agarró su taza de té y se sentó. Cuando terminó la taza que necesitaba para relajarse habló.

- ¿Donde esta el Coronel?-

Nadie se animaba a hablar, todos tenían miedo de decir algo que empeorara el humor de Hawkeye, finalmente Fury se animó a responderle.

- E-el llamó diciendo que se encontraba enfermo teniente –

Riza inmediatamente se levantó del escritorio, sin sacar su mascara y se dirigió hacia la puerta.

- T-teniente¿a donde va?-

- Voy a ver si es verdad que esta enfermo…por su bien espero que sea así –

Cuando la puerta se cerró todos volvieron a respirar. Fury no se preocupó demasiado, esa mañana cuando el Coronel llamó, se oía realmente enfermo.

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Caminaba apresuradamente rumbo a la casa de su coronel. No estaba segura de porque lo hacía, ni siquiera de porque se preocupaba tanto, seguramente había decidido quedarse durmiendo por vago. A su alrededor lo negocios comenzaban a abrir sus puertas, todos adornados para la fecha con corazones y rosas y corazones rosas y esas cursilerías. Por un momento se detuvo frente a una chocolatería (N/A: OK, OK¿se nota que me gusta el chocolate, tienen algún problema con eso? XD) y pensó a llevar algo…NO. No debía rebajarse al nivel de las locas que la atacaron esa mañana y era un caso perdido comprar algo.

Siguió caminando y casi sin darse cuenta llego a la puerta, y ahí también dudó. Finalmente se decidió y sacó la llave de repuesto que tenía de la casa de Roy y abrió; si era verdad que estaba enfermo tendría que estar en su cama durmiendo.

- ¿Taisa?-

El lugar era un desastre, había papeles y ropa tirados por todas partes. Se dijo a sí misma que no podía dejar el lugar así y decidió ordenar. Se dirigió a la puerta que supuso que era del cuarto y la abrió lentamente. Allí efectivamente estaba Roy tirado en su cama en un estado un tanto triste, tenía lo que parecía un té frío en la mesa de luz, junto a varios paquetes de pañuelos descartables. Ignoró el hecho de que él tenía la camisa abierta y se dedicó a atenderlo, primero tendría que despertarlo para poder ver que era lo que pasaba, seguramente no era más que una gripe.

- Taisa – movió suavemente su hombro, pero se sorprendió al darse cuenta de que él estaba despierto mirándola ya.

- Chuui ¿Qué esta haciendo aquí?-

No había pensado en eso antes ¿qué le iba a contestar? Bueno, como su subordinada era su responsabilidad cuidar de su superior para que nada malo le pasase, aunque eso incluyera meterse en su casa sin permiso…verdad?

- Yo…vine a ver como se encontraba señor-

Roy sonrió y eso fue lo único que pudo hacer ya que el dolor de cabeza apenas lo dejaba pensar, realmente estaba muy engripado. Riza sin aviso previo estiró su mano y la posó en la frente de él para tomarle la temperatura, era muy alta.

- Ya vuelvo –

Se levantó y volvió un rato después con un té y toalla húmeda. Acercó una silla y se sentó junto a la cama, luego ayudó a Roy a sentarse y le pasó el té.

- Tome esto, le hará bien –

Él tomó sin chistar hasta la última gota y dejó la taza sobre la mesa de luz.

- Bien, ahora vuelva a acostarse – Lo empujó hacia abajo para que se acostara y puso la toalla sobre su frente.

- Riza…gracias por todo – cerró los ojos y se durmió casi al instante, con una sonrisa en su rostro.

Se quedó muda por un momento y comprendió que no era como las demás, ninguna de las locas haría algo así por él, ellas solo se interesaban en el dinero, el aspecto y el puesto de Roy. Ellas eran las que no le llegaban ni a los talones, estaba segura que ya estarían saliendo con el primero que vieron en la calle esa tarde.

- De nada… no iba a dejar que pasaras solo este San Valentín Roy- Se quedó mirándolo dormir un rato y luego una idea se cruzó por su mente – Bien, manos a la obra-

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Se despertó al día siguiente con el primer rayo de sol, lo que era raro en el. Era como si se despertara de un sueño, hubiese jurado que la tarde anterior Riza apareció en su casa y cuidó de el mientras estaba enfermo… era extraño, seguramente la fiebre lo hizo alucinar. Bueno también era verdad que él pensaba en su teniente…más de lo normal. Todas esas mujeres lo hacían quedar mal, el realmente no las quería, si salía con ellas era puro aburrimiento nomás, todo lo que decían por ahí era solamente rumores; la gente necesitaba hablar de algo en el cuartel y desgraciadamente lo habían elegido a él. La única mujer que quería no le haría caso nunca, estaba seguro que ella lo veía solo como su vago e inútil en la lluvia superior. Decidió ir a la cocina para buscar algo para desayunar, se tendría que apurar, seguramente se le había acumulado mucho trabajo como le pasaba cuando faltaba y la teniente lo mataría si lo no hacía.

- Pero que…?-

No podía creer lo que estaba viendo… orden. Su departamento estaba completamente limpio, ya no había bolsas de comida, ni basura, ni ropa sucia en el suelo. Entró a la cocina que se encontraba impecable también, todos los platos estaban limpios. Se acercó a la mesada y se encontró con una torta enorme de chocolate decorada con crema. Al lado había una nota, reconoció la letra inmediatamente y sonrió.

Taisa

Supongo que no le incomoda que acomodara un poco el lugar, llevé su ropa al lavadero, acuérdese de recogerla luego por favor .Espero que si el té no pudo hacerlo sentir mejor esto lo haga, tiene dulce de leche en el centro.

Feliz San Valentín.

Riza

PD: Ni se le ocurra hacerse el enfermo para faltar al trabajo, un día lo soporto, pero si sigue faltando lo iré a buscar nuevamente…y esta vez llevaré mi arma.

Roy tragó descartando esa idea, realmente no tenía ganas de enfrentarse al arma de Riza, efectivamente tenía razón, ella lo mataría. Desayunó un pedazo de torta, que por cierto estaba exquisita, y salió para la oficina. De camino compró un ramo de rosas, que sabía que eran las favoritas de cierta teniente ¿Qué importaba si San Valentín había sido ayer?

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Riza se despertó con el cantar de los pájaros nuevamente al año siguiente y sonrió al dar vuelta la página del calendario. 14 de febrero nuevamente. Esta vez Hayate no la había despertado, el perro dormía tranquilamente a los pies de su cama. Se levantó, tomó un desayuno rápido y se alistó para ir a trabajar, justo cuando salía se acordó del paquete que se estaba dejando, entro nuevamente, lo agarró y salió. Sonrió a ver todos los negocios de flores y chocolates abrir temprano para esa fecha… pero seguían sin gustarle los adornos rosas, eran demasiado.

Esta vez no había ningún comité de bienvenida formado por secretarias y demás mujeres desquiciadas, el pasillo estaba tan tranquilo como siempre. Al entrar a la oficina entró a la pequeña y preparó café para todos. Salió con una bandeja con las tazas y una torta. Todos la miraban atontados, menos Roy quien sonreía estúpidamente como un niño que le acaban de regalar una dulcería entera. Cortó la torta en silencio y luego fue a su escritorio para dejar su bolso, ahí encontró florero con un ramo de rosas, sonrió ella también, no era necesario preguntar quien se las había dejado.

- ¿Y muchachos¿Se van a quedar ahí parados o van a probar la torta que les preparé?-

- S-sí! –

Se miraron sin decir nada, y disfrutaron esa mañana en la oficina, con el inicio de una deliciosa tradición de San Valentín y el fin de las locas maniáticas del cuartel.


Bien, si les gustó como he dicho antes, van a ser buenas personas y van a apretar el botón violesta de abajo y me van a dejar un lindo review! xDDDDD Y sino, igualmente gracias por leerme n.n

Mucha suerte!

Riza