Prólogo 1983. El cisne que cayó

Apenas puso pie en el escenario supo que algo iba mal. El aire pareció hacerse más denso y su cabeza se sintió muy ligera, entre la tercera y cuarta pirouette comenzó a perder el foco de sus ojos. "No ahora" pensó desesperada intentando seguir adelante; muchas personas habían asistido esa noche al teatro donde "El lago de los Cisnes" hacía su publicitado debut y todos miraban atentamente su primer solo, el momento que tanto había soñado y para el cual había practicado sin descanso.

Nadie parecía emitir ni un sonido, atentos solo a la joven promesa del Ballet, Ran Mouri que parecía haber nacido para estar sobre el escenario, cuyo cuerpo se ondulaba y fracturaba con natural elegancia y gracia. Nadie notaba su palidez ni como el aire parecía faltarle.

Se le estaba escapando la vida.

En un momento dado comenzó a oír la orquesta como si estuviese bajo el agua, y su rostro se cubrió con una capa de sudor frio; entre sus fouettes comprendió que su cuerpo le fallaba, perdió el equilibrio y desesperadamente con un salto en el que pareció tener alas propias para reunirse con su creador cayó.

Su corazón ,enfermo desde su nacimiento ,no lo pudo resistir.

Mientras abandonaba su cuerpo traidor Ran caviló débilmente si era verdad que todos tenían una alma gemela, se preguntó si la suya tendría que vivir sola…

Todos lloraban, conmocionados por la trágica hermosura del momento. El cisne estaba muerto.

Memorias de un Ángel by Glorious Jeux d'Enfants.

Actualidad. 10:20 am.

Solo un ajuste del foco y..perfecto!, esta foto le pagaría el alquiler del mes , que ya se le venía encima, Kazuha Toyama suspiró aliviada solo para sentir un gran golpe en su rostro.

"¡Pero qué demonios crees que haces, maldita fotógrafa de segunda!, te crees que entrometerse en la vida de los demás es gracioso!" El hombre al que había estado fotografiando, una estrella del cine, le arrebató la cámara para luego partirla de un golpe" Te enseñaré a respetar a los demás" decía a la vez que la volvía patear.

Kazuha estaba demasiado débil y asustada para hablar o moverse, apenas recordaba la última vez que había sido capaz de comprar algo para comer y lo único que pudo hacer fue protegerse la cabeza con ambas manos , hecha un ovillo en el suelo.

Cuando el hombre se hubo ido, ella permaneció allí tirada en medio del callejón , sollozando de impotencia.

De pronto sintió una mano reconfortante en el hombro, se giró para solo encontrar a nadie.

No podía seguir así.

Kaito Kuroba , aburrido, apoyó todo su peso en un pilar de la lujosa casa en la que se encontraba , con los ojos cerrados respiraba profundamente .

"Aoko, este es tu prometido Shuichi Kuroba ,su padre el Sr. Kuroba y su hijo menor Kaito Kuroba" Presentó en Sr. Nakamori a su hija.

"Es un placer conoceros" respondió una risueña voz.

Kaito abrió los ojos de golpe al escuchar las palabras de la chica. Había algo en su voz que le llamaba la atención. Se dio cuenta de que ella también lo miraba extrañada.

A él, el hermano de su prometido.

Se maldijo a la vez que sentía que un lazo invisible lo empezaba a unir a Aoko Nakamori, heredera de una de las empresas más importantes del Japón.

Sintió que algo le rozaba el brazo, pero cuando miró solo había aire.

De seguro que los cielos le estaban planeando algo difícil.

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Heiji Hattori miró con dolor la escena que se le presentaba en frente de sus ojos.

Su hermano parecía estar haciendo muy feliz a su esposa, sentado a horcajadas sobre ella y despreocupadamente besándola sobre la clavicula.

Los dos estaban desnudos.

Sin decir una palabra se dio la vuelta y se alejó de ese lugar , actuaba con normalidad, como si nada hubiese pasado , pero sus ojos mostraban una dureza que antes no había estado allí.

Al subir a su auto sintió como si alguien le apretara la mano reconfortándolo , se giró pero no había nadie.

Suspiró, de pronto se sentía increíblemente cansado.

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Hoy todo le salía mal, justo ahora ese semáforo se encontraba en su contra.

El famoso arquitecto Shinichi Kudo, de 26 años, resopló molesto, necesitaba llegar a una importante reunión , y ya iba con atraso, había tenido que ir a visitar a Kazuha , una amiga de la universidad al hospital, ya que un actor violento y estresado le había roto un brazo, y no solo eso, aparentemente la pobre chica de nuevo enfrentaba serios problemas de dinero y presentaba una leve desnutrición que le había ocultado a él, su propio amigo.

En cuanto vio que el semáforo cambiaba a verde, cruzó rápidamente, pero al parecer él no era el único que ese día estaba atrasado.

Una camioneta verde se dirigía a él con toda la velocidad y según las leyes de la física no iba a lograr frenar antes de arrollarlo.

Shinichi ya se creía muerto cuando sintió que alguien lo empujaba para luego hacerlo rodar por la ladera de un parque que se encontraba cruzando la calle en un enredo de brazos y piernas con su salvador.

Cuando dejó de rodar , Shinichi se percató que en donde su cuerpo tocaba el del misterioso salvador podía sentía una especie de sensación de paz burbujeante; fue entonces que la vio, pestañeó sorprendido al caer en la cuenta de que era una chica y- ¿Eran eso alas? Se frotó los ojos y cuando la volvió a mirar se dio cuenta que no había nada anormal con su espalda. Había sido solo su imaginación.

"¿Te encuentras bien?" Le preguntó con una femenina voz cargada de preocupación.

La miró a los ojos, y boquiabierto comprobó cuan hermosa era.

Al ver su expresión la joven sonrió,

"¿Quién eres?" le preguntó Shinichi sorprendido.

Ella sonrió más ampliamente.

"¿Quién te gustaría que fuese?" Le preguntó.

Shinichi aún conmocionado por el hecho de casi haber muerto atropellado la miró extrañado, distraídamente recordó a una famosa bailarina de ballet que había muerto en escena cuando él apenas tenía unos años de vida.

"Ran" Dijo sin saber por qué.

"Muy bien, en ese caso soy Ran, mucho gusto" Y sonriendo aun le tendió la mano y agregó "Shinichi Kudo".

Shinichi dio un respingo.

"¿Cómo sabes quien soy?" Preguntó extrañado.

Ella sólo continuó sonriendo.

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