"Por favor Protégela"

Palabras…Que llegaron a su mente inevitablemente ¿Por que por mas que intentara borrarlas no podía? No era su responsabilidad, siempre se lo repetía, pero aun así algo muy pequeño de su interior lo obligaba a tener presente aquellas tres miserables palabras dichas por su medio hermano …detestable… una media sonrisa fría se esbozo de sus labios al recordar que por mas que dijo odiar a Inuyasha, al final aquel día, él había logrado demostrarle algo que no sabia si algún día entendería …sentimientos… que le eran incomprensibles, y que a diferencia de los humanos que suelen tenerlos para proporcionarse una emoción gratificante, él no los tendría, porque jamás sabría que era "felicidad" o "Amor", lo único que conocía era el "Odio" y eso era la lo que llenaba su vida, su ser. ¿Para que quería conocer esos débiles sentimientos¿Para tener un final como el mediocre de Inuyasha?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando agudizo su olfato y confirmo que aquel olor que percibía era sangre, la sangre de aquella humana …Estupido… se sintió por estar en medio del bosque dispuesto a "protegerla" de aquellos Youkais que la perseguían ¿Por qué lo haría? Él no era un Youkai que sentiría remordimientos por no cumplir las ultimas palabras de su medio hermano, pero lo hacia porque Inuyasha a pesar de todo había portado en sus venas la sangre de su padre InuTaisho y porque sentía lastima, si, eso era lo mínimo que haría por ella. Además cuando lo hiciera se marcharía y haría lo imposible contra si mismo para que aquellas palabras no volvieran a tomar control de su cuerpo y su mente. La protegería solo "una" vez más y eso seria suficiente. Pero ¿Por que quería que esta vez ella lo supiera?

Las ramas se movieron, y la respiración agitada de ella era cada vez mas intensa. Kagome estaba resguardada contra un ancho tronco tratando de idealizar una manera para escapar de los Youkais que la perseguían …eran muchos… y solo le restaba una flecha en su carcaj. Aun así no sentía miedo, haría lo posible por proteger la perla de Shikon que colgaba de su pecho, aunque a veces pensaba que no valía la pena, porque aquella perla estaba maldita, solo traía desgracias y muerte como alguna vez le dijo un aldeano.

Trato de reflexionar y quitar aquellos pensamientos, no era el tiempo apropiado para ello. Miro la parte superior de su hombro izquierdo, allí tenia una herida algo profunda de donde salía sangre deslizándose por su brazo como un riachuelo …sangre… y no pudo evitar recordar a Inuyasha aquella vez tirado en el suelo agonizante donde su Ahori se confundía con ese liquido vital que te da vida acompañado del corazón.

-Tengo que ser fuerte-pensó con determinación cuando sintió que aquel ruido que se desplazaba entre la vegetación se hacia cercano.

Llevo su mano derecha para tomar la última flecha y preparar su arco. Cuando estuvo listo, salio de su escondite dispuesta atacar a quien fuera y salir huyendo hasta llegar a la aldea mas cerca no muy lejos de donde se encontraba. Sabía que un solo tiro podría matar varios Youkais gracias a que su poder espiritual había aumentado con el pasar de los años y eso le daría el tiempo necesario para correr antes de que terminara de debilitarse por la perdida de sangre que estaba sufriendo. Sin embargo antes de disparar, la presencia que vio ante ella la paralizo, el cabello blanco, largo y los ojos ámbar le hicieron tener la visión de ver a Inuyasha de pie mirándola fijamente, pero después de unos segundos se disipo al ver que aquellos ámbar eran fríos, calculadores, y no reflejaban ningún sentimiento…era él, Sesshomaru

-Tu-le grito ella y sus ojos resplandecieron en algo que podía decir ahora compartía con el señor de las tierras del Este …Odio… no bajo su arco, ni la flecha con la que apuntaba, al contrario estiro mas la cuerda dispuesta a dispararla para que la flecha tomara mas velocidad y fuerza contra él.

-No la desperdicies-le respondió Sesshomaru con el mismo tono gélido que siempre tenia, sabia la razón de aquella mirada y el propósito de ella en preferir lanzar su ultima flecha hacia él-No funcionara-observo como su brazo izquierdo estaba manchado de sangre-además el dolor debe ser insoportable para una humana como tu-

-No me importa-mintió, aun cuando él tenia razón, el ardor que tenia era impresionante, y sabia que con cada esfuerzo que hacia al levantar su arco y flecha para mantenerlo en la posición de ataque producía que mas sangre brotara de ella debilitándola mas de lo que estaba.

Humanos… ¿Porque suelen ser arrogantes y orgullosos? Siempre demostrando esa actitud aun en la misma muerte.

-Estupida-susurro cuando Kagome soltó la flecha directo hacia él. Ella creía que volvería a lastimarlo. Levanto su mano para atrapar la flecha que solo le proporciono quemaduras en la palma debido al poder purificador que como sacerdotisa tenia. Tal vez si aquella mujer no hubiera estado tan débil no se habría atrevido a hacerlo pues sabía que la última vez que la subestimo le proporciono una cicatriz en su espalda.

Kagome vio como partió la flecha en dos a la vez que escuchaba tras de si como los Youkais que la venían persiguiendo habían logrado alcanzarla, alzo la vista de nuevo hacia Sesshomaru soltando su arco y su carcaj. ¿Por que estaba él aqui? seguramente para verla morir …muerte… sonrió ante aquel pensamiento tristemente.

Vio como Sesshomaru se acerco lentamente a ella aunque su mirada fría no iba dirigida precisamente para encontrarse con sus ojos sino hacia los Youkais que estaban a su espalda.

-¿Viniste para verme morir¿Tal como lo hiciste con Inuyasha? -le pregunto inesperadamente y él se detuvo a tan solo dos pasos de ella- asesino -sentencio dando la vuelta y caminando a duras penas donde aquellos Youkais que estaban esperando para atacarla, devorar su alma y adquirir la Shikon no Tama.

Tal ves moriría pero sabia en el fondo de su corazón que había hecho todo lo posible para cumplir con la misión que tenia al ser Sacerdotisa, tal vez era mejor así, no seguir sufriendo.

-¿Esto es lo que quieren?-dijo Kagome mostrándoles la perla-entonces vengan por ella-pero al dar otro paso mas perdió el conocimiento y cayo desmayada al suelo.

El la vio allí tirada, dispuesta a morir por manos de aquellos Youkais, creyendo que solo había venido para verla morir …asesino… él lo era porque lo había heredado en su sangre, era una de su características, pero por primera vez aquella palabra no aumento su orgullo, y menos si era para recordarle la muerte de Inuyasha …que tontería… debería dejarla morir, ella no era su responsabilidad, solo había sido la de su medio hermano. Se dio la vuelta dispuesto abandonarla y dejar que esos Youkais hicieran lo que les apeteciera.

"Protégela"

Volvieron aquellas palabras entre sus recuerdos y apretó fuertemente el mango de su espada. Su mandíbula se tenso por unos segundos como muestra de que luchaba contra su interior, y tras unos breves minutos aquella tranquilidad que aparentaba volvió a él a la vez que se desplazaba rápidamente delante de donde estaba el cuerpo de Kagome interponiéndose entre aquellos Youkais:

-¿El señor del Este va a proteger a una humana?-pregunto uno de ellos sorprendido por el cambio de actitud

-¿Otra?-replico otro Youkai

-Al parecer el gran señor Sesshomaru esta siguiendo los mismos pasos de su padre y hermano-rieron al mismo tiempo ante aquel comentario

-Danos a esta mujer, no tienes asunto sobre ella ¿O si?-

Sesshomaru trato de hacer caso omiso aquellos comentarios …otra humana… como Rin, pero ella solo fue una prueba que utilizo aquella vez para demostrarle a Yaken el poder de su Tenseiga, aunque con el tiempo ¿En que se había convertido aquella pequeña que hoy contaba con doce años de edad para él? No quiso responderlo aun sabiendo la respuesta.

Su padre, su hermano… ¿Estaba siguiendo sus mismos pasos? No, entonces si era verdad ¿Por que estaba dispuesto a salvar a esta mujer?

-Responde- le exigió uno

-No doy explicaciones a seres inferiores-alzo su espada Toukijin y la agito creando un ataque que destruyo al instante a la mayoría de ellos. Pasaron minutos de silencio donde solo se escuchaba el mecer de las ramas debido al viento-¿Tu también quieres morir?-alzo sus fríos ámbar a las ramas de un árbol donde un ser se escondía bajo un extraño vestuario mirandolo fijamente y a través del reflejo de aquellos profundos ojos negros supo que aquel Youkai era diferente a los demás por la poderosa aura maligna que desplegaba.

-¿Por que estas dispuesto a protegerla?-pregunto- ¿Tal vez porque es hermosa?-Sesshomaru no respondió como de costumbre, además de que eso era algo que al él no le importaba porque jamás se había interesado o fijado en eso, su razón era muy distinta- Es entendible-sonrió

-Si la quieres ven por ella-lo reto alzando su espada y dispuesto a atacarlo.

-No es la primera vez que la proteges aunque ella no tenga conocimiento de ello- la expresión de Sesshomaru inevitablemente se contrajo por algunos segundos porque sabia de que le estaba hablando –sin embargo al final no podrás evitar que tome el alma de esta sacerdotisa junto a la perla Señor Sesshomaru-fueron sus ultimas palabras antes de desaparecer.

Sesshomaru bajo su mirada hacia el cuerpo de Kagome, ya la había salvado, podía irse, sin embargo después de meditar por un momento decidió recogerla del suelo sin mayor cuidado cual se recoge a un objeto de menor importancia. Sus ámbar dieron un brillo especial al sentir que su sangre guerrera corría en sus venas ansiosa de querer pelear con aquel Youkai, desde hace algunos años no había sentido una aura tan maligna como la de aquel ser, casi comparada a la suya y eso lo deleitaba. Pensó que esta mujer seria la mejor carnada para atraerlo hacia el, pues sabía que aquel Youkai estaría dispuesto a tenerla junto a la dichosa perla de Shikon y aquello le daría la oportunidad perfecta para luchar y comprobar en que nivel estaba su poder como el único descendiente del clan de los Inu-Youkais.

-Por lo menos esta inútil humana servirá para algo-pensó mientras caminaba en el bosque donde había dejado al dragón de dos cabezas llamado Ah-Un.

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Al llegar a su castillo cargando entre uno de sus brazos a una humana, varios de sus sirvientes Youkais no pudieron evitar mirarlo sorprendidos, casi de igual manera como cuando trajo a Rin a vivir aquí. Pero por supuesto ninguno se atrevería a preguntar o cuestionar acerca de lo que estaban viendo, porque sabían que les podía pasar por atreverse a opinar sobre las decisiones de su amo.

Rin salio corriendo al encuentro de Sesshomaru a penas presintió su llegada, Yaken por supuesto también la siguió luciendo tan contento de que su amo "bonito" hubiera regresado después de que había salido sin ni siquiera decirle a que lugar se dirigía. Sin embargo ambos se detuvieron sorprendidos a mitad del camino al verlo, sobre todo el pequeño Youkai verde que empezó a mascullar palabras incomprensibles intentando preguntar algo de lo cual Rin se le adelanto:

-¿Es Kagome?-pregunto recordando años atrás donde ambas habían tenido amigables encuentros. A su parecer Kagome siempre fue una persona cariñosa que se preocupaba por el bienestar de los demás y eso le agradaba. Rin miro a Sesshomaru y este ni siquiera lo hizo, al contrario siguió caminando hasta una de las no muy buenas habitaciones que había en la parte Sur del castillo donde dejo tirada a Kagome en un viejo futon. Miro el trayecto por donde había venido, y el suelo tenía manchas de sangre de aquella mujer. Si, ahora tendría ese despreciable olor recorriendo cada rincón -esta herida-se acerco Rin quien lo había seguido junto aun sorprendido Yaken.

-Amo porque…-trato de hablar el pequeño Youkai pero no término de pronunciar palabra alguna pues Sesshomaru le miro muy malhumorado, lo cual significaba que hoy (y como siempre) no estaba dispuesto aguantar ninguno de sus comentarios.

-Rin quítale la perla-él lo podía hacer, pero sabia muy bien que la Shikon no Tama podría crear alguna reacción maligna cuando era tocada por un Youkai sin embargo no sucedería lo mismo con un humano cuyo corazón no estuviera lleno de maldad. Rin obedeció sin cuestionar tomando la perla que colgaba del cuello de Kagome-Llévala a la recamara principal-

-Si amo-respondió dispuesta a salir de la habitación pero cuando llego al umbral de la puerta se giro a verlo-amo ¿llamo a alguien para que sane la herida de Kagome?- Sesshomaru no respondió, salio de la habitación donde aquel olor a sangre humana comenzaba a molestarlo. Por su parte Rin, tomo aquella respuesta como un si, así que se apresuro a ir a guardar la perla y llamar a su nana Youkai, para que atendiera las heridas de Kagome.

Minutos después Kagome estaba siendo atendida por Mizuki quien intentaba bajarle la fiebre que tenia y la cual al ser muy alta le estaba produciendo delirios-Sálvalo, Sálvalo-era lo que repetía mientras la Youkai limpiaba la herida en su hombro y ponía paños de agua fría en la frente de la mujer ayudada por Rin.

-Inuyasha-grito Kagome en sus sueños y recuerdos del único día que tal vez nunca podría olvidar -Inuyasha por favor resiste-se agacho y sostuvo la cabeza del hanyo sobre su regazo

-Kagome…lo siento -mascullo con esfuerzo mientras lagrimas abundaban el rostro de ella al verlo en vuelto en tanta sangre

-Todo estará bien- se aferro más a él pero cuando lo hizo no sintió la respiración del hanyo-¿Inuyasha?... Inuyasha- comenzó a llamarlo desesperadamente pero tras largos segundos de silencio él no respondió y eso la lleno de miedo al creer lo peor, pero por mas que lo negara estaba presenciando la realidad: Inuyasha estaba muerto, y eso era algo que su corazón y razón no podía aceptar... tenia que haber alguna forma de…alzo su mirada y vio a Sesshomaru dándole la espalda dispuesto a irse del lugar donde minutos atrás había tenido una dura batalla contra Naraku, destruyéndolo al fin.

Kagome junto a Sango y Miroku no habían llegado a tiempo para ayudar y no sabian exactamente lo que había sucedido entre aquella batalla, solo se encontraron con el cuerpo de Inuyasha envuelto en sangre, con su espada a varios metros y a Sesshomaru quien también tenia algunas muestras de haber sido herido, pero a diferencia de Inuyasha, estas no lucían tan fuertes y profundas -Tu puedes salvarlo-se levanto

-Esto es tuyo-no se volteo a mirarla solo tiro la perla de Shikon al suelo la cual empezaba a perder su color rosa para adquirir un púrpura

-Sálvalo-le grito sin tomar en cuento la dichosa perla-Tu espada Tenseiga puede dar vida, por favor-le suplico

Sesshomaru pareció no escuchar pues empezó a caminar lentamente como si nada hubiera sucedido

-Es tu hermano-le grito ella-¿no te importa?-pero no tuvo respuesta. Kagome no lo podía creer, Kami tenía la oportunidad en sus manos, en su espada, de devolverle la vida a Inuyasha y no lo haría, no le importaba, no sentía ni una mínima cantidad de compasión por su medio hermano y todo por poseer mitad de sangre humana. Era injusto y ella no lo permitiría aunque fuera necesario obligarlo. Levanto su arco con una flecha y apunto hacia Sesshomaru quien se detuvo -Utiliza tu espada-le ordeno

-Humana, no pierdas tu tiempo, acepta tu destino-

-No, no lo acepto porque tiene solución…tu puedes revivirlo… ¿dejaras morir a Inuyasha?-le grito enojada con mas lagrimas en los ojos

-Ya esta muerto- aquella respuesta sin compasión y tan natural la hizo sentirse frustrada

-No lo esta!-soltó la flecha y Sesshomaru se confió porque no trato de evitarla, sin embargo el poder de energía espiritual fue bastante grande y le causo una herida algo profunda cuando se incrusto en su espalda.

-Maldita humana-sentencio furioso... se volteo a verla quitándose la flecha, sus ojos chispeaban ante el rojo, y sus garras afiladas se alzaron dispuesto a llegar hasta donde ella y hacerla pagar por aquel atrevimiento, pero cuando sus ojos se desviaron al ver el cuerpo inerte de Inuyasha se detuvo volviendo a su apariencia normal. Ahora lo sabia…nunca podría sacar de su mente la escena de ver al híbrido de su medio hermano de esa manera-No le devolveré la vida-fue lo único que dijo mientras caminaba de nuevo hasta desaparecer

-Maldito-grito por última vez Kagome cayendo de rodillas al suelo junto al cuerpo de Inuyasha.

Desde aquel entonces su vida cambio por completo, una parte de ella empezó a guardar resentimiento por lo sucedido y sobre todo odio por Sesshomaru. Podía regresar a su propio tiempo …Tokio… pero no lo hizo porque sentía que la mitad de su vida pertenecía a la Era Feudal, además de que tenia la obligación de resguardar la perla de Shikon hasta decidir realmente que haría con ella.

Pero en realidad su propósito era uno, pues deseaba que el destino le diera la oportunidad de presenciar algo: La muerte de Sesshomaru…muerte que pagaría la de Inuyasha.

-algún día te veré morir a ti también, lo juro...aunque yo misma tenga que matarte-

Continuara...


Hola:

Aqui estoy con una nueva historia esta vez dedicada a Sess y Kagome a pedido de sus fans -. Espero que les haya gustado este primer capitulo y me dejen por favor un review diciendo que les parecio

LadyJ07