Título: Entramado
Fandom: Death Note
Rating: PG
Pairing: Ninguno
Advertencias: Genfic. Seh, leyeron bien. Basado en mi actual maestro espiritual.
Deseos de Lynx: Como esto está evidentemente escrito en medio de una chocolate-high, pido disculpas por la sarta de incoherencias que seguramente es.
Edit: Se me olvida que esta pinche página se come los saltos de párrafo. Lo tuve que arreglar, así que perdonen quienes lo vieron como estaba antes.
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"L. Lawliet" era todo lo que decía en la tarjeta dejada en el canasto.
Watari, todavía Quillish Wammy por ese entonces, no se había atrevido a hacer cambios en aquella identidad que sería el único obsequio que le legaría... quien fuera que lo hubiese abandonado a su puerta.
L todavía conservaba aquel objeto de mimbre, con la tinta de la tarjeta medio desvanecida por los años, guardado en su bóveda personal. No era un acto de sentimentalismo ni de nostalgia. Podría haber encontrado a su familia fácilmente de haber tenido ganas. No era el caso.
Lo guardaba para acordarse de que su existencia completa venía definida por esa chance única que lo hizo acabar en un orfanato para niños superdotados, de todos los lugares. La gente que bota a sus hijos como perros en portales de desconocidos no suele ser del estrato social más alto, o de los trigos más limpios. Bien podría haber crecido para ser un delincuente, enloquecido por la frustración de una vida mediocre. Quizá el mejor criminal de la historia. Una mente brillante no se desvanece tan fácil, ni siquiera con una mala crianza.
L se reía de la definición de "destino". Wammy's House había sido una casualidad, y ¿Cómo no querer recordar, entonces? Se sabía genio, egocéntrico y con un profundo desprecio por la masa. A un paso de la sociopatía. Si cruzaba la línea¿Quién sería la Justicia?
Cuando se topó con un santuario virtual de Kira en internet, unos días antes que la Interpol le encargara el caso, L le odió con aquella furia instantánea que sólo se puede tener hacia un igual. Sacó la canasta de la bóveda y la ubicó en su habitación, sobre un escritorio. Se hizo el hábito de repasar los nudos en el mimbre con los dedos mientras pensaba, de mordisquear los bordes cuando un hilo de pensamiento resultaba particularmente intrincado.
Era la forma de sentirse diferente del genocida. Él nunca sería capaz de matar a nadie. Él descubría y entregaba, pero no se rebajaba a ser verdugo. Él era la Justicia, y el asesinato estaba fuera de esos límites.
Por eso mismo fue que, el día en que Kira mató a Lind L. Taylor delante de sus ojos, quemó la canasta en el único acto de pasión abierta que se habría de permitir jamás. Había rabia en la forma en que encendió el fósforo. Rabia en la forma en que dejó que el mimbre ardiera, hasta que la costosa alfombra del hotel se prendió también.
"Conoce a tu enemigo", dice el adagio militar.
Y él lo haría aunque nunca volviera a ser el mismo.
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WTF. Genfic OO Hice GENFIC.
Esto no es, por ningún motivo, character bashing: L es mi personaje favorito. Pero no se puede negar que manifiesta más que cierto desprecio a la gente común que no es tan lista como él. ¿Qué es lo que hace con Kira, si no jugar con el único que realmente ha podido presentar un desafío a su inteligencia?
(Escrito anoche, en papel por primera vez en 7425910 años, en algún momento cercano a las cuatro y media de la madrugada)