Hola a todos!!

Bueno aquí por fin se descubrirán algunas cosas que estuvieron ocultas durante el fic, así que espero que les guste. Me costo un poco escribir este capítulo porque tuve un bloqueo de inspiración jejeje pero bueno al final salio algo decente xD

I knew I love you

Capítulo 18: Hora de decir la verdad

Durante el regreso a su casa, Ryan y Sharpay se mantuvieron en silencio. Pero no era un silencio incómodo, sino todo lo contrario. Ryan no apartaba la mirada de Sharpay mientras le sonreía; y ella, por su parte, tenía que esforzarse por mantenerse concentrada en conducir, pero cada vez que podía le devolvía la mirada y la sonrisa. Era como si estuvieran atrapados en una burbuja donde no entraba ningún problema.

Pero el sonido del celular de Sharpay los hizo volver a la realidad cuando les faltaban dos cuadras para llegar, así que ella estacionó el auto a uno de los lados de la calle.

- ¿Hola? – contestó una vez que detuvo el auto.

- Sharpay, ¿dónde estás?¿supiste algo de Ryan? – le dijo la voz de su mamá.

- Si, él está conmigo ahora. – Sharpay pensó que debía decirlo para tranquilizar a su mamá ahora que ella había solucionado todo con Ryan – De hecho estamos yendo hacia la casa para hablar con ustedes, así que nos vemos en un rato más.

Ryan se había puesto muy serio de pronto, mientras Sharpay se despedía de su mamá por el teléfono.

- ¿Qué te pasa, Ry? – preguntó Sharpay notando rápidamente el cambio de ánimo de Ryan.

- No lo se… nada, creo. – respondió sin dejar de mirar a un punto fijo frente a él.

- Vamos, Ryan, te conozco. Dime qué te pasa.

Ryan suspiró y pensó unos segundos antes de hablar.

- Es que, no se cómo explicarlo, pero creo que tengo un poco de miedo… - confesó bajando la mirada y empezando a jugar con sus manos, hasta que vio una mano de Sharpay cogiendo las suyas y la sintió inclinarse hacia él.

- Ryan, mírame. – él le hizo caso y su rostro quedó a pocos centímetros del de ella – No te sientas mal por eso. No eres el único porque para ser sincera yo también tengo un poco de miedo de enfrentarlos otra vez sobre el tema de la adopción.

- Lo sé, pero no tengo mucho miedo de la conversación de la adopción, sino de la conversación acerca de lo nuestro, ¿sabes? – dijo Ryan cogiéndose más fuerte de las manos de Sharpay – Tengo miedo de cómo puedan reaccionar, y aunque suene cursi, me destruiría saber que todo esto te puede perjudicar de alguna manera, Shar.

Sharpay estiró una mano hacia una mejilla de Ryan y lo acarició tiernamente, causando que Ryan cerrara los ojos ante este tranquilizante contacto.

- Ay mi amor, sabes que no debes preocuparte por eso. – Ryan abrió los ojos rápidamente al oír las palabras de Sharpay. ¿"Mi amor"? Eso era totalmente nuevo e inesperado. – Esto también sonara cursi, pero mientras estemos juntos todo va a estar bien.

Ryan sonrió y la beso suavemente. Era increíble como un simple roce podía llenarlos de sensaciones que estaban reservadas solo del uno para el otro.

- Tienes razón, Shar. Como siempre.

Sharpay se rió y lo volvió a besar rápidamente antes de encender el auto para terminar el trayecto a su casa.

- Por cierto, - comentó Ryan cuando el auto empezó a moverse – me gustó mucho lo de "mi amor". Creo que podría acostumbrarme a eso.

Sharpay volvió a reírse en voz alta y sintió que se sonrojaba, pero contestó muy segura:

- Más vale que te acostumbres, mi amor, porque a mi también me gustó.

Ryan se unió a las carcajadas de Sharpay. Habían vuelto a su burbuja, exclusiva para ellos dos.


- ¿Ryan?¿Sharpay? – llamó la voz de Mary Evans cuando entraron por la puerta principal. Ryan respiró profundamente

- Todo va a estar bien. – le susurró Sharpay a Ryan sosteniendo su mano.

Él le sonrió forzadamente y asintió esperando con todas sus fuerzas que tuviera razón, justo cuando su mamá cruzaba la puerta que los separaba de la sala. La mirada de Mary se dirigió por un segundo a las manos tomadas de sus hijos, pero en ese momento solo se sentía aliviada de ver a Ryan a salvo. Se acercó a él dudando y lo abrazó.

Sharpay soltó su mano, esperando una reacción de Ryan, que para sorpresa de ella y su madre, nunca llegó. Ryan no rechazó el abrazo, pero tampoco lo devolvió. Simplemente se quedó quieto, mirando hacia el frente y dejándose abrazar.

- Tenemos que aclarar algunas cosas. – dijo Ryan con una voz apagada, nada común en él, al ver que luego de un rato Mary no lo soltaba.

- Si, si, lo sé, Ryan. – respondió ella, dejándolo libre por fin y secándose unas lágrimas que había en su rostro – Vengan a la sala.

Los 3 caminaron hacia allí, donde los esperaba Marc Evans. Mary se sentó junto a él en el mueble, mientras que Ryan y Sharpay ocuparon el que estaba frente a ese.

- ¿Por qué te fuiste así, Ryan? No sabes lo preocupados que estábamos por ti. – rompió el silencio Marc Evans.

- Solo necesitaba pensar. No fue mi intención preocupar a nadie. – dijo Ryan manteniendo un tono inexpresivo en su voz – Pero no es eso de lo que quiero hablar. Primero quiero que me expliquen todo sobre el tema de la adopción y luego quiero decirles algunas cosas más.

Sharpay trató de no mostrarse nerviosa cuando sus padres se miraron y luego giraron a verlos a ellos detenidamente luego de lo que dijo Ryan. Finalmente Mary se decidió a empezar.

- Bueno, trataré de explicarlo lo mejor que pueda. – respiró profundamente antes de continuar – La madrugada después de que nació Sharpay, su papá fue a verla a la sala de los recién nacidos y aparte de ella solo había un niño más; que eras tú, Ryan. Su papá se quedó un rato ahí y escuchó a unas enfermeras diciendo que estabas solo y que probablemente tendrían que llevarte a un orfanato. Entonces él fue a buscarme y me contó todo, y yo apenas pude fui a verlos y bueno, cuando te vi, Ryan, supe que debías venir con nosotros. Te sentí como un hijo desde el momento en que te vi. Por eso luego de todo el proceso de adopción te trajimos a casa con Sharpay.

Mary se quedó en silencio, como dando por terminada la historia, pero Ryan aún tenía preguntas.

- Entonces, ¿mis padres biológicos me abandonaron? – dijo tratando de poner toda la fuerza que tenía en su voz.

- No. – contestó Marc de pronto – Tu madre biológica murió cuando tu naciste y solo dio su nombre a los médicos. Investigamos pero no encontramos a su familia y al parecer iba a ser madre soltera.

Ryan trató de asimilar todo lo que le estaban diciendo, pero aún quería saber algo más antes de terminar con el tema. Ya sabía lo suficiente por el momento aunque eso no quitaba el dolor que sentía por haber sido engañado.

- Una última pregunta por ahora. ¿Recuerdan su nombre? – preguntó refiriéndose a su madre.

- Si. – dijo Mary – Se llamaba Anne y fue lo único que logramos saber de ella, aparte de que le dijo a los doctores que quería que tu nombre fuera Ryan. Lamento mucho no poder decirte nada más…

- Esta bien. – la cortó Ryan – Les agradezco que me hayan contado como fue todo, porque luego de pensarlo mucho me di cuenta de que lo que más me hirió no fue enterarme de que soy adoptado, sino el hecho de haber tenido que vivir una mentira.

Nadie dijo nada y Sharpay pensó que era una buena idea usar ese silencio para cambiar un poco el tema.

- Y es por eso que no queremos que exista otro secreto. – empezó a decir y sintió las miradas de todos sobre ella – Ryan y yo vamos a decirles algo y esperamos que algún día lo entiendan, aunque sabemos que no va a ser fácil para ustedes porque incluso a nosotros se nos hizo difícil aceptarlo por mucho tiempo.

Mary y Marc intercambiaron miradas, mientras que Ryan solo suspiró preparándose para lo que venía.

- Desde hace unas semanas, la relación entre Ryan y yo ha ido más allá que de simples hermanos y amigos.

Sharpay dijo todo rápidamente para que su nerviosismo no la detuviera.

- ¿Qué dices?¿De qué estas hablando, Sharpay? – preguntó Marc luego de un momento, aparentemente sin entender lo que le decía su hija, pero su voz entrecortada decía lo contrario.

- Se refiere a que somos novios. Sentimos algo muy fuerte el uno por el otro y no lo podemos ocultar más. – le contestó Ryan aclarando todo porque quería acabar con la incómoda situación, pero sabía que sus papás, sobre todo Marc, se encargaría de alargar la tortura.

- ¿Acaso estás loco? – explotó Marc luego de escuchar atónito a Ryan.

- ¡Papá! – lo interrumpió Sharpay claramente molesta mientras tomaba de la mano a Ryan – No culpes a Ryan, no lo voy a permitir; no esta vez, ni nunca más. Esto es asunto de los dos, así que si estás buscando culpables, puedes incluirme.

- Pero, ¿no estarán confundiendo lo que sienten? – dijo una voz nerviosa que había estado callada hasta ese momento – Ustedes han crecido como mellizos y es posible que estén confundiendo el cariño fraternal que se tienen.

- No, mamá. – le habló Sharpay más calmadamente pero sin dejar de ser firme – Esto no es cariño de hermanos, créeme, yo misma quise obligarme a creer eso pero esto es algo que va mucho más allá.

- ¿Están seguros? – preguntó Mary una vez más con voz temblorosa, volteando a ver a Ryan, que le contestó:

- Si, estamos completamente seguros.

Hubo varios segundos de silencio llenos de tensión. Ryan y Sharpay sabían que lo que venía no sería nada bueno pero lo que pasó no lo esperaban para nada.

- Ryan… - empezó Marc mirando al suelo – Te vas de la casa, ahora mismo.

Ryan y Mary abrieron los ojos de par en par, totalmente sorprendidos por lo que oyeron, mientras que Sharpay, también sorprendida se abrazó al brazo de Ryan fuertemente y prácticamente gritó:

- ¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! ¡No puedes echarlo a la calle así simplemente!

- ¡Señorita , ésta es mi casa y puedo hacer lo que yo quiera! – gritó también Marc y luego bajo un poco la voz – Además no lo estoy echando a la calle. Por más equivocado y estúpido que sea lo que hace, sigue siendo mi hijo. Se irá a Lava Springs.

Sharpay iba a seguir discutiendo, pero Ryan la detuvo. Sabía que no lograrían más ese día por más que pelearan toda la noche, y prefería que Sharpay no se buscara más problemas.

- Esta bien, Shar. – le dijo casi en susurro.

- Pero… - quiso insistir ella pero al ver que él estaba decidido, agregó – Yo te llevo, porque tu auto se quedó allá.

- No. – los detuvo Marc – Tú te quedas aquí, Sharpay.

- Y entonces cómo… - empezó Sharpay.

- Shar, no te preocupes. Hablaré con Troy y Gabriella para que alguno me haga el favor de llevarme.

Ryan buscó su celular en su bolsillo y empezó a caminar en silencio hacia la puerta principal. Sharpay lo siguió, no sin antes dirigirle una mirada de odio a su papá.


- ¿Qué tal estuvo tu día, hija? – le preguntó la señora Montez a Gabriella cuando ésta llego.

- Supongo que bien. – respondió – No lo sé, mamá, ha sido un largo día.

La Sra. Montez iba a preguntar a qué se refería su hija con eso, pero en ese momento sonó el celular de Gabriella.

- ¿Hola? – contestó inmediatamente - ¡Ryan! ¿Cómo estás? ¿Está todo bien?

La Sra. Montez no dejaba de mirar a su hija, que escuchaba atenta a Ryan al otro lado de la linea.

- Si, si, claro. No estoy con Troy, pero yo puedo llevarte. – dijo, y agregó antes de colgar – Estaré ahí lo antes que pueda. Adiós.

- ¿Vas a salir otra vez, Gaby? – preguntó intrigada la Sra. Montez – Ya es tarde.

- Lo sé mamá, pero Ryan necesita un favor. – explicó Gabriella poniéndose la casaca que acababa de quitarse minutos antes – Te prometo que no tardaré demasiado y cuando vuelva te explicaré todo, pero antes necesito que me prestes tu auto. ¿Puedo llevarlo?

- Si, claro, pero anda con cuidado, y no tardes.

Gabriella tomó las llaves y partió hacia la casa de los Evans inmediatamente. Menos de veinte minutos después, vio a Ryan sentado en la entrada de su casa y a Sharpay a su lado, abrazada a él. Luego de estacionar, no sabía si debía salir del auto o no, pero Ryan le ahorró cualquier duda cuando se puso de pie yendo hacia el auto, y antes de subir se dirigió a Sharpay.

- Nos vemos mañana para ir a la escuela. Prométeme que no buscarás mas problemas de los que ya tenemos, Shar.

Ella asintió y mientras se despedía de Ryan con un beso, Gabriella vio su rostro bañado de lágrimas.

- Gracias, Gaby, me salvaste de dormir en la calle. – dijo Ryan un rato después de que hubieran partido de su casa.

- No es nada, Ryan. – contestó – Pero explícame qué paso; si es que puedes, claro.

Ryan pasó los siguientes minutos contándole todo lo que había pasado con sus papás y Gabriella escuchó todo en silencio.

- Y sinceramente me alegra que, aunque sea difícil estar sin Sharpay, esta sea la única medida que haya tomado, pero creo que solo lo ha hecho para pensar algo más. – terminó él su historia.

- ¿Algo más? ¿No es ya bastante que te haya echado de tu casa para separarte de Sharpay? – preguntó sorprendida Gabriella – Es decir, entiendo que no esté de acuerdo, pero no puede hacer nada para evitar lo que ustedes sienten.

- Eso es cierto, haga lo que haga, no cambiará lo que sentimos; pero tu misma lo viste molesto una vez Gaby, y estoy seguro de que dará más pelea…. y estaremos listos.

Gabriella miró de reojo a su amigo. Hablaba totalmente seguro y ella le creía y apoyaba, pero sabía que estaba preocupado.

- Y sabes que estaremos ahí para lo que necesiten, ¿verdad? – le dijo ella sonriendo, tratando de animarlo un poco. Ryan le devolvió la sonrisa asintiendo y Gabriella agregó – Así que ahora relájate un rato y descansa hasta que lleguemos.

Ryan murmuró un "Gracias, Gaby" recostándose en el asiento, cerrando los ojos, tratando de olvidarse de lo que pasaba; imaginándose a Sharpay y a él, junto con sus amigos, riéndose tranquilamente en un momento en el que nadie tuviera nada en contra de lo que sentían.


Y ese fue el capítulo 18 xD ¿Qué les pareció? Ya saben, dejenme sus reviews para saber!! xD Bueno les aviso que ya tengo todo listo para el gran final… serán en total 20 capítulos y un epílogo (osea un capítulo 21 mas chico). Así que no queda mucho y confieso que me da pena acabar el fic :( Bueno, el siguiente capítulo, el 19, se llama "Consecuencias". Bueno, hasta el proximo capitulo!