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Hola! Este fic, ya fue publicado por alguien que no tuvo mi autorización para hacerlo…
Pero ahora he decidido publicarlo. Fue el primer fic que publiqué, y mi favorito… por eso lo defiendo tanto. Agradezco todas las muestras de apoyo. Y espero que realmente les guste. Se publicará conjuntamente con "Quien llamo a la cigüeña", otro fic de mi autoría.
Capitulo 1
Noticias del testamento.
La mañana estaba clara. El sol se asomaba con fuerza por el horizonte dejando ver las casas de la zona. Una brisa fresca hizo que el joven ajustara su capa para no sentir frío. Alto, atlético, se desplazaba por el lugar con una seguridad única. Aunque nunca hubiera estado en ese lugar, no tenía miedo. Si precaución, como todo auror que era. Tenía veintitrés años. De vez en cuando miraba un papel que tenía una dirección. Levantó la vista al llegar a la esquina. Esa era la calle. Hizo un ademán de no creer que allí viviera, algún ser humano. Daba la sensación de estar en una calle abandonada. Sus casas todas con los frentes descascarados, y las cortinas roídas por las alimañas. Caminó rápidamente hasta encontrar el número de la calle "Nro 32 Oak Street". Guardó el papel y con paso decidido llegó a la puerta. Tocó varias veces, pues no salió nadie a la primera. Después de un rato, la figura de un hombre casi enfermo le franqueó la puerta. La casa no tenía síntomas de ser mejor adentro que afuera. La oscuridad era casi total. Sólo un par de velas iluminaba la abandonada estancia. El visitante se sacó la capa, aunque luego se arrepintió, pues el frío dentro era intenso. El dueño de casa pareció entender, porque al instante prendió el fuego de la chimenea. Le ofreció asiento y éste se ubicó en una butaca cerca del calor. Tardaron unos minutos en entablar una conversación.
- Es bueno verte Harry – dijo el hombre abandonando su cuerpo en una silla contigua.- Cada día te pareces más a James.
- Gracias – dijo mirando a su interlocutor – Cómo has estado Remus? – preguntó al viejo amigo de su padre. Luego la pregunta le resultó obvia, pues a simple vista se notaba que el viejo Remus Lupin, su antiguo profesor de DCAO venía de unos días agitados.
- No puedo quejarme – sonrió y una cicatriz asomó desde su pómulo derecho hasta el cuello – los días de luna llena, tu sabes…
- Si, entiendo – carraspeó Harry – No puedo dejar de decirte que me sorprendió tu carta. Hace tiempo que no nos vemos, creo que desde que me gradué en la escuela de aurors…
- Si, casi tres años – suspiro Remus – pero no ha sido mi culpa – lo miro – tus misiones ultra secretas, unido a tu noviazgo…
- Bueno es verdad, no he tenido tiempo, pero tú tampoco te has acercado…
- Si, tienes razón. Cómo va lo tuyo con… cómo se llamaba tu prometida?
- Luna – dijo sonriendo – no puede estar mejor…- Remus lo miró – Cada día la amo mas. Debo decirte que nunca pensé querer así a una chica – Se puso rojo.
- Si, ya lo veo…
- Y cuál es el apuro? digo en tu carta me dices que tienes algo que decirme, y que esperas que no sea tan tarde…
- Ah, eso. Bueno veras Harry, cuando Sirius murió – Harry se incomodó, nunca le gustó hablar de Sirius y mucho menos de su muerte – me nombró albacea de sus bienes.
- Entiendo…
- Yo no pude hacerme cargo, así que el abogado que me dió esta responsabilidad se hizo cargo al final.
- Si? Que bueno. – dijo Harry sin importarle. No tenía idea de por qué Remus Lupin lo había citado para decirle eso.
- Bueno, lo cierto es que el abogado me llamó para que yo les informara sobre la lectura del testamento…
- Qué? – dijo como despertando de un sueño – por qué ahora? Por qué si Sirius murió hace siete años, se lee el testamento ahora?
- Es uno de los pedidos de Sirius. – Harry lo miró con atención – El testamento será leído una vez que todos los herederos tengan 22 años. Y el último ya los cumplió, así que…
- Que quieres comunicarme…
- La fecha de la lectura… será el 30 de agosto a las 10 hs, en la oficina de asuntos legales, en el ministerio de magia.
- Por qué?
- Porque, aunque Sirius haya quedado libre de culpa y cargo – A Harry se le hizo un nudo en la garganta – El ministerio es el que confiscó los bienes, así que…
- Es mucho? – Remus lo miró. Harry nunca dio muestras de avaricia – no me malinterpretes, sólo quiero saber cuanto es lo que voy a donar…
- No te apresures, sólo espera a que se abra el testamento…
Días después una muy atareada profesora de DCAO del colegio Hogwarts, llegaba a las tres escobas, cantina ubicada en el pueblo cercano a su trabajo. Entró rápidamente, se quitó la capa y saludó a Madame Rosmerta, la dueña del lugar. Recordó al verla las veces que su hermano suspiraba por ella y su curvilínea figura. Con la mirada comenzó a buscar a su cita. Estaba intrigada por verlo. Años sin noticias y ahora daba señales mandándole una carta. Y en ella le decía su imperiosa necesidad de verla, y hablar con ella. Lo divisó en una mesa alejada del bar. Hasta allá llegó. Al verla venir, el hombre sonrió. Realmente la muchacha era bella, de una manera especial. Le recordaba a alguien del pasado. Vestía a la usanza de las brujas jóvenes. Una túnica entallada que mostraba su delgada figura, de color oscuro, pantalones y botas. Las telas que usaba eran vaporosas pues aun estaban en verano. La muchacha se sorprendió de verlo tan abatido. No quedaban rastros de la persona jovial y atenta del pasado. El se levanto y ella lo abrazó dándole un beso en la mejilla por la que asomaba una cicatriz.
- Remus, es un gusto verlo de nuevo…. – se sentó y luego, como todo caballero lo hizo el hombre mayor.
- Déjame decirte que estás muy hermosa Ginny – Esta sonrió sonrojada. Y movió su larga cabellera roja hacia su espalda.-Algo de beber? – dijo, cuando se acercó madame Rosmerta
- Sólo zumo de calabaza. Hace mucho calor… - La mujer movió su varita y sendos vasos de jugo aparecieron en la mesa.
- Cómo te va en la escuela? – dijo tomando un sorbo – Dumbledore me dijo que enseñas, mi vieja materia.
- Debo decir que nunca podré compararme con usted, Remus – dijo sonriendo – sus clases eran magistrales…
- Gracias Ginny – sonrió – tu familia?
- Mis hermanos mayores, todavía trabajan en el extranjero. Bill esta con Fleur, una francesa… Charlie…
- Vive con Tonks – sonrió – ayer lo vi.
- Ah, y los gemelos…. Siguen con su exitosa tienda.
- Ese par son unos genios.
- Ron se casó con Hermione y trabajan en el ministerio. Ron es Auror y Hermione está en el despacho de relaciones muggles.
- Si, eso es muy bueno!
- Se me hace que ya lo sabia… - dijo Ginny mirando a Remus, como sospechando del viejo profesor.
- Bueno, para serte sincero los he visto a todos, menos a tus padres…
- Siguen viviendo en la madriguera…
- Tendré que ir a verlos allí entonces…
- Cuál es la urgencia? -Lupin la miró – usted me dijo que era de suma urgencia verme, y por lo que veo a mis hermanos también…
- Bien, entonces a lo que vine – apuro un trago de jugo.
- Le agradecería, todavía tengo que volver al colegio a terminar un par de planes de clase…
- Está bien. Sabes, cuando Sirius murió…
- Una pena…
- Si, el caso es que dejó un testamento…
- Pero el murió hace siete años! – exclamo ella, sin entender.
- Si, pero el testamento debía ser leído cuando el último de los herederos cumpla 22 años.
- ?
- Eres tú – dijo el sonriente.
- Yo? – dijo incrédula – Sirius y yo… digo, yo lo quise mucho, pero nunca pensé que el me considerara su heredera…
- No eres la única…
- Bueno, pero que me haya tenido en cuenta, es… - tomó un trago de zumo – cuándo y dónde es la lectura?
- El 30 de agosto a las 10 hs, en la oficina de asuntos legales, en el ministerio de magia.
- Por qué?
- Por que, qué – dijo extrañado
- Por qué allí? – Remus sonrió, ella tenía las mismas dudas que él.
- Pues porque él era un prófugo y el ministerio confisco sus bienes… Ginny tienes novio?
- No – dijo extrañada –Por qué lo preguntas?
- No, por nada – Por lo menos de un lado las cosas serían más fáciles.
Nota de la autora: Trataré de publicar todos los martes y sábados… pero no prometo nada! Saludos Silvia.
Dejen reviews… y si quieren una contestación personal, no podré satisfacerlos… soy maestra y se avecinan tiempos difíciles en mi profesión…